Esta­dos Uni­dos: Apa­re­cen dos afro­des­cen­dien­tes muer­tos col­ga­dos de un árbol /​Poli­cía ase­si­na a otro joven afro­ame­ri­cano hijo de matri­mo­nio argentino

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano /​ANred /​16 junio 2020

Dos hom­bres apa­re­cie­ron col­ga­dos de un árbol en las últi­mas dos sema­nas en Cali­for­nia. Robert Fuller fue encon­tra­do sin vida el pasa­do miér­co­les de madru­ga­da, con una soga alre­de­dor del cue­llo, cer­ca del ayun­ta­mien­to de Palm­da­le. Mal­colm Harsch, afro­ame­ri­cano, de 38 años, murió de for­ma simi­lar, había sido encon­tra­do col­ga­do de un árbol cer­ca de un cam­pa­men­to para indi­gen­tes en Vic­tor­vi­lle el pasa­do 31 de mayo. 


En el mar­co de las masi­vas movi­li­za­cio­nes a par­tir del ase­si­na­to de
Geor­ge Floyd, que exhi­bie­ron la con­ti­nui­dad de prac­ti­cas racis­tas en el
mun­do, estas apa­ri­cio­nes gene­ran un aler­ta sim­bó­li­co par­ti­cu­lar al
remi­tir a momen­tos duros de la his­to­ria de ese país.

Robert Fuller fue encon­tra­do sin vida el pasa­do miér­co­les de
madru­ga­da, con una soga alre­de­dor del cue­llo, cer­ca del ayun­ta­mien­to de
Palm­da­le, a unos 100 km de Los Ange­les. El depar­ta­men­to de poli­cía había
deter­mi­na­do en prin­ci­pio que se tra­tó de un sui­ci­dio, pero lue­go se
retrac­tó y orde­nó una autop­sia. La fami­lia de Fuller duda que el joven
se haya qui­ta­do la vida y exi­gió una inves­ti­ga­ción com­ple­ta. El sábado
pasa­do miles de mani­fes­tan­tes se movi­li­za­ron en Palm­da­le para recor­dar a
Fuller y exi­gir una inves­ti­ga­ción com­ple­ta para deter­mi­nar si murió por
sui­ci­dio o en otras circunstancias.

Mal­colm Harsch, de 38 años, fue encon­tra­do col­ga­do de un árbol
cer­ca de un cam­pa­men­to para indi­gen­tes en Vic­tor­vi­lle. El comi­sa­rio del
con­da­do de San Ber­nar­dino había cata­lo­ga­do la muer­te como un suicidio,
pero los fami­lia­res de Harsch tam­bién pusie­ron en duda esa hipótesis.
“Hay muchas mane­ras de morir, pero tenien­do en cuen­ta la ten­sión racial
actual, un hom­bre negro que se cuel­ga de un árbol defi­ni­ti­va­men­te no nos
enca­ja muy bien en este momen­to. Que­re­mos jus­ti­cia, no cómodas
excusas”dijo un ser que­ri­do de Harsch en un comu­ni­ca­do en el que
exi­gía “jus­ti­cia”. “La expli­ca­ción del sui­ci­dio no pare­ce plausible”
con­clu­ye el comunicado.

Tras las gue­rras de sece­sión, entre 1890 y la déca­da de 1920, supre­ma­cis­tas blan­cos lle­va­ron a cabo una suce­sión de lin­cha­mien­tos racis­tas en el sur del país. Las vic­ti­mas eran col­ga­das de los arbo­les.
Uno de los moti­vos de lin­cha­mien­to, sobre todo en el sur, fue la
apli­ca­ción de con­ven­cio­na­lis­mos socia­les por los par­ti­dos blancos
domi­nan­tes, que cas­ti­ga­ban lo que con­si­de­ra­ban vio­la­cio­nes de las
cos­tum­bres, des­pués ins­ti­tu­cio­na­li­za­das como leyes de Jim Crow, que
orde­na­ban la segre­ga­ción racial entre negros y blan­cos, y la asignación
de un esta­tus de segun­da cla­se a los negros.

En el Vie­jo Oes­te con fre­cuen­cia se per­pe­tra­ban lin­cha­mien­tos con­tra acu­sa­dos bajo cus­to­dia poli­cial. Los lin­cha­mien­tos no ser­vían para sus­ti­tuir un sis­te­ma legal inexis­ten­te, sino que más bien cons­ti­tuían un sis­te­ma alter­na­ti­vo domi­na­do por una cla­se social o un gru­po racial con­cre­tos. El his­to­ria­dor Michael J. Pfei­fer escri­bió al res­pec­to: “Con­tra­ria­men­te a la creen­cia popu­lar, los pri­me­ros lin­cha­mien­tos terri­to­ria­les no sur­gie­ron de la ausen­cia o dis­tan­cia de las auto­ri­da­des lega­les, sino más bien de la ines­ta­bi­li­dad social de las comu­ni­da­des pri­mi­ti­vas y de sus dispu­tas sobre la pro­pie­dad, el esta­tus y la defi­ni­ción del orden social”.

Los lin­cha­mien­tos con esa moda­li­dad fue­ron retra­ta­dos pro gran can­ti­dad de artis­tas. La can­ción “Stran­ge Fruit” (fru­to extra­ño), com­pues­ta y escri­ta por Abel Meeropol,interpretada pri­me­ro por Billie Holy­day, y lue­go por Nina Simo­ne entre otras, fue una de las obras de arte que pre­di­có con más fuer­za en con­tra de los lin­cha­mien­tos en los esta­dos del sur de los Esta­dos Uni­dos y uno de los pri­me­ros lemas del movi­mien­to por los dere­chos civi­les esta­dou­ni­den­ses. La expre­sión Stran­ge Fruit se esta­ble­ció como sím­bo­lo de los linchamientos.


Pro­tes­tas con­tra la dis­cri­mi­na­ción: la poli­cía ase­si­nó al hijo de una pare­ja de argen­ti­nos en California

Sean junto a sus padres argentinos
Sean jun­to a sus padres argentinos 

16 junio 2020 

Otro ase­si­na­to en manos de un poli­cía en Esta­dos Uni­dos cau­sa la indig­na­ción de los ciu­da­da­nos. El lunes de la sema­na pasa­da, duran­te una de las mani­fes­ta­cio­nes por el cri­men de Geor­ge Floyd , un uni­for­ma­do mató a un joven de 22 años, Sean Mon­te­rro­sa, hijo de un matri­mo­nio de argentinos. 

Este hecho ocu­rrió en Valle­jo, en el esta­do de Cali­for­nia, y según expli­có el jefe de la poli­cía de esa juris­dic­ción, el agen­te pen­só que el hom­bre por­ta­ba un arma, cuan­do en reali­dad tenía un mar­ti­llo en la cin­tu­ra. Este cri­men se da en medio de la olea­da glo­bal de pro­tes­tas con­tra el racis­mo y la vio­len­cia poli­cial cau­sa­da por la muer­te de Floyd el 25 de mayo en Mineá­po­lis.

Según indi­can los medios de la zona, el lunes 8, antes de
las 12 de la noche, Mon­te­rro­sa se encon­tra­ba en medio del saqueo de una
far­ma­cia en momen­tos en que muchos se mani­fes­ta­ban por el ase­si­na­to de
Floyd en Valle­jo. El jefe de poli­cía, Shawny Williams, argu­men­tó que sus
ofi­cia­les dije­ron que el mucha­cho pare­cía ir corrien­do hacia un
vehícu­lo para esca­par. No obs­tan­te se detu­vo, se arro­di­lló y puso sus
manos en la cin­tu­ra. Fue enton­ces cuan­do un poli­cía supu­so que Sean
tenía un arma en la cin­tu­ra y le dis­pa­ró des­de su pro­pio vehículo.

La her­ma­na mayor de Sean, Miche­lle Mote­rro­sa, habló con
la cade­na de tele­vi­sión local ABC 7: «Llo­ré. Llo­ré por­que nadie se lo
mere­ce. Se esta­ba rin­dien­do. Ape­nas levan­ta­ba sus manos y a mitad de
camino le dis­pa­ra­ron. Lo eje­cu­ta­ron. No había razón para que mata­ran a
mi her­mano así».

La joven tam­bién recor­dó que su her­mano le había enviado
un link a una peti­ción que exi­gía jus­ti­cia para Geor­ge Floyd. Familiares
y ami­gos del joven piden des­de la sema­na pasa­da Jus­ti­cia des­de las
redes socia­les y denun­cian «abu­so de poder» por par­te de la policía
local.

Según otra de sus her­ma­nas, Sean tra­ba­ja­ba como
car­pin­te­ro y si bien fue arres­ta­do en algu­nas oca­sio­nes, su familia
afir­ma que fue por su apa­rien­cia. «Debi­do a su aspec­to ha sido
este­reo­ti­pa­do. Tie­ne tatua­jes, se vis­te de cier­ta mane­ra, siempre
inten­tan dete­ner­lo», expli­có Ash­ley, al medio 

Chro­ni­cle

.

Los padres de Sean son argen­ti­nos y viven en Estados
Uni­dos hace más de 20 años. Su padre, Nef­ta­li, tra­ba­ja­ba como ciru­jano y
lue­go se mudó para tra­ba­jar en Anchor Oys­ter Bar. Su madre es de Caleta
Oli­via, San­ta Cruz, según se infor­mó en C5N.

Pedi­do de inves­ti­ga­ción a la poli­cía de Vallejo 

El momento en el que el jefe de la policía de Vallejo daba la noticia del tiroteo
El momen­to en el que el jefe de la poli­cía de Valle­jo daba la noti­cia del tiro­teo Cré­di­to: The Chronicle

El Depar­ta­men­to de Poli­cía de Valle­jo espe­ró casi dos
días des­pués de la muer­te de Mon­te­rro­sa para con­fir­mar públi­ca­men­te que
un ofi­cial había mata­do a alguien. El depar­ta­men­to emi­tió un comunicado
de pren­sa a las 4 de la maña­na de ese mar­tes y decla­ró que había habido
un «tiro­teo con agen­tes invo­lu­cra­dos», sin dar más datos.

Según el medio local Times Herald

, cuan­do se le pre­gun­tó al jefe de poli­cía por qué le tomó tan­to tiempo
con­fir­mar la muer­te de Mon­te­rro­sa y por qué el comu­ni­ca­do de prensa
ini­cial no men­cio­nó que alguien había muer­to, afir­mó: «Cuan­do saca­mos la
infor­ma­ción (Mon­te­rro­sa) no fue decla­ra­do muerto».

Pero un infor­me de ABC7 afir­ma que la hora ofi­cial de la
muer­te de Mon­te­rro­sa fue a la 1:31 de la maña­na, apro­xi­ma­da­men­te una
hora des­pués de que le dispararon.

Los fun­cio­na­rios de Valle­jo pidie­ron inves­ti­gar el
tiro­teo y algu­nos cri­ti­ca­ron que Williams haya con­vo­ca­do a una
con­fe­ren­cia de pren­sa el mar­tes para con­de­nar el saqueo gene­ra­li­za­do que
se había lle­va­do a cabo en toda la ciu­dad duran­te las últi­mas 12 horas y
que 

no haya habla­do de la muer­te del joven.

«Inde­pen­dien­te­men­te de las cir­cuns­tan­cias, es
abso­lu­ta­men­te inacep­ta­ble que el públi­co se haya vis­to obli­ga­do a
espe­rar más de 24 horas para cono­cer las con­di­cio­nes de los involucrados
en el tiro­teo», dijo el asam­bleís­ta Tim Gray­son, cuyo dis­tri­to incluye
Valle­jo, en un comu­ni­ca­do de pren­sa la sema­na pasada.

Times Herald indi­ca que este hecho coin­ci­de en momentos
en los que la Fis­ca­lía Gene­ral de Cali­for­nia se pre­pa­ra­ba para revisar
las prác­ti­cas y pro­ce­di­mien­tos del Depar­ta­men­to de Poli­cía de Vallejo,
inclui­das las polí­ti­cas de uso de la fuerza.

Itu­rria /​Fuen­te

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