Argen­ti­na. El mejor home­na­je a Martha Fer­nán­dez, es recor­dar­la como una lucha­do­ra revo­lu­cio­na­ria ejem­plar (Escri­ben Car­los Azná­rez y Mar­ce­la Santucho)

Por Car­los Azná­rez, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 17 mayo 2020.-

En estos tiem­pos de pesadilla,
con­fi­na­mien­tos y dolo­res com­par­ti­dos, se nos fue Martha Fer­nán­dez, com­pa­ñe­ra de
muchas luchas jus­tas a lo lar­go de su vida. Con ella y su com­pa­ñe­ro, el también
inol­vi­da­ble Qui­to Bur­gos, nos cono­ci­mos a prin­ci­pios de los 70, mili­tan­do en el
pero­nis­mo revo­lu­cio­na­rio con fuer­te influen­cia mar­xis­ta. Martha y Qui­to con el
correr de los años fue­ron un solo puño gol­pean­do al capi­ta­lis­mo y al
impe­ria­lis­mo. Don­de había que poner el cuer­po en el aba­jo ‑jamás en el arriba
buro­crá­ti­co y bur­gués- ellos esta­ban, demos­tran­do siem­pre un gran compromiso
con las luchas inter­na­cio­na­lis­tas, como la de Cuba o la de Vietnam.

Pasa­ron por la com­ba­ti­va CGT de los
Argen­ti­nos y tam­bién por las Fuer­zas Arma­das Pero­nis­tas, vivie­ron una eta­pa de
su vida en Cuba y vol­vie­ron a ser par­te de otra vic­to­ria popu­lar en los
pri­me­ros años de la Nica­ra­gua San­di­nis­ta. Lue­go, con otros revolucionarios
colo­ca­ron los pri­me­ros ladri­llos del Movi­mien­to Todo
por la Patria
(MTP) has­ta ese trá­gi­co final en el que los
mili­ta­res geno­ci­das ase­si­na­ron a varios enor­mes com­ba­tien­tes en la toma del
Cuar­tel de La Tabla­da. Allí Qui­to, cayó en com­ba­te y uno de sus hijos con
Martha fue dete­ni­do por varios años.

Todos esos gol­pes no ami­la­na­ron nun­ca a Martha y cada vez que se pro­du­cía un duro tras­pié se cre­cía con más fuer­za. Nun­ca dejó de mili­tar, nun­ca con­ce­dió ni un ápi­ce a los can­tos de sire­na del refor­mis­mo y el posi­bi­lis­mo. Siem­pre, has­ta sus últi­mas horas, siguió pen­san­do que la Revo­lu­ción era el úni­co camino libe­ra­dor. Por eso amó tan­to a Cuba y su gen­te, por eso hoy que nos toca des­pe­dir­la, nos da orgu­llo haber­la cono­ci­do y tran­si­ta­do algu­nas de sus eta­pas. Su ejem­plo va a per­du­rar, sin duda, por­que aun­que nues­tros enemi­gos lo inten­ten, no podrán apa­gar el fue­go que gen­te como ella, como Qui­to Bur­gos y otros miles encen­die­ron para siem­pre. Has­ta la Vic­to­ria Siem­pre, Martha. Venceremos.


Una entre­vis­ta fun­da­men­tal sobre la his­to­ria de lucha de Martha Fernández

Por Mar­ce­la Santucho

En home­na­je a Martha, repro­du­ci­mos esta entre­vis­ta que le
rea­li­za­ra tiem­po atrás otra com­pa­ñe­ra excep­cio­nal, Mar­ce­la Santucho.

-Con­ta­me de vos y tu com­pa­ñe­ro, ¿cómo empezaron?

-Bueno, yo esta­ba mili­tan­do en el
Socia­lis­mo de Van­guar­dia que era una orga­ni­za­ción de izquier­da que tenía
con­tac­to con la resis­ten­cia pero­nis­ta. Ya me había reci­bi­do de abo­ga­da y me
dije­ron mis com­pa­ñe­ros: «andá a ver a Bur­gos, que es pero­nis­ta pero
real­men­te es mar­xis­ta, estu­dia mucho». Enton­ces fui (a la cár­cel de
Case­ros) y vi que era muy avan­za­do ideo­ló­gi­ca­men­te, muy estu­dio­so y que había
sufri­do mucho con la dere­cha pero­nis­ta. Cuan­do estu­vo (pre­so) en (la cár­cel de)
Raw­son, la dere­cha pero­nis­ta entra­ba y le rom­pían los libros…Lo cono­cí un 27 de
agos­to, empe­cé a visi­tar­lo y se pro­du­ce la cri­sis de los misi­les en Cuba en el
62 y me dice ; «-vos lle­va­rías un comu­ni­ca­do nues­tro salu­dan­do a Cuba y la
lucha de los cuba­nos»? Y le dije si cla­ro! Lo lle­vé. Lue­go vol­ví a la
cár­cel cuan­do salió (Jor­ge) Di Pas­cua­le que me dijo; «se lle­va­ron a los
mucha­chos tras­la­da­dos por el famo­so comu­ni­ca­do», que habían fir­ma­do Quito
y dos más pero habían pues­to «pre­sos polí­ti­cos de Case­ros». Logré hablar
con el direc­tor de la cár­cel y entré; me dijo “nos lle­van al Cha­co”, vi cuando
se iban . Fui­mos a Coron­da a ver a los com­pa­ñe­ros. Cuan­do fui­mos al Cha­co y fue
cuan­do Qui­to me pidió que me case con él y le dije que sí!. Nos casa­mos un 27
de diciem­bre. Nadie daba un man­go por el casa­mien­to pero lo que pasa es que fue
un matri­mo­nio com­ba­tien­te, lo nues­tro fue mili­tar jun­tos, pelear jun­tos, luchar
juntos.

Par­ti­ci­pa­mos en todas las luchas
impor­tan­tes de los 70, entra­mos a las FAP (Fuer­zas Arma­das Pero­nis­tas) que eran
las menos pero­nis­tas de las orga­ni­za­cio­nes, tenía­mos toda la for­ma­ción del
com­pa­ñe­ro Ray­mun­do Villa­flor. Tenía­mos mucha rela­ción con el PRT, más que con
Mon­to­ne­ros, por­que noso­tros éra­mos pero­nis­tas, pero éra­mos Mar­xis­tas. Éramos
pero­nis­tas por­que el pero­nis­mo era la inser­ción polí­ti­ca de las masas y siempre
lucha­mos por dar esa ideología.

Noso­tros fui­mos muy per­se­gui­dos por la
AAA que mata­ron mon­to­nes de com­pa­ñe­ros, pri­me­ro a Rodol­fo Orte­ga Peña, a julio
Tro­xer, que había esta­do en el levan­ta­mien­to del 9 de junio, era uno de los
sobre­vi­vien­tes de la masa­cre de José león Sua­rez. En un momen­to nos lla­mó un
com­pa­ñe­ro que tenía relac­ción con la super­es­truc­tu­ra, me fue­ron a bus­car al
estu­dio y Tito, el por­te­ro, me dice en la calle “Doc­to­ra no vaya que esto es
una rato­ne­ra”. A Qui­to ya lo habían ido a bus­car al domi­ci­lio que tenia, y
bueno, sali­mos del país a fines del 74, tra­ta­mos de vol­ver y cuan­do está­ba­mos a
mitad de camino nos dicen «no vuel­van por­que vie­ne el golpe».

-MS : ¿y cuán­do volvieron?

-MF : Estu­vi­mos en Méxi­co don­de nos
sor­pren­dió el gol­pe y toma­mos con­tac­to con Cuba y vol­vi­mos a Cuba haciendo
miles de cosas des­de entre­na­mien­to a estu­dio de mate­ria­les, infor­ma­ción y
vol­vi­mos antes de que se fue­ran los mili­cos, entra­mos por Bra­sil y me acuerdo
que mi com­pa­ñe­ro me dijo “Nun­ca más me voy del país, me van a sacar muer­to”. Yo
pien­so que el que­ría eso; morir com­ba­tien­do, pero con el cam­bio de la
geo­po­lí­ti­ca, se cayó el cam­po socia­lis­ta y nos fue mal con la pér­di­da de los
mejo­res cua­dros, por suer­te que­dó el Pela­do (Enri­que Gorria­rán, de la dirección
del PRT-ERP). Enton­ces pedí mi incor­po­ra­ción al PRT, por­que no podía vivir sin
orga­ni­za­ción. Así que viví todas las polé­mi­cas del Par­ti­do; la tendencia
leni­nis­ta… toda la his­to­ria, siem­pre cer­ca del Pelado.

Des­pués de La tabla­da yo a Qui­to lo
bus­qué años por­que lo daban como vivo, tuvo cap­tu­ra de inter­pol has­ta que lo
iden­ti­fi­ca­ron. Yo tenía más pro­ble­mas para mover­me con mi pasa­por­te, así que me
movía con pasa­por­te tru­cho sin pro­ble­ma y los que me ayu­da­ron fue­ron los
com­pa­ñe­ros boli­via­nos que me hicie­ron los pape­les, eso no lo digo pero a vos te
lo pue­do con­tar, tuve toda la soli­da­ri­dad de los com­pa­ñe­ros y soy boliviana
tam­bién y de cora­zón por­que tuve tan­ta soli­da­ri­dad en Bolivia!

-MS; pero vos ¿esta­bas acá antes del gol­pe del 76?

-MF : No, soy exi­lia­da de Isa­bel y la
AAA.

-MS; Esta­bas en las FAP, pero cono­cías muchos del PRT.

-MF: Sí, por­que de los que yo fui
abo­ga­da, el 70 % eran del PRT y ten­go muchos ami­gos per­so­na­les míos como los
Llo­rens, el Pecho, de cuan­do me fui a vivir a Córdoba.

-MS: Y ¿a mis padres conociste?

-No, él no era abo­ga­do, era periodista,
sabes que perio­dis­tas y abo­ga­dos son las pro­fe­sio­nes que más desaparecidos
tene­mos; 105 perio­dis­tas des­apa­re­ci­dos y 107 abo­ga­dos. Para entrar a Raw­son que
lle­vá­ba­mos men­sa­jes de todo el mun­do, afue­ra había un retén del ejér­ci­to, otro
de gen­dar­me­ría y aden­tro otro del ser­vi­cio peni­ten­cia­rio; íba­mos a la cárcel
con Car­los Vane­la, un abo­ga­do de Cor­do­ba, y con Susa­na (que murió) que cuan­do entrábamos
a la visi­ta, Car­los ponía su por­ta­fo­lio con mucha fir­me­za y le decía al botón
del ser­vi­cio peni­ten­cia­rio; «ud. no pue­de revi­sar el por­ta­fo­lio por­que es
pro­lon­ga­ción de mi estu­dio» y no se lo revi­sa­ban! Lle­vá­ba­mos muchos
cara­me­los entrá­ba­mos a las 8:00 de la maña­na y salía­mos como a las 8 de la
noche de Raw­son. La visi­ta de Raw­son era terri­ble por­que había una reja acá,
una pla­ta­for­ma como de dos metros y otra reja del otro lado don­de esta­ban los
pre­sos, así que había un kilom­bo por­que tenía­mos que hablar a los gri­tos y así
no nos podían gra­bar ni escu­char todo.

Una vez, con un com­pa­ñe­ro, tiró un
cara­me­lo que cae en medio de la pla­ta­for­ma, le digo «estas loco ¿aho­ra què
hace­mos?» y empe­za­mos a fumar todos y a tirar los puchos ahí, entonces
vino un barren­de­ro y el plan de fuga (en un cara­me­lo) había que­da­do en el
medio.

MS : ¿còmo
eran los cara­me­los exactamente?

-MF : Eran como ciga­rri­llos fini­tos con
men­sa­jes escri­tos con letra micros­có­pi­ca que le ponían cin­ta, y que­da­ban como
cara­me­li­tos y noso­tros los abo­ga­dos los entre­gá­ba­mos a quie­nes ellos nos
decían.

MS :
¿Cono­cis­te a mi tía Manue­la que era abogada?

-MF : Cómo no! Sí, a la neni­ta la
cono­cí, era un encanto.

-MS : Ella defen­día a mi madre pri­me­ro, lue­go a mi padre, ¿don­de
la vis­te, en las cár­ce­les supongo.

MF: no por­que la mayo­ría de abo­ga­dos no
que­rían defen­der a los mili­tan­tes polí­ti­cos, enton­ces noso­tros arma­mos una
aso­cia­ción de abo­ga­dos defen­so­res de pre­sos gue­rri­lle­ros y ahí la cono­cí a la
Neni­ta. Dejè de ver a su com­pa­ñe­ro, el ama­ri­llo, cuan­do noso­tros plan­tea­mos que
el movi­mien­to esta­ba bár­ba­ro pero que nece­si­tá­ba­mos la van­guar­dia que debía
estar delan­te y ellos esta­ban en con­tra. Fue en la mesa nacio­nal de 1987, y
unos com­pa­ñe­ros se sepa­ra­ron entre ellos, estoy escri­bien­do aho­ra sobre eso.

MS: Que bueno! ¿sobre esto?

-MF: Sobre todo, arran­co con una breve
intro­duc­ción sobre quien es Qui­to y quien soy yo . Des­pués cuen­to de la lucha
en que par­ti­ci­pa­mos, me cues­ta mucho y me cues­ta anímicamente.

Éra­mos una pare­ja muy sim­bió­ti­ca y después
de 30 años, toda­vía sigo con el gol­pa­zo, no lo pue­do digerir.

-MS: ¿La muer­te de tu com­pa­ñe­ro? Pero si decís que el quería…

-MF: Si, si, yo lo entien­do, pero todo
lo hacía­mos jun­tos aun­que pasa­ron 30 años de su caí­da en com­ba­te, a veces leo
algo e incons­cien­te­men­te digo “lo ten­go que hablar con Qui­to”, estu­vi­mos juntos
26 años. A veces veo pare­jas de vie­jos que van de la mano y pien­so qué lindo
sería que hubié­se­mos podi­do enve­je­cer jun­tos. Una vez nos cita­mos en el zoo por
la jau­la de los ele­fan­tes y le dije “ pen­sar que van a vivir 200 años” y èl me
dijo; “ sì, por­que no están meti­dos en lo que anda­mos nosotros.”

Sì pue­do decir que no me arre­pien­to de
nada, sigo cre­yen­do en lo mis­mo que creì, pero no se die­ron las con­di­cio­nes y
sigo pen­san­do que lle­ga­rá, aun­que yo no lo vea. Lo que pasa es que fal­tan las
con­di­cio­nes sub­je­ti­vas. Pero ten­go la espe­ran­za de un futu­ro posi­ti­vo, la no
polí­ti­ca no ayuda.

-MS: los jóve­nes de hoy saben de his­to­ria poco y nada, porque
tam­po­co les expli­can, la edu­ca­ción acá es malí­si­ma, hay pro­fe­so­res que no
quie­ren hablar. Me con­ta­ron alum­nos que les pre­gun­tan a los docen­tes por los
años 70 y les con­tes­tan; “si hay tiem­po” habla­mos, y lue­go al final del curso
no lo hay…

MF : Vos sabes que me lla­ma­ron a una
char­la en un local de Pero­nis­mo Revo­lu­cio­na­rio que se lla­ma­ba “Negros de
mier­da”, no me olvi­do nun­ca, chi­cos que hacían el CBC para la uni­ver­si­dad y me
pre­gun­tan si quie­ro dar cla­se de mar­xis­mo, y hubo chi­cos sen­ta­dos en el suelo.
Les hablé sobre Marx, Engels, Lenin y des­pués estu­dia­mos «El
Capi­tal». Otros pibes me pre­gun­ta­ron si que­ría ir a dar char­las en Monte
Gran­de. Ten­go espe­ran­za en los jóve­nes, es men­ti­ra que son ton­tos, que no
entien­den, noso­tros éra­mos jóve­nes cuan­do militamos.Quito escri­bió en “La Opinión”,
en «El Cro­nis­ta Comer­cial», cuan­do se con­vir­tió en un dia­rio de
izquier­da. En Méxi­co en el dia­rio “El Día”, don­de hacia la pági­na internacional
y en Cuba tra­ba­jó todo el tiem­po en radio Haba­na Cuba.

MS : ¿Y tam­bién escri­bió un libro ahí verdad?

MF : Si, de «Estre­lla Roja»,
todo, si me que­da uno te lo man­do. Noso­tros des­pués arma­mos la revis­ta del
Cen­tro de Estu­dios y For­ma­ción Sin­di­cal don­de esta­ba «el Amarillo»,
el Zoi­lo, Pichi­ni­ni, y des­pués la revis­ta (Entre Todos) y el Movi­mien­to porque
ya venía­mos con el pro­yec­to. Por­que des­pués de la derro­ta de Mal­vi­nas, el
Pela­do, el Capi­tán San­tia­go y todos esos com­pa­ñe­ros, pen­sa­ron que había que
vol­ver a ins­ta­lar­se en el mon­te, for­mar una radio. Des­pués de la derro­ta de
Mal­vi­nas, el aná­li­sis fue que se venía un perio­do elec­to­ral y vini­mos con todos
esos pro­yec­tos, con la revis­ta, y a mili­tar en el movi­mien­to (MTP)

MS: En que año fue (el ata­que al cuar­tel) La Tablada?

MF: En el 89

MF : Si, como 6 años, la revis­ta la
saca­mos en el 84, des­pués vino el alza­mien­to cara­pin­ta­da.
empe­za­mos a tra­ba­jar en esa direc­ción, en Inte­li­gen­cia, des­lo­ca­li­za­mos el
secre­ta­ria­do, nos fui­mos a Cór­do­ba. Cuan­do el pri­mer alza­mien­to, el del 87,
está­ba­mos en una reu­nión de comi­sión polí­ti­ca en Cór­do­ba, y los com­pa­ñe­ros que
esta­ban en Bue­nos Aires que des­pués salie­ron con el car­tel “al gol­pe los
para­mos entre todos”

MS
: Habían muchos cros del PRT en el MTP?

MF: Si cla­ro, y los que estu­vie­ron en
Euro­pa se suma­ron: Pablo Vei­le y la
com­pa­ñe­ra, Joa­quin, José Morei­ra, Mar­tin es Rober­to que cayo en La Tablada

MS
: ¿Muchos vinie­ron de Nica­ra­gua para Bue­nos Aires?

MF : Cla­ro por ejem­plo, joa­quin (Pablo
Vie­ria, el gor­do Sán­chez, el Che­pe Men­do­za que era Capi­tán del ejercito
Nica­ra­güen­se y cayó en La Tabla­da también

MS
: Ah Che­pe era Nica­ra­guen­se? No sabia!

MF : Per­di­mos 31 cua­dros, por eso, no
es fácil remon­tar eso

MS
: ¿Y como la pasas­te después?

MF : Me fui a Boli­via, por­que me
dije­ron que era un blan­co móvil. Mi hijo esta­ba pre­so, cayó por­que esta­ba en el
gru­po de afue­ra y le dije que levan­ten que sal­gan de ahí. Él fue a decir­le que
levan­ta­ran lo del cuar­tel, pero la com­pa­ñe­ra res­pon­sa­ble dijo que no, le dije a
mi hijo que insis­ta que se vayan en ómni­bus en lo que sea y el fué y sacó unos
cuan­tos com­pa­ñe­ros de la puer­ta del cuar­tel, en el auto de Pan­cho, por eso no
me arre­pien­to, lo ten­drían que haber hecho mejor nada más. Él tenia 18 años y
estu­vo 7 años pre­so, salió en liber­tad condicional

MS:
¿Vos esta­bas en Bolivia?

-Yo esta­ba en Boli­via y me fui a
Méxi­co, esta­ba Juan Manuel Abal Medi­na en ese momen­to en Méxi­co y me dijo “hacé
que entras­te y deci que per­dis­te el docu­men­to”, y me armó toda una cosa para
que pue­da entrar. Y fue cuan­do ocu­rrió el gol­pe de Los alba­tros y fui a la
cár­cel y visi­té los com­pa­ñe­ros. y des­pués hice toda la cam­pa­ña por los compañeros.
Ten­go una suer­te bár­ba­ra por­que me aga­rró la cri­sis del 2001 con una miseria
bár­ba­ra y el Pela­do Gorria­rán me acon­se­ja irme a Nica­ra­gua don­de iba a
con­se­guir tra­ba­jo. Asi que vine cuan­do libe­ran a los com­pa­ñe­ros. en el 2002.
Des­pués del 2002 vol­ví y tenía tra­ba­jo y ya me que­dé en la Argentina.

MS
: ¿Y ahí ter­mi­nó el MTP?

MF: Yo estu­ve en con­tra de la
diso­lu­ción del MTP

MS
: Con­ta­me del monte

MF : Yo no fui, me iban a hacer cargo
de la radio en San­ta Cruz si tenían éxi­to, Eso fue antes de La Tabla­da, un poco
antes de Mal­vi­nas. Pero es bueno lle­gar a una altu­ra de la vida en don­de una no
se arre­pien­te de nada de lo que hizo.

MS
: Mas vale y todos los pre­sos que defen­dis­te y visi­tas­te, eso es muy
gratificante

MF : Vos sabes que alguien me dice: ¿te
acor­dás del habeas cor­pus que me hicis­te? Y yo hice tantos…porque era tan­ta la
gen­te con pro­ble­mas de per­se­cu­ción política…cuando está­ba­mos en la Gre­mial, que
aten­día­mos has­ta los domin­gos. Tra­tá­ba­mos de hacer­lo de a dos, y estan­do en la
Gre­mial don­de había­mos crea­do un tri­bu­nal para gue­rri­lle­ros, había­mos creado
‘el Cama­rón’ . Me lla­man por telé­fono y nos dicen sal­gan que pusie­ron una
bom­ba, le digo a Ale­jan­dro y veo un sos­pe­cho­so en la puer­ta, y le digo; »
yo sal­go por las dudas…Porque noso­tros había­mos echo una sepa­ra­ción para los compañeros
de la direc­ción como tu papá, Beni­to (Urtea­ga), el Pela­do, a ellos les hacíamos
jui­cios de rup­tu­ra por­que todos sabían quie­nes eran, pero a los com­pa­ñe­ros. que eran medio “pere­ji­les”,
los defen­día­mos, pre­sen­tá­ba­mos tes­ti­gos y cuan­do fue el secues­tro de Salustro,
uno de los com­pa­ñe­ros. que tra­ba­ja­ba en el dia­rio La Opi­nión esta­ba complicado
y le digo ; “qué­da­te tran­qui­lo que los com­pa­ñe­ros. del dia­rio van a salir de
tes­ti­gos para decir que vos esta­bas ahí”. Me refe­ría a Juan Gel­man y Paco
Uron­do, entre otros. Ter­mi­na el jui­cio y el com­pa­ñe­ro se levan­ta y dice :
“Ten­go el honor de per­te­ne­cer al Par­ti­do Revo­lu­cio­na­rio de los Tra­ba­ja­do­res y
al Ejér­ci­to Revo­lu­cio­na­rio del Pue­blo“. Ima­gí­na­te, noso­tros ahí, nos queríamos
morir, y este bolu­do dijo eso. Era jui­cio de rup­tu­ra por Andrés Alsi­na y
noso­tros fui­mos pro­ce­sa­dos por fal­so testimonio

MS
: Con­ta­me de algún caso pesa­do que tuvis­te como abogada

MF: Tuve muchos casos pesa­dos, tuve el
de Taco Ralo, los del poli­clí­ni­co ban­ca­rio, des­pués el tiro­teo de la calle
Para­guay don­de Car­li­tos Cari­de se tiro­teó con la poli­cía duran­te 7 horas. Tuve
jui­cios pesa­dos aun­que no me carac­te­ri­za­ba por ganar­los. ¿Sabés en cual de los
jui­cios me fue bien en 27 años de defen­so­ra de pre­sos polí­ti­cos? Fue cuan­do decla­ra­ron impre­crip­ti­ble la cau­sa de
La Tabla­da… yo le decía a mi com­pa­ñe­ra es para festejar!

MS : cla­ro la cau­sa que más defen­dis­te, don­de per­dió la vida tu com­pa­ñe­ro y los demás com­pa­ñe­ros del MTP, todo un logro Martha!


Quién
era Car­los Qui­to Burgos

Por Rober­to Baschetti

Roberto Baschetti
Pro­vie­ne de un hogar modes­to. Su madre Mimí, enfer­me­ra; su padre Feli­pe, sub­ofi­cial del Ejér­ci­to. Semi­na­ris­ta des­de los 11 a los 14 años. Dirá: “No pude espe­rar el rei­no de los cie­los, pre­fe­rí luchar por el rei­no del Hom­bre en la tie­rra”. La revo­lu­ción anti­pe­ro­nis­ta del ’55 le hace refle­xio­nar amar­ga­men­te: “Pude ver la deses­pe­ra­ción de las cla­ses popu­la­res y la revan­chis­ta resu­rrec­ción de la oli­gar­quía”. Estu­dian­te uni­ver­si­ta­rio men­do­cino allá, en su leja­na juven­tud, Actúa en la cam­pa­ña pre­si­den­cial de la Unión Cívi­ca Radi­cal Intran­si­gen­te (UCRI) entu­sias­ma­do por el pro­gra­ma y las pro­me­sas de Artu­ro Fron­di­zi. Des­en­can­ta­do y pres­to a la lucha, en 1958 comien­za a actuar den­tro de las filas del pero­nis­mo pros­crip­to, lle­gan­do a ejer­cer el car­go de secre­ta­rio gene­ral de la Juven­tud Pero­nis­ta de Men­do­za. En febre­ro de 1960 diri­ge un perió­di­co mimeo­gra­fia­do: “El Gue­rri­lle­ro”. En ese mis­mo año de 1960 (14 de junio), “Qui­to” Bur­gos, fue dete­ni­do por el Ser­vi­cio de Inte­li­gen­cia del Ejér­ci­to (SIE), sal­va­je­men­te tor­tu­ra­do (por un momen­to pen­san­do que lo iban a matar, can­ta la Mar­cha Pero­nis­ta) y fue acu­sa­do de “terro­ris­ta” por aten­tar con­tra una empre­sa petro­le­ra extran­je­ra y deca­pi­tar una esta­tua de Urqui­za. El aten­ta­do en cues­tión, fue haber arro­ja­do una bom­ba con­tra el gara­je de la com­pa­ñía petro­le­ra yan­qui Deve­lopp­ment, sub­si­dia­ria de la Ban­ca Carl Loeb. Tenía 21 años y la jus­ti­cia mili­tar le dio 25 años de pri­sión. (Por este hecho el gene­ral Perón des­de el exi­lio le otor­gó la Meda­lla al Valor Pero­nis­ta, ase­gu­ran­do que se la entre­ga­ría per­so­nal­men­te a su vuel­ta a la Patria. Cuan­do el Líder regre­só al país, “Qui­to” Bur­gos tra­tó de que Perón cum­plie­ra su pro­me­sa, pero López Rega impi­dió el con­tac­to entre ambos, cuen­ta su espo­sa Martha Fer­nán­dez). Dos años más tar­de des­de la cár­cel de San­ta Rosa, La Pam­pa, escri­bió en for­ma de poe­ma: “Cris­tia­na, occi­den­tal y capi­ta­lis­ta, esta cár­cel es, Patria, todo lo que has podi­do hacer por tus hijos more­nos, mes­ti­zos, peo­nes y hache­ros, des­trui­dos hom­bres de esta Pam­pa cereal y lati­fun­dis­ta. Pero ni estos muros son defi­ni­ti­vos. Te esta­mos hacien­do en la lucha un bello ros­tro nue­vo, Patria, para que te vis­tas de amor y de pan, de fra­ter­ni­dad y jus­ti­cia, de igual­dad y ale­gría”. En la cár­cel de Case­ros, “Qui­to” cono­ció a su mujer, un 31 de agos­to de 1962 y se casó con ella, el 27 de diciem­bre del mis­mo año, tam­bién en la cár­cel: tuvie­ron un hijo Juan Manuel Ernes­to. Bur­gos adhi­rió al Pero­nis­mo de Base (PB) y a las Fuer­zas Arma­das Pero­nis­tas (FAP); y más tar­de, sumó su esfuer­zo mili­tan­te a la CGT de los Argen­ti­nos de Rai­mun­do Onga­ro. Bur­gos, que reco­no­cía en el Gene­ral Perón, el pun­to de uni­dad polí­ti­ca de las masas, pin­tó en miles de pare­des de Argen­ti­na aquel famo­so “Luche y Vuel­ve” a prin­ci­pios de los ‘70. En su exi­lio for­za­do con moti­vo de la últi­ma dic­ta­du­ra cívi­co mili­tar que aso­ló nues­tra patria, Bur­gos vol­vió a Cuba en 1977, tra­ba­jan­do en Radio Haba­na, mili­tan­do en la Unión de Perio­dis­tas Cuba­nos y tam­bién cor­tan­do caña. Allá hizo su tesis “Pren­sa Popu­lar y Revo­lu­cio­na­ria Argen­ti­na 1955−1975” que le per­mi­tió acce­der a la Licen­cia­tu­ra en Perio­dis­mo en 1983, en la uni­ver­si­dad haba­nen­se. En la resis­ten­cia a la últi­ma dic­ta­du­ra, se acer­có a los pos­tu­la­dos polí­ti­cos y mili­ta­res del Par­ti­do Revo­lu­cio­na­rio de los Tra­ba­ja­do­res (PRT). Mili­tan­te de “Todos por la Patria” y orga­ni­za­dor de la revis­ta “Entre Todos”, murió en el asal­to frus­tra­do al RI 3 de Infan­te­ría “Gene­ral Bel­grano” de La Tabla­da, duran­te el gobierno de Raúl Alfon­sín, en 1989. Su tra­yec­to­ria mili­tan­te a lo lar­go de su exis­ten­cia fue reco­no­ci­da por los poe­tas. Fer­mín Chá­vez lo men­cio­na con nom­bre y ape­lli­do en los ’60 en “Poe­mas con Fusi­la­dos y Pros­crip­tos” y Arman­do Teja­da Gómez le dedi­có sus “Coplas del Pri­sio­ne­ro”. La foto que ilus­tra este rela­to fue saca­da con su tra­je de pre­si­dia­rio cuan­do era pre­so Conin­tes, como dije, allá por los ’60. 

Itu­rria /​Fuen­te

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *