Ochen­ta años des­pués de aquel mes de julio 1936

NOTA: Ver­sión corre­gi­da de la entre­vis­ta de Resu­men Lati­no­ame­ri­cano a Iña­ki Gil de San Vicen­te: El PSOE com­pró y subor­di­nó con­cien­cias a los inte­lec­tua­les.

Entre­vis­ta que hace de pró­lo­go al tex­to La gue­rra de 1936 – 1945, cri­sol del pue­blo tra­ba­ja­dor vas­co de muy pró­xi­ma publi­ca­ción por Edi­cio­nes El bas­tón (www.​edicioneselbaston@​gmail.​com).

Par­tien­do del hecho que esa Revo­lu­ción de comien­zos del 36 fue aplas­ta­da y que a lo lar­go de la mal lla­ma­da “gue­rra civil se aca­bó con todo ves­ti­gio de recrear un hecho revo­lu­cio­na­rio en el Esta­do espa­ñol ¿Cómo fue la situa­ción con­cre­ta­men­te en el País Vasco?

Lo que ocu­rrió en varios sitios del Esta­do espa­ñol, y de Eus­kal Herria, fue­ron una serie de insu­rrec­cio­nes popu­la­res que fre­na­ron el alza­mien­to mili­tar que esta­ba bas­tan­te bien orga­ni­za­do. Las insu­rrec­cio­nes defen­si­vas anti­fas­cis­tas venían faci­li­ta­das por el hecho de que si la insu­rrec­ción fran­quis­ta fue en julio de 1936, en octu­bre de 1934 se había inten­ta­do una insu­rrec­ción revo­lu­cio­na­ria. En la memo­ria colec­ti­va no se habían olvi­da­do esos hechos, tam­bién se recor­da­ban otras huel­gas y situa­cio­nes muy ten­sas, y sobre todo flo­ta­ba en el ambien­te la cer­ti­dum­bre de que se ave­ci­na­ba un gol­pe. No se sabía exac­ta­men­te qué día iba a ser, pero por ejem­plo en Donos­tia (San Sebas­tián) ya se afir­ma­ba con bas­tan­te exac­ti­tud que eso se iba a pro­du­cir alre­de­dor del 18 de julio. En Madrid ya se cono­cía algo simi­lar por­que muchas fami­lias de la bur­gue­sía aban­do­na­ron casual­men­te esa ciu­dad para esas fechas. Inclu­so en Gas­teiz, en la capi­tal de Ara­ba, gen­te tra­ba­ja­do­ra se pre­sen­tó delan­te del gobierno civil pidien­do armas para enfren­tar­se al gol­pe mili­tar. Algo de eso tam­bién suce­dió en Iru­ñea (Pam­plo­na), don­de se había pro­gra­ma­do una gran huel­ga de una empre­sa muy poten­te. Lo que pasa es que tan­to en Vic­to­ria-Gas­teiz como en Iru­ñea-Pam­plo­na la fuer­za de la izquier­da era muy débil, tenía peso com­ba­ti­vo den­tro de la cla­se tra­ba­ja­do­ra, pero ésta era débil con res­pec­to a la tota­li­dad de la pobla­ción, y en Nava­rra había ocu­rri­do que en junio de ese mis­mo año, se había rea­li­za­do una gran huel­ga del movi­mien­to cam­pe­sino, que era el grue­so de la cla­se tra­ba­ja­do­ra en Nafa­rroa, y ello había debi­li­ta­do a ese movimiento.

¿Qué ocu­rrió en Gipuzkoa?

Pues en Gipuz­koa ocu­rrió todo lo con­tra­rio por­que esa zona tenía una capa­ci­dad indus­trial mucho más fuer­te. Prác­ti­ca­men­te en todas las ciu­da­des impor­tan­tes como San Sebas­tián, se crea­ron Jun­tas de Defen­sa, que eran núcleos simi­la­res a los con­se­jos de obre­ros, soviets de tra­ba­ja­do­res, obre­ros y sol­da­dos, o asam­bleas de tra­ba­ja­do­res, lo que Rosa Luxem­bur­go deno­mi­na­ba un movi­mien­to ciu­da­dano. Pero en Gipuz­koa se cons­tru­ye­ron en cues­tión de horas las Jun­tas de Defen­sa. Estas se encon­tra­ron con hechos no pre­vis­tos, se habían orga­ni­za­do poco, ya que en menos de dos años se había pro­du­ci­do una insu­rrec­ción revo­lu­cio­na­ria y par­te de esa mili­tan­cia aún esta­ba en pri­sión y los nue­vos lucha­do­res toda­vía no tenían la sufi­cien­te capa­ci­dad. Por poner un dato, en el País Vas­co se fun­dó el Par­ti­do Comu­nis­ta de Eus­ka­di en Junio de 1935, pero se tuvo que crear en la clan­des­ti­ni­dad, por­que la lega­li­dad repu­bli­ca­na no per­mi­tía que eso fue­ra legal, era una repú­bli­ca bur­gue­sa. Pese a todos estos obs­tácu­los suce­dió en Gipuz­koa lo que gene­ral­men­te ha ocu­rri­do en la his­to­ria de los pue­blos y es que cuan­do tie­nes el poder en la mano, cuan­do te estás jugan­do la super­vi­ven­cia, se gene­ra una crea­ti­vi­dad popu­lar impresionante.

En San Sebas­tián, en las Jun­tas de Defen­sa se con­ta­ba con la par­ti­ci­pa­ción de abso­lu­ta­men­te todas las fuer­zas demo­crá­ti­cas popu­la­res, entre otras, la bur­gue­sía nacio­na­lis­ta que prác­ti­ca­men­te no tuvo nin­gu­na res­pon­sa­bi­li­dad, ya que se limi­tó a guar­dar la pro­pie­dad pri­va­da y los con­ven­tos y ban­cos. El res­to de deci­sio­nes polí­ti­cas mili­ta­res, ali­men­ti­cias, sani­ta­rias, de comu­ni­ca­cio­nes y todo lo que fue admi­nis­trar un poder, eso esta­ba a car­go del pueblo.

Aquí hay que acla­rar dos cues­tio­nes pre­vias: una que el Par­ti­do Nacio­na­lis­ta Vas­co (PNV), el par­ti­do de la bur­gue­sía nacio­na­lis­ta, no que­ría par­ti­ci­par en la gue­rra. Es más, tuvo nego­cia­cio­nes para ver como ayu­da­ba a los fas­cis­tas, a los suble­va­dos. Y en Iru­ñea-Pam­plo­na y en Gas­teiz-Ara­ba no movi­li­zó a su gen­te e inclu­so en algu­nos sitios nego­ció con los fas­cis­tas para sal­var a su gen­te, y hubo nacio­na­lis­tas que se pasa­ron al ban­do fas­cis­ta, por­que eran nacio­na­lis­tas bur­gue­ses que tenían mucho más ape­go al capi­ta­lis­mo que a la inde­pen­den­cia de su pue­blo. En Gipuz­koa, el PNV tar­dó alre­de­dor de dos días en salir en defen­sa de la Repú­bli­ca, pero no por­que estu­vie­ra de acuer­do con la mis­ma, sino por­que se dio cuen­ta que sus bases mili­tan­tes no le iban a obe­de­cer, y por­que otros gru­pos nacio­na­lis­tas como Acción Nacio­na­lis­ta Vas­ca (ANV) así lo exigían.

Segun­da cues­tión: el pue­blo se que­dó con muy pocas armas en la mano, por­que como se esta­ba pre­pa­ran­do el gol­pe, el ejér­ci­to ya había pre­vis­to esa cir­cuns­tan­cia y lo tenía muy bien orga­ni­za­do. Las pocas armas que había, que eran bási­ca­men­te esco­pe­tas de caza y pis­to­las, sir­vie­ron para expul­sar al ejér­ci­to de San Sebas­tián y al cabo de pocos días logra­ron libe­rar el cuar­tel con bas­tan­tes insu­mos de fusi­les, ame­tra­lla­do­ras y un mor­te­ro. Este ejem­plo se dio en bas­tan­tes sitios de Gipuz­koa y mues­tra la capa­ci­dad de la gen­te para auto-admi­nis­trar­se, pero tam­bién se orga­ni­zó la gen­te en ali­men­ta­ción, en sani­dad, trans­por­te, tele­co­mu­ni­ca­cio­nes que no se inte­rrum­pie­ron, inclu­so cuan­do vino un aco­ra­za­do del ejér­ci­to espa­ñol suble­va­do que bom­bar­deó la ciu­dad cau­san­do muchos muer­tos. En esa ins­tan­cia la ciu­dad se com­por­tó per­fec­ta­men­te y estu­vo bajo el poder de la Comu­na, de las Jun­tas de Defen­sa, des­de el 18 de julio has­ta el 13 de sep­tiem­bre, casi dos meses. Mien­tras, había una bata­lla cam­pal muy dura en la ciu­dad de Irun y en otras, con el ejér­ci­to que ata­ca­ba des­de el sur. Ata­can­do des­de Nafa­rroa, los fas­cis­tas que­rían ais­lar la fron­te­ra, impi­dien­do que la penín­su­la tuvie­ra rela­ción con el Esta­do fran­cés. Fue terri­ble por­que aquí tam­bién inter­vie­ne el fac­tor inter­na­cio­nal. En la fron­te­ra, había armas para pasar al pue­blo que se defen­día, cuya entre­ga fue prohi­bi­da por el Gobierno del Fren­te Popu­lar fran­cés. El pue­blo enci­ma las había com­pra­do con la Jun­ta de Defen­sa de San Sebas­tián. Las retu­vo el gobierno repu­bli­cano fran­cés, del Fren­te popu­lar del gobierno socia­lis­ta. Eso hizo que la fron­te­ra se per­die­ra e impi­dió que lle­ga­ran insu­mos de comi­da, sani­dad, etcé­te­ra, recur­sos vita­les que, como pue­blo sobe­rano y demo­crá­ti­co, debía tener a su dis­po­si­ción para defen­der­se de un gol­pe fascista.

El com­por­ta­mien­to cri­mi­nal de la Repú­bli­ca fran­ce­sa y del Fren­te Popu­lar Fran­cés, nun­ca ha sido sufi­cien­te­men­te denunciado.

A par­tir de ahí lo que ocu­rre en San Sebas­tián fue que los mili­cia­nos no tuvie­ron más reme­dio que empe­zar a retro­ce­der, pero pre­sen­tan­do una resis­ten­cia tenaz. Los fas­cis­tas, tenien­do una supe­rio­ri­dad tre­men­da, tar­da­ron dos meses en lle­gar a la ciu­dad que esta­ba a solo 20 kiló­me­tros des­de Irun, y de la ciu­dad has­ta la fron­te­ra con Biz­kaia nece­si­ta­ron prác­ti­ca­men­te otro mes más.

El úni­co fallo que come­tió la Comu­na de San Sebas­tián fue el de no expro­piar a la bur­gue­sía, el capi­tal, el dine­ro, el oro, que le habían roba­do al pue­blo median­te su explo­ta­ción, y que esta­ban en los ban­cos. Ese fue el mis­mo fallo que come­tie­ron tam­bién los comu­ne­ros de París de 1871. El dine­ro del pue­blo que era un capi­tal crea­do por el pue­blo, expro­pia­do por la bur­gue­sía, esta­ba escon­di­do en los ban­cos y el pue­blo no se atre­vió a entrar en ellos y lle­vár­se­lo. Si hubie­ra suce­di­do esto habrían teni­do más dine­ro para com­prar armas y comi­da, para defen­der­se, para aten­der a los heri­dos, Este mie­do pro­ve­nía tam­bién de otra con­si­de­ra­ción y era que en 1935, cuan­do nació el Par­ti­do Comu­nis­ta, en su docu­men­to fun­da­cio­nal un año antes del 31 de julio de 1935, ter­mi­na pro­po­nien­do un gobierno pro­vi­sio­nal revo­lu­cio­na­rio. Pero lue­go se hace el sép­ti­mo con­gre­so de la Ter­ce­ra Inter­na­cio­nal y se pasa a defen­der los fren­tes popu­la­res. O sea que para cuan­do el pue­blo esté en con­di­cio­nes, no ins­tau­re un gobierno pro­pio sino que lle­gue a una alian­za con la burguesía.

¿Estás de acuer­do con que el haber per­di­do la gue­rra, tie­ne que ver con que no hubo un apo­yo explí­ci­to del gobierno sovié­ti­co ni de los gobier­nos repu­bli­ca­nos de Europa?

En el caso de la gue­rra en el Esta­do espa­ñol, hubo soli­da­ri­dad sovié­ti­ca, pero fue muy poca en rela­ción a la can­ti­dad de apo­yo que ellos podían haber envia­do. De hecho al País Vas­co una de las pri­me­ras armas rusas que lle­ga­ron era del siglo XIX, armas de un solo tiro, y no se reci­bie­ron armas bue­nas has­ta que lle­ga­ron unos fusi­les che­cos­lo­va­cos. Sí con­ta­mos con algu­nos avio­nes rusos, entre otros. El ejér­ci­to vas­co jamás tuvo ni remo­ta­men­te el mate­rial en cali­dad y en can­ti­dad que nece­si­ta­ba y siem­pre estu­vo luchan­do con una infe­rio­ri­dad de medios impre­sio­nan­te. Esto es cier­to pero tam­bién hay que decir otra cosa y es que, la bur­gue­sía vas­ca, el sec­tor del PNV que defen­dió a Biz­kaia tam­po­co hizo mucho esfuer­zo en movi­li­zar la pesa­da y poten­te indus­tria de Bil­bao para la pro­duc­ción de armas. Des­de octu­bre de 1936 cuan­do se cons­ti­tu­yó el gobierno vas­co, has­ta julio de 1937, prác­ti­ca­men­te en nue­ve meses, la pro­duc­ción de armas fue mínima.

Si se hubie­ra pla­ni­fi­ca­do des­de el pun­to de vis­ta de un poder obre­ro y popu­lar, tenien­do en cuen­ta las difi­cul­ta­des del entorno, el ejér­ci­to vas­co hubie­ra esta­do mejor arma­do, por­que la indus­tria mili­tar y la indus­tria civil vas­ca eran muy potentes.

Qui­tan­do a los anar­quis­tas, los comu­nis­tas res­pe­ta­ron pre­ci­sa­men­te la con­cep­ción del Fren­te Popu­lar de que no había que pre­sio­nar a la bur­gue­sía y había que hacer una alian­za, eso hizo que lo que habían sido las expe­rien­cias de Jun­tas de Defen­sa que requi­sa­ron coches, casas, cole­gios, alma­ce­nes, ali­men­tos que esta­ban escon­di­dos en tien­das que no los que­rían ven­der, les per­mi­tió resis­tir dos meses. Si eso se hubie­ra hecho en Biz­kaia la resis­ten­cia hubie­ra sido pro­ba­ble­men­te mayor, con los efec­tos que hubie­ra traí­do a par­tir de una mayor ayu­da inter­na­cio­nal y republicana.

El hecho es que eso no suce­dió y pese al heroís­mo impre­sio­nan­te del ejér­ci­to vas­co, el PNV sis­te­má­ti­ca­men­te se negó a crear un ejér­ci­to moderno, en el sen­ti­do por ejem­plo de que sola­men­te exis­tie­ran bata­llo­nes y no bri­ga­das y menos aún divi­sio­nes, en el sen­ti­do tam­bién de que no se cons­tru­ye­ron sis­te­mas defen­si­vos efi­ca­ces en los mon­tes vas­cos que per­mi­tie­ran una defen­sa tác­ti­ca muy bue­na. De hecho antes del ata­que final del ejér­ci­to fran­quis­ta a Bil­bao, dos bata­llo­nes que habían esta­do en el pun­to del fren­te en el que se iba a pro­du­cir la rup­tu­ra, al bajar advir­tie­ron que no exis­tían prác­ti­ca­men­te defen­sas don­de ellos habían esta­do y fue en ese sitio pre­ci­sa­men­te don­de ata­ca­ron los fran­quis­tas. Eso nos lle­va a muchas sos­pe­chas sobre la exis­ten­cia de una quin­ta colum­na de agen­tes del fran­quis­mo que pasa­ban mucha infor­ma­ción a sus jefes sobre lo que esta­ba suce­dien­do aden­tro y que boi­co­tea­ron el pues­to mili­tar. El dise­ña­dor de las defen­sas se pasó días antes al ban­do fas­cis­ta lle­van­do los planos. 

¿Por qué los res­pec­ti­vos gobier­nos espa­ño­les han ocul­ta­do toda esta reali­dad y este bru­tal geno­ci­dio, pero tam­bién esta lucha heroica?

No sola­men­te a los gobier­nos espa­ño­les les ha intere­sa­do ocul­tar la memo­ria de esta reali­dad, tam­bién al gobierno vas­co y lo hizo has­ta más allá de 1978. Ocul­ta­ron un hecho tre­men­do que fue la capi­tu­la­ción de San­to­ña, don­de una par­te del ejér­ci­to vas­co se rin­dió ofi­cial­men­te a los ita­lia­nos. Ese hecho el PNV lo ha silen­cia­do una y otra vez, y es la capi­tu­la­ción a los ita­lia­nos, quie­nes entre­ga­ron a los espa­ño­les más de 10.000 vas­cos que se habían ren­di­do. Allí fue­ron fusi­la­dos como míni­mo mil de ellos. La bur­gue­sía nacio­na­lis­ta vas­ca, posi­bi­li­tó que se rin­die­ran dejan­do a una par­te del ejér­ci­to vas­co a la deri­va en San­tan­der y Astu­rias, y la otra par­te se rin­dió. Y ese hecho bochor­no­so lo han inten­ta­do ocul­tar sis­te­má­ti­ca­men­te, inclu­so fal­si­fi­can­do datos.

En 1974 – 1978 tam­bién hubo una fuer­te pre­sión por par­te de la social­de­mo­cra­cia euro­pea y de la Unión Sovié­ti­ca. Se acep­tó la monar­quía impues­ta por Fran­co no solo por par­te del Par­ti­do Comu­nis­ta de Espa­ña sino tam­bién por par­te de otras orga­ni­za­cio­nes revo­lu­cio­na­rias que se decían maoís­tas, el PT, etc. Había la creen­cia de que era mejor, siguien­do una línea refor­mis­ta, no lan­zar la gen­te a la calle y no impul­sar una diná­mi­ca de lucha, y sobre todo no echar en cara al fran­quis­mo todos sus crí­me­nes y hacer lo que se deno­mi­nó la Gran Con­cor­dia Nacio­nal. Eso era a nivel inter­na­cio­nal, por­que a nin­gu­na poten­cia impe­ria­lis­ta ni a la URSS les intere­sa­ba que Euro­pa gira­ra más rápi­do a la izquier­da y que estu­vie­ra jun­to con Por­tu­gal que había derro­ca­do a la dic­ta­du­ra en 1973.

Por otra par­te, el Par­ti­do Comu­nis­ta a comien­zos de los años 60 abra­zó el euro­co­mu­nis­mo, aban­do­nó total­men­te a una gue­rri­lla que tenía pocas posi­bi­li­da­des de haber aguan­ta­do has­ta la muer­te de Fran­co, pero tenía un heroís­mo impre­sio­nan­te, Enton­ces, ¿qué hizo el Par­ti­do Comu­nis­ta? Los dejó que huye­ran a Fran­cia o que fue­ran exter­mi­na­dos. Acep­ta­ron el orden esta­ble­ci­do, el rey, los jue­ces, per­do­na­ron a los mili­ta­res, y no pidie­ron jus­ti­cia popu­lar, a la vez que se depu­ra­ba a las fuer­zas revo­lu­cio­na­rias, a los sin­di­ca­tos, etc. Implan­ta­ron una con­cep­ción de clau­di­car y para ello, una de las cues­tio­nes que hay que hacer es aban­do­nar y olvi­dar a los pro­pios héroes, a tus pro­pios muertos.

Pero no sola­men­te se hizo eso con la memo­ria de los muer­tos, de los des­apa­re­ci­dos, de los tor­tu­ra­dos, se clau­di­có tam­bién en las luchas socia­les, en las luchas de cla­ses, en las luchas de los movi­mien­tos cul­tu­ra­les, en las luchas nacio­na­les, por­que se impu­so una refor­ma social y eco­nó­mi­ca que fue demo­le­do­ra para las cla­ses tra­ba­ja­do­ras. Los Pac­tos de la Mon­cloa impu­sie­ron un seve­ra ley empre­sa­rial y lue­go, con la LOAPA, se impu­so un Esta­do de las auto­no­mías que era demo­le­dor para los dere­chos nacionales.

Va todo uni­do, no sola­men­te se tra­ta de que tú renun­cies sola­men­te a la memo­ria de los que habían apli­ca­do el dere­cho a la rebe­lión y a la resis­ten­cia, sino que tam­bién renun­cies a la lucha de los pro­pios com­pa­ñe­ros, en las fábri­cas, en las escue­las, uni­ver­si­da­des. Eso fue des­de 1975 has­ta comien­zos de los años 80 cuan­do Feli­pe Gon­zá­lez lle­gó al gobierno espa­ñol en 1982, y sobre­vino la deba­cle, el hun­di­mien­to de la moral, de la memo­ria, lo que se lla­mó el gran des­en­can­to. En Eus­kal Herria eso no se pro­du­jo del todo por­que una par­te de la izquier­da, la izquier­da aber­tza­le, la inde­pen­den­tis­ta, la del pue­blo, no acep­tó eso, tam­bién se resis­tió un poqui­to en Cata­lun­ya y un poqui­to en Gali­za, pero todo eso fue paci­fi­ca­do gradualmente.

En Eus­kal Herria sur­gió ETA y tam­bién un fren­te de izquier­da aber­tza­le que man­tu­vo en vilo a los tra­ba­ja­do­res y tra­ba­ja­do­ras, a lo lar­go de la dictadura.

Sí, y eso fue muy deci­si­vo, ahí la memo­ria tuvo un rol cen­tral en un hecho muy bási­co. Por una par­te, la pro­pia situa­ción de opre­sión del pue­blo vas­co, y por el otro, el hecho de que en Eus­kal Herria no des­apa­re­ció la resis­ten­cia vio­len­ta bien fue­ra arma­da, o en for­ma de huel­gas, y tam­bién la resis­ten­cia pací­fi­ca. En Eus­kal Herria hubo prác­ti­ca­men­te lucha arma­da ais­la­da has­ta el año 1962, mien­tras tan­to des­de 1952 has­ta 1959 una inter­ac­ción de luchas, no vio­len­tas, lucha pací­fi­ca y lucha obre­ra, de mani­fes­ta­cio­nes y pique­tes, jamás des­apa­re­ció eso. Lue­go apa­re­ció ETA

Influ­yó tam­bién la pro­pia reali­dad cul­tu­ral, y la tra­di­ción y men­ta­li­dad colec­ti­va del pue­blo que enten­día que la socie­dad vas­ca esta­ba domi­na­da mili­tar­men­te, que es de hecho lo que ocu­rrió. Si el capi­ta­lis­mo triun­fó en el País Vas­co bajo domi­na­ción espa­ño­la, fue por dos gue­rras durí­si­mas don­de el ejér­ci­to espa­ñol apo­yó a la bur­gue­sía vas­ca, que que­ría hacer­se espa­ño­la e intro­du­cir el mar­co polí­ti­co capi­ta­lis­ta. Esa bur­gue­sía que iba a per­mi­tir la pri­va­ti­za­ción del sue­lo y del sub­sue­lo, de las minas, de los bos­ques, la ven­ta de los espa­cios comu­na­les, una cosa pare­ci­da a lo que hicie­ron los espa­ño­les en la Pam­pa argen­ti­na que les cos­tó varios siglos para exter­mi­nar a los pue­blos ori­gi­na­rios, tan­to los del sur como los de Uru­guay y de Paraguay.

Tam­bién fue­ron vio­la­das las muje­res en masa como en todas las guerras.

Así es, se les impi­dió hablar en len­gua vas­ca, así como prohi­bi­cio­nes de todo tipo. Muchas muje­res fue­ron tam­bién envia­das a cam­pos de con­cen­tra­ción, se les roba­ron niños en uno de esos cam­pos diri­gi­do por la igle­sia y por mon­jas, cien­tos de niños que no han apa­re­ci­do. Todo eso se hizo con total impu­ni­dad, ben­de­ci­do por la igle­sia cató­li­ca, lo mis­mo que en Argen­ti­na en la des­apa­ri­ción de 30.000 per­so­nas, y es que las estruc­tu­ras de domi­na­ción y poder son las mis­mas en cual­quier par­te del planeta.

Sin embar­go fue heroi­co el apor­te del movi­mien­to de muje­res en el ban­do anti­fas­cis­ta. Por ejem­plo en la defen­sa de San Sebas­tián habían par­ti­ci­pa­do mili­tan­tes anar­quis­tas, una vez que las pilla­ban las vio­la­ban antes de ase­si­nar­las, pero ahí estu­vie­ron y hay ejem­plos heroi­cos en la revo­lu­ción del 34 tam­bién en Astu­rias, como el caso de dos her­ma­nas resis­tien­do con una ame­tra­lla­do­ra en la entra­da de Gijón, lo mis­mo suce­dió dos años des­pués en la defen­sa de San Sebas­tián. Todas corrie­ron la mis­ma suer­te asesina.

La coop­ta­ción de la inte­lec­tua­li­dad “pro­gre­sis­ta

En Eus­kal Herria gra­cias a que la lucha se divi­dió en nume­ro­sos fren­tes, la memo­ria se pudo revi­vir, hay un mon­tón de docu­men­tos, hay libros, está viva a pesar de que se han ido murien­do las per­so­nas, pero en el caso del Esta­do espa­ñol esta blin­da­da la memo­ria, no solo por dos leyes de amnis­tía y de olvi­do que hizo el PSOE sino por­que tam­bién cul­tu­ral­men­te artis­tas, inte­lec­tua­les y acto­res no han ayu­da­do a que esa memo­ria de lucha y de tra­ge­dia se ten­ga viva para que no siga suce­dien­do, por­que cada vez que en el Esta­do espa­ñol se inten­ta luchar vie­ne la repre­sión con todo y se paran los pro­ce­sos ¿Qué opi­nas de ello?

Estoy de acuer­do y creo que ahí ha habi­do un fac­tor fun­da­men­tal apar­te del que he expEs­toy de acuer­do y creo que ahí ha habi­do un fac­tor fun­da­men­tal apar­te del que he expli­ca­do polí­ti­ca­men­te a nivel inter­na­cio­nal: en el con­tex­to interno, los refor­mis­mos entre los par­ti­dos supues­ta­men­te revo­lu­cio­na­rios, pero tam­bién ha habi­do un fac­tor fun­da­men­tal y es el silen­cio impues­to y el mie­do por cua­ren­ta años de una vio­len­cia bru­tal. Apar­te de ese mie­do tam­bién hubo un cam­bio socio­ló­gi­co muy impor­tan­te, y es que las ciu­da­des que pade­cie­ron el mayor núme­ro de ase­si­na­tos sufrie­ron un cam­bio pobla­cio­nal muy fuer­te. Tam­bién se da eso en los cam­pos don­de han sufri­do la des­po­bla­ción de millo­nes de per­so­nas, prác­ti­ca­men­te en pocos años. En los años 60 en ple­na cri­sis del fran­quis­mo se des­ha­bi­ta­ron por­que hubo una migra­ción del cam­po a la ciu­dad muy gran­de y eso rom­pió muchos lazos fami­lia­res, pero eso era secun­da­rio por­que se ejer­cía sobre un terror pre­vio. En el País Vas­co esto fue muy curio­so por­que la pri­me­ra olea­da de inmi­gra­ción de los años 50 la hicie­ron nada más y nada menos que hijos e hijas de fami­lia­res de ase­si­na­dos, de des­apa­re­ci­dos, de expro­pia­dos de sus casas que no encon­tra­ron (muchos de ellos comu­nis­tas, anar­quis­tas, socia­lis­tas) otra alter­na­ti­va. Con la excu­sa de la inmi­gra­ción eco­nó­mi­ca lo que bus­ca­ban era un espa­cio polí­ti­co. Eso hizo que los hijos de los inmi­gran­tes de la pri­me­ra olea­da de inmi­gra­ción se inte­gra­ran tan rápi­do en el pue­blo vas­co, por­que la mayo­ría de ellos había sufri­do en sus pro­pias fami­lias el exter­mi­nio, enton­ces tenían una soli­da­ri­dad, tenían una cer­ti­dum­bre en un recuer­do muy vivi­do y cuan­do lle­ga­ron al pue­blo vas­co sin­tie­ron ese mis­mo recuer­do y se inte­gra­ron y eso se vio en la pro­pia mili­tan­cia y en muchí­si­mos sitios.

Pero apar­te de eso jugó otro fac­tor: por una par­te el Par­ti­do Socia­lis­ta Obre­ro Espa­ñol (PSOE) hizo una manio­bra muy astu­ta de com­prar y subor­di­nar las con­cien­cias de los inte­lec­tua­les. El PSOE lle­gó al gobierno en 1982 con un perió­di­co y un apa­ra­to mediá­ti­co muy poten­te, simi­lar al que pade­céis hoy mis­mo en nues­tra Amé­ri­ca, y que es el gru­po Pri­sa con Feli­pe Gon­zá­lez, que esta­ría rela­cio­na­do con O” Glo­bo y con el de Car­los Slim en Méxi­co y con muchos otros medios de des­in­for­ma­ción masi­va. Fue así que abrió todo su poder cul­tu­ral hacia una inte­lec­tua­li­dad que había sido total­men­te des­pre­cia­da y per­se­gui­da por el fran­quis­mo y que vivía en la pobre­za lite­ral o la pobre­za rela­ti­va. Enton­ces, encon­trar­se de pron­to con que apa­re­cían en perió­di­cos o que habla­ban por radio y por tele­vi­sión, se fue ins­ti­tu­cio­na­li­zan­do en sus cabe­zas el acri­ti­cis­mo, basa­do en la excu­sa de que hoy no lo vamos a con­de­nar, lo con­de­na­re­mos pues maña­na; y como dice el dicho que por la calle del maña­na se lle­ga a la pla­za del nun­ca, eso suce­dió, se ter­mi­nó pro­du­cien­do un absor­ción y coop­ta­ción de la inte­lec­tua­li­dad que se dejó sobor­nar vil y cobar­de­men­te, aban­do­nan­do todo esfuer­zo de denun­cia. Los pocos que recha­za­ron eso fue­ron macha­ca­dos, y muchos de ellos, como Alfon­so Sas­tre por poner un ejem­plo, José Ber­ga­mín, y otros muchos, tuvie­ron que refu­giar­se en el País Vas­co. Se nacio­na­li­za­ron vas­cos por­que era el úni­co sitio don­de había una liber­tad de pren­sa gra­cias a publi­ca­cio­nes como Pun­to y Hora de Eus­kal Herria des­de 1976, Egin des­de 1977, La Voz de Eus­ka­di des­de 1982, entre tan­tos otros, que reci­bie­ron a toda esa gen­te y pudie­ron seguir hablan­do y criticando.

Pero hubo otro fac­tor tam­bién, fue el siguien­te: hicie­ron una manio­bra que muy astu­ta para anu­lar los sen­ti­mien­tos de lucha, o anu­lar las rei­vin­di­ca­cio­nes nacio­na­les y dar tra­ba­jo a cen­te­na­res y miles de mili­tan­tes que se habían juga­do la vida, se habían uni­do en la lucha con­tra el fran­quis­mo: de pron­to se encon­tra­ron sien­do fun­cio­na­rios en las admi­nis­tra­cio­nes públi­cas de los minis­te­rios y de los apa­ra­tos de las die­ci­sie­te auto­no­mías, que se crea­ron para ocul­tar que había nacio­nes fuer­tes como Cata­lun­ya, Gali­za, Eus­kal Herria, Anda­lu­cía y Cas­ti­lla. Enton­ces, esas die­ci­sie­te auto­no­mías que no se man­tu­vie­ron con la admi­nis­tra­ción cen­tral, saca­ban sus fun­cio­na­rios de la gen­te de par­ti­dos de izquier­da como el PSOE, el Par­ti­do Comu­nis­ta y los par­ti­dos que habían acep­ta­do la Cons­ti­tu­ción. La gran mayo­ría de ellos pasa­ron de la noche a la maña­na a dis­po­ner de bue­nos suel­dos sin ape­nas tra­ba­jar. O sea que ter­mi­na­ron psi­co­ló­gi­ca­men­te derro­ta­dos e inte­gra­dos. Por ejem­plo, pon­te en la situa­ción de esos miles de nue­vos fun­cio­na­rios con bue­nos suel­dos que ape­nas habían soña­do alcan­zar nun­ca: pasas a ser la voz del amo de tu pue­blo o de tu pro­vin­cia, a reci­bir un suel­do y a tra­ba­jar (si es que se podría lla­mar tra­ba­jo), des­pués de varios años de lucha, pues esa gen­te tam­bién se ven­dió y no les impor­tó el tema de la memo­ria por­que esta­ban en jue­go sus sala­rios. Acep­ta­ron el silen­cio den­tro de sí y lo impu­sie­ron fue­ra de sí, a sus veci­nos y has­ta familiares. 

Iña­ki Gil de San Vicente

Eus­kal Herria, 18 de julio de 2016

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