Anti­im­pe­ria­lis­mo e internacionalismo

Ponen­cia a deba­te en Encuen­tro anti­im­pe­ria­lis­ta por la Vida, la Paz y la Sobe­ra­nía a cele­brar en Cara­cas los días 22 al 25 de enero de 2020.

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Hay que des­ta­car que la pri­me­ra cau­sa del sur­gi­mien­to del domi­nio impe­rial defi­ni­do en su gene­ra­li­dad, fue la de arran­car a otro pue­blo los recur­sos ener­gé­ti­cos que tenía y, por tan­to, qui­tar­les las muje­res, espe­cial­men­te las jóve­nes. Se sabe que el tra­ba­jo de las muje­res apor­ta­ba alre­de­dor del 70% de las nece­si­da­des ener­gé­ti­cas de las comu­ni­da­des, sien­do ade­más la caza una prác­ti­ca en la que tam­bién par­ti­ci­pa­ban las muje­res1. J. Mos­te­rín ha ana­li­za­do cómo uno de los pri­me­ros impe­ria­lis­mos estu­dia­dos con rigor, el de los pue­blos indo­euro­peos, se carac­te­ri­za­ba por dejar de lado por un momen­to las dispu­tas entre ellos por el robo mutuo de gana­do para aliar­se en el saqueo impe­ria­lis­ta de otros pue­blos y de sus mujeres:

La rique­za de la tri­bu se medía por el núme­ro de sus vacas. Esto con­du­cía a cons­tan­tes reyer­tas entre las tri­bus arias que se acu­sa­ban mutua­men­te de robar­se las vacas o que se dispu­taban los pas­tos y los terre­nos. Pero, a pesar de estas esca­ra­mu­zas inter­tri­ba­les, todas las tri­bus arias eran soli­da­rias en su lucha con­tra los dasas (los indí­ge­nas y super­vi­vien­tes de Harap­pa) de piel oscu­ra, de labios grue­sos y nariz acha­ta­da. Ya enton­ces dasi (feme­nino de dasa) pasó a sig­ni­fi­car «escla­va» y más tar­de, en sáns­cri­to clá­si­co, dasa pasa­ría a sig­ni­fi­car «escla­vo», en gene­ral2.

J. Mos­te­rín nos está expli­can­do cómo los ata­ques indoa­rios con­tra el pue­blo dasa tenían un obje­ti­vo tan cla­ro, el saqueo de sus muje­res y de sus recur­sos, que el pro­pio len­gua­je indoa­rio, patriar­cal, ter­mi­nó refle­jan­do esa prác­ti­ca impe­ria­lis­ta, nor­ma­li­zán­do­la. La impor­tan­cia de las muje­res del pue­blo inva­di­do es reco­no­ci­da por el Deu­te­ro­no­mio (20,10−16) cuan­do man­da a los hebreos que den muer­te a todos los adul­tos que han sobre­vi­vi­do a la derro­ta, pero dejen con vida como escla­vas a las muje­res e impú­be­res3. J.F.C. Fuller, reco­no­ci­do his­to­ria­dor mili­tar, afir­ma explí­ci­ta­men­te que las vio­la­cio­nes de muje­res han sido «con­si­de­ra­das en casi todas las épo­cas como legí­ti­mo botín del sol­da­do»4.

Aun­que en esta ponen­cia care­ce­mos de espa­cio, sí que­re­mos indi­car que des­de los pri­me­ros regis­tros his­tó­ri­cos están cons­ta­ta­das las luchas con­tra la explo­ta­ción, el escla­vis­mo y la domi­na­ción impe­rial. Se pue­de hablar de «dis­tur­bios socia­les»5 en la ciu­dad de Kish de alre­de­dor de ‑2900 y ‑2700, y des­de lue­go en ‑2352 cuan­do se dio en Lagash uno de los pri­me­ros gol­pes de Esta­do de orien­ta­ción revo­lu­cio­na­ria o cuan­do menos pro­gre­sis­ta. Urui­nim­gi­na impu­so «refor­mas socia­les» como la supre­sión de impues­tos, el per­dón de las deu­das, la prohi­bi­ción de extor­sio­nes, la expul­sión de usu­re­ros, ladro­nes y cri­mi­na­les, la defen­sa de viu­das y huér­fa­nos, entre otras más6. El poe­ma de Gil­ga­mesh de −2500÷−2000 narra la lucha del pue­blo con­tra explo­ta­do­res que deci­den cas­ti­gar­los con el dilu­vio7 y crear una nue­va raza huma­na que tra­ba­je de sol a sol, se deje explo­tar y no se suble­ve nun­ca más: una de las razo­nes de esta rebe­lión fue aca­bar con las vio­la­cio­nes de las que eran objeto.

A.D. Smith uti­li­za lo que la dia­léc­ti­ca defi­ne como «con­cep­to fle­xi­ble» para expli­car que el nacio­na­lis­mo pre bur­gués sur­gió des­de el momen­to en el que un pue­blo man­te­nía una: «resis­ten­cia colec­ti­va a la domi­na­ción extran­je­ra». Basán­do­se en esa tesis expli­ca que hiti­tas, hurrios, per­sas, medos, feni­cios, esci­tas, urar­tios, ara­meos, era­mi­tas, kasi­tas, nubios, etc., eran pue­blos con espe­ci­fi­ci­dad cul­tu­ral y con­ti­güi­dad terri­to­rial y, más aún, que la gue­rra de Adad-Nira­ri (911−891 a.C) con­tra los enemi­gos de Asi­ria era una gue­rra de «libe­ra­ción nacio­nal»8 pre bur­gue­sa. Según este autor tene­mos al menos tres cri­te­rios para defi­nir el nacio­na­lis­mo al mar­gen de la épo­ca his­tó­ri­ca que tra­te­mos: la cul­tu­ra pro­pia, el terri­to­rio y la autodefensa.

Es obvio que Smith estu­dia pue­blos más evo­lu­cio­na­dos que los de la comu­ni­dad pri­mi­ti­va a la que se refie­re Marx, pero es igual­men­te cier­to que la gue­rra en cuan­to tal sigue man­te­nien­do su mis­mo y esen­cial obje­ti­vo: adqui­rir o defen­der una pro­pie­dad. Por su par­te F. Lara Pei­na­do nos ofre­ce una des­crip­ción sin­té­ti­ca tan­to del esta­do de casi per­ma­nen­te inse­gu­ri­dad polí­ti­ca inter­na de los pode­res sume­rios, des­de la suble­va­ción de Sar­gón con­tra el rey legí­ti­mo Ur-Zaba­ba, derro­tán­do­lo, como del esta­do de gue­rra casi per­ma­nen­te con­tra otros pue­blos y tam­bién con­tra sus reite­ra­das suble­va­cio­nes por la opre­sión que sufrían, exis­tien­do algu­nos espe­cial­men­te faná­ti­cos de su inde­pen­den­cia y liber­tad como los mis­te­rio­sos qutu: «un pue­blo que no tole­ra­ba con­trol alguno»9.

Las luchas de los gru­pos étni­cos, por deno­mi­nar­los de algún modo, para defen­der su liber­tad o para recu­pe­rar­la no des­apa­re­cie­ron nun­ca del todo, y lle­gó un momen­to en el que juga­ron un papel cru­cial. En otro tex­to dife­ren­te al antes cita­do, el mis­mo inves­ti­ga­dor afir­ma que: «Los movi­mien­tos de estos pue­blos, uni­dos al males­tar gene­ral de las ciu­da­des sume­rias, cau­sa­do por las refor­mas aca­dias y por pro­ble­mas reli­gio­sos que pro­vo­ca­ron levan­ta­mien­tos inde­pen­den­tis­tas (caso de Uruk con su IV dinas­tía) moti­va­ron la defi­ni­ti­va caí­da del Impe­rio aca­dio»10.

Las resis­ten­cias de los pue­blos al domi­nio impe­rial sur­gían de algo tan into­le­ra­ble como el sis­te­má­ti­co saqueo impe­ria­lis­ta al que eran some­ti­dos. Con­vie­ne dete­ner­nos en la siguien­te des­crip­ción de los gran­dio­sos bene­fi­cios que obte­nía el impe­ria­lis­mo egipcio:

Enor­mes can­ti­da­des de mano de obra se emplea­ban en tra­ba­jos for­za­dos den­tro de la mis­ma pro­vin­cia y se depor­ta­ban escla­vos y escla­vas como pro­pie­dad de los tem­plos, del pala­cio real o de los altos fun­cio­na­rios. Anual­men­te se reco­gían tri­bu­tos en espe­cie, lo que nos da una ima­gen cla­ra de los pro­duc­tos de Siria y Pales­ti­na. En pri­mer lugar había que entre­gar pro­duc­tos agra­rios (tri­go, acei­te, espe­cias) y, en segun­do, made­ra del Líbano, meta­les, sobre todo gran­des can­ti­da­des de cobre, pie­dras semi­pre­cio­sas, obje­tos artís­ti­cos y sun­tua­rios y, natu­ral­men­te, armas. Apar­te de esto, se trans­por­ta­ba a Egip­to gana­do en gran­des can­ti­da­des, espe­cial­men­te caba­llos, en cuya cría des­ta­ca­ban las regio­nes peri­fé­ri­cas de Siria y Pales­ti­na. Inclu­so ani­ma­les exó­ti­cos de esos paí­ses, como el oso y el ele­fan­te de Siria sep­ten­trio­nal, y diver­sas cla­ses de plan­tas des­co­no­ci­das en Egip­to, pasa­ron a los jar­di­nes zoo­ló­gi­cos y botá­ni­cos reales para real­zar el pres­ti­gio de los farao­nes y sub­ra­yar las dimen­sio­nes ili­mi­ta­das de su poder11.

Vien­do la mag­ni­tud del expo­lio com­pren­de­mos tan­to la mag­ni­tud de las resis­ten­cias al impe­ria­lis­mo egip­cio, como la tác­ti­ca de con­trol y des­na­cio­na­li­za­ción de los pue­blos ocu­pa­dos emplea­da por Tuth­mo­sis III (−1479÷−1425) con­sis­ten­te en man­te­ner en sus pues­tos a los sobe­ra­nos que se ren­dían sin bata­lla, pasan­do a ser vasa­llos, pero tenién­do­les cogi­dos en lo que más que­rían: sus her­ma­nos e hijos vivían como rehe­nes en Egip­to para que no se suble­va­ran sus fami­lia­res, con lo que, con el tiem­po: «Pales­ti­na y Siria vivie­ron inten­sa­men­te la influen­cia egip­cia»12. Avan­zan­do en el tiem­po, no es casua­li­dad que fue­ra duran­te el ini­cio del comer­cio marí­ti­mo, con la orga­ni­za­ción mili­tar que reque­ría y con el enclaus­tra­mien­to de las muje­res en sus casas mien­tras sus hom­bre hacían nego­cios roban­do a otros pue­blos, o sea entre los siglos –VIII y –VII, se escri­tu­ra­se la Odi­sea, teni­da como «el pri­mer mani­fies­to de domi­na­ción mas­cu­li­na sobre la liber­tad de expre­sión de la mujer»13. En esta cum­bre del machis­mo se narra cómo Pené­lo­pe era aco­sa­da por muchos pre­ten­dien­tes mien­tras su mari­do, Uli­ses, bus­ca­ba enri­que­cer­se a cos­ta de otros pueblos.

Las pro­tes­tas, rebe­lio­nes y gue­rras nacio­na­les con­tra la domi­na­ción impe­rial se exten­dían en la medi­da en la que los rei­nos, Esta­dos e impe­rios endu­re­cían los saqueos y has­ta el geno­ci­dio de pue­blos. Esto lo enten­die­ron per­fec­ta­men­te las cla­ses domi­nan­tes grie­gas que, ante la agu­di­za­ción de las suble­va­cio­nes popu­la­res, sobre todo a par­tir del ‑371, deci­die­ron en el ‑338 que la Liga de Corin­to diri­gi­da por Fili­po de Mace­do­nia asu­mie­ra la prio­ri­dad de aca­bar con las rebe­lio­nes de los pue­blos, sien­do el pri­mer tra­ta­do entre grie­gos con esta cláu­su­la repre­si­va y, posi­ble­men­te, el pri­mer plan de con­tra­in­sur­gen­cia inter­es­ta­tal14 para sal­var la pro­pie­dad privada.

Si que­re­mos acce­der a una defi­ni­ción casi exac­ta de lo que es la domi­na­ción impe­rial como méto­do glo­bal, tota­li­ta­rio y tota­li­zan­te, de explo­ta­ción en su esen­cia más inhu­ma­na, lea­mos estas pala­bras atri­bui­das a Gen­gis-Khan (1162−1227): «El mayor pla­cer es el de ven­cer al enemi­go, expul­sar­le, sus­traer­le sus bie­nes, ver baña­dos en lágri­mas a los seres que le son que­ri­dos, mon­tar sus caba­llos, apre­tar en vues­tros pro­pios bra­zos a sus muje­res y sus hijas»15. Es una defi­ni­ción que lo sin­te­ti­za todo, resu­me todas las carac­te­rís­ti­cas esen­cia­les de las vio­len­cias impe­ria­lis­tas: el pla­cer eco­nó­mi­co del agre­sor que se apro­pia de Boli­via en 2019, por ejem­plo, por­que cree que ha ven­ci­do a su pue­blo y pue­de expul­sar­lo de las tie­rras que con­tie­nen litio y otras rique­zas, y así «sus­traer­le sus bie­nes» y «mon­tar sus caba­llo»; el pla­cer racis­ta de quien dis­fru­ta gol­pean­do y vien­do llo­rar a las «razas infe­rio­res», y muy espe­cial­men­te el pla­cer sádi­co de la vio­la­ción de muje­res, el pla­cer de la sexua­li­dad impe­ria­lis­ta que vio­la a las muje­res de las nacio­nes que oprime.

Muy poco, des­de lue­go nada esen­cial, pode­mos aña­dir a esta defi­ni­ción bási­ca atri­bui­da a Gen­gis-Khan, que no sean cues­tio­nes par­ti­cu­la­res y sin­gu­la­res de impe­ria­lis­mos con­cre­tos según las carac­te­rís­ti­cas del modo de pro­duc­ción que los ori­gi­na. En efec­to, entre 1162 y 1478, en esos 316 años que sepa­ran el naci­mien­to de Gen­gis-Khan del de Piza­rro, exter­mi­na­dor de los pue­blos incai­cos, se ha pro­du­ci­do un cam­bio esen­cial: en el Esta­do espa­ñol se impo­nía de for­ma irre­ver­si­ble el mer­ca­do bur­gués que redu­cía todos los valo­res, pre­cios y pla­ce­res, tam­bién los sufri­mien­tos, al oro como el equi­va­len­te uni­ver­sal. Es por esto que cuan­do un frai­le le repro­chó a Piza­rro sus méto­dos sal­va­jes con­tra la pobla­ción india, pidién­do­le que les tra­ta­ra de mejor mane­ra, este le res­pon­dió: «No he veni­do aquí para eso, sino para sacar­les el oro»16, y como con­se­cuen­cia de esta obse­si­va fie­bre por el oro los pue­blos andi­nos y ame­ri­ca­nos en gene­ral han sido masa­cra­dos. Bas­ta ver la sobre­ex­plo­ta­ción de las venas de pla­ta de Sumaj Orco, Poto­sí, des­de 1545 «por colo­nia­lis­tas, neo­co­lo­nia­lis­tas, impe­ria­lis­tas y trans­na­cio­na­les bur­gue­sas espa­ño­las, esta­dou­ni­den­ses, bri­tá­ni­cas y chi­le­nas»17, y siem­pre en detri­men­to del empo­bre­ci­do y macha­ca­do pue­blo boliviano.

En las este­pas y mon­ta­ñas de Eura­sia, las cara­va­nas pro­te­gi­das mili­tar­men­te tras­la­da­ban muchas mer­can­cías, joyas, oro, espe­cias, bie­nes de mucho valor, escla­vos y escla­vas. Pero si Piza­rro que­ría lle­var al Esta­do espa­ñol lo que saquea­ba en los Andes, debía hacer­lo con los bar­cos de la épo­ca por lo que debía emplear medios de valor equi­va­len­tes pero que ocu­pa­ran y pesa­ran poco: oro, pla­ta, espe­cias y ape­nas nada más. La dife­ren­cia bási­ca estri­ba en que el mer­ca­do bur­gués ya domi­na­ba a fina­les del siglo XV y el de las cara­va­nas del siglo XII tenía aún bas­tan­te de true­que pre­bur­gués. A pesar de esto, los crí­me­nes de Gen­gis-Khan y los de Piza­rro son los mis­mos y bus­ca­ban el mis­mo obje­ti­vo que colo­nia­lis­tas, neo­co­lo­nia­lis­tas, impe­ria­lis­tas y trans­na­cio­na­les bur­gue­sas espa­ño­las, esta­dou­ni­den­ses, bri­tá­ni­cas y chi­le­nas pos­te­rio­res, aun­que ya ape­nas bus­ca­sen oro sino petró­leo, litio, col­tán… y emplea­sen dóla­res, euros o dine­ro electrónico.

De la mis­ma for­ma en que tam­po­co pode­mos aña­dir nada cua­li­ta­ti­vo más a las for­mas ele­men­ta­les de resis­ten­cia anti­im­pe­ria­lis­ta de los pue­blos que se resis­tían a la fero­ci­dad de Gen­gis-Khan, Piza­rro y las trans­na­cio­na­les capi­ta­lis­tas, sí pode­mos y debe­mos apren­der de estas pala­bras de Fidel Cas­tro que unen per­fec­ta­men­te los obje­ti­vos del impe­ria­lis­mo con las razo­nes del anti­im­pe­ria­lis­mo. Corres­pon­den a una aren­ga impro­vi­sa­da en el momen­to crí­ti­co del des­em­bar­co de tro­pas mer­ce­na­rias con­tra­rre­vo­lu­cio­na­rias paga­das y entre­na­das por Esta­dos Uni­dos el 17 de abril de 1961:

¡Ade­lan­te cuba­nos! A con­tes­tar con hie­rro y fue­go a los bár­ba­ros que nos des­pre­cian y que pre­ten­den hacer­nos regre­sar a la escla­vi­tud. Ellos vie­nen a qui­tar­nos la tie­rra que la revo­lu­ción entre­gó a los cam­pe­si­nos y coope­ra­ti­vis­tas; noso­tros com­ba­ti­mos para defen­der la tie­rra de los cam­pe­si­nos y coope­ra­ti­vis­tas. Ellos vie­nen a qui­tar­nos de nue­vo las fábri­cas del pue­blo, los cen­tra­les del pue­blo, las minas del pue­blo; noso­tros com­ba­ti­mos por defen­der nues­tras fábri­cas, nues­tros cen­tra­les, nues­tras minas. Ellos vie­nen a qui­tar­les a nues­tros hijos, a nues­tras mucha­chas cam­pe­si­nas las escue­las que la revo­lu­ción les ha abier­to en todas par­tes; noso­tros defen­de­mos las escue­las de la niñez y del cam­pe­si­na­do. Ellos vie­nen a qui­tar­les al hom­bre y a la mujer negros la dig­ni­dad que la revo­lu­ción les ha devuel­to; noso­tros lucha­mos por man­te­ner a todo el pue­blo esa dig­ni­dad supre­ma de la per­so­na huma­na. Ellos vie­nen a qui­tar­les a los obre­ros sus nue­vos empleos; noso­tros com­ba­ti­mos por una Cuba libe­ra­da con empleo para cada hom­bre y mujer tra­ba­ja­do­res. Ellos vie­nen a des­truir la patria y noso­tros defen­de­mos la patria18.

Aun­que la inva­sión ver­da­de­ra, en sen­ti­do estric­to, es la mili­tar, la ocu­pa­ción mili­tar, hay sin embar­go muchas for­mas de inva­sión, como la eco­nó­mi­ca, en espe­cial en su for­ma de deu­da, la cul­tu­ral, etc.; pero lo que les iden­ti­fi­ca a todas ellas cuan­do son lan­za­das por el impe­ria­lis­mo es que bus­can los obje­ti­vos que­ri­dos por Gen­gis-Khan y fron­tal­men­te recha­za­dos por Fidel Cas­tro. Hemos vis­to la inva­sión cul­tu­ral de la Fac­to­ría Dis­ney con su enor­me poder de mani­pu­lar la men­te huma­na, y aho­ra mis­mo esta­mos vien­do y sufrien­do las vio­len­cias múl­ti­ples e inte­gra­das del impe­ria­lis­mo con­tra Vene­zue­la, por refe­rir­nos al lugar geo cul­tu­ral de eman­ci­pa­ción en el que deba­ti­mos esta ponen­cia: los ata­ques que está sufrien­do Tele­SUR19, refor­za­dos con una cam­pa­ña muy pla­ni­fi­ca­da de la que se inte­gran las vio­len­cias eco­nó­mi­cas, polí­ti­cas y reli­gio­sas a las que vol­ve­re­mos, tie­nen como obje­ti­vo inme­dia­to recom­po­ner si fue­ra posi­ble la derrui­da figu­ra polí­ti­ca del esper­pén­ti­co Guai­dó20 para, de inme­dia­to, abrir las puer­tas de la nación al imperialismo.

Hoy en día, las inva­sio­nes impe­ria­lis­tas con­lle­van vio­la­cio­nes de muje­res de for­ma inme­dia­ta: más de un millón de ale­ma­nas al aca­bar la Segun­da Gue­rra Mun­dial21; y de for­ma media­ta, con el asen­ta­mien­to de la indus­tria de la pros­ti­tu­ción tan­to para el ejér­ci­to ocu­pan­te como para la «expor­ta­ción» de «mer­can­cía sexual» a los paí­ses impe­ria­lis­tas, tra­ta de muje­res que se rea­li­za inclu­so sin inva­sión mili­tar pre­via, sim­ple­men­te con la inva­sión eco­nó­mi­ca22. El caso de las vio­la­cio­nes de muje­res y niñas en Hai­tí –más de 2.000– por tro­pas de la ONU que debe­rían «pro­te­ger»23 a la pobla­ción es un ejem­plo entre muchos. Pero aún es más feroz la impu­ni­dad del impe­ria­lis­mo sexual que rea­li­zan las gran­des mafias inter­na­cio­na­les con el apo­yo ocul­to de las poli­cías y la gran ban­ca que lim­pia el dine­ro y lo rein­te­gra en la eco­no­mía «legal», tema al que vol­ve­re­mos al ana­li­zar las rela­cio­nes entre dro­ga e imperialismo.

  1. Mar­ta Sal­gue­ro: La mujer tam­bién caza­ba: una expo­si­ción rom­pe el ses­go de géne­ro de la evo­lu­ción huma­na, 23 de febre­ro de 2018 (https://www.eldiario.es/aragon/cazaba-exposicion-genero-evolución-humana_0_743326114.html).
  2. Jesús Mos­te­rín: El pen­sa­mien­to arcai­co, Alian­za Edi­to­rial, Madrid 2006, pp. 230 – 231.
  3. Juan Ver­net Ginés: Los Orí­ge­nes del Islam, Albor, Madrid 2005, p. 70.
  4. J. F. C. Fuller: Bata­llas deci­si­vas, RBA, Bar­ce­lo­na 2006, tomo 1, p. 114.
  5. Fede­ri­co Lara Pei­na­do: La Civi­li­za­ción Sume­ria, His­to­ria 16, Madrid 1999, pp. 40 – 41.
  6. Fede­ri­co Lara Pei­na­do: Idem., pp. 51 – 52.
  7. Abel Rebo­llo: «Una his­to­ria de rebe­lión y dilu­vio», Días rebel­des, Octae­dro, Bar­ce­lo­na 2009, pp. 10 – 12.
  8. Anthony D. Smith: Las teo­rías del nacio­na­lis­mo, Penín­su­la, Bar­ce­lo­na 1976, pp. 217 y ss.
  9. Fede­ri­co Lara Pei­na­do: «Meso­po­ta­mia», His­to­ria de la Huma­ni­dad, Arlan­za Edi­cio­nes, Madrid 2000, tomo 3, p. 31.
  10. Fede­ri­co Lara Pei­na­do: La Civi­li­za­ción Sume­ria, op. cit., p. 78.
  11. AA.VV.: Los impe­rios del anti­guo orien­te II, Siglo XXI, Madrid 1992, pp. 158 – 161.
  12. AA.VV.: Idem., pp. 158 – 161.
  13. Móni­ca Zas Mar­co: Lo que Mary Beard nos ense­ñó sobre la miso­gi­nia clá­si­ca (y actual), 25 de mayo de 2016 (https://​www​.eldia​rio​.es/​c​u​l​t​u​r​a​/​f​e​m​i​n​i​s​m​o​/​M​a​r​y​-​B​e​a​r​d​-​x​e​n​o​f​o​b​i​a​-​m​i​s​o​g​i​n​i​a​-​s​o​c​i​a​l​_​0​_​5​1​9​6​9​8​3​4​1​.​h​tml).
  14. M. Austin‑P. Vidal-Naquet: Eco­no­mía y socie­dad en la Anti­gua Gre­cia, Pai­dós, Bar­ce­lo­na 1986, p. 135.
  15. Emi­le Wanty: La His­to­ria de la Huma­ni­dad a tra­vés de las gue­rras, Alfa­gua­ra, Madrid 1972, tomo I. p. 69.
  16. Anthony Pag­den: Pue­blos e Impe­rios, Mon­da­do­ri, Bar­ce­lo­na 2002, p. 92.
  17. Fer­nan­do Acos­ta Rive­ros: Las rique­zas de Poto­sí son para los boli­via­nos, 4 de sep­tiem­bre de 2009 (https://​www​.apo​rrea​.org/​e​n​e​r​g​i​a​/​a​8​5​9​7​5​.​htm).
  18. Fidel Cas­tro: La Revo­lu­ción Cuba­na 19531962, ERA, Méxi­co 1975, p. 331.
  19. Car­los Azná­rez: Todos, todas, somos Tele­sur, 14 de enero de 2010 (http://​www​.resu​men​la​ti​no​ame​ri​cano​.org/​2​0​2​0​/​0​1​/​1​4​/​t​o​d​o​s​-​t​o​d​a​s​-​t​o​d​e​s​-​s​o​m​o​s​-​t​e​l​e​s​u​r​-​p​o​r​-​c​a​r​l​o​s​-​a​z​n​a​r​ez/).
  20. Misión­Ver­dad: EEUU mete la mano (otra vez) para sal­var a Guai­dó, 12 de enero de 2020 (https://​www​.lahai​ne​.org/​m​u​n​d​o​.​p​h​p​/​e​e​u​u​-​m​e​t​e​-​l​a​-​m​a​n​o​-​o​tra).
  21. M.P.V.: Los sol­da­dos alia­dos vio­la­ron más de un millón de muje­res y niñas ale­ma­nas tras la II Gue­rra Mun­dial, 12 de mayo de 2015 (https://​www​.abc​.es/​c​u​l​t​u​r​a​/​2​0​1​5​0​3​0​2​/​a​b​c​i​-​s​e​g​u​n​d​a​-​g​u​e​r​r​a​-​m​u​n​d​i​a​l​-​v​i​o​l​a​c​i​o​n​e​s​-​2​0​1​5​0​3​0​2​1​0​4​9​.​h​tml).
  22. Fel­ke Hal­se­ma: La alcal­de­sa de Áms­ter­dam se replan­tea la exis­ten­cia del Barrio Rojo: «Son muje­res extran­je­ras vul­ne­ra­bles y humi­lla­das», 18 de enero de 2020 (https://​www​.eldia​rio​.es/​t​h​e​g​u​a​r​d​i​a​n​/​F​e​m​k​e​-​H​a​l​s​e​m​a​-​a​l​c​a​l​d​e​s​a​-​A​m​s​t​e​r​d​a​m​_​0​_​9​8​5​8​5​1​8​2​5​.​h​tml).
  23. Los cas­cos azu­les de la ONU abu­sa­ron de 2.000 muje­res y niñas en Hai­tí, según un infor­me, 19 de diciem­bre de 2019 (https://​www​.lavan​guar​dia​.com/​i​n​t​e​r​n​a​c​i​o​n​a​l​/​2​0​1​9​1​2​1​9​/​4​7​2​3​5​7​6​4​2​9​6​7​/​h​a​i​t​i​-​a​b​u​s​o​s​-​o​n​u​-​m​u​j​e​r​e​s​-​m​i​n​u​s​t​a​h​.​h​tml).

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