Cuba. Argen­ti­nos piden Nobel de la Paz para Bri­ga­da Médi­ca Cubana

Por Ser­gio Ortiz, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 21 mayo 2020

EN VARIOS PAÍSES HAY INICIATIVAS SIMILARES PARA LA «HENRY REEVE»

En Fran­cia, Bél­gi­ca, Irlan­da y EEUU están jun­tan­do fir­mas para pedir el Nobel de la Paz para la Bri­ga­da Médi­ca Cuba­na «Henry Reeve». Tam­bién jun­tan en Argentina.

Son varias orga­ni­za­cio­nes socia­les, de soli­da­ri­dad con Cuba, de defen­sa de los dere­chos huma­nos, per­so­na­li­da­des cien­tí­fi­cas y polí­ti­cas, con una coin­ci­den­cia que las con­vo­ca: pre­miar la labor de los médi­cos y médi­cas cuba­nas de la Bri­ga­da «Henry Reeve». Ésta tie­ne en su currí­cu­la un impre­sio­nan­te apor­te a los pue­blos del mun­do que sufren epi­de­mias y gra­ves pro­ble­mas de salud. Hoy, cohe­ren­te con esa tra­yec­to­ria, está en 24 paí­ses dan­do una mano pro­fe­sio­nal y huma­na con­tra la pan­de­mia del Covid-19. Se los ve en Ita­lia, Jamai­ca, Beli­ce, Méxi­co, Vene­zue­la, Anti­gua y Bar­bu­da, Ando­rra, Sudá­fri­ca y otras nacio­nes.
En su cuen­ta de Twit­ter el can­ci­ller cubano, Bruno Rodrí­guez Parri­lla, pun­tua­li­zó que «2.300 espe­cia­lis­tas de la isla, en 26 bri­ga­das Henry Reeve, via­ja­ron a 24 paí­ses a luchar con­tra la nue­va enfer­me­dad».
Ade­más de esos pro­fe­sio­na­les, hay que sumar otros 28 mil pro­fe­sio­na­les de la salud que ya esta­ban en 59 nacio­nes antes de la pan­de­mia. Éstos tam­bién se unie­ron a los esfuer­zos en cada región con­tra el coro­na­vi­rus. Y cuan­do esta gra­ví­si­ma emer­gen­cia decli­ne y oja­lá ter­mi­ne, varios de esos gale­nos segui­rán en sus pues­tos por más tiem­po, «apa­gan­do las ceni­zas del incen­dio» y lis­tos para enca­rar otras tareas. Don­de apa­re­ce una enfer­me­dad, llá­me­se cóle­ra o Ébo­la, o haya terre­mo­tos, hura­ca­nes cla­se 5, gra­ves inun­da­cio­nes y otras tem­pes­ta­des don­de el hom­bre (en rigor el capi­ta­lis­mo) no res­pe­tó a la natu­ra­le­za y ésta reac­cio­nó enfu­re­ci­da, allí esta­rán estos médi­cos. El acen­to cari­be­ño y el «oye chi­co» se escu­cha­rá en las mon­ta­ñas de Cache­mi­ra, en sel­vas asiá­ti­cas, luga­res inhós­pi­tos de Áfri­ca y las ele­gan­tes Ando­rra y Lom­bar­día. Si les piden, gus­to­sos ven­drán a Bue­nos Aires. 

¿Por qué «Henry Reeve»?
Aun­que los cuba­nos no son nada buro­crá­ti­cos, el nom­bre ins­ti­tu­cio­nal es «Con­tin­gen­te Inter­na­cio­nal de Médi­cos Espe­cia­li­za­dos en Situa­cio­nes de Desas­tres y Gra­ves Epi­de­mias Henry Reeve». Como es lar­go, popu­lar­men­te se la cono­ce como «Bri­ga­da Médi­ca Cuba­na Henry Reeve».
La inte­gran 7.400 tra­ba­ja­do­res de la salud que des­de su crea­ción en 2005 han actua­do en 21 paí­ses don­de hubo desas­tres natu­ra­les y gra­ves enfer­me­da­des.
Antes de su actual inter­ven­ción con­tra el Covid-19 lo más comen­ta­do había sido la par­ti­ci­pa­ción de 400 médi­cos y enfer­me­ros de ambos sexos en Áfri­ca occi­den­tal, don­de fue­ron a pelear al Ébo­la. Muy pocos paí­ses se atre­vie­ron, por no decir nin­guno. Cuba lo hizo, sin pedir nada a cam­bio, arries­gan­do la salud de sus médi­cos, algu­nos de los cua­les se enfer­ma­ron gra­ve­men­te, como Félix Sarría Báez. Se con­ta­gió en 2014 en Sie­rra Leo­na, pero un mes des­pués, cura­do, regre­só a luchar con­tra el Ébo­la.
Esa valen­tía les vie­ne de la cuna fide­lis­ta y mar­tia­na, pero tam­bién del joven esta­dou­ni­den­se que dio nom­bre a la bri­ga­da sani­ta­ria, Henry Reeve. Era un nor­te­ame­ri­cano naci­do en 1850, con sen­ti­mien­tos anti­es­cla­vis­tas y que por eso mis­mo se había enro­la­do en las filas del Nor­te con­tra el Sur. A los 19 años se embar­có rum­bo a Cuba para par­ti­ci­par en la gue­rra de los diez años (1868−1978) con­tra el colo­nia­lis­mo espa­ñol.
Reeve fue ganan­do cada ascen­so mili­tar al des­ta­car­se en las 400 bata­llas don­de estu­vo. De Sar­gen­to de segun­da en 1869 lle­gó a ser Gene­ral de Bri­ga­da en 1873, pasan­do por los gra­dos inter­me­dios de Tenien­te, Capi­tán, Comandante,Teniente Coro­nel y Coro­nel. Fue heri­do en diez bata­llas, inclu­so sobre­vi­vió a un pelo­tón de fusi­la­mien­to de los espa­ño­les, y cuan­do murió, en 1876, tenía una pier­na más cor­ta que la otra y con un enta­bli­lla­do metá­li­co.
Debe ser que los médi­cos cuba­nos de la bri­ga­da han here­da­do de ese joven esta­dou­ni­den­se su cora­je impre­sio­nan­te. Y tie­nen el mis­mo sen­ti­mien­to inter­na­cio­na­lis­ta del «ingle­si­to» que vino a pelear jun­to a Igna­cio Agra­mon­te y Máxi­mo Gómez en esa pri­me­ra revo­lu­ción cuba­na, que no lle­gó a la vic­to­ria.
En la últi­ma sema­na de agos­to de 2005 el hura­cán Katri­na pro­vo­có enor­mes inun­da­cio­nes en Nue­va Orleáns, con 1.833 muer­tos y pér­di­das millo­na­rias. Cua­tro días des­pués, Fidel Cas­tro ofre­ció al gobierno de EEUU el envío de 1.500 médi­cos de la «Bri­ga­da Henry Reeve» para ayu­dar en esa emer­gen­cia. Geor­ge W. Bush no le con­tes­tó siquie­ra ese ofre­ci­mien­to. Dos sema­nas más tar­de, en la gra­dua­ción de los médi­cos de ese año, Fidel for­ma­li­zó la crea­ción de esa bri­ga­da que se ocu­pa­ría de gra­ves emer­gen­cias den­tro del país y el extran­je­ro, o sea en la Patria y la Huma­ni­dad, uni­fi­ca­dos en el con­cep­to de José Mar­tí.
Para Bush habría sido muy difí­cil dar­le la bien­ve­ni­da a una bri­ga­da soli­da­ria de Cuba, blo­quea­da y agre­di­da por el impe­rio. Y que enci­ma lle­va­ra el nom­bre de un esta­dou­ni­den­se de Brooklyn que se hizo pró­cer cubano en las bata­llas de Camagüey. 

Argen­ti­na tam­bién.
En EEUU están reu­nien­do fir­mas para el Nobel des­de el Comi­té Inter­na­cio­nal Paz, Jus­ti­cia y Dig­ni­dad para los Pue­blos, y la orga­ni­za­ción femi­nis­ta Code Pink. En Euro­pa son más de 25 orga­ni­za­cio­nes: Cuba Lin­da y Fran­cia Cuba, la Unión Depar­ta­men­tal de la CGT de Fran­cia, el Comi­té de Tou­lou­se Fran­cia-Cuba, Eus­ka­di-Cuba, Cubainformación.TV, la Asso­cia­zio­ne Umbra di Soli­da­rie­tà Inter­na­zio­na­lis­ta, el Gru­po de Apo­yo a Cuba (Irlan­da) y la Aso­cia­ción Valen­cia­na de Amis­tad con Cuba José Mar­tí (Espa­ña).
Soli­ci­tan que la Aca­de­mia Nobel de Sue­cia-Norue­ga otor­gue el Nobel de la Paz a la Henry Reeve, pues cum­ple el méri­to «a la per­so­na que haya tra­ba­ja­do más o mejor en favor de la fra­ter­ni­dad entre las nacio­nes, la abo­li­ción o reduc­ción de los ejér­ci­tos alza­dos y la cele­bra­ción y pro­mo­ción de acuer­dos de paz», según el tes­ta­men­to de Alfred Nobel.
En Argen­ti­na colec­ta fir­mas una Comi­sión Amplia en su mail (nobeldelapazabrigadahenryreeve@​gmail.​com). La inte­gran Hugo Mola­res, juez; la Agru­pa­ción Argen­ti­na de Gra­dua­dos en Cuba, AAGra­CU­BA, de pro­fe­sio­na­les de la salud, depor­tes, abo­ga­cía, eco­no­mía, perio­dis­mo, psi­co­lo­gía y artes; la pre­si­den­ta de la fun­da­ción «Un Mun­do Mejor es Posi­ble», Clau­dia Cam­ba; Oscar Verón, del Espa­cio Nave­gan­do con el Che (en 2008 lle­vó el monu­men­to del Che des­de Bue­nos Aires a Rosa­rio); Lucía Coro­nel, exdi­rec­to­ra de la Clí­ni­ca Oftal­mo­ló­gi­ca Dr Ernes­to Che Gue­va­ra y otros egre­sa­dos de la ELAM (Escue­la Lati­no­ame­ri­ca­na de Medi­ci­na); Gerar­do Gran­da, de Casa de la Amis­tad Argen­ti­na Cuba­na de San Mar­tin de los Andes; Víc­tor Hugo «Beto» Díaz, Direc­tor de Inves­ti­ga­ción y Memo­ria de la Sub­se­cre­ta­ría DD HH de Bue­nos Aires; Car­los Azna­rez, direc­tor de Resu­men Lati­no­ame­ri­cano; María Torre­llas, docu­men­ta­lis­ta; Car­los Orzao­coa, Abo­ga­do de DD HH; Iri­na San­tes­te­ban, de Mil por Cuba, agru­pa­ción que en 2010 reu­nió 5.557 fir­mas de 62 paí­ses pidien­do el Nobel para Fidel Cas­tro, etcé­te­ra.
Aho­ra vuel­ven a la car­ga. Como el jine­te Henry Reeve. Como la Bri­ga­da Médi­ca del Ejér­ci­to de Batas Blancas. 

Itu­rria /​Fuen­te

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