Enda­vant: «La prác­ti­ca movi­li­za­do­ra es impres­cin­di­ble para cons­truir orga­ni­za­ción. No hay red social que la pue­da sustituir»

Era una de las entre­vis­tas más espe­ra­das para una per­so­na que, como yo, no ocul­ta sus sim­pa­tías y afi­ni­dad con Enda­vant, par­ti­do mar­xis­ta de libe­ra­ción nacio­nal e inde­pen­den­tis­ta cata­lán. Las apor­ta­cio­nes de Enda­vant a la CUP son inne­ga­bles, apor­ta­cio­nes que han hecho que el pro­ce­so cata­lán, siga tras­cu­rrien­do por la sen­da de «Inde­pen­den­cia para cam­biar­lo todo».

Hemos plan­tea­do varias pre­gun­tas a Enda­vant, que espe­ro pon­gan luz sobre el actual momen­to polí­ti­co de la CUP y de los Paï­sos Catalans.

Ando­ni Base­rri­go­rri: La pri­me­ra pre­gun­ta es de una actua­li­dad urgen­te… el jui­cio por el 1‑O con­de­na­rá a quie­nes se sien­tan en el ban­qui­llo… ¿Qué repues­ta pen­sáis que debe dar el pue­blo a esta agre­sión, en reali­dad a la tota­li­dad del pueblo?

Enda­vant: Una res­pues­ta lo más con­tun­den­te posi­ble y que ade­más sir­va para poder pasar otra vez a la ofen­si­va en el enfren­ta­mien­to con el Estado.

Tam­bién nos gus­ta­ría sub­ra­yar que las per­so­nas enjui­cia­das en este jui­cio no son las úni­cas per­so­nas repri­mi­das a cau­sa del 1 de octu­bre. Son miles y miles de per­so­nas las que han sido o están sien­do obje­to de inves­ti­ga­ción judi­cial por haber­se movi­li­za­do el 1 de octu­bre y tam­bién en la lucha anti­rre­pre­si­va pos­te­rior. Y muchas de ellas están acu­sa­das direc­ta­men­te por la pro­pia Gene­ra­li­tat a tra­vés de los Mos­sos d’Esquadra. Es una de esas con­tra­dic­cio­nes que se hacen difí­ci­les de dige­rir. Hay casos de per­so­nas, como el colec­ti­vo «9 de Lle­do­ners» que afron­tan peti­cio­nes de cár­cel de la pro­pia Gene­ra­li­tat como acu­sa­ción par­ti­cu­lar por haber­se mani­fes­ta­do delan­te de la pri­sión de Lle­do­ners por la liber­tad de los pre­sos polí­ti­cos. La res­pues­ta anti­rre­pe­si­va que noso­tros pro­po­ne­mos que­re­mos que englo­be tam­bién todos estos casos. La soli­da­ri­dad no pue­de dejar nadie atrás.

Por otra par­te, está la lec­tu­ra polí­ti­ca de lo que ha pasa­do. El balan­ce crí­ti­co del octu­bre cata­lán. Hacer­lo está cos­tan­do mucho, por­que algu­nos de los prin­ci­pa­les res­pon­sa­bles de la estra­te­gia guber­na­men­tal están en la pri­sión y afron­tan peti­cio­nes de penas durí­si­mas. Pero siem­pre deci­mos que ni la soli­da­ri­dad anti­rre­pre­si­va pue­de impe­dir la crí­ti­ca polí­ti­ca, ni la crí­ti­ca polí­ti­ca pue­de impe­dir la soli­da­ri­dad antirrepresiva.

Des­de la dis­tan­cia da la impre­sión que la Gene­ra­li­tat y el refor­mis­mo del PDCat y ERC apues­ta por una espe­cie de ren­di­ción y pac­tar un esta­tus que para nada sería la sobe­ra­nía. ¿Lo veis así? ¿Cómo pen­sáis que se pue­de con­tra­rres­tar esto?

Es esto, efec­ti­va­men­te. De hecho, este ha sido el jue­go del pro­cés des­de el gobierno y los par­ti­dos que con­for­man el sobe­ra­nis­mo guber­na­men­tal. Agi­tar la calle para for­zar al Esta­do a nego­ciar. Nego­ciar, qué? Los sec­to­res más inge­nuos de estos par­ti­dos creían que podrían nego­ciar un refe­rén­dum de auto­de­ter­mi­na­ción, pero los sec­to­res vin­cu­la­dos al poder, que lo han ges­tio­na­do, que han sido par­te y pun­tal del Esta­do, esta­ban pen­san­do en una rene­go­cia­ción del autogobierno.

El 1‑O fue una con­quis­ta de la gen­te, un impul­so de la calle que no entra­ba en los pla­nes guber­na­men­ta­les pero que se fue situan­do como hori­zon­te de rup­tu­ra des­de la calle y, tam­bién, des­de el papel de la izquier­da inde­pen­den­tis­ta en el par­la­men­to auto­nó­mi­co. La gen­te hizo el 1‑O y pen­só que el gobierno auto­nó­mi­co haría el res­to. Pero lo que hizo el gobierno auto­nó­mi­co fue inten­tar abrir una nego­cia­ción. Per­dió la ini­cia­ti­va y el Esta­do la recu­pe­ró. Des­per­di­ció el capi­tal acu­mu­la­do en la calle.

De hecho, no podía haber sido de otra for­ma tenien­do en cuen­ta los par­ti­dos que con­for­ma­ban el gobierno. El vie­jo auto­no­mis­mo recon­ver­ti­do en inde­pen­den­tis­mo libe­ral, muy vin­cu­la­do a la bur­gue­sía media y a mul­ti­tud de intere­ses eco­nó­mi­cos pri­va­dos y con­cer­ta­dos era impo­si­ble que pusie­ra en ries­go todos estos intere­ses. Esta es su con­tra­dic­ción: que­rrían una Cata­lun­ya inde­pen­dien­te sin que cam­bia­se nin­gu­na corre­la­ción de fuer­zas en la socie­dad cata­la­na, sin que nin­gún poder eco­nó­mi­co per­die­ra ni un ápi­ce de sus pri­vi­le­gios. Y esto es impo­si­ble, y se vio en aquel octu­bre. La inde­pen­den­cia supo­ne car­gar­se todo el edi­fi­cio ins­ti­tu­cio­nal que garan­ti­za el sta­tus quo. Y aun­que no lo reco­noz­can, opta­ron por man­te­ner la auto­no­mía, aca­tan­do el 155 des­de todos los car­gos polí­ti­cos de la admi­nis­tra­ción y des­pués renun­cian­do a todo para recu­pe­rar el gobierno.

En esta nue­va fase asis­ti­mos a un doble fenó­meno: un aumen­to del cues­tio­na­mien­to den­tro del inde­pen­den­tis­mo del papel y la estra­te­gia juga­da por ERC y PDE­Cat y a la vez un man­te­ni­mien­to de los bue­nos resul­ta­dos elec­to­ra­les de estos par­ti­dos. Aun­que parez­ca con­tra­dic­to­rio, no lo es. Ante la ame­na­za de un gobierno auto­nó­mi­co lide­ra­do por Cs, o ante la cons­ta­ta­ción que si se aflo­ja el Esta­do no pasa por enci­ma aún más de lo que ha hecho, la base social inde­pen­den­tis­ta sigue apo­yan­do masi­va­men­te al sobe­ra­nis­mo guber­na­men­tal. Está por ver que el inven­to les aguan­te. Vie­nen las sen­ten­cias, están rega­lan­do el apo­yo al PSOE a cam­bio de nada, el Esta­do no tie­ne nada que nego­ciar y pue­de que ven­ga otra cri­sis social y económica.

Qui­zá para lograr los obje­ti­vos estra­té­gi­cos de inde­pen­den­cia, femi­nis­mo y socia­lis­mo se deban dar sal­tos cua­li­ta­ti­vos… ¿Pen­sáis que se dan las con­di­cio­nes para que la lucha de libe­ra­ción cata­la­na los dé?

Una de las muchas cosas bue­nas que que­da del 1‑O es el nivel de con­cien­cia­ción y poli­ti­za­ción de amplias capas de la pobla­ción tra­ba­ja­do­ra cata­la­na. En los Paï­sos Cata­lans, antes de esta cri­sis, el Esta­do goza­ba de una amplia legi­ti­ma­ción: apo­yo a la cons­ti­tu­ción del 78, apo­yo masi­vo a los dos gran­des par­ti­dos y a CiU, etc. Des­pués de esta cri­sis los Paï­sos Cata­lans son qui­zá el terri­to­rio don­de el Esta­do actual­men­te tie­ne más con­tes­ta­ción. Un dato: en 2015 todas las auto­no­mías y todos los prin­ci­pa­les ayun­ta­mien­tos de los Paï­sos Cata­lans que­da­ron en manos, total o par­cial­men­te, de fuer­zas polí­ti­cas que decían que iban a aca­bar con el régi­men. Y no den­tro de vein­te años, sino en aque­lla mis­ma legis­la­tu­ra. Lue­go ya se ha vis­to en que ha que­da­do todo, pero enton­ces la gen­te apo­yó masi­va­men­te a par­ti­dos que pro­me­tían esto.

El gran pro­ble­ma ha sido que mucha de la gen­te movi­li­za­da lo hacía bajo el pris­ma del demo­cra­tis­mo y de la sobre­di­men­sión de la fuer­za de la opi­nión públi­ca. «No podrán hacer oídos sor­dos a millo­nes de per­so­nas que recla­man auto­de­ter­mi­na­ción», «Euro­pa no va a per­mi­tir según que astra­ca­na­da del Esta­do» eran fra­ses que se oían muy a menu­do. Y que la mayo­ría de la gen­te com­par­tía. A par­tir del 1‑O todo esto se vino aba­jo y mucha gen­te des­cu­brió el ver­da­de­ro ros­tro del Esta­do y de la Unión Euro­pea. Ade­más, en casi diez años de cri­sis la gen­te ha vis­to cómo el poder eco­nó­mi­co salía indem­ne y como millo­nes de per­so­nas que se movi­li­za­ban con­tra los desahu­cios no con­ta­ban para nada al lado de los intere­ses de los bancos.

Lo que que­da por ver es si esto se tra­du­ci­rá en des­mo­vi­li­za­ción o si esos apren­di­za­jes van a dar alas a una estra­te­gia de acu­mu­la­ción de fuer­zas y cons­truc­ción de poder popu­lar. Sin una cla­se obre­ra orga­ni­za­da de ver­dad y con capa­ci­dad coer­ci­ti­va real, va a ser impo­si­ble poner al Esta­do ver­da­de­ra­men­te con­tra las cuerdas.

Se decía que tras las elec­cio­nes la CUP entra­ría en una refle­xión estra­té­gi­ca de cala­do… no sé si podríais avan­zar algo.

La refle­xión se vie­ne dan­do des­de octu­bre de 2017, pero con gran­des difi­cul­ta­des. Antes comen­tá­ba­mos la difi­cul­tad de hacer un balan­ce en un momen­to en que el blan­co de las crí­ti­cas recae­rían sobre la mayo­ría de pre­sos polí­ti­cos. Pero tam­bién hay una enor­me difi­cul­tad en cam­biar de estra­te­gia des­pués de lo vivi­do has­ta que se cie­rra la últi­ma opor­tu­ni­dad. Mien­tras hubo opor­tu­ni­da­des abier­tas de vol­ver a des­bor­dar la calle, en 2018, era muy difí­cil plan­tear un cam­bio de rum­bo. Aun­que estas opor­tu­ni­da­des tuvie­ran pocas opcio­nes obje­ti­vas de salir bien. Y final­men­te está la difi­cul­tad de aco­me­ter cam­bios en un con­tex­to de resul­ta­dos elec­to­ra­les estan­ca­dos para una orga­ni­za­ción, la CUP, que has­ta hace un año dobla­ba o tri­pli­ca­ba votos a cada elec­ción a al que se presentaba.

Lo que es segu­ro es que la refle­xión no se pro­du­ce a par­tir de los resul­ta­dos elec­to­ra­les, aun­que eso sea lo que se diga la noche de las elec­cio­nes. Se pro­du­ce por­que el con­tex­to no da para más. Por­que el tra­ba­jo mili­tan­te nece­si­ta nue­vos obje­ti­vos tác­ti­cos, nue­vas orien­ta­cio­nes. Por­que sabe­mos que es irreal pen­sar que se pue­de apli­car la Repú­bli­ca maña­na por­que el Dia­ri Ofi­cial de la Gene­ra­li­tat publi­que la decla­ra­ción de inde­pen­den­cia, pero obser­va­mos con preo­cu­pa­ción cómo el esce­na­rio es el de una Res­tau­ra­ción, con el PSOE en Madrid, ERC y PDECAT com­pi­tien­do por ser una mez­cla de PNV y Scot­tish Natio­nal Party a la cata­la­na que gobier­ne la auto­no­mía sine die.

En Enda­vant ya hemos plan­tea­do algu­nas ideas para la refle­xión estra­té­gi­ca, tan­to en nues­tra Asam­blea Nacio­nal de febre­ro de 2018 como en la publi­ca­ción, aho­ra, de un docu­men­to titu­la­do Un nue­vo camino hacia la Repú­bli­ca de los Paï­sos Cata­lans, el socia­lis­mo y el femi­nis­mo. Otras orga­ni­za­cio­nes tam­bién han hecho sus refle­xio­nes y aho­ra tie­ne que poner­se en mar­cha un deba­te de movimiento.

Como par­ti­do polí­ti­co de cor­te mar­xis­ta, de libe­ra­ción nacio­nal, femi­nis­ta…. ¿Pen­sáis que los valo­res que alber­gáis están sien­do asi­mi­la­dos por la socie­dad cata­la­na… o como socie­dad euro­pea occi­den­tal le que­da reco­rri­do en ese sentido?

En esta últi­ma déca­da vemos, por una par­te, cómo los valo­res que nos defi­nen a las opcio­nes inde­pen­den­tis­tas, socia­lis­tas y femi­nis­tas arrai­gan en amplias capas de la pobla­ción. Ya no es cosa de un reduc­to de jóve­nes alter­na­ti­vos, sino que son valo­res con tan­ta bue­na aco­gi­da que inclu­so los par­ti­dos del régi­men han inten­ta­do hacer­los suyos. Por ejem­plo, la auto­or­ga­ni­za­ción del movi­mien­to con­tra los desahu­cios en los Paï­sos Cata­lans es tan amplio que prác­ti­ca­men­te nadie, ni tan siquie­ra muchos polí­ti­cos del PP o de VOX se han atre­vi­do a hacer nin­gu­na crítica.

Pero por otra par­te tam­bién vemos el peso que sigue tenien­do el nacio­na­lis­mo espa­ñol y su defen­sa del capi­ta­lis­mo y del patriar­ca­do entre sec­to­res sig­ni­fi­ca­ti­vos de las cla­ses popu­la­res de los Paï­sos Cata­lans. Esto se ha vis­to a raíz del pro­cés, pero no solo. Tam­bién en la resis­ten­cia a los avan­ces del femi­nis­mo o en la fuer­za que están adqui­rien­do deter­mi­na­dos dis­cur­sos de VOX.

Por­que si un valor posi­ti­vo está arrai­gan­do con fuer­za en nues­tra socie­dad es sin duda el del femi­nis­mo. Y no solo por el éxi­to de las dos huel­gas gene­ra­les femi­nis­tas del 8 de mar­zo de 2018 y 2019. De hecho este éxi­to es gra­cias a la poten­cia del movi­mien­to femi­nis­ta y su teji­do orga­ni­za­ti­vo, que capi­la­ri­za prác­ti­ca­men­te en todos los barrios y pue­blos de los Paï­sos Catalans.

Lo que nos plan­tea­mos noso­tros es como com­ba­tir el dis­cur­so reac­cio­na­rio que inten­ta pene­trar en la cla­se tra­ba­ja­do­ra de la mano del nacio­na­lis­mo espa­ñol y a la vez orga­ni­zar polí­ti­ca­men­te a los sec­to­res cons­cien­tes de esta cla­se tra­ba­ja­do­ra. Para noso­tros la cla­ve está en cons­truir un pro­gra­ma polí­ti­co de rei­vin­di­ca­cio­nes popu­la­res, un pro­gra­ma de uni­dad popu­lar, que dibu­jen una mejo­ra en las con­di­cio­nes de vida de las tra­ba­ja­do­ras a la vez que vayan sos­la­yan­do el poder del capi­ta­lis­mo. Qui­zá en estos últi­mos años la izquier­da se ha fia­do dema­sia­do en la capa­ci­dad movi­li­za­do­ra de esló­ga­nes que se podían hacer suyos gen­te muy diver­sa, como el «sí se pue­de» y muy poco a con­cre­tar rei­vin­di­ca­cio­nes que sir­vie­ran como objetivo.

El inter­na­cio­na­lis­mo es tam­bién un valor que debe fomen­tar­se, la amis­tad entre pue­blos en lucha… ¿Cómo veis el inter­na­cio­na­lis­mo hoy en día, tam­bién podríais hablar­nos de vues­tras refe­ren­cias internacionales?

Sí, no hay movi­mien­to más inter­na­cio­na­lis­ta y soli­da­rio que el socia­lis­mo y el de los pue­blos que luchan por la liber­tad. Con las dife­ren­cias coyun­tu­ra­les por his­to­ria, con­tex­to y terri­to­rio de cada pun­to del mun­do, todos los pue­blos que luchan por auto­de­ter­mi­nar­se y cons­truir una vida dig­na son her­ma­nos nues­tros y sen­ti­mos su lucha como propia.

A pesar de todo, sin embar­go, pare­ce que el capi­ta­lis­mo esté ganan­do, de un tiem­po a esta par­te, esta bata­lla con­tra noso­tros,. La arti­cu­la­ción con­jun­ta de luchas, tan­to en todo el Esta­do espa­ñol, en nues­tro caso, como el con­jun­to del con­ti­nen­te euro­peo y del Medi­te­rrá­neo ha que­da­do den­tro de un cajón. Asi­mis­mo, algu­nas urgen­cias elec­to­ra­les mal ana­li­za­das y mal resuel­tas de una par­te de la izquier­da están hacien­do per­der un pun­to de vis­ta capi­tal de la soli­da­ri­dad inter­na­cio­na­lis­ta: el res­pe­to a la total sobe­ra­nía de los pue­blos y la lucha con­tra toda inje­ren­cia exter­na, es decir, con­tra toda mues­tra de imperialismo.

Lo vemos en la fal­ta de res­pues­ta cuan­do ata­can la Vene­zue­la boli­va­ria­na; lo vemos cuan­do, en casa, una par­te de la pobla­ción se refle­ja en el geno­ci­da Israel en lugar de hacer­lo con la Pales­ti­na resis­ten­te; lo vemos cuan­do, en muchos luga­res, el aná­li­sis geo­po­lí­ti­co bri­lla por su ausen­cia y se es inca­paz de cri­ti­car con todas sus con­se­cuen­cias la impli­ca­ción espa­ño­la en la gue­rra de Yemen. La inven­ción de la exis­ten­cia de las armas de des­truc­ción masi­va en Irak debe­ría haber hecho abrir los ojos de que aún aho­ra son las gran­des poten­cias las que nos dic­tan, vía medios de comu­ni­ca­ción, quie­nes son los bue­nos y quié­nes los malos, quien mue­re y quien es ase­si­na­do, al que hay que llo­rar y de quien las vidas no valen ni una línea en los telediarios.

Por no hablar de la difi­cul­tad en cri­ti­car a la Unión Euro­pea. Es esta Unión Euro­pea la que no se des­pei­nó cuan­do echó mano de la ultra­de­re­cha neo­na­zi para dar un gol­pe de Esta­do en Ucra­nia que pro­vo­có una gue­rra. Por no hablar de las polí­ti­cas abier­ta­men­te racis­tas y fas­cis­tas de cada vez más gobier­nos, de Ita­lia a Ruma­nía y Bul­ga­ria, pasan­do por Polo­nia o de otros res­pe­ta­bles Esta­dos euro­peos como Fran­cia, Gran Bre­ta­ña o Ale­ma­nia. El inter­na­cio­na­lis­mo tam­bién es la lucha con­tra estos Esta­dos, con­tra la Madre Mor­tum que es el Medi­te­rrá­neo y, sin duda, el apo­yo a la auto­de­ter­mi­na­ción de los pue­blos que tan inexis­ten­te es en España.

Vamos a ir ter­mi­nan­do… Nos gus­ta­ría que nos habla­seis un poco de la actua­li­dad del mar­xis­mo en medio de esta cri­sis capi­ta­lis­ta bru­tal… ¿Cómo lo veis?

La vigen­cia del aná­li­sis mar­xis­ta está fue­ra de toda duda. Otra cues­tión, sin embar­go, es cómo las orga­ni­za­cio­nes que nos recla­ma­mos mar­xis­tas sabe­mos actua­li­zar los ele­men­tos de aná­li­sis y lo tras­la­da­mos en el ámbi­to de la lucha polí­ti­ca, social, eco­nó­mi­ca, nacio­nal, femi­nis­ta y eco­ló­gi­ca. Todas estas áreas que hemos cita­do están en cri­sis, ya que se imbri­can entre sí en nues­tro día a día. Nues­tra tarea es que la cla­se tra­ba­ja­do­ra y las cla­ses popu­la­res poda­mos desa­rro­llar una acción polí­ti­ca que per­mi­ta con­cen­trar esfuer­zos para ir ganan­do peque­ñas vic­to­rias sin per­der el enfo­que glo­bal ni supe­di­tar o subor­di­nar resor­tes de luchas.

En este sen­ti­do, por ejem­plo, vemos mucho poten­cial en la lucha eco­lo­gis­ta que está enca­ran­do la huel­ga por el cli­ma del pró­xi­mo 27 de sep­tiem­bre. Pero sin duda, pen­sa­mos que si la lucha eco­lo­gis­ta no es anti­ca­pi­ta­lis­ta, no ten­drá reco­rri­do, para que, mucho más allá de una acción indi­vi­dual con­cre­ta con más o menos con­cien­cia eco­lo­gis­ta, es la lucha colec­ti­va social y eco­nó­mi­ca con­tra las gran­des cor­po­ra­cio­nes y las estruc­tu­ras socio­eco­nó­mi­cas del sis­te­ma. Es lo mis­mo que hemos comen­ta­do antes con la lucha femi­nis­ta de clase.

El reto actual de las orga­ni­za­cio­nes mar­xis­tas no es tan­to brin­dar al aire unas tesis dicien­do que esto ya esta­ba escri­to, sino ate­rri­zar estos escri­tos para dar pro­fun­di­dad a las luchas actua­les. Como decía Engels, un gra­mo de acción pesa más que una tone­la­da de teo­ría; nos toca, pues, seguir estan­do den­tro de las accio­nes para hacer com­pren­si­ble la teoría.

A pocos días del Onze de Setem­bre, cómo plan­teáis la dia­da de este año?

En pri­mer lugar como un espa­cio de movi­li­za­ción. Nues­tra orga­ni­za­ción impul­sa jun­to con otras de la izquier­da inde­pen­den­tis­ta más de cua­ren­ta movi­li­za­cio­nes en dife­ren­tes pobla­cio­nes. La prác­ti­ca movi­li­za­do­ra es impres­cin­di­ble para cons­truir orga­ni­za­ción. No hay red social que la pue­da sustituir.

A nivel polí­ti­co, plan­tea­mos la Dia­da como un espa­cio para empe­zar a socia­li­zar el deba­te sobre el nue­vo camino a la inde­pen­den­cia. Y lo hace­mos con un lema que va direc­to al grano: «Nin­gún gobierno auto­nó­mi­co nos hará libres». Es decir, el camino no pasa por insis­tir en una estra­te­gia que legal­men­te con­vier­ta la Gene­ra­li­tat en un Esta­do, que ya hemos vis­to que no lle­va a nin­gu­na par­te. Ni pasa por hacer de coar­ta­da a los intere­ses del auto­no­mis­mo. El camino pasa sobre­to­do por cons­truir poder y lucha fue­ra de las ins­ti­tu­cio­nes y que estas en todo caso vayan a remolque.

Cabe decir que como orga­ni­za­ción polí­ti­ca hace­mos un plan­tea­mien­to con­jun­to para todas las dia­das de los Paï­sos Cata­lans. El 9 de octu­bre es la Dia­da del País Valen­cià, el 7 de noviem­bre la de la Cata­lun­ya Nord y el 31 de diciem­bre la de Mallor­ca. En todas ellas vamos a hacer una lec­tu­ra sobre como el auto­no­mis­mo ‑o en el caso de Cata­lun­ya Nord el Depar­ta­men­to- no garan­ti­zan los dere­chos nacio­na­les y sociales.

Ya sí la últi­ma… el pro­ce­so vas­co, la toma del poder por par­te de la social­de­mo­cra­cia vas­ca den­tro del mis­mo… ¿Cómo veis Eus­kal Herria des­de vues­tro país?

Para el inde­pen­den­tis­mo cata­lán, hay dos Eus­kal Herrias: la del PNV medran­do en Madrid con Rajoy con­tra el 1 de octu­bre y la de los cha­va­les de Altsa­su. El ale­ja­mien­to de la pri­me­ra es muy gran­de; hace diez años el PNV era un refe­ren­te para el nacio­na­lis­mo de dere­chas, hoy es el refe­ren­te de los que alre­de­dor de Manuel Valls quie­ren refun­dar un par­ti­do regio­na­lis­ta. En cam­bio, el acer­ca­mien­to a la segun­da es muy inten­so. La gen­te vive lo de los chi­cos de Altsa­su con la mis­ma soli­da­ri­dad que con los pre­sos polí­ti­cos catalanes.

A nivel polí­ti­co, aun­que hay dife­ren­cias socia­les y estra­té­gi­cas impor­tan­tes, sí que vemos un hecho común en los dos casos: la con­tra­dic­ción aún no resuel­ta entre la volun­tad para avan­zar hacia la inde­pen­den­cia y un impul­so muy gran­de de con­ser­va­ción de la autonomía.

La dife­ren­cia es que en el caso vas­co el PNV ha sido capaz de man­te­ner el apo­yo social que tenía hacien­do auto­no­mis­mo y hacien­do de par­ti­do bisa­gra en Madrid, mien­tras que en el caso cata­lán CiU tuvo que virar al inde­pen­den­tis­mo para inten­tar man­te­ner el apo­yo de su base social. Pen­sa­mos que el dife­ren­te impac­to de la cri­sis capi­ta­lis­ta expli­ca par­te de esto. 

Noso­tros siem­pre res­pe­ta­mos las opcio­nes tác­ti­cas que adop­tan los movi­mien­tos con los que nos sen­ti­mos soli­da­rios e inten­ta­mos leer con aten­ción las moti­va­cio­nes que hay en estas opcio­nes tác­ti­cas y tam­bién en la crí­ti­ca inter­na que se les for­mu­la, para apren­der de ambas. Lee­mos la moti­va­ción de la estra­te­gia de «Fren­te Amplio» de EH Bil­du como un inten­to de poder des­alo­jar al PNV de las ins­ti­tu­cio­nes para inten­tar abrir un esce­na­rio autodeterminista.

Esta estra­te­gia pen­sa­mos que no es tras­la­da­ble en el caso de los Paï­sos Cata­lans por­que aquí sí que ha habi­do rele­vo en las auto­no­mías, con gobier­nos de cen­troiz­quier­da par­ti­ci­pa­dos por fuer­zas inde­pen­den­tis­tas y sobe­ra­nis­tas, e inclu­so se ha abier­to el esce­na­rio auto­de­ter­mi­nis­ta en el caso de Cata­lun­ya. Eso no quie­re decir que en el caso vas­co el resul­ta­do ten­ga que ser el mis­mo, pero sí que da ele­men­tos de aná­li­sis para ver los lími­tes del jue­go par­la­men­ta­rio autonómico.

Bueno, pues nada más, eske­rrik asko por el tiem­po que nos habéis dedi­ca­do, y oja­la bien pron­to poda­mos estar cele­bran­do el triun­fo de nues­tros res­pec­ti­vos pueblos.

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