Bra­sil. Bol­so­na­ro se enfo­ca en la polí­ti­ca elec­to­ral y des­cui­da a la gen­te (Por Dil­ma Rousseff)

Dil­ma Rous­seff*, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 25 de Mar­zo de 2020.

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Según la ex pre­si­den­te, el dis­cur­so infa­me de Bol­so­na­ro reve­la su des­pre­cio por la cien­cia, la salud y la vida de las personas.

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La decla­ra­ción infa­me e irres­pon­sa­ble de cade­na nacio­nal Bol­so­na­ro reve­la su des­pre­cio por la cien­cia, para la salud y la vida de las per­so­nas. Bol­so­na­ro hace una apues­ta en la oscu­ri­dad. Apues­ta por man­te­ner el apo­yo de los estra­tos socia­les que lo eli­gie­ron, y no solo su mili­cia. Por lo tan­to, su dis­cur­so no inclu­ye a la socie­dad, solo la suya. Para él, no impor­ta si los medios que lo apo­ya­ron en las elec­cio­nes ya no creen en él, ni si los miem­bros del mer­ca­do ya no lo quie­ren con tan­ta inten­si­dad como antes, o inclu­so si lo aban­do­nan, inclu­so si los gober­na­do­res que él ya apo­yó están en con­tra de él. Las mani­fes­ta­cio­nes de Rodri­go Maia y Davi Alco­lum­bre, pre­si­den­tes de la Cáma­ra y el Sena­do, res­pec­ti­va­men­te, tam­po­co pesan sobre él. 

Y lue­go comien­zan a apa­re­cer algu­nos calle­jo­nes sin sali­da. En el orden neo­li­be­ral que impu­so, no hay dine­ro para la salud, para garan­ti­zar las prue­bas gene­ra­li­za­das nece­sa­rias, res­pi­ra­do­res para UCI, equi­pos para la pro­tec­ción de pro­fe­sio­na­les de la salud y camas sufi­cien­tes. La acción esta­tal es esen­cial, rom­pien­do con este neo­li­be­ra­lis­mo de men­te estre­cha. El gobierno de Bol­so­na­ro sigue sin pro­pues­tas, sin medi­das eco­nó­mi­cas y socia­les drás­ti­cas para con­te­ner el coro­na­vi­rus y la cri­sis eco­nó­mi­ca. Debe­mos inver­tir dine­ro en el SUS y en los hos­pi­ta­les para evi­tar que nues­tra gen­te mue­ra como moscas. 

Tan inep­to como el dis­cur­so de Bol­so­na­ro es el dis­cur­so de Rodri­go Maia defen­dien­do el recor­te en los sala­rios de los fun­cio­na­rios públi­cos como fuen­te de recur­sos, tan­to para la cri­sis del coro­na­vi­rus como para la resul­tan­te de la pará­li­sis de la eco­no­mía. Esto no resuel­ve nada. Todos los paí­ses emi­ti­rán deu­da e impri­mi­rán mone­da de for­ma urgen­te, como ya lo están hacien­do los Esta­dos Uni­dos y otros. Con­si­de­ran que, en un esce­na­rio drás­ti­co de caí­da de la deman­da, no habrá infla­ción, sino pro­ba­ble­men­te una defla­ción brutal.

Al des­pre­ciar la gra­ve­dad y el poder mor­tal de la epi­de­mia que está aso­lan­do el mun­do; al no ofre­cer recur­sos al SUS y hos­pi­ta­les; al no garan­ti­zar un segu­ro ade­cua­do, no R $ 200.00, pero R $ 1,045.00, para tra­ba­ja­do­res infor­ma­les; al no garan­ti­zar el pago del segu­ro de des­em­pleo a los ya des­pe­di­dos y aho­ra a los que están des­em­plea­dos; dán­do­le la espal­da a la inver­sión públi­ca; al no expan­dir extra­or­di­na­ria­men­te los recur­sos para las micro y peque­ñas empre­sas, Bol­so­na­ro con­tri­bui­rá a la muer­te de miles o inclu­so millo­nes de per­so­nas, tan­to en el área de la salud como por las con­se­cuen­cias eco­nó­mi­cas en los ingresos.

Bol­so­na­ro se mues­tra como un psi­có­pa­ta elec­to­ral y pre­ten­cio­so al no hacer nada y aún cul­par a los gober­na­do­res, la pren­sa y aque­llos que usan la cien­cia con­tra el virus . Tira los dados de un jue­go maca­bro: si la epi­de­mia des­apa­re­ce, dirá que tenía razón y que hacía un poco de frío; si aumen­ta, dirá que el ais­la­mien­to fue inú­til. Enton­ces, en cual­quier caso, apues­ta por la muerte.

Está tra­tan­do de cul­par a la depre­sión eco­nó­mi­ca que segu­ra­men­te ocu­rri­rá en Bra­sil, y que afec­ta­rá al mun­do, en todos aque­llos que no lo apo­yan y en algu­nos a quie­nes con­si­de­ra enemi­gos por­que, para él, ame­na­zan su reelec­ción e inclu­so su esta­bi­li­dad en el cargo. 

Sin embar­go, toda su eva­lua­ción tie­ne un pro­ble­ma: al tener un solo obje­ti­vo inme­dia­to y a cor­to pla­zo, falla por­que no pare­ce dar­se cuen­ta de que la cri­sis será pro­fun­da y a lar­go pla­zo, y ape­nas está comen­zan­do. Al igno­rar la cri­sis polí­ti­ca y de gober­na­bi­li­dad que él mis­mo cau­sa, Bol­so­na­ro no ten­drá el alien­to, la com­pe­ten­cia y, pron­to, no ten­drá el apo­yo social y polí­ti­co para sobre­vi­vir al colap­so sani­ta­rio y social del que es autor, ya que con­tri­bu­yó a la des­truc­ción del sis­te­ma de salud. salud, inclui­da la expul­sión de médi­cos cuba­nos que tra­ba­ja­ban en el país, y medi­das para pro­te­ger a los más pobres. 

Cen­tra­do solo en su super­vi­ven­cia polí­ti­ca elec­to­ral, Bol­so­na­ro des­cui­da la super­vi­ven­cia del pue­blo y del país que debe gober­nar. No admi­te lo que todos ya saben: auto­ri­da­des mun­dia­les, gober­nan­tes sen­si­bles, cien­tí­fi­cos y la mayo­ría de la pobla­ción: la pan­de­mia del coro­na­vi­rus y sus con­se­cuen­cias solo se supe­ra­rán con la coope­ra­ción y la soli­da­ri­dad entre las nacio­nes, con medi­das gene­ro­sas para pro­te­ger a las víc­ti­mas, espe­cial­men­te a la mayo­ría. pobres y vul­ne­ra­bles, y con fuer­tes inver­sio­nes públi­cas para pre­ser­var empleos, ingre­sos y fuer­zas productivas.

El gobierno de Bol­so­na­ro no tie­ne una res­pues­ta eco­nó­mi­ca y social amplia, efec­ti­va e inme­dia­ta al colap­so inmi­nen­te de la eco­no­mía, el des­em­pleo, la pér­di­da de ingre­sos atro­ces por par­te de los infor­ma­les, el cie­rre de peque­ñas y micro­em­pre­sas, la reduc­ción de la deman­da en todas las áreas, espe­cial­men­te en ser­vi­cio e indus­tria. Sobre todo, no se da cuen­ta de que si per­ma­ne­ce en la peli­gro­sa nega­ción del coro­na­vi­rus y se afe­rra a las res­tric­cio­nes de la inver­sión públi­ca, como el lími­te de gas­to, y a las medi­das absur­das y pun­tua­les de Gue­des, nos move­re­mos hacia la muer­te, el ham­bre, el colap­so y la inevi­ta­bi­li­dad de un tras­torno social grave. .

La apues­ta de Bol­so­na­ro, copiar a Trump, no fun­cio­na­rá por­que no tie­ne un Ban­co Cen­tral dis­pues­to a impri­mir divi­sas sin res­tric­cio­nes, como es el caso de la Reser­va Fede­ral, que está prac­ti­can­do una fle­xi­bi­li­za­ción cuan­ti­ta­ti­va infi­ni­ta, e inclu­so el acuer­do impues­to por los demó­cra­tas sobre Trump , en el Con­gre­so, auto­ri­zan­do la colo­ca­ción de US $ 2 billo­nes en la eco­no­mía esta­dou­ni­den­se, para con­tem­plar no solo a las empre­sas, sino al pue­blo esta­dou­ni­den­se, con un ingre­so bási­co de emer­gen­cia. Tam­po­co Ange­la Mer­kel, quien defen­dió rom­per las res­tric­cio­nes clá­si­cas de impues­tos y deu­das del gobierno ale­mán, libe­ra inme­dia­ta­men­te recur­sos para apo­yar la salud de las per­so­nas y la eco­no­mía. La estra­te­gia de Bol­so­na­ro es pobre y a cor­to pla­zo. Pelear con los gober­na­do­res es un cri­men con­tra la fede­ra­ción. Tam­bién es tonto.

Su inmo­vi­li­dad lo atro­pe­lla­rá debi­do a la dura­ción y el tama­ño, tan­to de la cri­sis del coro­na­vi­rus como de la deba­cle eco­nó­mi­ca, que pre­ten­de evi­tar. Se nece­si­tan medi­das rápi­das, amplias e inte­gra­les para pro­te­ger a las per­so­nas, la socie­dad y la nación. El ais­la­mien­to social es nece­sa­rio y las medi­das eco­nó­mi­cas son esenciales. 

¡Gas­to públi­co en salud y economía!

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* Bra­sil de Fato / BdF Minas Gerais

Edi­ción: Elis Almei­da y Vivian Fernandes

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