Chi­le. Cara­bi­ne­ros detu­vie­ron con vio­len­cia a la corres­pon­sal extran­je­ra Clau­dia Aran­da, del medio Pressenza

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 23 de octu­bre de 2020.

Detenida periodista de Pressenza, Claudia Aranda
(Ima­gen de Clau­dia Aranda)

La tar­de de este vier­nes pare­cía una de esas en las que pue­des apre­ciar la pues­ta del sol des­de un par­que, gozan­do de las tem­pla­das tem­pe­ra­tu­ras pri­ma­ve­ra­les de San­tia­go, como es el caso del Par­que Fores­tal ubi­ca­do en pleno cen­tro, don­de diver­sas pare­jas, gru­pos de jóve­nes, fami­lias, deja­ban trans­cu­rrir el atar­de­cer lue­go de tan­tos meses de cua­ren­te­na obligatoria.

A pocos metros de Pla­za Dig­ni­dad, los cara­bi­ne­ros reco­rrían el sec­tor para inti­mi­dar con su sola pre­sen­cia e impe­dir que se vuel­va a inter­ve­nir con pin­tu­ra, ban­de­ras u otros ele­men­tos el monu­men­to al Gene­ral Baque­dano que está ubi­ca­do en su cen­tro y que ha pasa­do a cons­ti­tuir el obje­to más cui­da­do y codi­cia­do por nues­tra socie­dad, sim­bo­lis­mo de la fuer­za popu­lar que inten­ta legi­ti­mar el poder de la base social.

A poco de cus­to­diar el monu­men­to, se fue­ron des­pla­zan­do los carros blin­da­dos y buses que tras­la­dan a las Fuer­zas Espe­cia­les hacia las calles que bor­dean el par­que, don­de nues­tra perio­dis­ta Clau­dia Aran­da comen­zó a dejar regis­tro en un video.

Uno de los cara­bi­ne­ros, que no por­ta­ba su iden­ti­dad, se le acer­có comen­zan­do por pedir iden­ti­fi­ca­ción y rau­da­men­te colo­cán­do­se la suya. En el alter­ca­do sobre iden­ti­fi­ca­cio­nes y quién es quien debe lle­var visi­ble su nom­bre, qué dice explí­ci­ta­men­te la Ley de Pren­sa res­pec­to de no exi­gir dicho docu­men­to a la vis­ta, Clau­dia fue sien­do cer­ca­da por un gru­po de uni­for­ma­dos, inten­ta­ron rete­ner­le su celu­lar y final­men­te la subie­ron al carro poli­cial, dete­nién­do­la. Para cons­ta­tar lesio­nes ‑que tie­ne en un tobi­llo y dos dedos de una mano frac­tu­ra­dos- fue lle­va­da a la Pos­ta Cen­tral y tras­la­da­da pos­te­rior­men­te a la Ter­ce­ra Comi­se­ría, don­de pudi­mos hacer­le lle­gar a uno de nues­tros abo­ga­dos para que inten­ta­ra su liberación.

Itu­rria /​Fuen­te

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