Colom­bia. La dolo­ro­sa par­ti­da de Jai­me Gua­ra­ca, fun­da­dor de las FARC /​Falleció en Cuba don­de vivía hace años

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 10 Mayo 2020 

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Jai­me Tar­si­cio Gua­ra­ca, el segun­do al man­do del gru­po gue­rri­lle­ro tras su fun­da­ción, falle­ció en la noche del 5 mayo en La Haba­na a sus 88 años. Tras estar en la cár­cel en la isla de Gor­go­na fue libe­ra­do en el Esta­do de Sitio y regre­só a las gue­rri­llas don­de tam­bién fue nego­cia­dor de paz en varias oportunidades. 

Jai­me
Tar­si­cio Gua­ra­cas, fun­da­dor de las Farc, quien nació en el muni­ci­pio de
San­tia­go Pérez, al sur del Toli­ma, en 1932./Partido FARC

Como Manuel Maru­lan­da Vélez, Jaco­bo Are­nas y Miguel Ángel Pas­cuas, Jai­me Tar­si­cio Gua­ra­ca, tam­bién fue fun­da­dor de las Fuer­zas Arma­das Revo­lu­cio­na­rias de Colom­bia (Farc), que fir­ma­ron la paz en noviem­bre de 2016 con el Esta­do colom­biano. En la noche del mar­tes, en La Haba­na Cuba, ocu­rrió el dece­so del gue­rri­lle­ro cono­ci­do como “Jai­me Gua­ra­cas”,
quien se había radi­ca­do en la isla cari­be­ña tras pade­cer diferentes
enfer­me­da­des por su avan­za­da edad. Murió a los 88 años y des­de Colombia
así dio a cono­cer la noti­cia el aho­ra par­ti­do polí­ti­co FARC: “Con el
dolor y la nos­tal­gia que nos deja la par­ti­da de un lucha­dor incansable,
infor­ma­mos a las direc­cio­nes del par­ti­do de la Rosa del falle­ci­mien­to de
“Jai­me Guaracas”.

Lle­gó a las filas de la insur­gen­cia en 1955, lue­go de la des­mo­vi­li­za­ción de las gue­rri­llas libe­ra­les y tras el ini­cio de la dic­ta­du­ra de Gus­ta­vo Rojas Pini­lla. Nació en el muni­ci­pio de San­tia­go Pérez, al sur del Toli­ma, en las mis­mas tie­rras don­de sur­gió el gru­po gue­rri­lle­ro con­for­ma­do prin­ci­pal­men­te por cam­pe­si­nos. Lue­go, fue cap­tu­ra­do y, en Cali, en un con­se­jo de gue­rra, fue con­de­na­do a 35 años de cár­cel. Lue­go de sufrir tor­tu­ras del Ejér­ci­to, como él mis­mo con­tó, fue lle­va­do a las pri­sio­nes de la isla de Gor­go­na en el Pací­fi­co colom­biano. Recu­pe­ró su liber­tad con la decla­ra­to­ria del Esta­do de Sitio.

Tras ese epi­so­dio regre­só a las tie­rras de Mar­que­ta­lia (Toli­ma),
don­de con­ti­nuó en la lucha gue­rri­lle­ra jun­to con Maru­lan­da, Are­nas y
Pas­cuas, y un nume­ro­so gru­po de gue­rri­lle­ros que ya cre­cían con otros
fren­tes hacia el sur del país. Pos­te­rior­men­te, lle­gó a la máxima
ins­tan­cia de la gue­rri­lla, el secre­ta­ria­do, des­de don­de par­ti­ci­pó en
las con­ver­sa­cio­nes de paz con el gobierno de Beli­sa­rio Betan­cur y la
Coor­di­na­do­ra Gue­rri­lle­ra Simón Bolí­var.
En esos años, a medida
que fue con­tan­do sus memo­rias en la gue­rra, se supo que dos de sus
her­ma­nos fue­ron cap­tu­ra­dos por el gene­ral José Joa­quín Mata­lla­na y
arras­tra­dos des­de Ata­có has­ta Cha­pa­rral (Toli­ma), dón­de los expusieron
para que la gen­te los vie­ra morir.

Gua­ra­ca tam­bién hizo par­te del Esta­do Mayor Cen­tral y fue el pri­mer res­pon­sa­ble de la Comi­sión Inter­na­cio­nal de las Farc-Ep. Al refe­rir­se a su tra­yec­to­ria como jefe gue­rri­lle­ro, así lo des­cri­bió el par­ti­do FARC: “Par­tió hacia la eter­ni­dad otro de los gran­des gue­rri­lle­ros que siem­pre bus­có la paz para Colom­bia y segui­mos ade­lan­te como fru­to de tu siem­bra coman­dan­te”, escri­bió dicha colec­ti­vi­dad. Igual­men­te, agra­de­cie­ron al Gobierno y al pue­blo cubano “por su per­ma­nen­te soli­da­ri­dad y mues­tras de inter­na­cio­na­lis­mo brin­da­do a nues­tro camarada”.

Jaime Guaracas junto con Manuel Marulanda Vélez "Tirofijo" dos de los fundadores de las FARC, ambos muertos por causas naturales. Foto: @sandinovictoria
Gua­ra­cas con Manuel Maru­lan­da Vélez

Rodri­go Lon­do­ño, tam­bién cono­ci­do como Timo­chen­ko, máximo
jefe del par­ti­do FARC, con­tó que lo cono­ció en 1978 cuan­do Gua­ra­ca era
el líder de la pri­me­ra escue­la ideo­ló­gi­ca de esa gue­rri­lla y Lon­do­ño uno
de los guar­dias per­so­na­les de Jaco­bo Are­nas.
“Era un hombre
ejem­plar. Las lec­cio­nes que nos dio des­de Mar­que­ta­lia has­ta sus últimos
días en La Haba­na esta­ban sus­ten­ta­das en una muy bue­na formación
ideo­ló­gi­ca. Des­pués, lo vol­ví a ver en la sép­ti­ma con­fe­ren­cia de la
gue­rri­lla y, des­de enton­ces, no vol­ví a saber más de él. Lue­go, durante
los diá­lo­gos de paz en Cara­cas (Vene­zue­la) en 1993, me ente­ré de que
tenía un cán­cer en el cere­bro y que fue lle­va­do a Cuba don­de lo
man­tu­vie­ron vivo y lúci­do has­ta el día 5 de mayo de 2020 cuando
final­men­te nos dejó”, rela­tó Londoño.

“Mi padre fue un cam­pe­sino de Nata­gai­ma, que de joven pagó el ser­vi­cio mili­tar y cuan­do ter­mi­nó se casó con mi madre, que era de San Luis. Ambos toli­men­ses, medio indí­ge­nas pijaos. Se fue­ron a tum­bar mon­te a un pun­to de nom­bre Las Mer­ce­des, muni­ci­pio de San­tia­go Pérez. Abrie­ron una peque­ña fin­ca de la que se abas­te­cie­ron para abrir otra mejo­ra que lla­ma­ron San Isi­dro. Ahí nací yo. Se cul­ti­va­ba espe­cial­men­te café, maíz, frí­jol, y se sem­bra­ba pas­to para criar gana­do”, le con­tó al escri­tor Alfre­do Molano Bra­vo en una entre­vis­ta en 2014 des­de La Haba­na. “Cuan­do mata­ron a Gai­tán oímos la noti­cia en el radio de un vie­jo libe­ral. La gen­te venía ya asus­ta­da por­que los gallos can­ta­ban a las 8 o 9 de la noche y eso era señal de malas noti­cias. Va a haber muer­tos…”, añadió.

Itu­rria /​Fuen­te

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