Trein­ta años de resu­men de esen­cia crítica

Es más que un rito matu­tino al des­pun­tar el día, eso que lla­man un «tic»; tam­bién es dife­ren­te a un acto refle­jo pro­duc­to de la cos­tum­bre asen­ta­da duran­te años: vie­ne a ser como el chu­te de esen­cia crí­ti­ca que nece­si­to inclu­so antes de abrir el otro ojo que aún se nie­ga a hacer­lo. Ni siquie­ra he pre­pa­ra­do la cafe­te­ra, jus­to he encen­di­do el orde­na­dor y abier­to el correo elec­tró­ni­co y ahí apa­re­ce el email de resu­men­re­bel: la liber­tad sigue viva. Albo­ro­za­do, el ojo vago se abre ante la realidad.

Hace muchos años el machacado diario <cite>Egin</cite>, cerrado en 1998 por la represión dirigida por el entonces juez Garzón y el ultraderechista Partido Popular, venía a cumplir esta vital terapia diaria. Ahora la realiza <em>resumenrebel</em>. Quienes somos avaros del tiempo, desarrollamos hábitos que ahorran segundos y años: primero borrar el correo basura, después responder el correo normal, luego revisar <em>resumenrebel</em> y archivar las informaciones que más me urgen porque más adelante volveré a las demás. Todavía no he preparado la cafetera. Después de cerrar el correo electrónico y con las primeras visiones de la realidad ya asentadas gracias a <em>resumenrebel</em>, exploro el universo digital rojo con especial atención a las páginas revolucionarias que bordean la represión o que ya están de una u otra forma bajo su mazo. 

Alguien dijo que la realidad es aquello de lo que no puedes escapar, huir, esconderte porque también está dentro de ti. Por esto, cuando leo Resumen Latinoamericano lo hago desde la realidad de los golpes que sufre y que sufrirá, exactamente lo mismo que cuando leo los medios ya golpeados como La Haine. Ahötsa.info y tantos y tantos otros, o los que por ahora se libran. Sigo sin preparar la cafetera porque la crítica, es decir la vida, es más necesaria y urgente que la dosis de cafeína. Sí, he encontrado unos instantes para ver qué ofertas de buena música tengo en algunos programa digitales. Todavía no he entrado a la prensa reformista o progresista que frecuentemente es un muermo, porque he aprendido que el día se lleva mejor, es más productivo en el sentido de la praxis, después de leer y comparar dos o tres artículos bajados del «contubernio rojo-separatista». Y es que la realidad es la realidad… 

Ahora sí. Antes de sufrir a la prensa reformista y a la industria político-mediática en su conjunto, preparo la cafetera. Reconozco que se trata de un mecanismo de autodefensa y de efectividad heurística: el tiempo que gasto en  hacer el café me sirve para ordenar mis ideas nuevas, las lecciones aprendidas, las novedosas formas en las que se presentan las contradicciones de la inhumanidad capitalista, en fin… esos componentes de la lucha de clases que <em>resumenrebel</em> y las otras ventanas al mundo nos aportan: son armas de liberación para la lucha contra el capital. Al igual que con las hienas o las bacterias y serpientes, tenemos que tomar precauciones teóricas y éticas en nuestros contactos con la industria político-mediática, especialmente con sus mercancías reformistas. 

Las dosis de conciencia que aportan resu<em>resumenrebel</em> y sus hermanas, más la dosis de cafeína y alguna buena música… forman más que una buena defensa frente a los cantos de sirena, constituyen un trampolín para el día entero. Por eso debemos hacer lo imposible para que Resumen Latinoamericano nos ilumine no treinta sino trescientos años más. 

<em>Iñaki Gil de San Vicente</em> 

Euskal Herria, 24 de julio de 2018

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