Argen­ti­na. Cómo se orga­ni­zan y pro­tes­tan los repar­ti­do­res de aplicaciones

Por Fer­nan­da Pai­xão, Resu­men Latinoamericano/​Bra­sil de Fato | 16 de Agos­to de 2020

Uso de apps cre­ció en 400% duran­te la pan­de­mia; sin reajus­tes, repar­ti­do­res luchan con­tra «enemi­go invisible»

Hace seis meses, Elias* tra­ba­ja como repar­ti­dor en Pedi­dos Ya y via­ja dia­ria­men­te de la ciu­dad de San Mar­tín has­ta Bue­nos Aires con su moto, poco más de 22 kiló­me­tros. Son 12 a 16 horas de tra­ba­jo por día. «Aquí en Argen­ti­na, nin­gu­na de las apli­ca­cio­nes nos reco­no­ce como tra­ba­ja­do­res. Somos supues­tos cola­bo­ra­do­res», cuenta.

Con la pan­de­mia del nue­vo coro­na­vi­rus, las apli­ca­cio­nes de entre­ga ganan como nun­ca: sus acti­vi­da­des cre­cie­ron alre­de­dor de 400% solo en Argen­ti­na. Las prin­ci­pa­les en el país son Pedi­dos Ya, Glo­vo, Rap­pi y Uber Eats, y esta­ble­cen como valor base a los repar­ti­do­res alre­de­dor de 60 pesos por entre­ga (apro­xi­ma­da­men­te R$ 4). «Hace dos años, no reajus­tan el valor, y la infla­ción ya lle­ga al 120%. Nues­tros ingre­sos que­dan en la mise­ria», rela­ta Elias, tam­bién inte­gran­te del movi­mien­to del sec­tor, la Agru­pa­ción de Tra­ba­ja­do­res de Repar­to (ATR).

Ade­más, los repar­ti­do­res de apps no cuen­tan con segu­ro por acci­den­te o robo ni cual­quier dere­cho labo­ral. No sólo Elias via­ja a capi­tal fede­ral todos los días debi­do a mayo­res deman­das de clien­tes de las apli­ca­cio­nes; la ciu­dad tam­bién es una región más segu­ra con rela­ción a la pro­vin­cia de Bue­nos Aires, don­de se ubi­ca San Mar­tín, que es par­te de las cono­ci­das «zonas libe­ra­das». Se tra­ta de zonas en don­de los robos suce­den en acuer­do con la poli­cía local.

La situa­ción de los tra­ba­ja­do­res del sec­tor se agra­vó con una ley en capi­tal fede­ral, que exi­ge tener domi­ci­lio en la ciu­dad para ejer­cer la acti­vi­dad en el terri­to­rio. Este es el pun­to más crí­ti­co de la ley, apro­ba­da por el gober­na­dor Hora­cio Larre­ta, del par­ti­do Pro­pues­ta Repu­bli­ca­na (PRO), de cen­tro-dere­cha, con­tra todas las rei­vin­di­ca­cio­nes del sec­tor. Tam­bién exi­ge el uso de uni­for­mes a los repar­ti­do­res, sin atri­buir los cos­tos a la empresa.

Ade­más, sólo duran­te la cua­ren­te­na, murie­ron al menos sie­te tra­ba­ja­do­res en acci­den­tes en el país mien­tras ejer­cían sus acti­vi­da­des para las apli­ca­cio­nes de entrega.

Tra­ba­ja­do­res organizados

Los repar­ti­do­res ya movi­li­za­ron diver­sas pro­tes­tas y huel­gas para rei­vin­di­car la regu­la­ri­za­ción de la acti­vi­dad. Ellos luchan por el aumen­to del 100% en el pago base por entre­ga, segu­ro por acci­den­te de tra­ba­jo y mejo­res con­di­cio­nes, como la posi­bi­li­dad de recha­zar pedi­dos sin el cas­ti­go del blo­queo defi­ni­ti­vo – algo simi­lar a ser des­pe­di­do. El sec­tor ya dia­lo­ga con tra­ba­ja­do­res de otros paí­ses y, a prin­ci­pios de este mes, publi­ca­ron una decla­ra­ción inter­na­cio­nal de repar­ti­do­res de apli­ca­cio­nes.


Sec­tor en Argen­ti­na armó un sin­di­ca­to y un movi­mien­to que está cre­cien­do en el país /​Vicky Cuomo/​Revista Citrica

La pri­me­ra app de la moda­li­dad de entre­gas a lle­gar en Argen­ti­na fue Pedi­dos Ya, en 2009, y enfren­tó con­flic­tos sin­di­ca­les en la cate­go­ría, ini­cial­men­te repre­sen­ta­da por la Aso­cia­ción Sin­di­cal de Moto­ci­clis­tas, Men­sa­je­ros y Ser­vi­cios y por el sin­di­ca­to de Ser­vi­cios Rápi­dos CCT. Fren­te a la exi­gen­cia de la regu­la­ri­za­ción del tra­ba­jo, la empre­sa adop­tó una manio­bra, con­tra­tan­do a algu­nos repar­ti­do­res por medio período.

:: Lea tam­bién: Argen­ti­na: mitad de los inqui­li­nos no pudo pagar el alqui­ler de junio, según encues­ta ::

En 2015, las puer­tas se abrie­ron a nue­vas empre­sas de apli­ca­cio­nes, lo que se refle­jó en un cre­cien­te núme­ro de ciclis­tas y moto­ci­clis­tas con la mochi­la de Glo­vo por las calles de Bue­nos Aires. En un año, 10 mil repar­ti­do­res se regis­tra­ron en la apli­ca­ción de la empre­sa espa­ño­la. En 2018, lle­gó la colom­bia­na Rap­pi. En el mis­mo año de su inau­gu­ra­ción en el país, más de 20 mil per­so­nas se ins­cri­bie­ron en la apli­ca­ción para tra­ba­jar, con­tan­do con esa fuen­te como prin­ci­pal o úni­ca de sus­ten­to. En medio del boom de las apli­ca­cio­nes en el país, tam­bién sur­gió, en 2018, el pri­mer sin­di­ca­to del sec­tor, la Aso­cia­ción de Per­so­nal de Pla­ta­for­mas (APP).

El paraí­so de las apps

Secre­ta­rio gre­mial de la Cen­tral de Tra­ba­ja­do­res de Argen­ti­na Autó­no­ma (CTAA), Daniel Jora­ju­ría apun­ta como el éxi­to de esas apli­ca­cio­nes se da por la faci­li­dad que encuen­tran en los paí­ses en don­de actúan. «el ries­go no es la tec­no­lo­gía, sino los gobier­nos que jue­gan como enemi­gos de los tra­ba­ja­do­res», afir­ma, des­ta­can­do los casos de Bra­sil, Para­guay y Uru­guay, «En Argen­ti­na, la fuer­za popu­lar logró sacar al gobierno de dere­cha [refi­rién­do­se a la no reelec­ción de Mau­ri­cio Macri, en 2019]. Aho­ra, debe­mos cons­truir ini­cia­ti­vas para pro­te­ger a los tra­ba­ja­do­res», concluye.

Es como la ley del tele­tra­ba­jo: o se regu­la o las leyes son impues­tas por el mercado.

Daniel Jora­ju­ría

El diá­lo­go entre cen­tra­les sin­di­ca­les que actúan des­de hace años en el país y las orga­ni­za­cio­nes más recien­tes de repar­ti­do­res es fun­da­men­tal para lle­var el deba­te a ámbi­tos legis­la­ti­vos y cons­truir un pro­yec­to. Eso inclu­ye actua­li­zar las ter­mi­no­lo­gías que la moda­li­dad exi­ge. «Estar tra­ba­jan­do es estar conec­ta­do. Estar geo­gra­fi­ca­men­te en un lugar es estar geo­lo­ca­li­za­do. Ser des­pe­di­do es ser blo­quea­do», apun­ta Daniel.


«Nos orga­ni­za­mos para abrir un deba­te con todo el con­jun­to de repar­ti­dos. Vimos que en otros paí­ses, las con­di­cio­nes son las mis­mas», afir­ma repar­ti­dor de ATR /​Vicky Cuomo/​Revista Citrica

Pobla­ción exclui­da y precarizada

La pobla­ción migran­te con­for­ma gran par­te de los tra­ba­ja­do­res de apli­ca­cio­nes en Bue­nos Aires, espe­cial­men­te vene­zo­la­nos. Más del 70% de los migran­tes en Argen­ti­na tra­ba­jan en el mer­ca­do infor­mal, no tra­ba­jan o sobre­vi­ven de «chan­gas», tra­ba­jos inter­mi­ten­tes. Ade­más, el 60% de los migran­tes sufrió inte­rrup­ción de su rela­ción labo­ral duran­te la pan­de­mia, según levan­ta­mien­to de Agen­da 2020.

En los últi­mos años, y en para­le­lo al cre­ci­mien­to del tra­ba­jo por apli­ca­cio­nes, se obser­vó una mayor difi­cul­tad de acce­so por par­te de los migran­tes al docu­men­to nacio­nal de iden­ti­dad del país, el DNI. «Hablar de acce­so al mer­ca­do labo­ral de la pobla­ción migran­te exi­ge hablar tam­bién de la difi­cul­tad de regu­la­ri­za­ción de esta pobla­ción», des­ta­ca Maria­na Mar­ques, direc­to­ra de Polí­ti­ca y Jus­ti­cia Inter­na­cio­nal de Amnis­tía Inter­na­cio­nal de Argen­ti­na. La exi­gen­cia de dos años de resi­den­cia tam­bién dejó a muchos migran­tes fue­ra del bene­fi­cio de 10 mil pesos (alre­de­dor de R$ 700) lan­za­do por el gobierno nacio­nal en la pan­de­mia. «Y son jus­ta­men­te las per­so­nas que más lo nece­si­tan», comen­ta Mariana.

La pró­xi­ma movi­li­za­ción por la regu­la­ri­za­ción de los tra­ba­ja­do­res de apli­ca­cio­nes de repar­to será el 31 de agos­to, en Bue­nos Aires. La expec­ta­ti­va es que las pro­ble­má­ti­cas que atra­vie­san e impac­tan al sec­tor y a las per­so­nas des­em­plea­das entren en la agen­da del actual gobierno, del pre­si­den­te Alber­to Fer­nán­dez, pero­nis­ta del Par­ti­do Jus­ti­cia­lis­ta, con polí­ti­cas que garan­ti­cen los dere­chos labo­ra­les de la cate­go­ría y otor­gan­do los docu­men­tos y ayu­das socia­les corres­pon­dien­tes a los migrantes.


La fal­ta de acce­so al empleo regu­lar lle­va migran­tes a acu­dir al tra­ba­jo en las apli­ca­cio­nes /​Vicky Cuomo/​Revista Citrica

*El entre­vis­ta­do optó por no expo­ner su apellido.

Edi­ción: Pilar Troya



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