Argen­ti­na. JUSTICIA. Alber­to Bin­der: “Hay jue­ces fede­ra­les que le deben su carre­ra a los ser­vi­cios de inteligencia”

Alber­to Bin­der, uno de los más pres­ti­gio­sos juris­tas argen­ti­nos, dia­lo­gó con Canal Abier­to sobre la refor­ma judi­cial que se vie­ne, el rol de los ser­vi­cios de inte­li­gen­cia, el “law­fa­re” y la lucha con­tra el cri­men orga­ni­za­do. “El macris­mo mani­pu­ló la Jus­ti­cia, pero en los años pre­vios tam­bién se pre­sio­nó por impunidad”. 

Jun­to a nume­ro­sos pro­yec­tos e ini­cia­ti­vas en mate­ria de deu­da exter­na, lucha con­tra el ham­bre, abor­to y reten­cio­nes al cam­po, el dis­cur­so pre­si­den­cial duran­te la aper­tu­ra de sesio­nes ordi­na­rias hizo fuer­te hin­ca­pié en dis­tin­tas refor­mas judi­cia­les que el Gobierno pre­ten­de lle­var al Congreso.

“Tene­mos la deci­sión irre­ver­si­ble de ter­mi­nar para siem­pre con los sóta­nos de la demo­cra­cia”, ase­gu­ró en otro pasa­je de su inter­ven­ción, hacien­do direc­ta alu­sión al decre­to que fir­ma­ría días más tar­de para modi­fi­car la Ley de Inte­li­gen­cia. La reso­lu­ción bus­ca impe­dir a los orga­nis­mos de inte­li­gen­cia rea­li­zar tareas repre­si­vas, poseer facul­ta­des com­pul­si­vas, cum­plir fun­cio­nes poli­cia­les o desa­rro­llar tareas de inves­ti­ga­ción cri­mi­nal como auxi­lia­res de la Justicia.

“Esta­mos ponien­do fin al secre­tis­mo con que se mane­jan par­te de los fon­dos públi­cos, a la influen­cia de la inte­li­gen­cia esta­tal en las inves­ti­ga­cio­nes judi­cia­les y a cual­quier for­ma de espio­na­je polí­ti­co interno”, lan­zó el Presidente.

En esta entre­vis­ta con Canal Abier­to, el juris­ta y pre­si­den­te del Ins­ti­tu­to de Estu­dios Com­pa­ra­dos en Cien­cias Pena­les y Socia­les (INECIP), Alber­to Bin­der ana­li­za el víncu­lo entre ambas medi­das ‑el envío de un pro­yec­to de ley para modi­fi­car la jus­ti­cia fede­ral y el decre­to para limi­tar el accio­nar de los servicios‑, el “law­fa­re”, qué rol debe­ría cum­plir la AFI, la lucha con­tra el cri­men orga­ni­za­do y la des­pe­na­li­za­ción del con­su­mo de marihuana.

– ¿Qué opi­nas del decre­to fir­ma­do recien­te­men­te por Alber­to Fer­nán­dez para limi­tar el accio­nar de espías y ser­vi­cios de inteligencia?

– Es un decre­to de una tras­cen­den­cia enor­me por­que prohí­be una excep­ción que tenía la ley, por la cual los ser­vi­cios de inte­li­gen­cia tra­ba­ja­ban como auxi­lia­res de la jus­ti­cia y ‑en par­ti­cu­lar- de la jus­ti­fi­ca federal.

Pare­ce una cues­tión téc­ni­ca pero, a raíz del abu­so de esa excep­ción, en los últi­mos 15 años se cons­tru­yó uno de los cen­tros mafio­sos más impor­tan­tes del país. Eso que el Pre­si­den­te cla­si­fi­có como los “sóta­nos de la democracia”.

¿Qué es lo que venía pasan­do has­ta aho­ra? Los jue­ces pedían a agen­tes de inte­li­gen­cia para que actua­ran como poli­cías, lo que redun­da­ba en con­tac­tos coti­dia­nos y direc­tos que lue­go ter­mi­na­ba en una suer­te de caja de favo­res. Hemos teni­do jue­ces que fue­ron pues­tos por los ser­vi­cios de inte­li­gen­cia, o que le deben su carre­ra a estos. Lo mis­mo suce­de con abo­ga­dos y estu­dios jurídicos.

Esto inclu­so tie­ne una pata en el mun­do del fút­bol: Daniel Ange­li­ci (ex pre­si­den­te de Boca Juniors), por ejem­plo, era un ope­ra­dor judi­cial con víncu­los con la inte­li­gen­cia; abo­ga­dos como Richard, tam­bién inte­gran­te de la comi­sión direc­ti­va de Boca y con víncu­los en la Jus­ti­cia; o el fis­cal Car­los Stor­ne­lli, vin­cu­la­do al mun­do del fút­bol y las barras.

– Esta­mos hablan­do de víncu­los opa­cos o casi clan­des­ti­nos, ¿crees que un decre­to es suficiente?

– Las nor­mas no cam­bian las prác­ti­cas o reali­da­des de un día para el otro. Sin embar­go, a par­tir de aho­ra ‑con este decre­to- estos víncu­los pasan a ser ile­ga­les. Es un paso muy importante.

– ¿La serie docu­men­tal sobre el caso Nis­man refle­ja­ría el fun­cio­na­mien­to de estos “sóta­nos de la democracia”?

– Todo lo que rodea al mun­do Nis­man está vin­cu­la­do a esta dis­tor­sión. El des­tino trá­gi­co y final del fis­cal no nos exi­me de seña­lar con toda cla­ri­dad que Nis­man era ejem­plo de un fun­cio­na­rio judi­cial con víncu­los espu­rios con los ser­vi­cios de inte­li­gen­cia, que al mis­mo tiem­po era mani­pu­la­do por estos o que haya ter­mi­na­do tra­ba­jan­do en base a estra­te­gias de ser­vi­cios de inte­li­gen­cia extran­je­ros. Nis­man esta­ba en el medio de un jue­go que se lo ter­mi­nó devorando.

– Hace apro­xi­ma­da­men­te un año, el fis­cal fede­ral Fede­ri­co Del­ga­do ase­gu­ra­ba que “a D’Alessio hay que pen­sar­lo como con­cep­to, no como caso ais­la­do”

– Total­men­te de acuer­do, se tra­ta de prác­ti­cas dema­sia­do comu­nes y corrien­tes. D’Alessio for­ma par­te de una lar­ga lis­ta de gen­te que uti­li­zó escu­chas para nego­cia­dos particulares.

Quie­nes con­for­ma­mos Ini­cia­ti­va Ciu­da­da­na para el Con­trol del Sis­te­ma de Inte­li­gen­cia (ICCSI) veni­mos hace 10 años pelean­do para que se tomen deci­sio­nes en este sen­ti­do. No lo pudi­mos lograr duran­te la déca­da kirch­ne­ris­ta y tam­po­co con Mau­ri­cio Macri, un gobierno que exa­cer­bó esta cues­tión al pun­to de tener en el ser­vi­cio de inte­li­gen­cia un direc­tor vin­cu­la­do al mun­do del fútbol.

Aho­ra la inter­ven­ción de la AFI tie­ne que avan­zar en que el ser­vi­cio de inte­li­gen­cia haga lo que tie­ne que hacer.

– ¿Enten­dés que la refor­ma judi­cial plan­tea­da por el Pre­si­den­te repre­sen­ta un paso hacia el con­trol ciu­da­dano de la Justicia?

– Es un pri­mer paso posi­ti­vo, pero toda­vía no cono­ce­mos la letra chi­ca o si la refor­ma en la jus­ti­cia fede­ral ter­mi­na­rá sien­do tan profunda.

Es impor­tan­te que el Gobierno se ani­me y no se deje extor­sio­nar. Con las jubi­la­cio­nes de pri­vi­le­gio ya vimos un inten­to de extor­sión. En este sen­ti­do es impor­tan­te seña­lar que nadie está pidien­do a los jue­ces que renun­cien, sino que en vez de ganar 100 ganen 90. No sé qué tie­ne de patrió­ti­ca esta defen­sa cor­po­ra­ti­va que hoy cuen­ta con el apo­yo de la oposición.

Sobre la amplia­ción del fue­ro fede­ral, creo que es una solu­ción coyun­tu­ral que tie­ne que estar acom­pa­ña­da con otras solu­cio­nes de fon­do. Por suer­te, en este tema está tra­ba­jan­do Gus­ta­vo Béliz, el pri­mer per­se­gui­do polí­ti­co que tuvo que irse del país por haber toca­do esos víncu­los espu­rios entre inte­li­gen­cia y poder judicial.

– Hablan­do de extor­sión y con­di­cio­na­mien­tos por par­te de ele­men­tos del Poder Judi­cial a la polí­ti­ca, ¿exis­te law­fa­re en la Argen­ti­na y la región?

– Que ha habi­do una mani­pu­la­ción polí­ti­ca de la Jus­ti­cia penal-fede­ral, no ten­go nin­gu­na duda. Jus­ta­men­te, se hacía a tra­vés de este víncu­lo con los ser­vi­cios de inteligencia.

En esto quie­ro ser cla­ro: sin nin­gu­na duda, el Gobierno de Macri pre­sio­nó a la Jus­ti­cia, pero en los años pre­vios tam­bién se pre­sio­nó para que los casos no avan­cen. Si law­fa­re es la mani­pu­la­ción polí­ti­ca de la Jus­ti­cia, esta se apli­có para per­se­guir como para con­se­guir impunidad.

– ¿Hay “pre­sos polí­ti­cos” en la Argentina?

– Coin­ci­do en lo que vie­ne dicien­do el Pre­si­den­te: son varias las situa­cio­nes de arbitrariedad.

No obs­tan­te, en mi opi­nión hay dos casos en los que la mani­pu­la­ción polí­ti­ca es tan gro­se­ra que des­me­re­ce el sis­te­ma: uno es el de Mila­gro Sala, con la crea­ción de una Jus­ti­cia ad hoc y un mano­seo del Tri­bu­nal Supre­mo pro­vin­cial que sólo bus­có con­de­nar­la; y otro caso que no tie­ne la pren­sa que me pare­ce debe­ría tener, que es el de Luis D’Elía. En el pri­me­ro, el gobierno nacio­nal no pue­de hacer mucho, pero en el segun­do sí ten­dría ele­men­tos y herra­mien­tas para interceder.

– En el dis­cur­so de aper­tu­ra de sesio­nes del Con­gre­so, Alber­to Fer­nán­dez tam­bién habló de apli­car el sis­te­ma acu­sa­to­rio en el fue­ro federal…

– Nin­gu­na medi­da por sepa­ra­do va a resol­ver todos los pro­ble­mas ni hacer magia, pero el sis­te­ma acu­sa­to­rio ayu­da a rom­per la idea de un suje­to hege­mó­ni­co, divi­de la inves­ti­ga­ción en nume­ro­sos fis­ca­les y pone mayo­res con­tro­les sobre estos. El juez de ins­truc­ción fede­ral que tene­mos en la actua­li­dad es una suer­te ple­ni­po­ten­cia­rio, se con­tro­la a sí mis­mo, pue­de meter pre­so sin con­de­na. Es una figu­ra impro­pia del siglo XXI.

Al mar­gen, cabe seña­lar que el sis­te­ma acu­sa­to­rio exis­te des­de el 2014 (con la apro­ba­ción del nue­vo Códi­go Pro­ce­sal Penal fede­ral, Ley 27.063). Sin embar­go, no lo pudi­mos poner en mar­cha por­que los jue­ces de Como­do­ro Py extor­sio­nan la polí­ti­ca constantemente.

– Otro aspec­to que figu­ra en la ley pero no se apli­ca es el jui­cio por jurado…

Es cier­to que hay muchos juris­tas y espe­cia­lis­tas que son crí­ti­cos, pero don­de sí se apli­có pudi­mos obser­var que está funcionando.

Es cier­to que las ins­ti­tu­cio­nes huma­nas no son per­fec­tas y un jura­do podría come­ter erro­res, y el gra­do de per­ver­sión que muchas veces encon­tra­mos en la jus­ti­cia “pro­fe­sio­nal” es una mues­tra de ello.

– ¿Cuál debe­ría ser el rol de la Agen­cia Fede­ral de Inteligencia?

– Lo que la ley dice que tie­nen que hacer los ser­vi­cios de inte­li­gen­cia es la pro­duc­ción de infor­ma­ción de la mayor cali­dad posi­ble, pero no son ope­ra­ti­vos: es decir, no hacen de poli­cía, no detie­nen, des­ba­ra­tan ban­das ni rea­li­zan inves­ti­ga­cio­nes judiciales.

Por poner un ejem­plo, si hay ries­go de que algu­na orga­ni­za­ción terro­ris­ta pue­da tener obje­ti­vos en Argen­ti­na, la AFI ten­dría en ese caso que ela­bo­rar infor­ma­ción para que quien corres­pon­da tome las medi­das necesarias.

En los prin­ci­pa­les ser­vi­cios de inte­li­gen­cia del mun­do tra­ba­jan ana­lis­tas, gen­te pre­pa­ra­da y un por­cen­ta­je muy chi­qui­to de aque­llos que reco­lec­tan infor­ma­ción de cam­po, algo tam­bién que debe­rían hacer per­so­nas con mucha pre­pa­ra­ción y no impro­vi­sa­dos. Bási­ca­men­te, son equi­pos de ana­lis­tas y no espías.

– Algu­na vez dijis­te que “la segu­ri­dad no es sólo un pro­ble­ma de jus­ti­cia social”, algo que me hizo acor­dar al con­tra­pun­to que tuvie­ron meses atrás Sabi­na Fre­de­ric y Ser­gio Berni…

– No nega­mos que las con­di­cio­nes socia­les no ten­gan influen­cia. El pun­to es que el deli­to o la lucha con­tra las orga­ni­za­cio­nes cri­mi­na­les no es un pro­ble­ma de pobre­za. Entien­do que se inten­ta poner en dis­cu­sión la cri­mi­na­li­za­ción, pero en últi­ma ins­tan­cia tam­bién se cri­mi­na­li­za cuan­do se seña­la la pobre­za como con­di­ción para el deli­to. Eso es falso.

Los nego­cios cri­mi­na­les no los mane­jan los pobres. Y si bien es cier­to que las orga­ni­za­cio­nes cri­mi­na­les tie­nen la capa­ci­dad de reclu­tar a chi­cos en situa­ción vul­ne­ra­ble, y es impor­tan­te tra­ba­jar para com­ba­tir esa con­di­ción de vul­ne­ra­bi­li­dad, es fal­so creer que las polí­ti­cas socia­les de lar­go pla­zo van a resol­ver ese tipo de delito.

Mien­tras apli­cas polí­ti­cas socia­les, la acción del Esta­do tie­ne que apun­tar a des­ba­ra­tar los nego­cios cri­mi­na­les. El robo de vehícu­los tie­ne un mer­ca­do atrás, el nar­co­trá­fi­co tam­bién. El cri­men es pla­ta, y es ahí don­de tene­mos que apuntar.

– ¿Estás a favor de una posi­ble des­pe­na­li­za­ción o lega­li­za­ción de la marihuana?

– Es ridí­cu­la la can­ti­dad de ener­gía y recur­sos que hoy uti­li­za la poli­cía por unos pibes que se están fuman­do un porro en la esqui­na. Lo pri­me­ro que tene­mos que hacer es des­pe­na­li­zar­la. Por otra par­te, la polí­ti­ca de lega­li­za­ción es mucho más com­ple­ja, y una mues­tra de ello es el pro­ble­ma que tene­mos con el alcohol, una dro­ga lega­li­za­da que hace estragos.

*Fuen­te: CANAL ABIERTO 

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