Argen­ti­na. Facun­do Cas­tro: halla­ron un cuer­po en un canal cer­cano a Bahía Blanca

Por Adria­na Meyer, 16 de agos­to 2020.

La Poli­cía Fede­ral rea­li­za los peri­ta­jes. La madre de Facun­do estu­vo en el lugar. 

Pes­ca­do­res des­cu­brie­ron un cuer­po en la zona cono­ci­da como Cabe­za de Buey, que había sido ras­tri­lla­da sin éxi­to por la Poli­cía en bus­ca de seña­les de Facun­do Cas­tro, el joven des­apa­re­ci­do hace más de tres meses. Pedi­rán inter­ven­ción de los peri­tos de la Cor­te Supre­ma y del Equi­po de Antro­po­lo­gía Foren­se. Dudas sobre el hallaz­go de una mochila.

El telé­fono del abo­ga­do Luciano Peret­to, abo­ga­do de la fami­lia de Facun­do Astu­di­llo Cas­tro, el joven des­apa­re­ci­do hace casi cua­tro meses, sonó al ano­che­cer de este sába­do. La lla­ma­da era de la Fis­ca­lía Fede­ral 1 de Bahía Blan­ca, para tras­mi­tir­le que habían reci­bi­do una comu­ni­ca­ción apa­ren­te­men­te de dos pes­ca­do­res que ase­gu­ra­ban haber vis­to un cuer­po flo­tan­do, y tam­bién una mochi­la, en un canal ubi­ca­do en la región cono­ci­da como Cabe­za de Buey, entre Villa­rino y Bahía Blanca.

Así lo denun­cia­ron en la comi­sa­ría 2da, según difun­die­ron entre la pren­sa local fuen­tes del minis­te­rio de Segu­ri­dad bonae­ren­se. El lugar del hallaz­go, que fue pre­cin­ta­do a lo lar­go de un kiló­me­tro cua­dra­do para evi­tar que sobre­vue­len los dro­nes, es una zona de cana­les cer­ca­nos al mar, con terreno are­no­so y salino, cam­bios de mareas y de muy difí­cil acce­so sal­vo en vehícu­los 4×4 don­de sólo cir­cu­lan pescadores. 

El pri­mer infor­me de los peri­tos de la Poli­cía Fede­ral que tra­ba­ja­ron en el lugar indi­có que se tra­ta de un cuer­po esque­le­ti­za­do, lo cual fue con­fir­ma­do por los abo­ga­dos que lle­ga­ron al lugar jun­to con la madre de Facun­do, Cris­ti­na Cas­tro. Tam­bién se hicie­ron pre­sen­tes el fis­cal fede­ral San­tia­go Ulpiano Mar­tí­nez y auto­ri­da­des de la Poli­cía Fede­ral. La mamá del joven des­apa­re­ci­do y sus abo­ga­dos no lle­ga­ron has­ta el sitio, sólo vie­ron foto­gra­fías. «Es un cuer­po seco, semi­en­te­rra­do, no hay ropa ni nada, a sim­ple vis­ta no se podía iden­ti­fi­car nada», dijo a Página/​12 el abo­ga­do Apa­ri­cio. «Es un esque­le­to com­ple­to abso­lu­ta­men­te dise­ca­do, en la cos­ta de Villa­rino Vie­jo, entre Cabe­za de Buey y Cerri, la peri­cia será en las pró­xi­mas horas», agre­gó su cole­ga Peretto.

Ano­che el minis­tro de Segu­ri­dad Ser­gio Ber­ni dijo al sitio Data Cla­ve que «por la estruc­tu­ra físi­ca del cuer­po y la mochi­la semi­en­te­rra­da da la impre­sión de que es él«, en refe­ren­cia a Facun­do Cas­tro. Y agre­gó: «Es el lugar que bus­ca­mos des­de el pri­mer día. Ahí la marea sube y baja en cues­tión de segun­dos. Es poco pro­ba­ble poder hacer un reco­no­ci­mien­to por lo que hay que espe­rar a que se reali­cen los peri­ta­jes y estu­dios corres­pon­dien­tes«. Página/​12 con­sul­tó a fuen­tes de la cau­sa y del gobierno nacio­nal sobre la mochi­la y nin­gu­na tuvo noti­cia algu­na sobre el pre­sun­to hallaz­go de ese elemento. 

Con­sul­ta­do al res­pec­to, el abo­ga­do Apa­ri­cio expre­só su males­tar al pre­gun­tar­se «¿la poli­cía bonae­ren­se cómo es que sabe esto si está apar­ta­da?». Pero des­ta­có que Cris­ti­na, la mamá de Facun­do, escu­chó cuan­do el fis­cal Mar­tí­nez habla­ba con Ber­ni. «A mí no me dijo nada el fis­cal, ni su secre­ta­rio, ni el poli­cía de la Fede­ral, y si el fis­cal fede­ral está hablan­do con Ber­ni, que es el jefe de la Poli­cía de la pro­vin­cia, hay algo que no está bien», expre­só en diá­lo­go con este dia­rio, y dejó abier­ta la posi­bi­li­dad de que «ese cuer­po haya sido plan­ta­do».

En la mis­ma zona se habían rea­li­za­do ras­tri­lla­jes de la Poli­cía Fede­ral hace 48 horas, pero has­ta aho­ra habían teni­do resul­ta­do nega­ti­vo. El fis­cal Mar­tí­nez pidió la inter­ven­ción de los peri­tos de la Cor­te Supre­ma y del Equi­po Argen­tino de Antro­po­lo­gía Foren­se (EAAF). Página/​12 con­fir­mó que los exper­tos del EAAF están via­jan­do hoy a la zona para comen­zar a inter­ve­nir en el caso.

Facun­do Astu­di­llo Cas­tro fue vis­to por últi­ma vez el 30 de abril, cuan­do salió de la loca­li­dad de Pedro Luro, con direc­ción a Bahía Blan­ca, en ple­na cua­ren­te­na. Los ofi­cia­les Jana Jen­ni­fer Curuhin­ca y Mario Gabriel Sosa fue­ron quie­nes detu­vie­ron al joven de 22 años en la ruta 3 ese día a las 10 de la maña­na. Tan­to ellos como los poli­cías del siguien­te pue­blo, Tenien­te Ori­go­ne, dije­ron que lo deja­ron seguir, que le hicie­ron la infrac­ción por cir­cu­lar sin per­mi­so en vio­la­ción de la cua­ren­te­na, pero en los pocos men­sa­jes res­ca­ta­dos en la inves­ti­ga­ción –el res­to fue borra­do por ellos mis­mos – , que­da en evi­den­cia lo con­tra­rio. https://​twit​ter​.com/​D​a​t​a​c​l​a​v​e​/​s​t​a​t​u​s​/​1​2​9​4​8​2​5​7​2​2​4​6​1​2​6​1​825

La his­to­ria de la causa

A la his­to­ria de este joven de 22 años –que ama­ba la batu­ca­da, tra­ba­ja­ba en chan­gas y era par­te del gru­po Semi­lle­ro Cul­tu­ral-Jóve­nes y Memo­ria– los medios lle­ga­ron cuan­do ya había empe­za­do. Facun­do había con­vi­vi­do con su novia Daia­na Gon­zá­lez un par de años en Bahía Blan­ca pero en febre­ro se sepa­ra­ron y él vol­vió a su pue­blo, Pedro Luro. Comen­zó a tra­ba­jar con su ami­go Juan en una cer­ve­ce­ría arte­sa­nal, y fue un tiem­po feliz que se inte­rrum­pió abrup­ta­men­te por la pandemia.

Facu, a quien lla­man Kufa, se bajo­neó un poco por el encie­rro, según rela­tó su mamá Cris­ti­na Cas­tro , y deci­dió vol­ver a Bahía Blan­ca con la ilu­sión de rees­ta­ble­cer la rela­ción con su expa­re­ja. Puso en su mochi­la algu­nas per­te­nen­cias, entre ellas la san­día con la vaqui­ta de San Anto­nio que le había rega­la­do su abue­la, Ramo­na Ala­niz, ya falle­ci­da, y la maña­na del 30 de abril salió a la ruta hacien­do dedo, sin per­mi­so de cir­cu­la­ción. Cris­ti­na esta­ba tra­ba­jan­do en la esta­ción de ser­vi­cio Shell cuan­do reci­bió el avi­so de la poli­cía. Por eso dis­cu­tie­ron cer­ca de las 13 cuan­do Facun­do la lla­mó, y él le dijo: «Mamá, vos no tenés idea adón­de estoy, no me vas a vol­ver a ver». Cris­ti­na repa­sa esas pala­bras. “Ten­dría que haber adver­ti­do que me dijo ‘mamá’ por­que ellos siem­pre me lla­man ‘bru­ja’. Lo reté muchí­si­mo, le dije que iba a tener mul­tas y que otra vez esta­ba vol­vien­do con su exno­via con la que había ter­mi­na­do tan mal, esta­ba furio­sa”, rela­tó Cristina.

La últi­ma foto en que se ve a Facun­do Astu­di­llo Cas­tro, jun­to al vehícu­lo policial.

Cuan­do Facun­do esta­ba con Daia­na era usual que no se comu­ni­ca­ra por varios días, pero nun­ca se des­co­nec­ta­ba de los ami­gos, era muy acti­vo en las redes socia­les. Ellos eran el nexo entre la exno­via y Cris­ti­na. La joven les con­tó que Kufa nun­ca había lle­ga­do a Bahía Blan­ca y los pibes avi­sa­ron a la fami­lia. Duran­te los días pos­te­rio­res ocu­rrió la inten­sa bús­que­da casa por casa de todos sus cono­ci­dos, en Luro y en Bahía, las pri­me­ras invo­ca­cio­nes por su des­apa­ri­ción en las redes. Sin resul­ta­dos deci­die­ron hacer la denun­cia en la jus­ti­cia pro­vin­cial, que inves­ti­gó el «para­de­ro» de Facun­do con la Poli­cía Bonae­ren­se como auxi­liar, sien­do que la fami­lia apun­ta a esa fuer­za como la prin­ci­pal sos­pe­cho­sa de la des­apa­ri­ción. Uno de los tes­ti­gos decla­ró que fue tres veces a hacer la denun­cia, no lo aten­dían y lue­go se la toma­ron en un papel de roti­se­ría. «Se ganó el loto y anda de putas en Bura­to», le dijo el ofi­cial Gri­llo­ni.

Entre Bura­to y Origone

Cris­ti­na lo sin­tió en lo más pro­fun­do de su cuer­po, cuan­do les cru­za­ron los patru­lle­ros en la entra­da de Bura­to­vich, a su hijo le había pasa­do algo malo y esa gen­te tenía que ver. «Seño­ra usted no tie­ne nada que hacer acá», le dijo el comi­sa­rio Nava­rre­te. Fue en el falli­do ras­tri­lla­je con los perros adies­tra­dos en reco­no­ci­mien­to de cuer­pos huma­nos de Mar­cos Herre­ro, el 16 de junio. A las pocas horas ven­drían los poli­cías a decla­rar lo que habían calla­do has­ta ese momen­to: que una ofi­cial feme­ni­na lo levan­tó y lo dejó en Ori­go­ne, que allí lo vio otro poli­cía, lo vol­vió a parar pero sin impe­dir que siguie­ra via­je, que le saca­ron una foto a su car­net de con­du­cir y ano­tó la paten­te de la camio­ne­ta a la que se subió. Los úni­cos tes­ti­mo­nios en la cau­sa pro­vin­cial eran poli­cia­les, eran con­tra­dic­to­rios entre sí y Facu no apa­re­cía. Cris­ti­na acu­dió a Luciano Peret­to Ithu­rral­de, quien con­vo­có a su cole­ga Lean­dro Apa­ri­cio, abo­ga­do del caso del des­apa­re­ci­do Daniel Solano. Pre­sen­ta­ron ante la jus­ti­cia fede­ral la denun­cia por des­apa­ri­ción for­za­da, que fue acom­pa­ña­da por la Comi­sión Pro­vin­cial por la Memo­ria (CPM).

Denun­cias como pruebas

«Hemos efec­tua­do dis­tin­tas pre­sen­ta­cio­nes denun­cian­do irre­gu­la­ri­da­des y deli­tos en el mar­co de la pre­sen­te cau­sa», dijo la fami­lia en el escri­to en el que pidió deten­cio­nes de poli­cías y que se inves­ti­gue a fun­cio­na­rios del muni­ci­pio de Villa­rino. Uno de los deli­tos fue­ron las ame­na­zas al abo­ga­do Peret­to por el sub­co­mi­sa­rio Pablo Regui­llón. «Del aná­li­sis de cen­te­na­res de tes­ti­mo­nios, de la prue­ba téc­ni­ca (infor­mes de celu­la­res, secues­tra­dos, AVL, libro de guar­dias), y por sobre todo las dili­gen­cias prac­ti­ca­das por el peri­to de par­te Mar­cos Herre­ro en 31 de julio de 2020 en la comi­sa­ria de Tenien­te Ori­go­ne y las rea­li­za­das en las depen­den­cias de la poli­cía Fede­ral en rela­ción a 3 roda­dos secues­tra­dos, el aná­li­sis de los 900 fojas del expe­dien­te pro­vin­cial y del pre­sen­te expe­dien­te, jun­to con las infor­ma­cio­nes ema­na­das del medio La Brú­ju­la, toma­mos real dimen­sión de lo que acon­te­ció para efec­tuar la pre­sen­te denuncia».

Tan­to des­de el gobierno nacio­nal como pro­vin­cial decla­ra­ron sobre el caso que si hay res­pon­sa­bi­li­dad esta­tal «nadie será encu­bier­to». Para la fami­lia de Facun­do el encu­bri­mien­to comen­zó el pri­mer día y va por su quin­ta eta­pa, y sería un meca­nis­mo per­ma­nen­te para exo­ne­rar a la Poli­cía Bonae­ren­se y diluir las res­pon­sa­bi­li­da­des polí­ti­cas y judi­cia­les, abo­nan­do la tesis de un cri­men come­ti­do en Bahía Blan­ca por pri­va­dos vin­cu­la­dos al entorno de la exno­via. De hecho, sus her­ma­nos fue­ron visi­ta­dos por los poli­cías Gri­llo­ni y Dum­rauf sin orden judi­cial «hos­ti­gán­do­los para que reco­noz­can la exis­ten­cia de algún cri­men para con Facun­do». El menú inclu­ye tes­ti­gos «indu­ci­dos» que plan­tan pis­tas fal­sas en algu­nos casos y en otros van modi­fi­can­do su rela­to –«las decla­ra­cio­nes arma­das por la poli­cía hablan de per­so­nas depre­si­vas, que se lle­van mal con la madre con la novia, con la vida y salen a dar vuel­tas sin rum­bo por los cami­nos»— rumo­res malin­ten­cio­na­dos sobre Facun­do, su fami­lia y los abo­ga­dos Apa­ri­cio y Peret­to y las cons­tan­tes dila­cio­nes de la fis­ca­lía fede­ral de esa ciu­dad, todo apun­ta­do a cues­tio­nar los ele­men­tos que fue apor­tan­do la fami­lia. A saber

San­día con vaquita

«Lle­ga­ron a decir que la mamá había plan­ta­do el sou­ve­nir, pero no dicen que de ese pro­ce­di­mien­to ade­más de los perros de Herre­ro par­ti­ci­pa­ron los canes del Minis­te­rio de Segu­ri­dad de la Nación», expli­can los abo­ga­dos Peret­to y Apa­ri­cio. En base a este hallaz­go se cayó la ver­sión de uno de los poli­cías, el ofi­cial Alber­to Gon­zá­lez, que dijo haber­lo regis­tra­do en la ruta y deja­do seguir con des­tino a Bahía Blan­ca, quien pri­me­ro dijo que lo vio subir a una camio­ne­ta y lue­go decla­ró que el chi­co se fue cami­nan­do; y quien tenía ano­ta­da la direc­ción exac­ta de la exno­via de Facun­do y los datos de la otra tes­ti­go cues­tio­na­da por la fami­lia. «Facun­do estu­vo dete­ni­do en esa repar­ti­ción y Gon­zá­lez ha par­ti­ci­pad­do de accio­nes ten­dien­tes a con­so­li­dar su con­di­ción de des­apa­re­ci­do», dije­ron al pedir su deten­ción e inda­ga­to­ria. Y pre­sen­ta­ron una lis­ta de per­so­nas que pue­den ates­ti­guar sobre el amu­le­to, rega­lo de la abue­la Ramo­na Alaniz.

La hipó­te­sis de la fami­lia es que Facun­do fue des­apa­re­ci­do por per­so­nal de la poli­cía de la pro­vin­cia de Bue­nos Aires el 30 de abril entre las 15.30 y 16 cer­ca de Mayor Bura­to­vich cuan­do fue inter­cep­ta­do por un móvil poli­cial con dos inte­gran­tes, has­ta el momen­to no iden­ti­fi­ca­dos por­que a más de 100 días aún no está en el expe­dien­te la infor­ma­ción sobre los telé­fo­nos y demás datos para su geo­lo­ca­li­za­ción. «A par­tir de ese momen­to se comen­zó a eje­cu­tar el encu­bri­mien­to por una aso­cia­ción ilí­ci­ta de poli­cial, per­so­nal judi­cial y civi­les con el fin de encu­brir el cri­men, direc­cio­nar la inves­ti­ga­ción por medio de la poli­cía de Villa­rino, borrar la mayo­ría de las prue­bas que pudie­ran incri­mi­nar­los inclu­yen­do la adul­te­ra­ción de infor­mes de trán­si­to y difu­sión de noti­cias fal­sas a tra­vés del medio La Brú­ju­la que dis­tor­sio­na datos de la cau­sa a la que acce­de antes que la fami­lia, y vio­la la iden­ti­dad de tes­ti­gos», expre­sa­ron. En tal sen­ti­do, denun­cia­ron tam­bién a inte­gran­tes de la fis­ca­lía por fil­trar información.

El fis­cal fede­ral San­tia­go Ulpiano Mar­tí­nez recha­zó el pedi­do de deten­cio­nes que hizo la fami­lia y adu­jo que «no hay indi­cios sufi­cien­tes para incri­mi­nar a los poli­cías», pero sí los había una sema­na antes cuan­do él mis­mo soli­ci­tó esas deten­cio­nes, que la jue­za recha­zó por fal­ta de fun­da­men­tos «obje­ti­vos», tal como veri­fi­có este dia­rio en los res­pec­ti­vos escri­tos. «Se me negó en todo momen­to la foto­gra­fía de mi hijo fren­te al móvil poli­cial, pero cuan­do pasa a fede­ral esa foto apa­re­ce en La Brú­ju­la y lue­go en otros medios nacio­na­les, siem­pre con el dato fal­so de que esa era la últi­ma vez que se lo vio a Facun­do», cues­tio­nó Castro.

Infor­me trucho

El fis­cal sí acce­dió a enviar a la jus­ti­cia la denun­cia con­tra los fun­cio­na­rios muni­ci­pa­les de Villa­rino, acu­sa­dos de haber entre­ga­do un infor­me de trán­si­to fal­so, que para la fami­lia tuvo un doble impac­to: inva­li­dar los dichos de sus tes­ti­gos que seña­lan a la Bonae­ren­se, e intro­du­cir en la cau­sa a la famo­sa tes­ti­go E.R. que via­jó el 27 de abril y no el 30, y que nun­ca estu­vo segu­ra de haber lle­va­do a Facun­do has­ta que la pre­sio­na­ron. El otro apor­te cla­ve lo dio el 18 de junio José Galar­za, cuan­do decla­ró que vio a Facun­do en Cerri, cer­ca de Bahía Blan­ca, que has­ta habló con él. Se tra­ta de un ex poli­cía con car­pe­ta psi­quiá­tri­ca que no pudo ter­mi­nar su tes­ti­mo­nio ante el fis­cal Andrés Heim (Pro­cu­vin) le advir­tió que se esta­ba incri­mi­nan­do. El pedi­do de secues­tro de su celu­lar duer­me en un cajón de la fis­ca­lía. Pero lo más gra­ve es que Mar­tí­nez no advir­tió una casua­li­dad lla­ma­ti­va: los poli­cías fede­ra­les incor­po­ra­ron a esa tes­ti­go a par­tir del dato apor­ta­do por… los mis­mos poli­cías bonae­ren­ses que lo detu­vie­ron en Villa­rino, Sosa y Flo­res. «Es evi­den­te que el fal­so infor­me vino a abo­nar este plan sis­te­má­ti­co de difun­dir y alte­rar pis­tas», dijo Cris­ti­na Cas­tro en su denuncia.

A borrar, mi amor

El mis­mo día que des­apa­re­ció Facun­do, a las 20.26 des­de su telé­fono fue envia­do un men­sa­je de tex­to a su ami­go Juan, con quien tra­ba­ja­ba en la cer­ve­ce­ría. El joven decla­ró en la cau­sa que le pare­ció raro por­que Kufa nun­ca usa­ba ese medio. «Diría que no fue escri­to por él, me hubie­se pues­to «gor­do el tubo se me que­dó sin señal, está muerto».

Las trans­crip­cio­nes de los diá­lo­gos entre los poli­cías son par­cia­les por­que el 80 por cien­to de los audios y cap­tu­ras de pan­ta­lla fue­ron borra­dos, ade­más de que una de las poli­cías des­ac­ti­vó el WhatsApp el 8 de mayo, mucho antes de que el caso cobra­ra reso­nan­cia. Se tra­ta de Sio­ma­ra Flo­res, medio her­ma­na de Curuhin­ca, y es la poli­cía que dijo que lo lle­vó de Bura­to­vich a Ori­go­ne en un hora­rio que coin­ci­de con lla­ma­da que le hizo Facun­do a su mamá, pero jus­to en esa par­te don­de dice haber­lo deja­do, «en cer­ca­nías de la cur­va peli­gro­sa», no hay señal de celu­lar. Para la fami­lia estas fue­ron manio­bras encu­bri­do­ras, no así para el juz­ga­do. «De los diá­lo­gos se advier­te la inten­ción de cola­bo­rar con la pes­qui­sa, el deseo de que apa­rez­ca o se encuen­tre a la víc­ti­ma, la preo­cu­pa­ción por ver­se invo­lu­cra­dos y el eno­jo por las ver­sio­nes que los sin­di­can en la pren­sa», ana­li­zó la jue­za. «Sosa al afir­mar que nadie sabe que fui­mos noso­tros se refe­ría a que la pren­sa no cono­cía los nom­bres de quie­nes labra­ron la infrac­ción por vio­la­ción a la cua­ren­te­na», con­clu­yó, en sin­to­nía con la inter­pre­ta­ción que dio la Divi­sión Bús­que­da de Pró­fu­gos y Per­so­nas Des­apa­re­ci­das de la Poli­cía Federal. 



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