Uru­guay. Jor­ge “Tam­be­ro” Zabal­za: «La pan­de­mia es mise­ria para los que ya eran pobres y más rique­za para los que ya eran ricos”

Por Car­los Azná­rez y María Torre­llas, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 6 de agos­to de 2020.

Hablar con Jor­ge Zabal­za sir­ve para reno­var la idea de que todos los y las que están luchan­do en dife­ren­tes par­tes del Ter­cer Mun­do no están equi­vo­ca­dos, sino que son par­te de una reser­va ideo­ló­gi­ca que no se amol­da a la embes­ti­da bru­tal del capi­ta­lis­mo ni a los can­tos de sire­na de un estú­pi­do “bue­ní­si­mo” que solo sir­ve para des­mo­vi­li­zar. Zabal­za fue, es y segui­rá sien­do un revo­lu­cio­na­rio con mayús­cu­las has­ta el últi­mo día de su exis­ten­cia. Habla como pien­sa y vive en con­so­nan­cia con sus ideas rebel­des. Des­de el Uru­guay don­de los más humil­des la pelean como pue­den, Zabal­za sigue con­vo­can­do a la revuel­ta, y pone a Chi­le o las calles de Esta­dos Uni­dos como ejem­plo de que toda­vía hay mucha tela para cor­tar. Comen­za­mos la entre­vis­ta con el “Tam­be­ro” formulan­do una decla­ra­ción de soli­da­ri­dad rioplatense:

-Lo que quie­ro dejar cla­ro es que tie­ne que apa­re­cer con vida Facun­do Cas­tro, no pue­de ser que todas las tra­bas que se le han pues­to a la lucha por la Ver­dad y Jus­ti­cia. La Argen­ti­na es la más avan­za­da de todos los paí­ses de Plan Cón­dor, pero siguen des­apa­re­cien­do y a eso le lla­man demo­cra­cia. La poli­cía sigue des­apa­re­cien­do gen­te. El tema de Facun­do Cas­tro es mucho más pro­fun­do, plan­tea, en demo­cra­cia, que segui­rá habien­do terro­ris­mo de esta­do. No hay des­apa­ri­cio­nes sis­te­má­ti­cas como las que hicie­ron las dic­ta­du­ras cívi­co mili­ta­res, pero hay des­apa­ri­cio­nes. Eso es una ame­na­za que se yer­gue sobre los lucha­do­res socia­les. En el cono sur no se hizo sis­te­má­ti­co. En Colom­bia es sis­te­má­ti­co, en Méxi­co es sistemático

-En Argen­ti­na es sis­te­má­ti­co el gati­llo fácil. En esta cua­ren­te­na hubo nume­ro­sas per­so­nas ase­si­na­das por la poli­cía. Para eso tam­bién sir­vió este con­fi­na­mien­to, y no hay posi­bi­li­dad de salir a las calles a pro­tes­tar por este tipo de cosas. Hay com­pa­ñe­ros y com­pa­ñe­ras en los barrios más humil­des que lo están hacien­do y es salu­da­ble que se denun­cien este tipo de barbaridades.

.Creo que en reali­dad el Coro­na­vi­rus le vino como ani­llo al dedo al sis­te­ma, para­ron todo tipo de movi­li­za­cio­nes en Argen­ti­na y en el mun­do. Todo aquel movi­mien­to popu­lar, fue dete­ni­do. Ade­más, con una excu­sa váli­da: «es por la salud», nos preo­cu­pa­mos por la salud, con esa excu­sa al ser­vi­cio tam­bién de parar la eco­no­mía. Van a empe­zar a impo­ner una polí­ti­ca neo­li­be­ral pro­fun­da las gran­des empre­sas, los gran­des due­ños del capi­tal en el mun­do que se han enri­que­ci­do. La pan­de­mia es mise­ria para los que ya eran pobres y rique­za para los que ya eran ricos. Ade­más, nos están pre­pa­ran­do psi­co­ló­gi­ca­men­te, a todos los pue­blos, nos están metien­do la ideo­lo­gía del con­trol polí­ti­co a tra­vés de los medios moder­nos. La tec­no­lo­gía de últi­mo mode­lo está pen­sa­da para con­tro­lar. Por otro lado, el con­sen­ti­mien­to, por­que el coro­na­vi­rus jus­ti­fi­ca todo.

-No te lla­ma la aten­ción que la teo­ría del aman­sa­mien­to haya sido tan bien acep­ta­da. Sal­vo las rup­tu­ras que se están dan­do en Chi­le o en las calles de Esta­dos Uni­dos, ¿a qué creés que más allá del páni­co, que lo han tra­ba­ja­do tan bien, una bue­na par­te de las diri­gen­cias popu­la­res tam­bién hayan entra­do en este aman­sa­mien­to y cola­bo­ren para que la gen­te aguan­te. Aguan­ten que los echen del tra­ba­jo, aguan­ten que les bajen los sala­rios, que des­apa­rez­can jóve­nes y todo lo que esta­mos vien­do en estos últi­mos meses.

-Tene­mos que mirar a Chi­le, ellos son una espe­cie de labo­ra­to­rio. Por un lado, las movi­li­za­cio­nes popu­la­res, y por otro, las for­mas de los que hacen con­trol, que en Chi­le tie­ne cola­bo­ra­ción todo el espec­tro polí­ti­co. Allí, las elec­cio­nes ter­mi­nan ins­ti­tu­cio­na­li­zan­do un sis­te­ma hege­mó­ni­co. Con­sen­tí­do des­de los par­ti­dos polí­ti­cos pro­gre­sis­tas, con­sen­ti­do con ese avan­ce de con­trol ideo­ló­gi­co y polí­ti­co. Por un lado es ideo­ló­gi­co pero tam­bién es muy con­cre­to, palo y reja. Los pue­blos avan­zan. Los que man­te­ne­mos la lucha, los que tene­mos una idea revo­lu­cio­na­ria, no depen­de­mos de lo que uno diga, ni del can­san­cio polí­ti­co. Los chi­cos sal­tan los moli­ne­tes del metro y sal­ta todo. Un día matan a un com­pa­ñe­ro en Esta­dos Uni­dos, por ser negro, lo asfi­xian y se pro­du­ce una revuel­ta. Hay una cal­de­ra que va suman­do pre­sión y cual­quier jus­ti­fi­ca­ti­vo la pue­de pro­vo­car, y eso no tie­ne que ver con la pré­di­ca ideo­ló­gi­ca del mun­do. Me infor­mé a tra­vés de Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, de las mili­cias negras que sur­gie­ron en Esta­dos Unidos.

Todo un fenó­meno ese de las calles aba­rro­ta­das de jóve­nes afro, lati­nos y tam­bién no pocos blan­cos, pero ade­más mili­cias arma­das al esti­lo de las “Pan­te­ras Negras” de los años 70.

-Decía que las armas, que has­ta aho­ra tenían liber­tad de com­prar armas en super­mer­ca­dos, que has­ta aho­ra era la base de los gru­pos supre­ma­cis­tas, aho­ra se usan para la auto­de­fen­sa del pue­blo afro­ame­ri­cano. La ver­dad que esa nece­si­dad de auto­de­fen­sa popu­lar sur­gió en Chi­le tam­bién, y no ha toma­do la for­ma que tomó en Esta­dos Uni­dos, pero está pen­dien­te. Una cosa que no ha podi­do evi­tar este virus, que es pro­duc­to de las for­mas capi­ta­lis­tas de pro­duc­ción. Se habla de que lo con­ta­gia­ron los ani­ma­les, pero nos con­ta­gia­ron por­que la cría de aves, de cer­dos, la cría de bovi­nos está haci­na­da y ahí se repro­du­cen los virus y con­ta­gian al hom­bre. de algu­na mane­ra se pasan a los seres huma­nos. Enton­ces esto que es con­se­cuen­cia de las nue­vas for­mas capi­ta­lis­tas de pro­duc­ción, hoy en día está ter­mi­nan­do por ser una fábri­ca de sepul­tu­re­ros del capi­ta­lis­mo. Por­que pro­du­cen mise­ria. Millo­nes de des­ocu­pa­dos de Esta­dos Unidos.

-¿Y en Uru­guay cómo reper­cu­te todo esto?

-En Uru­guay se creó esa fal­se­dad de sacar de la pobre­za a la gen­te median­te el asis­ten­cia­lis­mo social, y hoy en día los que se vana­glo­ria­ban de salir de la pobre­za están otra vez en la mise­ria, con ham­bre, vivien­do de la soli­da­ri­dad popu­lar, por­que no hay soli­da­ri­dad en Uru­guay. Es insu­fi­cien­te la soli­da­ri­dad del Esta­do en Uru­guay. La gen­te come gra­cias a las ollas popu­la­res. Ha cre­ci­do ese ejér­ci­to de reser­va que es asa­la­ria­do, no son lum­pen pro­le­ta­ria­dos. La gen­te de los asen­ta­mien­tos, de las fave­las, son asa­la­ria­dos excu­sa­dos de los movi­mien­tos sala­ria­les, asa­la­ria­dos expul­sa­dos de la pro­yec­ción del esta­do. No tie­nen tra­ba­jo cla­ro, tra­ba­jan en negro, tra­ba­jan de chan­gas, en ferias, viven ven­dien­do lo que con­si­guen. No es la figu­ra del lum­pen pro­le­ta­ria­do, es la figu­ra de una nue­va divi­sión de la cla­se pro­le­ta­ria. Apa­re­cen tra­ba­ja­do­res sin pro­tec­ción, la mar­gi­na­ción es a los asa­la­ria­dos, no es al lum­pen pro­le­ta­rio, o a la delin­cuen­cia. Estos son los mar­gi­na­dos del esta­do, de la vida polí­ti­ca, mar­gi­na­dos de la vida sin­di­cal. Esa gen­te exi­ge, va a cre­cer, está cre­cien­do y exi­ge res­pues­ta polí­ti­ca. No hay res­pues­ta polí­ti­ca, no hay res­pues­ta par­ti­da­ria, no hay res­pues­ta par­la­men­ta­ria, no hay res­pues­ta por la vía elec­to­ral, enton­ces no les que­da otra que la defen­sa, la solu­ción que encon­tra­ron los afro­ame­ri­ca­nos en Esta­dos Uni­dos, las de la juven­tud chi­le­na, es la úni­ca sali­da que les que­da. Qué van a hacer los mapu­ches, se defien­den, no tie­nen otra solu­ción. Qué van a hacer los boli­via­nos fren­te a esta arre­me­ti­da de fin de año, se defien­den. Van a hacer una huel­ga gene­ral y van a tener que enfren­tar­se con el apa­ra­to del esta­do, van a tener que defen­der­se. Qué van a hacer los refe­ren­tes, los mili­tan­tes socia­les, los que cre­ye­ron en entre­gar las armas, van a ser exter­mi­na­dos y se van a tener que defen­der. No hay otra solu­ción, es la hora de la autodefensa.

Toma de tie­rras en San­ta Catalina

– Por otro lado, se ha pues­to en mar­cha en otros paí­ses, la idea de tra­ba­jar fuer­te sobre la toma de tie­rras y la sobe­ra­nía ali­men­ta­ria, por­que si algo que­da cla­ro en la «nue­va nor­ma­li­dad» es que es la vie­ja anor­ma­li­dad maqui­lla­da. La gen­te va a tener que bus­car la for­ma de auto­ges­tio­nar­se los ali­men­tos, por­que el esta­do no les va a dar ali­men­tos a todos. ¿Cómo ves el tema de la toma de tie­rras y la sobe­ra­nía alimentaria?

-Creo que hay un dere­cho a tomar las tie­rras, es decir hay una situa­ción de emer­gen­cia de tal gra­ve­dad, que la gen­te tie­ne que solu­cio­nar el tema por si mis­ma. Tie­ne que tomar la deci­sión, se ve obli­ga­da a tomar la tie­rra. No es que se jun­tan tres mil per­so­nas, como ocu­rrió en San­ta Cata­li­na (Uru­guay) con 700 fami­lias, pero no sabes cuán­tas, por­que no hay cen­sos y el esta­do no inter­vie­ne. No van y toman las tie­rras por capri­cho o para espe­cu­lar. Las toman por­que están obli­ga­dos, no tie­nen solu­ción, La no inter­ven­ción del esta­do en los pro­ble­mas socia­les lle­va a la lucha y la toma de tie­rras es una for­ma cla­ra y más popu­lar, por­que es una nece­si­dad evi­den­te el tener techo. Podes tra­tar de palear otros pro­ble­mas tuyos, pero si no tenés techo cómo haces. Con estos invier­nos, por favor, ¿qué ocu­rre, en Uru­guay, qué ocu­rrió? Hay que des­en­mas­ca­rar el doble dis­cur­so de los pro­gre­sis­tas en el año 2006. Ante­rior­men­te en el Uru­guay la toma de tie­rras se tra­ta­ba en la jus­ti­cia civil, es decir, era un pro­ble­ma civil. El due­ño te denun­cia­ba y los ocu­pan­tes se defen­dían fren­te a al jus­ti­cia civil. Si habre­mos toma­do tie­rras con Elio Sarthou. Elio era el defen­sor de casi todos los que hoy están asen­ta­dos, que for­ma­ron barrios. Por acá don­de vivi­mos son más de 10 mil fami­lias, que viven en terre­nos ocu­pa­dos. ¿Qué se hizo en 2006? Se apro­bó una ley que saca­ba de la esfe­ra civil a la esfe­ra penal la cues­tión de la usur­pa­ción, se crea el deli­to de usur­pa­ción. Aho­ra es una cues­tión de fis­ca­les, de la jus­ti­cia penal. Estas come­tien­do un deli­to, y si no lle­va­ron pre­sas a esas 700 fami­lias, es por­que no tie­nen don­de poner­las, es sen­ci­llo. Enton­ces ¿quién gober­na­ba en 2006? ¿Quién era mayo­ría en el par­la­men­to y vota­ron todos a favor de la ley?: el Fren­te Amplio. Se des­nu­da y se ve en car­ne viva que es la con­ce­sión al libe­ra­lis­mo, el regre­so al libe­ra­lis­mo, al vie­jo libe­ra­lis­mo bur­gués, de quie­nes se decían de izquier­da. Com­pa­ñe­ros del PVP, del par­ti­do Comu­nis­ta, com­pa­ñe­ros que vota­ron todos en 2006 la ley que vuel­ve un deli­to penal la ocu­pa­ción de las tie­rras y con eso le die­ron a los pro­pie­ta­rios, a los lati­fun­dis­tas, a los pro­pie­ta­rios urba­nos, un ins­tru­men­to legal para ata­car la nece­si­dad más urgen­te del pue­blo. Eso des­nu­da el doble dis­cur­so del pro­gre­sis­mo que por un lado dice sacar tan­tos pun­tos de la pobla­ción de la pobre­za, redu­je­ron la pobre­za al 10% y, sin embar­go, ape­nas hay una pan­de­mia, apa­re­ce un pro­ble­ma, resul­ta que no han saca­do nada. Habían inyec­ta­do asis­ten­cia social y eso los pone como con­su­mi­do­res de sép­ti­ma cate­go­ría y ape­nas hubo un pro­ble­ma, reapa­re­ce la mise­ria. Sien­do que ade­más en el mun­do, hace poco lo veía en los artícu­los de Nao­mi Klein y Chomsky, los capi­ta­lis­mos más ricos, el 0.01% , han aumen­ta­do sus rique­zas. El Ban­co Repú­bli­ca, en el Uru­guay, aumen­tó su recau­da­ción en ple­na pan­de­mia. Mien­tras unos tie­nen ham­bre, otros no tie­nen ham­bre, se bene­fi­cian del coro­na­vi­rus. Y ni hablar de las empre­sas far­ma­céu­ti­cas, que nos van a ven­der can­ti­dad de vacunas.

-Esta­bas dan­do en la cla­ve cuan­do decías de des­en­mas­ca­rar al pro­gre­sis­ta. Algo apa­re­ce per­ma­nen­te­men­te en la izquier­da y es cuan­do los gobier­nos pro­gre­sis­tas caen, por pre­sio­nes de la dere­cha, pero tam­bién por sus erro­res y sus limi­ta­cio­nes, pasa un tiem­po y vol­ve­mos otra vez a empe­zar: que «pre­ci­sa­mos un gobierno pro­gre­sis­ta», y ya nadie, en esos sec­to­res, quie­re hablar de revo­lu­ción. Se habla de que regre­sen los pro­gre­sis­tas a poner paños fríos, don­de hoy hay fue­go. El pro­gre­sis­mo chi­leno tra­ta de mini­mi­zar y de algu­na mane­ra ile­gi­ti­mar la revuel­ta de los jóve­nes chi­le­nos con el dis­cur­so de que son lúm­pe­nes, de que no tie­nen orga­ni­za­ción ni par­ti­do, y eso se repi­te en todo el con­ti­nen­te. ¿Cómo sali­mos de esta dis­cu­sión des­de la izquier­da? Fíja­te que en los gran­des foros siem­pre el dis­cur­so del pro­gre­sis­mo apa­re­ce como la solu­ción. El pro­gre­sis­mo, que en las actua­les, es algo pare­ci­do a una social­de­mo­cra­cia a la baja,

-Son libe­ra­les, creen en la liber­tad del deba­te, en la liber­tad del par­la­men­to, en la liber­tad elec­to­ral, es toda una men­ti­ra, es un frau­de. Es el frau­de para domi­nar pasi­va­men­te a los pue­blos. Creo que eso se va a ir resol­vien­do en la medi­da que la gen­te lucha, la cal­de­ra no aguan­ta la pre­sión. Es decir, noso­tros pode­mos dis­cu­tir­les y ayu­dar, por­que la dis­cu­sión es nece­sa­ria, la pro­pa­gan­da polí­ti­ca de deter­mi­na­das ideas con­tra­he­gé­mo­ni­cas es nece­sa­ria, como la lucha de los movi­mien­tos socia­les, del femi­nis­mo, Del anti­rra­cis­mo, de los eco­lo­gis­tas, son luchas nece­sa­rias, la lucha por la ver­dad y la jus­ti­cia son luchas que ponen de relie­ve, y des­pier­tan la repre­sión en algu­nos casos, la repre­sión del esta­do, pero ponen al des­nu­do los peo­res aspec­tos del esta­do, rebe­lan tam­bién las fallas del pro­gre­sis­mo. El doble dis­cur­so, que por un lado, habla que gober­nan­do el esta­do bur­gués, el esta­do del enemi­go de cla­se, si ellos acce­den al poder, al gobierno, a ser minis­tros, dipu­tados, o lle­gan a la pre­si­den­cia de la Repú­bli­ca, van a admi­nis­trar el capi­ta­lis­mo. Se lo oí a Muji­ca decir en la pelí­cu­la que le hizo Kus­tu­ri­ka: “soy un admi­nis­tra­dor del capi­ta­lis­mo”. Men­ti­ra! No sos admi­nis­tra­dor del capi­ta­lis­mo, admi­nis­trás los cen­té­si­mos que el capi­tal te deja admi­nis­trar, admi­nis­trás lo que Soros te dice que podés admi­nis­trar, lo que Roc­ke­fe­ller, lo que Bill Gates te dicen lo que podes admi­nis­trar. No sos admi­nis­tra­dor, sos emplea­do de ellos, ganas las elec­cio­nes para fun­cio­nar de mayor­do­mo de su estan­cia y su estan­cia está lle­na de peo­nes muer­tos de ham­bre. Son pro­ce­sos en los cua­les se hace impor­tan­te la lucha de las tomas de tie­rra, la del femi­nis­mo, la de los dere­chos huma­nos, el anti-racis­mo, la lucha con­tra la soja y los trans­gé­ni­cos, con­tra la mine­ría. Todo eso es impor­tan­te por­que reve­lan esa aso­cia­ción entre el pro­gre­sis­mo y el capi­ta­lis­mo. Es decir, los libe­ra­les como Laca­lle acá y Macri en Argen­ti­na, los pro­gre­sis­tas del Fren­te Amplio acá y Fer­nán­dez en Argen­ti­na tie­nen el mis­mo mode­lo de país: “vamos a bene­fi­ciar­nos con inver­sio­nes extran­je­ras y les vamos a dar unos pesos más». La úni­ca dife­ren­cia que hay entre Macri y Laca­lle son capi­ta­lis­mo puro y duro, el pro­gre­sis­mo es el capi­ta­lis­mo con asis­ten­cia­lis­mo social, capi­ta­lis­mo con sali­da y con un dis­cur­so fal­sa­men­te de izquier­da. Síni­co inclu­so, por­que la preo­cu­pa­ción del pue­blo se resuel­ve en algún escri­to­rio del Ban­co Mun­dial o en algún escri­to­rio de otro. ¿Cómo un dis­cur­so pro­gre­sis­ta pudo tener un minis­tro de Rela­cio­nes Exte­rio­res como Alma­gro? ¿Cómo es posi­ble que del riñón de Muji­ca salie­ra un Alma­gro? Más aún, salie­ron muchas cule­bras que andan rep­tan­do por el Uru­guay y no son cono­ci­das a nivel inter­na­cio­nal. Cómo es posi­ble que los movi­mien­tos popu­la­res y la izquier­da en la Argen­ti­na, Chi­le y Bra­sil no se pre­gun­ten: por qué la mano dere­cha inter­na­cio­nal de Muji­ca fue Alma­gro, se reve­la que es un envia­do del Depar­ta­men­to de Esta­do, yna­die se pre­gun­ta eso. ¿Cuan­do somos anti­im­pe­ria­lis­tas no nos fija­mos en esos deta­lles? Cómo fue posi­ble que Alma­gro fue­ra secre­ta­rio de la OEA. ¿De dón­de sur­gió Alma­gro?, ¿quién lo palan­queó?, ¿quién lo ele­vó a esa cate­go­ría? Eso es para que se lo pre­gun­ten tam­bién en la izquier­da argentina

-Hay un tema recien­te que con­mo­vió a todo Uru­guay, un ata­que con­tra la memo­ria de Daniel Vigliet­ti. Al pare­cer una sobri­na lo acu­sa de abu­sa­dor de una niña que tenía 12 años. A par­tir de ahí los medios empe­za­ron una cam­pa­ña: “¿Vie­ron quien era Vigliet­ti?, dicen” ¿Cómo ana­li­zás esto?

-Esa cam­pa­ña como dice en una car­ta Ste­lla Callo­ni, apun­ta a des­truir un sím­bo­lo de la revo­lu­ción de Amé­ri­ca Lati­na. La últi­ma vez que Daniel can­tó lo hizo en Valle Gran­de en el 50 ani­ver­sa­rio del ase­si­na­to de Che Gue­va­ra, es decir, es inne­ga­ble el com­pro­mi­so de lucha de Daniel, el com­pro­mi­so con los más pobres. Él iba a cuan­ta acti­vi­dad social, él iba a can­tar, por­que sí, aun­que no lo invi­ta­ran, él iba y pedía per­mi­so para can­tar en cual­quier lugar. No es solo uru­gua­yo es lati­no­ame­ri­cano. Daniel can­tó con Chi­co Buar­que, can­tó en toda Amé­ri­ca, es mexi­cano, es cubano, es reco­no­ci­do como un refe­ren­te de la izquier­da. Se apun­ta a des­truir­lo. Tan­to que muchos duda­ron y toma­ron lugar por la víc­ti­ma. No se sabe bien quien era. Es un hecho que ocu­rrió en el año 67. Pero lue­go apa­re­ce la víc­ti­ma y dice “no, no ocu­rrió nada de eso”. No es cier­to que haya ocu­rri­do, no hubo vio­la­ción, no hubo abu­so». Pero los medios hege­mó­ni­cos, ya sem­bra­ron la duda y man­cha­ron la ima­gen y la memo­ria. Eso es una polí­ti­ca cul­tu­ral que ha teni­do mucho efec­to sobre muchos com­pa­ñe­ros y en muchos casos. El obje­ti­vo filo­só­fi­co es des­ba­ra­tar aque­lla auto­ri­dad moral que han gana­do algu­nos sím­bo­los huma­nos, de que la huma­ni­dad se supere y se vea a los ojos, gen­te que ha demos­tra­do eso, bueno hay que des­truir esa ima­gen y hay que des­truir al revo­lu­cio­na­rio o al que tie­ne la inten­ción de hacer la revo­lu­ción, por­que es tan inmo­ral como cual­quie­ra de esos corrup­tos que están bai­lan­do al son de Macri y de Laca­lle Pou.

Trans­crip­ción: Julia Mottura

Itu­rria /​Fuen­te

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