Boli­via: ¿los enemi­gos del pue­blo per­mi­ti­rán el retorno a la democracia?

Por Luis Bea­tón*, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 28 febre­ro 2020

Los más diver­sos aná­li­sis indi­can que difí­cil­men­te, el perro, Estados
Uni­dos con­fa­bu­la­do con los gol­pis­tas boli­via­nos, suel­te la pre­sa en que
se con­vir­tió Boli­via y sus recur­sos, prin­ci­pal­men­te sus codi­cia­das y
gran­des reser­vas de litio.


  • Boli­via: ¿los enemi­gos del pue­blo per­mi­ti­rán el retorno a la democracia? 

El pue­blo de Boli­via, la población
indí­ge­na es mayo­ri­ta­ria, enfren­ta aho­ra un esce­na­rio con­vul­so rum­bo a
las elec­cio­nes del 3 de mayo en el que sal­tan muchas inte­rro­gan­tes pero,
esen­cial­men­te, vue­la la pre­gun­ta de si sus enemi­gos per­mi­ti­rán el
retorno al gobierno del Movi­mien­to al Socia­lis­mo (MAS).

Los diver­sos aná­li­sis indi­can que
difí­cil­men­te, el perro, Esta­dos Uni­dos con­fa­bu­la­do con los golpistas
boli­via­nos, suel­te la pre­sa en que se con­vir­tió a Boli­via y sus
recur­sos, prin­ci­pal­men­te sus codi­cia­das y gran­des reser­vas de litio.

Mien­tras se pre­pa­ró el gol­pe, algunos
infor­mes de pren­sa abor­da­ban lo que repre­sen­ta­ba la nación suramericana
en tér­mi­nos de ejem­plo y como alter­na­ti­va popu­la­res a las políticas
neoliberales.

En esa épo­ca, el periodista
esta­dou­ni­den­se Zeeshan Aleem des­ta­ca­ba en la revis­ta The Nation, los
éxi­tos del gobierno del pre­si­den­te Evo Mora­les como mues­tra de «que
los pro­yec­tos socia­lis­tas pue­den ayu­dar a las socie­da­des a salir de la
pobre­za, en lugar de con­de­nar­las a ella».

Para los que usur­pan el poder hoy los
logros de la izquier­da hay ocul­ta­dos y muchas veces mani­pu­lar­los, como
pasa aho­ra para des­mon­tar esos avances.

En opi­nión del poli­tó­lo­go brasileño,
Emir Sader, con el gobierno de Evo la eco­no­mía de Boli­via experimentó
una trans­for­ma­ción estruc­tu­ral y el PIB real (ajus­ta­do a la inflación)
per cápi­ta cre­ció en más de un 50 por cien­to en los últi­mos 13 años de
la izquier­da en el poder.

Eso equi­va­lía al doble de la tasa de
cre­ci­mien­to de la región de Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be. Aun cuan­do la
eco­no­mía regio­nal lati­no­ame­ri­ca­na sufrió una des­ace­le­ra­ción en los
últi­mos cin­co años, Boli­via tuvo el mayor cre­ci­mien­to del PIB per cápita
en Amé­ri­ca del Sur, un ejem­plo a borrar en el ima­gi­na­rio de los
pueblos.

Según esta­dís­ti­cas de organismos
inter­na­cio­na­les, la tasa de pobre­za dis­mi­nu­yó por deba­jo del 35 por
cien­to (esta­ba por deba­jo del 60 por cien­to en 2006) y la tasa de
pobre­za extre­ma es del 15.2 por cien­to cuan­do en 2006 esta­ba por debajo
del 37.7 por cien­to, pese a la opo­si­ción de oli­gar­cas loca­les y sus
men­to­res del norte.

Con Evo en el gobierno se pro­du­jo la
trans­for­ma­ción eco­nó­mi­ca del país y, por ejem­plo, con la
rena­cio­na­li­za­ción de los hidro­car­bu­ros en 2006 ocu­rrió el progreso
eco­nó­mi­co y social de la nación.

En los pri­me­ros ocho años del primer
pre­si­den­te indí­ge­na de la nación, los ingre­sos del Gobierno nacio­nal por
hidro­car­bu­ros aumen­ta­ron casi sie­te veces, pasan­do de 731 millo­nes a
4.95 mil millo­nes de dóla­res, eso había que borrar­lo de un gol­pe pues
era un “mal ejem­plo” para las gran­des masas des­po­seí­das de la región.

En los pla­nes para una nue­va eta­pa las
auto­ri­da­des boli­via­nas con Evo al fren­te, abo­ga­ban por importantes
inver­sio­nes en polí­ti­cas de sobe­ra­nía ali­men­ta­ria, con el fin de hacer
del país una poten­cia agrí­co­la para diver­si­fi­car la economía.

Asi­mis­mo, atraer inver­sio­nes para
indus­tria­li­zar sus mate­rias pri­mas, con el obje­ti­vo de lle­gar a ser un
líder mun­dial en la expor­ta­ción de bate­rías de litio sin des­con­tar su
polí­ti­ca de gas y petró­leo, entre otros rubros, según un informe
publi­ca­do por el Cen­ter for Eco­no­mic and Policy Research (CEPR).

Esta situa­ción debía ser eli­mi­na­da y des­mon­tar todo lo que ten­ga olor a sudor de pueblo.

No es de extra­ñar hoy que cual­quie­ra que
se atre­va a que­jar­se del gol­pe y sus con­se­cuen­cias para la mayo­ría de
los boli­via­nos, sea acu­sa­do de sedi­ción y terrorismo.

Ya con­su­ma­do el hecho, los golpistas
 que derro­ca­ron su pro­pio gobierno para que los Esta­dos Uni­dos pudieran
saquear sus recur­sos tie­nen el des­ca­ro de acu­sar Mora­les de sedición,
terro­ris­mo y apo­yo al terro­ris­mo como par­te de su plan para mantenerse
en el poder.

Las lla­ma­das elec­cio­nes de mayo
ocu­rri­rán, si es que ocu­rren, cuan­do el régi­men gol­pis­ta no ha perdido
el tiem­po en inten­tar rever­tir todo lo que Evo logró. Las industrias
nacio­na­les están sien­do divi­di­das entre los gol­pis­tas, compinches
corrup­tos, para que pue­dan saquear en ban­ca­rro­ta y pri­va­ti­zar todo.

A eso súme­le que la CIA, una amplia
gama de ONG finan­cia­das por la USAID, la NED y las corporaciones
tra­ba­jan para sos­te­ner lo insos­te­ni­ble ante la volun­tad de la mayo­ría de
retor­nar a esce­na­rio de pros­pe­ri­dad crea­do bajo el gobierno de Evo.

La OEA, crea­da como una for­ma de forzar
la volun­tad de EE.UU. en Amé­ri­ca Lati­na, y que jugó un papel cla­ve para
poner en duda los resul­ta­dos de las elec­cio­nes y legi­ti­mar el golpe,
está en el esce­na­rio, que diver­sos medios cri­ti­ca­ron y abun­da­ron en
denun­cias de mani­pu­la­ción y entre­guis­mo a favor de Washington.

La USAID, crea­da como un fren­te de la CIA, esta­rá pre­sen­te con más de 40 ONG que se com­plo­ta­ron con los golpistas.

Mien­tras tan­to, el par­ti­do MAS de
Mora­les toda­vía espe­ra poder recu­pe­rar el poder demo­crá­ti­ca­men­te pese a
todo lo que mue­ve en su con­tra el “perro” guar­dián des­de Washington.

En este esce­na­rio de con­vul­sio­nes la
pre­si­den­ta gol­pis­ta Jea­ni­ne Áñez ya apro­bó un pro­yec­to de ley que
otor­ga a la poli­cía y al ejér­ci­to una com­ple­ta impu­ni­dad para matar a
civi­les para man­te­ner el control.

Es des­ta­ca­ble aho­ra que los resultados
de una inves­ti­ga­ción del dia­rio esta­dou­ni­den­se The Washing­ton Post
des­car­tó la rea­li­za­ción de frau­de en las elec­cio­nes de octu­bre pasa­do en
Boli­via, algo que fue airea­do des­de un ini­cio y que puso en el tapete
la com­pli­ci­dad del secre­ta­rio gene­ral de la OEA, el des­pres­ti­gia­do Luis
Alma­gro, en la con­su­ma­ción de la asonada.

Los auto­res, los inves­ti­ga­do­res del
Labo­ra­to­rio de Cien­cia y Datos Elec­to­ra­les del Ins­ti­tu­to de Tecnología
de Mas­sa­chu­setts John Curiel y Jack R. Williams, recuer­dan que a partir
de lo que dijo la OEA, la maqui­na­ria gol­pis­ta echó a andar hasta
con­su­mar la renun­cia de Evo pre­sio­na­do por ins­tan­cias de las Fuerzas
Arma­das y la Poli­cía Nacio­nal, cuyos jefes están aho­ra en Esta­dos Unidos
dis­fru­tan­do los miles de dóla­res reci­bi­dos en pago.

Si se cum­ple lo que plan­tean Curiel y
Williams, aho­ra, los can­di­da­tos del MAS pue­den ven­cer en la primera
vuel­ta de las elec­cio­nes, si los dejan.

Para dar­le más actua­li­dad a la denuncia
en el Post, Méxi­co anun­ció a fina­les de febre­ro que tenien­do en cuenta
lo plan­tea­do por la publi­ca­ción esta­dou­ni­den­se, exi­gi­rá a la OEA 
«acla­rar y expli­car defi­cien­cias en su infor­me», al afir­mar hubo estafa
elec­to­ral en Boli­via en la reelec­ción del pre­si­den­te constitucional
Morales.

Sobre el tema, el por­ta­voz de la
Secre­ta­ría de Rela­cio­nes Exte­rio­res de Méxi­co seña­ló que no es posible
con­si­de­rar que el aná­li­sis de ambos inves­ti­ga­do­res ten­ga un interés
político.

«Des­de nues­tra pers­pec­ti­va, dados los
resul­ta­dos del estu­dio, que ponen en entre­di­cho el aná­li­sis de la OEA, y
lo expre­sa­do por su secre­ta­rio gene­ral, Luis Alma­gro, la organización
debe­rá acla­rar y expli­car las defi­cien­cias en su infor­me dadas a conocer
por estos dos inves­ti­ga­do­res», indi­có el por­ta­voz de la cancillería
mexicana.

Todas estas inte­rro­gan­tes sin respuesta
sal­tan en Boli­via. En un recien­te artícu­lo sobre el tema, el académico
vene­zo­lano, Ser­gio Rodrí­guez Gel­fes­tein, seña­ló que la con­vo­ca­to­ria a
elec­cio­nes “no se ins­cri­be en un mar­co de demo­cra­cia, sino bajo una
dic­ta­du­ra que con­tro­la la mayor par­te del Esta­do, tenien­do como
prin­ci­pa­les estan­dar­tes a la emba­ja­da de Esta­dos Uni­dos, las fuerzas
arma­das, la poli­cía, los medios de comu­ni­ca­ción, y las igle­sias católica
y protestante”.

Esta sema­na, seña­la, cuan­do el proceso
elec­to­ral entra en sus 40 días fina­les el “Movi­mien­to al
Socialismo.Instrumento Polí­ti­co por la Sobe­ra­nía de los Pue­blos” (MAS)
ha logra­do supe­rar exi­to­sa­men­te los pro­ble­mas que se generaron
ini­cial­men­te en torno a la defi­ni­ción de sus can­di­da­tos, pasan­do a una
situa­ción actual de uni­dad en torno al bino­mio decidido.

Todas las orga­ni­za­cio­nes sociales
cer­ca­nas al MAS acep­ta­ron a Luis Arce, el artí­fi­ce del éxi­to eco­nó­mi­co, y
David Cho­quehuan­ca como can­di­da­tos a pre­si­den­te y vice­pre­si­den­te y se
encuen­tran enfras­ca­das en la campaña.

Plan­tea Rodrí­guez que si en Bolivia
impe­ra­ra un gobierno demo­crá­ti­co y un sis­te­ma polí­ti­cos de iguales
carac­te­rís­ti­cas, el triun­fo del Mas (al igual que el que obtu­vo Evo
Mora­les) no podría ser pues­to en duda pero, la gran incóg­ni­ta es saber
si la dic­ta­du­ra va a acep­tar una vic­to­ria del MAS en las elec­cio­nes o,
como muchos ana­lis­tas espe­ran, recu­rri­rá a un frau­de para man­te­ner­se en
el poder.

En gran medi­da, agre­ga, ello va a
depen­der de la mag­ni­tud de la vic­to­ria, la con­tun­den­cia del voto y sobre
todo de su capa­ci­dad para con­tro­lar y cui­dar el voto en las urnas.

El arti­cu­lis­ta se acer­ca a la
inte­rro­gan­te sobre si Washing­ton sol­ta­rá la pre­sa y plan­tea que tendrá
gran impor­tan­cia el papel que jue­gue la OEA como ins­tru­men­to electoral
de Esta­dos Uni­dos para fal­si­fi­car elec­cio­nes como hizo en Hon­du­ras y en
la pro­pia Boli­via y como no ha podi­do hacer en Venezuela.

No obs­tan­te, la dere­cha se encuentra
divi­di­da en sie­te can­di­da­tu­ras y aspi­ra a que el MAS no obten­ga 40 por
cien­to o más votos y que no saque una dife­ren­cia de 10 pun­tos respecto
del can­di­da­to que lle­gue en segun­do lugar para bus­car un aspi­ran­te de
con­sen­so en una hipo­té­ti­ca segun­da vuelta.

Por lo pron­to, los pró­xi­mos presidentes
boli­via­nos gober­na­rán bajo una “espa­da de Damo­cles”, sabien­do que la
demo­cra­cia alcan­za has­ta que la oli­gar­quía en con­ni­ven­cia con el
gobierno de Esta­dos Uni­dos deci­dan que no va más, subraya.

Poco vale un cre­ci­mien­to equi­ta­ti­vo pues­to al ser­vi­cio de las mayo­rías, si esto va en detri­men­to de los altos nive­les de lucro de las oli­gar­quías. De nada sir­ve, defen­der la sobe­ra­nía y los intere­ses nacio­na­les mien­tras haya un sec­tor ven­de patria pode­ro­so que pue­da com­prar a las fuer­zas arma­das y a las ins­ti­tu­cio­nes para hacer el tra­ba­jo sucio para des­pués cobrar las ganan­cias, ase­gu­ra el aca­dé­mi­co para poner calor a la inte­rro­gan­te: ¿Per­mi­ti­rán los enemi­gos del pue­blo el retorno a la democracia?.

fuen­te: Perio­dis­ta cubano, ex corres­pon­sal de PL en Esta­dos Unidos

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