Elec­cio­nes espa­ño­las 10 de noviem­bre: en Cas­ti­lla no hay opción: ¡abs­ten­ción!

Poco ha cam­bia­do des­de las pasa­das elec­cio­nes al par­la­men­to espa­ñol del 28 de abril en la que Comu­nis­tas de Cas­ti­lla pedía­mos la abs­ten­ción acti­va con el fin de no legi­ti­mar a tra­vés de unas elec­cio­nes bur­gue­sas el sis­te­ma de explo­ta­ción y opre­sión que repre­sen­ta el Esta­do espa­ñol a tra­vés de sus dos pilar­les ins­ti­tu­cio­na­les, sena­do y con­gre­so de los diputados.

Un Esta­do que en los últi­mos meses ha teni­do la opor­tu­ni­dad de vol­ver a demos­trar su carác­ter pro­fun­da­men­te anti­de­mo­crá­ti­co y here­de­ro del fran­quis­mo con la pro­mul­ga­ción de la sen­ten­cia con­tra los polí­ti­cos cata­la­nes pre­sos que par­ti­ci­pa­ron en el refe­rén­dum del 1 de octu­bre y la pos­te­rior repre­sión bru­tal sobre el pue­blo de Cata­lu­ña movi­li­za­do para defen­der sus dere­chos nacio­na­les y en soli­da­ri­dad con los polí­ti­cos encarcelados.

Un Esta­do espa­ñol que vuel­ve a ejer­cer su vio­len­cia de géne­ro y de cla­se a tra­vés de un entra­ma­do jurí­di­co que favo­re­ce des­ca­ra­da­men­te los intere­ses de la san­ta alian­za capi­tal-patriar­ca­do con una sen­ten­cia judi­cial, en este caso la lla­ma­da sobre la «mana­da de Man­re­sa» que vuel­ve a cri­mi­na­li­zar a la víc­ti­ma de una vio­la­ción con­de­nan­do a sus vio­la­do­res sola­men­te por deli­to de «abu­sos sexuales».

Tam­po­co nada ha cam­bia­do para el pue­blo tra­ba­ja­dor cas­te­llano en estos meses. Las éli­tes eco­nó­mi­cas y polí­ti­cas que diri­gen las rien­das del esta­do no han varia­do su polí­ti­ca estra­té­gi­ca para nues­tra tie­rra: Cas­ti­lla solo exis­te en la hoja de ruta del capi­ta­lis­mo espa­ñol como semi­lle­ro del espa­ño­lis­mo más reac­cio­na­rio para enfren­tar­nos a otros pue­blos como el de Cata­lu­ña que lucha con deci­sión por su sobe­ra­nía y dignidad.

Cas­ti­lla sigue sufrien­do el aban­dono del poder cen­tra­lis­ta espa­ñol y el des­dén de las ins­ti­tu­cio­nes auto­nó­mi­cas don­de pacen plá­ci­da­men­te los polí­ti­cos a suel­do de un sis­te­ma que pro­vo­ca la des­po­bla­ción, el aban­dono y des­in­ver­sio­nes del sis­te­ma sani­ta­rio públi­co, que con­de­na a la juven­tud cas­te­lla­na al exi­lio en bus­ca de una vida que se les nie­ga dig­na en su pro­pia tie­rra, que favo­re­ce el expo­lio de nues­tros recur­sos natu­ra­les a tra­vés de con­ce­sio­nes a empre­sas mine­ras multinacionales…

Lo úni­co que ha cam­bia­do en estos meses de parén­te­sis elec­to­ral ha sido para demos­trar que los hechos refuer­zan nues­tros argu­men­tos para defen­der una abs­ten­ción acti­va, cons­cien­te y mili­tan­te ante las nue­vas elec­cio­nes gene­ra­les españolas.

No exis­te hoy por hoy una opción elec­to­ral que repre­sen­te ver­da­de­ra­men­te los intere­ses y dere­chos del pue­blo tra­ba­ja­dor castellano.

El PSOE se pre­sen­ta como una opción de izquier­das cuan­do en reali­dad es un par­ti­do de dere­chas que repre­sen­ta los intere­ses de la oli­gar­quía espa­ño­la. Por su par­te Uni­das Pode­mos no es otra cosa que esa vie­ja social­de­mo­cra­cia ador­na­da con ropa­jes nue­vos, esa izquier­da domes­ti­ca­da y sumi­sa que rehú­ye la movi­li­za­ción social para ins­ta­lar­se cómo­da­men­te en las ins­ti­tu­cio­nes del sis­te­ma, supli­can­do una coa­li­ción elec­to­ral entre ambos acto­res que por lo vis­to garan­ti­za­ría «los intere­ses de la ciudadanía».

Por otra par­te, la dere­cha más reac­cio­na­ria se divi­de en tres opcio­nes que com­pi­ten en espa­ño­li­dad y en bru­ta­li­dad, con pro­gra­mas neo­li­be­ra­les en lo eco­nó­mi­co y fas­cis­tas en lo polí­ti­co, pre­sen­tán­do­se sin tapu­jos como lo que son: genui­nos here­de­ros del franquismo.

Nues­tra posi­ción de abs­ten­ción acti­va no se resu­me en que­dar­se en casa el domin­go 10 de noviem­bre. Cons­truir movi­mien­to popu­lar y tejer redes de soli­da­ri­dad entre orga­ni­za­cio­nes y colec­ti­vos socia­les que tra­ba­jan en el exten­so y diver­so terri­to­rio cas­te­llano se impo­ne como una nece­si­dad si no que­re­mos que pasen otros 500 años de ostra­cis­mo para nues­tro pueblo.

A pocos meses del ini­cio del quin­to cen­te­na­rio de la revo­lu­ción comu­ne­ra y de la pos­te­rior repre­sión bru­tal del inci­pien­te Esta­do espa­ñol, que ente­rró las espe­ran­zas de un pro­yec­to popu­lar y demo­crá­ti­co, en Cas­ti­lla la úni­ca opción es luchar con­se­cuen­te­men­te para cons­truir nues­tras pro­pias herra­mien­tas para la eman­ci­pa­ción, y estas no se hayan en el con­gre­so y sena­do españoles.

Por ello el 10 de noviem­bre nos reite­ra­mos en nues­tro lla­ma­mien­to a la abs­ten­ción acti­va, com­ba­ti­va, militante.

¡En Cas­ti­lla, pue­blo tra­ba­ja­dor cas­te­llano, socia­lis­mo, inde­pen­den­cia, femi­nis­mo de clase!

Comu­nis­tas de Castilla

Noviem­bre de 2019

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