Aumen­tan los abu­sos poli­cia­les al calor del esta­do de alar­ma – La otra Andalucía

Des­de los bal­co­nes no solo se ven calles vacías. Tam­bién es posi­ble escu­char insul­tos, pre­sen­ciar agre­sio­nes y foto­gra­fiar deten­cio­nes. En pleno esta­do de alar­ma, se acu­mu­lan las denun­cias socia­les sobre la vio­len­cia apli­ca­da por dis­tin­tos cuer­pos poli­cia­les en sus actua­cio­nes. Es, a día de hoy, la otra cara de la emer­gen­cia del coronavirus.

En un piso de Bara­kal­do (Biz­kaia) lo aca­ban de com­pro­bar sin nece­si­dad de mirar al bal­cón. En esta oca­sión, la vio­len­cia se regis­tró des­de den­tro del hogar, con poli­cías loca­les como pro­ta­go­nis­tas. “En este vídeo de denun­cia que nos han envia­do, la Poli­cía Muni­ci­pal de Bara­kal­do no sola­men­te entra en la casa de una fami­lia gita­na sino que ade­más agre­de impu­ne­men­te a sus mora­do­ras”, des­ta­ca SOS Racis­mo Bizkaia.

Jus­to al final de la gra­ba­ción, entre gri­tos, se escu­cha un insul­to de uno de los agen­tes, que entra por la fuer­za a la vivien­da y va direc­ta­men­te con­tra una de las muje­res que se encon­tra­ba den­tro. “La poli­cía no pue­de entrar en un domi­ci­lio sin orden judi­cial. Este es, de nue­vo, un caso de abu­so poli­cial come­ti­do hacia per­so­nas gita­nas, un colec­ti­vo al que no se le reco­no­cen los mis­mos dere­chos que al res­to de la

Este hecho se ha regis­tra­do ape­nas unos días des­pués del epi­so­dio vivi­do (y gra­ba­do) en el barrio San Fran­cis­co de Bil­bao, don­de agen­tes de la Ertzain­tza gol­pea­ron y arres­ta­ron a un joven enfer­mo y a su madre, que implo­ró que le deja­ran. Este caso ha sido tras­la­da­do por la direc­ción de la Ertzain­tza al área de Asun­tos Internos.

En las últi­mas horas, el dia­rio El Correo ha fil­tra­do par­te del ates­ta­do poli­cial, en el que los agen­tes ase­gu­ran que el joven les escu­pió al gri­to de que tenía coro­na­vi­rus, y que la madre les inten­tó agre­dir. La ver­sión poli­cial ase­gu­ra ade­más que uno de los agen­tes resul­tó lesio­na­do “en un ojo y en un hom­bro” por un “com­pues­to quí­mi­co que les arro­ja­ron des­de las ventanas”.

Sobre este mis­mo caso, varias aso­cia­cio­nes que tra­ba­jan en el ámbi­to de la salud men­tal –entre las que se encuen­tran Zoroa de Eus­ka­di, GAM de Valen­cia u Orgu­llo Loco Madrid– han dado a cono­cer un mani­fies­to en el que cri­ti­can lo ocu­rri­do en Bil­bao y recha­zan “cual­quier inter­ven­ción poli­cial que uti­li­ce la vio­len­cia racis­ta y machis­ta como recur­so para garan­ti­zar res­tric­cio­nes en el espa­cio públi­co y que al mis­mo tiem­po no reco­noz­ca nues­tra diver­si­dad psíquica”.

“Va en aumento”

Este caso ha teni­do reper­cu­sión a nivel del Esta­do, don­de aflo­ran tam­bién las denun­cias sobre casos de abu­so poli­cial al calor de la emer­gen­cia del coro­na­vi­rus. “Lle­gan denun­cias todos los días de todos los pun­tos de Espa­ña sobre vio­len­cia poli­cial. Va en aumen­to, muy en aumen­to”, seña­lan a Públi­co des­de Es Racis­mo, la ini­cia­ti­va pro­mo­vi­da por SOS Racis­mo para reco­ger denuncias.

“Esta­mos per­ci­bien­do un aumen­to, sobre todo por la vía comu­ni­ca­ti­va”, coin­ci­de en seña­lar Kai­re Ba, inte­gran­te de SOS Racis­me en Cata­lun­ya. En tal sen­ti­do, indi­ca que en los últi­mos días han lle­ga­do dis­tin­tos mate­ria­les audio­vi­sua­les en los que se regis­tran casos de abu­sos por par­te de agentes.

En el Ser­vi­cio de Aten­ción y Denun­cias de esta orga­ni­za­ción en Bar­ce­lo­na ya han reci­bi­do denun­cias con­cre­tas, al tiem­po que resul­ta espe­cial­men­te inten­so el “boom de denun­cias a tra­vés de las redes socia­les”, apun­ta Ba. Muchas de esas denun­cias, aña­de, tie­nen rela­ción con actua­cio­nes de la Guar­dia Urba­na de Barcelona.

“El racis­mo poli­cial habi­tual se hace más impu­ne: cual­quier iden­ti­fi­ca­ción racis­ta pue­de con­du­cir a una agre­sión”, sub­ra­ya SOS Racis­mo en uno de sus últi­mos men­sa­jes sobre este tema, que ha dado lugar a una cam­pa­ña de denun­cia en las redes.
Cos­tu­re­ros identificados

En ese con­tex­to, el Sin­di­ca­to Man­te­ro de Bar­ce­lo­na denun­ció que la Guar­dia Urba­na ha iden­ti­fi­ca­do a dos inte­gran­tes del equi­po de cos­tu­re­ros que estos días pre­pa­ra mas­ca­ri­llas y batas para los hos­pi­ta­les cata­la­nes. “Cuan­do salían del taller de pro­duc­ción la Guar­dia Urba­na les ha para­do para pre­gun­tar dón­de iban. Han expli­ca­do que son cos­tu­re­ros y que están tra­ba­jan­do en la pro­duc­ción de mate­rial sani­ta­rio”, rela­ta el sindicato.

Sin embar­go, los agen­tes, “con menos­pre­cio”, les pidie­ron la iden­ti­fi­ca­ción per­so­nal. Al com­pro­ba­ron que no tenían el docu­men­to de iden­ti­dad de extran­je­ros “les han dicho que no pue­den vol­ver al taller a coser mate­rial sani­ta­rio”, señala.

El sin­di­ca­to de Man­te­ros denun­ció este “acto racis­ta de la Guar­dia Urba­na de Bar­ce­lo­na” y sub­ra­yó que con­fían poder seguir pro­du­cien­do “el mate­rial que tan­to nece­si­tan los hos­pi­ta­les”. De hecho, seña­lan que esta mis­ma sema­na hicie­ron entre­ga de “las pri­me­ras batas médi­cas a la direc­to­ra del Hos­pi­tal de Granollers”.

Otro epi­so­dio rela­cio­na­do con la Poli­cía pro­vie­ne de Cas­te­llar del Vallès, en la pro­vin­cia de Bar­ce­lo­na. Allí se ve a dos agen­tes de la Poli­cía Local rodean­do a un joven que esta­ba mon­ta­do en una moto. Tras una dis­cu­sión, uno de los agen­tes aca­ba insul­tan­do al moto­ris­ta y lan­zán­do­lo al sue­lo para detenerle.

El alcal­de de esa loca­li­dad, Igna­si Gimé­nez (PSC), ase­gu­ró que el joven había sido iden­ti­fi­ca­do y denun­cia­do en dos oca­sio­nes por incum­plir el esta­do de alarma.

Según los últi­mos datos de Inte­rior, a fecha 31 de mar­zo se habían regis­tra­do en Espa­ña 2.136 deten­cio­nes, mien­tras que las mul­tas alcan­za­ban ya las 252.129. Sólo el día 31 hubo 18.066 pro­pues­tas de san­ción y 150 detenciones.

Fuen­te: www​.publi​co​.es

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