Uigu­res: ¿Qué está pasan­do en Xinjiang?

Des­de hace algún tiem­po, la difí­cil situa­ción de los uigu­res, un gru­po étni­co musul­mán de la región chi­na de Xin­jiang, ha sido obje­to de diver­sas publi­ca­cio­nes y preo­cu­pa tan­to a los gobier­nos occi­den­ta­les como a los medios de comu­ni­ca­ción tra­di­cio­na­les. Se dice que tres millo­nes de uigu­res (de una pobla­ción de 10 millo­nes) están ence­rra­dos en cam­pos de con­cen­tra­ción. En las redes socia­les se repi­ten cons­tan­te­men­te videos impac­tan­tes e imá­ge­nes de tor­tu­ra y vio­len­cia con­tra per­so­nas pre­sen­ta­das como uigu­res. Sin embar­go, hay pre­gun­tas serias que hacer: lo ver­da­de­ro y lo fal­so pare­cen entre­mez­clar­se. Inten­ta­mos descifrar.


Cui­da­do con los bulos en las redes sociales

Si que­re­mos ver con cla­ri­dad, tene­mos que sepa­rar lo ver­da­de­ro de lo fal­so en esas denun­cias de repre­sión con­tra los uigu­res. Una pri­me­ra adver­ten­cia: cui­da­do con las fake news. En el plano inter­na­cio­nal, diver­sas ini­cia­ti­vas de perio­dis­mo de inves­ti­ga­ción que com­ba­ten la des­in­for­ma­ción, han des­mon­ta­do estas noti­cias fal­sas. Es sobre todo en las redes socia­les don­de cir­cu­lan muchos bulos. Pero a veces esta infor­ma­ción fal­sa es reco­gi­da por algu­nos blogs, o inclu­so por la pren­sa “tra­di­cio­nal”.

En este video, 300 niños habrían sido encon­tra­dos –con­ge­la­dos vivos– para extraer sus órga­nos. El sitio web Sno­pes pudo ras­trear el ori­gen del video. Un niño chino se había aho­ga­do. Dadas las altas tem­pe­ra­tu­ras de la región en ese momen­to, los padres man­tu­vie­ron el cuer­po en un reci­pien­te con hie­lo, espe­ran­do la lle­ga­da de las auto­ri­da­des. El tweet ori­gi­nal, publi­ca­do por un segui­dor azer­bai­yano de Trump, nun­ca fue eli­mi­na­do a pesar de que se demos­tró que era fal­so. Ha sido ret­wi­tea­do casi 8.000 veces y vis­to más de 440.000 veces.

Este otro video mues­tra a un poli­cía o un mili­tar gol­pean­do a un hom­bre sin pie­dad. Ha sido pre­sen­ta­do como “el tra­to inhu­mano a los uigu­res en los cam­pos de con­cen­tra­ción”. El sitio 20mi​nu​tes​.fr demos­tró que se tra­ta­ba de un poli­cía indo­ne­sio gol­pean­do a un delin­cuen­te. Es una bur­da fal­si­fi­ca­ción, pero el video sigue circulando.

Esta ima­gen de vio­len­cia con­tra un pre­sun­to uigur fue publi­ca­da en Face­book en la pági­na Erdo­gan in Deu­ts­chland. El sitio ale­mán Correc​tiv​.org pudo ras­trear el ori­gen indo­ne­sio de estas imá­ge­nes. Tam­po­co hay nin­gu­na cone­xión con Chi­na o los uigures.

Esta ima­gen de una mujer tor­tu­ra­da hizo mucho rui­do en las redes socia­les. Fue difun­di­da a tra­vés de la pági­na Erdo­gan in Deu­ts­chland. En reali­dad, la foto­gra­fía mues­tra la pues­ta en esce­na de una acción de la sec­ta Falun Gong. Se ha demos­tra­do una vez más que es una noti­cia fal­sa, pero las imá­ge­nes siguen circulando.

Una cam­pa­ña organizada

Hay mucha infor­ma­ción fal­sa cir­cu­lan­do en Inter­net. Y no vie­ne de la nada, sino de per­so­nas con una cla­ra inten­ción de influir en la opi­nión públi­ca. Varios ele­men­tos con­fir­man que esta cam­pa­ña en las redes socia­les está muy bien orga­ni­za­da y reci­be muchos recur­sos. Face­book, por ejem­plo, tuvo que eli­mi­nar cien­tos de cuen­tas fal­sas de una red vin­cu­la­da a The Epoch Times, el sitio de la sec­ta Falun Gong, que ha gas­ta­do 9,5 millo­nes de dóla­res en publi­ca­cio­nes pro-Trump (y anti-chi­nas). Algu­nos sitios tur­cos han esta­do acti­vos en el des­man­te­la­mien­to de los bulos, y han des­ve­la­do toda la tra­ma detrás de esta cam­pa­ña en las redes socia­les a par­tir de 2019. Este inten­to de influir en la opi­nión públi­ca a tra­vés de las redes socia­les tie­ne un obje­ti­vo: orga­ni­zar una pre­sión de la opi­nión públi­ca para lograr que más paí­ses sigan la línea de los EE.UU. hacia Chi­na en la esce­na internacional.

Un deba­te internacional

El deba­te no es nue­vo, y se está dan­do des­de hace algún tiem­po en el ámbi­to inter­na­cio­nal. Des­de 2019, son prin­ci­pal­men­te los Esta­dos Uni­dos los que quie­ren hablar de los uigu­res en ins­tan­cias inter­na­cio­na­les. Por ini­cia­ti­va de estos, se pre­sen­tó una reso­lu­ción en las Nacio­nes Uni­das apo­ya­da por 22 paí­ses (prin­ci­pal­men­te alia­dos de la OTAN), en la que se pide la con­de­na de Chi­na, acu­sa­da de vio­lar los dere­chos huma­nos de esta etnia musul­ma­na. Lamen­ta­ble­men­te, la dra­má­ti­ca situa­ción huma­ni­ta­ria en Yemen no ha reci­bi­do la mis­ma aten­ción por par­te de los EE.UU. La res­pon­sa­bi­li­dad de su alia­do sau­di­ta en esta catás­tro­fe no les es ajena.

Otra alian­za de 50 paí­ses se negó a seguir el lla­ma­mien­to de los Esta­dos Uni­dos para con­de­nar a Chi­na, e hizo una con­tra-reso­lu­ción en su apo­yo. Inclu­yen­do 22 paí­ses de mayo­ría musul­ma­na, como Pales­ti­na, Irak, Irán, Arge­lia, Pakis­tán, Yemen, e inclu­so Turk­me­nis­tán [1].

Esto lla­ma la aten­ción a pri­me­ra vis­ta. ¿Por qué entre la vein­te­na de paí­ses que quie­ren con­de­nar a Chi­na con el pre­tex­to de defen­der a una mino­ría musul­ma­na chi­na, no hay nin­gún país con mayo­ría musul­ma­na? ¿Y cómo es que tan­tos paí­ses de mayo­ría musul­ma­na han fir­ma­do la reso­lu­ción en apo­yo a Chi­na? ¿Cómo es que los Esta­dos Uni­dos y Gran Bre­ta­ña, que incen­dia­ron el Orien­te Medio duran­te la pri­me­ra y la segun­da gue­rra del Gol­fo (con­tra Irak) y con­tra Afga­nis­tán, cau­san­do la muer­te de cien­tos de miles de muje­res, hom­bres y niños, se con­vier­ten en defen­so­res de los dere­chos huma­nos en Chi­na? ¿Cómo es que Trump, que con­tri­bu­ye a crear un cli­ma de isla­mo­fo­bia en los Esta­dos Uni­dos, cerran­do las fron­te­ras a los musul­ma­nes, de repen­te se con­vier­te en un gran defen­sor de los dere­chos de los musulmanes?

En Bél­gi­ca tam­bién se plan­tea esta pre­gun­ta. Una reso­lu­ción para con­de­nar a Chi­na por la extrac­ción de órga­nos fue apo­ya­da en el Sena­do por casi todos los par­ti­dos, inclui­dos los de dere­cha y extre­ma dere­cha (Vlaams Belang). ¿Cómo es que los par­ti­dos que en Bél­gi­ca prohí­ben el uso de pañue­los en la cabe­za, por ejem­plo, se con­vier­ten en defen­so­res de los musul­ma­nes en China?

Enten­der las cues­tio­nes geoestratégicas

Para com­pren­der esta situa­ción con­tra­dic­to­ria y para­dó­ji­ca, es nece­sa­rio vol­ver al con­tex­to geo­es­tra­té­gi­co. Es en el Lejano Orien­te don­de se deci­de el futu­ro. La mitad de la pobla­ción mun­dial vive allí. Es el mer­ca­do más gran­de del mun­do. Y recien­te­men­te, Chi­na se ha con­ver­ti­do en un desa­fío al poder hege­mó­ni­co de los Esta­dos Uni­dos. Las con­tra­dic­cio­nes entre los Esta­dos Uni­dos y Chi­na se están agu­di­zan­do cada vez más. Se está lle­van­do a cabo una gue­rra comer­cial de aran­ce­les e impues­tos adua­ne­ros. Se está libran­do una gue­rra de influen­cia polí­ti­ca en los orga­nis­mos inter­na­cio­na­les (Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud, Orga­ni­za­ción Mun­dial del Comer­cio, Nacio­nes Uni­das), con ame­na­zas esta­dou­ni­den­ses de eli­mi­nar su finan­cia­mien­to o reti­rar­se por com­ple­to de estas instituciones.

Hay una lucha por el con­trol de las reser­vas de mate­rias pri­mas (de petró­leo, pero tam­bién cada vez más, de meta­les raros, de los que Chi­na es uno de los pro­duc­to­res más impor­tan­tes). Y Xin­jiang, la región Uigur, es un ver­da­de­ro cru­ce de oleo­duc­tos que traen el petró­leo de Orien­te Medio, y rutas que lle­van los pro­duc­tos chi­nos a Orien­te Medio, Rusia y Euro­pa. Un lugar cla­ve para per­ju­di­car a Chi­na a nivel eco­nó­mi­co y comer­cial. Y final­men­te, hay una lucha por la influen­cia geo­es­tra­té­gi­ca, con el cer­ca­do de Chi­na por bases mili­ta­res. En 2018, los Esta­dos Uni­dos ofi­cia­li­za­ron esta ten­sión al desig­nar a Chi­na como enemi­go estra­té­gi­co. Des­de enton­ces, pode­mos reco­no­cer cada vez más los méto­dos uti­li­za­dos duran­te la Gue­rra Fría, esta vez uti­li­za­dos con­tra China.

Paí­ses que han apren­di­do de las expe­rien­cias pasadas

Este enfren­ta­mien­to entre los Esta­dos Uni­dos y Chi­na pue­de expli­car por qué los paí­ses y orga­ni­za­cio­nes musul­ma­nes no han que­ri­do seguir los inten­tos esta­dou­ni­den­ses de ais­lar y con­de­nar a Chi­na. Los paí­ses de Orien­te Medio como Irak, Irán, Pales­ti­na o Pakis­tán toda­vía recuer­dan muy bien la inje­ren­cia de Occi­den­te en su región. Y han expe­ri­men­ta­do cam­pa­ñas en los medios de comu­ni­ca­ción para cri­mi­na­li­zar a sus paí­ses (o a sus líde­res). Saben que en una gue­rra (calien­te o fría) que se pre­pa­ra, la pri­me­ra víc­ti­ma es la ver­dad. Irán tie­ne el “honor” de haber sido el pri­mer país don­de, en 1953, su Pri­mer Minis­tro Moham­mad Mos­sa­degh fue depues­to en un gol­pe de Esta­do orga­ni­za­do por la CIA, acom­pa­ña­do de una fal­sa cam­pa­ña mediática.

La pri­me­ra Gue­rra del Gol­fo con­tra Irak fue pre­pa­ra­da por la men­ti­ra de los “bebés incu­ba­doras”. Una joven enfer­me­ra kuwai­tí tes­ti­fi­có ante el Con­gre­so de los EE.UU. sobre los horri­bles actos del ejér­ci­to ira­quí en Kuwait. Este tes­ti­mo­nio pro­vo­có una gran con­mo­ción y fue deci­si­vo en crear el cli­ma nece­sa­rio para que el Con­gre­so de los EE.UU. vota­ra a favor de la inva­sión. Tam­bién creó un cli­ma en el cual, quie­nes se atre­vie­ron a cues­tio­nar la ver­sión “ofi­cial”, fue­ron acu­sa­dos de ser “pro-Sad­dam”, pro-dic­ta­du­ra y anti-dere­chos huma­nos. Pos­te­rior­men­te, resul­tó que esta joven no era una enfer­me­ra, sino la hija del emba­ja­dor de Kuwait en Washing­ton. Este tes­ti­mo­nio fue par­te de una cam­pa­ña orga­ni­za­da por una fir­ma de rela­cio­nes públi­cas, por la suma de 10 millo­nes de euros.

Y la segun­da Gue­rra del Gol­fo con­tra Irak tam­bién fue pre­pa­ra­da median­te una cam­pa­ña fal­sa en la que el Secre­ta­rio de Esta­do de los EE.UU., Colin Powell, enca­be­zó la pre­sen­ta­ción de las supues­tas prue­bas de “armas de des­truc­ción masi­va” de Sad­dam Hus­sein, jus­ti­fi­can­do así la inva­sión de Irak en 2003.

Cual­quie­ra que se atre­va a cues­tio­nar la ver­sión ofi­cial es un traidor

Los pro­gre­sis­tas y los paci­fis­tas han apren­di­do de estas expe­rien­cias. La demo­ni­za­ción extre­ma en tales cir­cuns­tan­cias sir­ve para pre­pa­rar los áni­mos para una con­fron­ta­ción, y jus­ti­fi­car una reac­ción de Occi­den­te. La pro­fe­so­ra de crí­ti­ca his­tó­ri­ca de la ULB (Uni­ver­si­dad Libre de Bru­se­las), Anne More­lli, habla de ello en sus “10 prin­ci­pios de la pro­pa­gan­da de gue­rra”: “El enemi­go es el dia­blo”. La mani­pu­la­ción de las men­tes duran­te las gue­rras del Gol­fo, ha ense­ña­do que no se debe creer de inme­dia­to en el dis­cur­so de “la cau­sa noble” cuan­do los impe­ria­lis­tas y los cri­mi­na­les de gue­rra hablan de dere­chos huma­nos. Pero lo más difí­cil en un cli­ma de cam­pa­ña de des­in­for­ma­ción masi­va, casi hege­mó­ni­ca, es atre­ver­se a ir con­tra la corrien­te. El déci­mo prin­ci­pio de la pro­pa­gan­da de gue­rra con­sis­te en inti­mi­dar a todos los que se atre­ven a cues­tio­nar la ver­sión ofi­cial, acu­sán­do­los de traición.

Una cam­pa­ña “made in USA”

Un segun­do obs­tácu­lo para dis­tin­guir lo ver­da­de­ro de lo fal­so es la fia­bi­li­dad de las fuen­tes. Varios sitios de perio­dis­mo de inves­ti­ga­ción esta­dou­ni­den­ses y aus­tra­lia­nos han reve­la­do que la infor­ma­ción de los medios de comu­ni­ca­ción pro­vie­ne de un núme­ro limi­ta­do de fuen­tes. Todas están vin­cu­la­das a orga­nis­mos del Esta­do nor­te­ame­ri­cano o anglo­sa­jo­nes, y a menu­do se citan entre sí:

La red del Con­gre­so Mun­dial Uigur. En una serie de artícu­los de inves­ti­ga­ción, el sitio The Gray­zo­ne ha demos­tra­do que la mayo­ría de las noti­cias de nues­tros medios de comu­ni­ca­ción pro­vie­nen de aso­cia­cio­nes de disi­den­tes uigu­res, miem­bros de la red del Con­gre­so Mun­dial Uigur (WUC). Esta red está finan­cia­da por la Natio­nal Endow­ment for Demo­cracy (NED), una fun­da­ción del Con­gre­so de los Esta­dos Uni­dos. La NED es un pro­gra­ma esta­dou­ni­den­se que apo­ya a la opo­si­ción de aque­llos paí­ses en los que EE.UU. quie­re un cam­bio de régi­men. No es real­men­te una fuen­te “inde­pen­dien­te”. Las “revo­lu­cio­nes de color” en las ex-repú­bli­cas sovié­ti­cas fue­ron apo­ya­das a menu­do por la NED. La NED fue crea­da para reto­mar las cam­pa­ñas “abier­tas” de las que antes se ocu­pa­ba la CIA. The Gray­zo­ne demues­tra que no son real­men­te orga­ni­za­cio­nes inde­pen­dien­tes. Ni finan­cie­ra ni polí­ti­ca­men­te. El ex pre­si­den­te del Con­gre­so Mun­dial Uigur, por ejem­plo, apo­yó la agre­sión de EE.UU. en con­tra de Viet­nam.

Rabi­ye Kadeer, actual pre­si­den­ta del Con­gre­so Mun­dial Uigur con el expre­si­den­te Geor­ge Bush

Curio­sos defen­so­res de los dere­chos huma­nos. Final­men­te, el sitio pudo des­ve­lar la estre­cha rela­ción entre estas orga­ni­za­cio­nes y las admi­nis­tra­cio­nes de la segu­ri­dad nacio­nal esta­dou­ni­den­se, vin­cu­la­das a las fuer­zas arma­das y las mul­ti­na­cio­na­les mili­ta­res. Pero son, ade­más, anti­guos cola­bo­ra­do­res de Radio Free Asia/​Europe. En Euro­pa, el miem­bro de esta red WUC es el Ins­ti­tu­to Euro­peo Uigur.

Radio Free Asia. El Con­gre­so Mun­dial Uigur y orga­ni­za­cio­nes cone­xas uti­li­zan Radio Free Asia como “fuen­te”. Se tra­ta de una radio crea­da por la CIA en 1950, y refun­da­da en 1994. Está finan­cia­da prin­ci­pal­men­te por los Esta­dos Unidos.

Adrian Zenz. Un «exper­to inde­pen­dien­te», que no es en abso­lu­to inde­pen­dien­te. Adrian Zenz es un anti­co­mu­nis­ta pro­fe­sio­nal, cola­bo­ra­dor de la Fun­da­ción (de extre­ma dere­cha) Memo­rial de las Víc­ti­mas del Comu­nis­mo (crea­da por el gobierno de los Esta­dos Uni­dos en 1983). Es un “Born Again Chris­tian” (naci­do de nue­vo cris­tiano), un cris­tiano fun­da­men­ta­lis­ta (en con­tra de la igual­dad de géne­ro, de la homo­se­xua­li­dad, etc.), con­ven­ci­do de que está “en una misión divi­na” con­tra China.

Falun Gong. Es una sec­ta que pre­ten­de ser un movi­mien­to de medi­ta­ción tra­di­cio­nal. Afir­man que la cien­cia es obra de los extra­te­rres­tres para reem­pla­zar a los huma­nos (y que por lo tan­to debe­mos ser cau­te­lo­sos con la cien­cia). La sec­ta es racis­ta y cree que el mul­ti­cul­tu­ra­lis­mo, la eco­lo­gía, la homo­se­xua­li­dad y el femi­nis­mo son obra del dia­blo que mani­pu­ló a los jóve­nes en los años 70. Ben Hur­ley, un ex Falun Gong, des­cri­be cómo esta sec­ta difun­de una visión apo­ca­líp­ti­ca en la que el Par­ti­do Comu­nis­ta Chino (PCC) y sus opo­nen­tes serán des­trui­dos, y que Trump ha sido envia­do des­de el cie­lo para des­truir al PCC. Están a favor de Trump y vin­cu­la­dos a las teo­rías de QAnon, una ideo­lo­gía de cons­pi­ra­ción de extre­ma dere­cha según la cual Donald Trump esta­ría en gue­rra con­tra las éli­tes polí­ti­cas, eco­nó­mi­cas y artís­ti­cas que prac­ti­can la pedofi­lia. Se comu­ni­can en par­ti­cu­lar a tra­vés del sitio The Epoch Times y las ini­cia­ti­vas End Trans­plan­ta­tion Abu­se in Chi­na (pre­cur­sor del Tri­bu­nal de Chi­na). The Epoch Times gene­ra 3 mil millo­nes de vis­tas en las redes sociales.

Ins­ti­tu­to Aus­tra­liano de Polí­ti­ca Estra­té­gi­ca (ASPI) y su “Cen­tro Ciber­né­ti­co”. Un gru­po de exper­tos aus­tra­lia­nos, crea­do y finan­cia­do por el Minis­te­rio de Defen­sa. Este tan­que de pen­sa­mien­to se jac­ta de haber roto el con­sen­so sobre Chi­na en Aus­tra­lia (y de haber cam­bia­do la acti­tud ofi­cial a una mucho más nega­ti­va). Actual­men­te, la ASPI ade­más está finan­cia­da por mul­ti­na­cio­na­les pri­va­das de la cons­truc­ción mili­tar. Encon­tra­mos tam­bién a Adrian Zenz entre los cola­bo­ra­do­res del centro.

La his­to­ria de los órga­nos halal

Hay una his­to­ria que ha esta­do cir­cu­lan­do mucho en las redes socia­les: la de los órga­nos halal. Se dice que los pri­sio­ne­ros uigu­res son ven­di­dos en masa a los sau­díes, quie­nes pagan mucho dine­ro para obte­ner órga­nos halal (pro­ce­den­tes, por tan­to, de musulmanes).

La úni­ca fuen­te de esta his­to­ria es una entre­vis­ta con un médi­co uigur, el Dr. Toh­ti, que ni siquie­ra vive en Chi­na. En esa entre­vis­ta del 15 de mar­zo de 2019 en Radio Free Asia (crea­da por la CIA y finan­cia­da por el Con­gre­so de los EE.UU.), afir­ma que la emba­ja­da sau­dí está invo­lu­cra­da como cen­tro de ven­ta de órga­nos halal a los sau­díes ricos. Estos sau­díes irían enton­ces a Urum­chi (Xin­jiang) para ser tras­plan­ta­dos. ¿Por qué Urum­chi? Ahí es don­de está la fuen­te de los órga­nos halal: los uigu­res que, según este médi­co, están en cam­pos de con­cen­tra­ción. El Dr. Toh­ti no pre­sen­ta nin­gu­na prue­ba con­cre­ta, y sólo habla de indicios.

Unos días des­pués, el Dr. Toh­ti se dis­cul­pó en un tweet por la gen­te a la que había per­ju­di­ca­do al difun­dir el hoax (infor­ma­ción fal­sa, noti­cia falaz). Sin embar­go, en los meses siguien­tes, con­ti­nuó repi­tien­do la mis­ma his­to­ria en todos los medios de comu­ni­ca­ción. En una entre­vis­ta por video con Vice [2], admi­tió no tener prue­bas direc­tas, “por­que todas las víc­ti­mas que cono­ce están muer­tas”. Pero has­ta aho­ra, nin­gún perio­dis­ta le ha pedi­do nombres.

Otra “prue­ba” sería una señal que indi­ca un canal prio­ri­ta­rio para el trans­por­te de órga­nos des­ti­na­dos a tras­plan­tes en el aero­puer­to de Kash­gar. Pero lo que no se dice es que des­de 2016, este tipo de seña­les de “vía rápi­da” se ha ins­ta­la­do en todos los aero­puer­tos chi­nos. Chi­na es un país gran­de, y para cum­plir con los cor­tos pla­zos de trans­por­te de órga­nos, hay que ser eficiente.

El Dr. Tothi tam­bién expli­ca a Vice que un órgano halal es aquel de una per­so­na que nun­ca ha bebi­do alcohol o comi­do cer­do y que ha cum­pli­do con los pre­cep­tos islá­mi­cos. No obs­tan­te, este es un con­cep­to que no exis­te en el Islam. El hecho de sal­var una vida se con­si­de­ra halal, y cual­quier órgano que pue­da sal­var una vida es aceptado.

Según el Dr. Toh­ti, Chi­na rea­li­za unos 100.000 tras­plan­tes al año, muchos más que los 13.000 a 22.000 decla­ra­dos ofi­cial­men­te. Esto sólo sería posi­ble si se hicie­ra una extrac­ción masi­va de órga­nos a los pri­sio­ne­ros uigures.

Sólo el 13 de mar­zo de 2020, el perió­di­co esta­dou­ni­den­se Natio­nal Review, que está lejos de ser un perió­di­co pro-chino, escri­bió un artícu­lo: “¿Por qué las ins­ti­tu­cio­nes médi­cas mun­dia­les con­fían en Chi­na?” El artícu­lo cita al Dr. Fran­cis Del­mo­ni­co, jefe de tras­plan­tes de la Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud (OMS), quien decla­ró en 2019 que “la refor­ma sobre tras­plan­tes de órga­nos en Chi­na ha logra­do resul­ta­dos nota­bles en un cor­to perío­do de tiem­po” y que “la expe­rien­cia de Chi­na pue­de ser­vir de mode­lo para toda la región asiá­ti­ca y el mun­do”. El Dr. Fran­cis Del­mo­ni­co, pre­si­den­te del gru­po de tra­ba­jo de tras­plan­tes de la OMS, dijo en 2016 que “los medios de comu­ni­ca­ción deben desa­fiar a quie­nes hacen tales afir­ma­cio­nes” sobre la extrac­ción for­zo­sa de órga­nos. Y en 2018, Nancy Archer, pre­si­den­ta del orga­nis­mo inter­na­cio­nal de tras­plan­tes The Trans­plan­ta­tion Society (TTS), refu­tó las acu­sa­cio­nes de abu­sos generalizados.

El muy serio perió­di­co The Washing­ton Post tam­bién ha inves­ti­ga­do las acu­sa­cio­nes que seña­lan que las cifras “ofi­cia­les” de Chi­na son supues­ta­men­te dema­sia­do bajas. Jun­to con Quin­ti­les IMS, una empre­sa esta­dou­ni­den­se espe­cia­li­za­da en infor­ma­ción médi­ca, The Washing­ton Post com­pa­ró la demanda/​consumo chino de medi­ca­men­tos que supri­men el sis­te­ma inmu­no­ló­gi­co (para pre­ve­nir el recha­zo de órga­nos). Y la con­clu­sión es que dicho con­su­mo coin­ci­de con las cifras oficiales.

Sin embar­go, esta his­to­ria ha sido reto­ma­da cons­tan­te­men­te. Hace poco se dis­cu­tió una reso­lu­ción en el Sena­do bel­ga para con­de­nar la extrac­ción de órga­nos de los pri­sio­ne­ros uigu­res. Duran­te el deba­te, un sena­dor del par­ti­do radi­cal de izquier­da, el PTB (Par­ti­do del Tra­ba­jo de Bél­gi­ca), hizo pre­gun­tas sobre la vali­dez de las fuen­tes, pero no reci­bió nin­gu­na res­pues­ta de los otros partidos.

Entre­tan­to, tam­bién se ha demos­tra­do que la orga­ni­za­ción End Trans­plan­ta­tion Abu­se in Chi­na –que está detrás de las denun­cias sobre la extrac­ción de órga­nos– tie­ne fuer­tes víncu­los con la sec­ta chi­na Falun Gong, según reve­ló el sitio de inves­ti­ga­ción The Gray­zo­ne.

La úni­ca con­clu­sión que pode­mos sacar de esta “his­to­ria” es que no que­da muy cla­ra. Y los medios de comu­ni­ca­ción no han hecho muchos esfuer­zos para veri­fi­car sus fuentes.

Lo que los medios de comu­ni­ca­ción nun­ca nos dicen

Lo nota­ble de toda esta cam­pa­ña mediá­ti­ca es que nun­ca se men­cio­na el hecho de que se han pro­du­ci­do 200 ata­ques y aten­ta­dos con bom­bas por par­te de gru­pos isla­mis­tas y sepa­ra­tis­tas en Chi­na y Xin­jiang, que han cau­sa­do 500 muer­tos y miles de heri­dos. Estos gru­pos des­cien­den de los Muyahi­di­nes, entre­na­dos por la CIA en los años 1980 [3]. El Movi­mien­to Islá­mi­co del Tur­ques­tán Orien­tal fue crea­do (en 1997) y pro­me­tió leal­tad a Al Qae­da. Lucha­ron jun­to a los tali­ba­nes en Afga­nis­tán. De hecho, fue por esto que algu­nos uigu­res ter­mi­na­ron en Guan­tá­na­mo. No se habla sobre de los miles de yiha­dis­tas uigu­res que fue­ron a luchar a Siria. No se dice que estos isla­mis­tas tam­bién han ase­si­na­do a ima­nes, y a uigures.

Este tema de la vio­len­cia extre­mis­ta, del que poco se habla en los medios de comu­ni­ca­ción, es sin embar­go impor­tan­te si que­re­mos enten­der lo que está suce­dien­do en Xin­jiang. Hemos vis­to las medi­das de segu­ri­dad que se han toma­do des­pués de los aten­ta­dos en Euro­pa y los Esta­dos Uni­dos. Ima­gi­ne­mos 200 ata­ques en 20 años. Chi­na, al igual que otros paí­ses que se enfren­tan a este tipo de aten­ta­dos, ha teni­do que desa­rro­llar una polí­ti­ca para defen­der­se de los movi­mien­tos radi­ca­les y terro­ris­tas. ¿Ha habi­do abu­sos de segu­ri­dad, como en los Esta­dos Uni­dos o Fran­cia, don­de la radi­ca­li­za­ción ha empe­za­do a medir­se por el lar­go de la bar­ba o el uso de un pañue­lo en la cabe­za? Es muy posi­ble. Pero cual­quier via­je­ro que haya visi­ta­do Chi­na pue­de con­fir­mar que no se pue­de hablar de una repre­sión gene­ra­li­za­da con­tra el Islam. En todas las gran­des ciu­da­des hay un barrio musul­mán con res­tau­ran­tes halal y una mez­qui­ta, inclu­yen­do Xin­jiang. Exis­ten 39.000 mez­qui­tas en Chi­na. Hoy en día, en Xin­jiang, hay 24.400 mez­qui­tas, en com­pa­ra­ción con las 9.000 que había en 1984. Inclu­so hay algu­nas ven­ta­jas para las mino­rías, inclui­das las mino­rías musul­ma­nas, en el acce­so a la uni­ver­si­dad, o el acce­so a prés­ta­mos sin inte­rés para ini­ciar un nego­cio. Todas las escue­las que reci­ben uigu­res y hui deben pro­por­cio­nar comi­das halal.

¿Cuá­les son las fuen­tes de estas acusaciones?

En enero de 2018, Radio Free Asia (RFA) esti­mó en 120.000 el núme­ro de uigu­res que fue­ron encar­ce­la­dos por actos de extre­mis­mo. En el trans­cur­so de ese mis­mo año, se dijo que había un millón de pri­sio­ne­ros. Y hoy, el Pen­tá­gono dice que hay 3 millo­nes de uigu­res en prisión.

Encar­ce­lar a la mitad de los adul­tos de todo un pue­blo es una acu­sa­ción seria, que no pue­de hacer­se sin prue­bas. Inclu­so el “exper­to” Adrian Zenz, con­si­de­ra que “las esti­ma­cio­nes infla­das sobre el núme­ro de pri­sio­ne­ros –esen­cial­men­te sin nin­gu­na base empí­ri­ca– rozan fácil­men­te el sen­sa­cio­na­lis­mo e impac­tan seria­men­te nues­tra cre­di­bi­li­dad (sobre la cau­sa de los uigu­res)”. Sin embar­go, esta cifra es repe­ti­da por muchos medios de comu­ni­ca­ción. Enton­ces, ¿qué pasa con esto? ¿Qué fuen­tes se uti­li­zan para res­pal­dar esta cifra?

La pri­me­ra fuen­te, que habla de un millón de uigu­res encar­ce­la­dos, se basó en un infor­me de la orga­ni­za­ción Chi­na Human Rights Defen­ders (CHRD). ¿Cómo obtu­vo esta orga­ni­za­ción de dere­chos huma­nos, sub­ven­cio­na­da por los Esta­dos Uni­dos (a tra­vés de la NED), esta cifra? Entre­vis­tan­do a ocho uigu­res anó­ni­mos. Sus tes­ti­mo­nios no veri­fi­ca­bles, limi­ta­dos a sus peque­ñas aldeas, fue­ron extra­po­la­dos a toda la pobla­ción uigur. Este infor­me fue escri­to espe­cí­fi­ca­men­te para una reu­nión de un comi­té no reco­no­ci­do de las Nacio­nes Uni­das. El repre­sen­tan­te de los EE.UU. que asis­tió a esa reu­nión afir­mó que “hay infor­mes creí­bles sobre la deten­ción masi­va de millo­nes de uigu­res”. Al día siguien­te, Reuters publi­có un repor­te: “Las Nacio­nes Uni­das tie­nen infor­mes creí­bles sobre la deten­ción de millo­nes de uigu­res”. Todo un ata­jo que sigue fun­cio­nan­do hoy en día.

Casual­men­te, Adrian Zenz obtu­vo tam­bién esa cifra de un millón, basán­do­se en los núme­ros de docu­men­tos esta­ta­les que se “fil­tra­ron”. Una vez más, no hay prue­bas direc­tas. Otros han tra­ta­do de ana­li­zar los con­tra­tos públi­cos emi­ti­dos por las auto­ri­da­des loca­les. Supo­nien­do que toda la infra­es­truc­tu­ra cons­trui­da fue­se des­ti­na­da a cam­pos de con­cen­tra­ción, esto podría ser sufi­cien­te para alber­gar a 1 millón de per­so­nas. Pero en ese perío­do, la región tam­bién cons­tru­yó nue­vas escue­las, inter­na­dos y cen­tros de for­ma­ción. Por lo tan­to, es impo­si­ble con­cluir que todas esas ins­ta­la­cio­nes son pri­sio­nes o cam­pos de con­cen­tra­ción. Adrian Zenz esti­mó en 1.200 el núme­ro de cam­pos nece­sa­rios para poder ence­rrar a 1 millón de per­so­nas. El Ins­ti­tu­to Aus­tra­liano de Polí­ti­ca Estra­té­gi­ca tra­tó de encon­trar ras­tros de estos cam­pos a tra­vés de imá­ge­nes sate­li­ta­les. Logra­ron detec­tar 28 infra­es­truc­tu­ras que tie­nen cier­tos ele­men­tos de segu­ri­dad, y creen así haber iden­ti­fi­ca­do los cen­tros de deten­ción. Pero esto aún dis­ta mucho de la capa­ci­dad nece­sa­ria para ence­rrar a un millón de per­so­nas. Está lejos de las acu­sa­cio­nes de encar­ce­la­mien­to a todo un pueblo.

¿Cuál es la ver­sión del gobierno chino?

Chi­na admi­te haber con­de­na­do a 13.000 per­so­nas por terro­ris­mo y a 30.000 por acti­vi­da­des ile­ga­les. Pero dice haber apren­di­do de Occi­den­te, y haber enten­di­do que no va a resol­ver el pro­ble­ma solo con penas de cár­cel. Chi­na ha reac­cio­na­do a este fenó­meno de radi­ca­li­za­ción esta­ble­cien­do cen­tros de des-radi­ca­li­za­ción, por un lado, pero tam­bién ele­van­do el nivel de estu­dio y edu­ca­ción median­te la aper­tu­ra de cen­tros de for­ma­ción pro­fe­sio­nal. Fuen­tes veri­fi­ca­bles dicen que se tra­ta en reali­dad de cen­tros de entre­na­mien­to, no de cam­pos de con­cen­tra­ción. Por ejem­plo, el Ban­co Mun­dial ha ido allí para visi­tar los cen­tros de for­ma­ción que ha sub­ven­cio­na­do. Se han hecho acu­sa­cio­nes de ence­rrar a la gen­te con­tra su volun­tad en esos cen­tros. El Ban­co Mun­dial (del que cier­ta­men­te no se pue­de sos­pe­char por hacer pro­pa­gan­da pro-comu­nis­ta) refu­tó las acu­sa­cio­nes rela­ti­vas a los cen­tros en cues­tión. Ade­más, el alto fun­cio­na­rio de la ONU, res­pon­sa­ble de la lucha anti­te­rro­ris­ta (Vla­di­mir Voron­kov), ya estu­vo en Xin­jiang en junio de 2019. No hubo una reac­ción ofi­cial de la ONU tras esta visi­ta para con­fir­mar las acu­sa­cio­nes de con­fi­na­mien­to masi­vo. Chi­na ha invi­ta­do a la alta comi­sio­na­da de los Dere­chos Huma­nos (Miche­lle Bache­let). Esta ha soli­ci­ta­do tener acce­so trans­pa­ren­te a toda la región y a las ins­ti­tu­cio­nes. Sería intere­san­te espe­rar a esta visi­ta antes de for­mar­se una opi­nión definitiva.

CONCLUSIÓN

Hay razo­nes para hacer­se pre­gun­tas sobre lo que está suce­dien­do en Xin­jiang y las deci­sio­nes toma­das por Chi­na en mate­ria de lucha con­tra el terro­ris­mo. Pero está cla­ro que tam­bién se ha lan­za­do una gran cam­pa­ña de pro­pa­gan­da en torno a este tema, que no tie­ne como obje­ti­vo des­cu­brir la ver­dad o defen­der los dere­chos huma­nos, sino pre­pa­rar el enfren­ta­mien­to con­tra Chi­na. Esta es una razón más para ser muy cui­da­do­sos con la infor­ma­ción que recibimos.

Fuen­te: Investig’Action

Tra­du­ci­do del fran­cés por Amé­ri­ca Rodríguez

Notas

[1] De los 22 paí­ses que apo­ya­ban la reso­lu­ción de los EE.UU., no había nin­gún país con mayo­ría musul­ma­na. Casi todos estos paí­ses eran miem­bros de la OTAN y apo­ya­ron las gue­rras ame­ri­ca­nas. De los 50 paí­ses que apo­ya­ban a Chi­na, había al menos 22 paí­ses de mayo­ría musul­ma­na: 1) Arge­lia, 2) Ban­gla­desh (89%), 3) Irán, 4) Irak, 5) Pakis­tán, 6) Soma­lia (99%), 7) Sudán (97%), 8) Dji­bou­ti, 9) Tayi­kis­tán, 10) Turk­me­nis­tán, 11) Uzbe­kis­tán, 12) Pales­ti­na, 13) Emi­ra­tos Ára­bes Uni­dos, 14) Yemen, 15) Kuwait, 16) Omán, 17) Ara­bia Sau­di­ta, 18) Eri­trea (47%), 19) Egip­to, 20) Nige­ria (53%), 21) Siria, 22) Como­ras (98%).

[2] A par­tir del minu­to 03:16 de la entrevista.

[3] Ale­xan­dre Del Valle, L’Islamisme et les États-Unis: une allian­ce con­tre l’Europe, p. 118.

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