Crean­do la izquier­da aber­tza­le (IV de IV)

Pre­sen­ta­mos aquí la cuar­ta y últi­ma entre­ga del aná­li­sis que esta­mos rea­li­zan­do del docu­men­to de EH Bil­du en el que expo­nía su pro­yec­to de esta­tu­to y sobre todo su con­cep­to de sobe­ra­nía. En esta últi­ma entre­ga vamos a argu­men­tar por qué es nece­sa­rio (re)construir la Alter­na­ti­va KAS y vamos a ofre­cen unos pun­tos muy sucin­tos para un deba­te revo­lu­cio­na­rio urgente.

Mientras redactábamos esta última entrega hemos asistido al espectáculo de los montes pariendo un ratón, el llamado Nuevo Estatuto que gira fundamentalmente alrededor de un concepto muy conocido: «pacto social» entre burguesía y clase obrera. Hemos analizado en las tres entregas anteriores la involución del reformismo abertzale hasta dar este salto para más atrás, retrocediendo más que lo hizo Euskadiko Eskerra en su momento. 

En la primera entrega desvelamos qué es el pragmatismo anglosajón elevado por EH Bildu a guía metodológica de su quehacer político: el abandono de los objetivos y de la estrategia para poder negociar sin problemas con la burguesía con tal de lograr algún objetivo táctico. En la segunda expusimos lo básico de la dinámica de clases en Euskal Herria, esa amplísima población explotada directa o indirectamente por la burguesía «aliada», «democrática», etc., mostrando cómo el reformismo abertzale pensaba solo mediante términos interclasistas que niegan las contradicciones y ocultan la explotación. En la tercera analizamos algunos de los retrocesos cualitativos que asumía el documento de EH Bildu para debatir con la burguesía, concernientes a los derechos del pueblo trabajador, a su capacidad de autoorganización e independencia de clase. 

Las tres nos permiten comprender al instante tres cosas: una, el contenido del Nuevo Estatuto; dos, el calibre del giro reformista de la izquierda abertzale oficial; y tres, la urgencia de levantar una Alternativa revolucionaria. Como hemos anunciado, en esta última entrega solo explicaremos la tercera porque la primera ha quedado claramente expuesta en los análisis anteriores, y porque la segunda viene siendo comentada desde, al menos, hace cuatro años si no antes. 

Vamos a presentar a debate 35 tesis sobre la Alternativa revolucionaria: 
  1. Una nue­va fase de lucha de libe­ra­ción nacio­nal de cla­se se ha abier­to for­za­da por los cam­bios del capi­ta­lis­mo mun­dial en las últi­mas déca­das. Tales cam­bios han sido cau­sa­dos por la dia­léc­ti­ca de la cri­sis: por un lado, el accio­nar de las con­tra­dic­cio­nes inhe­ren­tes al capi­tal y, por otro lado, la lucha de cla­ses en su expre­sión esen­cial y per­ma­nen­te que, en sus momen­tos álgi­dos, desa­rro­lla su con­te­ni­do polí­ti­co diri­gi­do con­tra la dic­ta­du­ra del sala­rio. Los efec­tos de esta dia­léc­ti­ca no solo impac­tan en los pue­blos opri­mi­dos en los que sus bur­gue­sías han renun­cia­do a su nacio­na­lis­mo de cla­ses, sino tam­bién en los débi­les Esta­dos for­mal­men­te independientes. 
  2. Las trans­for­ma­cio­nes del capi­ta­lis­mo que en ori­gen se remon­tan a las pri­me­ras medi­das intro­du­ci­das a comien­zos de la déca­da de 1970 para aplas­tar la olea­da pre­rre­vo­lu­cio­na­ria enton­ces en ascen­so, ade­más de com­pren­der­se solo des­de lo dicho en la tesis 1. Esta ofen­si­va des­tro­zó sec­to­res anti­guos de la cla­se obre­ra inter­na­cio­nal y debi­li­tó al res­to gra­cias a la repre­sión poli­cial, mone­ta­ris­ta y neo­li­be­ral, pero tam­bién al cola­bo­ra­cio­nis­mo de la buro­cra­cia polí­ti­co-sin­di­cal, del euro­co­mu­nis­mo y del dog­ma­tis­mo libres­co de la inte­lec­tua­li­dad uni­ver­si­ta­ria de izquier­da cuya par­te mayo­ri­ta­ria vol­vió a su redil de cla­se bur­gue­sa cuan­do los Esta­dos apre­ta­ron las cla­vi­jas. La implo­sión de la URSS for­ta­le­ció la eufo­ria impe­ria­lis­ta, des­tro­zó a las enve­je­ci­das izquier­das anu­lan­do su ya ago­ta­da capa­ci­dad de res­pues­ta a las nece­si­da­des plan­tea­das por los gér­me­nes de lucha de cla­ses que rena­cían tenue­men­te des­de fina­les del siglo XX, de modo que la cri­sis de 2007 fue su defun­ción práctica. 
  3. La mun­dia­li­za­ción de la ley del valor cul­mi­na­da en este perío­do ha sig­ni­fi­ca­do la defi­ni­ti­va supe­di­ta­ción de las rei­vin­di­ca­cio­nes nacio­na­les bur­gue­sas de débi­les Esta­dos, for­mal­men­te inde­pen­dien­tes, al capi­tal finan­cie­ro trans­na­cio­nal y a los gran­des Esta­dos impe­ria­lis­tas: el mito ya hun­di­do del «socia­lis­mo del siglo XXI» en Amé­ri­ca Lati­na así lo demues­tra: estas bur­gue­sías no se atre­ven a opo­ner­se fron­tal­men­te al impe­ria­lis­mo. En Euro­pa, suce­de lo mis­mo con los Esta­dos endeu­da­dos y débi­les: Gre­cia, Chi­pre, Esta­do espa­ñol, Ita­lia, Irlan­da y has­ta Por­tu­gal en don­de el refor­mis­mo duro desa­rro­lla solo un neo­key­ne­sia­nis­mo per­mi­ti­do por su bur­gue­sía, por citar algu­nos casos. 
  4. En los pue­blos a los que se les impi­de crear su pro­pia sobe­ra­nía esta­tal, aun con los lími­tes obje­ti­vos insu­pe­ra­bles de la mun­dia­li­za­ción, su con­tra­dic­to­ria iden­ti­dad nacio­nal sufre al menos seis ata­ques: uno, la lógi­ca des­na­cio­na­li­za­do­ra inser­ta en la mun­dia­li­za­ción del valor que gol­pea con espe­cial fuer­za a los pue­blos opri­mi­dos; dos, el fal­so cos­mo­po­li­tis­mo de la «ciu­da­da­nía uni­ver­sal» como ideo­lo­gía que faci­li­ta la explo­ta­ción del tra­ba­jo por el capi­tal y mer­can­ti­li­za las iden­ti­da­des de las nacio­nes tra­ba­ja­do­ras; tres, el Esta­do ocu­pan­te agra­va estos ata­ques movi­li­zan­do a sus bases socia­les en defen­sa de la ocu­pa­ción; cua­tro, la media­na y peque­ña bur­gue­sía asis­te asus­ta­da al endu­re­ci­mien­to del poder trans­na­cio­nal que recha­za cual­quier dere­cho; cin­co, las izquier­das ancla­das al pasa­do des­apa­re­cen en la prác­ti­ca supe­ra­das por los cam­bios o giran abier­ta y rápi­da­men­te al refor­mis­mo; y seis, la rees­truc­tu­ra­ción de las explo­ta­cio­nes hace que poco a poco sur­jan nue­vos colec­ti­vos revolucionarios. 
  5. Las peque­ñas bur­gue­sías y sec­to­res muy redu­ci­dos de las media­nas bur­gue­sías de los pue­blos opri­mi­dos, pre­sio­na­das por estas trans­for­ma­cio­nes, han renun­cia­do a su ver­sión algo menos con­ser­va­do­ra del nacio­na­lis­mo bur­gués, optan­do incon­di­cio­nal­men­te por las vías per­mi­ti­das por los Esta­dos ocu­pan­tes y man­te­nien­do su dema­go­gia para seguir embau­can­do a los sec­to­res popu­la­res alie­na­dos por ella. El Nue­vo Esta­tu­to de la CAV y el giro prag­má­ti­co de ERC y PdCat son los casos más recien­tes, que siguen la sen­da esco­ce­sa, que­be­cua, irlan­de­sa del norte… 
  6. Desa­rro­llan­do aho­ra una de las líneas argu­men­ta­ti­vas de la tesis 2, los cam­bios que ana­li­za­mos han ayu­da­do a des­tro­zar los pará­me­tros polí­ti­cos de al menos tres fuer­zas com­ba­ti­vas con dife­ren­tes inten­si­da­des revo­lu­cio­na­rias. Por este orden: la mayo­ría del IRA que nego­ció a la baja unos míni­mos con el impe­ria­lis­mo bri­tá­ni­co en 1998, dejan­do al des­cu­bier­to una rai­gam­bre socia­lis­ta muy esca­sa y menos aún comu­nis­ta tal cual se ha vis­to en la prác­ti­ca el Sin Fein; las FARC en Colom­bia que se han entre­ga­do tras fir­mar unos acuer­dos que no toca­ban ni la pro­pie­dad pri­va­da, ni el nar­co­pa­ra­mi­li­ta­ris­mo, ni el Esta­do y su ejér­ci­to, etc.; y ETA que ha ren­di­do sus armas al impe­ria­lis­mo aban­do­nan­do a mili­tan­tes hui­dos, encar­ce­la­dos o des­pro­te­gi­dos, a cam­bio de la tran­qui­li­dad rela­ti­va de la direc­ción del refor­mis­mo abertzale. 
  7. Los tres casos mues­tran el para­dig­ma de la «paci­fi­ca­ción» como tác­ti­ca de la con­tra­in­sur­gen­cia mun­dial. Los tres, con sus dife­ren­cias, mues­tran tam­bién el ago­ta­mien­to de una estra­te­gia que no otor­ga­ba la direc­ción del pro­ce­so a la cla­se obre­ra y al pue­blo tra­ba­ja­dor a pesar de las decla­ra­cio­nes e inclu­so de su fuer­za movi­li­za­do­ra en las luchas sin­di­ca­les, obre­ras, popu­la­res, socia­les, etcé­te­ra. Decla­ra­cio­nes que fue­ron apa­gán­do­se con­for­me cre­cía el refor­mis­mo en el inte­rior de las orga­ni­za­cio­nes. Es inne­ga­ble el papel des­truc­tor de las repre­sio­nes sal­va­jes, pero el cán­cer refor­mis­ta tie­ne una razón más pro­fun­da e inter­na, acre­cen­ta­da por la repre­sión, por las pro­me­sas enve­ne­na­das de los Esta­dos e ins­ti­tu­cio­nes espe­cia­li­za­das en «pro­ce­sos de pacificación». 
  8. La Alter­na­ti­va de KAS ado­le­cía de un pro­yec­to de poder popu­lar basa­do en la acción direc­to­ra de la cla­se obre­ra y del pue­blo tra­ba­ja­dor. Esta­ba idea­da para nego­ciar con el capi­ta­lis­mo espa­ñol tal cual exis­tía en la segun­da mitad de los años seten­ta, jus­to cuan­do comen­za­ba la ofen­si­va sal­va­je de la que hemos habla­do a par­tir de la tesis 2. La feroz arre­me­ti­da empre­sa­rial del PSOE y del PNV des­de 1982 para deser­ti­zar la base indus­trial vas­ca típi­ca de la segun­da revo­lu­ción indus­trial empe­zó a mos­trar los lími­tes de la Alter­na­ti­va tác­ti­ca en esta cru­cial cues­tión pese a la gran resis­ten­cia de la cla­se obre­ra vas­ca y del sin­di­ca­lis­mo aber­tza­le. La deser­ti­za­ción bus­ca­ba aca­bar con el núcleo obre­ro tra­di­cio­nal, con la cul­tu­ra del hie­rro, que había sos­te­ni­do las luchas ante­rio­res y que era la base obre­ra del pue­blo tra­ba­ja­dor, de la izquier­da aber­tza­le. Para faci­li­tar la des­truc­ción de las raí­ces de cla­se, el PSOE aña­dió el plan ZEN de gue­rra psi­co­ló­gi­ca y cul­tu­ral, de jus­ti­fi­ca­ción de la men­ti­ra, de la tor­tu­ra y del terro­ris­mo esta­tal, y de for­ta­le­ci­mien­to del nacio­na­lis­mo espa­ñol: siem­pre con­tó con el apo­yo del PNV sobre todo des­de 1987 en adelante. 
  9. La libe­ra­li­za­ción del capi­tal finan­cie­ro y espe­cu­la­ti­vo impues­ta por Esta­dos Uni­dos y Gran Bre­ta­ña en la segun­da mitad de los años ochen­ta agu­di­zó esa debi­li­dad estra­té­gi­ca de la Alter­na­ti­va. La implo­sión de la URSS empeo­ró el pro­ble­ma que jun­to a las caí­das de 1992 zaran­dea­ron las con­cien­cias de gran par­te de la mili­tan­cia aber­tza­le. Fue enton­ces cuan­do empe­zó a rom­per­se la dia­léc­ti­ca de la libe­ra­ción nacio­nal de cla­se, toman­do poco a poco más pre­pon­de­ran­cia un nacio­na­lis­mo radi­cal en su expre­sión demo­crá­ti­co abs­trac­ta pero cada vez menos iden­ti­fi­ca­do con la dura explo­ta­ción del pue­blos tra­ba­ja­dor: la rei­vin­di­ca­ción del socia­lis­mo fue que­dan­do en una fra­se ritual. La capa­ci­dad de lucha de cla­ses con­tra la cri­sis eco­nó­mi­ca cícli­ca del momen­to se vio obs­ta­cu­li­za­da por la olea­da repre­si­va des­en­ca­de­na­da por el PSOE. 
  10. La len­ta deri­va hacia el refor­mis­mo des­ca­ra­do pos­te­rior tomó for­ma en 1995 cuan­do se aban­do­nó la Alter­na­ti­va KAS y se adop­tó la Alter­na­ti­va Demo­crá­ti­ca domi­na­da por un nacio­na­lis­mo demo­crá­ti­co-radi­cal, no por un inde­pen­den­tis­mo socia­lis­ta. La feroz olea­da repre­si­va del PP des­de 1996 sacó a la luz las caren­cias de una mili­tan­cia muy débil en la teo­ría revo­lu­cio­na­ria cen­tral, aun­que muy expe­ri­men­ta­da en las for­mas de orga­ni­za­ción de las luchas con­cre­tas. Pero las repre­sio­nes múl­ti­ples y los cam­bios socia­les exi­gían de la capa­ci­dad de res­pues­ta que solo otor­ga una mili­tan­cia sufi­cien­te­men­te for­ma­da teó­ri­ca­men­te, con visión y pers­pec­ti­va his­tó­ri­ca lar­ga. La acu­mu­la­ción de repre­sio­nes, ile­ga­li­za­cio­nes, cam­bios socia­les, movi­li­za­cio­nes fas­cis­tas como el Foro de Ermua y otras, gue­rra psi­co­ló­gi­ca, etcé­te­ra, ter­mi­na­ron por des­fon­dar a la direc­ción de la izquier­da aber­tza­le que en 2006 afir­mó que había que «sacar el con­flic­to de la calle y lle­var­lo a las ins­ti­tu­cio­nes». Aun­que se orga­ni­za­ron varias huel­gas gene­ra­les des­de 2009 con­tra los efec­tos de la cri­sis de 2007, una par­te deci­si­va de la direc­ción de la izquier­da aber­tza­le de enton­ces ya esta­ba deci­di­da a cam­biar la estra­te­gia como se vio en 2011: ese cam­bio es el Nue­vo Esta­tu­to. Nos sal­ta­mos estos años por­que los hemos ana­li­za­do dete­ni­da­men­te en tex­tos anteriores. 
  11. La pri­me­ra ver­sión de la Alter­na­ti­va KAS es de fina­les de 1976 y la segun­da y defi­ni­ti­va de prin­ci­pios de 1978. Han pasa­do por tan­to cua­ren­ta años en los que los cam­bios han sido pro­fun­dos en sus for­mas, agu­di­zán­do­se algu­nas con­tra­dic­cio­nes que enton­ces eran embrio­na­rias y apa­re­cien­do otras nue­vas. Pero es el mis­mo modo de pro­duc­ción basa­do en la ley gene­ral de la acu­mu­la­ción capi­ta­lis­ta lo que es lo deci­si­vo. Aho­ra hay que pre­sen­tar a deba­te otra Alter­na­ti­va revo­lu­cio­na­ria basa­da en la reali­dad actual pero que inte­gre lo que tuvo y tie­ne de valio­so lo logra­do en más de sesen­ta años de lucha, como lo expli­ca el méto­do mar­xis­ta que recha­za abier­ta­men­te el prag­ma­tis­mo refor­mis­ta ana­li­za­do en la pri­me­ra entre­ga de esta tetralogía. 
  12. En la segun­da entre­ga nos exten­di­mos en la com­po­si­ción amplia­men­te mayo­ri­ta­ria de la cla­se tra­ba­ja­do­ra de Eus­kal Herria y en la ter­ce­ra en la con­cep­ción peque­ño­bur­gue­sa del sobe­ra­nis­mo de EH Bil­du, refor­za­da aún más en el Nue­vo Esta­tu­to. Las dos crí­ti­cas se basan, entre otras cosas, en las nove­do­sas for­mas de las explo­ta­cio­nes del capi­tal. Son estas for­mas pero sobre todos sus con­te­ni­dos inter­nos los que aho­ra faci­li­tan la com­pre­sión de la debi­li­dad de cla­se de la Alter­na­ti­va de KAS en su momen­to: para enton­ces ya esta­ba cla­ro que entre lo tác­ti­co y lo estra­té­gi­co debía inter­ca­lar­se una cone­xión capaz de expli­car las inno­va­cio­nes intro­du­ci­das por el lla­ma­do neo­li­be­ra­lis­mo des­de 1973. Pero no se ela­bo­ró ese pro­gra­ma tran­si­cio­nal entre lo tác­ti­co y lo estra­té­gi­co resul­tan­do que, como hemos dicho arri­ba, se fue abrien­do un foso abi­sal entre la limi­ta­da Alter­na­ti­va y las trans­for­ma­cio­nes resul­tan­tes de la con­tra­in­sur­gen­cia como hemos expues­to en varias tesis, sobre todo en la 8, 9 y 10. 
  13. Si no lo impe­di­mos, el futu­ro será peor que el pre­sen­te, con­tra­vi­nien­do la paté­ti­ca inter­ven­ción de dos diri­gen­tes de EH Bil­du hacien­do diti­ram­bos del Nue­vo Esta­tu­to. La izquier­da aber­tza­le ha de decir la ver­dad, no debe pro­me­ter una idea­li­dad para­di­sía­ca como ha hecho el refor­mis­mo aber­tza­le. El inde­pen­den­tis­mo socia­lis­ta ha de adver­tir al pue­blo tra­ba­ja­dor que debe orga­ni­zar­se para la lucha ofen­si­va y que en ella se encres­pa­rán los cho­ques que ya man­tie­ne con el PNV y que sur­gi­rán otros encon­tro­na­zos con la social­de­mo­cra­cia peque­ño­bur­gue­sa de EH Bil­du. La mili­tan­cia aber­tza­le ha de desa­rro­llar una visión his­tó­ri­ca de lar­go alcan­ce de las inevi­ta­bles agu­di­za­cio­nes de los con­flic­tos ya dados y de otros que sur­gi­rán, si es que no se arro­di­lla ante el capital. 
  14. Pre­sen­ta­mos aquí algu­nas pro­pues­tas con­cre­tas con las que rela­cio­nar en la mili­tan­cia dia­ria lo tác­ti­co, lo tran­si­cio­nal y lo estra­té­gi­co. Todas ellas cho­can de fren­te con el refor­mis­mo del Nue­vo Esta­tu­to. Estos pun­tos rozan o des­bor­dan el cada vez más peque­ño umbral de tole­ran­cia de la bur­gue­sía y a buen segu­ro que EH Bil­du los inten­ta­rá des­pres­ti­giar tachán­do­los de ultra­iz­quier­dis­tas y has­ta de pro­vo­ca­do­res. Tie­nen la carac­te­rís­ti­ca de ser a la vez inme­dia­tos y media­tos, de lograr con­quis­tas vita­les aho­ra a la vez que seña­lan pasos con­cre­tos para el día siguien­te. Es urgen­te deba­tir­los, mejo­rar­los y ampliar­los por­que nos dotan de una visión pal­pa­ble de nues­tros obje­ti­vos, de las estra­te­gias y de las tác­ti­cas media­tas e inme­dia­tas: nos ilu­mi­nan históricamente. 
  15. Crea­ción de ins­ti­tu­cio­nes popu­la­res de coor­di­na­ción de las rei­vin­di­ca­cio­nes, pro­yec­tos, pasos y fines entre las tres zonas en las que los impe­ria­lis­mos han tro­cea­do Eus­kal Herria para for­ta­le­cer median­te la prác­ti­ca el sen­ti­mien­to y la idea de nación tra­ba­ja­do­ra opri­mi­da por el impe­ria­lis­mo. Por tan­to, todas y cada una de las pro­pues­tas que se hacen han de ade­cuar­se a las par­ti­cu­la­ri­da­des de cada herrial­de para for­ta­le­cer la uni­dad del pro­yec­to independentista. 
  16. Rei­vin­di­ca­ción de la Amnis­tía y de una Ley de la Memo­ria basa­da en el cas­ti­go a los cul­pa­bles y en el reco­no­ci­mien­to del dere­cho de rebe­lión, es decir que la razón his­tó­ri­ca y la valo­ra­ción éti­ca per­te­ne­cen al pue­blo tra­ba­ja­dor. Depu­ra­ción de las fuer­zas repre­si­vas y del sis­te­ma judi­cial, de los cola­bo­ra­do­res. Cas­ti­go a los tor­tu­ra­do­res. Sali­da de Eus­kal Herria de las fuer­zas de ocu­pa­ción y des­man­te­la­mien­to de las poli­cías auto­nó­mi­cas espa­ño­las en Eus­kal Herria. 
  17. Dero­ga­ción de todas las refor­mas labo­ra­les anti­obre­ras, de las res­tric­cio­nes de dere­chos polí­ti­cos, demo­crá­ti­cos, labo­ra­les, sin­di­ca­les, socia­les… Impul­so de la eus­kal­du­ni­za­ción sin reduc­ción sala­rial y en hora labo­ra­les, así como perío­dos en eus­kal­te­gis a car­go de la empre­sa y del poder popu­lar. Igual­dad sala­rial para todos los tra­ba­jos sin dis­cri­mi­na­ción por sexo-gene­ro, apli­ca­ción del prin­ci­pio demo­crá­ti­co-socia­lis­ta de jus­ta com­pen­sa­ción a las muje­res tra­ba­ja­do­ras por tan­tos siglos de sobre­ex­plo­ta­ción. Leyes espe­cí­fi­cas de per­se­cu­ción del machis­mo en cual­quie­ra de sus for­mas en los cen­tros de tra­ba­jo y en la socie­dad. Crea­ción de guar­de­rías en las empre­sas o entre varias de ellas si son peque­ñas y están en la mis­ma zona. Tiem­po libre remu­ne­ra­do para la pri­me­ra socia­li­za­ción infantil. 
  18. Ela­bo­ra­ción por el poder popu­lar de la pla­ni­fi­ca­ción socio­eco­nó­mi­ca de las inver­sio­nes y gas­tos, de las infra­es­truc­tu­ras, de las prio­ri­da­des de desa­rro­llo en base a exi­gen­cias socio­eco­ló­gi­cas, de los con­tro­les del capi­ta­lis­mo pri­va­do que toda­vía sub­sis­tan por­que esta­mos aún en una fase de tran­si­ción pre­so­cia­lis­ta, de con­trol del comer­cio exte­rior y de la polí­ti­ca de prés­ta­mos y deu­da cuan­do hicie­ra fal­ta. Inten­sa refor­ma fis­cal en bene­fi­cio del pue­blo obre­ro. Lucha impla­ca­ble con­tra la corrup­ción, la eco­no­mía sumer­gi­da, etc. 
  19. Crear un sis­te­ma judi­cial y legis­la­ti­vo inte­gra­do, conec­ta­do con el poder popu­lar eje­cu­ti­vo median­te la demo­cra­cia direc­ta, asam­blea­ria y trans­pa­ren­te de la que lue­go habla­re­mos. Es decir, supe­rar la men­ti­ra bur­gue­sa de la divi­sión tri­par­ti­ta de pode­res. Implan­tar la elec­ción y revo­ca­bi­li­dad por el vecin­da­rio de jue­ces, fis­ca­les y man­dos de poli­cía civil: admi­nis­tra­ción pura­men­te téc­ni­ca some­ti­da al con­trol popular. 
  20. Mili­cias obre­ras y popu­la­res con arma­men­to bási­co; pue­blo en armas con man­dos ele­gi­dos demo­crá­ti­ca­men­te bajo la garan­tía pro­fe­sio­nal y polí­ti­ca del poder popu­lar. Estra­te­gia de defen­sa popu­lar que inte­gre todos los medios defen­si­vos, des­de la des­obe­dien­cia civil y pací­fi­ca masi­va, el boi­cot sis­te­má­ti­co, has­ta la gue­rra defen­si­va, pasan­do por los sabo­ta­jes y las gue­rri­llas, según se esti­me. Polí­ti­ca inter­na­cio­na­lis­ta de ayu­da mutua en caso de agre­sión impe­ria­lis­ta en ayu­da de la con­tra­rre­vo­lu­ción interna. 
  21. Crear las bases para que el trán­si­to al socia­lis­mo sea lo menos vio­len­to posi­ble asu­mien­do como inevi­ta­ble la enco­na­da resis­ten­cia bur­gue­sa inter­na y exter­na. Por esto la pla­ni­fi­ca­ción socio­eco­nó­mi­ca ha de ser a la vez socio­po­lí­ti­ca de auto­de­fen­sa colec­ti­va del pue­blo tra­ba­ja­dor. Decir­lo cla­ra y peda­gó­gi­ca­men­te a la cla­se obre­ra en su auto­or­ga­ni­za­ción, para que la mejo­re y se pre­pa­re para lo inevitable. 
  22. Para ello, redu­cir drás­ti­ca­men­te las horas de tra­ba­jo man­te­nien­do el poder adqui­si­ti­vo de los sala­rios direc­tos e indi­rec­tos; prohi­bi­ción de las horas extras y repar­to del tra­ba­jo para redu­cir la tasa de des­em­pleo y sub­em­pleo pero, sobre todo, para ampliar el tiem­po libre para dedi­car­lo a la acción socio­po­lí­ti­ca, a la cul­tu­ra y al deba­te, a la cali­dad de vida, a la pre­pa­ra­ción de la auto­de­fen­sa. Crea­ción del con­trol obre­ro y popu­lar, prohi­bi­ción del secre­to empre­sa­rial y finan­cie­ro de las empre­sas, para garan­ti­zar la reduc­ción del tiem­po de tra­ba­jo, impe­dir cie­rres de empre­sas, etcétera. 
  23. Crea­ción de un lis­ta­do de empre­sas estra­té­gi­cas para garan­ti­zar la inde­pen­den­cia socio­eco­nó­mi­ca del país, empre­sas que deben estar socia­li­za­das o que en todo caso nun­ca podrán ser ven­di­das o arren­da­das al capi­tal pri­va­do sub­sis­ten­te y tam­po­co al capi­tal extran­je­ro. Crea­ción de un poder que con­tro­le la lici­tud de los cie­rres de empre­sa y los des­pi­dos de tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res. Crea­ción de una ley que impi­da que el capi­tal extran­je­ro sea el accio­nis­ta prin­ci­pal de una empre­sa y que impi­da su tras­la­do a otro país. 
  24. Reco­no­ci­mien­to del dere­cho prio­ri­ta­rio de la plan­ti­lla labo­ral a apro­piar­se de la empre­sa en régi­men de auto­ges­tión, coope­ra­ción, etc., si el empre­sa­rio quie­re ven­der­la o cerrar­la. Crea­ción de un mar­co legal que faci­li­te la inte­gra­ción en red de las empre­sas auto­ges­tio­na­das, coope­ra­ti­vas, etc.; apo­yo legal a las coope­ra­ti­vas inte­gra­das, de pro­duc­ción, dis­tri­bu­ción direc­ta y con­su­mo y a las empre­sas auto­ges­tio­na­das. Poten­cia­ción de los mer­ca­dos popu­la­res en ayun­ta­mien­tos y barrios en los que se inter­cam­bien los bie­nes bus­can­do supe­rar el dine­ro en la medi­da de lo posi­ble en la eco­no­mía local a esca­la veci­na auto­or­ga­ni­za­da y de ayu­da mutua. 
  25. Amplia­ción de los ser­vi­cios públi­cos median­te la socia­li­za­ción de las empre­sas pri­va­das que se enri­que­cen con las nece­si­da­des colec­ti­vas. Crea­ción de nue­vos ser­vi­cios públi­cos sobre todo para la pri­me­ra y ter­ce­ra edad, crea­ción de yaci­mien­tos de empleo con cri­te­rios de cali­dad, hori­zon­ta­li­dad y recom­po­si­ción psi­co­so­má­ti­ca median­te la posi­bi­li­dad legal de alter­nar tiem­pos sabá­ti­cos para estu­dios o desa­rro­llo per­so­nal con perío­dos de empleo social bajo la cober­tu­ra eco­nó­mi­ca del poder popu­lar rein­te­grán­do­se más ade­lan­te al pues­to de tra­ba­jo habitual. 
  26. Socia­li­za­ción de la indus­tria mediá­ti­ca, tele­vi­si­va y cul­tu­ral, con con­trol obre­ro y popu­lar en rela­ción per­ma­nen­te con colec­ti­vos socia­les, cul­tu­ra­les, sin­di­ca­les, bajo la garan­tía del poder popu­lar. Masi­va socia­li­za­ción hori­zon­tal y gra­tui­ta de las nue­vas tec­no­lo­gías de la comu­ni­ca­ción, de acce­so direc­to conec­ta­do con la edu­ca­ción, la uni­ver­si­dad y la eco­no­mía. Ofi­ci­nas y admi­nis­tra­cio­nes del poder popu­lar abier­tas a la demo­cra­cia digi­tal, trans­pa­ren­tes excep­to en los casos de segu­ri­dad nacio­nal vas­ca. Peda­go­gía de la eus­kal­du­ni­za­ción en estos y otros medios. 
  27. Escue­la y uni­ver­si­dad nacio­nal eus­kal­dun, popu­lar, con peda­go­gía socia­lis­ta basa­da en la inter­dis­ci­pli­na­rie­dad, en la reuni­fi­ca­ción del tra­ba­jo inte­lec­tual con el manual, en la supera­ción de la cul­tu­ra patriar­cal y euro­cén­tri­ca, en cone­xión per­ma­nen­te con las nece­si­da­des socio­eco­nó­mi­cas del país, alter­nan­do perío­dos de estu­dio con perío­dos de apren­di­za­je labo­ral en la carre­ra que se haya elegido. 
  28. Sis­te­ma edu­ca­ti­vo eus­kal­dun des­de la pri­me­ra infan­cia que supere los roles patriar­ca­les y que impul­se la explo­ra­ción y cono­ci­mien­to del pro­pio cuer­po; edu­ca­ción eus­kal­dun médi­ca y sexo-afec­ti­va cien­tí­fi­ca des­de la infan­cia con­cre­tán­do­se en la ado­les­cen­cia; inte­gra­ción del sis­te­ma edu­ca­ti­vo infan­til y juve­nil con el entorno fami­liar y social. 
  29. Pro­pie­dad colec­ti­va del sue­lo. Vivien­da socia­li­za­da entre­ga­da a las diver­sas for­mas de uni­da­des paren­ta­les y fami­lia­res a car­go del era­rio públi­co que des­con­ta­rá una redu­ci­da par­te pro­por­cio­nal de su cos­to del sala­rio indi­vi­dual; con­trol públi­co de las vivien­das pri­va­das des­ha­bi­ta­das para que sean alqui­la­das en las mis­mas con­di­cio­nes que las vivien­das socia­les, sin enri­que­ci­mien­to pri­va­do de su propietario. 
  30. Poten­cia­ción ofi­cial de nue­vas for­mas de vida en común, en comu­ni­dad total o par­cial, auto­ges­tio­na­da o en coope­ra­ti­va, res­pe­tan­do siem­pre el dere­cho a la inti­mi­dad e indi­vi­dua­li­dad crea­ti­va, bus­can­do el aho­rro, la racio­na­li­za­ción del con­su­mo y del gas­to de equi­pa­mien­tos bási­cos, la inter­ac­ción viven­cial y veci­nal, la pro­xi­mi­dad de los cen­tros de deba­te colec­ti­vo y cul­tu­ra popu­lar euskaldun… 
  31. La pla­ni­fi­ca­ción socio­eco­nó­mi­ca ten­den­te al socia­lis­mo ha de ace­le­rar el con­trol de capi­ta­les y del Ban­co Cen­tral, vigi­lar los movi­mien­tos de capi­tal para impe­dir su fuga y apli­car seve­ras medi­das a los bur­gue­ses que aten­ten con­tra esta nece­si­dad del pue­blo de con­tro­lar el mis­mo sus recur­sos finan­cie­ros. Ha de avan­zar hacia la socia­li­za­ción del capi­tal pri­va­do median­te pasos más o menos rápi­dos según la corre­la­ción de fuer­zas, pro­po­nien­do crear un sec­tor finan­cie­ro públi­co tran­si­to­rio como pri­mer paso hacia la socia­li­za­ción que debe ser impul­sa­da por todos los medios. 
  32. Orga­ni­zar un deba­te popu­lar sobre si indem­ni­zar o no, pro­po­nien­do el no en la mayo­ría de los casos pero plan­tean­do cómo hacer­lo en caso afir­ma­ti­vo, al capi­tal pri­va­do por ser socia­li­za­do. Poten­ciar a la vez la ban­ca coope­ra­ti­va y mutua­lis­ta con prés­ta­mos de inte­rés social, estra­te­gia par­cial inser­ta en otra estra­te­gia socio­eco­nó­mi­ca supe­rior que la englo­be y deter­mi­ne y que debe orien­tar­se hacia la socia­li­za­ción de las fuer­zas pro­duc­ti­vas, las eco­no­mías socia­les a esca­la, la des­apa­ri­ción de las cade­nas pri­va­das de dis­tri­bu­ción y la inte­gra­ción per­ma­nen­te de las asam­bleas de con­su­mi­do­res con las asam­bleas de tra­ba­ja­do­res, siem­pre den­tro de una pla­ni­fi­ca­ción demo­crá­ti­ca que asu­ma otra cali­dad basa­da en el aho­rro ener­gé­ti­co máxi­mo, en la míni­ma con­ta­mi­na­ción y en el máxi­mo reci­cla­je posible. 
  33. Avan­zar en la emi­sión de una mone­da pro­pia inter­na conec­ta­da con las mone­das exte­rio­res que se van inde­pen­di­zan­do del euro y del dólar, sobre todo del petro­dó­lar. Crear un sis­te­ma de audi­tor interno que ade­más de vigi­lar el desa­rro­llo de esa mone­da pro­pia guíe el pro­ce­so de sus­pen­sión del pago de la deu­da crea­da por la bur­gue­sía; esta audi­to­ría ha de ser trans­pa­ren­te a la denun­cia y crí­ti­ca popu­lar apo­ya­da por el gobierno para des­cu­brir a los ver­da­de­ros res­pon­sa­bles de las deu­das, tarea que debe ser apo­ya­da por el con­trol obre­ro y popu­lar en fábri­cas, empre­sas públi­cas, uni­ver­si­da­des, ayuntamientos… 
  34. Con­cien­ciar des­de aho­ra que hay que salir de la Unión Euro­pea cuan­to antes, que pue­de hacer­se siem­pre que se apli­que una estra­te­gia socio­eco­nó­mi­ca y polí­ti­ca orien­ta­da a otra inte­gra­ción con otros paí­ses y Esta­dos, con otros cri­te­rios basa­dos en la soli­da­ri­dad y en el inter­cam­bio de equi­va­len­tes y no solo median­te pre­cios regu­la­dos, en una polí­ti­ca mone­ta­ria fle­xi­ble pero ade­cua­da para que los inter­cam­bios de bie­nes impres­cin­di­bles como ener­gía, sani­dad, ali­men­ta­ción, tec­no­lo­gía y cien­cia, auto­de­fen­sa… res­pon­dan a la equi­dad en el inter­cam­bio de valor y no a la anar­quía de los pre­cios dic­ta­dos por el capi­tal; ace­le­rar la armo­ni­za­ción fis­cal pro­gre­sis­ta que impi­da las argu­cias de las gran­des empre­sas e impon­ga con­tro­les seve­ros que anu­len la impu­ni­dad del capi­tal finan­cie­ro-espe­cu­la­ti­vo, que anu­le la lex mer­ca­to­ria, que sea soli­da­ria con­tra el empo­bre­ci­mien­to, la enfer­me­dad, el ham­bre, la igno­ran­cia, el desempleo… 
  35. Estas y otras medi­das impres­cin­di­bles exi­gen la movi­li­za­ción cons­cien­te del pue­blo en su con­quis­ta que ten­drá que lle­var a cabo movi­li­za­cio­nes per­ma­nen­tes que serán cada vez más ata­ca­das por los Esta­dos ocu­pan­tes y por los cola­bo­ra­cio­nis­tas, en su pro­fun­di­za­ción e inter­re­la­ción inme­dia­ta­men­te pos­te­rior, y en su urgen­te defen­sa, por­que no pasa­rá mucho tiem­po para que la bur­gue­sía reac­cio­ne para des­truir­las. Por tan­to son par­te de la mis­ma lucha de libe­ra­ción nacio­nal de cla­se. La izquier­da aber­tza­le ha de ser cons­cien­te de esto des­de aho­ra mis­mo y ha de decír­se­lo al pue­blo con la humil­dad del ejem­plo prác­ti­co y con el saber de la peda­go­gía polí­ti­ca y teórica. 

Petri Reka­ba­rren

27 de julio de 2018

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