La caí­da de un cri­mi­nal de guerra

El cri­mi­nal más odia­do de Colom­bia, el into­ca­ble por el mie­do que infun­día a jue­ces y magis­tra­dos, el cere­bro del para­mi­li­ta­ris­mo de los Cas­ta­ño, de Man­cu­so, de los 12 após­to­les, de Jor­ge 40 y Her­nán Giral­do; el cabe­ci­lla del des­po­jo vio­len­to de tie­rras; el pro­pi­cia­dor de horri­bles masa­cres que hicie­ron san­grar y llo­rar el cora­zón de los más humil­des; el padre horro­ro­so de los fal­sos posi­ti­vos; el pupi­lo de Pablo Esco­bar y el Clan de los Ochoa; el mafio­so que ama­só su for­tu­na con el trá­fi­co de cocaí­na y con el robo del era­rio, con con­tra­tos del Esta­do, con zonas fran­cas para sus hijos; el que pri­va­ti­zó la salud; el que obli­gó a la fuer­za públi­ca a man­char de san­gre su uni­for­me y su honor mili­tar; el que hizo tri­zas el acuer­do de paz en con­cier­to con su ban­ca­da de legis­la­do­res faná­ti­cos; en fin, el sicó­pa­ta que lle­gó a la pre­si­den­cia y gober­nó duran­te dos perio­dos con­se­cu­ti­vos y otro más en cuer­po ajeno, a tra­vés de Duque… Por fín, por fín, ese terri­ble mons­truo del deli­to, ha reci­bi­do la pri­me­ra adver­ten­cia de la Cor­te Supre­ma de Justicia.

Gra­cias al valien­te y deco­ro­so sena­dor Iván Cepe­da Cas­tro, hoy la jus­ti­cia ha dado este pri­mer paso. Con mucho acier­to el sena­dor ha com­par­ti­do en redes esta sabia refle­xión de Mahat­ma Gandhi: «Cuan­do me deses­pe­ro, recuer­do que a lo lar­go de la his­to­ria el camino de la ver­dad y el amor siem­pre ha gana­do. Ha habi­do tira­nos y ase­si­nos, y por un tiem­po, pue­den pare­cer inven­ci­bles, pero al final, siem­pre caen. Pien­sa en ello, siem­pre». Que esta ense­ñan­za se fun­da en la con­cien­cia de los colombianos.

La Cor­te ha con­fir­ma­do la medi­da de ase­gu­ra­mien­to con deten­ción domi­ci­lia­ria al señor Álva­ro Uri­be Velez, el genoi­ci­da innom­bra­ble, como lo nom­bra Daniel Men­do­za Leal en su impre­sio­nan­te serie, «El Mata­ri­fe». La medi­da res­tric­ti­va de liber­tad al sena­dor Uri­be Vélez tie­ne como fun­da­men­to gran can­ti­dad de mate­rial pro­ba­to­rio recau­da­do y ana­li­za­do por la Sala de Ins­truc­ción. Inclu­ye prue­bas tes­ti­mo­nia­les, ins­pec­cio­nes judi­cia­les, regis­tros fíl­mi­cos, gra­ba­cio­nes, inter­cep­ta­cio­nes tele­fó­ni­cas, que lo invo­lu­cran como deter­mi­na­dor de sobor­nos a tes­ti­gos, en actua­ción penal y frau­de procesal.

Si la jus­ti­cia hala ese hilo de sobor­nos y de fal­sos tes­ti­gos hace caer al demo­nio para­mi­li­tar y mafio­so que res­pi­ra por den­tro de Uri­be, con todo el infierno de sus deli­tos. Del innom­bra­ble opi­na Dela­tor: «#Uri­beEs El sím­bo­lo de la impu­ni­dad, de la corrup­ción y devas­ta­ción ins­ti­tu­cio­nal, de la vio­len­cia geno­ci­da nar­co­pa­ra­mi­li­tar y del ideal de poder mafio­so que lle­va tres déca­das cha­la­nean­do la con­cien­cia de una socie­dad dor­mi­da que se aca­ba de despertar».

Des­de el anun­cio mis­mo de la res­tric­ción, del ase­gu­ra­mien­to de Uri­be Vélez en la «pri­sión» libé­rri­ma de su hacien­da El Ubé­rri­mo, el pre­si­den­te Duque no ha deja­do de pre­sio­nar a la Cor­te Supre­ma. Iván Cepe­da tie­ne razón al deman­dar del pre­si­den­te «que se con­duz­ca como jefe de Esta­do y no como defen­sor de ofi­cio de su men­tor polí­ti­co, y que cese defi­ni­ti­va­men­te sus reite­ra­dos inten­tos de intro­mi­sión en las deli­be­ra­cio­nes del poder judicial”.

La FARC-EP, Segun­da Mar­que­ta­lia, entien­den la devas­ta­ción inte­rior de Duque en este momen­to. Por eso que­re­mos decir­le: 1- Que esta­mos de acuer­do con que a todo acu­sa­do se le per­mi­ta defen­der­se en liber­tad, y no sola­men­te a las vacas sagra­das. Todos en la cama o todos en el sue­lo. 2- En con­se­cuen­cia pedi­mos a la Cor­te que per­mi­ta la defen­sa en liber­tad de todos los pre­sos socia­les y polí­ti­cos del país que sufren el mar­ti­rio injus­to de la pri­va­ción de su liber­tad sin haber sido con­de­na­dos o ven­ci­dos en jui­cio. 3- Somos tam­bién deci­di­dos par­ti­da­rios de la pre­sun­ción de ino­cen­cia, esa que nun­ca han otor­ga­do ni Duque ni Uri­be a sus adver­sa­rios polí­ti­cos, como ocu­rrió con el caso San­trich. 4- De segu­ro Uri­be se ha gana­do un lugar en la his­to­ria de Colom­bia, como pien­sa Duque, pero ese lugar se lo asig­na­rán sus pro­pias actua­cio­nes, los hechos, no las pala­bras. 5- Debió Uri­be aco­ger­se a la JEP antes que hacer­la tri­zas. Ella esta­ba con­ce­bi­da para todas las par­tes invo­lu­cra­das en el con­flic­to, no favo­re­cía la impu­ni­dad, pero exi­gía ver­dad ple­na y exhaus­ti­va… Tal vez se dejó arras­trar por el pavor a la luz.

Que estos suce­sos sir­van para alec­cio­nar y con­ven­cer a los mili­ta­res de que no deben cum­plir con los ojos cerra­dos las orde­nes de pre­si­den­tes locos, como esa de la Direc­ti­va 029 que los invo­lu­cró en los fal­sos posi­ti­vos. Con Uri­be pre­so nadie podrá salir a pre­gun­tar­se: «¿Y aho­ra quién podrá defen­der­me?». Ojo con eso.

Aho­ra las Madres víc­ti­mas de fal­sos posi­ti­vos dicen de Uri­be: «Si lo detie­nen no es por andar cogien­do café». (Uri­be había dicho de los jóve­nes ase­si­na­dos en fal­sos posi­ti­vos, que si los mata­ron no era por estar cogien­do café). Y agre­gan las madres: «Nues­tras ora­cio­nes sir­vie­ron. Casa por cár­cel por aho­ra. Pero algo es algo. Cayó alias «El Gran Colombiano».

Los que quie­ren un tra­ta­mien­to espe­cial para Uri­be deben enten­der que la ley no sola­men­te no lo per­mi­te, sino que lo prohí­be. En este caso no está cobi­ja­do por el fue­ro pre­si­den­cial. El Perú tie­ne pre­sos a varios expre­si­den­tes corrup­tos, lo mis­mo Gua­te­ma­la y Pana­má, y en Bra­sil ha sido pues­to injus­ta­men­te en pri­sión Inacio Lula Da Sil­va. El expre­si­den­te colom­biano no tie­ne coro­na. Ali­rio Uri­be, dice en las redes: “Habe­mus @CorteSupremaJ. Cuan­do fui obser­va­dor inter­na­cio­nal del jui­cio a Fuji­mo­ri enten­dí que los sal­va­pa­trias que gobier­nan de mane­ra cri­mi­nal deben res­pon­der ante la jus­ti­cia”. Y Ánge­la María Roble­do com­par­te sus per­cep­cio­nes: «A muchos inte­gran­tes del @CeDemocrático les he escu­cha­do decir: el que nada debe, nada teme, y tam­bién que el que la hace la paga. ¿Por qué están tan ner­vio­sos?». Mien­tras Gus­ta­vo Bolí­var exi­ge: «#Alva­roU­ri­be­Des­ca­ra­do Ya no enre­de más a Colom­bia. Ya deje de ame­na­zar a las Cor­tes. Ya no tra­te de tor­cer más tes­ti­gos. Con toda gallar­día, entré­gue­se, vaya a la JEP que tan­to odia, cuen­te la ver­dad y váya­se a dis­fru­tar de su Ubé­rri­mo». En el fon­do los colom­bia­nos desean que se escu­che en la JEP la ver­sión y la ver­dad de Sal­va­to­re Mancuso.

Cerra­mos esta nota con el sor­pren­den­te des­cu­bri­mien­to de la Seño­ra Patria: «La Cor­te Supre­ma de Jus­ti­cia tie­ne la vacu­na para curar la peor pan­de­mia que ha afec­ta­do a Colom­bia duran­te más de 30 años». Así mis­mo es, seño­ra. Eso es cierto.

FARC-EP
Segun­da Marquetalia

Agos­to 5 de 2020

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