Pen­sa­mien­to crí­ti­co. Movi­mien­tos socia­les duran­te y des­pués de la pan­de­mia en Abya Yala

Por Itzam­ná Ollan­tay. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 27 de agos­to 2020.

Las tres déca­das ante­rio­res a la pan­de­mia glo­bal del COVID19, fue un tiem­po “fecun­do” para la emer­gen­cia y beli­ge­ran­cia pro­pó­si­ti­va de dife­ren­tes movi­mien­tos socia­les, en dife­ren­tes paí­ses de Abya Yala.

Varios de dichos movi­mien­tos, inclu­so cuan­do el mun­do occi­den­tal pro­cla­ma­ba el fin de la his­to­ria con la cús­pi­de del sis­te­ma del libre mer­ca­do, se atre­vie­ron, no úni­ca­men­te posi­cio­nar una narra­ti­va con­tra hege­mó­ni­ca en el ima­gi­na­rio colec­ti­vo de Abya Yala, sino median­te los lla­ma­dos gobier­nos “pro­gre­sis­tas” logra­ron que cer­ca de 70 millo­nes de per­so­nas en la región salie­ran de la situa­ción de pobreza.

La iné­di­ta pan­de­mia glo­bal del COVID19 encon­tró a varios de los movi­mien­tos socia­les con­tem­po­rá­neos des­con­cer­ta­dos por los últi­mos gol­pes de esta­do (Hon­du­ras, Para­guay, Bra­sil, Boli­via). Aun­que des­de Chi­le y Ecua­dor, jus­to al ini­cio de la pan­de­mia, mul­ti­tu­des de insa­tis­fe­chos con el sis­te­ma neo­li­be­ral mos­tra­ban su incon­for­mi­dad con sus gobier­nos des­de las calles.

La pan­de­mia, y el “obli­ga­to­rio ais­la­mien­to social pla­ne­ta­rio”, puso un bar­bi­jo (tapa­bo­ca) obli­ga­to­rio a todos los movi­mien­tos socia­les. Aun­que inclu­so con tapa­bo­cas, mul­ti­tu­des ham­brien­tas y des­em­plea­das, desa­fia­ron y desa­fían al COVID19 y a los gobier­nos en los EEUU., Boli­via, Hon­du­ras, Colombia.

¿Cuá­les son los prin­ci­pa­les desa­fíos para los movi­mien­tos socia­les en la post pandemia?

Cons­truc­ción de un idea­rio com­par­ti­do más allá del antropocentrismo.

Se asu­me que los movi­mien­tos socia­les se cons­ti­tu­yen para la bús­que­da del bien­es­tar humano cen­tra­do en el reco­no­ci­mien­to y garan­tía de los dere­chos. En ese sen­ti­do, son volun­ta­des cen­tra­das en el bien­es­tar humano (antro­po­cén­tri­cos).

La pan­de­mia nos devol­vió a nues­tra con­di­ción de seres depen­dien­tes de la comu­ni­dad cós­mi­ca, del sis­te­ma Tie­rra. Sin salud, sin ali­men­ta­ción, sin agua, sin oxí­geno…, por más que ten­ga­mos dine­ro, no pode­mos sub­sis­tir. En este sen­ti­do, el hori­zon­te teó­ri­co y con­cep­tual de los movi­mien­tos socia­les que sobre­vi­van a la pan­de­mia debe cambiar.

Una pers­pec­ti­va holís­ti­ca que supere la mira­da frag­men­ta­da y sec­to­rial de la reali­dad. Una con­cep­ción de la vida huma­na como par­te del entra­ma­do de las dife­ren­tes for­mas de vida que con­for­ma­mos la comu­ni­dad cós­mi­ca. Debe­mos edu­car­nos que de la salud y dere­chos de la Madre Tie­rra depen­den la salud y dere­chos huma­nos. Urge desoc­ci­den­ta­li­zar, deco­lo­ni­zar, des­pa­triar­ca­li­zar, des­bi­na­ri­zar (izquierda/​derecha), dehu­ma­ni­zar (supe­rar el antropocentrismo)

Arti­cu­la­ción con­ti­nen­tal y accio­nes simul­tá­neas. La pan­de­mia nos cons­ta­ta que las con­se­cuen­cias nefas­tas del sis­te­ma neo­li­be­ral care­cen de fron­te­ras nacio­na­les. Des­pués de déca­das de las demo­cra­cias repre­sen­ta­ti­vas y el libre mer­ca­do, los esta­dos de Abya Yala no cuen­tan con bási­cos sis­te­mas de salud. El libre mer­ca­do no sal­va vidas.

Ade­más, se visua­li­za que, la pan­de­mia, lejos de cons­ti­tuir­se en un gol­pe de timón en el mode­lo hege­mó­ni­co, será un moti­vo para recar­gar los pro­ce­sos de incursión/​saqueo de los terri­to­rios, diso­lu­ción de los dere­chos, anu­la­ción de los Esta­dos de Derecho.

Ante esta reali­dad, los movi­mien­tos socia­les con iden­ti­dad y rai­gam­bre terri­to­rial debe­mos conec­tar entre todos los movi­mien­tos a nivel de toda Abya Yala y cons­ti­tuir­nos en un actor con­ti­nen­tal que se mue­ve de for­ma simul­tá­nea des­de dife­ren­tes pun­tos del Con­ti­nen­te. Ante enemi­gos comu­nes, ame­na­zas simul­tá­neas, y vul­ne­ra­ción de dere­chos com­par­ti­dos, la acción pro­pó­si­ti­va de los movi­mien­tos socia­les debe de ser con­ti­nen­tal en la post pandemia.

Tran­si­tar de suje­tos socia­les a suje­tos socio­po­lí­ti­cos. El sis­te­ma neo­li­be­ral flo­re­ce, y el inter­ven­cio­nis­mo nor­te­ame­ri­cano es impu­ne, en la medi­da que los movi­mien­tos socia­les no logra­mos supe­rar la pro­tes­ta como nues­tro hori­zon­te beli­ge­ran­te. Urge tran­si­tar de la pro­tes­ta a la propuesta.

En la post pan­de­mia, la dispu­ta por el con­trol del Esta­do (como ente garan­te de dere­chos) debe ser una apues­ta esen­cial de los movi­mien­tos socia­les. Es decir, los movi­mien­tos socia­les esta­mos lla­ma­dos a tran­si­tar de ser suje­tos socia­les a suje­tos sociopolíticos.

La apues­ta por cons­ti­tuir­nos en suje­tos socio­po­lí­ti­cos inevi­ta­ble­men­te con­lle­va la cons­truc­ción ascen­den­te de orga­ni­za­cio­nes polí­ti­cas pro­pias para dispu­tar el poder des­de las urnas, y así garan­ti­zar el cum­pli­mien­to de los dere­chos. De lo con­tra­rio, los agen­tes del libre mer­ca­do segui­rán crean­do las con­di­cio­nes para las nue­vas pan­de­mias letales.

Comu­ni­ca­do­res en movi­mien­to des­de las calles y en la nube. En la post pan­de­mia debe cam­biar el tra­di­cio­nal mode­lo de orga­ni­za­ción social, y el modo tra­di­cio­nal de comu­ni­ca­ción des­de los movi­mien­tos sociales.

En las últi­mas accio­nes colec­ti­vas de los movi­mien­tos socia­les se cons­ta­ta que todo actor movi­li­za­do es al mis­mo tiem­po un comu­ni­ca­dor en acción median­te sus dis­po­si­ti­vos de tele­fo­nía celu­lar. Un actor red que gene­ra y/​o dis­tri­bu­ye con­te­ni­dos para las redes socio digi­ta­les. Antes, en los movi­mien­tos socia­les, el rol de la comu­ni­ca­ción esta­ba asig­na­do para una “secretaria/​responsable”. Aho­ra, todos los y las inte­gran­tes de movi­mien­tos socia­les nos cons­ti­tui­mos en comunicador@s.

Qui­zás esta bata­lla comu­ni­ca­cio­nal por la ins­ta­la­ción de una deter­mi­na­da narra­ti­va en el ima­gi­na­rio de los pue­blos y socie­da­des de Abya Yala, des­de la nube/​internet, sea una de las trin­che­ras más poten­tes en la gue­rra des­igual entre los hidal­gos de la muer­te y los “gue­rre­ros del arcoíris”.

Con­sen­suar un hori­zon­te de luchas más allá de la moder­ni­dad y el desa­rro­llo. Duran­te la pan­de­mia la dispu­ta por la narra­ti­va post pan­de­mia, a más de uno, hizo creer que la “nue­va nor­ma­li­dad” sería un esti­lo de vida más ami­ga­ble con el sis­te­ma Tie­rra, más cen­tra­do en el ethos del cuidado/​cooperación que en la competencia/​aniquilación…. Pero, los men­sa­jes ofi­cia­les para la reac­ti­va­ción de las eco­no­mías nos indi­can que la post pan­de­mia no será más que la reac­ti­va­ción neo­li­be­ral con fon­dos públi­cos. Es decir, la post pan­de­mia será la apues­ta por más desarrollismo/​extractivismo, más moder­nis­mo (sin ilustración).

En este pano­ra­ma, los movi­mien­tos socio­po­lí­ti­cos en Abya Yala, des­de los terri­to­rios, las calles y las redes socio digi­ta­les esta­mos lla­ma­dos a pen­sar, con­sen­suar y cons­truir un mun­do más allá de las ilu­sio­nes del desa­rro­llo y de la moder­ni­dad, sin renun­ciar al lega­do benigno de la modernidad.

El desa­rro­llo, como ese hori­zon­te de acu­mu­la­ción de bie­nes y explo­ta­ción de las dife­ren­tes for­mas de vida, no pue­de ser más un hori­zon­te post pan­de­mia des­de los movi­mien­tos socia­les. En cohe­ren­cia y fide­li­dad a nues­tra tra­di­ción his­tó­ri­ca, los movi­mien­tos socia­les esta­mos lla­ma­dos a pro­mo­ver y cul­ti­var un esti­lo de vida alter­na­ti­vo, cen­tra­do en el cui­da­do y la res­tau­ra­ción de los equi­li­brios rotos en la comu­ni­dad cós­mi­ca. Y esta apues­ta es enmi­nen­te­men­te sociopolítica.

* Fuen­te: TeleSUR

Itu­rria /​Fuen­te

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