Chi­le. Aumen­tan a 786 mil los y las tra­ba­ja­do­ras que ten­drán que vivir de su segu­ro de cesan­tía: y son los «pri­vi­le­gia­dos»

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano* /​17 de abril de 2020

A 56.986 aumen­tó el núme­ro de empre­sas que se aco­gió a la recien­te­men­te crea­da Ley de pro­tec­ción del empleo, la que per­mi­te que los emplea­do­res no se vean obli­ga­dos a pagar sala­rios, hacien­do así a los tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras vivir de su segu­ro de cesan­tía (que es finan­cia­do por los pro­pios tra­ba­ja­do­res, y en par­ti­cu­lar, aque­llos que cuen­tan con un con­tra­to inde­fi­ni­do, o sea, una mino­ría «pri­vi­le­gia­da»).

La Minis­tra del Tra­ba­jo, María José Zal­di­var reve­ló que son 786.790 tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras quie­nes ten­drán que vivir los pró­xi­mos meses con su segu­ro de cesan­tía, pues la ley per­mi­te que las empre­sas no paguen los sueldos.

De un total de 5 millo­nes 500 mil tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras, que repre­sen­tan toda la rama de tra­ba­ja­do­res depen­dien­tes con con­tra­to inde­fi­ni­do, un 14% ‑por aho­ra- vivi­rá los pró­xi­mos 3 meses de su segu­ro de cesan­tía, segu­ro que fue finan­cia­do con ante­la­ción por los pro­pios asa­la­ria­dos. Vale recor­dar que los tra­ba­ja­do­res tota­les en Chi­le, alcan­zan 11 millo­nes de per­so­nas. Es decir, el 50 % de los tra­ba­ja­do­res sobre­vi­ve en el ámbi­to «infor­mal», pre­ca­ri­za­do o «inde­pen­dien­te», sin dere­chos de nin­gu­na especie.

La nue­va ley pro­mul­ga­da por el Pre­si­den­te y empre­sa­rio, Sebas­tián Piñe­ra, con­tem­pla que los tra­ba­ja­do­res con con­tra­to fijo vivan el pri­mer mes del 75% de su sueldo.

El segun­do con un 55%, y el ter­ce­ro con un 45% de su sala­rio, ello finan­cia­do a tra­vés de su segu­ro de cesan­tía, exi­mien­do así del pago de sala­rios a sus empleadores.

En tan­to los tra­ba­ja­do­res con con­tra­to inde­fi­ni­do pue­den pro­lon­gar el uso de sus recur­sos un 4º mes con un 40% de sus suel­dos y el 5º un 35%.

Cesan­tía

La titu­lar de la car­te­ra infor­mó tam­bién que las cifras de car­tas de des­pi­do ante la Direc­ción del Tra­ba­jo lle­ga­ron a 299.518 en mar­zo, cifra 38% supe­rior a lo regis­tra­do en igual mes de 2019. La fun­cio­na­ria sólo se refie­re a aque­lla mino­ría de tra­ba­ja­do­res que, como estu­vo con­tra­ta­do, pue­de acce­der a un docu­men­to de despido.

Así, las car­tas de des­pi­do entre enero y mar­zo del 2020 es un 11% mayor a la de igual perio­do del año pasado.

Zal­di­var seña­ló que las gran­des empre­sas con­cen­tran el mayor núme­ro de car­tas de des­pi­do (172 mil, repre­sen­ta­do el 57% del total, y una varia­ción de 30% res­pec­to de igual mes de 2019).

Las empre­sas peque­ñas son las que incre­men­tan mayor­men­te en los des­pi­dos res­pec­to de mar­zo de 2019 (54% de alza, tota­li­zan­do 42 mil car­tas de des­pi­do, es decir, el 14,3% del total) y las media­nas (46% de alza res­pec­to de mar­zo 2019, con 59 mil car­tas, que repre­sen­tan el 19,8% del total).

La ofen­si­va con­tra las tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res dis­fra­za­da de pro­tec­ción al empleo

Entre las empre­sas que se han aco­gi­do a la nue­va ley, se encuen­tran gran­des tien­das del retail como París y Ripley, empre­sas que ade­más de ser reco­no­ci­das por sus pin­gues uti­li­da­des, tam­bién se les cono­ce por pagar bajos sala­rios que sus depen­dien­tes com­ple­men­tan con bonos y metas, lo que no exis­ti­rá duran­te este periodo.

Cabe recor­dar que, según datos del Minis­te­rio del Tra­ba­jo, el 25% de los tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras asa­la­ria­das chi­le­nas tie­ne este tipo de suel­dos variables.

El dato res­ca­ta­do por La Ter­ce­ra seña­la que «1,4 millo­nes de per­so­nas tie­nen ingre­sos en base a comi­sio­nes por ven­ta, bonos por pro­duc­ti­vi­dad, bonos de otro tipo, pago de horas extra­or­di­na­rias u otros ingre­sos variables.»

Ayer el Eje­cu­ti­vo ingre­só a la Cáma­ra Alta y que pre­ten­de sus­pen­der, mien­tras dure la cri­sis sani­ta­ria, las nego­cia­cio­nes colec­ti­vas de tra­ba­ja­do­res sin­di­ca­li­za­dos y gru­pos nego­cia­do­res con sus empresas.

Ello pese a que el mun­do labo­ral debe seguir con­cu­rrien­do a sus pues­tos de trabajo.

Las ini­cia­ti­vas proem­pre­sa­ria­les del gobierno se han vis­to refle­ja­das en las últi­mas medi­das impul­sa­das por la car­te­ra de trabajo.

Entre ellas se encuen­tra el polé­mi­co dic­ta­men de la Direc­ción del Tra­ba­jo que per­mi­tió el des­pi­do sin indem­ni­za­ción de miles de tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras a nivel nacio­nal, al per­mi­tir que se invo­ca­ra la cau­sal de la pan­de­mia como fuer­za mayor o caso fortuito.

Resu­men*

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