Puer­to Rico. Oscar López Rive­ra: «El socia­lis­mo es una alter­na­ti­va que pue­de hacer­nos avanzar»

Por Ali­cia Jrap­ko, corres­pon­sa­lía de Resu­men Lati­no­ame­ri­cano en EE.UU, 25 de febre­ro, 2020

En momen­tos en que lo que escu­cha­mos del
gobierno de los EE.UU. es sobre el odio y la inje­ren­cia, fue esperanzador
escu­char a Oscar López Rive­ra, un hom­bre que habla de amor y soli­da­ri­dad a
pesar de haber pasa­do más de 30 años en cár­ce­les de EE.UU. por luchar por el
dere­cho a la auto­de­ter­mi­na­ción y la sobe­ra­nía de Puer­to Rico y su pueblo.

Esta noche, el Cen­tro Cul­tu­ral La Peña
de Ber­ke­ley, Cali­for­nia, se vis­tió de gala para reci­bir a Oscar. Este even­to es
par­te de una gira nacio­nal por EE.UU. que tie­ne como obje­ti­vo dar a cono­cer su
pro­yec­to de tra­ba­jo en Puer­to Rico des­pués de que los hura­ca­nes Irma y María y
más recien­te­men­te una serie de devas­ta­do­res terre­mo­tos han hecho que las
con­di­cio­nes de vida colo­nial sean aún más difí­ci­les para la mayo­ría de los
puer­to­rri­que­ños en la isla.

Des­de su libe­ra­ción en el 2017, Oscar
creo la Fun­da­ción Oscar López Rive­ra, Libertá, 
como par­te del esfuer­zo por for­ta­le­cer la orga­ni­za­ción comu­ni­ta­ria de
base, exi­gien­do la audi­to­ría y la can­ce­la­ción de la deu­da de la isla y abogando
por la sobe­ra­nía de Puer­to Rico.

En esta par­te de su gira, Oscar ha
hecho pre­sen­ta­cio­nes en la Uni­ver­si­dad de Washing­ton, la Uni­ver­si­dad de
Ber­ke­ley y la Uni­ver­si­dad de Davis, la Uni­ver­si­dad Esta­tal de San Fran­cis­co, la
Uni­ver­si­dad de Stan­ford, el Cole­gio Comu­ni­ta­rio Dia­blo Valley, la Universidad
Esta­tal de Cali­for­nia del Este de la Bahía y la Uni­ver­si­dad de Cali­for­nia en
San­ta Bárbara.

En su char­la des­ta­có que fue su pasión
y amor por Puer­to Rico lo que le dio espe­ran­za a lo lar­go de todos esos años de
encar­ce­la­mien­to. De allí sur­gió la creen­cia de que nada es impo­si­ble. «No
hago las cosas por mí; soy un ciu­da­dano de este pla­ne­ta. El amor es lo que me
mue­ve en la direc­ción de hacer lo que sea nece­sa­rio para ayu­dar a nuestro
pue­blo. La his­to­ria de Puer­to Rico está lle­na de ejem­plos de este tipo de
patriotismo». 

Ade­más, Oscar pidió al públi­co que
apo­ya­ra la lucha por la libe­ra­ción de los pre­sos polí­ti­cos que aún están presos.
Habló bre­ve­men­te de cómo la can­ción de Vio­le­ta Parra Gra­cias a la Vida se con­vir­tió en un himno de todos los días para
él, algo sig­ni­fi­ca­ti­vo para el Cen­tro Cul­tu­ral La Peña col­ma­do de his­to­ria de
los refu­gia­dos chi­le­nos que lo ini­cia­ron en los años seten­ta, des­pués de verse
obli­ga­dos a salir del país debi­do a la dic­ta­du­ra de Pinochet.

Oscar habló de Cuba y de lo que
sig­ni­fi­ca para él y para la huma­ni­dad. Des­ta­có el hecho de que duran­te cuatro
años com­par­tió la mis­ma cel­da con Fer­nan­do Gon­zá­lez Llort, uno de los cinco
pri­sio­ne­ros polí­ti­cos cuba­nos en EE.UU. por defen­der a su país con­tra el
terro­ris­mo. Des­cri­bió ese tiem­po de la siguien­te for­ma, «Esos fue­ron los
mejo­res años para mí». 

Alguien del públi­co le pre­gun­tó a Oscar
sobre lo que sig­ni­fi­ca el socia­lis­mo para él, a lo cual res­pon­dió: «El
socia­lis­mo es una alter­na­ti­va que pue­de hacer­nos avan­zar», y puso a Cuba y su soli­da­ri­dad internacional
como ejem­plo. Habló del papel de las bri­ga­das médi­cas que Cuba envía a todo el
mun­do para ayu­dar don­de sea nece­sa­rio. Tam­bién del papel deci­si­vo que Cuba
desem­pe­ñó en la lucha con­tra el apartheid en el Áfri­ca meri­dio­nal: «Sin la
ayu­da de Cuba el apartheid podría seguir exis­tien­do allí y sin la ayu­da de Cuba
no habría habi­do nin­gún Pre­si­den­te Man­de­la». Todo eso vinien­do de un país en constante
lucha con­tra un bru­tal blo­queo de Esta­dos Uni­dos. El socia­lis­mo mues­tra las
posi­bi­li­da­des de un sis­te­ma social basa­do en prio­ri­da­des humanas.

Oscar hizo la cone­xión entre Hai­tí y
Puer­to Rico y todo lo que tie­nen en común, la impor­tan­cia de la diáspora
puer­to­rri­que­ña y lo mucho que están ayu­dan­do a sus com­pa­trio­tas en la isla.
Pero tam­bién sacó a relu­cir las terri­bles con­di­cio­nes a las que se enfren­ta la
gen­te en los EE.UU. hoy en día, como la fal­ta de aten­ción médi­ca y la fal­ta de
vivien­da. «Vini­mos aquí a hablar con la gen­te sobre las miles de personas
en la isla que están vivien­do sin hogar y bajo lonas y en tien­das de cam­pa­ña y nos
encon­tra­mos que aquí mis­mo en Ber­ke­ley y Oakland, hay gen­te sin recur­sos que
deben enfren­tar las mis­mas con­di­cio­nes. Tene­mos que hacer sen­tir ver­güen­za a
este gobierno que con todo el dine­ro y poder
que tie­nen son inca­pa­ces de ayu­dar a sus pro­pios ciu­da­da­nos y a otros en todo
el mundo.»

Es difí­cil ima­gi­nar lo que 36 años de
injus­to encar­ce­la­mien­to pue­den hacer a un indi­vi­duo, pero vien­do y escu­chan­do a
Oscar López Rive­ra esta noche pode­mos decir que el espí­ri­tu de aque­llos que
con­ti­núan luchan­do por la jus­ti­cia nun­ca podrá ser quebrado.

Itu­rria /​Fuen­te

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