Inter­na­cio­nal. 1º de Mayo. A 134 años de Los már­ti­res de Chicago

Por José «Güe­so» Saya­go, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 30 abril 2020

UNA CRÓNICA

Sobre
una lucha que con­me­mo­ra­mos con mucha convicción.

1. En EE.UU a fines del S.XIX (Siglo 19) Chica­go era
   la segun­da ciu­dad en can­ti­dad de habi­tan­tes des­pués de Nue­va York. En Aquél
   país los ante­ce­den­tes del recla­mo por las: 

8hs
de trabajo, 

8hs
de recrea­ción, 8hs de descanso…

…se
había ins­ta­la­do entre los tra­ba­ja­do­res des­de hacía varias décadas. 

• En1829, un movi­mien­to de recla­mo pre­sen­tó ante
  la legis­la­tu­ra de Nue­va York el pri­mer recla­mo for­mal por las 8hs. 

• En esa épo­ca en EE.UU, legal­men­te, lo úni­co que
  esta­ba prohi­bi­do para las patro­na­les era «obli­gar» a tra­ba­jar a sus
  emplea­dos más de 18hs (die­cio­cho horas)!!!

• La mayo­ría de los obre­ros esta­ban afi­lia­dos a la
  «Noble Orden de los Caba­lle­ros del Tra­ba­jo», un tipo de
  orga­ni­za­ción de cor­te masó­ni­ca, pero que dio a los tra­ba­ja­do­res los primeros
  rudi­men­tos de la lucha reivindicativa.

• Los
  miem­bros de la AFL (Ame­ri­can Fede­ra­tion of Labour – Fede­ra­ción Ame­ri­ca­na del Tra­ba­jo) de ten­den­cia socialista,
  en su 4to Con­gre­so (17÷10÷1884), habían resuel­to que:

• Lue­go de tan­tos recla­mos ante los Gobernadores
  de los Esta­dos de la Unión y ante el Gobierno Fede­ral sin hallar ser escuchados,
  refor­za­rían la cam­pa­ña duran­te casi 2 años, pero que si para el 1ro de
  Mayo de 1886, el Esta­do con­ti­nua­ba des­co­no­cien­do el recla­mo de las 8hs, se
  lan­za­ría una huel­ga gene­ral que raja­ría las paredes. 

• Entre los refe­ren­tes obre­ros, había creyentes:
  cató­li­cos, meto­dis­tas, evan­gé­li­cos pen­te­cos­ta­les, y obvia­men­te ateos:
  socia­lis­tas y anarquistas. 

• El acti­vis­mo ateo (varo­nes y muje­res) casi con
  nor­ma­li­dad con­ci­ta­ban la refe­ren­cia de mayor relie­ve entre la cla­se obrera,
  pues en medio de la peo­na­da rápi­da­men­te se ins­ta­la­ban a la cabe­za de todo tipo
  de recla­mo por los pocos dere­chos que había, y por todos los que iban
  apa­re­cien­do en el cur­so de las jor­na­das de trabajo. 

• Estos refe­ren­tes moti­va­ron la cam­pa­ña por las 8
  horas con­ci­tan­do el inte­rés de la mayo­ría de las orga­ni­za­cio­nes obreras. 

1. Con esta medi­da se pro­ce­día a crear en las
   nari­ces del capi­ta­lis­mo el pri­mer Repar­to de las Horas de Trabajo
   Dis­po­ni­bles. Con ello con­se­gui­rían más pues­tos de tra­ba­jo dis­mi­nu­yen­do la
   can­ti­dad de com­pa­ñe­ras y com­pa­ñe­ros en con­di­cio­nes de desocupación. 

1. El 1ro de Mayo de 1886 en muchos Esta­dos se
   con­si­guió lega­li­zar las 8hs sólo con la ame­na­za de Paro General. 

1. Sin embar­go en Chica­go, don­de las con­di­cio­nes de
   tra­ba­jo eran de un rigor de explo­ta­ción mucho
   peor que en el res­to del país, las patro­na­les pre­sio­na­ron para que la
   legis­la­tu­ra y el gobierno recha­za­ran el pedi­do de las orga­ni­za­cio­nes obreras.

1. La medi­da de pro­tes­ta comien­za, y el 1ro de Mayo
   la Huel­ga paró las plan­tas febri­les, y las la movi­li­za­ción obre­ra ganó las
   calles. El 2 de Mayo la movi­li­za­ción con­ti­nua­ba con mucha intensidad. 

1. La Huel­ga Gene­ral era un éxi­to, el Paro era
   total en todo Chica­go, excep­to en la fábri­ca meta­lúr­gi­ca de “Maqui­na­ria
   Agrí­co­la Mc Cor­mick” en el Barrio Haymaker. 

1. El per­so­nal de la plan­ta esta­ba en huel­ga desde
   el 16 de Febre­ro en recha­zo del des­cuen­to al sala­rio que apli­ca­ba la patronal
   con total impu­ni­dad, para cons­truir una iglesia (!). 

1. La patro­nal para que­bran­tar la huel­ga, y con el apoyo
   de la poli­cía en defen­sa de la famo­sa «liber­tad de tra­ba­jo» había
   con­tra­ta­do unos mil carneros. 

1. El 2 de Mayo la poli­cía cayó vio­len­ta­men­te sobre
   una de las mani­fes­ta­cio­nes de miles de obre­ros que pací­fi­ca­men­te estaban
   recla­man­do las 8 horas en las calles cén­tri­cas de Chicago. 

1. En repu­dio de la repre­sión del día 2, y como
   con­ti­nui­dad de la Huel­ga Gene­ral por las 8hs, con­vo­ca­ron una gran manifestación
   para el otro día. 

1. Así mis­mo y en soli­da­ri­dad con los obre­ros de la
   Meta­lúr­gi­ca Mc Cor­mik, la con­vo­ca­to­ria se hizo fren­te a los por­to­nes de la
   plan­ta, en refuer­zo del repu­dio a los car­ne­ros o esqui­ro­les (*) como se los
   lla­ma­ba en esa época. 

• El 3 de Mayo más de 50.000 trabajadores
  nue­va­men­te se movilizaron. 

• Mientras
  el anar­quis­ta August Spies hacía uso de la pala­bra, la patro­nal hizo salir a
  los car­ne­ros, desa­fian­do a los obre­ros de plan­ta, pro­vo­can­do una batalla
  campal.

• La
  poli­cía en sin­to­nía con la manio­bra patro­nal, abrió fue­go con­tra los
  mani­fes­tan­tes ase­si­nan­do a 6 obre­ros e hirien­do a más de 200 de diversa
  gravedad. 

• Obvia­men­te todo el acti­vis­mo se reagru­pó lo más
  rápi­do que pudo y a pesar de los muer­tos, los cen­te­na­res de heri­dos y
  dete­ni­dos, hicie­ron un nue­vo llamamiento. 

• El 4 de Mayo en la Pla­za Hay­mar­ket, una nueva
  movi­li­za­ción enfren­tó otro ata­que poli­cial. Ese día entre los dis­pa­ros de la
  poli­cía, una bom­ba case­ra esta­lló en medio de los mato­nes uni­for­ma­dos matan­do a
  uno de ellos e hirien­do a otros 4. 

• La repre­sión con­tra los obre­ros se inten­si­fi­có y
  cen­te­na­res más fue­ron dete­ni­dos, apa­lea­dos y torturados. 

• Todos los diri­gen­tes huel­guis­tas fueron
  dete­ni­dos bajo la acu­sa­ción de ase­si­na­to, inclui­do un perio­dis­ta que sin estar
  pre­sen­te en los hechos, pero al ente­rar­se, publi­có una pro­cla­ma de denun­cia de
  la cri­mi­nal represión.

• Por el
  otro lado toda la pren­sa patro­nal obtu­vo de la Cor­te Supre­ma lo que pedía, y en
  un jui­cio suma­rio se con­de­na­ron a Cade­na Per­pe­tua a 3 detenidos:

SAMUEL
FIELDEN:
inglés, 39 años, Obre­ro Tex­til y Pas­tor Metodista.

*OSCAR
NEEBE: esta­dou­ni­den­se,
36 años, vendedor.

*MICHAEL
SCHWAB:
ale­mán, 33 años, tipó­gra­fo (sen­ten­cia­do a muer­te, lue­go indul­ta­do, lo confinaron
a cade­na perpetua). 

• Y tam­bién en ese mis­mo jui­cio suma­rio, 5 obreros
  fue­ron con­de­na­dos a muerte:

*GEORGE
ENGEL:
ale­mán, 50 años, tipógrafo.

*ADOLPH
FISHER:
ale­mán, 30 años, periodista.

*ALBERT
PARSON:
esta­dou­ni­den­se, 39 años, periodista. 

*AUGUST
VINCENT THEODORE SPIES: ale­mán, 31 años, periodista.

*LOUIS
LINGG:
ale­mán, 22 años, carpintero 

(quién
indig­na­do por la sen­ten­cia y psi­co­ló­gi­ca­men­te per­tur­ba­do por las tor­tu­ras de
que había sido víc­ti­ma, se sui­ci­dó en la celda). 

• El 11 de Noviem­bre de 1886 fue­ron ejecutados. 

• Lue­go de 134 años una insig­ni­fi­can­te pla­ca en la
  Pla­za del Barrio de Hay­mar­ket recuer­da el «inci­den­te» por el cual cinco
  seres huma­nos al ser eje­cu­ta­dos por el esta­do capi­ta­lis­ta, re nacie­ron en «Los
  Már­ti­res de Chica­go» trans­for­man­do la muer­te de los que luchan, en
  un vivo estan­dar­te para el res­to de la humanidad. 

• Un corres­pon­sal pre­sen­te en Chica­go del
  Perió­di­co La Nación de Bs​.As, escri­bió un rela­to sobre la eje­cu­ción de los
  condenados: 

• «…salen de sus cel­das. Se dan las manos,
  son­ríen. Les leen la sen­ten­cia, les suje­tan las manos por la espal­da con
  espo­sas, les ciñen los bra­zos al cuer­po con una faja de cue­ro y les ponen una
  mor­ta­ja blan­ca como la túni­ca de los cate­cú­me­nos cris­tia­nos. Aba­jo está la
  con­cu­rren­cia, sen­ta­da en hile­ras de sillas delan­te del cadal­so como en un
  tea­tro. Fir­me­za en el ros­tro de Fisher, ple­ga­ria en el de Spies, orgu­llo en el
  de Par­son, Engel hace un chis­te a pro­pó­si­to de su capu­cha. Spies grita:
  «La voz que vais a sofo­car será más pode­ro­sa en el futu­ro que cuantas
  pala­bras pudie­ra yo decir aho­ra». Les bajan las capu­chas, lue­go una seña,
  un rui­do, la tram­pa cede, los cua­tro cuer­pos caen y se balan­cean en una danza
  espantable…»

• ¿Cuán­to influ­yó en el cro­nis­ta el horror de la
  impu­ni­dad cri­mi­nal, cuan­do el Esta­do Demo­crá­ti­co Bur­gués Imperialista
  nor­te­ame­ri­cano eje­cu­tó a estos trabajadores? 

• ¿Cuán­to trans­for­mó las ideas sobre la democracia
  al esti­lo capi­ta­lis­ta en la men­te viva de este hom­bre hon­ra­do? No lo sabemos. 

• Sin embar­go lo ima­gi­na­mos, por­que el
  corres­pon­sal lue­go de este cri­men, renun­ció a su tra­ba­jo para ese periódico
  reac­cio­na­rio de Argen­ti­na, regre­só a su país en el Cari­be, y fun­dó el primer
  par­ti­do polí­ti­co revo­lu­cio­na­rio que lucha­rá por su inde­pen­den­cia, pri­me­ro de
  Espa­ña y lue­go de EEUU has­ta conseguirla. 

• Ese corres­pon­sal era Cubano, y se lla­ma­ba José
  Mar­tí, quién murió com­ba­tien­do a la tira­nía de su país y dejan­do un legado
  pri­mi­ti­vo de lucha con­tra el capitalismo. 

• Hoy, lue­go de los inmen­sos logros y fra­ca­sos del
  Siglo XX, lue­go de revo­lu­cio­nes socia­les vic­to­rio­sas y de trai­cio­nes infames
  para res­tau­rar el capi­ta­lis­mo, lo cier­to es que mien­tras por un lado: los
  explo­ta­do­res impe­ria­lis­tas como par­te de su natu­ra­le­za cri­mi­nal y arrastrando
  al ham­bre y a la gue­rra a cen­te­na­res de millo­nes de seres huma­nos, se han
  meti­do en la peor de sus cícli­cas cri­sis finan­cie­ras internacionales, … 

• …por el otro cos­ta­do: los explo­ta­dos y oprimidos
  de los pue­blos del mun­do len­ta­men­te vamos recu­pe­ran­do la con­cien­cia sobre que
  la cla­ve de nues­tra vic­to­ria está en los prin­ci­pios internacionalistas
  uni­ta­rios como cla­se, de nues­tra lucha y organización: 

• “PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES DEL MUNDO,
  UNÍOS”.

• Hay una Revo­lu­ción Social en Mar­cha, y sólo por
  ello pode­mos sen­tir que hay espe­ran­za com­pa­ñe­ras y compañeros. 

-Vivan
los MÁRTIRES DE CHICAGO!!!

-Viva
la Cla­se Obre­ra Internacional!!!

-Viva
la lucha de todos los pue­blos del mundo!!!

NVL.

(*)
Esqui­rol: vie­ne­del mal ejem­plo de los habi­tan­tes del pue­blo L’Esquirol
de Bar­ce­lo­na, quie­nes sus­ti­tu­yen­do a los tra­ba­ja­do­res de un pue­blo vecino
mien­tras hacían Paro en recla­mo de mejo­ras sala­ria­les, que­bran­ta­ron su lucha.