Cuba. Decla­ra­ción del Can­ci­ller Bruno Rodrí­guez por el aten­ta­do a la emba­ja­da cuba en EE.UU

Decla­ra­cio­nes del Minis­tro de Rela­cio­nes Exte­rio­res de la Repú­bli­ca de Cuba, Bruno Rodrí­guez Parrilla 

Bue­nas tardes:

Como
el Minis­te­rio de Rela­cio­nes Exte­rio­res infor­mó oportunamente,
apro­xi­ma­da­men­te a las 2 de la maña­na de hoy, es decir esta madru­ga del
jue­ves 30 de abril, se pro­du­jo un acto terro­ris­ta con­tra la Emba­ja­da de
la Repú­bli­ca de Cuba, ante los Esta­dos Uni­dos, cita en Washington. 

Un
indi­vi­duo des­co­no­ci­do dis­pa­ró con un fusil de asal­to con­tra el edificio
de la emba­ja­da. No hubo heri­dos en el per­so­nal de la misión, el cual se
encuen­tra segu­ro y pro­te­gi­do, pero si daños mate­ria­les, resul­ta­do de
los impac­tos de nume­ro­sos disparos. 

El gobierno de Cuba espera
por la corres­pon­dien­te inves­ti­ga­ción de las auto­ri­da­des estadounidenses
sobre la iden­ti­dad y las moti­va­cio­nes del autor de esta agre­sión; espera
que dicha inves­ti­ga­ción sea exhaus­ti­va y rápi­da y que sus resultados
sean com­par­ti­dos con nues­tras autoridades.

La misión diplomática
de Cuba, ubi­ca­da en Washing­ton, cuen­ta con un sis­te­ma de pro­tec­ción y
segu­ri­dad para enfren­tar cual­quier ame­na­za con­tra el personal
diplo­má­ti­co, sus fami­lia­res y las ins­ta­la­cio­nes.
 
Al medio­día de
hoy e con­vo­ca­do a la Encar­ga­da de Nego­cios de la Emba­ja­da de los Estados
Uni­dos en la Haba­na, la seño­ra Mara Tekach, para abor­dar este gravísimo
hecho.

Le expre­sé nues­tra más enér­gi­ca pro­tes­ta por la grave
agre­sión terro­ris­ta per­pe­tra­da con­tra la Emba­ja­da de Cuba. Le pregunté
¿Cómo reac­cio­na­ría el gobierno de los Esta­dos Uni­dos ante un ata­que como
este a cual­quie­ra de sus embajadas?

Insis­tí en que es una
obli­ga­ción de todos los Esta­dos adop­tar las medi­das ade­cua­das para
pro­te­ger los loca­les de una Misión Diplo­má­ti­ca, acre­di­ta­da en su
terri­to­rio, con­tra toda inte­rrup­ción o daño y evi­tar que se tur­be la
tran­qui­li­dad de la misión o se aten­te con­tra su dig­ni­dad o su normal
fun­cio­na­mien­to, como dis­po­ne la Con­ven­ción sobre Rela­cio­nes Diplomáticas
de 1961. 

Enfa­ti­cé la gra­ve­dad del hecho que puso en peli­gro, la
vida y la segu­ri­dad del per­so­nal en la Emba­ja­da y sus familiares.
Recla­mé la mayor coope­ra­ción de las auto­ri­da­des del gobierno de los
Esta­dos Uni­dos en el escla­re­ci­mien­to de los hechos y las garan­tías de
que actos como este no se repi­tan y no que­den impu­nes, inclui­do este
suce­so que aca­ba de ocurrir. 

Lla­mé la aten­ción res­pe­tuo­sa­men­te a
la seño­ra Encar­ga­da de Nego­cios, en que una agre­sión como esta con­tra la
Emba­ja­da de Cuba en los Esta­dos Uni­dos, en cual­quier caso, ha sido
alen­ta­da por la cre­cien­te retó­ri­ca hos­til con­tra nues­tro país, en que
están invo­lu­cra­dos de for­ma públi­ca y sis­te­má­ti­ca, tan­to el Secretario
de Esta­do de los Esta­dos Uni­dos, como altos fun­cio­na­rios de ese
Depar­ta­men­to a car­go de las rela­cio­nes con el hemis­fe­rio occidental,
inclu­so la pro­pia Emba­ja­da de los Esta­dos Uni­dos en la Habana. 

Plan­teé
tam­bién que no es posi­ble diso­ciar un hecho como este del
recru­de­ci­mien­to de la polí­ti­ca de agre­sión y hos­ti­li­dad que apli­ca el
gobierno de los Esta­dos Uni­dos con­tra Cuba, ni del endu­re­ci­mien­to del
blo­queo, que inclu­ye medi­das no con­ven­cio­na­les, inclu­so duran­te la
pan­de­mia de Covid-19, que afec­ta a todo el planeta. 

En el momento
del ata­que, se encon­tra­ba en la misión diplo­má­ti­ca una dece­na de
fun­cio­na­rios y diplo­má­ti­cos que corrie­ron gra­ve peligro.

Apre­cia­mos
la con­duc­ta pro­fe­sio­nal de los ofi­cia­les de las agen­cias de apli­ca­ción y
cum­pli­mien­to de la ley de Esta­dos Uni­dos que acu­die­ron rápi­da­men­te al
lugar del hecho.

El indi­vi­duo, de cuya iden­ti­dad el gobierno
cubano no ha sido infor­ma­do, fue dete­ni­do por las auto­ri­da­des loca­les en
el lugar de los hechos y se encuen­tra bajo cus­to­dia de estas. 

Recor­dé
tam­bién que los actos de ins­ti­ga­ción a la vio­len­cia con­tra el personal
médi­co cubano, en ter­ce­ros paí­ses, como ocu­rrió recien­te­men­te en
Boli­via, inclu­so con par­ti­ci­pa­ción de fun­cio­na­rios esta­dou­ni­den­ses, las
calum­nias y la demo­ni­za­ción del per­so­nal de salud, alien­tan acciones
violentas.

Tam­po­co es posi­ble diso­ciar este tipo de hechos del
efec­to de polí­ti­cas y dis­cur­sos de odio que pro­mue­ven la divi­sión y la
vio­len­cia social. 

Recor­dé a la dis­tin­gui­da diplo­má­ti­ca que
exis­ten gra­ves ante­ce­den­tes his­tó­ri­cos, de actos vio­len­tos y hostiles,
inclui­dos actos terro­ris­tas con­tra fun­cio­na­rios diplo­má­ti­cos de Cuba
radi­ca­dos en los Esta­dos Uni­dos, tan­to en la sede en Washing­ton, como en
su repre­sen­ta­ción per­ma­nen­te ante la Orga­ni­za­ción de las Naciones
Uni­das, en New York. 

Recor­dé que en terri­to­rio de los Estados
Uni­dos ope­ran, y han ope­ra­do con impu­ni­dad duran­te años, gru­pos e
indi­vi­duos que en el pasa­do han come­ti­do actos terro­ris­tas con­tra Cuba,
lo que es de pleno cono­ci­mien­to de las agen­cias de apli­ca­ción y
cum­pli­mien­to de la ley del gobierno de los Esta­dos Unidos.

Expre­sé
sor­pre­sa por­que hayan trans­cu­rri­do más de 12 horas del ata­que a nuestra
Emba­ja­da y las auto­ri­da­des ofi­cia­les del gobierno de los Estados
Uni­dos, ni del Depar­ta­men­to de Esta­do, se hayan pues­to en con­tac­to con
las nues­tras; no se hayan pro­du­ci­do decla­ra­cio­nes ofi­cia­les, ni siquiera
tuits que son tan fre­cuen­tes refi­rién­do­se a Cuba, de par­te de
fun­cio­na­rios ofi­cia­les de los Esta­dos Uni­dos y de su Embajada. 

Ins­to
al Depar­ta­men­to de Esta­do a adop­tar, con la mayor urgen­cia, las medidas
que resul­ten nece­sa­rias para cum­plir de for­ma ínte­gra las
res­pon­sa­bi­li­da­des que le atri­bu­ye la Con­ven­ción de Vie­na y garan­ti­zar la
ple­na segu­ri­dad de la Emba­ja­da de Cuba, de la Misión Per­ma­nen­te ante la
Orga­ni­za­ción de las Nacio­nes Uni­das, en New York, del per­so­nal de ambas
Misio­nes y los fami­lia­res acompañantes. 

Final­men­te, ofrez­co la coope­ra­ción de las auto­ri­da­des cuba­nas para el desa­rro­llo de la inves­ti­ga­ción correspondiente. 

Muchas gra­cias 

30 de abril de 2020

Itu­rria /​Fuen­te

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *