Bra­sil. Sos­pe­cho­sos de ase­si­nar a Marie­lle Fran­co com­pa­re­ce­rán ante un jura­do popular

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano* /​11 de mar­zo de 2020

La Jus­ti­cia de Río de Janei­ro anun­ció la deci­sión el últi­mo mar­tes (10) a casi dos años del crimen

El poli­cial mili­tar expul­sa­do Ron­nie Les­sa y el ex poli­cial mili­tar Élcio Viei­ra com­pa­re­ce­rán ante un jura­do popu­lar acu­sa­dos de ase­si­nar a la con­ce­ja­la y mili­tan­te Marie­lle Fran­co y a su con­duc­tor Ander­son Gomes.

La deci­sión sobre el jui­cio fue divul­ga­da el últi­mo mar­tes (10) por la Jus­ti­cia de Río de Janei­ro, a casi dos años del cri­men que ocu­rrió el 14 de mar­zo de 2018.

“La dispu­ta entre la tesis minis­te­rial [del Minis­te­rio Públi­co de Río de Janei­ro] y la defen­sa debe deci­dir­se en un Tri­bu­nal Popu­lar”, escri­bió el juez Gus­ta­vo Gomes Kalil.

El abo­ga­do de defen­sa de Élcio Quei­roz, Hen­ri­que Telles, anun­ció en una entre­vis­ta al por­tal G1 que recu­sa­rá la deci­sión. “Con mi gru­po de abo­ga­dos esta­mos ana­li­zan­do la sen­ten­cia. No hay prue­bas con­tra nues­tro cliente”.

¿Quié­nes son los sospechosos?

Ron­nie Les­sa, en la épo­ca del cri­men, vivía en el mis­mo con­do­mi­nio que Jair Bol­so­na­ro en el barrio resi­den­cial de lujo Barra da Tiju­ca (Río de Janei­ro). El ex poli­cía mili­tar tam­bién fue inte­gran­te del Bata­llón de Ope­ra­cio­nes Espe­cial (BOPE), la tro­pa de éli­te de la Poli­cía Mili­tar de Río de Janei­ro, y es cono­ci­do por su “efi­cien­cia” en eje­cu­tar crí­me­nes orde­na­dos por el paramilitarismo.

Les­sa fue expul­sa­do de la poli­cía des­pués de sufrir un aten­ta­do con bom­ba en Río de Janei­ro hace diez años. Según las inves­ti­ga­cio­nes, el moti­vo del ata­que habría sido una pelea entre fac­cio­nes criminales.

Élcio Quei­roz, sos­pe­cho­so de con­du­cir el coche uti­li­za­do en la acción que ase­si­nó a Marie­lle Fran­co, fue expul­sa­do de la Poli­cía Mili­tar en 2016 por tra­ba­jar ile­gal­men­te como guar­dia de segu­ri­dad en una casa de jue­gos de azar en Río de Janeiro.

Tra­duc­ción: Lui­za Mançano 

Edi­ción: Rodri­go Chagas

Bra­sil de Fato*