Cuba ¿Hay una nue­va estra­te­gia eco­nó­mi­ca o la estra­te­gia es imple­men­tar lo ya aprobado?

Por Omar Ever­leny Pérez Villa­nue­va, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 26 de octu­bre de 2020.

No se debe ser pesi­mis­ta cuan­do el gobierno cubano aprue­ba algún docu­men­to, una ley, un plan, una estra­te­gia. No obs­tan­te, suce­de que a lo lar­go de los últi­mos 12 años se han apro­ba­do varios docu­men­tos con una lógi­ca ade­cua­da para el desa­rro­llo del país, y aun­que se ha indi­ca­do que los cam­bios no deben espe­rar las calen­das grie­gas, la reali­dad ha demos­tra­do que las imple­men­ta­cio­nes se dila­ta­ron mucho en el tiempo.

Recien­te­men­te se ha publi­ca­do que habrá com­ple­men­ta­rie­dad entre todos los acto­res eco­nó­mi­cos de la socie­dad cuba­na: la empre­sa esta­tal socia­lis­ta, las coope­ra­ti­vas en gene­ral, los tra­ba­ja­do­res por cuen­ta pro­pia, la micro, peque­ña y media­na empre­sa, y la inver­sión extran­je­ra. Algo digno a tener en cuen­ta. Sin embar­go, des­de la apro­ba­ción de los linea­mien­tos eco­nó­mi­cos del 6to Con­gre­so del Par­ti­do ya se habla­ba de la casi tota­li­dad de estos actores.

Hace algu­nos años se pro­du­jo la para­li­za­ción total de las apro­ba­cio­nes de nue­vas coope­ra­ti­vas por dife­ren­tes fac­to­res, y aun hoy no se ha des­ple­ga­do con la fuer­za nece­sa­ria la crea­ción de este tipo de empre­sas, tan nece­sa­rias para el teji­do empre­sa­rial. Las nue­vas coope­ra­ti­vas rela­cio­na­das con la cons­truc­ción, por ejem­plo, ya nece­si­tan su apro­ba­ción por las enti­da­des desig­na­das al efec­to, dada la ele­va­da des­ca­pi­ta­li­za­ción de los inmue­bles del país, inclu­yen­do las vivien­das, espe­cial­men­te en gran­des zonas de la Habana.

Igual suce­dió con los tra­ba­ja­do­res por cuen­ta pro­pia — eufe­mis­mos aun exis­ten­tes — , a quie­nes les para­li­za­ron sus licen­cias para revi­sar algu­nos aspec­tos que, según el esta­do, esta­ban afec­tan­do a las ins­ti­tu­cio­nes cubanas.

Se espe­ra que esta vez no se pro­duz­can nue­vos inten­tos de fre­nar a estos acto­res. Y que la tan anun­cia­da lis­ta nega­ti­va no sea de varias cuartillas.

No sería con­tra­pro­du­cen­te que al sec­tor pri­va­do local se le auto­ri­za­ra el desa­rro­llo de ini­cia­ti­vas con capi­tal extran­je­ro, en peque­ña esca­la u otra, y que su apor­te no nece­sa­ria­men­te se mida en capi­tal sino en inno­va­ción y cono­ci­mien­to del con­tex­to cubano.

La posi­bi­li­dad de impor­tar o expor­tar por todos esos acto­res es un paso audaz, pero que se venía exi­gien­do hace mucho tiem­po ante la situa­ción de cri­sis eco­nó­mi­ca que ha veni­do atra­ve­san­do el país como con­se­cuen­cia de fac­to­res inter­nos y exter­nos noci­vos a la eco­no­mía. Entre estos debe­mos men­cio­nar el cri­mi­nal blo­queo de Esta­dos Uni­dos, los efec­tos adver­sos del COVID-19, que ha man­te­ni­do al país ero­gan­do cuan­tio­sas sumas de dine­ro para la com­pra de equi­pos y medi­ca­men­tos, pero tam­bién la inefi­cien­cia inter­na y el incum­pli­mien­to de metas y planes.

Se espe­ra con ansie­dad que no se siga pos­ter­gan­do la pro­pues­ta de la crea­ción de las micro, peque­ñas y media­nas empre­sas, que debe ser una medi­da entre las recien­te­men­te anun­cia­das por el pre­si­den­te de la Comi­sión de Imple­men­ta­ción de los Linea­mien­tos, Marino Muri­llo. Es decir, no solo la esfe­ra finan­cie­ra se ajus­ta­rá, si no que la con­tra­par­ti­da de esos cam­bios esta­rá en la ofer­ta que el país desa­rro­lle, y muchas de ellas debe­rán ser pro­du­ci­das por estas MPYMES.

Cuba ha pasa­do por varias eta­pas en el pro­ce­so de desa­rro­llo de la inver­sión extran­je­ra. Des­de la visión a modo de “un com­ple­men­to” no muy sig­ni­fi­ca­ti­vo den­tro de la eco­no­mía cuba­na, has­ta ser con­si­de­ra­da un esla­bón deci­si­vo den­tro del desa­rro­llo eco­nó­mi­co del país. Se ha expues­to que Cuba nece­si­ta más de 2 500 millo­nes de dóla­res anua­les de inver­sión extran­je­ra direc­ta para lograr tasas de cre­ci­mien­to acor­des a las nece­si­da­des actua­les de la eco­no­mía cubana.

Sin embar­go, año tras año se escu­cha sobre la baja cap­ta­ción de inver­sión extran­je­ra, o los pla­nes no alcan­za­dos en este rubro, y se repi­ten casi siem­pre los mis­mos argu­men­tos. Lo con­cre­to es que no cam­bia radi­cal­men­te, ni se obtie­nen los rit­mos de cre­ci­mien­to de la inver­sión extran­je­ra que se deman­dan. A lo sumo se han logra­do recur­sos com­pro­me­ti­dos por 1 000 millo­nes de dóla­res en un año.

No hay que repe­tir más que la eco­no­mía cuba­na deman­da inver­sio­nes, y que la inver­sión extran­je­ra pue­de ser la fuen­te actual más pro­ba­ble de cap­ta­ción de esos recur­sos en el mediano pla­zo. La situa­ción de cri­sis ya des­cri­ta no debe per­mi­tir­se el lujo de des­pe­dir o no aten­der como se mere­cen a aque­llos que desean inver­tir en Cuba.

El pro­ce­so de apro­ba­ción de la inver­sión extran­je­ra hay que repen­sar­lo a pro­fun­di­dad para que pue­da ser relan­za­do con éxi­to. No se pue­de estar tan con­ven­ci­dos de que no se han alcan­za­do inver­sio­nes pre­vis­tas por aspec­tos sub­je­ti­vos y que ya se cuen­ta con un pro­ce­di­mien­to per­fec­to para alcan­zar­las. Que con­ti­nua­men­te se men­cio­ne lo de la ven­ta­ni­lla úni­ca no va a pro­du­cir los resul­ta­dos nece­sa­rios de la inver­sión extran­je­ra, aun­que sea un paso muy impor­tan­te para ace­le­rar las aprobaciones.

Las 15 medi­das recien­tes para esti­mu­lar la empre­sa esta­tal cuba­na, que se suman a un gru­po de otras apro­ba­das ya hace un tiem­po, van enca­mi­na­das a dar­le auto­no­mía a la empre­sa. Pero me pre­gun­to, con las cole­ti­llas que aun apa­re­cen en par­te de ellas, cuán cier­ta es la inten­sión de otor­gar­les la auto­no­mía que requieren.

¿No sería tam­bién nece­sa­rio el estu­dio del fun­cio­na­mien­to de los mono­po­lios en algu­nas acti­vi­da­des eco­nó­mi­cas, en ausen­cia de una com­pe­ten­cia sana con bene­fi­cios para todos?, ¿no podría haber varias empre­sas de tele­fo­nía celu­lar en el país, inclu­so bajo la mis­ma enti­dad esta­tal? En un mun­do don­de el comer­cio elec­tró­ni­co es el que guia­rá el des­tino del comer­cio interno de los paí­ses, es vital tener una infra­es­truc­tu­ra tec­no­ló­gi­ca de tele­co­mu­ni­ca­cio­nes fuer­te y de calidad.

Lo recien­te­men­te anun­cia­do pone en evi­den­cia algo sin­gu­lar, que es una sola mone­da de cir­cu­la­ción nacio­nal. Pero por supues­to habrá un tipo de cam­bio USD/​CUP, ya que la situa­ción “tran­si­to­ria” nos mues­tra una dola­ri­za­ción par­cial por la exis­ten­cia de tien­das en MLC, dan­do espa­cio a prue­bas y erro­res, refor­mas y ajus­tes, tenien­do una red de segu­ri­dad de tra­pe­cis­tas, que radi­ca en la exis­ten­cia de esa red de tien­das para cap­tar las reme­sas de ayu­das fami­lia­res en MLC, satis­fa­cer nece­si­da­des de la pobla­ción afor­tu­na­da con esa mone­da y a la vez cana­li­zar las uti­li­da­des en MLC en bien del CUP.

Una duda evi­den­te de los cuba­nos sin reme­sas es si el esta­do ven­de­ría algu­nas can­ti­da­des de MLC por CUP. Cree­mos que sería pru­den­te, pero lo que suce­de es que el esta­do debe prio­ri­zar las com­pras de pro­duc­tos en MLC, para garan­ti­zar ven­tas en esa mone­da y que no se pro­duz­can des­abas­te­ci­mien­tos de bie­nes en esas tien­das, y a la vez cana­li­zar un por cien­to para la recu­pe­ra­ción de la indus­tria nacional.

Exis­te, como par­te de la lógi­ca expre­sa­da por los máxi­mos diri­gen­tes, la refor­ma eco­nó­mi­ca en vías de imple­men­ta­ción. Se lle­va­rían a cabo cua­tro medi­das, entre las cua­les esta­ría dejar cir­cu­lan­do solo el CUP, esta­ble­cer una úni­ca tasa de cam­bio para todos los acto­res del país, un incre­men­to de pre­cios y con ello incre­men­tos de sala­rios y jubi­la­cio­nes. Y esto nos lle­va a una duda: ¿Se afec­ta­rán los aho­rros de las per­so­nas? ¿Evi­den­te­men­te son par­te de los daños colaterales?

Esos mis­mos daños no se pue­den amor­ti­guar, ya que el país está sufrien­do hoy una gene­ra­li­za­da esca­sez de pro­duc­tos y ser­vi­cios, que impi­den hacer gas­tos pre­vis­tos con una par­te de los aho­rros. Por ejem­plo, si habías deci­di­do remo­de­lar tu casa, o sus­ti­tuir pie­zas del baño o de la coci­na, te encuen­tras con res­tric­cio­nes de ofer­ta de esos medios. Evi­den­te­men­te la lógi­ca fue la com­pra de ali­men­tos ante las res­tric­cio­nes finan­cie­ras del país, polí­ti­ca que no tie­ne obje­ción, ya que se tra­ta de sobre­vi­ven­cia de la población.

Es vital para Cuba incen­ti­var la lle­ga­da de reme­sas, por eso sería atrac­ti­vo la deter­mi­na­ción de incen­ti­vos para la loca­li­za­ción de las reme­sas en esfuer­zos pro­duc­ti­vos, más que en el con­su­mo. Hay que mos­trar volun­tad de acep­tar­las; polí­ti­ca­men­te las auto­ri­da­des debe­rían bus­car atrac­ti­vos para que eso suce­da, y debe­ría ser par­te de la agen­da del pos­pues­to even­to de La Nación y su Emigración.

Todo lo anun­cia­do ha esta­do en los docu­men­tos que ya se habían apro­ba­do por los dos Con­gre­sos del Par­ti­do ante­rio­res (2011 y 2016), se ha apro­ba­do en las dife­ren­tes sesio­nes del Par­la­men­to cubano, en los más altos nive­les del gobierno, como el Buró Polí­ti­co, el Con­se­jo de Minis­tros, etc. Es decir, hay con­sen­so del camino a reco­rrer, ¿enton­ces?

En con­clu­sión, la hoja de ruta está ya anun­cia­da, y da espe­ran­za. Espe­re­mos que el día cero se encuen­tre ya en la agen­da que están usan­do habi­tual­men­te los deci­so­res de esa polí­ti­ca y que no espe­ren a la nue­va agen­da del pró­xi­mo año. El capi­tal polí­ti­co lo tie­nen. ¿Qué falta?

fuen­te: Rebe­lión

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