Hai­tí. ¿Por qué se borra la memo­ria del Liber­ta­dor Jean Jac­ques Des­sa­li­nes en la his­to­ria de Lati­noa­mé­ri­ca y el mundo?

Por Jack­son Jean*, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 17 de octu­bre de 2020.

El 17 de octu­bre es el día de la muer­te del Gene­ral Jean Jac­ques Des­sa­li­nes, el Liber­ta­dor de la Repu­bli­ca de Hai­tí, el pri­mer y úni­co país que logró hacer, el 18 de noviem­bre 1803, la revo­lu­ción social más com­ple­ta de la his­to­ria del mun­do: una revo­lu­ción anti­rra­cis­ta, anti­dis­cri­mi­na­to­ria y anti segre­ga­ción. Este gran estra­te­ga mili­tar hai­tiano ha ins­pi­ra­do al cubano y revo­lu­cio­na­rio José Anto­nio Apon­te, en 1812 y Fran­cis­co Miran­do en 1806 como así tam­bién a varios líde­res lati­no­ame­ri­ca­nos. Un Gene­ral de Viet­nam rela­tó que en 1970 fue ins­pi­ra­do por sus estra­te­gias mili­ta­res y que, gra­cias al últi­mo, han gana­do la gue­rra con­tra Esta­dos Uni­dos. Aun si, hoy su tác­ti­ca mili­tar es obje­to de estu­dios en muchos espa­cios aca­dé­mi­cos tan­to en Nor­te Amé­ri­ca, en Euro­pa como en Asia, por lo tan­to, su memo­ria como héroe ha des­apa­re­ci­do de los libros de his­to­ria del mun­do y de los paí­ses lati­no­ame­ri­ca­nos inclu­so en la Repu­bli­ca Domi­ni­ca­na y para­le­la­men­te sigue sien­do des­ho­no­ra­do por los gobier­nos hai­tia­nos ¿Por qué? En este día muy sim­bó­li­co para la his­to­ria de Hai­tí y para el ima­gi­na­rio del pue­blo hai­tiano, deci­di­mos hacer un aná­li­sis para expli­car la razón por la cual nues­tro liber­ta­dor sigue sien­do invisibilizado.

Ana­li­za­mos este hecho des­de tres pun­tos de vis­ta dis­tin­tos ya que per­te­ne­ce­mos a tres (3) cam­pos dis­ci­pli­na­res dife­ren­tes. La pri­me­ra pers­pec­ti­va es de las rela­cio­nes inter­na­cio­na­les a car­go Claudy Bas­tien, Perio­dis­ta y Estu­dian­te Avan­za­do en Rela­cio­nes Inter­na­cio­na­les (EPyG-UNSAM) y la otra es socio­ló­gi­ca a car­go del Pro­fe­sor Henry Bois­ro­lin, Antro­pó­lo­go y final­men­te polí­ti­ca conmigo.

JEAN-JACQUES DESSALINES: UN HEROE VICTIMA DE LAS IDEOLOGIAS EUROCENTRICAS.

Los his­to­ria­do­res sue­len hacer una lis­ta de gran­des hom­bres que han mar­ca­do la his­to­ria mun­dial. Sin embar­go, por más impe­ria­lis­ta que fue­ra Napo­león Bona­par­te, la cruel­dad de Leo­pol­do II de Bél­gi­ca, el racis­mo de Adol­fo Hitler o el auto­ri­ta­ris­mo de Fran­klin D. Roo­se­velt sus nom­bres figu­ran entre los hom­bres más des­ta­ca­dos. ¿Pero qué hay de Jean Jac­ques Des­sa­li­nes, el gene­ral hai­tiano que des­ar­mó la fala­cia que hace creer que hay una raza supe­rior, y libe­ró a los escla­vos de San­to Domingo?

Para enten­der por qué el nom­bre Des­sa­li­nes sigue en la som­bra, en pri­mer lugar, sin que­rer entrar en un deba­te racial, el color de su piel es uno de los ele­men­tos que cau­sa ese recha­zo legen­da­rio por­que es sabi­do que la his­to­ria de la huma­ni­dad la escri­be el Occi­den­te, muchas veces erró­nea­men­te, pero no pue­de per­mi­tir­se que este negro con hechos empí­ri­cos la rees­cri­ba. En segun­do lugar, los escri­tos de Char­les Dar­win sobre la raza, ya que desa­fió con gran éxi­to el mejor ejér­ci­to de la épo­ca que fue el ejer­ci­to napo­leó­ni­co con un gru­po de escla­vos sin recur­sos, sin “for­ma­ción mili­tar y expe­rien­cia”. Por lo tan­to, por ser ven­ce­dor, ese gru­po de mar­gi­na­les hace caer la idea de que los blan­cos son supe­rio­res a los negros. En ter­cer lugar, una pers­pec­ti­va webe­ria­na euro­cén­tri­ca que plan­tea que la Civi­li­za­tion empe­zó en Euro­pa mien­tras los paí­ses de ese con­ti­nen­te ilu­mi­na­do escla­vi­za­ron el res­to del mun­do has­ta que Des­sa­li­nes jun­to con un gru­po de “bar­ba­ros” puso fin a este pen­sa­mien­to impe­ria­lis­ta y abrió el camino inde­pen­den­tis­ta a todos los pue­blos opri­mi­dos del mun­do. En cuar­to lugar, ade­más de ser negro, no era inte­lec­tual has­ta que muchos afir­man que no sabía leer y escri­bir. Enton­ces, hon­rar­lo sería con­tra­de­cir la doc­tri­na supre­ma­cis­ta blan­ca en todos sus aspec­tos, ya que ser negro es sinó­ni­mo de anal­fa­be­to. Cabe agre­gar tam­bién que muchos his­to­ria­do­res no quie­ren dejar hue­llas de un incul­to en el museo de los gran­des hom­bres. Y final­men­te, se sue­le escu­char que era un mal­va­do neto, no solo por el slo­gan kou­pe tèt, bou­le kay (cor­tar la cabe­za, que­mar las casas) que difun­dió para obte­ner la inde­pen­den­cia en noviem­bre 1803 sino por la pre­ten­di­da masa­cre, alre­de­dor, de 300 per­so­nas blan­cas que tuvie­ron rela­ción direc­ta o indi­rec­ta con el impe­rio fran­cés para hacer per­pe­tuar la escla­vi­tud en la isla. De esa afir­ma­ción, supon­ga­mos que lo hizo ¿Qué pasó con le roi bâtis­seur (rey cons­truc­tor), Leo­pol­do II de Bél­gi­ca, que su cas­ti­go por des­obe­dien­cia era la ampu­tación de una mano de los con­go­le­ños? La res­pues­ta es sen­ci­lla, era euro­peo y blan­co. Por lo tan­to, la his­to­ria debe escri­bir sus nom­bres en letras de oro.

Aho­ra bien, seguir igno­ran­do el logro de Des­sa­li­nes pare­ce que Amé­ri­ca Lati­na here­dó o se con­ta­mi­nó tam­bién de pen­sa­mien­tos supre­ma­cis­tas, ya que, por evi­tar una exa­ge­ra­ción, son pocos los que saben que Hai­tí for­ma par­te de ese con­ti­nen­te y siquie­ra la exis­ten­cia de un tal Des­sa­li­nes. Qui­zá, debi­do a que cuan­do han estu­dia­do his­to­ria gene­ral no ha había ni un tex­to sobre la revo­lu­ción hai­tia­na, el segun­do país inde­pen­dien­te de todas las Amé­ri­cas. Sin embar­go, han leí­do muchos tex­tos sobre el siglo de las luces, la revo­lu­ción nor­te­ame­ri­ca­na o burguesa.

Final­men­te, se entien­de mejor por qué la sobe­ra­nía de un Esta­do no depen­de del tama­ño de su terri­to­rio sino qué otros Esta­dos están dis­pues­tos a reco­no­cer­lo por­que si fue­ra por el tama­ño el Vati­cano no sería un Esta­do sobe­rano con 0,44 km², es decir, para que uno ten­ga su lugar en la his­to­ria de los gran­des vale poco si fue­ra un liber­ta­dor, un sím­bo­lo con­tra la opre­sión por­que el Occi­den­te no lo ve con bue­nos ojos. Para ter­mi­nar, es nece­sa­rio pre­ci­sar que Des­sa­li­nes no era solo un hai­tiano, era un hom­bre uni­ver­sal que bus­ca­ba la liber­tad para todas las per­so­nas escla­vi­za­das y opri­mi­das en cual­quier par­te del mun­do. Por eso dijo nen­pòt moun ki te nan chèn ki pile tè sa, yo vin lib (cual­quier per­so­na que sea escla­vo una vez que esté en Hai­tí, será libre) has­ta que­rer com­prar la liber­tad de muchos negros en EE.UU. Tam­bién, en los tér­mi­nos de las rela­cio­nes inter­na­cio­na­les, era un rea­lis­ta, sin haber leí­do Levia­tán de Tho­mas Hob­bes, por­que sabía por natu­ra­le­za que el ser humano siem­pre bus­ca el poder. Por eso cuan­do Napo­león se auto­pro­cla­mó empe­ra­dor de los fran­ce­ses hizo lo mis­mo en Hai­tí en 1805 bajo el nom­bre de Jac­ques I para equi­li­brar el poder, evi­tar y pre­pa­rar­se en caso de que el dés­po­ta ilus­tra­do volviera.

Como Karl Pop­per escri­bió un papel para la his­to­ria hoy es más que nece­sa­rio que la his­to­ria ten­ga un papel para Des­sa­li­nes por sus logros, su huma­ni­dad, su vida y su pen­sa­mien­to, ya que hablar de igual­dad y jus­ti­cia social no tie­ne nin­gún sen­ti­do si no men­cio­na­mos el pri­me­ro que dio el ejemplo.

JEAN- JACQUES DESSALINES: VIGENCIA DE UN REVOLUCIONARIO

Muchas veces se pue­den leer tex­tos que exal­tan y rei­vin­di­can figu­ras tales como Tous­saint L´Ouverture, Ale­xan­dre Pétion, Henry Chris­tophe, con­tan­do sus haza­ñas revo­lu­cio­na­rias; sin embar­go, guar­dan un estruen­do­so silen­cio con res­pec­to a Jean-Jac­ques Des­sa­li­nes, el que con­du­jo a la vic­to­ria al pue­blo escla­vi­za­do de la colo­nia de Saint-Domin­gue. Inclu­si­ve, por dis­tin­tos moti­vos, la his­to­ria escri­ta y difun­di­da sobre las gran­des figu­ras de esta gran revo­lu­ción anti­es­cla­vis­ta, anti­co­lo­nial, anti­rra­cis­ta, anti­ca­pi­ta­lis­ta triun­fan­te el 18 de noviem­bre de 1803, está lle­na de igno­mi­nias, men­ti­ras, difa­ma­cio­nes y agre­sio­nes en rela­ción a Jean-Jac­ques Des­sa­li­nes. Sí calum­nian tan­to a este gran revo­lu­cio­na­rio, que varios auto­pro­cla­ma­dos estu­dio­sos de la pro­ble­má­ti­ca hai­tia­na res­pon­sa­bi­li­zan a Des­sa­li­nes de la actual cri­sis que devo­ra al pue­blo hai­tiano sobre­vi­vien­do en con­di­cio­nes inhu­ma­nas. Algu­nos has­ta lle­gan a cues­tio­nar la for­ma adop­ta­da –Kou­pe tèt bou­le kay (Cor­tar cabe­zas que­mar casas)- por Des­sa­li­nes para ven­cer al sis­te­ma colo­nial escla­vis­ta. Es increí­ble, a más de 200 años des­de su ase­si­na­to per­pe­tra­do el 17 de octu­bre de 1806, cons­ta­tar que la ver­dad toda­vía no se ha res­ta­ble­ci­do total­men­te a pesar de algu­nos dig­nos esfuer­zos, sobre todo, de cier­tos his­to­ria­do­res e inte­lec­tua­les hai­tia­nos. En este mar­co, resul­ta, enton­ces, un deber y una obli­ga­ción tra­tar de encon­trar algu­nas razo­nes capa­ces de expli­car tal ensa­ña­mien­to en con­tra de este gigan­te de la his­to­ria hai­tia­na. Gigan­te por­que, entre sus enor­mes méri­tos como diri­gen­te revo­lu­cio­na­rio, es el que creó la ban­de­ra de Hai­tí el 18 de mayo de 1803, que pro­cla­mó la Inde­pen­den­cia de la pri­me­ra repú­bli­ca negra e inde­pen­dien­te del mun­do el 1 de enero de 1804, que libe­ró a los/​as esclavizados/​as de la par­te este de la isla que esta­ba bajo el yugo colo­nial espa­ñol, que ayu­dó a Miran­da, que inten­tó rea­li­zar una revo­lu­cio­na­ria refor­ma agra­ria, que esta­ble­ció en el artícu­lo 14 bis de la Cons­ti­tu­ción de 1805 que todos los hai­tia­nos cual­quie­ra sea el color de su piel será cono­ci­do bajo la domi­na­ción de negro.

Aho­ra bien, para ana­li­zar correc­ta­men­te lo que suce­de con Des­sa­li­nes es impres­cin­di­ble aprehen­der el rol nefas­to del pen­sa­mien­to colo­nial. Pues el silen­cio sobre esta figu­ra tras­cen­den­tal y el recha­zo mani­fes­ta­do varias veces en su con­tra, pro­vie­nen de los esque­mas men­ta­les for­ma­tea­dos y defor­ma­dos por lo que se cono­ce como pen­sa­mien­to colo­nial domi­na­do por el euro­cen­tris­mo. Dicho pen­sa­mien­to no pue­de acep­tar que un ex escla­vo de cam­po naci­do el 20 de setiem­bre de 1758, rebel­de des­de la infan­cia, que reci­bió crue­les cas­ti­gos por esa rebel­día que lo carac­te­ri­zó duran­te toda su exis­ten­cia, que fue prác­ti­ca­men­te un anal­fa­be­to según sus cate­go­rías, haya podi­do ven­cer no sólo en el cam­po de bata­lla sino tam­bién en el plano de las ideas a una poten­cia colo­nial euro­pea como Fran­cia. Es menes­ter recal­car que Des­sa­li­nes, duran­te la lucha por la Liber­tad Ple­na, no adop­tó como con­sig­na: Liber­tad, Igual­dad y Fra­ter­ni­dad, sino: Liber­tad o Muer­te. Su con­sig­na reve­ló toda una rup­tu­ra con una reali­dad, con toda una serie de para­dig­mas, y abrió la puer­ta hacia una ver­da­de­ra libe­ra­ción rom­pien­do las cade­nas que tenían los/​as esclavizados/​as en los pies, las manos, el cere­bro y el cora­zón. Fue la supre­ma­cía blan­ca, el mito de la “raza” supe­rior, que sucum­bió y que­dó hecha tri­zas en Hai­tí bajo el man­do de Des­sa­li­nes. Es que Des­sa­li­nes, más allá de algu­nos erro­res como ser humano, siem­pre tenien­do en cuen­ta el perío­do his­tó­ri­co en el que le tocó actuar, hizo posi­ble lo impen­sa­ble y lo inad­mi­si­ble sobre todo para los racis­tas. De ahí la prin­ci­pal razón para des­truir­lo en todo sentido.

Pero hay otros fac­to­res que habría que tener en cuen­ta para expli­car esta des­truc­ción per­ma­nen­te de la figu­ra de Des­sa­li­nes. Por ejem­plo, a dife­ren­cia de Tous­saint que ter­mi­nó con la escla­vi­tud en Saint-Domin­gue des­de 1793, pero pen­só y luchó por la auto­no­mía, Des­sa­li­nes com­pren­dió que la úni­ca sali­da era la Inde­pen­den­cia de Fran­cia. Por tan­to, enten­dió que había que exter­mi­nar a los escla­vis­tas fran­ce­ses. Y a dife­ren­cia de Pétion, Des­sa­li­nes defen­dió tam­bién a los sol­da­dos que lucha­ron con él “cuyos padres esta­ban en Áfri­ca”, tal como lo solía decir. Cabe recor­dar que Pétion fue uno de los prin­ci­pa­les res­pon­sa­bles del com­plot que cul­mi­nó con el ase­si­na­to de Des­sa­li­nes. Él se opo­nía feroz­men­te a la Refor­ma Agra­ria de Des­sa­li­nes. Las dife­ren­cias polí­ti­cas, ideo­ló­gi­cas y cul­tu­ra­les entre ambos héroes de la Inde­pen­den­cia de Hai­tí fue­ron noto­rias. En efec­to, Pétion fue un liber­to (un mula­to en la jer­ga colo­nia­lis­ta) que estu­dió en Fran­cia y que inte­gró las tro­pas que envió Napo­león Bona­par­te en 1802 para res­tau­rar la escla­vi­tud. Fue des­pués del desa­rro­llo de una inten­sa lucha de cla­ses en medio de un pro­ce­so revo­lu­cio­na­rio iné­di­to que se esta­ble­ció la alian­za entre Des­sa­li­nes y Pétion. En este sen­ti­do, sin duda algu­na, Pétion fue una figu­ra sobre­sa­lien­te de la lucha por la Inde­pen­den­cia. Y con su enor­me e inol­vi­da­ble ayu­da a Simón Bolí­var, Pétion se trans­for­mó en un gigan­te de la lucha por la liber­tad en Latinoamérica.

Antes de ter­mi­nar, cabe seña­lar que duran­te toda nues­tra his­to­ria y has­ta nues­tros días, varios polí­ti­cos y diri­gen­tes se aca­pa­ra­ron de la figu­ra de Des­sa­li­nes. Otra igno­mi­nia, pues son trai­do­res que no tie­nen nada que ver con Des­sa­li­nes. Para no remon­tar lejos, el actual pre­si­den­te de fac­to de Hai­tí, Jove­nel Moï­se, lo sue­le rei­vin­di­car en algu­nos dis­cur­sos. Resul­ta que este pre­si­den­te incul­pa­do por haber par­ti­ci­pa­do en el robo de más de 4 mil millo­nes de los Fon­dos Petro­ca­ri­be, recha­za­do por la inmen­sa mayo­ría del pue­blo, prin­ci­pal res­pon­sa­ble de varias masa­cres en barrios popu­la­res, que vota en con­tra de la Repú­bli­ca Boli­va­ria­na en los foros inter­na­cio­na­les, que mien­te per­ma­nen­te­men­te al pue­blo, que es un fiel vasa­llo del impe­ria­lis­mo nor­te­ame­ri­cano, que sobre­vi­ve en el poder gra­cias al apo­yo incon­di­cio­nal del gobierno yan­qui, pre­ten­de rei­vin­di­car a veces a Des­sa­li­nes. Acti­tud per­ver­sa que con­fun­de a más de uno. Lo que es repug­nan­te, pues Jove­nel Moï­se es sim­ple­men­te un ase­sino y un per­so­na­je nefas­to que escu­pe dia­ria­men­te sobre Des­sa­li­nes y sobre nues­tra historia.

Afor­tu­na­da­men­te, en los últi­mos años la figu­ra de Des­sa­li­nes está ocu­pan­do un lugar pre­pon­de­ran­te en el seno del cam­po popu­lar y revo­lu­cio­na­rio en Hai­tí, en la lucha por nues­tra segun­da y defi­ni­ti­va Inde­pen­den­cia y Liber­tad Ple­na. Este tipo de Liber­tad que era fun­da­men­tal para Des­sa­li­nes, don­de todos/​as los/​las que sufrie­ron la domi­na­ción y explo­ta­ción más cruel de la his­to­ria al obte­ner su liber­tad tie­nen que gozar tam­bién de un bien­es­tar total. Y para esto, según Des­sa­li­nes, el Esta­do tie­ne que desem­pe­ñar un rol cla­ve. Otra posi­ción que com­prue­ba la genia­li­dad y la con­vic­ción revo­lu­cio­na­ria de Des­sa­li­nes. Tie­nen razón ‑al con­tra­rio de los indi­vi­duos que repi­ten las men­ti­ras y con­de­nan a Des­sa­li­nes como estú­pi­dos for­ma­tea­dos y defor­ma­dos por el euro­cen­tris­mo y el impe­ria­lis­mo- muchos de los actua­les lucha­do­res y mili­tan­tes de dis­tin­tas orga­ni­za­cio­nes popu­la­res que están uti­li­zan­do de mane­ra crea­ti­va y crí­ti­ca el pen­sa­mien­to y la acción de Des­sa­li­nes. Así, la vigen­cia de este gran revo­lu­cio­na­rio es un hecho insos­la­ya­ble que impac­ta cada vez más en la men­te, en el cora­zón, en la con­cien­cia de todos/​as aquellos/​as que luchan por nues­tra liber­tad, nues­tra sobe­ra­nía y nues­tra autodeterminación.

JEAN JACQUES DESSALINES: UNA MEMORIA ATRAPADA POR LA INGRATITUD, EL INTERES PERSONAL Y DE LA AUSENSIA DE POLITICA HISTORICA DE LOS GOBIERNOS HAITIANOS.

Tan­to duran­te la gue­rra de la revo­lu­ción hai­tia­na como des­pués del día de nues­tra inde­pen­den­cia, el país esta­ba ente­ra­men­te mili­ta­ri­za­do a fin de estar pre­pa­ra­do para una posi­ble inva­sión de Fran­cia. J.J. Des­sa­li­nes fue vota­do uná­ni­me­men­te por todos los jefes del ejér­ci­to como la auto­ri­dad supre­ma de la Nación. Él cre­yó en la dis­tri­bu­ción del poder, deci­dió fede­ra­li­zar el país en tres (3) par­tes: El Gran Sur, bajo el poder de Gene­ral A. Petion, el Gran Nor­te, Bajo el poder de H. Chris­tophe y el Gran Oes­te bajo su poder. Tam­bién se esfor­zó en evi­tar la lucha fra­tri­ci­da den­tro del nue­vo país como suce­dió entre Tous­saint y Rigaud, sabía que cual­quier con­flic­to interno podría debi­li­tar y des­es­ta­bi­li­zar el país y ser­vir de opor­tu­ni­dad o excu­sas a los poten­tes colo­nia­lis­tas de la épo­ca para inva­dir, él cre­yó en la no-dis­cri­mi­na­ción de color y cla­se al pun­to de ofre­cer a Ale­xan­dre Petion la mano de su hija Celi­me­ne, pero Petion no acep­tó. El país esta­ba en paz y segu­ro has­ta el día que se com­plo­ta­ron y ase­si­na­ron al empe­ra­dor el 17 de octu­bre 1806.

El día des­pués de la muer­te del fun­da­dor de la Nación Hai­tia­na, el país ha pari­do su pri­me­ra cri­sis polí­ti­ca. Exac­ta­men­te en el segun­do ani­ver­sa­rio de nues­tra inde­pen­den­cia, el 1 de enero 1816, una san­grien­ta gue­rra civil por el poder se inter­pu­so entre Ale­xan­dre Petion y Henry Chris­tophe cono­ci­da como la bata­lla de Sibert, que divi­dió al país en dos (2) esta­dos. En el ima­gi­na­rio de los hai­tia­nos, muchos sue­len pen­sar que peyi nou modi depi­lò nou asa­si­nen papa nou, Des­alin (Nues­tro país esta mal­di­to des­de el día que ase­si­na­ron a nues­tro Padre, J.J. Des­sa­li­nes) pero ana­li­zan­do la situa­ción de Hai­ti con la Éti­ca a Nicó­ma­co, VII de Aris­tó­te­les podría­mos con­cluir racio­nal­men­te que las cri­sis polí­ti­cas de nues­tro país tie­nen una estre­cha rela­ción con el uso exce­si­vo del poderla fal­ta de polí­ti­ca públi­ca como lo defi­ne de Roth (2007) es decir que las deci­sio­nes y accio­nes con obje­ti­vos públi­cos de res­tau­ra­ción de la ver­dad y memo­ria tan­to inter­na­men­te como en la polí­ti­ca exte­rior de Hai­tí a tra­vés de los dis­tin­tos con­su­la­dos y emba­ja­das en la región sobre nues­tros héroes per­ma­ne­ce como un pro­ble­ma o nece­si­dad insa­tis­fac­to­ria según los ciudadanos/​as.

La his­to­ria ofre­ce tres (3) cami­nos: la tra­di­ción, el archi­vo y la polí­ti­ca pero ana­li­zó tam­bién Enri­que De Gan­día, que cuan­do la his­to­ria se encuen­tra alte­ra­da a la polí­ti­ca pron­to u tar­de se ter­mi­na­ra des­fi­gu­ran­do debi­do a los que se apro­ve­chan del nue­vo ambien­te de liber­tad para lan­zar sus inter­pre­ta­cio­nes y teorías.

La memo­ria de J.J. Des­sa­li­nes vol­vió a sur­gir en la men­te colec­ti­va a par­tir de un dis­cur­so en 1844 que hizo el pre­si­den­te pro­vi­so­rio hai­tiano Char­les Rivie­res Herard antes de que su man­da­to fina­li­za­ra unos meses des­pués. Duran­te todos esos momen­tos, los paí­ses de Euro­pa, Fran­cia, por ejem­plo, eno­ja­do con­tra el empe­ro que derro­tó sus sis­te­mas racis­tas y escla­vis­tas, con­tra­tó escri­to­res como Jean Louis Dubro­ca para des­cri­bir y cari­ca­tu­rar a Des­sa­li­nes como una bes­tia sal­va­je y cruel a fin de ensu­ciar su memo­ria. Por otro lado, duran­te estas épo­cas mis­mas los mode­los polí­ti­cos, socia­les y cul­tu­ra­les de muchos paí­ses de Amé­ri­ca Lati­na inclu­so la Repu­bli­ca Domi­ni­ca­na eran estos paí­ses de Euro­pa, enton­ces no es sor­pren­den­te que J.J. Des­sa­li­nes este ausen­te en sus libros y memo­rias también.

El régi­men cam­peón en el uso polí­ti­co de la ima­gen de nues­tro padre J.J. Des­sa­li­nes fue el de la tira­nía de Duva­lier. Des­pués de la derro­ta de ese régi­men en 1986, nació una nue­va cons­ti­tu­ción, la cons­ti­tu­ción demo­crá­ti­ca del 7 de febre­ro 1987, den­tro de los 5 días nacio­na­les y feria­dos que esta­ble­ció esa cons­ti­tu­ción, el día de la muer­te o del naci­mien­to de Des­sa­li­nes no está. Hoy, tan­to la opo­si­ción inexis­ten­te como el actual gobierno sin obje­ti­vo ni ideo­lo­gía sue­len usar los héroes en sus dis­cur­sos mien­tras inau­gu­ran sus retra­tos en car­te­le­ras de plás­ti­cos en recuer­do a sus memorias.

La inver­sión más gran­de que hizo el gobierno hai­tiano en Amé­ri­ca Lati­na en la coope­ra­ción cul­tu­ral a fin de con­me­mo­rar a Des­sa­li­nes es la cons­truc­ción de una pla­zo­le­ta con el bus­to de J.J. Des­sa­li­nes en Ecua­dor en 2015, el cual cues­ta solo apro­xi­ma­da­men­te 40 mil dóla­res. Cabe des­ta­car que, en la res­tau­ra­ción del úni­co bus­to de Jean Jac­ques Des­sa­li­nes exis­ten­te en Cuba, no par­ti­ci­pó ni un repre­sen­tan­te de la emba­ja­da de Hai­tí en Cuba. El 20 de sep­tiem­bre de ese año, día de naci­mien­to de Des­sa­li­nes, ni siquie­ra un tuit publi­có el gobierno actual para hon­rar su memo­ria, iró­ni­ca­men­te, el pre­si­den­te del país que votó en su con­tra en la OEA fue quien recor­dó a nues­tro héroe, el actual pre­si­den­te de la Repu­bli­ca Boli­va­ria­na de Vene­zue­la, Nico­las Maduro.

Cabe des­ta­car que, en la mayo­ría de las emba­ja­das de Amé­ri­ca Lati­na, no hay un Agre­ga­do Cul­tu­ral, el minis­te­rio de la cul­tu­ra de Hai­tí no orga­ni­za estric­ta­men­te nada vin­cu­la­do a la memo­ria ni siquie­ra de los crí­me­nes que come­tió la dic­ta­du­ra de Duva­lier, se trans­for­ma en una agen­cia de orga­ni­za­ción de car­na­va­les y de finan­cia­ción de “boli­ches” públi­cos des­de hace décadas.

La nega­ción de los gobier­nos hai­tia­nos sobre la memo­ria y ver­dad, y la fal­ta de polí­ti­cas de repa­ra­cio­nes his­tó­ri­cas no solo con­tri­bu­ye en la invi­si­bi­li­za­ción de nues­tros héroes en la his­to­ria glo­bal como el liber­ta­dor Jean Jac­ques Des­sa­li­nes, sino tam­bién con­de­na al país a vivir repe­ti­da­men­te los mis­mos erro­res con los paí­ses extran­je­ros tales como:

  • El asun­to Rubal­ca­va, en 1861
  • El asun­to Batsh, en 1872
  • El asun­to Ghe­rar­di, en 1891
  • El asun­to Luders, en 1897
  • El asun­to Emil Peters, en 1914 etc.

En con­clu­sión, creo lo mis­mo que el des­ta­ca­do poe­ta y polí­ti­co negro, Aimé Césai­re, la memo­ria es un teso­ro que pode­mos com­par­tir con lo demás, pero si el pue­blo lo nie­ga es un pue­blo sin futu­ro o mejor dicho como el polí­ti­co bri­tá­ni­co, Wins­ton Chur­chill “Un pue­blo que nie­ga su pasa­do se con­de­na a vivir­lo de vuelta”.

*Estu­dian­te Avan­za­do en Polí­ti­ca e Inte­gran­te del Pro­gra­ma de Inves­ti­ga­ción y Exten­sión sobre Afro­des­cen­den­cia y Estu­dios Afro­dias­po­ri­cos (UNIAFRO) (IDAES-UNSAM).

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