Esta­dos Uni­dos. Millo­nes pedi­mos jus­ti­cia para Eli­jah McClain

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 25 de julio de 2020. 

El 24 de agos­to de 2019, el joven negro Eli­jah McClain esta­ba escu­chan­do músi­ca mien­tras cami­na­ba a su casa en Auro­ra, Colo­ra­do des­pués de haber ido a com­prar un té hela­do para su her­mano. Por ser ané­mi­co, usa­ba una más­ca­ra de esquí para man­te­ner su ros­tro calien­te mien­tras caminaba.

Eli­ja era un masa­jis­ta muy apre­cia­do por sus clien­tes, quie­nes lo des­cri­ben como apa­ci­ble, gen­til, excén­tri­co, atlé­ti­co, espi­ri­tual, diver­ti­do, dul­ce, puro, una luz en la oscu­ri­dad. Tenía 23 años pero se veía más joven por­que sólo medía 171 cm de altu­ra y pesa­ba 63 kilos. Según su mamá, había sido un niño res­pon­sa­ble y curio­so que se vol­vió vege­ta­riano para ser más salu­da­ble. “Era capaz de ins­pi­rar al alma más tene­bro­so,” dijo.

A Eli­jah le encan­ta­ba tocar el vio­lín y solía ir a tocar para los ani­ma­les que espe­ra­ban adop­ción en un refu­gio “para que no se sin­tie­ran tan solitos”.

Al acer­car­se a su casa en el subur­bio de Den­ver, el joven sin arma fue dete­ni­do por tres poli­cías envia­dos a inves­ti­gar­lo des­pués de que una per­so­na repor­tó a alguien sos­pe­cho­so cami­nan­do en la calle con más­ca­ra de esquí. La mis­ma per­so­na espe­ci­fi­có duran­te la lla­ma­da que no pen­sa­ba que esta­ba arma­do, ni que había come­ti­do un delito.

Eli­jah inten­tó seguir cami­nan­do, ase­gu­ran­do a los poli­cías que él no había hecho nada mal. “Aquí está mi licen­cia. Esta es mi casa. Sólo iba a mi casa. Yo no peleo con nadie. No hago este tipo de cosas”.

Las tres cáma­ras cor­po­ra­les de los poli­cías fue­ron des­co­nec­ta­das “por acci­den­te”, pero se logra ver las imá­ge­nes de una. Según éstas, los for­ni­dos poli­cías Nathan Wood­yard, Jason Rosen­blatt and Randy Roe­de­ma taclea­ron al peque­ño Eli­jah, y mien­tras esta­ba en el sue­lo Wood­yard le apli­có un lla­ve estran­gu­la­dor que impi­de que la san­gre lle­gue al cerebro.

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“Déjen­me ir. Soy intro­ver­ti­do. Por favor, res­pe­ten los lími­tes que pon­go”, gri­tó Eli­jah. “No pue­do res­pi­rar. ¿Por qué me ata­can? Soy intro­ver­ti­do. Soy dife­ren­te. Ni siquie­ra mato mos­cas. No como car­ne, pero no juz­go a las per­so­nas que lo hacen”.

Wood­yard le dijo: “No te mue­vas. Si te mue­ves de nue­vo, lla­ma­ré a un perro para que te muerda”.

Al estar asfi­xia­do, Eli­jah per­dió la cons­cien­cia dos veces y vomi­tó. Lue­go pidió per­dón por haber vomi­ta­do. “Lo sien­to. Lo siento.”

Cuan­do lle­ga­ron los para­mé­di­cos, admi­nis­tra­ron una dosis de keta­mi­na sufi­cien­te para una per­so­na de 136 kilos al ya incons­cien­te Eli­jah para “sedar­lo”.

Eli­jah sufrió un paro car­día­co de camino al hos­pi­tal y fue decla­ra­do con muer­te cere­bral el 27 de agos­to. Fue reti­ra­do del sopor­te vital tres días después.

Al inten­tar jus­ti­fi­car sus accio­nes, los poli­cías min­tie­ron, dicien­do que Eli­ja pesa­ba 99 kilos y que había inten­ta­do aga­rrar el revol­ver de Woodyard.

El foren­se del Con­da­do de Adams, anun­ció a prin­ci­pios de noviem­bre de 2019 que no esta­ba cla­ro si su muer­te había sido un acci­den­te, un homi­ci­dio rela­cio­na­do con la reten­ción caro­ti­dea o el resul­ta­do de cau­sas natu­ra­les. El foren­se enume­ró la cau­sa de muer­te de McClain como “inde­ter­mi­na­da”. ¿¡Un acci­den­te?! ¿¡Cau­sas natu­ra­les?! ¿¡Inde­ter­mi­na­da??

Los tres ofi­cia­les fue­ron sus­pen­di­dos con suel­do mien­tras el ase­si­na­to fue inves­ti­ga­do por la poli­cía de Den­ver y Auro­ra, y tam­bién por la Ofi­ci­na del Fis­cal de Dis­tri­to. Aho­ra los tres se han vuel­to a tra­ba­jar, pero supues­ta­men­te, no en la calle.

El Fis­cal Dave Young apo­ya a los tres poli­cías cien por cien­to. A pesar de que el video del cri­men se hizo públi­co, dijo que no pudo encon­trar prue­bas indis­cu­ti­bles de que los agen­tes de Auro­ra u otros usa­ron fuer­za “injus­ti­fi­ca­da”.

Des­pués de la decla­ra­ción de Young, hubo pro­tes­tas loca­les, pero el caso no atra­jo mucha aten­ción nacio­nal o inter­na­cio­nal. Sin embar­go, a casi un año des­pués de su muer­te, el nom­bre de Eli­jah McClain aho­ra está en los titulares.

Este junio, más de 3,621,180 millo­nes de per­so­nas fir­ma­ron una peti­ción de Chan​ge​.Org exi­gien­do jus­ti­cia para él. Con las pro­tes­tas glo­ba­les con­tra los ase­si­na­tos de Geor­ge Floyd, Ahmaud Arbery, Breon­na Tay­lor y Rayshard Brooks, la fami­lia de Eli­jah McClain se une al lla­ma­do por jus­ti­cia y exi­ge que los ofi­cia­les invo­lu­cra­dos en su caso –Nathan Wood­yard, Jason Rosen­blatt y Randy Roe­de­ma– sean acu­sa­dos for­mal­men­te de su muer­te. El gober­na­dor de Colo­ra­do Jared Polis aho­ra pide una investigación.

El sába­do 27 de junio, músi­cos de todas par­tes de Esta­dos Uni­dos lle­ga­ron a Auro­ra para una Vigi­lia de Vio­lín y pro­tes­ta pací­fi­ca exi­gien­do jus­ti­cia para Eli­jah. Mien­tras toca­ban, la poli­cía anti­mo­ti­nes ata­có a las fami­lias y sim­pa­ti­zan­tes con espray de pimien­ta. Los músi­cos auda­ces siguie­ron tocando.

Digan su nom­bre. ¡ELIJAH McCLAIN!

Ima­gen: Brian Carlson

Infor­ma­ción reco­pi­la­da por Caro­li­na Saldaña.

Fuen­tes: Den­ver Post, Red­dit, Daily Mail. Tele­mun­do Denver

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