Argen­ti­na. La resis­ten­cia del esta­blish­ment a un pro­yec­to eco­nó­mi­co de desa­rro­llo nacional

Por Alfre­do Zaiat*/​Resu­men Latinoamericano/​13 de julio 2020.- .

La con­duc­ción polí­ti­ca del poder económico

El pre­si­den­te Alber­to Fer­nán­dez con­vo­có a los empre­sa­rios reu­ni­dos en el G‑6 para sumar­los a la cons­truc­ción de una nue­va nor­ma­li­dad eco­nó­mi­ca, que deje atrás el capi­ta­lis­mo neo­li­be­ral hege­mo­ni­za­do por las finan­zas glo­ba­les. No es pro­ba­ble que quie­ran ser par­te de esa tarea más allá del ges­to de acom­pa­ñar­lo en el acto del Día de la Independencia.

En el acto ofi­cial de cele­bra­ción del Día de la Inde­pen­den­cia, el pre­si­den­te Alber­to Fer­nán­dez estu­vo acom­pa­ña­do en for­ma pre­sen­cial, en la Quin­ta de Oli­vos, por los empre­sa­rios del G‑6, que reúne a las titu­la­res de las cáma­ras del esta­blish­ment, y de un diri­gen­te de la con­duc­ción de la CGT.

Fue una apues­ta ofi­cial fuer­te diri­gi­da al mun­do empre­sa­rio con­cen­tra­do, que des­de hace más de 40 años ha inten­si­fi­ca­do el com­ba­te con­tra el pro­yec­to de desa­rro­llo nacio­nal que hoy aspi­ra a des­ple­gar el fren­te polí­ti­co que gobierna.

El men­sa­je de Fer­nán­dez es sen­ci­llo de enten­der aun­que no es pro­ba­ble que haya sido acep­ta­do por los inter­lo­cu­to­res ele­gi­dos. Es una reno­va­da invi­ta­ción a un suje­to social que resis­te cons­truir un sis­te­ma eco­nó­mi­co que per­mi­ta ale­jar la reite­ra­ción de cri­sis dra­má­ti­cas, las cua­les lo tie­nen como pro­ta­go­nis­ta este­lar en cada una de ellas.

Gru­pos

Más allá de ges­tos per­so­na­les de cada uno sus miem­bros hacia el poder polí­ti­co de turno, el poder eco­nó­mi­co se ha trans­for­man­do en estas últi­mas déca­das. Ir a su bús­que­da con la expec­ta­ti­va de encon­trar lo que algu­na vez fue para sumar­lo a un pro­yec­to de desa­rro­llo nacio­nal, como si nada hubie­ra pasa­do en este tiem­po, sólo entre­ga­rá otra decep­ción.

Casi todos los inte­gran­tes del blo­que de poder con­cen­tra­do están cada vez más ale­ja­dos del des­tino del mer­ca­do interno, ope­ran en áreas mono­pó­li­cas o con posi­cio­nes domi­nan­tes y están subor­di­na­dos a la valo­ri­za­ción finan­cie­ra de sus exce­den­tes, los cua­les en gran par­te son dola­ri­za­dos y fugados.

Una de las pocas excep­cio­nes en ese blo­que de poder local al que toda­vía le resul­ta rele­van­te el con­su­mo interno y tie­ne su prin­ci­pal base pro­duc­ti­va en el país es el gru­po Arcor de la fami­lia Paga­ni.

Cuan­do gran par­te de los patri­mo­nios de ese núcleo de empre­sa­rios pode­ro­sos está en el exte­rior, ya sea en pro­pie­da­des, empre­sas, acti­vos bur­sá­ti­les o capi­ta­les líqui­dos, y su prin­ci­pal acti­vi­dad se encuen­tra en ser­vi­cios mono­pó­li­cos o pro­duc­ción de mate­rias pri­mas expor­ta­bles, su pro­pio des­tino que­da escin­di­do del gene­ral.

Por eso son pro­ta­go­nis­tas prin­ci­pa­les de las gran­des cri­sis pero no las pade­cen en toda su dimen­sión; más bien se bene­fi­cian por­que aumen­tan la con­cen­tra­ción y cen­tra­li­za­ción del capital.

Es un poder eco­nó­mi­co con­ser­va­dor, ideo­lo­gi­za­do al extre­mo y con­ta­mi­na­do de los luga­res comu­nes de la orto­do­xia eco­nó­mi­ca, ade­más de ser con­du­ci­do polí­ti­ca­men­te por los gru­pos Techint y Cla­rín.

Tras­na­cio­nal

El gru­po Techint empren­dió un pro­ce­so de tras­na­cio­na­li­za­ción en las últi­mas déca­das. Está ame­na­za­do por la expan­sión de cor­po­ra­cio­nes de la nue­va poten­cia mun­dial (Chi­na), y para tra­tar de pre­ser­var pri­vi­le­gios y cuo­tas de mer­ca­do de su pro­duc­ción de tubos con y sin cos­tu­ra exi­ge pro­tec­ción para su acti­vi­dad y, sin pudor, pro­mue­ve aper­tu­ra impor­ta­do­ra para el res­to. Ope­ra en sec­to­res con cua­si­rren­tas mono­pó­li­cas y millo­na­rios sub­si­dios fis­ca­les. Se ali­nea de ese modo con la estra­te­gia eco­nó­mi­ca y glo­bal de la poten­cia decli­nan­te, Esta­dos Unidos.

A lo lar­go de varias déca­das, las fabu­lo­sas ganan­cias obte­ni­das en el mer­ca­do argen­tino, con­se­gui­das por medi­das públi­cas espe­cí­fi­cas para supues­ta­men­te indu­cir­lo a un aumen­to de la inver­sión local y a entre­gar pro­duc­tos a pre­cios com­pe­ti­ti­vos al mer­ca­do domés­ti­co, fue­ron uti­li­za­das en gran par­te para finan­ciar la expan­sión inter­na­cio­nal.

Techint logró la diver­si­fi­ca­ción terri­to­rial de su con­glo­me­ra­do: su casa matriz está en Luxem­bur­go para pagar menos impues­tos, tie­ne plan­tas tam­bién en Japón, Esta­dos Uni­dos, Méxi­co, Bra­sil e Ita­lia, y es socio en empre­sas sau­di­tas, rusas, colom­bia­nas y canadienses.

Des­de los últi­mos años del siglo pasa­do, las inver­sio­nes en Argen­ti­na han sido mar­gi­na­les res­pec­to a las des­ti­na­das al cre­ci­mien­to de su nego­cio inter­na­cio­nal.

El mode­lo desa­rro­llis­ta le fue favo­ra­ble para la evo­lu­ción ini­cial, pero aho­ra ya no le resul­ta útil. Por eso des­pi­de tra­ba­ja­do­res desa­fian­do al pre­si­den­te Fer­nán­dez. Para Techint el sala­rio es un cos­to y no un fac­tor diná­mi­co del mer­ca­do interno. Por eso pos­tu­la un mode­lo eco­nó­mi­co de tipo de cam­bio ele­va­do, pues­to que por esa vía redu­ce el cos­to sala­rial al tiem­po que bene­fi­cia su sali­da exportadora.

Pose­sio­nes

El Gru­po Cla­rín se ha con­so­li­da­do como un con­glo­me­ra­do de tele­co­mu­ni­ca­cio­nes lue­go de con­se­guir des­em­bar­car en Tele­com gra­cias a la fle­xi­bi­li­dad regu­la­to­ria dis­pues­ta por el gobierno de Macri.

Des­de la últi­ma dic­ta­du­ra mili­tar y con cada uno de los pos­te­rio­res gobier­nos demo­crá­ti­cos, con la excep­ción de los dos man­da­tos de Cris­ti­na Fer­nán­dez de Kirch­ner, Cla­rín con­si­guió cap­tu­rar esla­bo­nes de su nego­cio para cons­truir un gigan­te del sec­tor de las telecomunicaciones.

Las manos vacías en esos ocho años es una de las posi­bles res­pues­tas a los moti­vos de los per­sis­ten­tes emba­tes con­tra CFK y su fami­lia que dia­ria­men­te lan­za des­de su exten­so dis­po­si­ti­vo de medios.

El gru­po Cla­rín ope­ra en un mer­ca­do de ser­vi­cios de fuer­tes ras­gos mono­pó­li­cos y bus­ca fre­nar el ingre­so de la com­pe­ten­cia, ya sea la que pue­de cons­ti­tuir el gru­po mexi­cano lide­ra­do por el millo­na­rio mexi­cano Car­los Slim o la de com­pa­ñías chi­nas (Hua­wei, empre­sa com­ba­ti­da por Esta­dos Unidos).

Uti­li­za su amplia red de medios (dia­rios, radios y tele­vi­sión) para expan­dir y defen­der cada una de sus pose­sio­nes, sien­do Tele­com la últi­ma que sumó al con­glo­me­ra­do y pos­te­rior fusión con Cable­vi­sión. Resis­te el con­ge­la­mien­to de tari­fas de los ser­vi­cios que pres­tan esas com­pa­ñías, está en con­tro­ver­sias con el Esta­do por pagos millo­na­rios por la fre­cuen­cia de Nex­tel y pre­ten­de man­te­ner un espec­tro radio­eléc­tri­co mayor al que le corres­pon­de por regu­la­cio­nes del sector.

Cua­dran­te

Ambos gru­pos ya no tie­nen como base de su pro­pia expan­sión la nece­si­dad de un mode­lo eco­nó­mi­co desa­rro­llis­ta.

El caso de Cla­rín es más evi­den­te y el brus­co giro de la línea edi­to­rial tuvo su bisa­gra en el con­flic­to con un sec­tor del cam­po por las reten­cio­nes móvi­les en 2008.

El aná­li­sis eco­nó­mi­co de sus cana­les de difu­sión fue mudan­do del desa­rro­llis­mo hacia un mode­lo aper­tu­ris­ta, de pri­vi­le­gio a la pro­duc­ción de mate­rias pri­mas agro­pe­cua­rias y de pre­do­mi­nio de las finanzas.

Ese vira­je con­cep­tual expli­ca su actual posi­cio­na­mien­to en el cua­dran­te de la dere­cha del espec­tro ideo­ló­gi­co de medios de comu­ni­ca­ción.

La cam­pa­ña anti­cua­ren­te­na, el fomen­to de la grie­ta polí­ti­ca, social y cul­tu­ral uti­li­zan­do a comu­ni­ca­do­res y ani­ma­do­res de shows perio­dís­ti­cos, y el impul­so de un mode­lo eco­nó­mi­co de exclu­sión es la polí­ti­ca de super­fi­cie para for­ta­le­cer la estra­te­gia estruc­tu­ral para la con­so­li­da­ción de los nego­cios del con­glo­me­ra­do de tele­co­mu­ni­ca­cio­nes, pero tam­bién para los de los prin­ci­pa­les socios que están vin­cu­la­dos a la pro­duc­ción agro­pe­cua­ria.

Dere­cha

Los gru­pos Techint y Cla­rín no son sólo la expre­sión de la dere­cha empre­sa­ria por ser anti­pe­ro­nis­ta o por la obse­sión pato­ló­gi­ca con CFK y la letra K. Son más que cana­les de esa mani­fes­ta­ción polí­ti­ca a tra­vés de cáma­ras empre­sa­rias o de una red de medios. Ambos se han con­ver­ti­do en la con­duc­ción polí­ti­ca de ese espa­cio ideo­ló­gi­co, fun­da­men­tal­men­te, por­que les resul­ta fun­cio­nal para la defen­sa y la aspi­ra­ción de con­ti­nuar expan­dien­do su base material.

Como se sabe des­de hace bas­tan­te, los intere­ses mate­ria­les van mol­dean­do la con­cien­cia y la acción.

Podrían haber ele­gi­do otra opción ideo­ló­gi­ca con­ser­va­do­ra, ale­ja­da del fana­tis­mo y de la pro­mo­ción de la hos­ti­li­dad de cla­ses medias y altas a quie­nes pien­san dife­ren­te. Pero no hubie­ran esta­do en línea con el actual com­por­ta­mien­to de las fuer­zas de dere­cha en el mun­do, que en Amé­ri­ca lati­na son guia­das por el Depar­ta­men­to de Esta­do y el Coman­do Sur de Esta­dos Uni­dos

Los ejes de acción son la exa­cer­ba­ción de las ten­sio­nes polí­ti­cas, el odio a las fuer­zas polí­ti­cas popu­la­res y la into­le­ran­cia al disen­so. El trum­pis­mo es la expre­sión de esas conductas.

La per­ver­si­dad del dis­cur­so y la acción de la dere­cha polí­ti­ca y mediá­ti­ca es que esas carac­te­rís­ti­cas, con ele­va­da vio­len­cia sim­bó­li­ca, son atri­bui­das a las víc­ti­mas de ese com­por­ta­mien­to antisocial.

La pan­de­mia, como en varios otros cam­pos, exhi­bió sin maqui­lla­je la bru­ta­li­dad del capi­ta­lis­mo neo­li­be­ral domi­na­do por las finan­zas glo­ba­les. En el esce­na­rio argen­tino, los gru­pos Techint y Cla­rín, con sus res­pec­ti­vos saté­li­tes (en el ámbi­to empre­sa­rio los miem­bros del G‑6, la AEA y el Foro de Con­ver­gen­cia, y en el mun­do mediá­ti­co, La Nación y el por­tal Info­bae), actúan como orde­na­do­res del blo­que de poder eco­nó­mi­co para pre­ser­var los pri­vi­le­gios que tie­nen en la pre­sen­te fase del capi­ta­lis­mo global.

Dis­ci­pli­na

Por mie­do o por con­ven­ci­mien­to, el res­to del esta­blish­ment se dis­ci­pli­na detrás de ellos, algu­nos para engan­char­se en ese tren con sus pro­pios nego­cios, otros para no ser mar­gi­na­dos de ese gru­po social, y no pocos por temor a la per­se­cu­ción judi­cial y la ame­na­za de la cár­cel, como les pasó a varios duran­te el macrismo.

La gue­rra inter­em­pre­sa­ria con gru­pos eco­nó­mi­cos indi­ca­dos como kirch­ne­ris­tas (Láza­ro Báez, Cris­tó­bal López, Gerar­do Ferrey­ra y otros encua­der­na­dos) no tie­ne que ver con el cues­tio­na­mien­to a la eva­sión fis­cal, fuga de capi­ta­les, lava­do de dine­ro, ope­ra­cio­nes offsho­re y rela­cio­nes pri­vi­le­gia­das con el Esta­do, por­que cada uno de los miem­bros del esta­blish­ment (Roc­ca, Pérez Com­panc, Mag­net­to y el res­to de la lis­ta de «gran­des empre­sa­rios» acep­ta­dos social­men­te) tuvie­ron y tie­nen ese mis­mo com­por­ta­mien­to repro­cha­ble, aun­que sin la obser­va­ción crí­ti­ca de la legión de almas bellas que cons­tru­yen sentido.

Con la expec­ta­ti­va de que no exis­tan impe­di­men­tos en la com­pren­sión lec­to­ra, en el sen­ti­do de que unos y otros tie­ne la mis­ma for­ma de hacer nego­cios, antes y aho­ra, el aco­so a empre­sa­rios con la mar­ca en la fren­te con la letra K que ali­men­ta la indig­na­ción colec­ti­va selec­ti­va es el paño de la super­fi­cie de una dispu­ta de fon­do, sien­do ésta lo rele­van­te para com­pren­der esa cruzada.

El con­flic­to al inte­rior del poder eco­nó­mi­co se ori­gi­nó, por un lado, en la puja por ver quién se que­da o domi­na el mane­jo de cier­tos nego­cios en sec­to­res de ele­va­da ren­ta­bi­li­dad. Por otro, refle­ja el meca­nis­mo habi­tual del poder eco­nó­mi­co para obtu­rar el cre­ci­mien­to de nue­vos con­glo­me­ra­dos que pue­den poner en cues­tio­na­mien­to el espa­cio que ocu­pan en el esque­ma de poder.

Esa mis­ma ten­sión y dispu­ta, en otro con­tex­to his­tó­ri­co y méto­dos dife­ren­tes, se des­ple­gó en los pri­me­ros años de la últi­ma dic­ta­du­ra mili­tar sobre algu­nos gru­pos eco­nó­mi­cos vin­cu­la­dos al pero­nis­mo o pro­mo­to­res de un pro­yec­to con cier­ta auto­no­mía de desa­rro­llo de la indus­tria nacional.

Grie­ta

La cri­sis eco­nó­mi­ca glo­bal pro­vo­ca­da por la pan­de­mia abre una peque­ña fisu­ra para cues­tio­nar con evi­den­cias impo­si­bles de ocul­tar y, fun­da­men­tal­men­te, para replan­tear el fun­cio­na­mien­to de la actual fase del capi­ta­lis­mo neo­li­be­ral hege­mo­ni­za­do por las finan­zas glo­ba­les.

El pre­si­den­te Alber­to Fer­nán­dez pro­po­ne la recons­truc­ción de la eco­no­mía a par­tir de un capi­ta­lis­mo con otras bases. Para esa tarea está con­vo­can­do a un suje­to eco­nó­mi­co que hoy es otro; no es el que ima­gi­na para cons­truir otro capi­ta­lis­mo den­tro de un mode­lo de desa­rro­llo nacional.

La deba­cle eco­nó­mi­ca y social por la covid-19 brin­da una opor­tu­ni­dad excep­cio­nal para for­ta­le­cer el rol cen­tral del Esta­do en rela­ción al mun­do empre­sa­rio y para el orde­na­mien­to del fun­cio­na­mien­to de la economía.

La pos­pa­de­mia en la eco­no­mía y, en espe­cial, la recons­truc­ción de una nue­va nor­ma­li­dad eco­nó­mi­ca, por­que la ante­rior domi­na­da por el blo­que de poder tra­di­cio­nal pro­bó ser un fias­co en tér­mi­nos de bien­es­tar gene­ral, reque­ri­rá ampliar la base social de la alian­za con el sec­tor pri­va­do, inclu­yen­do a pymes, coope­ra­ti­vas, empren­de­do­res, fir­mas recu­pe­ra­das, empre­sas de la eco­no­mía popular.

Para que los cos­tos devas­ta­do­res de la actual cri­sis no sean en vano, la polí­ti­ca eco­nó­mi­ca de la recu­pe­ra­ción no pue­de que­dar depo­si­ta­do en ganar la con­fian­za de los empre­sa­rios del G‑6. Pue­de ser que esa invi­ta­ción sir­va en tér­mi­nos polí­ti­cos, pero está pro­ba­do que sus inte­gran­tes no tie­nen la voca­ción de ser un suje­to social acti­vo en el obje­ti­vo de for­ta­le­cer un pro­yec­to de desa­rro­llo nacional.

*Fuen­te: Página12 

Itu­rria /​Fuen­te

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