Vene­zue­la. Los tres casos por los que se soli­ci­ta la extra­di­ción de Rafael Ramírez

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 10 de agos­to de 2020.

Con la peti­ción del Tri­bu­nal Supre­mo de Jus­ti­cia (TSJ) al gobierno de Ita­lia de la extra­di­ción de Rafael Ramí­rez, ex minis­tro de Petró­leo y Ener­gía y ex pre­si­den­te de Petró­leos de Vene­zue­la, S.A. (PDVSA), se abre un nue­vo capí­tu­lo de la lucha con­tra la corrup­ción que lle­va a cabo el Minis­te­rio Públi­co en las entra­ñas de la indus­tria petro­le­ra venezolana.

Ramí­rez está sien­do acu­sa­do de pecu­la­do dolo­so pro­pio, eva­sión de pro­ce­di­mien­to lici­ta­to­rio y aso­cia­ción para delin­quir, pre­vis­tas y san­cio­na­das res­pec­ti­va­men­te en los artícu­los 54 y 60 de la Ley Con­tra la Corrup­ción y 37 de la Ley Con­tra la Delin­cuen­cia Orga­ni­za­da y Finan­cia­mien­to al Terrorismo.

El sitio de perio­dis­mo de datos e inves­ti­ga­ción La Tabla publi­có una nota don­de deve­la las tra­mas delic­ti­vas en las que esta­ba incur­so el ex minis­tro vene­zo­lano de Petró­leo y ex pre­si­den­te de PDVSA.

Tras la desig­na­ción de Tarek William Saab como Fis­cal Gene­ral por par­te de la Asam­blea Nacio­nal Cons­ti­tu­yen­te (ANC) en el últi­mo tri­mes­tre de 2017, se han veni­do cono­cien­do dis­tin­tos hechos de corrup­ción que suge­rían una tra­ma en la que Ramí­rez fun­gía como un eje, sien­do éste el prin­ci­pal direc­tor de la polí­ti­ca ener­gé­ti­ca de Vene­zue­la por una década.

Tres de los casos más sona­dos en mate­ria de des­fal­co y coimas en la indus­tria petro­le­ra vene­zo­la­na lo tie­nen en el cen­tro. Se tra­tan de:

  • Legi­ti­ma­ción de capi­ta­les a tra­vés de la Ban­ca Pri­va­da de Ando­rra en cuen­tas de su pri­mo Die­go Sala­zar Carreño.
  • Con­tra­ta­ción del bar­co de per­fo­ra­ción Petro­sau­di Saturn, que por su esta­do de dete­rio­ro no podía cum­plir con los reque­ri­mien­tos de trabajo.
  • Sub­va­lo­ra­ción y mani­pu­la­ción de los pre­cios de los cru­dos vene­zo­la­nos a tra­vés de modi­fi­ca­cio­nes al Fac­tor K.

Ando­rra en el mapa venezolano

En su momen­to, el Fis­cal Gene­ral de la Repú­bli­ca Boli­va­ria­na ase­gu­ró que, según los docu­men­tos de la inves­ti­ga­ción desa­rro­lla­da por las auto­ri­da­des judi­cia­les del Prin­ci­pa­do de Ando­rra, Ramí­rez está invo­lu­cra­do en un caso de legi­ti­ma­ción de capi­ta­les de su pri­mo Sala­zar, quien lo men­cio­na como socio en acti­vi­da­des de inter­me­dia­ción de com­pra-ven­ta de petróleo.

Die­go Sala­zar Carre­ño, pri­mo de Rafael Ramí­rez Carre­ño. Foto: Archivo

Sala­zar, un ex ven­de­dor de segu­ros, tra­ba­jó como ges­tor ante PDVSA con el obje­ti­vo de obte­ner la adju­di­ca­ción de con­tra­tos a las com­pa­ñías que supues­ta­men­te ase­so­ra­ba y que le paga­ron comi­sio­nes millo­na­rias, sin embar­go dichas adju­di­ca­cio­nes no tuvie­ron nin­gún tipo de docu­men­tos que ava­la­ran la pres­ta­ción legí­ti­ma de ser­vi­cio alguno.

Cuan­do Saab pre­sen­tó las prue­bas del caso, pre­gun­tó ante los medios de comu­ni­ca­ción: “¿Cómo logró su pri­mo-her­mano hacer esto sin su com­pli­ci­dad?”. La res­pues­ta, dic­tan las prue­bas, se brin­da por sí sola.

Los datos arro­jan que Sala­zar Carre­ño habría movi­li­za­do más de 1 mil 345 millo­nes de euros des­de cuen­tas a su nom­bre en paraí­sos fis­ca­les, don­de se depo­si­ta­ban recur­sos obte­ni­dos de mane­ra irre­gu­lar, pro­duc­to de comi­sio­nes y con­tra­tos fic­ti­cios rea­li­za­dos con la esta­tal venezolana.

Entre los bene­fi­cia­dos se encuen­tran fami­lia­res y alle­ga­dos como el médi­co Fidel Ramí­rez Carre­ño, her­mano del ex pre­si­den­te de PDVSA.

Saturn, bar­co tala­dro de Petro­sau­di. Foto: Donald Kelshall

La esta­fa de un bar­co taladro

Ramí­rez tam­bién está vin­cu­la­do a la con­tra­ta­ción de un bar­co tala­dro, Saturn, para la rea­li­za­ción de per­fo­ra­cio­nes en yaci­mien­tos de gas, loca­li­za­dos cos­ta afue­ra, en el orien­te de Venezuela.

Según el Minis­te­rio Públi­co, Rafael Ramí­rez es el “padre inte­lec­tual de esta tra­ma bochor­no­sa” (Saab dixit), pues el con­tra­to cerra­do por sie­te años con la com­pa­ñía Petro­sau­di fue aus­pi­cia­do direc­ta­men­te por el ex pre­si­den­te de PDVSA.

Las con­di­cio­nes dete­rio­ra­das del tala­dro, cons­trui­do en 1983, no le per­mi­tió ope­rar ni el 60% del tiem­po para el cual fue con­tra­ta­do y por el que se can­ce­la­ban cer­ca de 500 mil dóla­res diarios.

En total, PDVSA pagó más de 1 mil 100 millo­nes de dóla­res por un ser­vi­cio que nun­ca fue prestado.

La Tabla reali­zó “una pes­qui­sa heme­ro­grá­fi­ca” con la que se “per­mi­tió pre­ci­sar que el bar­co tala­dro Son­ga Saturn (o Petro­sau­di Saturn), uno de los dos con­tra­ta­dos por PDVSA para la per­fo­ra­ción de cam­pos de gas en el mar Cari­be, fue pre­sen­ta­do como de ‘últi­ma gene­ra­ción’ por el enton­ces minis­tro de petró­leo Rafael Ramí­rez, según lo rese­ñó una nota de pren­sa de la esta­tal divul­ga­da el 24 de sep­tiem­bre de 2010, lo que demues­tra lo afir­ma­do el jue­ves por Saab”.

La web de inves­ti­ga­ción cita las pala­bras de Ramí­rez en 2010, cuan­do anun­ció la lle­ga­da del equi­po: “Se tra­ta de un bar­co tala­dro de últi­ma gene­ra­ción que nos per­mi­ti­rá comen­zar a tala­drar a una pro­fun­di­dad de has­ta 1 mil 200 metros y per­fo­rar has­ta 1 mil metros a par­tir del fon­do marino”.

Según el mis­mo ex minis­tro, la incor­po­ra­ción del bar­co tala­dro al desa­rro­llo gasí­fe­ro vene­zo­lano cos­ta afue­ra era par­te de un acuer­do con Ara­bia Sau­dí para la con­for­ma­ción de una com­pa­ñía mix­ta en Vene­zue­la, y des­ta­có que sería “la pri­me­ra vez en la his­to­ria que se cons­ti­tu­ye una empre­sa de estas carac­te­rís­ti­cas entre Vene­zue­la y otra nación miem­bro de la Orga­ni­za­ción de Paí­ses Expor­ta­do­res de Petró­leo (OPEP)”, cita La Tabla.

Sin embar­go, refie­re el sitia­do mane­ja­do por el perio­dis­ta Víc­tor Hugo Majano, “Petro­sau­di es una com­pa­ñía pri­va­da crea­da por el ciu­da­dano sau­di­ta Tarek Essam Ahmad Obaid en 2005 y con sede en Ingla­te­rra, por lo que sería impre­ci­so defi­nir la nego­cia­ción como un acuer­do entre estados”.

Ramí­rez ase­gu­ró que la con­for­ma­ción de la empre­sa mix­ta, con mayo­ría vene­zo­la­na, reque­ri­ría “una inver­sión de 2 mil 500 millo­nes de dóla­res”. Un dato no menor, ya que, dice el sitio perio­dís­ti­co: “Lla­ma la aten­ción el ele­va­do mon­to, pues­to que días des­pués (octu­bre) se hizo públi­co que el Son­ga (Saturn) había sido adqui­ri­do por Petro­sau­di a la com­pa­ñía Son­ga Offsho­re, por la cifra de 260 millo­nes de dóla­res, según lo rese­ñó el sitio Pen­nE­nergy”.

El “Fac­tor K” como meca­nis­mo de manipulación

Las inves­ti­ga­cio­nes del Minis­te­rio Públi­co indi­ca­ron que Rafael Ramí­rez tam­bién es res­pon­sa­ble direc­to de la mani­pu­la­ción de los pre­cios del cru­do vene­zo­lano, a tra­vés de la des­co­ne­xión del lla­ma­do “Fac­tor K”, un com­po­nen­te de cálcu­lo que incor­po­ra ele­men­tos coyun­tu­ra­les del mer­ca­do petro­le­ro, para obte­ner ganan­cias ilícitas.

“El meca­nis­mo delic­ti­vo uti­li­za­do fue la sub­va­lo­ra­ción de los pre­cios de los cru­dos vene­zo­la­nos a tra­vés de la des­co­ne­xión del cálcu­lo del lla­ma­do del cono­ci­do «Fac­tor K»”, escri­bió en Twit­ter el Fis­cal Gene­ral en su momento.

Saab dijo que el Fac­tor K “es un ele­men­to de cálcu­lo que toma en cuen­ta las situa­cio­nes coyun­tu­ra­les para la deter­mi­na­ción de los pre­cios e inclu­ye com­po­nen­tes cua­li­ta­ti­vos como las con­di­cio­nes geo­po­lí­ti­cas” y cuan­ti­ta­ti­vos como la dis­po­ni­bi­li­dad de alma­ce­nes y transporte.

Para rea­li­zar estos cálcu­los el minis­tro Ramí­rez creó una ofi­ci­na de inte­li­gen­cia de mer­ca­dos (EPRS, por sus siglas en inglés) bajo la direc­ción de Ber­nard Mom­mer (autor y exper­to petro­le­ro de lar­ga data), con sede en la ciu­dad de Vie­na, Aus­tria, y depen­dien­te de PDVSA Europa.

Esta ofi­ci­na fue auto­ri­za­da en 2009 para con­tra­tar a la fir­ma JBC Energy para asu­mir la deter­mi­na­ción del “Fac­tor K” y de los esca­la­do­res AGA (que miden la rela­ción de entre los gra­dos API y el por­cen­ta­je de azufre).

Según los docu­men­tos que obtu­vo La Tabla, “tal con­tra­ta­ción fue orde­na­da por Ramí­rez lue­go de negar un pun­to de cuen­ta del vice­mi­nis­te­rio de Hidro­car­bu­ros que pro­po­nía que tales tareas se hicie­ran en Vene­zue­la y por per­so­nal del pro­pio des­pa­cho de Petróleo”.

El meca­nis­mo de cálcu­lo ter­mi­nó por gene­rar pér­di­das al país por una suma que supera los 5 mil millo­nes de dóla­res, entre 2009 y 2015.

El Minis­te­rio Públi­co logró pre­ci­sar el fon­do de esta tra­ma a raíz del error de cálcu­lo del “Fac­tor K” reco­no­ci­do en mar­zo de 2013 por Cit­go Petro­leum, filial de PDVSA en Esta­dos Uni­dos, que en con­se­cuen­cia pagó cer­ca de 900 millo­nes de dóla­res para com­pen­sar el error.

* Fuen­te: Misión Verdad



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