Inti­mi­da­ción en las urnas: Las patru­llas elec­to­ra­les de Trump

El 3 de noviem­bre de 1981 duran­te las elec­cio­nes para la gober­na­ción de Nue­va Jer­sey, el Comi­té Nacio­nal Repu­bli­cano des­ple­gó una ope­ra­ción de patru­lla­je elec­to­ral masi­vo para ase­gu­rar­se que el can­di­da­to de su par­ti­do gana­ra en esos comi­cios. Des­pués del recuen­to de bole­tas que se exten­dió por varias sema­nas, se divul­gó el resul­ta­do final: el repu­bli­cano Tho­mas Kean “ganó” por una ven­ta­ja de 1 797 votos. Por cier­to, el jefe de cam­pa­ña del aspi­ran­te a gober­na­dor fue Roger Sto­ne, ami­go per­so­nal de Trump y uno de los prin­ci­pa­les artí­fi­ces de esa manio­bra fraudulenta.

Esas elec­cio­nes y las tác­ti­cas emplea­das han tras­cen­di­do como el ejem­plo más ilus­tra­ti­vo y escan­da­lo­so de una ofen­si­va repu­bli­ca­na de hos­ti­ga­mien­to e inti­mi­da­ción de votan­tes. Todo fue posi­ble gra­cias a la crea­ción del deno­mi­na­do Natio­nal Secu­rity Ballot Task For­ce. Este gru­po espe­cial esta­ba inte­gra­do por she­riffs y poli­cías loca­les, quie­nes fue­ron con­tra­ta­dos por los repu­bli­ca­nos para ame­na­zar y coac­cio­nar a los votan­tes afro­ame­ri­ca­nos e hispanos.

Esos agen­tes públi­cos el día de las elec­cio­nes se encon­tra­ban fue­ra de ser­vi­cio, pero por­ta­ban sus armas de regla­men­to, emplea­ban sus sis­te­mas de comu­ni­ca­cio­nes y exhi­bían el bra­za­le­te iden­ti­fi­ca­ti­vo de la fuer­za de tarea. Ese 3 de noviem­bre, esas patru­llas elec­to­ra­les se dedi­ca­ron a impe­dir que los votan­tes de las mino­rías arri­ba­ran a los cen­tros de vota­ción y varios de los que pudie­ron lle­gar fue­ron saca­dos de las filas con el empleo de la violencia.

En ese con­tex­to y como par­te del ambien­te de pro­mo­ción del mie­do, según la publi­ca­ción The Con­ver­sa­tion se col­ga­ron car­te­les en las inme­dia­cio­nes de los pre­cin­tos elec­to­ra­les alu­dien­do a que esa área esta­ba patru­lla­da por el Natio­nal Secu­rity Ballot Task For­ce. Tam­bién divul­ga­ron avi­sos que pro­mo­vían la recom­pen­sa de 1 000 dóla­res para aque­llas per­so­nas que brin­da­ran infor­ma­ción sobre supues­tas vio­la­cio­nes a las leyes elec­to­ra­les estaduales. 

Des­pués de esos acon­te­ci­mien­tos, el Par­ti­do Demó­cra­ta deci­dió pre­sen­tar una deman­da en diciem­bre de 1981 argu­men­tan­do que no debían per­mi­tir­se este tipo de accio­nes de inti­mi­da­ción y repre­sión con­tra los votan­tes negros e his­pa­nos. Como resul­ta­do de esta soli­ci­tud, en noviem­bre de 1982 a par­tir de una orden judi­cial se emi­tió un docu­men­to cono­ci­do como “com­pro­mi­so de con­sen­ti­mien­to”. El tex­to fir­ma­do por los repu­bli­ca­nos seña­la­ba que no vol­ve­rían a emplear cri­te­rios racia­les para garan­ti­zar la “segu­ri­dad de las bole­tas” ni des­ple­ga­rían obser­va­do­res elec­to­ra­les arma­dos. Aun­que el Par­ti­do Repu­bli­cano con­ti­nuó acu­dien­do a prác­ti­cas de supre­sión del voto duran­te varias déca­das, esta­ba limi­ta­do legal­men­te a rea­li­zar una cam­pa­ña al esti­lo de Nue­va Jersey.

El 3 de noviembre de 1981 durante las elecciones para la gobernación de Nueva Jersey, el Comité Nacional Republicano desplegó una operación de patrullaje electoral masivo para asegurarse que el candidato de su partido ganara en esos comicios.

Tras varios inten­tos de los repu­bli­ca­nos por levan­tar esa orden judi­cial, un juez de ese pro­pio esta­do la dejó sin efec­to hace ape­nas dos años. Des­pués de casi cua­tro déca­das y coin­ci­den­te­men­te en tiem­pos de Trump la situa­ción se ha modi­fi­ca­do sus­tan­cial­men­te y están crea­das las con­di­cio­nes para el des­plie­gue de una fuer­te ofen­si­va. Según la revis­ta Rolling Sto­nes, el abo­ga­do prin­ci­pal de la cam­pa­ña de Trump, Jus­tin Clark, sobre esta deci­sión afir­mó: “por 40 años el Par­ti­do Repu­bli­cano ha esta­do pelean­do esta bata­lla con una mano ata­da en la espalda”.

El levan­ta­mien­to de esta prohi­bi­ción, ha gene­ra­do entu­sias­mo en los miem­bros del Par­ti­do Repu­bli­cano encar­ga­dos de imple­men­tar los pla­nes para obs­ta­cu­li­zar el voto de las bases demó­cra­tas. Según el medio The Inter­cept, el pro­pio Clark a fina­les del 2019 en un encuen­tro con la Aso­cia­ción Nacio­nal de Abo­ga­dos repu­bli­ca­nos afir­mó que lo dife­ren­te entre el día de las elec­cio­nes de este 2020 con el 2016 es que el “com­pro­mi­so de con­sen­ti­mien­to” no exis­te y enfa­ti­zó “será un pro­gra­ma más gran­de, mucho más agre­si­vo y mejor financiado”.

Es evi­den­te que los suce­sos de Nue­va Jer­sey están reso­nan­do con fuer­za en el equi­po de cam­pa­ña de Trump como refe­ren­te a seguir. Ins­pi­ra­dos en este ejem­plo, des­de hace un tiem­po vie­nen orga­ni­zan­do con inten­cio­na­li­dad un gru­po de accio­nes diri­gi­das a garan­ti­zar que el pró­xi­mo 3 de noviem­bre alre­de­dor de 50 000 obser­va­do­res elec­to­ra­les estén en capa­ci­dad de impe­dir una even­tual vic­to­ria del can­di­da­to demócrata.

Para lograr estos pro­pó­si­tos, los estra­te­gas de cam­pa­ña y el Comi­té Nacio­nal Repu­bli­cano han ela­bo­ra­do un dise­ño que com­pren­de los siguien­tes aspec­tos: sóli­do res­pal­do finan­cie­ro, estruc­tu­ras de coor­di­na­ción, accio­nes lega­les en esta­dos com­pe­ti­ti­vos y eje­cu­ción de las ope­ra­cio­nes el día de las elec­cio­nes. Este anda­mia­je es nece­sa­rio para ase­gu­rar la selec­ción, reclu­ta­mien­to, entre­na­mien­to y des­plie­gue efec­ti­vo de las patru­llas elec­to­ra­les de Trump en los luga­res de vota­ción cla­ves de los esta­dos decisivos.

Con rela­ción al finan­cia­mien­to, dis­po­nen de fon­dos millo­na­rios dona­dos por una pode­ro­sa red de hom­bres de nego­cios, acti­vis­tas con­ser­va­do­res y orga­ni­za­cio­nes vin­cu­la­das a la dere­cha reli­gio­sa que han toma­do la deci­sión de apo­yar a Trump bajo la con­vic­ción que es el pre­si­den­te indi­ca­do para pro­te­ger sus intere­ses. En el cen­tro de esta ges­tión finan­cie­ra está el Honest Elec­tion Pro­ject, ins­ti­tu­ción crea­da en febre­ro del 2020 que pro­mue­ve cam­pa­ñas diri­gi­das a la supre­sión del voto.

El prin­ci­pal orga­ni­za­dor de esta ini­cia­ti­va es el influ­yen­te abo­ga­do y acti­vis­ta con­ser­va­dor Leo­nard Leo, quien es un donan­te impor­tan­te de Donald Trump y artí­fi­ce de las desig­na­cio­nes para la Cor­te Supre­ma de los jue­ces Neil Gor­such y Brett Kava­naugh. Según el perió­di­co The Guar­dian, esta orga­ni­za­ción se finan­cia con el lla­ma­do “dine­ro oscu­ro”, que son aque­llas dona­cio­nes sobre las que no se cono­ce la iden­ti­dad de los donan­tes, lo cual cons­ti­tu­ye un meca­nis­mo para eva­dir con­tro­les y lími­tes lega­les cuan­do se ges­tio­nan gran­des sumas de dinero.

Den­tro de los meca­nis­mos orga­ni­za­ti­vos, sobre­sa­le el gru­po True the Vote que está regis­tra­do como una ins­ti­tu­ción no lucra­ti­va para pre­ser­var la “inte­gri­dad de las elec­cio­nes”. Su direc­to­ra Cathe­ri­ne Engel­brecht es la que está coor­di­nan­do la selec­ción, reclu­ta­mien­to y entre­na­mien­to de los obser­va­do­res elec­to­ra­les repu­bli­ca­nos. De acuer­do al medio The Inter­cept, duran­te una con­fe­ren­cia rea­li­za­da en febre­ro de este año patro­ci­na­da por repre­sen­tan­tes de la dere­cha reli­gio­sa se pro­mo­vió la nece­si­dad de reclu­tar ex mili­ta­res para estas fun­cio­nes. En ese even­to, Engel­brecht enfa­ti­zó que estas per­so­nas “entien­den y res­pe­tan la ley, el orden y la cade­na de mando”.

Según The Inter­cept, la orga­ni­za­ción True the Vote está rea­li­zan­do una con­vo­ca­to­ria para reclu­tar ex miem­bros de las Fuer­zas Arma­das esta­dou­ni­den­ses y ex poli­cías para que for­men par­te de las patru­llas elec­to­ra­les. Con ese mis­mo obje­ti­vo, han lan­za­do una ini­cia­ti­va lla­ma­da “Con­ti­nuan­do en el Ser­vi­cio”, en la que esen­cial­men­te están ven­dien­do la idea de que invo­lu­crar­se en este tipo de acti­vi­da­des es como si fue­ra una misión de com­ba­te y serían los “pri­me­ros en responder”.

Este tra­ba­jo de alis­ta­mien­to ya se está des­ple­gan­do simul­tá­nea­men­te en varios esta­dos. En este con­tex­to, la Aso­cia­ción Nacio­nal de Abo­ga­dos repu­bli­ca­nos par­ti­ci­pa en las sesio­nes de pre­pa­ra­ción de las per­so­nas que han sido selec­cio­na­das para que conoz­can los ele­men­tos lega­les nece­sa­rios. El Par­ti­do Repu­bli­cano ya ha con­tra­ta­do en 15 esta­dos cla­ves a los direc­to­res para el día de las elec­cio­nes, quie­nes con sus asis­ten­tes se encar­ga­rán de reclu­tar y capa­ci­tar a los obser­va­do­res electorales.

Sobre las accio­nes lega­les, el Comi­té Nacio­nal Repu­bli­cano anun­ció en febre­ro que gas­ta­rían 10 millo­nes en la pre­sen­ta­ción de deman­das. En la actua­li­dad, esa cifra ha ascen­di­do a 20 millo­nes al ini­ciar­se varios liti­gios en una doce­na de esta­dos entre los que sobre­sa­len Michi­gan, Min­ne­so­ta, Pennsyl­va­nia y Flo­ri­da. En el caso de este últi­mo, las pre­ten­sio­nes están orien­ta­das fun­da­men­tal­men­te a impe­dir que el esta­do pague los sellos de las bole­tas por correo y que las bole­tas tim­bra­das el día de las elec­cio­nes no sean con­ta­das. En esen­cia, el obje­ti­vo es afec­tar la capa­ci­dad de las per­so­nas para ejer­cer el sufra­gio en par­ti­cu­lar las de bajos ingresos.

Todas estas accio­nes que se vie­nen rea­li­zan­do tie­nen como pro­pó­si­to estra­té­gi­co que Donald Trump sea reele­gi­do en cual­quier cir­cuns­tan­cia y emplean­do todos los medios dis­po­ni­bles. A par­tir de esta lógi­ca, los repu­bli­ca­nos con­si­de­ran que las manio­bras que se lle­ven a cabo el 3 de noviem­bre resul­tan impor­tan­tes y, en espe­cial, el papel que desem­pe­ñen sus obser­va­do­res elec­to­ra­les podría ser deter­mi­nan­te. Por lo tan­to, es pre­vi­si­ble una fuer­te pre­sen­cia de estas per­so­nas en los cen­tros de vota­ción que pue­den deci­dir el resul­ta­do de las elecciones.

Recien­te­men­te la cade­na Fox News duran­te una entre­vis­ta con Trump le pre­gun­tó si pla­nea­ba tener obser­va­do­res elec­to­ra­les, él res­pon­dió: “vamos a tener de todo. Vamos a tener she­rrifs y ofi­cia­les de apli­ca­ción de la ley”. Aun­que legal­men­te esto no es posi­ble, sí está cla­ro que se des­ple­ga­rán las patru­llas con­for­ma­das por trum­pis­tas que emplea­rán las siguien­tes tác­ti­cas inti­mi­da­to­rias: veri­fi­ca­ción exhaus­ti­va de los votan­tes per­te­ne­cien­tes a mino­rías, hos­ti­ga­mien­to a estas per­so­nas en el entorno de los pre­cin­tos, pro­mo­ción de alter­ca­dos en los luga­res de vota­ción y pre­sio­nes a las auto­ri­da­des duran­te el con­teo de las boletas.

Este tipo de com­por­ta­mien­tos en las cir­cuns­tan­cias que vive Esta­dos Uni­dos mar­ca­da por una pro­fun­da pola­ri­za­ción y por la pro­mo­ción de la vio­len­cia, solo ten­drán como resul­ta­do la gene­ra­ción de fuer­tes enfren­ta­mien­tos, dis­tur­bios y repre­sión poli­cial. El nivel de agre­si­vi­dad en las mani­fes­ta­cio­nes y su impac­to a nivel nacio­nal no ten­drían pre­ce­den­tes com­pa­ra­das con las pro­tes­tas que se desa­rro­llan en estos momentos.

Este posi­ble esce­na­rio pro­fun­di­za­ría esa “eta­pa de oscu­ri­dad” que men­cio­nó Biden duran­te su inter­ven­ción en la Con­ven­ción Nacio­nal Demó­cra­ta carac­te­ri­za­da por la ira, el mie­do y la divi­sión. No obs­tan­te, la alter­na­ti­va para evi­tar esta situa­ción es que una ava­lan­cha de votan­tes deci­da que ya es sufi­cien­te el daño que Donald Trump le ha cau­sa­do a ese país y al mun­do, lo que tie­ne que refle­jar­se abru­ma­do­ra­men­te en las urnas el pró­xi­mo 3 de noviem­bre. Esa es la úni­ca opción.

Fuen­te: www​.cuba​de​ba​te​.cu

Latest posts by Otros medios (see all)

Itu­rria /​Fuen­te

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *