Puer­to Rico. Falle­ce Rafael Can­cel Miran­da, Héroe Nacio­nal y lucha­dor por la Independencia

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 3 mar­zo 2020

El últi­mo sobre­vi­vien­te del coman­do nacio­na­lis­ta que lle­vó a cabo
el ata­que a la Cáma­ra de Repre­sen­tan­tes del Con­gre­so de los Estados
Uni­dos el 1 de mar­zo de 1954

El
líder y ex pri­sio­ne­ro polí­ti­co Rafael Can­cel Miran­da falle­ció hoy a las
9:10 pm en su resi­den­cia en Río Pie­dras en com­pa­ñía de sus fami­lia­res y
com­pa­ñe­ros de lucha más cer­ca­nos. Des­de hacía varias sema­nas el
reco­no­ci­do lucha­dor por la inde­pen­den­cia de Puer­to Rico sufría de
múl­ti­ples que­bran­tos de salud que lo man­tu­vie­ron hospitalizado.

Según infor­mó su viu­da María de los Ánge­les Váz­quez y su hijo menor
Rafael Can­cel Váz­quez, al momen­to de su par­ti­da, Can­cel Miran­da estaba
aler­ta y cons­cien­te y falle­ció en paz rodea­do por sus seres queridos.

Can­cel Miran­da nació el 18 de julio del 1930 en el seno de una
fami­lia pro­fun­da­men­te nacio­na­lis­ta. Su padre, Rafael Can­cel Rodríguez,
empre­sa­rio y estre­cho cola­bo­ra­dor de don Pedro Albi­zu Cam­pos, presidió
la Jun­ta de Maya­güez del Par­ti­do Nacio­na­lis­ta. Su madre, Rosa Miranda
Pérez, pro­ve­nía de una fami­lia de pes­ca­do­res del barrio Cór­ce­ga de
Rin­cón. Des­de muy joven, Can­cel Miran­da se iden­ti­fi­có con los
movi­mien­tos orien­ta­dos a luchar por la liber­tad polí­ti­ca de su Patria y
la jus­ti­cia social y eco­nó­mi­ca para los puer­to­rri­que­ños y
puer­to­rri­que­ñas. Tomó con­cien­cia a tem­pra­na edad del régi­men colonial
impues­to por el gobierno de Esta­dos Uni­dos en su Patria y cómo éste
cons­ti­tuía el impe­di­men­to prin­ci­pal para el desa­rro­llo de su país. Su
padre, Rafael Can­cel Rodrí­guez, y don Pedro Albi­zu Cam­pos fue­ron los
guías en su for­ma­ción patrió­ti­ca y, a los 15 años de edad, for­ma­li­zó su
com­pro­mi­so con el ideal de la inde­pen­den­cia para Puer­to Rico uniéndose
al Par­ti­do Nacio­na­lis­ta e ini­cián­do­se como Cade­te de la República .

El 1 de mar­zo de 1954, jun­to a Loli­ta Lebrón, Irving Flo­res Rodrí­guez y Andrés Figue­roa Cor­de­ro, lle­vó a cabo el ata­que al Con­gre­so de Esta­dos Uni­dos, acto por el cual fue sen­ten­cia­do a cum­plir 84 años de pri­sión, de los cua­les cum­plió 25 años y medio en pri­sio­nes fede­ra­les en los Esta­dos Uni­dos. Pre­vio a esta encar­ce­la­ción había cum­pli­do dos años y un día de pri­sión por rehu­sar ins­cri­bir­se en el ejér­ci­to de los Esta­dos Uni­dos y par­ti­ci­par en la Gue­rra de Corea.

En el 1979, y tras inten­sas cam­pa­ñas por la excar­ce­la­ción de los
nacio­na­lis­tas en Puer­to Rico, Esta­dos Uni­dos y otros paí­ses, así como un
can­je de pri­sio­ne­ros pro­pues­to por Fidel Cas­tro y el Gobierno
Revo­lu­cio­na­rio de Cuba, el enton­ces pre­si­den­te de los Esta­dos Unidos,
Jimmy Car­ter, fir­mó la con­mu­ta­ción incon­di­cio­nal de las sen­ten­cias de
los nacio­na­lis­tas puertorriqueños.

Rafael Can­cel Miran­da arri­bó a Puer­to Rico el 12 de sep­tiem­bre de
1979, jun­to a sus com­pa­ñe­ros de coman­do Loli­ta Lebrón e Irvin Flores
Rodrí­guez. Andrés Figue­roa Cor­de­ro había sido excar­ce­la­do en 1977 por
razo­nes de salud y falle­ció en mar­zo de 1979.
Oscar Colla­zo López, quien había esta­do encar­ce­la­do des­de 1950 por su
par­ti­ci­pa­ción en el ata­que nacio­na­lis­ta a la Casa Blair, residencia
tem­po­ral del Pre­si­den­te Tru­man, tam­bién regre­só a la Patria jun­to a sus
compañeros.

Tras su excar­ce­la­ción, Can­cel Miran­da con­ti­nuó su acti­vis­mo polí­ti­co a
favor de la inde­pen­den­cia de Puer­to Rico y par­ti­ci­pó acti­va­men­te en las
cam­pa­ñas por la excar­ce­la­ción de los pri­sio­ne­ros políticos
puer­to­rri­que­ños, así como la de los Cin­co Héroes Cuba­nos. Dedicado
anti­lla­nis­ta, boli­va­riano e inter­na­cio­na­lis­ta, apo­yó con sus escri­tos, y
en varias oca­sio­nes con su pre­sen­cia, las luchas revo­lu­cio­na­rias en los
paí­ses anti­lla­nos, así como en Cen­tro y Sur Amé­ri­ca, y res­pal­dó, entre
otras luchas inter­na­cio­na­les, la lucha del pue­blo palestino.

Fue hom­bre de extra­or­di­na­ria sen­si­bi­li­dad huma­na a quien conmovía
pro­fun­da­men­te la pobre­za y el des­am­pa­ro de los puer­to­rri­que­ños y
puer­to­rri­que­ñas. Fue gene­ro­so con las per­so­nas sin hogar con las que se
cru­za­ba dia­ria­men­te por las calle de la ciu­dad, con las fami­lias pobres
que se acer­ca­ban a com­prar en la Mue­ble­ría La Puer­to­rri­que­ña, heredada
de su padre y con los ami­gos y los extra­ños que se acer­ca­ban para pedir
su inter­ce­sión en la solu­ción de algu­na situa­ción personal.

Can­cel Miran­da se des­ta­có, ade­más, como escri­tor. Su exten­sa obra,
reco­gi­da en nue­ve libros, así como en perió­di­cos y revis­tas nacio­na­les e
inter­na­cio­na­les, cons­ta de ensa­yos de aná­li­sis polí­ti­co, his­to­ria de
los even­tos y par­ti­ci­pan­tes en las ges­tas del Par­ti­do Nacio­na­lis­ta, así
como abun­dan­te poe­sía. Su últi­mo libro, Más allá del espe­jis­mo, fue
publi­ca­do en diciem­bre de 2019.

Rafael Can­cel Miran­da se man­tu­vo fiel al ideal nacio­na­lis­ta toda su
vida y pro­mo­vió con su ejem­plo la uni­dad entre todos los sec­to­res del
movi­mien­to inde­pen­den­tis­ta, así como la uni­dad “de todos los
puer­to­rri­que­ños de bue­na fe”. Vivió con­for­me a la máxi­ma que guió su
vida: “Se lle­ga más pron­to a la meta de pie que de rodillas”.

Los actos de des­pe­di­da y cele­bra­ción de su vida se efec­tua­rán en San
Juan y Maya­güez. Se soli­ci­ta, a peti­ción de Can­cel Miran­da, que no se
bajen ban­de­ras a media asta: Por los patrio­tas, las ban­de­ras deben
ondear lo más alto posi­ble, siem­pre libres, afir­mó en repetidas
ocasiones.

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