Eus­kal Herria. Mer­ce­des Benz: la vida de las per­so­nas por delan­te de los beneficios

Dani Ramos /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano /​21 de mar­zo de 2020

[El 16 de mar­zo, la fac­to­ría de Mer­ce­des Benz en Vito­ria-Gas­teiz sal­tó a la por­ta­da de los medios de comu­ni­ca­ción: el Comi­té de empre­sa blo­queó la pro­duc­ción ante la acti­tud dile­tan­te de la direc­ción para hacer fren­te a la evo­lu­ción de la epi­de­mia no ya a nivel social, sino en el inte­rior de la plan­ta. En su momen­to no se cono­cía cómo se habían desa­rro­lla­do los hechos. Hoy con­ta­mos con una expo­si­ción deta­lla­da de los mis­mos por par­te de Dani Ramos, sin­di­ca­lis­ta de ESK y miem­bro del Comi­té de Empresa.

Este ejem­plo de Mer­ce­des pone en evi­den­cia varios ele­men­tos. En pri­mer lugar uno de los pun­tos negros del Esta­do de Alar­ma decre­ta­do por el Gobierno que, por una par­te, impo­ne un con­fi­na­mien­to total a la gen­te y, por otra, per­mi­te que empre­sas que en nin­gún caso desem­pe­ñan una acti­vi­dad indis­pen­sa­ble (como son garan­ti­zar la nutri­ción y la asis­ten­cia médi­ca o tra­ba­jos de sani­dad y lim­pie­za, etc.) pue­dan seguir tra­ba­jan­do, con lo que impli­ca de movi­li­dad de la gen­te y cer­ca­nía físi­ca en la acti­vi­dad pro­duc­ti­va; en segun­do lugar, la irres­pon­sa­bi­li­dad cri­mi­nal de los sis­te­mas de salud (cen­tral y auto­nó­mi­co) de no rea­li­zar test sis­te­má­ti­cos en la pobla­ción (como en Corea del Sur) para detec­tar los focos de la cri­sis y poder esta­ble­cer barre­ras efi­ca­ces con­tra su pro­pa­ga­ción; en ter­cer lugar, el des­po­tis­mo de la empre­sa que, en un terri­to­rio de espe­cial ries­go, como Vito­ria-Gas­teiz, pre­ten­día seguir como si la epi­de­mia no fue­ra con ellos, cuan­do para esa fecha –en Fran­cia, sin ir más lejos- Renault ya había cerra­do sus tres fac­to­rías; y en cuar­to lugar, la nece­si­dad de salir de la pará­li­sis-con­fi­na­mien­to en la que se encuen­tran los sin­di­ca­tos, los gran­des ausen­tes en esta cri­sis que afec­ta al 99%.

La cri­sis es gra­ve y aún esta­mos a tiem­po de recu­pe­rar el tiem­po per­di­do. Gobierno y patro­nal siguen en sus tre­ce: que­rer abor­dar la cri­sis del Covid-19 sin poner en cues­tión los ele­men­tos fun­da­men­ta­les de las polí­ti­cas neo­li­be­ra­les impul­sa­das has­ta aho­ra, así como limi­tar su alter­na­ti­va a un ago­ta­mien­to del per­so­nal sani­ta­rio y la apli­ca­ción cada vez más dura de medi­das de con­fi­na­mien­to en una diná­mi­ca de mili­ta­ri­za­ción de la socie­dad. Corres­pon­de a la izquier­da social y polí­ti­ca comen­zar a plan­tear alter­na­ti­vas a esta catás­tro­fe res­pon­dien­do a las inquie­tu­des de la gen­te y pre­sio­nan­do a las ins­ti­tu­cio­nes y los gobier­nos para un giro radi­cal en sus polí­ti­cas.]

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Pasa­do un tiem­po de los hechos suce­di­dos el pasa­do lunes 16 de mar­zo en la fábri­ca de Mer­ce­des en Vito­ria, que deri­va­ron en la para­li­za­ción de la pro­duc­ción, escri­bo este artícu­lo con las pul­sa­cio­nes más bajas y el esta­do de áni­mo más tranquilo.

Debo comen­zar expli­can­do que, des­de que se ini­ció la cri­sis por el COVID-19, la sen­sa­ción de vér­ti­go que he teni­do ha sido simi­lar a lo suce­di­do en la socie­dad, fru­to de los acon­te­ci­mien­tos que me han lle­va­do, des­de no dar­le exce­si­va impor­tan­cia al tema del coro­na­vi­rus, a ver­me con­fi­na­do en casa en apli­ca­ción del Esta­do de Alar­ma Sani­ta­ria esta­ble­ci­do por real decre­to del Gobierno del Esta­do espa­ñol del sába­do 14 de mar­zo, con apli­ca­ción inme­dia­ta des­de el domin­go 15.

Cro­no­lo­gía de la cri­sis en Mer­ce­des Benz

Paso a cen­trar­me en cómo se suce­die­ron los acon­te­ci­mien­tos en la fábri­ca de Mer­ce­des. Des­de los pri­me­ros días de aler­ta en el tema del COVID-19, la empre­sa puso de refe­ren­cia a la comi­sión de ries­gos labo­ra­les (PRL). Orga­ni­zó una serie de reunio­nes perió­di­cas (lunes, miér­co­les y vier­nes de cada sema­na), para hacer un segui­mien­to de posi­bles casos, accio­nes a rea­li­zar y reco­ger suge­ren­cias de la par­te social sobre el tema. En esos pri­me­ros días, se cono­cen los pri­me­ros casos ais­la­dos en la socie­dad y se des­cu­bren “con­tac­tos estre­chos” (nom­bre ofi­cial que el ser­vi­cio vas­co de salud, Osa­ki­detza, da a las per­so­nas que han teni­do rela­ción direc­ta con casos posi­ti­vos de COVID-19) en la fábri­ca. La empre­sa siem­pre ha dicho seguir a raja­ta­bla las indi­ca­cio­nes de Osa­ki­detza, por lo que, en esos pri­me­ros casos, envió a casa a las per­so­nas que los habían man­te­ni­do. Mien­tras, fue toman­do otro tipo de medi­das, cen­tra­das sobre todo en el tema de la higie­ne: colo­có dis­pen­sa­do­res de desin­fec­tan­tes para las manos, nos cons­ta que refor­zó la con­tra­ta de lim­pie­za para man­te­ner lim­pias las zonas comu­nes, líneas de mon­ta­je, cuan­do no se esta­ba pro­du­cien­do, y ves­tua­rios. Y así fue­ron trans­cu­rrien­do los días. Has­ta que lle­ga el 5 de marzo.

Para la sec­ción sin­di­cal de ESK ese día sal­tan todas las alar­mas. Ese jue­ves se con­fir­ma el pri­mer posi­ti­vo por COVID-19 en la fábri­ca. Se tra­ta de una tra­ba­ja­do­ra del turno de maña­na que lle­va­ba sin ir a tra­ba­jar des­de el mar­tes por pre­sen­tar sín­to­mas y estar a la espe­ra de cono­cer el resul­ta­do de la prue­ba. Se da la cir­cuns­tan­cia de que esta tra­ba­ja­do­ra, duran­te esa sema­na, esta­ba rea­li­zan­do uno de los famo­sos cur­sos, fue­ra de hora­rio labo­ral, para poder pasar de tra­mo, por lo que se encon­tra­ba en con­tac­to con muchas más per­so­nas que tam­bién tra­ba­jan en Mer­ce­des. La res­pues­ta de Mer­ce­des no fue man­dar a casa a las com­pa­ñe­ras y com­pa­ñe­ros de alre­de­dor como medi­da pre­ven­ti­va de cua­ren­te­na. Tam­po­co comu­ni­có el posi­ti­vo has­ta últi­ma hora del vier­nes 6 de mar­zo y se limi­tó a entre­gar el docu­men­to de las reco­men­da­cio­nes de Osa­ki­detza (guar­dar una espe­cie de cua­ren­te­na, inclu­yen­do, tomar­se la tem­pe­ra­tu­ra, no socia­li­zar, no via­jar, etc.), que hizo fir­mar a quie­nes per­te­ne­cían al mis­mo gru­po de tra­ba­jo y a quie­nes rea­li­za­ban el cur­so con la afec­ta­da. Al tra­tar­se del turno de maña­na, a nues­tro enten­der, la empre­sa pre­ten­día ganar tiem­po ya que ese turno no vol­vía a incor­po­rar­se has­ta el lunes a las 10 de la noche. Les indi­có ade­más que si se encon­tra­ban sin sín­to­mas debe­rían ir a trabajar.

A par­tir de ahí, la sema­na del 9 al 13, se vivió con un goteo ince­san­te de gen­te en toda la fábri­ca que pre­sen­ta­ba sín­to­mas. Pero, en rela­ción al foco posi­ti­vo, 3 per­so­nas de la mis­ma zona de tra­ba­jo y otras 2 que rea­li­za­ban el cur­so son envia­das a casa por pre­sen­tar sín­to­mas. Las 2 per­so­nas del cur­si­llo (hablé per­so­nal­men­te con ellas el miér­co­les 11) per­ma­ne­cen de baja a día de hoy con sín­to­mas leves, pero sin que parez­ca que vayan a hacer­les la prueba.

A todo esto, el lunes 9 se pro­du­ce la clau­su­ra de los cen­tros esco­la­res de Vito­ria. La reu­nión de PRL se ade­lan­ta al mar­tes 10 y en ella la empre­sa comu­ni­ca que se faci­li­ta­rá la alter­na­ti­va del tele­tra­ba­jo y que la gen­te pue­da dis­po­ner de cier­ta fle­xi­bi­li­dad para aten­der su situa­ción fami­liar siem­pre que el sec­tor de la fábri­ca don­de se tra­ba­ja pue­da per­mi­tir­lo. Evi­den­te­men­te, esta noti­fi­ca­ción de la direc­ción no tenía efec­ti­vi­dad algu­na y sólo esta­ba diri­gi­da cara a la gale­ría, ya que, en un pro­ce­so de mon­ta­je en cade­na a 3 tur­nos, es impo­si­ble esa fle­xi­bi­li­dad. El COVID-19 sigue su impa­ra­ble rodi­llo y los acon­te­ci­mien­tos se suce­den en la socie­dad crean­do más temor y a la vez más con­cien­cia­ción en todo el mun­do. Antes de las res­tric­cio­nes impues­tas ya se advier­te a la empre­sa que con los pro­ce­sos de mon­ta­je es impo­si­ble garan­ti­zar 1,5 metros entre las per­so­nas y que no se están pro­du­cien­do desin­fec­cio­nes en las herra­mien­tas que las tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res com­par­ten. Por no hablar de la masi­fi­ca­ción de gen­te en luga­res y momen­tos pun­tua­les, ves­tua­rios, zonas de des­can­so, máqui­nas expen­de­do­ras, entra­das, sali­das, des­pla­za­mien­tos en auto­bús y com­par­tien­do coches. Las sus­tan­cias desin­fec­tan­tes se ago­tan en los expen­de­do­res y la suma de todo lo que suce­de en la fábri­ca y en la socie­dad se agran­da, pro­vo­can­do una sen­sa­ción muy per­so­na­li­za­da de ries­go para la salud. El temor y el enfa­do van aumentando.

El vier­nes 13, el Comi­té de Empre­sa exi­ge el cie­rre de la plan­ta por no garan­ti­zar­se las medi­das de segu­ri­dad y, ade­más, no exis­tir un cri­te­rio úni­co en los sec­to­res sobre las mis­mas. La empre­sa no se plan­tea parar bajo nin­gún con­cep­to y nos ins­ta a abrir una mesa nego­cia­do­ra para nego­ciar un ERTE. Un plan­tea­mien­to sin pies ni cabe­za que con­sis­te en parar zonas espe­cí­fi­cas y tur­nos de tra­ba­jo de la fábri­ca según vayan fal­tan­do pie­zas o per­so­nas. Si bien des­de ESK con­si­de­rá­ba­mos que había que tomar una deci­sión ya, la jor­na­da ter­mi­na que­dan­do pen­dien­te para tomar una reso­lu­ción el lunes.

Pero, la cas­ca­da de suce­sos se dis­pa­ra y el fin de sema­na aca­ba­mos en esta­do de emer­gen­cia. El fin de sema­na se con­vier­te en una abso­lu­ta locu­ra tele­fó­ni­ca en la que el temor y la indig­na­ción de la gen­te va en aumen­to. Me sería impo­si­ble resu­mir aquí todo lo suce­di­do a lo lar­go del fin de sema­na y la exac­ti­tud del torren­te de hechos y emo­cio­nes acae­ci­dos has­ta el lunes 16.

El lunes, el depar­ta­men­to de PRL da una serie de con­sig­nas a los sec­to­res para que las tras­la­den a las líneas de mon­ta­je. Res­pe­tar los 1,5 m de sepa­ra­ción, con espe­ras en luga­res de coin­ci­den­cia con la línea para­da, si fue­ra nece­sa­rio y entre­gar mas­ca­ri­llas para tra­ba­jos que se rea­li­zan por pare­jas. Los miem­bros del Comi­té empe­za­mos a pasar por las líneas y vemos que el mie­do, el enfa­do y la indig­na­ción son pal­pa­bles. Hay inclu­so quien nos echa en cara no haber orien­ta­do los esfuer­zos del comi­té a no acu­dir a tra­ba­jar. Pron­to vemos que la inten­ción de los pro­pios man­dos es cum­plir escru­pu­lo­sa­men­te con las con­sig­nas de PRL, lo que supo­ne para­das con­ti­nuas en la pro­duc­ción. El tra­ba­jo se acom­pa­ña espo­rá­di­ca­men­te con sil­bi­dos, cace­ro­la­das y toques de cla­xon espon­tá­neos, sin con­sig­nas por par­te de tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res. Al prin­ci­pio tene­mos momen­tos de rece­lo y ten­sión con algu­nos man­dos, pero pron­to coin­ci­di­mos que la inten­ción es la mis­ma. Por no fal­tar a la ver­dad tene­mos que decir­le a la gen­te que debe per­ma­ne­cer sepa­ra­da en cuan­do la pro­duc­ción está para­da, lo que sig­ni­fi­ca no for­mar “corri­llos”. Así pasa­mos la pri­me­ra hora. A las 7:00 h. acu­di­mos a PRL, don­de se están entre­gan­do mas­ca­ri­llas y les deci­mos que están incum­plien­do lo esta­ble­ci­do en el real decre­to de Esta­do de Alar­ma Sani­ta­ria que exi­ge entre­gar mas­ca­ri­llas a la Sani­dad Públi­ca. Ade­más, les deci­mos que no se cum­ple la dis­tan­cia de sepa­ra­ción de 1,5 metros, que las mas­ca­ri­llas no son las ade­cua­das para no con­ta­giar­se, que se entre­gan sin pro­to­co­lo ni ins­truc­cio­nes de uso, que no se desin­fec­ta la herra­mien­ta al rotar de pues­to, etc., etc. En fin, todo es un ver­da­de­ro desas­tre. Pos­te­rior­men­te nos ente­ra­mos que Mer­ce­des poseía 4.000 mas­ca­ri­llas y que repar­tió 3.200 al turno de mañana.

Esta­ba cla­ro que la pro­duc­ción no iba a ser como un día nor­mal pero no lo con­si­de­ra­mos como sufi­cien­te ya que tam­bién pare­cía cla­ro que de esa mane­ra no iban a man­dar­nos a casa. Entre los com­pa­ñe­ros de ESK empe­za­mos a hablar de la posi­bi­li­dad de hacer una sen­ta­da al final de la línea 10, últi­ma línea de mon­ta­je. Para ello nos pusi­mos en con­tac­to con la ase­so­ría del sin­di­ca­to y fui­mos comen­tán­do­lo con el res­to de sec­cio­nes sin­di­ca­les. Según pasa­ba la maña­na fue­ron lle­gan­do más repre­sen­tan­tes sin­di­ca­les de otros sin­di­ca­tos y repre­sen­tan­tes de la empre­sa. La ofi­ci­na de PRL se con­vier­te en el epi­cen­tro de la situa­ción. Una repre­sen­ta­ción del comi­té deci­di­mos lla­mar a la Ertzain­tza para denun­ciar las medi­das de segu­ri­dad y la no entre­ga de las mas­ca­ri­llas a la Sani­dad Públi­ca. Se mete como pun­to-denun­cia en PRL el incum­pli­mien­to de las nor­mas de segu­ri­dad y, según van lle­gan­do los repre­sen­tan­tes de la empre­sa les exi­gi­mos que paren cuan­to antes y que ade­lan­ten la reu­nión de las 10:30. Todos se remi­ten al direc­tor de la plan­ta de Mer­ce­des Gas­teiz, Titos.

El señor Titos apa­re­ce poco antes de las 8:00 de la maña­na y nos cita para las 9 o 9:30. La gen­te de ESK deci­di­mos vol­ver a las líneas a estar con la gen­te y seguir tra­tan­do que se pare lo más posi­ble la pro­duc­ción. Reci­bi­mos las reco­men­da­cio­nes de la ase­so­ría y deci­di­mos no rea­li­zar en soli­ta­rio la sen­ta­da, que sólo la haría­mos con una amplia par­ti­ci­pa­ción del comi­té de empresa.

A las 9 se nos comu­ni­ca que la reu­nión se pro­du­ci­rá a las 9:30. A esa hora acu­di­mos a la mis­ma. La empre­sa lla­ma soli­ci­tan­do retra­sar­la 15 o 30 minu­tos y ahí se des­en­ca­de­na todo.

Empe­za­mos a pro­tes­tar y pro­po­ne­mos ir a la línea 10 a parar la pro­duc­ción y espe­rar allí a que nos con­vo­quen. Sor­pren­den­te­men­te resul­ta más fácil de lo que creía­mos y por una­ni­mi­dad nos diri­gi­mos todas las sec­cio­nes sin­di­ca­les a rea­li­zar la sen­ta­da. Nos plan­ta­mos allí y para­mos la pro­duc­ción. Lo que suce­de a par­tir de enton­ces tie­ne 2 desa­rro­llos y 2 escenarios.

En pri­mer lugar, está el esce­na­rio de la pro­pia línea 10. Espon­tá­nea­men­te sur­gen aplau­sos, víto­res y agra­de­ci­mien­tos. A las 10, hora de la para­da para el boca­di­llo, se con­vier­te en el lugar de reu­nión y con­cen­tra­ción de la nave sur de mon­ta­je final. Cien­tos de tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res de Mer­ce­des se suman, así como de las contratas.

En segun­do lugar, está el esce­na­rio de la reu­nión con la empre­sa, que final­men­te tie­ne lugar. El direc­tor Titos no cede, dice que no se para­rá por el momen­to, que su inten­ción es parar, pero pau­la­ti­na­men­te a par­tir de la tar­de. Que la pro­duc­ción en el turno de maña­na debe con­ti­nuar con nor­ma­li­dad y que en el turno de tar­de sólo tra­ba­ja­rá el per­so­nal nece­sa­rio para ir paran­do poco a poco. Lo gra­ve es que toma la deci­sión por­que no tie­ne mas­ca­ri­llas sufi­cien­tes para el turno de tar­de. Le segui­mos insis­tien­do en el paro inme­dia­to y que faci­li­te a la gen­te mar­char a casa. Nos acu­sa de hablar des­de la emo­cio­na­li­dad y de sabo­ta­je. Nos cru­za­mos repro­ches, acu­sa­cio­nes, pero no logra­mos nada. En esto lle­ga la Ertzain­tza, pero nos dice que no pue­de hacer más que reco­ger la denun­cia (sobre que Mer­ce­des no ceca las mas­ca­ri­llas al ser­vi­cio de salud). La Ertzain­tza rehú­sa requi­sar las 800 mas­ca­ri­llas que aún retie­ne la empre­sa. Nos cita­mos con la empre­sa para una nue­va reu­nión a las 12:30 y el Comi­té deci­de man­te­ner la sentada.

En el lugar de la sen­ta­da, el pre­si­den­te del Comi­té se diri­ge a la gen­te con­cen­tra­da para infor­mar­les de lo que pre­ten­de la empre­sa y de que no lo acep­ta­mos. Plan­tea­mos a la gen­te que vuel­van a sus pues­tos de tra­ba­jo a estar a expen­sas de los man­dos y dejar­nos al comi­té la res­pon­sa­bi­li­dad de lo sucedido.

A las 11:30 tene­mos un encuen­tro téc­ni­co con los res­pon­sa­bles de los sec­to­res des­de el pun­to de par­ti­da de la no reanu­da­ción de la pro­duc­ción. En ese encuen­tro acor­da­mos la for­ma de reco­ger y enviar a la gen­te a sus casas sin que se pro­duz­can aglo­me­ra­cio­nes. Final­men­te, poco antes de las 13:00 aban­do­nan la fábri­ca las últi­mas tra­ba­ja­do­ras y trabajadores.

A las 12:30, Titos, des­en­ca­ja­do, ame­na­za con tomar las medi­das nece­sa­rias con­tra las per­so­nas que rea­li­za­mos la sen­ta­da y deci­de que des­pués de lo suce­di­do no hay nada de lo que hablar y sus­pen­de la reunión.

En la tar­de del mar­tes 17 el Comi­té con­sen­súa una soli­ci­tud de reu­nión para el miér­co­les 18, pero la empre­sa dice no poder jun­tar­se has­ta el vier­nes 20 a las 10:30.

Curio­sa­men­te, con la plan­ti­lla en casa, están cre­cien­do las lla­ma­das des­de los ser­vi­cios médi­cos a gru­pos de tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res que han podi­do estar en expo­si­ción al virus. Ade­más, en la tar­de del miér­co­les 18 el PRL habla ya de 4 posi­ti­vos con­fir­ma­dos y 154 per­so­nas con sín­to­mas a las que no se les ha rea­li­za­do la prueba.

Con­clu­sión

Lo que expli­ca que en Mer­ce­des haya­mos lle­ga­do a una deci­sión radi­cal es evi­den­te: la famo­sa línea 10 no es una línea cual­quie­ra: es la línea por don­de sale el vehícu­lo aca­ba­do, la últi­ma; parán­do­la, antes o des­pués, se paran todas y, por lo tan­to, se para­li­za toda la pro­duc­ción de vehícu­los. La res­pon­sa­bi­li­dad exclu­si­va le corres­pon­de a la empre­sa, que no ha mos­tra­do la más míni­ma empa­tía con la plan­ti­lla, ni los sen­ti­mien­tos que le embar­ga­ban, que no ha com­pren­di­do que en la men­te de toda la gen­te tra­ba­ja­do­ra se había gra­ba­do a fue­go la idea de que la acti­tud de la empre­sa refle­ja­ba que pro­du­cir fur­go­ne­tas era prio­ri­ta­rio sobre la salud de las personas.

En cuan­to a labor sin­di­cal, des­de ESK nos toma­mos muy en serio el pro­ble­ma des­de el prin­ci­pio, si bien el pro­ce­so para que esta con­cien­cia se fue­se exten­dien­do a al con­jun­to de la plan­ti­lla ha toma­do su tiem­po ante la posi­ción de la empre­sa que afir­ma­ba en todo momen­to que seguía las reco­men­da­cio­nes sani­ta­rias de Osa­ki­detza. Des­de ESK ponía­mos en cues­tión estas expli­ca­cio­nes, sobre todo a par­tir del posi­ti­vo del 5 de mar­zo, pero la empre­sa se man­te­nía en sus tre­ce. Es de supo­ner que esta­ban a la espe­ra de medi­das eco­nó­mi­cas a las que aco­ger­se, pero los acon­te­ci­mien­tos les han supe­ra­do. Nues­tra opi­nión es que Mer­ce­des bus­ca­ba seguir tra­ba­jan­do a tope para que la para­da se pro­du­je­se por des­abas­te­ci­mien­to y así las con­tra­tas o pro­vee­do­res tuvie­ran la res­pon­sa­bi­li­dad de la para­da de pro­duc­ción o inclu­so pro­vo­car que el absen­tis­mo por bajas o cua­ren­te­nas (el absen­tis­mo se había dis­pa­ra­do las últi­mas sema­nas), hubie­ra pro­vo­ca­do la para­da y pudie­se optar a algún tipo de bene­fi­cio eco­nó­mi­co por ello. En cual­quier caso, la salud de sus tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res, de las con­tra­tas y de sus fami­lias, no eran obvia­men­te su prioridad.

Lo más impor­tan­te de todo es que la acción del día 16, supu­so un ali­vio en las tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res de la plan­ti­lla, así como de las con­tra­tas. Se veía el mie­do, la ten­sión, la incom­pren­sión; y, lue­go, la ale­gría y el agra­de­ci­mien­to. En el con­flic­to de la empre­sa, el direc­tor Titos decía que hablá­ba­mos des­de la emo­cio­na­li­dad y, en efec­to, tenía razón: cla­ro que nues­tra moti­va­ción se inser­ta­ba en lo emo­cio­nal. Pero cómo no iba a ser así: esta­mos hablan­do de la salud de las per­so­nas, de sus vidas, un prin­ci­pio irre­nun­cia­ble para un sin­di­ca­lis­mo que se pre­cie. Pues bien, el lunes 16 con­tri­bui­mos como nun­ca a poner la vida de las per­so­nas en el cen­tro de nues­tra acción sindical.

Dani Ramos, miem­bro del Comi­té de Empre­sa de Mer­ce­des Benz por el sin­di­ca­to ESK

Vien­to Sur*

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