Pan­de­mia de abu­sos poli­cia­les con pre­tex­to del Esta­do de alarma

A la pan­de­mia glo­bal por COVID-19 se le une aho­ra otra peli­gro­sa epi­de­mia: la de los abu­sos poli­cia­les para hacer cum­plir el Esta­do de alar­ma. Estos últi­mos días nos han deja­do abun­dan­tes docu­men­tos grá­fi­cos sobre dis­tin­tas actua­cio­nes poli­cia­les en apli­ca­ción del Real Decre­to que esta­ble­ce el Esta­do de alar­ma. Y en muchas de ellas esta­mos vien­do un alar­man­te abu­so de poder y bru­ta­li­dad policial.

Vaya por delan­te que acon­se­jo a todo el mun­do que­dar­se en casa siguien­do las indi­ca­cio­nes de los pro­fe­sio­na­les sani­ta­rios que están des­bor­da­dos por la epi­de­mia del coro­na­vi­rus. Es lo correc­to hacer­lo, por con­cien­cia social, por soli­da­ri­dad y por apo­yo a esa cla­se obre­ra que está sien­do la pri­me­ra línea de defen­sa con­tra el virus, en espe­cial al per­so­nal sanitario.

Pero esta­mos obser­van­do como, por un lado los dis­tin­tos cuer­pos poli­cia­les están actuan­do en muchos casos con abso­lu­ta arbi­tra­rie­dad y gran­des dosis de sober­bia y chu­le­ría a la hora de valo­rar si una per­so­na está en la vía públi­ca de mane­ra jus­ti­fi­ca­da o no. Se ha agre­di­do y dete­ni­do a per­so­nas que iban o vol­vían de tra­ba­jar, que iban a la com­pra o que pasea­ban a sus perros, igno­ran­do sus expli­ca­cio­nes y sen­ten­cian­do sin nin­gún fun­da­men­to que «están min­tien­do». Y lo están hacien­do en base a la Ley Mor­da­za, a esa que le da a los cuer­pos poli­cia­les atri­bu­cio­nes para mul­tar, dete­ner, valo­rar y juz­gar ellos mis­mos quien dice la ver­dad o quien mien­te en base a lo que les sale de las nari­ces. La mis­ma ley que el actual gobierno pro­gre­sis­ta pro­me­tió derogar.

Y pese a que hay casos cri­ti­ca­bles de per­so­nas que salen a la calle sin jus­ti­fi­ca­ción y con­tri­bu­yen a que el virus no se fre­ne, hecho que nadie dis­cu­te, está habien­do una res­pues­ta a todas luces des­pro­por­cio­na­da y en no pocas oca­sio­nes vio­len­ta y brutal.

Y es que el núme­ro de casos se ha dis­pa­ra­do de mane­ra tan alar­man­te que ya pode­mos decir que hay una segun­da pan­de­mia en mar­cha: la de la bru­ta­li­dad poli­cial. Pare­ce ser que ampa­ra­dos por el Esta­do de alar­ma y por la situa­ción gra­ve e iné­di­ta que esta­mos atra­ve­san­do actual­men­te, los dis­tin­tos cuer­pos poli­cia­les se han qui­ta­do la care­ta y han saca­do a pasear sus más pri­ma­rios ins­tin­tos: los de apo­rrear al ciu­da­dano sin jus­ti­fi­ca­ción algu­na. Ade­más estas actua­cio­nes se ven apo­ya­das por el cli­ma de mie­do y páni­co que des­de algu­nos medios han tra­ta­do de infun­dir a la población.

Men­ción apar­te mere­cen los acu­si­cas y chi­va­tos de bal­cón, per­so­nas que han saca­do al poli­cía que lle­van den­tro para espiar y pre­juz­gar a sus vecin@s, en muchos casos tam­bién des­de una abso­lu­ta arbi­tra­rie­dad y des­co­no­ci­mien­to abso­lu­to de las situa­cio­nes per­so­na­les de cada per­so­na. Así, en varias de estas actua­cio­nes hemos podi­do oir a gen­te jalean­do la acti­tud vio­len­ta de la poli­cia y aplau­dien­do su bru­ta­li­dad, mien­tras se lle­nan la boca de una fal­sa supe­rio­ri­dad moral con tal de bus­car su minu­to de glo­ria. Si toda esa ver­bo­rrea la usa­rán para denun­ciar a quie­nes nos han abo­ca­do a esta situa­ción recor­tan­do y dete­rio­ran­do duran­te años la sani­dad públi­ca, otro gallo cantaría.

He reco­pi­la­do en un hilo de twit­ter los casos que he vis­to, una lis­ta que segui­ré actua­li­zan­do y de la que aquí he deja­do sus casos más sig­ni­fi­ca­ti­vos has­ta el momen­to. Y es que, si cede­mos al mie­do, o si jus­ti­fi­ca­mos esta bru­ta­li­dad en base a la situa­ción que esta­mos pade­cien­do, que a nadie le que­pa la menor duda de que se nos vol­ve­rá en nues­tra con­tra. La poli­cía está para pro­te­ger al capi­tal y a l@s poderos@s, no al pue­blo. Sólo el pue­blo sal­va al pueblo.

https://​twit​ter​.com/​B​o​r​o​_​L​H​/​s​t​a​t​u​s​/​1​2​4​1​9​9​1​7​1​6​3​6​7​9​3​7​536

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