Amé­ri­ca Lati­na. Infor­me de situa­ción: Dispu­tas elec­to­ra­les e inter­ven­cio­nis­mo impe­ria­lis­ta: entre la cri­sis de legi­ti­mi­dad del neo­li­be­ra­lis­mo y su refor­za­mien­to autoritario

Por Ins­ti­tu­to Tri­con­ti­nen­tal, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 14 mar­zo 2020

Obser­va­to­rio de la Coyun­tu­ra en Amé­ri­ca Lati­na y el Caribe

Infor­me N°5 – Enero/​febrero 2020

Índi­ce

Intro­duc­ción

  1. La dispu­ta en el plano elec­to­ral y sobre sus condiciones
    1. Las elec­cio­nes par­la­men­ta­rias de enero en Perú
    2. Se angos­ta el camino hacia las elec­cio­nes de mayo en Bolivia
    3. Elec­cio­nes muni­ci­pa­les en Cos­ta Rica
    4. Peleas en las filas opo­si­to­ras hacia las elec­cio­nes par­la­men­ta­rias en Venezuela
    5. Sus­pen­sión y nue­va fecha para elec­cio­nes muni­ci­pa­les en Repú­bli­ca Dominicana
    6. Chi­le hacia una nue­va Constitución
  2. Luchas socia­les y res­pues­tas autoritarias
    1. El gol­pe de Buke­le al Par­la­men­to en El Salvador
    2. La lucha de las cara­va­nas de migran­tes en Mesoamérica
    3. Entre los ecos del Paro Nacio­nal y el récord de ase­si­na­tos de líde­res y lide­re­sas socia­les en Colombia
    4. Per­se­cu­ción y resis­ten­cias de la opo­si­ción social y polí­ti­ca en el Ecuador
    5. Movi­li­za­ción y repre­sión en Chile
    6. Entre el fin del Par­la­men­to y las nue­vas pro­tes­tas en Haití
    7. Puer­to Rico: sis­mos y movi­li­za­cio­nes ante fal­ta de asis­ten­cia a damnificados
    8. Limi­tan el dere­cho a huel­ga en Cos­ta Rica
    9. «Se aca­bó el recreo» en Uru­guay: Mano dura y más poder militar
  3. Bra­sil bajo Bol­so­na­ro: infor­me especial
  4. Inter­ven­ción impe­ria­lis­ta e inte­gra­ción regional
    1. Vene­zue­la, entre la ame­na­za mili­tar y el cer­co económico
    2. Trump aprie­ta el blo­queo sobre Cuba
    3. Ecua­dor como «Puer­ta a los Andes» para Esta­dos Unidos.
    4. Pro­yec­to de segu­ri­dad en Pana­má orien­ta­do por Esta­dos Unidos
    5. Deba­tes en los orga­nis­mos supranacionales
  5. En pers­pec­ti­va
    1. Argen­ti­na y la rene­go­cia­ción de la deuda
    2. Cam­bio polí­ti­co en Uruguay
    3. Para­guay: Itai­pú, cau­sa nacional
    4. Hacia las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les en EE.UU.

Intro­duc­ción

El
pre­sen­te infor­me abor­da el examen de los prin­ci­pa­les hechos acontecidos
en Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be duran­te estos pri­me­ros meses de enero y
febre­ro de 2020. Para ello, recu­pe­ra los ejes de aná­li­sis que orientaron
los infor­mes duran­te el pasa­do año, par­ti­cu­lar­men­te el correspondiente
al mes de diciem­bre don­de pro­pu­si­mos, en cier­ta medi­da, un balan­ce del
2019. En este sen­ti­do, a con­ti­nua­ción nos refe­ri­mos a los siguientes
temas: a) las carac­te­rís­ti­cas que adop­ta la ofen­si­va neo­li­be­ral y su
paque­te de con­tra­rre­for­mas en estos meses; b) rese­ña­mos algu­nas de las
accio­nes de los movi­mien­tos popu­la­res y las expre­sio­nes de la cri­sis de
legi­ti­mi­dad que cues­tio­nan hoy a estas polí­ti­cas; c) ana­li­za­mos las
for­mas en las que se des­plie­ga la res­pues­ta auto­ri­ta­ria fren­te a esta
pér­di­da de legi­ti­mi­dad; así como final­men­te, d) exa­mi­na­mos las
prin­ci­pa­les inter­ven­cio­nes del impe­ria­lis­mo esta­dou­ni­den­se en diferentes
paí­ses y a nivel regio­nal en el perio­do estu­dia­do. El aná­li­sis de estas
ten­den­cias orde­na la estruc­tu­ra del infor­me1.

Por
otra par­te, en este perio­do se des­ta­ca la impor­tan­cia regio­nal que
adquie­ren las con­tien­das elec­to­ra­les que, por dife­ren­tes razo­nes y
cier­ta­men­te a dis­gus­to de la razón neo­li­be­ral, apa­re­cen aún como el
ins­tru­men­to más legí­ti­mo para pro­ce­sar los con­flic­tos y tensiones
rese­ña­dos ante­rior­men­te. De tal mane­ra, tan­to el gobierno de Piñe­ra en
Chi­le como el gol­pe en Boli­via se ven obli­ga­dos a con­vo­car a elecciones
aun­que simul­tá­nea­men­te se con­cul­can o se bus­ca res­trin­gir las libertades
y dere­chos demo­crá­ti­cos. Estos pro­ce­sos son jus­ta­men­te exa­mi­na­dos en el
pri­mer pun­to de este informe. 

Final­men­te,
en esta oca­sión, tene­mos el gus­to de sumar una sec­ción dedi­ca­da a
exa­mi­nar lo que está suce­dien­do en Bra­sil que fue pre­pa­ra­da por la
Ofi­ci­na del Ins­ti­tu­to Tri­con­ti­nen­tal en ese país a quien agradecemos.
Como siem­pre, más allá de dis­cul­par­nos por la exten­sión, espe­ra­mos que
estas pági­nas sean úti­les a quie­nes están com­pro­me­ti­dos con la
eman­ci­pa­ción social, así como damos la bien­ve­ni­da a todo comentario,
suge­ren­cia o crí­ti­ca que despierten.

Foto: CELAG

La dispu­ta en el plano elec­to­ral y sobre sus condiciones

Las elec­cio­nes par­la­men­ta­rias de enero en Perú

Pro­duc­to
del cie­rre del Con­gre­so en sep­tiem­bre de 2019, que ana­li­za­mos en
infor­mes ante­rio­res, final­men­te este 26 de enero se desa­rro­lla­ron las
elec­cio­nes par­la­men­ta­rias como una vía para sol­ven­tar la ten­sión que se
pre­sen­tó entre el Eje­cu­ti­vo y el Legis­la­ti­vo clau­su­ra­do. La elección,
con 130 nue­vos con­gre­sis­tas recon­fi­gu­ró la corre­la­ción de fuerzas
sur­gi­da de las vota­cio­nes pre­ce­den­tes del 2016. 

Con una par­ti­ci­pa­ción menor que en 2016, el
74,7% de los votan­tes habi­li­ta­dos acu­dió a las urnas, cam­bian­do el mapa
polí­ti­co al inte­rior del Con­gre­so. Las mayo­rías con­so­li­da­das de los
par­ti­dos tra­di­cio­na­les, des­cen­die­ron en su repre­sen­ta­ti­vi­dad, y
emer­gie­ron nue­vos par­ti­dos con repre­sen­ta­ción con­gre­sal. Así, de los
seis par­ti­dos con pre­sen­cia des­de 2016, se pasó a nueve.

Más
que hablar de gran­des gana­do­res pro­duc­to de la elec­ción, es posible
refe­rir­se a aque­llos par­ti­dos que per­die­ron de mane­ra impor­tan­te su
repre­sen­ta­ción. Res­pec­to al mapa par­la­men­ta­rio, Fuer­za Popu­lar, partido
del fuji­mo­ris­mo, pasó de ser la pri­me­ra fuer­za del Con­gre­so en 2016 a
ser actual­men­te la cuar­ta, con un 7% de los votos, que impli­ca pasar de
73 esca­ños a 15, des­cen­so atri­bui­do espe­cial­men­te a los escán­da­los de
corrup­ción que pro­ta­go­ni­zó y que oca­sio­nó las movi­li­za­cio­nes populares
por el cie­rre del Congreso. 

El
ter­cer pues­to fue para el FREPAP, par­ti­do sor­pre­sa de estas elecciones
con el 8% y que logra igual­men­te 15 ban­cas. Res­pec­to del FREPAP es
impor­tan­te men­cio­nar que es la expre­sión polí­ti­co elec­to­ral de la
Aso­cia­ción Evan­gé­li­ca de la Misión Israe­li­ta del Nue­vo Pac­to Universal,
una comu­ni­dad israe­li­ta evan­gé­li­ca de cor­te pro­fun­da­men­te con­ser­va­dor y
nacio­na­lis­ta que tenía como obje­ti­vo lle­gar al Con­gre­so para consolidar
un espa­cio más para la difu­sión de su doc­tri­na. En su pri­me­ra elección
logra ser la ter­ce­ra fuer­za polí­ti­ca del Con­gre­so y pro­yec­tar una
posi­ble par­ti­ci­pa­ción en las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les del 2021 con su
líder espi­ri­tual y can­di­da­to natu­ral Jonás Ata­cu­si —hijo del fundador
Eze­quiel Ata­cu­si, falle­ci­do en el 2000 — , quien en tér­mi­nos de campaña
uti­li­za la carac­te­rís­ti­ca reli­gio­sa y ori­gi­na­ria como garan­tía de
anticorrupción. 

Las
repre­sen­ta­cio­nes mayo­ri­ta­rias se adju­di­ca­ron a Alian­za Popu­lar (25) y
Alian­za para el Pro­gre­so (22), par­ti­dos con gran pre­sen­cia territorial.
Sin embar­go, ni aun­que las vota­cio­nes de ambas ban­ca­das se suma­ran para
la apro­ba­ción o recha­zo de algu­na ley serían mayo­ría, ya que no podrían
lle­gar a los 66 votos. Esto abre la posi­bi­li­dad de que para adelantar
cual­quier pro­yec­to de ley sea nece­sa­ria la alian­za de estas con otras
fuer­zas, por lo que pue­den ser impor­tan­tes los votos que suma­rían los
con­gre­sis­tas del FREPAP, espe­cial­men­te ante la refor­ma polí­ti­ca que
bus­ca votar­se antes del domin­go 11 de abril, que podría modi­fi­car los
regla­men­tos para las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les del 2021, y que va a
tener poco tiem­po de pre­pa­ra­ción, ya que la fecha don­de asu­me el nuevo
con­gre­so es la pri­me­ra quin­ce­na de marzo. 

Final­men­te,
dos datos que nos pare­cen impor­tan­tes. El pri­me­ro, la des­apa­ri­ción de
la repre­sen­ta­ción con­gre­sal del par­ti­do APRA, del ex pre­si­den­te Alan
Gar­cía, que obtu­vo sola­men­te un 2% de los votos. Y el segun­do, el
insu­fi­cien­te desem­pe­ño de las fuer­zas de cen­tro, popu­la­res o de
izquier­da en los comi­cios, que, aun­que se suma­ran los votos de los
sec­to­res pro­pia­men­te de izquier­da como el Fren­te Amplio (9), con los
votos de las fuer­zas del cen­tro libe­ral de Somos Perú o el Partido
Mora­do no alcan­za­rían el núme­ro sufi­cien­te para lograr cualquier
mayo­ría. Jun­tos por el Perú, alian­za pro­ta­go­ni­za­da por el Nue­vo Perú de
Veró­ni­ka Men­do­za, no logró ingre­sar al Con­gre­so al obte­ner un 4,8% de
los votos.

Se angos­ta el camino hacia las elec­cio­nes de mayo en Bolivia

Lue­go
del gol­pe de Esta­do con­cre­ta­do en noviem­bre de 2019, los principales
acon­te­ci­mien­tos de enero y febre­ro de 2020 tuvie­ron que ver con los
pre­pa­ra­ti­vos hacia las elec­cio­nes gene­ra­les del 3 de mayo. 

Sin
mar­gen para man­te­ner­se en el poder sin votos, la estra­te­gia del bloque
dere­chis­ta se orien­tó a legi­ti­mar el gol­pe a tra­vés de unas elecciones
don­de el MAS-IPSP con­cu­rra en las peo­res con­di­cio­nes posi­bles. En este
sen­ti­do hay que des­ta­car en el perío­do que va de diciem­bre a febre­ro la
con­for­ma­ción de un nue­vo Tri­bu­nal Elec­to­ral, el cie­rre de más de 50
radios comu­ni­ta­rias — que se suma a la
sali­da del aire de los cana­les de tele­vi­sión tele­SUR y RT— y el acoso
judi­cial a mili­tan­tes y diri­gen­tes del par­ti­do de Evo Morales.
Suma­do a los cono­ci­dos epi­so­dios de repre­sión —don­de des­ta­can las
masa­cres de Saca­ba y Sen­ka­ta — , la per­se­cu­ción es de tal mag­ni­tud que
lle­vó al envia­do espe­cial de la Orga­ni­za­ción de las Nacio­nes Unidas
(ONU) en Boli­via y más tar­de a la pro­pia Comi­sio­na­da para los Dere­chos Huma­nos del orga­nis­mo, la expre­si­den­te chi­le­na Miche­lle Bachelet,
a expre­sar su preo­cu­pa­ción. Pese a todo, la dic­ta­du­ra no solo avan­za en
el encar­ce­la­mien­to y el aco­so judi­cial a diri­gen­tes masis­tas, sino que
ade­más con­cre­tó la anun­cia­da pros­crip­ción elec­to­ral del derrocado
pre­si­den­te Evo Mora­les, inclu­so impug­nan­do su can­di­da­tu­ra a senador. 

En
este mar­co, el MAS-IPSP ofi­cia­li­zó las can­di­da­tu­ras a pre­si­den­te y
vice­pre­si­den­te del exmi­nis­tro de Eco­no­mía Luis Arce y del excanciller
David Cho­quehuan­ca, res­pec­ti­va­men­te. Ini­cial­men­te, esta pos­tu­la­ción fue
resis­ti­da por los movi­mien­tos popu­la­res que con­for­man el Pac­to de
Uni­dad, quie­nes pro­mo­vían a Cho­quehuan­ca como can­di­da­to a presidente.
Sin embar­go, final­men­te las orga­ni­za­cio­nes del MAS cerra­ron filas en
torno a la can­di­da­tu­ra de Arce. En el mar­co de la cam­pa­ña elec­to­ral, y
en medio de ame­na­zas con­tra su pro­pia liber­tad, el can­di­da­to a
pre­si­den­te insis­tió en apun­tar al mode­lo eco­nó­mi­co del gobierno de facto
como el prin­ci­pal ele­men­to de dife­ren­cia­ción y seña­ló que el negocio
por la explo­ta­ción del litio está detrás del golpe.

Mien­tras
tan­to, los sec­to­res dere­chis­tas, uni­dos estra­té­gi­ca­men­te en el golpe
con­tra Evo, no logra­ron arti­cu­lar una can­di­da­tu­ra de uni­dad y al cierre
de lis­tas pre­sen­ta­ron un pano­ra­ma de sor­pren­den­te frag­men­ta­ción. A las
espe­ra­bles can­di­da­tu­ras de Car­los Mesa, del cívi­co cru­ce­ño Luis Fernando
Cama­cho y del pas­tor evan­ge­lis­ta de ori­gen coreano Chi Hyun Chung
(ter­ce­ro en la elec­ción de octu­bre) se suma­ron las del expresidente
Jor­ge «Tuto» Qui­ro­ga y de la auto­ju­ra­men­ta­da pre­si­den­ta Jea­ni­ne Añez,
que repre­sen­tó una sor­pre­sa para quie­nes has­ta enton­ces eran sus
aliados. 

De
acuer­do a las pri­me­ras encues­tas cono­ci­das poco des­pués de la
ofi­cia­li­za­ción de las can­di­da­tu­ras, has­ta el momen­to la fór­mu­la del
MAS-IPSP apa­re­ce en posi­ción de lide­raz­go, rete­nien­do un apoyo
impor­tan­te. Según los son­deos, detrás de Arce apa­re­cen Mesa y Añez
dis­pu­tán­do­se el segun­do lugar.
Cama­cho pare­ce haber per­di­do fuer­za en las últi­mas sema­nas, incluso
entre sec­to­res his­tó­ri­ca­men­te alia­dos, que han pasa­do a res­pal­dar a Añez.
El pano­ra­ma, de con­jun­to, ha pues­to en aler­ta a todos los sec­to­res que
adver­san al masis­mo y se ali­nean con el gol­pe, por lo que no se descarta
que algún o algu­nos de los can­di­da­tos decli­ne su postulación. 

A
dos meses de las elec­cio­nes, la situa­ción es incier­ta. En un análisis
más gene­ral, resul­ta difí­cil creer que el gobierno norteamericano
per­mi­ta el triun­fo elec­to­ral del MAS, tras un cruen­to gol­pe que expuso
con cru­de­za has­ta dón­de están dis­pues­tos a lle­gar los sectores
con­ser­va­do­res, en un con­tex­to de dispu­ta abier­ta a nivel continental.
Sin embar­go, las dife­ren­cias polí­ti­cas que exhi­be el blo­que dere­chis­ta y
el apo­yo popu­lar al par­ti­do que lide­ra Evo Mora­les man­tie­nen el
esce­na­rio abierto. 

Para
sumar más com­ple­ji­dad al blo­que gol­pis­ta, se acu­mu­lan los aná­li­sis que
sos­tie­nen la inexis­ten­cia de frau­de en las elec­cio­nes del 20 de octubre
de 2019. La acu­sa­ción de frau­de, sos­te­ni­da por la OEA y principal
jus­ti­fi­ca­do­ra del gol­pe de Esta­do, ha sido impug­na­da por diferentes
estu­dios, el más recien­te sur­gi­do de una inves­ti­ga­ción rea­li­za­da por el
Labo­ra­to­rio de Datos Elec­to­ra­les y Cien­cias del MIT (Mas­sa­chu­setts
Ins­ti­tu­te of Tech­no­lo­gies). En un deta­lla­do artícu­lo publi­ca­do en el
Washing­ton Post, los inves­ti­ga­do­res prin­ci­pa­les sos­tu­vie­ron que «el
aná­li­sis esta­dís­ti­co y las con­clu­sio­nes de la OEA parecerían
pro­fun­da­men­te defec­tuo­sos», seña­lan­do ade­más que con­tac­ta­ron al
orga­nis­mo coman­da­do por Luis Alma­gro «para que nos haga algún
comen­ta­rio; (pero) la OEA no res­pon­dió». Sin dudas, esto con­tri­bu­ye a gol­pear la legi­ti­mi­dad de la dic­ta­du­ra, al menos en el fren­te internacional.

Elec­cio­nes muni­ci­pa­les en Cos­ta Rica

Cos­ta Rica eli­gió el pasa­do 2 de febrero
car­gos de alcal­des, vice­al­cal­des, regi­do­res, sín­di­cos, con­ce­ja­les de
dis­tri­to, inten­den­tes, vice­in­ten­den­te y con­ce­ja­les muni­ci­pa­les de
dis­tri­to. Estas elec­cio­nes muni­ci­pa­les expre­sa­ron, con un abstencionismo
del 74%, las opcio­nes polí­ti­cas que repre­sen­tan al pue­blo del país
centroamericano.

Como era de espe­rar­se, según diferentes
aná­li­sis que men­cio­na­mos en infor­mes pre­vios, la polí­ti­ca elec­to­ral en
Cos­ta Rica se encuen­tra limi­ta­da por la con­ti­nua­ción de la tradición
bipar­ti­dis­ta: nue­va­men­te el Par­ti­do Libe­ra­ción Nacio­nal (PLN) y el
Par­ti­do Uni­dad Social Cris­tia­na (PUSC) se posi­cio­na­ron como las fuerzas
polí­ti­cas que con­si­guie­ron mayor repre­sen­ta­ción muni­ci­pal. Lo anterior
no sig­ni­fi­ca que en la con­tien­da elec­to­ral no hubie­ran par­ti­ci­pa­do una
diver­si­dad de par­ti­dos polí­ti­cos que se plan­tean como alter­na­ti­va al
bipar­ti­dis­mo: de hecho, aumen­tó la can­ti­dad de fuer­zas polí­ti­cas entre
las que se repar­tie­ron los gobier­nos loca­les, de 12 par­ti­dos a 19, que
se per­fi­lan hacia ade­lan­te como poten­cia­les com­pe­ti­do­res loca­les del
bipar­ti­dis­mo. Dos de ellos, los Par­ti­dos Res­tau­ra­ción Nacio­nal (PRN) y
Nue­va Repú­bli­ca (PNR), vin­cu­la­dos a la tra­di­ción neopentecostal,
sor­pre­si­va­men­te no logra­ron nin­gu­na repre­sen­ta­ción. El Par­ti­do de Acción
Ciu­da­da­na (PAC), del pre­si­den­te Car­los Alva­ra­do, demos­tró una vez más
la debi­li­dad terri­to­rial que ya lo había caracterizado.

Los par­ti­dos que tie­nen mayor presencia
terri­to­rial son aque­llos que con­ti­núan for­ta­le­cien­do las expre­sio­nes de
poder local. PLN pasó de 50 a 41 alcal­días, pero con­ti­núa sien­do una
fuer­za con­so­li­da­da a nivel nacio­nal. El PUSC aumen­tó su
repre­sen­ta­ti­vi­dad de 14 a 16 alcal­días. El par­ti­do de gobierno (PAC)
bajó su repre­sen­ta­ción de 6 a 4 alcal­días. Es impor­tan­te men­cio­nar que
este par­ti­do es el que ha impul­sa­do el pro­yec­to de ley para restringir
el dere­cho a huel­ga y ade­más ha lle­va­do ade­lan­te una refor­ma fis­cal que
aten­ta con­tra los y las tra­ba­ja­do­ras. A esto se suma el anun­cio de la
Fis­ca­lía de Cos­ta Rica, a fines de febre­ro, res­pec­to al ini­cio de una
inves­ti­ga­ción judi­cial con orden de alla­na­mien­to con­tra el presidente
Alva­ra­do, por pre­sun­ta vio­la­ción a la pri­va­ci­dad de ciu­da­da­nos y
ciudadanas.

Peleas en las filas opo­si­to­ras hacia las elec­cio­nes par­la­men­ta­rias en Venezuela

Como men­cio­na­mos en el infor­me anterior,
duran­te los pri­me­ros días del 2020 ya se vis­lum­bra­ba la profundización
de la divi­sión de la opo­si­ción vene­zo­la­na, ten­sa entre la representación
que tie­nen estas fuer­zas hacia el inte­rior del país y la que parecen
tener en el exte­rior. Esto se vio con la divi­sión de los par­ti­dos de
opo­si­ción y la con­so­li­da­ción y avan­ce de acuer­dos de la Mesa de
Nego­cia­ción, un esce­na­rio a tener pre­sen­te al ana­li­zar las elecciones
que se pro­yec­tan este año en Venezuela.

La pri­me­ra será la elec­ción de los nuevos
miem­bros del Con­se­jo Nacio­nal Elec­to­ral (CNE). Para ello se con­for­mó una
Comi­sión com­pues­ta por las dis­tin­tas fuer­zas polí­ti­cas: el cha­vis­mo, el
sec­tor de opo­si­ción que res­pon­de a Luis Parra —quien hoy preside
ofi­cial­men­te la AN — , los dipu­tados aglu­ti­na­dos alre­de­dor de Guai­dó y la
socie­dad civil. Esta comi­sión debe­rá selec­cio­nar los nue­vos cinco
inte­gran­tes de la CNE, que serán quie­nes hagan la vee­du­ría de los
comi­cios parlamentarios.

Según anun­cios ofi­cia­les, las elec­cio­nes a la
Asam­blea Nacio­nal deben cele­brar­se entre noviem­bre y diciem­bre del
2020, con el obje­ti­vo de lograr la «reins­ti­tu­cio­na­li­za­ción» en 2021.
Estas elec­cio­nes son otro ele­men­to de ten­sión den­tro del escenario
opo­si­tor, ya que como se logró evi­den­ciar en los pri­me­ros días de enero,
las dife­ren­tes estra­te­gias para hacer­se del poder lle­gan tam­bién al
esce­na­rio elec­to­ral. El sec­tor que reco­no­ce a Luis Parra y que se
encuen­tra sen­ta­do en la Mesa de Diá­lo­go con el gobierno de Nicolás
Madu­ro bus­ca con­so­li­dar el camino para las elec­cio­nes par­la­men­ta­rias y
for­ta­le­cer su pre­sen­cia en la pró­xi­ma AN. El sec­tor de Juan Guai­dó, por
su par­te, recha­za un esce­na­rio de elec­cio­nes par­la­men­ta­rias si no
inclu­ye tam­bién las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les y ha anun­cia­do en diversas
oca­sio­nes que no se pre­sen­ta­ría a los comi­cios de ser sola­men­te sobre
la nue­va com­po­si­ción de la AN. Estas accio­nes dan con­ti­nui­dad al mandato
de los Esta­dos Uni­dos que cir­cu­ló meses atrás en una nota diplomática
que se titu­la: «Los Esta­dos Uni­dos requie­re el apo­yo para las elecciones
de la Asam­blea Nacio­nal del año 2020 en Vene­zue­la», como denun­ció el
can­ci­ller Jor­ge Arreaza.

Sus­pen­sión y nue­va fecha para elec­cio­nes muni­ci­pa­les en Repú­bli­ca Dominicana

Para el 16 de febre­ro esta­ban pre­vis­tas las
elec­cio­nes muni­ci­pa­les en Domi­ni­ca­na. Sin embar­go, cuan­do habían
trans­cu­rri­do cua­tro horas de la aper­tu­ra, la Jun­ta Cen­tral Electoral
deci­dió sus­pen­der la jor­na­da elec­to­ral ante un fallo gene­ra­li­za­do en el
sis­te­ma elec­tró­ni­co de vota­ción. De inme­dia­to apa­re­cie­ron las
acu­sa­cio­nes cru­za­das entre par­ti­dos polí­ti­cos y el mis­mo día comenzaron
las pro­tes­tas en la calle, que abrie­ron un ciclo de con­vul­sión social
que lle­vó a varios días de masi­vas movi­li­za­cio­nes. En el medio, el Poder
Elec­to­ral defi­nió la con­vo­ca­to­ria a elec­cio­nes para el domin­go 15 de
mar­zo, bajo el sis­te­ma manual.

La cri­sis polí­ti­ca y elec­to­ral suce­de cuando
fal­tan menos de tres meses para las elec­cio­nes gene­ra­les del 17 de mayo,
don­de se ele­gi­rán pre­si­den­te e inte­gran­tes del Con­gre­so. Las
muni­ci­pa­les del 15 de mar­zo, en este con­tex­to, pue­den ser­vir para
tes­tear la adhe­sión o recha­zo res­pec­to al gobierno y la posi­bi­li­dad de
capi­ta­li­zar la situa­ción de des­con­ten­to por par­te de otros par­ti­dos. Una
de las con­tien­das cla­ves será la de San­to Domin­go, la capi­tal, don­de la
can­di­da­ta que apa­re­ce con mayo­res chan­ces es Caro­li­na Mejía, integrante
del Par­ti­do Revo­lu­cio­na­rio Moderno (PRM) e hija del expresidente
Hipó­li­to Mejía.

Para las pre­si­den­cia­les, las nove­da­des más
impor­tan­tes res­pec­to a otros momen­tos polí­ti­cos son la divi­sión del
gober­nan­te Par­ti­do de la Libe­ra­ción Domi­ni­ca­na (PLD) —que enfren­ta al
actual man­da­ta­rio Dani­lo Medi­na, y a su can­di­da­to Gon­za­lo Cas­ti­llo con
el expre­si­den­te Leo­nel Fer­nán­dez, quien se pre­sen­ta con su propio
par­ti­do, Fuer­za del Pue­blo— y la pre­sen­ta­ción como can­di­da­to de Ramfis
Domín­guez-Tru­ji­llo, nie­to del dic­ta­dor Rafael Leó­ni­das Tru­ji­llo, por el
Par­ti­do Nacio­nal Volun­tad Ciu­da­da­na, un peque­ño par­ti­do de dere­cha. La
divi­sión del PLD pue­de favo­re­cer al can­di­da­to del PRM, Luis Abidaner,
quien por aho­ra mar­cha al fren­te en los sondeos.

Chi­le hacia una nue­va Constitución

A cua­tro meses y medio del ini­cio de las
pro­tes­tas, la situa­ción en Chi­le pare­ce lejos de cal­mar­se. En el inicio
de 2020, la apro­ba­ción del pre­si­den­te Sebas­tián Piñe­ra sigue cayendo,
alcan­zan­do un nue­vo míni­mo del 9%, según la con­sul­to­ra CADEM, cer­ca­na al
gobierno. Como con­tra­par­ti­da, el 84% des­aprue­ba la gestión
presidencial.

De cara al ple­bis­ci­to del 26 de abril,
con­vo­ca­do por pre­sión de la movi­li­za­ción popu­lar, la con­sul­to­ra estima
en 67% el apo­yo a una nue­va Cons­ti­tu­ción y en un 27% el recha­zo. En
rela­ción a la cam­pa­ña, lan­za­da a fines de febre­ro, la opo­si­ción a
modi­fi­car el orden pino­che­tis­ta pro­vie­ne bási­ca­men­te de los par­ti­dos a
la dere­cha del arco polí­ti­co, here­de­ros de la dic­ta­du­ra 1973 – 1990 en sus
dife­ren­tes varian­tes. La posi­ción más radi­cal la lle­va ade­lan­te el
Par­ti­do Repu­bli­cano de José Anto­nio Kast, una fuer­za de extre­ma derecha
fun­da­da a media­dos de 2019 y lega­li­za­da en enero de 2020. Esta formación
aspi­ra a cre­cer sobre las con­tra­dic­cio­nes de la coa­li­ción de gobierno,
lla­ma­da Chi­le Vamos, que agru­pa a la UDI (Unión Democrática
Inde­pen­dien­te) y a Reno­va­ción Nacio­nal como fuer­zas prin­ci­pa­les y a
Evó­po­li y al Par­ti­do Regio­na­lis­ta Inde­pen­dien­te como socios meno­res. Si
bien la mayo­ría de esta coa­li­ción se ha mos­tra­do reti­cen­te a los cambios
y va a impul­sar la pape­le­ta del No, exis­te un con­jun­to de sec­to­res que
cor­ta trans­ver­sal­men­te a la alian­za y plan­tea su apo­yo a la reforma
cons­ti­tu­cio­nal, bajo el nom­bre de «Eli­jo aprobar».

En el blo­que que pug­na por refor­mar la Carta
Mag­na se ano­ta la opo­si­ción des­de el cen­tro a la izquier­da. Esto incluye
al Par­ti­do Socia­lis­ta, el Par­ti­do por la Demo­cra­cia, el Par­ti­do Radical
(los tres con­for­man un espa­cio lla­ma­do Con­ver­gen­cia Pro­gre­sis­ta, post
rup­tu­ra de la Nue­va Mayo­ría), Revo­lu­ción Demo­crá­ti­ca, Convergencia
Social, Comu­nes y el Par­ti­do Libe­ral (que for­man el Fren­te Amplio, en un
pro­ce­so de cri­sis y recom­po­si­ción), la Demo­cra­cia Cris­tia­na y las
fuer­zas polí­ti­cas que for­ma­ron recien­te­men­te el Coman­do Aprue­bo Chile
Digno, que reúne al espa­cio Uni­dad para el Cam­bio (Par­ti­do Comunista,
Par­ti­do Pro­gre­sis­ta, Fede­ra­ción Regio­na­lis­ta Ver­de Social) con fuerzas
que salie­ron recien­te­men­te del Fren­te Amplio, como el Par­ti­do Igual­dad e
Izquier­da Liber­ta­ria, ade­más de Wall­ma­pu­wen, movi­mien­to que bus­ca el
reco­no­ci­mien­to de la nación mapuche.

Sin embar­go, este pano­ra­ma gene­ral adquiere
aún mayor com­ple­ji­dad y dina­mis­mo cuan­do se lo mira un poco más de
cer­ca. A la frag­men­ta­ción en los par­ti­dos que ya venían actuan­do en el
esce­na­rio pre­vio al ini­cio de las movi­li­za­cio­nes, hay que sumar­le la
apa­ri­ción de varias fuer­zas polí­ti­cas nove­do­sas. Entre ellas se
encuen­tran Fuer­za Cul­tu­ral, el Movi­mien­to por una Constituyente
Demo­crá­ti­ca, el Par­ti­do de la Dig­ni­dad, Fuer­za Común y has­ta un Partido
Alter­na­ti­vo Femi­nis­ta, que aspi­ran a expre­sar a inde­pen­dien­tes, en un
con­tex­to de alta movi­li­za­ción y tam­bién de cier­ta dis­per­sión, al menos
en esta eta­pa de la campaña.

El posi­ble triun­fo del Sí, en este marco
polí­ti­co, no per­mi­te hacer pre­vi­sio­nes fir­mes sobre el futu­ro inmediato,
aun­que es un hecho que el esce­na­rio gene­ral de Chi­le se ha visto
con­mo­vi­do como pocas veces en su his­to­ria y es difí­cil una vuel­ta atrás
en los tér­mi­nos del «oasis» neo­li­be­ral rei­vin­di­ca­do por Piñe­ra apenas
unos días antes del estallido.

Foto: El Tiempo

Luchas socia­les y res­pues­tas autoritarias

El gol­pe de Buke­le al Par­la­men­to en El Salvador

Antes de com­ple­tar siquie­ra un año en el
gobierno, Nayib Buke­le, pre­si­den­te de El Sal­va­dor, pasó de su fuerte
ima­gen de cam­pa­ña como un hom­bre joven y moderno, hijo de la
«anti­po­lí­ti­ca» y lejano a las tra­di­cio­nes par­ti­dis­tas en el país, a
orde­nar al Ejér­ci­to del país cen­tro­ame­ri­cano ocu­par las ins­ta­la­cio­nes de
la Asam­blea Legis­la­ti­va si los y las dipu­tadas no apro­ba­ban la tercera
fase de prés­ta­mo que había soli­ci­ta­do al Ban­co Cen­tro­ame­ri­cano de
Inte­gra­ción Eco­nó­mi­ca (BCIE) por $109 millo­nes de dóla­res y que había
sido apro­ba­do en sus pri­me­ras dos fases por la Asam­blea Legislativa.

Un finan­cia­mien­to que corres­pon­de a la
ter­ce­ra fase del Plan de Con­trol Terri­to­rial, con el que el presidente
ha bus­ca­do, a tra­vés de cré­di­tos exter­nos, for­ta­le­cer los meca­nis­mos de
segu­ri­dad y con­trol con un aumen­to de inver­sión en el sec­tor, y sobre
todo, con una cua­li­fi­ca­ción y com­pra de nume­ro­sos equi­pos, patrullas,
heli­cóp­te­ros, buques y entre­na­mien­to para garan­ti­zar la seguridad
públi­ca. Sin embar­go, la infor­ma­ción de que una empre­sa mexicana
dedi­ca­da a la pro­duc­ción de tec­no­lo­gía mili­tar de estas características
pagó un via­je del direc­tor de Cen­tros Pena­les de El Sal­va­dor lla­mó la
aten­ción de los y las dipu­tadas, por lo que varios habían manifestado
que vota­rían en con­tra de la apro­ba­ción de este ter­cer préstamo.

Buke­le lla­mó a sesio­nes extra­or­di­na­rias para
el domin­go 3 de febre­ro invo­can­do su dere­cho cons­ti­tu­cio­nal. En los días
pre­vios, dipu­tados y dipu­tadas hicie­ron decla­ra­cio­nes mani­fes­tan­do la
irre­gu­la­ri­dad de esta con­vo­ca­to­ria extra­or­di­na­ria y su posible
inasis­ten­cia. De inme­dia­to el pre­si­den­te orde­nó reti­rar­les sus esquemas
de segu­ri­dad poli­cial y mili­ta­ri­zó las adya­cen­cias y el inte­rior del
recin­to de la Asam­blea Legis­la­ti­va. Según dipu­tados de la opo­si­ción, la
mili­ta­ri­za­ción de la Asam­blea no suce­dió ni siquie­ra en los gobier­nos de
la dic­ta­du­ra militar.

El sec­tor pri­va­do y la comunidad
inter­na­cio­nal mani­fes­ta­ron su recha­zo a este pro­ce­di­mien­to ile­gal e
incons­ti­tu­cio­nal y al día siguien­te la Cor­te Supre­ma de Jus­ti­cia y la
Asam­blea Legis­la­ti­va, ade­más de ins­ti­tu­cio­nes de la socie­dad civil,
con­de­na­ron de for­ma uná­ni­me los meca­nis­mos ame­na­zan­tes ele­gi­dos por
Buke­le para garan­ti­zar la apro­ba­ción del prés­ta­mo. La mis­ma Fis­ca­lía se
com­pro­me­tió, por pedi­do del FMLN, a ini­ciar una inves­ti­ga­ción sobre los
hechos.

A pesar de ello, sim­pa­ti­zan­tes y seguidores
de Buke­le y su par­ti­do Nue­vas Ideas se con­cen­tra­ron fren­te a la Asamblea
apo­yan­do al pre­si­den­te y mani­fes­tán­do­se en con­tra de los par­ti­dos FMLN y
ARENA.

La lucha de las cara­va­nas de migran­tes en Mesoamérica

El 15 de Enero de 2020 ini­ció la segunda
cara­va­na migran­te pro­ve­nien­te des­de Hon­du­ras con el obje­ti­vo de lle­gar a
los Esta­dos Uni­dos atra­ve­san­do Méxi­co. Esta cara­va­na es here­de­ra de la
pri­me­ra, en 2018, cuan­do miles de per­so­nas pro­ve­nien­tes de Hon­du­ras, El
Sal­va­dor y Gua­te­ma­la migra­ron masi­va­men­te hacia Méxi­co con el objetivo
de lle­gar a la fron­te­ra con EE. UU. Sin embar­go, es la pri­me­ra caravana
de estas pro­por­cio­nes que se orga­ni­za des­pués del acuer­do fir­ma­do entre
Méxi­co y EE. UU. en mate­ria migratoria.

Un acuer­do simi­lar tam­bién fue fir­ma­do por
EE. UU. con Gua­te­ma­la, El Sal­va­dor y Hon­du­ras, que ha pues­to una serie
de tra­bas e impe­di­men­tos a los migran­tes para con­se­guir su obje­ti­vo de
lle­gar a terri­to­rio esta­dou­ni­den­se. La nue­va orien­ta­ción que sub­ya­ce a
los dife­ren­tes acuer­dos fir­ma­dos con los paí­ses es dete­ner la migración
ya no sola­men­te en la fron­te­ra Méxi­co – EE. UU., sino en la fron­te­ra sur
de Méxi­co, que limi­ta con Gua­te­ma­la, acuer­do sos­te­ni­do sobre argumentos
xenó­fo­bos y estig­ma­ti­za­do­res hacia la pobla­ción que deci­de inte­grar las
cara­va­nas a cau­sa de la pro­fun­da cri­sis social y eco­nó­mi­ca que
atra­vie­san sus paí­ses de origen.

A dife­ren­cia de la cara­va­na de 2018, y
pro­duc­to del Acuer­do Migra­to­rio, duran­te enero la poli­cía de las
dis­tin­tas fron­te­ras recru­de­ció su com­por­ta­mien­to hos­til fren­te a los y
las migran­tes: gol­pes, deten­cio­nes, dis­pa­ros de gases lacri­mó­ge­nos y en
el caso de Gua­te­ma­la, tra­ba­ja­do­res de la agen­cia esta­dou­ni­den­se que
con­tro­la la migra­ción, ase­so­ran a la poli­cía y tie­nen cono­ci­mien­to sobre
todos sus pro­ce­di­mien­tos y son mucho más estric­tos con los con­tro­les de
documentos.

La segun­da cara­va­na migran­te salió el 15 de
enero des­de San Pedro Sula, en Hon­du­ras, con más de cin­co mil personas.
Ade­más de la difi­cul­tad con las auto­ri­da­des, tam­bién se encon­tra­ron con
que la fron­te­ra Gua­te­ma­la – Méxi­co es aho­ra una nue­va fron­te­ra que busca
ser impe­ne­tra­ble, ya que par­te del acuer­do fir­ma­do por AMLO con­tem­pla la
mili­ta­ri­za­ción de la fron­te­ra sur para evi­tar el paso de los y las
migran­tes, como suce­dió de for­ma con­se­cu­ti­va cuan­do migran­tes intentaron
cru­zar a tra­vés del Río Suchia­te y fue­ron repri­mi­dos por la Guardia
Nacio­nal de México.

Lue­go de la repre­sión, el pre­si­den­te Trump
publi­có en su cuen­ta de Twit­ter una feli­ci­ta­ción al ope­ra­ti­vo mexicano:
«Apre­cia­mos que Méxi­co haya hecho más de lo que hicie­ron el año pasado
para inter­cep­tar a las cara­va­nas que inten­tan mover­se ile­gal­men­te hacia
el nor­te hacia nues­tra fron­te­ra sur».

Entre los ecos del Paro Nacio­nal y el récord de ase­si­na­tos de líde­res y lide­re­sas socia­les en Colombia

Duran­te enero y febre­ro se cono­cie­ron varios
casos don­de altos man­dos mili­ta­res del Ejér­ci­to Colom­biano estuvieron
impli­ca­dos en vio­la­cio­nes de Dere­chos Huma­nos. Lue­go de una
inves­ti­ga­ción por el ase­si­na­to de un ex com­ba­tien­te de las FARC en
pro­ce­so de rein­cor­po­ra­ción —cuyo cuer­po fue encon­tra­do con sig­nos de
tor­tu­ra en abril de 2019 — , la Fis­ca­lía orde­nó la cap­tu­ra de los
mili­ta­res invo­lu­cra­dos. En la inves­ti­ga­ción se demos­tró ade­más que el
ase­si­na­to de Dimar Torres fue una orden que dio el coro­nel Pérez
Améz­qui­ta vía Whatsapp al cabo que come­tió el homicidio.

A ello se suman las gra­ves decla­ra­cio­nes del
coro­nel acti­vo Álva­ro Amor­te­gui Galle­go, quien seña­ló que el general
Mario Mon­to­ya le orde­nó ase­si­nar a 17 civi­les que habían sido
cap­tu­ra­dos, con el obje­ti­vo de hacer­los pasar como gue­rri­lle­ros dados de
baja en com­ba­te, eje­cu­cio­nes extra­ju­di­cia­les cono­ci­das en Colom­bia como
«Fal­sos Posi­ti­vos» con más de diez mil casos de esa natu­ra­le­za. El
gene­ral Mon­to­ya ha sido sis­te­má­ti­ca­men­te denun­cia­do por las mismas
razo­nes por otros sol­da­dos que estu­vie­ron bajo su man­do y por las
víc­ti­mas de dichas ejecuciones.

Adi­cio­nal­men­te, el nue­vo Coman­dan­te del
Ejér­ci­to, gene­ral Eduar­do Zapa­tei­ro, mani­fes­tó que el Acuer­do de Paz
fir­ma­do entre el gobierno colom­biano y las FARC-EP ador­me­ció a las
tro­pas y que su desem­pe­ño en el nue­vo car­go será for­mar un «ejér­ci­to
jui­cio­so, con un cri­te­rio tác­ti­co que mire las cosas con obje­ti­vi­dad y
con cari­ño». Esta acti­tud del Ejér­ci­to Colom­biano y el profundo
desin­te­rés que ha demos­tra­do con­ti­nua­men­te el gobierno de Iván Duque se
cons­ti­tu­yen como un eco­sis­te­ma aún más hos­til para la lucha social en el
país: según cifras de INDEPAZ, des­de el ini­cio del 2020 a la fecha se
regis­tra el ase­si­na­to de 64 líde­res, lide­re­sas socia­les y
excom­ba­tien­tes. Esto se suma a los más de 800 líde­res y lide­re­sas y a
los más de 180 excom­ba­tien­tes en pro­ce­so de rein­cor­po­ra­ción asesinados
entre 2016 y 2019.

A esta situa­ción hay que agre­gar­le el
tra­ta­mien­to que la alcal­de­sa de Bogo­tá, Clau­dia López, está dan­do a la
pro­tes­ta social. A pesar de haber cons­trui­do pre­via­men­te su ima­gen desde
el pro­gre­sis­mo, duran­te los pri­me­ros meses de su man­da­to López ordenó
que el Escua­drón Móvil Anti­dis­tur­bios (ESMAD), cono­ci­do por numerosos
casos de vio­la­ción de Dere­chos Huma­nos y ase­si­na­tos a manifestantes,
inter­ven­ga en la dis­per­sión de las mani­fes­ta­cio­nes con­tra los
«ván­da­los», lle­gan­do a jus­ti­fi­car agre­sio­nes de este orga­nis­mo contra
estu­dian­tes den­tro de la Uni­ver­si­dad Peda­gó­gi­ca Nacional.

En mate­ria de luchas socia­les, des­pués de las
gran­des movi­li­za­cio­nes que hubo en el mar­co del Paro Nacio­nal del
pasa­do 25 de noviem­bre duran­te diciem­bre, enero y febre­ro se convocaron
algu­nas movi­li­za­cio­nes de menor esca­la pero que le die­ron con­ti­nui­dad a
las pro­tes­tas. A fines de enero, el Comi­té Nacio­nal del Paro se reunió
para con­cre­tar una agen­da de movi­li­za­ción en las prin­ci­pa­les ciu­da­des, a
la que, en deter­mi­na­das fechas, se suma­rán tam­bién organizaciones
cam­pe­si­nas con un Paro que difi­cul­te el acce­so a vías y trans­por­te de
ali­men­tos hacia la capi­tal del país. Las jor­na­das de movi­li­za­cio­nes a
gran esca­la darán ini­ció el 25 de mar­zo con un nue­vo lla­ma­do a
movi­li­za­ción de los dife­ren­tes sec­to­res que com­po­nen el Comi­té Nacional
del Paro, den­tro del que se encuen­tran sin­di­ca­lis­tas, docentes,
estu­dian­tes, orga­ni­za­cio­nes socia­les y polí­ti­cas, ambientalistas,
defen­so­res y defen­so­ras de Dere­chos Huma­nos, artis­tas, entre otros.

En otra dimen­sión de la esce­na política
nacio­nal, el 28 de enero fue cap­tu­ra­da en Vene­zue­la la excongresista
colom­bia­na Aída Mer­lano, impli­ca­da en escán­da­los de corrup­ción y compra
de votos para lle­gar al par­la­men­to. Mer­lano, vin­cu­la­da polí­ti­ca­men­te al
actual par­ti­do Cen­tro Demo­crá­ti­co, lide­ra­do por Álva­ro Uri­be Vélez, es
tam­bién una per­so­na cer­ca­na a las fami­lias más pode­ro­sas de la costa
Cari­be colom­bia­na, como las fami­lias Char y Ger­lein. La excongresista,
en decla­ra­cio­nes brin­da­das en Vene­zue­la, acu­só públi­ca­men­te a estas
fami­lias, al Cen­tro Demo­crá­ti­co y per­so­nal­men­te al ex pre­si­den­te Uri­be y
al actual pre­si­den­te Iván Duque de ser cóm­pli­ces de sus deli­tos y de
que­rer ase­si­nar­la lue­go de su fuga de pri­sión, ocu­rri­da el 1º de octubre
de 2019. Ade­más, afir­mó poseer infor­ma­ción que pro­ba­ría la vinculación
de Ode­brecht y de otros gran­des gru­pos eco­nó­mi­cos del país en la compra
de votos para garan­ti­zar la elec­ción de Iván Duque como presidente.
Pro­duc­to de la inac­ción de la jus­ti­cia colom­bia­na en esta mate­ria, el
repre­sen­tan­te a la Cáma­ra David Roce­ro inter­pu­so una denun­cia con­tra el
pre­si­den­te ante la Comi­sión de Inves­ti­ga­ción de la Cáma­ra de
Representantes.

Per­se­cu­ción y resis­ten­cias de la opo­si­ción social y polí­ti­ca en el Ecuador

Des­pués de la fuer­te repre­sión de octu­bre de
2019, dife­ren­tes orga­nis­mos nacio­na­les e inter­na­cio­na­les denunciaron
nume­ro­sos casos de repre­sión y per­se­cu­ción política.

Res­pec­to de las denun­cias de vio­la­cio­nes de
dere­chos huma­nos en el mar­co de esas movi­li­za­cio­nes de octu­bre, la
Aso­cia­ción de Víc­ti­mas del Paro «Ino­cen­cio Tucum­bi», ins­tan­cia creada
alre­de­dor de la CONAIE, anun­ció la pre­sen­ta­ción de un recur­so ante la
Fis­ca­lía por los deli­tos come­ti­dos por la fuer­za públi­ca, ya que ésta no
ha ini­cia­do nin­gún pro­ce­so de inves­ti­ga­ción en rela­ción a las personas
que falle­cie­ron pro­duc­to de las accio­nes de los uni­for­ma­dos. Esto se
refuer­za con el infor­me de la CIDH sobre las pro­tes­tas, que señala
«deten­cio­nes arbi­tra­rias y uso des­pro­por­cio­na­do de la fuer­za». La
vio­la­ción de dere­chos huma­nos en Ecua­dor se pre­sen­ta tam­bién en el plano
de la liber­tad de pren­sa, ya que la Agen­cia de Regu­la­ción y Con­trol de
las Tele­co­mu­ni­ca­cio­nes (Arco­tel), bajo el argu­men­to de «la pres­ta­ción de
ser­vi­cios en con­tra de la segu­ri­dad nacio­nal», dis­pu­so la extin­ción del
títu­lo habi­li­tan­te de Radio Pichin­cha Universal.

Por otra par­te, res­pec­to la per­se­cu­ción a la
opo­si­ción, tan­to la CONAIE como los sec­to­res del correís­mo continúan
sien­do per­se­gui­dos por el Esta­do e inclu­si­ve, el ex pre­si­den­te Rafael
Correa denun­ció la per­se­cu­ción judi­cial de la que es víc­ti­ma por un
supues­to caso de sobor­nos por el que bus­can lla­mar­lo a jui­cio jun­to con
20 exfun­cio­na­rios de su gobierno.

Movi­li­za­ción y repre­sión en Chile

Al mis­mo tiem­po que con­ti­núan las masivas
pro­tes­tas, la repre­sión orde­na­da por el pre­si­den­te Sebas­tián Piñe­ra no
cesa. Más de 30 per­so­nas han sido ase­si­na­das y cien­tos han per­di­do la
visión, en una de las face­tas más par­ti­cu­la­res del enfren­ta­mien­to del
gobierno con­tra la pobla­ción en pie de lucha. Has­ta media­dos de febrero,
el Ins­ti­tu­to Nacio­nal de Dere­chos Huma­nos cifra­ba en 10.000 las
per­so­nas dete­ni­das des­de el 18 de octu­bre del año pasado.

En los últi­mos días de febre­ro lle­ga­ron al
país vehícu­los lan­za­ga­ses blin­da­dos de ori­gen israe­lí, par­te del
equi­pa­mien­to que adqui­rió Cara­bi­ne­ros a fines de 2019, que incluye
tam­bién carros lan­za agua, equi­pos para rete­nes móvi­les y fur­go­nes de
trans­por­te de efec­ti­vos. Esta ope­ra­ción es con­sis­ten­te con las últimas
decla­ra­cio­nes de Piñe­ra, quien no des­car­tó la posi­bi­li­dad de decla­rar un
nue­vo esta­do de emer­gen­cia. «Tene­mos más cara­bi­ne­ros, mejor preparados,
mejor inte­li­gen­cia, mejor tec­no­lo­gía, más carros lan­za aguas», señaló
en una entre­vis­ta duran­te los últi­mos días de febrero.

Las decla­ra­cio­nes del pre­si­den­te se die­ron en
el con­tex­to del Fes­ti­val de Viña del Mar, que estu­vo atra­ve­sa­do por
inten­sas pro­tes­tas fue­ra y den­tro del recin­to, inclu­so des­de el
esce­na­rio. De acuer­do a CADEM, la tras­cen­den­cia de los hechos en torno
al fes­ti­val aumen­tó la iden­ti­fi­ca­ción con las movi­li­za­cio­nes, hasta
alcan­zar el 66% de adhe­sión. La mis­ma con­sul­to­ra, en un informe
ante­rior, difun­dió que Cara­bi­ne­ros alcan­zó una apro­ba­ción del 34%, su
regis­tro his­tó­ri­co más bajo, núme­ro que inclu­so pue­de haber descendido
tras los epi­so­dios de repre­sión ocu­rri­dos en torno al Festival.

Por si algo fal­ta­ba, al cli­ma convulsionado
que se vive des­de hace meses se le agre­gó en febre­ro un aten­ta­do contra
un acto lide­ra­do por el alcal­de de Reco­le­ta, Daniel Jadue (Par­ti­do
Comu­nis­ta). Por el ata­que con bom­ba molo­tov fue­ron dete­ni­dos dos
acti­vis­tas de extre­ma dere­cha, uno de las cua­les es her­mano de un
con­ce­jal de Reno­va­ción Nacio­nal, uno de los par­ti­dos de gobierno. El
hecho se suma a un con­fu­so epi­so­dio don­de otros simpatizantes
dere­chis­tas —cua­tro de los cua­les fue­ron dete­ni­dos— aparecen
invo­lu­cra­dos en la com­pra de un fusil de asal­to AK47 y con un
lan­za­cohe­tes en su poder. De acuer­do a las escu­chas que die­ron ori­gen a
las deten­cio­nes, cuya trans­crip­ción es repro­du­ci­da por medios chilenos,
una de las per­so­nas «da cuen­ta que bus­ca obte­ner más armas con el
obje­to, supues­ta­men­te, de abas­te­cer a ter­ce­ros para el mes de mar­zo por
el esta­lli­do social»7. Esto
coin­ci­de, por otra par­te, con la apa­ri­ción de movi­li­za­cio­nes en recha­zo a
la refor­ma cons­ti­tu­cio­nal pro­ta­go­ni­za­das por gru­pos de ultra­de­re­cha que
rei­vin­di­can explí­ci­ta­men­te a la dic­ta­du­ra de Augus­to Pino­chet, lo cual
abre espe­cu­la­cio­nes res­pec­to a la posi­bi­li­dad de uti­li­zar gru­pos de
cho­que de carac­te­rís­ti­cas para­mi­li­ta­res con­tra las movilizaciones.

Entre el fin del Par­la­men­to y las nue­vas pro­tes­tas en Haití

Lue­go de un bre­ve impas­se que abarcó
diciem­bre del año pasa­do y enero de este año, en febre­ro se reac­ti­vó el
esce­na­rio de con­flic­to social en el país cari­be­ño. En un con­tex­to de
ile­gi­ti­mi­dad cre­cien­te —agra­va­do por el cese de fun­cio­nes del parlamento
des­de enero al ter­mi­nar su man­da­to y sin elec­cio­nes a la vis­ta— y con
una gra­ve cri­sis eco­nó­mi­ca como telón de fon­do, a fines de febre­ro se
pro­du­je­ron enfren­ta­mien­tos arma­dos entre sec­to­res de la poli­cía, que
pro­tes­ta­ban por mejo­res con­di­cio­nes de tra­ba­jo, y el ejér­ci­to, que
res­pal­da al gobierno de Jove­nel Moise.

El sal­do de los cho­ques, que se desarrollaron
en la capi­tal, fue de un sol­da­do muer­to y varios heri­dos de ambos
ban­dos, tras lo cual se abrió un pro­ce­so de nego­cia­ción que tranquilizó
al menos pro­vi­so­ria­men­te la situa­ción, de todos modos muy inestable.

A prin­ci­pios de mar­zo el pre­si­den­te Moise
anun­ció la desig­na­ción de Joseph Jouthe como nue­vo Pri­mer Minis­tro —el
cuar­to en dos años — , lo que fue recha­za­do por par­ti­dos polí­ti­cos de
opo­si­ción. Lue­go de varios inten­tos fra­ca­sa­dos duran­te enero y febrero,
se espe­ra que en las pró­xi­mas sema­nas se reto­men nego­cia­cio­nes entre
dife­ren­tes fuer­zas polí­ti­cas. La situa­ción social es explo­si­va y las
pers­pec­ti­vas de reso­lu­ción de la cri­sis son incier­tas. Las principales
deman­das socia­les apun­tan a polí­ti­cas eco­nó­mi­cas que ali­vien la extrema
pobre­za, cam­bios en la Cons­ti­tu­ción para garan­ti­zar mecanismos
demo­crá­ti­cos y el fin de la inter­ven­ción extranjera.

Puer­to Rico: sis­mos y movi­li­za­cio­nes ante fal­ta de asis­ten­cia a damnificados

En Puer­to Rico, bajo dominio
colo­nial nor­te­ame­ri­cano des­de hace más de un siglo, por segun­da vez en
menos de un año se gene­ra una cri­sis polí­ti­ca de proporciones
impor­tan­tes. En agos­to de 2019 las movi­li­za­cio­nes popu­la­res lle­va­ron a
la renun­cia del enton­ces gober­na­dor Ricar­do Rose­lló. En su lugar asumió
la actual gober­na­do­ra, Wan­da Vázquez.

A fines de enero, la pobla­ción salió a la
calle y exi­gió la renun­cia de la man­da­ta­ria, ante la insu­fi­cien­te ayuda
del Esta­do a las víc­ti­mas de la secuen­cia de terre­mo­tos que sacu­die­ron a
la isla hacia fines de 2019 y prin­ci­pios de 2020. Si bien la primera
res­pues­ta fue la repre­sión poli­cial, a los pocos días Váz­quez anunció
asis­ten­cia para las fami­lias dam­ni­fi­ca­das. Para cal­mar los áni­mos, al
menos por el momen­to, en la pri­me­ra sema­na de febre­ro la Cáma­ra de
Repre­sen­tan­tes de EE. UU deci­dió —con la apro­ba­ción del blo­que demócrata
y la opo­si­ción de la mayo­ría de la ban­ca­da repu­bli­ca­na y del presidente
Donald Trump— deci­dió ampliar el pre­su­pues­to de emer­gen­cia des­ti­na­do a
la colonia.

Limi­tan el dere­cho a huel­ga en Cos­ta Rica

Duran­te enero, el pre­si­den­te de Cos­ta Rica,
Car­los Alva­ra­do, pro­mul­gó una polé­mi­ca ley —apro­ba­da por el Con­gre­so en
medio de nume­ro­sas mani­fes­ta­cio­nes popu­la­res de recha­zo— que fija
lími­tes al dere­cho a huel­ga y direc­ta­men­te lo prohí­be en los servicios
públi­cos con­si­de­ra­dos esenciales.

Pro­duc­to de una impor­tan­te huel­ga en contra
de los ajus­tes pro­pues­tos por el FMI que hubo en 2018, y que para­li­zó el
país, se pre­sen­tó este pro­yec­to, que fue final­men­te apro­ba­do. El texto
decla­ra las huel­gas como ile­ga­les y adi­cio­nal­men­te sus­pen­de el pago del
sala­rio a quie­nes par­ti­ci­pen en estos movi­mien­tos. Pese a ello,
nume­ro­sas orga­ni­za­cio­nes y sin­di­ca­tos han sali­do a mani­fes­tar­se en
con­tra de la apro­ba­ción de esta ley regre­si­va para los dere­chos de los y
las tra­ba­ja­do­ras costarricenses.

«Se aca­bó el recreo» en Uru­guay: Mano dura y más poder militar

De la mano del gobierno enca­be­za­do por Luis
Laca­lle Pou, que asu­mió el 1º de mar­zo, avan­za un ciclo de punitivismo
en la Repú­bli­ca Orien­tal del Uru­guay. Ya en la tran­si­ción, el nuevo
minis­tro del Inte­rior, Jor­ge Larra­ña­ga, plan­teó que se vie­ne una época
de mano dura «con­tra la delin­cuen­cia». Duran­te 2019 Larra­ña­ga había
impul­sa­do un con­jun­to de medi­das de endu­re­ci­mien­to de penas, que se
ple­bis­ci­tó sin éxi­to en las pasa­das elecciones.

Sin embar­go, es un hecho que la «coa­li­ción
mul­ti­co­lor» que reúne a la dere­cha uru­gua­ya toma­rá a la segu­ri­dad como
un eje cen­tral, al menos dis­cur­si­vo, en los pri­me­ros meses de su
gobierno. Toman­do pala­bras de Gui­do Mani­ni Ríos —exje­fe del Ejér­ci­to y
líder del par­ti­do sor­pre­sa en las elec­cio­nes, Cabil­do Abier­to — , «se
aca­bó el recreo», una expre­sión que sin­te­ti­za la aspi­ra­ción de los
sec­to­res más con­ser­va­do­res del país res­pec­to a poner «orden». En este
con­tex­to hay que seña­lar tam­bién el ascen­so a car­gos cla­ves de militares
cer­ca­nos a este sec­tor, como es el caso del gene­ral Gerar­do Fregossi,
nue­vo coman­dan­te en jefe del Ejér­ci­to; y de Mar­ce­lo Mon­ta­ner, jefe del
Esta­do Mayor de la Defensa.

A esto se suma la con­cep­ción desa­rro­lla­da por
el fla­man­te minis­tro de Defen­sa, Javier Gar­cía, quien anti­ci­pó pocos
días antes de asu­mir que el gobierno ana­li­za el posi­ble retorno de
Uru­guay a las manio­bras Uni­tas, ejer­ci­cios mili­ta­res coor­di­na­das por el
Coman­do Sur. De igual modo, el minis­tro tam­bién seña­ló que se reforzará
la par­ti­ci­pa­ción de las Fuer­zas Arma­das en asun­tos de segu­ri­dad. «El
con­cep­to de que las Fuer­zas Arma­das son la fron­te­ra y nada más que la
fron­te­ra es un con­cep­to vie­jo, que hace mucho tiem­po se dejó atrás,
por­que defen­sa y segu­ri­dad son con­cep­tos que van ata­dos de la mano, cada
uno den­tro de su fun­ción y de la misión cons­ti­tu­cio­nal y legal que
tie­ne cada cuer­po», expre­só. En esa línea, tam­bién plan­teó la necesidad
de «una estre­cha coope­ra­ción» entre el Minis­te­rio del Inte­rior y el
Minis­te­rio de Defen­sa Nacio­nal, «para el desa­rro­llo de tareas de
inte­li­gen­cia, con­trol de las fron­te­ras, con­trol del espa­cio aéreo y
marí­ti­mo, anti­te­rro­ris­mo y ciberseguridad».

Foto: Reuters

Bra­sil bajo Bol­so­na­ro: Infor­me especial

El país ingre­só al 2020 sumi­do en una crisis
eco­nó­mi­ca y social. Hoy los des­em­plea­dos suman 12,5 millo­nes (la tasa
pro­me­dio fue del 11,9% en 2019) y se cuen­tan 35 millo­nes de trabajadores
en el sec­tor infor­mal (41,1% del total sien­do que en 11 esta­dos de
Bra­sil ese por­cen­ta­je supera el 50%). Ade­más de la pér­di­da de referencia
orga­ni­za­ti­va, par­te de esta pobla­ción inclu­so ha per­di­do su identidad
como cla­se tra­ba­ja­do­ra, reem­pla­za­da por la de empre­sa­rio, empren­de­dor u
otros tér­mi­nos que se uti­li­zan hoy para refe­rir­se a los trabajos
pre­ca­rios o sub­con­tra­ta­dos, una reali­dad pro­mo­vi­da por los
admi­nis­tra­do­res de apli­ca­cio­nes como IFood, Ube­rEats, Rap­pi, entre
otras.

Por otra par­te, el pre­si­den­te Jair Bolsonaro
pare­ce haber­se con­so­li­da­do, ya sea al inte­rior de su pro­pio espa­cio o
como ocu­pan­te de la silla pre­si­den­cial. En ese sen­ti­do, algunas
eva­lua­cio­nes rea­li­za­das al comien­zo del gobierno en 2019 demos­tra­ron ser
erró­neas; tales como las que seña­la­ban: «no dura un año», «no tiene
pro­yec­to», «es solo anti­pe­tis­mo», «el enemi­go de Bol­so­na­ro es el propio
Bol­so­na­ro». Y el gobierno tie­ne su pro­pia agen­da inten­sa y extensa.
Obtu­vo vic­to­rias en sec­to­res impor­tan­tes, con la apro­ba­ción de las
refor­mas labo­ra­les y de la segu­ri­dad social; y pro­fun­di­zó sus «alian­zas»
inter­na­cio­na­les (alian­zas en tér­mi­nos más o menos asi­mé­tri­cos o
subor­di­na­dos según el país) y cris­tia­nas. Algu­nos minis­tros del gobierno
tie­nen su pro­pio capi­tal polí­ti­co, como el ex juez Ser­gio Moro y el
pas­tor Dama­res. Qui­zás la mayor demos­tra­ción de su fuer­za polí­ti­ca y de
la con­fian­za del pre­si­den­te fue la eli­mi­na­ción del mili­ciano Adriano
Nóbre­ga, con­si­de­ra­do un ele­men­to cla­ve para acla­rar los víncu­los que la
fami­lia Bol­so­na­ro tie­ne con las mili­cias de Río de Janei­ro e inclu­so con
el ase­si­na­to de la con­ce­ja­la Marie­lle Fran­co y su con­duc­tor Anderson.
La rela­ción con las mili­cias es la prin­ci­pal debi­li­dad polí­ti­ca de la
familia.

El blo­que domi­nan­te hoy en el gobierno está
com­pues­to por sec­to­res neo­li­be­ra­les, de la Ope­ra­ción Lava Jato,
mili­ta­res y seg­men­tos neo-pen­te­cos­ta­les. No hay dife­ren­cias sustanciales
entre ellos en torno a la agen­da eco­nó­mi­ca­men­te privatizadora,
con­ser­va­do­ra en tér­mi­nos de las cos­tum­bres y auto­ri­ta­ria en el campo
polí­ti­co. Las des­ave­nien­cias están en la for­ma en la que cada una de
estas frac­cio­nes pro­po­ne inter­ve­nir en estos ámbi­tos y no en el
contenido.

En este con­tex­to, para man­te­ner­se fuer­te como
repre­sen­tan­te de la cla­se domi­nan­te bra­si­le­ña, el gobierno adop­ta la
tác­ti­ca de la gue­rra per­ma­nen­te, con­vo­can­do demos­tra­cio­nes públi­cas y
con­ser­van­do a su base social movi­li­za­da a par­tir del seña­la­mien­to de
enemi­gos reales o ima­gi­na­rios —ello en par­ti­cu­lar los segmentos
neo­pen­te­cos­ta­les— repi­tien­do las tác­ti­cas tra­di­cio­na­les del fas­cis­mo de
con­ser­var o expan­dir su pro­pia fuer­za mili­tan­te sin preo­cu­par­se por las
alianzas.

Entre los ata­ques per­ma­nen­tes, el gobierno
fede­ral ha esta­do ali­men­tan­do la dispu­ta con­tra los gober­na­do­res de
dis­tin­tos Esta­dos bra­si­le­ños, en una cla­ra rup­tu­ra del pac­to fede­ral; y
más recien­te­men­te con­tra el Poder Legis­la­ti­vo, que tra­ta de ser
pro­ta­go­nis­ta en el impul­so de las prin­ci­pa­les agen­das de reforma
bus­can­do un mayor con­trol sobre el Pre­su­pues­to. En el pri­mer caso, el
gobierno ha apo­ya­do, aun­que indi­rec­ta­men­te, el motín de la policía
mili­tar esta­tal que exi­ge sala­rios más altos, habien­do infil­tra­do las
bases poli­cia­les con el obje­ti­vo de desa­rro­llar su pro­yec­to de
nacio­na­li­zar las mili­cias urba­nas. El caso más emble­má­ti­co fue el
enfren­ta­mien­to en el nores­te del país, don­de el sena­dor Cid Gomes
reci­bió un dis­pa­ro en una de las mani­fes­ta­cio­nes de estos poli­cías. En
rela­ción con el Legis­la­ti­vo, ha alen­ta­do a su base social para
par­ti­ci­par de una gran movi­li­za­ción que ten­drá lugar el pró­xi­mo 15 de
mar­zo con­tra lo que se lla­man los «enemi­gos del pueblo».

En este sen­ti­do, el gobierno tie­ne algunas
con­tra­dic­cio­nes y dispu­tas de poder con la cla­se domi­nan­te tradicional
bra­si­le­ña que tie­ne jus­ta­men­te la hege­mo­nía en los pode­res Legis­la­ti­vo y
Judi­cial, así como en los medios de comu­ni­ca­ción bur­gue­ses; pero éstas
son pun­tua­les y peri­fé­ri­cas. Exis­te, por otra par­te, una uni­dad en la
ofen­si­va neo­li­be­ral con­tra los acti­vos públi­cos, y el gobierno continúa
pri­va­ti­zan­do empre­sas nacio­na­les, inclu­so en sec­to­res estra­té­gi­cos; por
ejem­plo, la Ofi­ci­na de Correos, la Casa de la Mone­da, par­tes de
Petro­bras, Ser­pro y Data­prev (las dos últi­mas empre­sas de información).

Los tra­ba­ja­do­res de algu­nas de estas empresas
esta­ta­les han resis­ti­do y resis­ten a estas polí­ti­cas con paros,
ocu­pa­cio­nes de sus luga­res de tra­ba­jo e inclu­so huel­gas prolongadas,
como la his­tó­ri­ca huel­ga de petro­le­ros de 20 días que con­tó con la
adhe­sión de 21.000 petro­le­ros en 121 uni­da­des de Petro­bras en 13 Estados
tan­to en tie­rra como en el mar, y logró vic­to­rias como la sus­pen­sión de
los des­pi­dos y la revi­sión de los tur­nos de trabajo.

No es nue­vo que el mode­lo eco­nó­mi­co brasileño
se base en la explo­ta­ción desen­fre­na­da y la expor­ta­ción de nuestros
recur­sos natu­ra­les, espe­cial­men­te mine­ra­les e hidro­car­bu­ros. Pero, cada
año, la natu­ra­le­za ha demos­tra­do los lími­tes de este mode­lo de
desa­rro­llo inclu­so en tan­to ame­na­za para la pro­pia super­vi­ven­cia humana.
En febre­ro de 2019, la repre­sa de Bru­ma­dinho en Minas Gerais estalló
dejan­do 272 per­so­nas muer­tas y once des­apa­re­ci­das, y no hay nadie
con­de­na­do por ello has­ta la fecha; inclu­so a pesar de la tra­ge­dia, la
com­pa­ñía Vale do Rio Doce man­tu­vo sus ganan­cias. El ani­ver­sa­rio de estos
hechos en 2020 estu­vo mar­ca­do por las luchas lide­ra­das por el
Movi­mien­to de Afec­ta­dos por las Repre­sas (MAB, por sus siglas en
por­tu­gués), el Movi­mien­to por la Sobe­ra­nía en la Mine­ría y el Movimiento
de Tra­ba­ja­do­res Sin Tie­rra (MST). Se dis­tri­bu­ye­ron car­tas con mensajes
al pue­blo bra­si­le­ño, exi­gien­do el cas­ti­go a los res­pon­sa­bles y la
garan­tía para los dere­chos de las fami­lias, así como la revi­sión del
mode­lo de explo­ta­ción del nego­cio bra­si­le­ño de agro-mine­ra­les. Casi al
mis­mo tiem­po, tuvie­ron lugar gran­des inun­da­cio­nes en las regiones
metro­po­li­ta­nas de Belo Hori­zon­te y São Pau­lo, afec­tan­do gran núme­ro de
fami­lias y mos­tran­do la invia­bi­li­dad de este mode­lo tam­bién para las
gran­des ciu­da­des. Por otra par­te, tam­bién en rela­ción con la agenda
ambien­tal, la pre­sión inter­na­cio­nal hizo que el gobierno cam­bia­ra el
tra­ta­mien­to del pro­ble­ma ama­zó­ni­co, pero no en tér­mi­nos de redu­cir su
explo­ta­ción, sino en el sen­ti­do de mili­ta­ri­zar el problema.

En el con­tex­to eco­nó­mi­co, los resul­ta­dos de
cre­ci­mien­to pro­me­ti­dos a par­tir de todas las medi­das de liberalización
adop­ta­das no han teni­do efec­to alguno. Si a prin­ci­pios de 2020 el
mer­ca­do cele­bró la pers­pec­ti­va de un magro cre­ci­mien­to anual del 2.3%
del PIB; todas las sema­nas las prin­ci­pa­les con­sul­to­ras del mer­ca­do, e
inclu­so el gobierno, han esta­do revi­san­do a la baja esas pro­yec­cio­nes, y
aho­ra se esti­ma un 2% como techo para el cre­ci­mien­to del año en curso.
Las polí­ti­cas de aus­te­ri­dad solo han bene­fi­cia­do a los grandes
capi­ta­les, ya que los sec­to­res de la indus­tria, los ser­vi­cios y el
comer­cio mues­tran en reali­dad un enfria­mien­to o retrac­ción de sus
acti­vi­da­des, sien­do los casos de cre­ci­mien­to sólo pun­tua­les. Sobre esta
reali­dad, ade­más, el recien­te acuer­do entre EE. UU. y Chi­na y el impacto
de la epi­de­mia de coro­na­vi­rus en este últi­mo país son las nuevas
varia­bles que han impac­ta­do inclu­so en las pro­yec­cio­nes del sector
agro­ex­por­ta­dor, con caí­das en las expor­ta­cio­nes de soja y otros
minerales.

Por otra par­te, el blo­que domi­nan­te continúa,
a toda velo­ci­dad, con la mili­ta­ri­za­ción del Esta­do para garan­ti­zar la
imple­men­ta­ción de su pro­gra­ma. El per­so­nal mili­tar ya con­for­ma la
mayo­ría de los Minis­tros y ocu­pan la tota­li­dad de la Casa de Gobierno
(el Pala­cio del Pla­nal­to), sin men­cio­nar la legión de coro­ne­les y
capi­ta­nes dis­tri­bui­dos por los minis­te­rios. Pre­fie­ren enfren­tar­se a un
enemi­go comu­nis­ta ima­gi­na­rio en lugar de con­fron­tar con las milicias,
que si son reales y que ponen fin a la segu­ri­dad públi­ca, vin­cu­la­das a
los escua­dro­nes de la muer­te de opo­si­to­res y que ate­rro­ri­zan a los
gobier­nos estatales.

Como hemos ya seña­la­do, exis­te una
resis­ten­cia popu­lar acti­va, pero es aún menos de lo que se necesitaría
para con­quis­tar vic­to­rias sig­ni­fi­ca­ti­vas sobre el blo­que de poder.
Cier­ta­men­te, a veces se logra un éxi­to, como lo fue la libe­ra­ción del ex
pre­si­den­te Lula, para lo que se apro­ve­chó correc­ta­men­te las fisuras
exis­ten­tes en el poder judi­cial. Pero en gene­ral, el blo­que dominante
den­tro y fue­ra del gobierno ha teni­do la capa­ci­dad, ayu­da­do por la
pren­sa, de hacer avan­zar su agen­da y cri­mi­na­li­zar a la izquier­da, que
per­dió par­te de su refe­ren­cia para los trabajadores.

Por otra par­te, las fuer­zas de izquierda
siguen sien­do, en gran medi­da, rehe­nes de la estra­te­gia elec­to­ral hacia
2020 y 2022; e inclu­so ante estos esce­na­rios pró­xi­mos la cons­truc­ción de
un blo­que de izquier­da uni­fi­ca­do ha teni­do difi­cul­ta­des para
arti­cu­lar­se. Con­fron­ta­mos con lo que está suce­dien­do, pero toda­vía no
tene­mos un hori­zon­te de futu­ro capaz de movi­li­zar masi­va­men­te a los
tra­ba­ja­do­res. En este sen­ti­do, las luchas prio­ri­ta­rias para el próximo
perío­do se ins­cri­ben en la defen­sa de la demo­cra­cia, los derechos
socia­les y la sobe­ra­nía nacional.

Foto: Can­ci­lle­ría de la Nación Argentina

Inter­ven­ción impe­ria­lis­ta e integración

Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be continúa
sien­do una región cla­ve en la dispu­ta impe­ria­lis­ta por el poder global.
Mues­tra de ello es la ini­cia­ti­va desa­rro­lla­da por Esta­dos Unidos
deno­mi­na­da «Ini­cia­ti­va Amé­ri­ca Cre­ce» que pro­me­te recur­sos eco­nó­mi­cos de
las nume­ro­sas agen­cias de coope­ra­ción y los depar­ta­men­tos de Estado,
Teso­ro, Comer­cio y Ener­gía del país nor­te­ame­ri­cano, para financiar
pro­yec­tos ener­gé­ti­cos y extrac­ti­vos en los dis­tin­tos paí­ses de la
región.

Entre aque­llos anun­cia­dos, en el Cari­be se
prio­ri­za­ría la acti­vi­dad mine­ro ener­gé­ti­ca, para lo que bus­can crear la
Ter­mi­nal de Gas Natu­ral Licua­do (GNL) y de la Plan­ta de Ener­gía en
Repú­bli­ca Domi­ni­ca­na. En Cen­troa­mé­ri­ca, las acti­vi­da­des financiadas
tam­bién esta­rían rela­cio­na­das con la infra­es­truc­tu­ra de ener­gía, además
de comu­ni­ca­cio­nes y transportes.

Vale la pena men­cio­nar que aun­que la
ini­cia­ti­va está diri­gi­da a la mayo­ría de los paí­ses de la región, fueron
excluí­dos Cuba, Nica­ra­gua y Venezuela.

Vene­zue­la, entre la ame­na­za mili­tar y el cer­co económico

Como men­cio­na­mos ante­rior­men­te, la definición
de la for­ta­le­za de la opo­si­ción en Vene­zue­la está cada vez más difusa,
espe­cial­men­te en el caso del sec­tor de Juan Guai­dó, quien cuen­ta con una
gran ven­ta­ja en su ima­gen inter­na­cio­nal, sien­do reco­no­ci­do aún con su
títu­lo de pre­si­den­te auto­pro­cla­ma­do, pero una gran debi­li­dad en su
ima­gen al inte­rior del país, don­de inclu­si­ve las mis­mas per­so­nas de la
opo­si­ción y dipu­tados que antes se encon­tra­ban apo­yán­do­lo han decidido
optar por otros cami­nos en la dispu­ta de poder en Vene­zue­la, como es el
caso ya men­cio­na­do de la Mesa de Diálogo.

Duran­te enero y febre­ro, Juan Guai­dó realizó
una gira inter­na­cio­nal por Euro­pa y EE. UU. para reci­bir apo­yo en su
ince­san­te inten­to de gol­pe de Esta­do por todas las vías, legitimando,
inclu­si­ve, el blo­queo eco­nó­mi­co del que es víc­ti­ma el país cari­be­ño y
cele­brán­do­lo como un meca­nis­mo de pre­sión has­ta que «cese la
usur­pa­ción», como se refie­re al gobierno cons­ti­tu­cio­nal de Nicolás
Madu­ro. En su gira, Guai­dó se reu­nió con Donald Trump, quien hizo una
men­ción espe­cial sobre su visi­ta y fue ova­cio­na­do en el Congreso
nor­te­ame­ri­cano. De la mis­ma for­ma, Josep Borrell, jefe de la diplomacia
de la Unión Euro­pea, expre­só su «fir­me apo­yo» a Guai­dó en bús­que­da de
«elec­cio­nes pre­si­den­cia­les y legis­la­ti­vas creí­bles y transparentes».

En Bogo­tá, Guai­dó se reu­nió con el secretario
de Esta­do de EE. UU, Mike Pom­peo, quien se com­pro­me­tió a «tomar medidas
adi­cio­na­les de apo­yo» al opo­si­tor. El encuen­tro se dio en el mar­co de
la Cum­bre Anti­te­rro­ris­ta que se desa­rro­lló en Colom­bia, don­de además
Iván Duque se com­pro­me­tió con Pom­peo a «con­ti­nuar tra­ba­jan­do para
res­tau­rar la demo­cra­cia» en Vene­zue­la. Sema­nas des­pués de esta reunión,
en la ciu­dad de Car­ta­ge­na, Uni­da­des de las Arma­das de Colom­bia y EE. UU.
hicie­ron ejer­ci­cios mili­ta­res coor­di­na­dos con los pro­to­co­los de la OTAN
para «inter­cam­biar cono­ci­mien­tos y for­ta­le­cer las accio­nes de
coope­ra­ción». Al res­pec­to, el expre­si­den­te de Colom­bia, Juan Manuel
San­tos, decla­ró su recha­zo a una posi­ble inva­sión mili­tar en Vene­zue­la y
ase­gu­ró que podría con­ver­tir­se en un segun­do Viet­nam, dada la fortaleza
del gobierno de Nico­lás Madu­ro y la exis­ten­cia de las milicias
boli­va­ria­nas, ade­más de la Fuer­za Arma­da Nacio­nal Bolivariana.

Por su par­te, el pre­si­den­te de Venezuela
Nico­lás Madu­ro denun­ció la pre­pa­ra­ción de fuer­zas irre­gu­la­res en la
fron­te­ra con Bra­sil, vin­cu­la­das a las Fuer­zas Arma­das Bra­si­le­ñas, para
ata­car al pue­blo vene­zo­lano. A par­tir de ello, deci­dió el ini­cio de los
Ejer­ci­cios Mili­ta­res Escu­do Boli­va­riano 2020 en todo el territorio
nacio­nal, y espe­cial­men­te en las fron­te­ras, con el obje­ti­vo de preparar
la defen­sa de la sobe­ra­nía nacional.

Ade­más de las cons­tan­tes amenazas
gue­rre­ris­tas, la avan­za­da impe­ria­lis­ta con­ti­núa asfi­xian­do a la economía
vene­zo­la­na con san­cio­nes que afec­tan su comer­cio exte­rior. Duran­te los
pri­me­ros meses del 2020, nue­va­men­te EE. UU. impu­so sanciones
uni­la­te­ra­les, esta vez no solo a empre­sas nacio­na­les como la aerolínea
esta­tal CONVIASA, sino tam­bién a la petro­le­ra rusa Ros­neft Tra­ding S.A,
por el solo hecho de tener víncu­los comer­cia­les con Venezuela.

El cer­co diplo­má­ti­co con­tra el país aumentó
duran­te enero y febre­ro, don­de Ale­jan­dro Giam­mat­tei, nue­vo pre­si­den­te de
Gua­te­ma­la, anun­ció el cie­rre de la emba­ja­da de Vene­zue­la y lla­mó a los
demás paí­ses de la región a seguir su ejem­plo y deci­dir la rup­tu­ra de
las rela­cio­nes diplo­má­ti­cas con el gobierno de Nico­lás Madu­ro. Sin
embar­go, nue­va­men­te la soli­da­ri­dad de la región cari­be­ña mos­tró su
enfá­ti­co recha­zo a la inje­ren­cia en Vene­zue­la y con­ti­núa apo­yan­do el
meca­nis­mo del diá­lo­go, como mani­fes­tó Timothy Harris, Pri­mer Minis­tro de
San Cris­tó­bal y Nie­ves en la inau­gu­ra­ción de la reu­nión de la Comunidad
del Cari­be (CARICOM).

Trump aprie­ta el blo­queo sobre Cuba

En el comien­zo de 2020 la eco­no­mía de la isla
pre­sen­ta serias difi­cul­ta­des a cau­sa del endu­re­ci­mien­to del bloqueo
deci­di­do por el gobierno de Donald Trump. Des­de prin­ci­pios de 2019 EE.
UU ha imple­men­ta­do san­cio­nes cada vez más duras sobre Cuba, que afectan
en par­ti­cu­lar las tran­sac­cio­nes finan­cie­ras, la com­pra de com­bus­ti­ble y
el turis­mo, prin­ci­pal fuen­te de divi­sas. Por este moti­vo el gobierno
comen­zó a imple­men­tar pla­nes de emer­gen­cia para racio­nar el suministro
de energía.

A tono con el recha­zo de la mayo­ría de la
comu­ni­dad inter­na­cio­nal, las medi­das uni­la­te­ra­les del gobierno
nor­te­ame­ri­cano fue­ron repu­dia­das en febre­ro por dife­ren­tes blo­ques de
paí­ses, entre ellos la Unión Afri­ca­na y la CARICOM. El gobierno cubano,
en tan­to, lle­vó la denun­cia al Con­se­jo de Dere­chos Huma­nos de la ONU. En
Gine­bra, el can­ci­ller Bruno Rodrí­guez seña­ló que «sus gue­rras no
con­ven­cio­na­les y sus vio­la­cio­nes al Dere­cho Inter­na­cio­nal trans­gre­den de
modo sis­te­má­ti­co los dere­chos a la paz y la libre determinación».

Ecua­dor como «Puer­ta a los Andes» para Esta­dos Unidos

En el caso de Ecua­dor, a par­tir de la visita
de Lenin Moreno a EE. UU. y su reu­nión con Donald Trump, se creó el
Cen­tro de Inves­ti­ga­ción Cri­mi­nal, un cen­tro de inves­ti­ga­ción fuertemente
recha­za­do por la ciu­da­da­nía, que ten­drá finan­cia­mien­to y entrenamiento
del país nor­te­ame­ri­cano en mate­ria de seguridad.

Según el acuer­do, el obje­ti­vo será
«inves­ti­gar, iden­ti­fi­car y des­ar­ti­cu­lar orga­ni­za­cio­nes de nar­co­trá­fi­co y
sub­ver­si­vas». Donald Trump se refi­rió a Ecua­dor como la «Puer­ta a los
Andes» para EE. UU..

En la mis­ma línea, Lenin Moreno dia­lo­gó con
la direc­to­ra del Fon­do Mone­ta­rio Inter­na­cio­nal para lograr el
for­ta­le­ci­mien­to del acuer­do vigen­te des­de mar­zo de 2019, por US$ 4189
millo­nes, que como con­di­ción impli­ca­ba una modi­fi­ca­ción en materia
eco­nó­mi­ca y dere­chos socia­les que gene­ró las movi­li­za­cio­nes del año
pasado.

Pro­yec­to de segu­ri­dad en Pana­má orien­ta­do por Esta­dos Unidos

Por otro lado, y con el obje­ti­vo de
desa­rro­llar sus pro­yec­tos de segu­ri­dad y lograr un acce­so abier­to del
Canal, la Emba­ja­da de EE. UU. en Pana­má entre­gó el 21 de febre­ro un
paque­te de segu­ri­dad de US$ 6,4 millo­nes, que con­tie­ne equi­pos contra
«armas de des­truc­ción masi­va, equi­pos anti­nar­có­ti­cos, y tecnología
con­tra el terro­ris­mo y la delin­cuen­cia orga­ni­za­da transnacional».

Deba­tes en los orga­nis­mos supranacionales

El año polí­ti­co para la integración
lati­no­ame­ri­ca­na y cari­be­ña comen­zó los pri­me­ros días de enero con el
relan­za­mien­to de la Comu­ni­dad de Esta­dos Lati­no­ame­ri­ca­nos y Caribeños
(CELAC), impul­sa­do por Méxi­co. El 10 de enero se lle­vó a cabo en la
capi­tal mexi­ca­na la sesión minis­te­rial, con par­ti­ci­pa­ción de 29 países.
Allí, el secre­ta­rio de Rela­cio­nes Exte­rio­res del país anfi­trión, Marcelo
Ebrard, pre­sen­tó un plan de acción diri­gi­do a un obje­ti­vo central:
«Crear el ins­tru­men­to de coope­ra­ción más pode­ro­so de Amé­ri­ca Lati­na y el
Cari­be». Entre las reso­lu­cio­nes des­ta­ca la deci­sión de impul­sar durante
2020 un Foro Minis­te­rial Celac con China.

La reac­ti­va­ción del orga­nis­mo continental,
para­li­za­do des­de hace al menos dos años, se da en el con­tex­to de fuertes
ten­sio­nes en la OEA, uti­li­za­da en los últi­mos meses por el Gru­po de
Lima —for­ma­do por los paí­ses ali­nea­dos con la polí­ti­ca exte­rior de EE.
UU— como la prin­ci­pal pla­ta­for­ma con­tra Venezuela.

La OEA, por su par­te, se encuen­tra en medio
de un pro­ce­so de reno­va­ción de auto­ri­da­des. La elec­ción será en una
asam­blea gene­ral que se rea­li­za­rá el 20 de mar­zo y hay tres candidatos:
el actual secre­ta­rio gene­ral, Luis Alma­gro, res­pal­da­do por EE. UU., la
can­ci­ller de Ecua­dor, María Fer­nan­da Espi­no­sa y el diplo­má­ti­co peruano
Hugo de Zela. A prio­ri, los dos pri­me­ros apa­re­cen con mayo­res chances,
en una defi­ni­ción que se pre­sen­ta como la rati­fi­ca­ción de la línea dura
del blo­que de la dere­cha con­ti­nen­tal, expre­sa­do por Alma­gro, o un cambio
hacia un esce­na­rio de mayor diá­lo­go, que pro­po­ne explícitamente
Espinosa.

Foto: Pren­sa Sena­do de la Nación Argentina

En pers­pec­ti­va

Ade­más del nutri­do calen­da­rio elec­to­ral por
delan­te, la evo­lu­ción de las luchas socia­les y el desa­rro­llo de las
con­tra­dic­cio­nes entre pro­yec­tos impe­ria­les y eman­ci­pa­do­res con sus
expre­sio­nes en orga­nis­mos supra­na­cio­na­les que desa­rro­lla­mos previamente,
otros temas pre­sen­tan impor­tan­cia de cara al futu­ro inmediato.

Argen­ti­na y la rene­go­cia­ción de la deuda

Un asun­to cla­ve para la región es la
rene­go­cia­ción de la abul­ta­da deu­da exter­na argen­ti­na, prin­ci­pal legado
del gobierno de Mau­ri­cio Macri y que invo­lu­cra al Fon­do Monetario
Inter­na­cio­nal y a fon­dos de inver­sión que tie­nen bonos en sus carteras.
El resul­ta­do de estas dis­cu­sio­nes ten­drá efec­tos con­cre­tos en las
posi­bi­li­da­des de rever­tir la crí­ti­ca situa­ción eco­nó­mi­ca y social en que
se encuen­tra el país, un obje­ti­vo cen­tral para el gobierno encabezado
por Alber­to Fernández.

A casi tres meses de su asun­ción, el
pre­si­den­te reite­ró en su men­sa­je al Con­gre­so el 1ª de mar­zo que «no
vamos a pagar la deu­da a cos­ta del ham­bre y la des­truc­ción de los sueños
de los argen­ti­nos y las argen­ti­nas». Ade­más, anun­ció que el Banco
Cen­tral está inves­ti­gan­do el pro­ce­so de deu­da y fuga de divi­sas. Todo
esto suce­de pocos días des­pués que una masi­va con­cen­tra­ción convocada
por movi­mien­tos popu­la­res plan­tea­ra que «la deu­da es con el pueblo»,
mien­tras lle­ga­ba al país una misión del FMI2.
Por la mag­ni­tud de la deu­da y los acto­res invo­lu­cra­dos, el desenlace
tam­bién pue­de con­fi­gu­rar un ante­ce­den­te impor­tan­te para otros paí­ses en
el futuro.

Cam­bio polí­ti­co en Uruguay

Otro tema en desa­rro­llo tie­ne que ver con los
cam­bios en las polí­ti­cas eco­nó­mi­cas y socia­les en Uru­guay. El nuevo
gobierno, enca­be­za­do por Luis Laca­lle Pou, ya pre­sen­tó un megaproyecto
de ley de «urgen­te con­si­de­ra­ción» que con­tie­ne 457 artícu­los sobre un
amplio aba­ni­cos de temas, en gene­ral prio­ri­zan­do polí­ti­cas diri­gi­das a
bene­fi­ciar a sec­to­res del poder eco­nó­mi­co más con­cen­tra­do, así como a
limi­tar el ejer­ci­cio del dere­cho a la pro­tes­ta social y laboral.

Para­guay: Itai­pú, cau­sa nacional

En Para­guay, un con­jun­to de organizaciones
gre­mia­les, cam­pe­si­nas, estu­dian­ti­les y socia­les lan­zó en febre­ro la
cam­pa­ña «Itai­pú 2023, Cau­sa Nacio­nal», que plan­tea la nece­si­dad de una
amplia dis­cu­sión del Tra­ta­do de la mayor hidro­eléc­tri­ca del mun­do, que
com­par­ten este país y su vecino Brasil.

El deba­te es cru­cial para la eco­no­mía de
Para­guay y pue­de ser rele­van­te tam­bién para Bra­sil, pues­to que la
repre­sa abas­te­ce alre­de­dor del 20% de la ener­gía que con­su­me este país.

Hacia las elec­cio­nes pre­si­den­cia­les en EE.UU.

Por últi­mo, es evi­den­te que las
pre­si­den­cia­les en EE. UU. tie­nen gran impor­tan­cia para toda la región.
Si bien es pron­to para aven­tu­rar un esce­na­rio pre­ci­so para los comicios
que se rea­li­za­rán en noviem­bre de 2020, en los pri­me­ros meses del año ya
se han desa­rro­lla­do acon­te­ci­mien­tos intere­san­tes, a medi­da que avanzan
las pri­ma­rias en los par­ti­dos Repu­bli­cano y Demócrata.

En el caso del par­ti­do en el gobierno, es un
hecho que el can­di­da­to será Donald Trump, que es apo­ya­do por el Comité
Nacio­nal Repu­bli­cano y tie­ne una enor­me ven­ta­ja sobre sus contendientes.
La inter­na opo­si­to­ra, en cam­bio, con­cen­tra toda la aten­ción por el
gra­do de dispu­ta y en par­ti­cu­lar por la per­for­man­ce de Ber­nie Sanders,
un fenó­meno polí­ti­co sin­gu­lar en la medi­da en que sos­tie­ne un discurso
pro­gre­sis­ta, raro para el bipar­ti­dis­mo nor­te­ame­ri­cano. Al cie­rre de este
infor­me se encuen­tran con­tán­do­se los votos del lla­ma­do Super­Mar­tes, que
pare­cen dejar en carre­ra solo a San­ders y al exvi­ce­pre­si­den­te Joe
Biden, que repre­sen­ta un ala mode­ra­da, afín al esta­blish­ment del
partido.

Itu­rria /​Fuen­te

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