La salud: una nece­si­dad de los pueblos

Este escri­to quie­re ser­vir de base para la pre­sen­ta­ción de los dos libros en el títu­lo seña­la­dos. Pue­de resul­tar raro pre­sen­tar dos libros en el mis­mo acto, por cier­to en un lugar emble­má­ti­co de Cádiz y en una libre­ría-café ami­ga La Clan­des­ti­na. Y es que en ambos tex­tos se tra­ta el mis­mo tema con mayor o menor exten­sión: La Salud: Una nece­si­dad de los pue­blos. Mi par­ti­ci­pa­ción en el pri­me­ro es más exten­sa, jun­to con un com­pa­ñe­ro, autor del libro; y en el segun­do jun­to a un colec­ti­vo de auto­ras, de múl­ti­ples per­so­nas, que par­ti­ci­pa­mos en cada uno de sus die­ci­nue­ve capítulos.

Es por ello que deci­dí hacer esta pre­sen­ta­ción con­jun­ta en un momen­to deci­si­vo y vital, don­de la salud y las nece­si­da­des más bási­cas de los pue­blos están sien­do piso­tea­das, arras­tra­das por el lodo de la indi­fe­ren­cia y el racis­mo que apa­re­ce sin tapu­jos en la lla­ma­da Euro­pa de la liber­tad. Que bajo eso que lla­man demo­cra­cia, y no lo es, ape­nas se pue­den escon­der los abu­sos, ata­ques y vio­len­cias sobre los pue­blos que quie­ren ser inde­pen­dien­tes y cuyas rique­zas son obje­to de su codi­cia. En las últi­mas déca­das los casos más lla­ma­ti­vos, sin con­si­de­rar los ya cró­ni­cos del Saha­ra occi­den­tal y Pales­ti­na, son las inter­ven­cio­nes, inva­sio­nes abier­tas o encu­bier­tas, en Afga­nis­tán, Irak, Libia, el horror de la inje­ren­cia sobre el pue­blo sirio. En otra zona ale­ja­da no olvi­da­mos el apo­yo del impe­ria­lis­mo esta­dou­ni­den­se a los gol­pes de Esta­do en Hon­du­ras y Para­guay y cuyo goteo de ase­si­na­tos lle­gan a tras­pa­sar los grue­sos muros de los gran­des medios de comu­ni­ca­ción gra­cias a las luchas que están emer­gien­do con fuer­za en esos paí­ses1. Los inten­tos de gol­pes de esta­do sobre gobier­nos legí­ti­mos como el de Vene­zue­la o, cuan­do estos fallan, sabo­ta­jes eco­nó­mi­cos (las lla­ma­das gue­rras eco­nó­mi­cas) y cam­pa­ñas mediá­ti­cas de difa­ma­ción. Y es que aho­ra más que nun­ca en la actual situa­ción geo­po­lí­ti­ca mun­dial Esta­dos Uni­dos nece­si­ta impe­rio­sa­men­te una Amé­ri­ca Lati­na total­men­te subor­di­na­da a sus intere­ses impe­ria­les, Argen­ti­na y Bra­sil son los ejem­plos más recien­tes2. Una rápi­da mira­da inter­na­cio­nal solo nos mues­tran que en el mun­do la salud bri­lla por su ausencia.

No se olvi­dan tam­po­co los acon­te­ci­mien­tos que ocu­rrie­ron pre­vios a la Decla­ra­ción de los Dere­chos Huma­nos. El final de la Segun­da Gue­rra Mun­dial, sus terri­bles con­se­cuen­cias para las pobla­cio­nes de dis­tin­tos paí­ses del mun­do, que tuvo su cul­men en los más de 30 millo­nes de muer­tes del pue­blo sovié­ti­co a manos del ejér­ci­to nazi. El cruel avi­so meta­fó­ri­co que repre­sen­tó el bom­bar­deo nuclear sobre dos ciu­da­des japo­ne­sas, cuan­do el ejér­ci­to japo­nés ya esta­ba real­men­te derro­ta­do. Y las repre­sio­nes abier­tas y ocul­tas, –mani­pu­la­das – , con­tra los pue­blos que habían gana­do al fas­cis­mo y supo­nían una ame­na­za para las bur­gue­sías euro­peas, espe­cial­men­te para Esta­dos Uni­dos, la ya pri­me­ra poten­cia impe­ria­lis­ta. Fran­cia, Ita­lia, Gre­cia; entre otros paí­ses sufrie­ron inje­ren­cias extran­je­ras, en con­ni­ven­cia con sus oli­gar­quías, repre­sio­nes a las orga­ni­za­cio­nes que más com­ba­tie­ron al nazis­mo. Se poten­cia­ron las mafias y la intro­duc­ción de dro­gas, como la heroí­na, que sir­vie­ron para el con­trol de los sin­di­ca­tos que se encon­tra­ban en manos de los par­ti­dos comu­nis­tas de la época.

Tra­tar el tema de los dere­chos huma­nos y la Salud es resal­tar que esta es una nece­si­dad de los pue­blos, es super­vi­ven­cia huma­na y cali­dad de vida de las per­so­nas. No son dere­chos que se nos da por par­te de la cla­se en el poder, la bur­gue­sía, o las monar­quías abso­lu­tis­tas y la noble­za daba en el pasa­do. No, son dere­chos con­quis­ta­dos que deben for­mar par­te del pro­ce­so de cons­truc­ción de una socie­dad nue­va, libre de explo­ta­do­res y saquea­do­res de recur­sos, una socie­dad para todos y todas, socia­lis­ta. Por­que la socie­dad capi­ta­lis­ta que sufri­mos tie­ne una his­to­ria, un comien­zo y, por ello, pue­de tener un fin; que sigue sien­do un sis­te­ma patriar­cal opre­sor pese a algu­nos avan­ces con­quis­ta­dos por las muje­res. Opre­sión que, igual que la for­ma­ción de las cla­ses socia­les des­igua­les, se ori­gi­nó en momen­tos his­tó­ri­cos muy anti­guos y que por ello no es natu­ral ni pue­de con­si­de­rar­se como inevi­ta­ble. Que pode­mos y debe­mos cam­biar las cosas para mejo­rar en Anda­lu­cía y en otros pue­blos opri­mi­dos, y que para cam­biar debe­mos ana­li­zar y actuar. Que los dere­chos huma­nos con­cre­tos, comu­na­les, para el pue­blo, deben ser aban­de­ra­dos de todas las mane­ras posi­bles. Y su con­quis­ta, por peque­ña que parez­ca, es un paso más en la mejo­ra de las con­di­cio­nes de vida, de la salud de las personas.

Habla­mos de super­vi­ven­cia pre­sen­te y futu­ra, pero tam­bién de salud en su acep­ción posi­ti­va y soli­da­ria, de ayu­da mutua y cui­da­dos socia­les. Pero los aná­li­sis deben ser rigu­ro­sos y rea­lis­tas, rea­li­za­bles a cor­to, medio y lar­go pla­zo; y yen­do a la raíz de los pro­ble­mas. Com­pren­der las cau­sas de lo que ocu­rre a nues­tro alre­de­dor de for­ma pro­fun­da e inte­gra­do­ra, es difí­cil por­que a este sis­te­ma no le intere­sa, se pro­mue­ve lo super­fi­cial para tener per­so­nas ador­me­ci­das, pero es que el sis­te­ma capi­ta­lis­ta es super­fi­cial en si mis­mo. Aun­que se cubra de ador­nos hipó­cri­tas y for­mas diplo­má­ti­cas. Escu­cha­mos a menu­do noti­cias super­fi­cia­les don­de, por ejem­plo, la tra­ge­dia, la muer­te con­ti­nua en el medi­te­rrá­neo de per­so­nas que huyen de la gue­rra y del ham­bre pro­vo­ca­dos por el colo­nia­lis­mo y el neo­co­lo­nia­lis­mo, se rela­cio­na con las mafias que per­mi­ten meter tan­tas per­so­nas en los botes que tra­tan de pasar al otro con­ti­nen­te. O que la cau­sa del acci­den­te de tren en San­tia­go de Com­pos­te­la era el maqui­nis­ta sin afron­tar el cúmu­lo de cau­sas y cir­cuns­tan­cias esen­cia­les que con­tri­bu­ye­ron a dicho acci­den­te3.

En uno de los tex­tos que se pre­sen­ta se ha inten­ta­do resal­tar la impor­tan­cia de uti­li­zar el méto­do, el mate­ria­lis­mo dia­léc­ti­co. La nece­si­dad de inte­grar la dia­léc­ti­ca, o mejor dicho, hacer­la emer­ger de los pro­ce­sos his­tó­ri­cos, eco­nó­mi­cos, socia­les y polí­ti­cos; pero tam­bién de otras cien­cias, como las del cam­po de la bio­lo­gía o de la salud huma­na, impres­cin­di­ble para com­pren­der los pro­ble­mas de salud, las lesio­nes y enfer­me­da­des y sus cau­sas rela­cio­na­das. La dia­léc­ti­ca nos ayu­da a no caer en el meca­ni­cis­mo y deter­mi­nis­mo ram­plón que domi­na muchas de nues­tras dis­ci­pli­nas y en evi­tar el idea­lis­mo mís­ti­co que sur­ge con faci­li­dad cuan­do los mode­los ante­rio­res son cla­ra­men­te insu­fi­cien­tes para expli­car los fenó­me­nos, como los rela­cio­na­dos con la salud. El abis­mo que sepa­ra ambas deri­vas lo pode­mos com­pa­rar con la divi­sión que aún per­sis­te entre las lla­ma­das cien­cias socia­lesnatu­ra­les. Tejer su cone­xión en los aná­li­sis con­cre­tos no es tarea fácil pero es esen­cial para todos los aspec­tos de nues­tras vidas mili­tan­tes, pro­fe­sio­na­les y personales.

Ana­li­zar la salud des­de un pris­ma dia­léc­ti­co impli­ca rela­cio­nar lo bio­ló­gi­co, los pro­ce­sos ínti­mos que se pro­du­cen en nues­tro orga­nis­mo, con los deter­mi­nan­tes socia­les y polí­ti­cos, limi­tar­nos a los deter­mi­nan­tes bio­ló­gi­cos es tan insu­fi­cien­te como que­dar­nos solo en los socia­les o polí­ti­cos. Lo que ocu­rre es que lo habi­tual es cono­cer más como se pro­du­cen los meca­nis­mos inter­nos; en unos casos; y en otros, cono­ce­mos más los meca­nis­mos exter­nos. Pero es más difí­cil relle­nar las lagu­nas, la fal­ta de cono­ci­mien­to, en esas zonas que enla­zan ambos tipos de pro­ce­sos. Tenien­do en cuen­ta esto y que ese espec­tro de con­di­cio­nan­tes, que a su vez tie­nen nive­les y con­tex­tos de mayor o menor ampli­tud, según de que pro­ble­ma o enfer­me­dad hable­mos pue­de pesar más un tipo de cau­sas u otras. Des­de una enfer­me­dad que ya se tie­ne al nacer y cuyo ori­gen en una alte­ra­ción gené­ti­ca de los pro­ge­ni­to­res o una alte­ra­ción en el pro­ce­so de la embrio­gé­ne­sis; has­ta una asbes­to­sis o un cán­cer de pul­món adqui­ri­da en la edad adul­ta por expo­si­ción al amian­to, o asbes­to, en el medio labo­ral. Pero tam­bién las mal­for­ma­cio­nes con­gé­ni­tas y las enfer­me­da­des here­di­ta­rias pue­den ser pro­du­ci­das por cau­sas exter­nas o agre­sio­nes medioam­bien­ta­les. Por ejem­plo, algu­nos tipos de cán­ce­res here­di­ta­rios son pro­du­ci­dos por muta­cio­nes gené­ti­cas que, a su vez, fue­ron ori­gi­na­dos por fac­to­res ambien­ta­les que actua­ron sobre las célu­las ger­mi­na­les de sus pro­ge­ni­to­res. Vamos a desa­rro­llar un poco más estos procesos.

En los últi­mos años está sien­do muy útil para la medi­ci­na el enten­di­mien­to y las apli­ca­cio­nes de las célu­las madres, embrio­na­rias y adul­tas, su capa­ci­dad de crear teji­dos que abre puer­tas muy intere­san­tes para repa­rar órga­nos lesio­na­dos por muchos tipos de enfer­me­da­des. Tam­bién está ayu­dan­do a enten­der cómo una célu­la sana se trans­for­ma en can­ce­rí­ge­na. Se sabe que las célu­las madres adul­tas ya espe­cia­li­za­das en deter­mi­na­dos teji­dos tie­nen menos capa­ci­dad de repli­ca­ción (dupli­ca­ción del ADN antes de la divi­sión celu­lar) que en eda­des más pre­co­ces de mayor cre­ci­mien­to gene­ral4. Y que según el tipo de teji­do, sus célu­las madres nece­si­tan divi­dir­se más o menos a lo lar­go de la vida de las per­so­nas. Capa­ci­dad repli­ca­ti­va que es con­tro­la­da por los genes supre­so­res del cre­ci­mien­to. Este equi­li­brio entre repli­ca­ción y supre­sión de la divi­sión celu­lar se pue­de rom­per y pro­vo­car un cre­ci­mien­to des­con­tro­la­do de las célu­las. De tal for­ma que la repli­ca­ción celu­lar que tie­ne una bene­fi­cio­sa fun­ción de rege­ne­ra­ción celu­lar tie­ne como con­tra­par­ti­da la posi­bi­li­dad de que se desa­rro­llen célu­las can­ce­ro­sas5.

Ade­más, los genes se pue­den alte­rar, sufren muta­cio­nes que pue­den afec­tar a otros genes como los acti­va­do­res del cre­ci­mien­to celu­lar. Dichas muta­cio­nes se pro­du­cen por fallos en el deli­ca­do pro­ce­so de divi­sión celu­lar, espe­cial­men­te en el pro­ce­so de divi­sión de los cro­mo­so­mas del núcleo de la célu­la y sus genes corres­pon­dien­tes. O por agre­sio­nes exter­nas, como las radia­cio­nes (que alte­ran a los cro­mo­so­mas o sus genes); los onco­vi­rus6 y otras muchas como el alqui­trán, la con­ta­mi­na­ción atmos­fé­ri­ca o los com­pues­tos quí­mi­cos del humo del taba­co7; aumen­tan­do todas ellas la pro­ba­bi­li­dad de sufrir cán­cer de pul­món o veji­ga uri­na­ria, entre otros cán­ce­res. Pero como decía­mos, las célu­las se repo­nen a par­tir de las célu­las madre, pero en cada divi­sión celu­lar y sepa­ra­ción de cro­mo­so­mas hay siem­pre más ries­go de que ocu­rra un error, por ello las célu­las tie­nen un con­trol de las repli­ca­cio­nes para que estas no sean exce­si­vas8.

En resu­men, en el ori­gen del cán­cer, que se carac­te­ri­za por un tras­torno en el con­trol del ciclo o divi­sión celu­lar que las hace mul­ti­pli­car­se pro­gre­si­va­men­te de for­ma anor­mal, se encuen­tran lesio­nes inter­nas gené­ti­cas, por ejem­plo las muta­cio­nes que sur­gen por erro­res alea­to­rios, bien en el pro­ce­so de for­ma­ción de nues­tro orga­nis­mo –en la fase embrio­na­ria – , bien en eta­pas pos­te­rio­res de la vida. Y, a su vez, esas muta­cio­nes gené­ti­cas tam­bién son pro­du­ci­das por agre­sio­nes exter­nas o ambien­ta­les, en un pro­ce­so de rela­cio­nes hacia el inte­rior y exte­rior del orga­nis­mo9. Que este gru­po de enfer­me­da­des, como muchas otras, está ame­na­za­do con­ti­nua­men­te por pro­ce­sos inter­nos y exter­nos. Las célu­las madre hacen posi­ble que se man­ten­gan nues­tros órga­nos, y sin las muta­cio­nes en los cro­mo­so­mas no hubie­ra sido posi­ble el desa­rro­llo de los seres vivos, su evo­lu­ción, al pre­do­mi­nar los cam­bios que se adap­tan mejor al medio diná­mi­co. Nues­tros sis­te­mas de vigi­lan­cia y repa­ra­ción celu­lar son pro­duc­to de miles de años de evo­lu­ción y adap­ta­ción a las agre­sio­nes exter­nas pero la situa­ción cam­bia radi­cal­men­te si supe­ra­mos los lími­tes, for­za­mos a nues­tro orga­nis­mo y a su capa­ci­dad de repa­ra­ción celular.

Con estos ejem­plos se tra­ta de ilus­trar como la com­pren­sión de las enfer­me­da­des en las pobla­cio­nes requie­re de una posi­ción mate­ria­lis­ta, pene­tran­do en la estruc­tu­ra de nues­tro orga­nis­mo y en sus pro­ce­sos inter­nos bio­ló­gi­cos, pero tam­bién dia­léc­ti­ca, con­si­de­ran­do dichos pro­ce­sos en estre­cha rela­ción con las cau­sas exter­nas que alte­ran estas diná­mi­cas inter­nas de con­tra­rios a lo lar­go de nues­tras vidas. Cau­sas exter­nas que actúan de for­ma más o menos cer­ca­na y direc­ta a las per­so­nas, pero rela­cio­na­das entre ellas como cas­ca­das que van des­de las situa­cio­nes socia­les y polí­ti­cas has­ta las más pura­men­te bio­ló­gi­cas; o vice­ver­sa, en sen­ti­do contrario.

Aunar el aná­li­sis mate­ria­lis­ta con la dia­léc­ti­ca es, tam­bién, con­si­de­rar los pro­ce­sos his­tó­ri­cos que nos han lle­va­do a esta situa­ción que afec­ta gra­ve­men­te a los seres huma­nos jun­to al res­to de seres vivos, a la natu­ra­le­za en gene­ral. Uti­li­za­mos, por tan­to, el aná­li­sis mar­xis­ta –el mate­ria­lis­mo his­tó­ri­co– para com­pren­der el tema que nos ocu­pa: la salud de los pue­blos y sus con­di­cio­nan­tes. Las cien­cias de la salud y cual­quier otra cien­cia se rela­cio­nan pro­fun­da­men­te, por­que el cono­ci­mien­to es un todo úni­co y se tra­ta de expli­ci­tar y extraer un hilo con­duc­tor en su inte­rior que tras­cien­da a lo social y polí­ti­co para lograr nues­tra sobe­ra­nía como pue­blo y su mejo­ra en todos los terre­nos. Que el cono­ci­mien­to del ámbi­to que sea debe ser­vir a las per­so­nas y al con­jun­to de la natu­ra­le­za, no a una mino­ría capi­ta­lis­ta que se apro­pia de rique­zas y racio­na­li­dad popu­lar, y que por ello tam­bién tener como meta trans­for­mar este sis­te­ma hacia una socie­dad nue­va, para todas las personas.

En este sen­ti­do rei­vin­di­ca­mos el aná­li­sis de las cau­sas, los deter­mi­nan­tes que pro­vo­can la pér­di­da de salud, para actuar y trans­for­mar. Para seña­lar cua­les son los pro­ble­mas que nos aque­jan y diri­gir nues­tras accio­nes para evi­tar­las, eli­mi­nar­las o cam­biar­las. Lo nue­vo que que­re­mos sur­ge de lo vie­jo, no se tra­ta de des­te­rrar lo mucho que hemos con­quis­ta­do duran­te mile­nios, la cul­tu­ra anda­lu­za, por ejem­plo, es rica en cono­ci­mien­tos y sabe­res ances­tra­les que se ha nutri­do de lo mejor de los múl­ti­ples pue­blos que se han mez­cla­do en nues­tra tie­rra. Si algo carac­te­ri­za, y enri­que­ce, a lo anda­luz, es su mes­ti­za­je que es pre­ci­sa­men­te lo que le da su idio­sin­cra­sia más genui­na y pro­fun­da. Y esta dia­léc­ti­ca de trans­for­mar y aspi­rar a una nue­va socie­dad que incor­po­re lo vie­jo, lo bueno acu­mu­la­do y con­quis­ta­do a lo lar­go de los tiem­pos es nues­tra aspi­ra­ción más profunda.

Mien­tras tan­to debe­mos seguir luchan­do por unas ade­cua­das con­di­cio­nes de vida para toda la pobla­ción ana­li­zan­do los prin­ci­pa­les con­di­cio­nan­tes de la salud que des­ta­ca­mos a continuación:

Hemos comen­za­do con el dere­cho a una ali­men­ta­ción salu­da­ble que pasa por recla­mar algo tan ele­men­tal como que los pue­blos alcan­cen una autén­ti­ca sobe­ra­nía ali­men­ta­ria10. Fren­te al dere­cho mer­can­til de los ali­men­tos para los bene­fi­cios de gran­des pro­pie­ta­rios, hay que pro­cla­mar la nece­si­dad de una ali­men­ta­ción de cali­dad, libre de trans­gé­ni­cos, pes­ti­ci­das y mono­cul­ti­vos, para todas las per­so­nas y para todos los pue­blos. Las muer­tes por des­nu­tri­ción agu­da, por ham­bre y las enfer­me­da­des pro­du­ci­das por la des­nu­tri­ción cró­ni­ca de los paí­ses más pobres se acom­pa­ñan de muer­tes por enfer­me­da­des del sis­te­ma cir­cu­la­to­rio en los paí­ses más enri­que­ci­dos por exce­sos ali­men­ta­rios pero de baja calidad.

El sin­sen­ti­do de un sis­te­ma domi­na­do por las trans­na­cio­na­les del sec­tor ali­men­ta­rio a nivel mun­dial, don­de los ali­men­tos más bási­cos para la ali­men­ta­ción huma­na coti­zan en bol­sa y muchos de ellos son uti­li­za­dos como bio­com­bus­ti­bles o para ali­men­ta­ción ani­mal terres­tre. Mien­tras, el con­su­mo de car­ne cre­ce de for­ma impa­ra­ble pese a que una ali­men­ta­ción nutri­ti­va y equi­li­bra­da debe con­te­ner una peque­ña pro­por­ción de pro­teí­nas ani­ma­les. La esquil­ma­ción pes­que­ra, el oli­go­po­lio de las semi­llas y agro­tó­xi­cos con el agra­van­te del uso de trans­gé­ni­cos cie­rran el círcu­lo de un sis­te­ma capi­ta­lis­ta irra­cio­nal que solo mira sus ganan­cias mone­ta­rias a cos­ta del empo­bre­ci­mien­to y de las muer­tes de una cada vez mayor par­te de la pobla­ción mun­dial. La lucha por la sobe­ra­nía ali­men­ta­ria es la lucha de la gen­te del mar, de la cla­se cam­pe­si­na, jor­na­le­ra y gana­de­ra del mun­do con­tra las gran­des cor­po­ra­cio­nes trans­na­cio­na­les del sec­tor, y de otros sec­to­res como la mine­ría, que solo se podrá lograr total­men­te cuan­do el capi­ta­lis­mo, en esta fase deca­den­te impe­ria­lis­ta, sea eli­mi­na­do11.

Ínti­ma­men­te rela­cio­na­do con el tema ali­men­ta­rio hemos dedi­ca­do otro apar­ta­do a la nece­si­dad de un medio ambien­te cui­da­do para toda la huma­ni­dad. Es cono­ci­do que los paí­ses capi­ta­lis­tas más enri­que­ci­dos no solo explo­tan labo­ral­men­te a su pro­pia cla­se tra­ba­ja­do­ra y a la de los paí­ses que ha empo­bre­ci­do, sino tam­bién esquil­man la natu­ra­le­za. Des­de Marx, los aná­li­sis mar­xis­tas más dia­léc­ti­cos, menos dog­má­ti­cos, son los que his­tó­ri­ca­men­te han com­pren­di­do la ínti­ma cone­xión entre la frac­tu­ra meta­bó­li­ca del tra­ba­jo y de la natu­ra­le­za. Lo que impli­ca la nece­si­dad de unir la lucha por la libe­ra­ción de la explo­ta­ción labo­ral y de la natu­ra­le­za. Y en este sen­ti­do el eco­lo­gis­mo en abs­trac­to tam­po­co nos sir­ve, debe­mos ana­li­zar el con­jun­to del pro­ble­ma para inter­ve­nir en todos los aspec­tos en una socie­dad don­de se supere la explo­ta­ción labo­ral de la pro­pie­dad pri­va­da, con la explo­ta­ción de la natu­ra­le­za. Por­que esta últi­ma es con­sus­tan­cial con la exis­ten­cia del gran capital.

Fue Marx, el que, entre otras muchas apor­ta­cio­nes a este tema, avi­só del empo­bre­ci­mien­to de la natu­ra­le­za y su rela­ción con la salud y la vida de los pue­blos, ana­li­zan­do uno de las pri­me­ros mono­cul­ti­vos, el del tri­go, que pro­vo­có el colo­nia­lis­mo inglés sobre la Irlan­da ane­xio­na­da, para la expor­ta­ción a su bur­gue­sía; y la pata­ta, como ali­men­to de sub­sis­ten­cia a la pobla­ción local. La pla­ga que azo­tó a este últi­mo cul­ti­vo, a media­dos del siglo XIX, pro­vo­có terri­bles ham­bru­nas para la pobla­ción irlan­de­sa y su emi­gra­ción masi­va. F. Engels, por su par­te, anti­ci­pó los pro­ble­mas ambien­ta­les de la recien­te revo­lu­ción indus­trial en las ciu­da­des ingle­sas y las múl­ti­ples enfer­me­da­des que pro­vo­ca­ban en el nacien­te pro­le­ta­ria­do de la épo­ca. Pro­le­ta­ria­do que pro­ve­nía de la cla­se cam­pe­si­na que fue expul­sa­da de sus tie­rras y sus medios de sub­sis­ten­cia debi­do, entre otros, a los cer­ca­mien­tos de las tie­rras comu­na­les. Tie­rras que fue­ron pues­ta a la ven­ta y acre­cen­tó el lati­fun­dis­mo, gran­des exten­sio­nes de terreno en manos de pocos pro­pie­ta­rios y poten­ció las indus­trias manu­fac­tu­re­ras, que que­da­ron en pro­pie­dad de la bur­gue­sía inglesa.

Los pro­ble­mas medioam­bien­ta­les actua­les se han acre­cen­ta­do. La con­ta­mi­na­ción y acci­den­tes en sue­los y ríos de la mine­ría, que sigue fomen­tán­do­se en Anda­lu­cía y otros luga­res del mun­do, nos ha hecho recor­dar los deta­lles del desas­tre de la mina de Aznal­co­llar y sus cau­sas. De como se quie­re reabrir esta y otras peli­gro­sas minas en aras de unos pues­tos de tra­ba­jo que no se prio­ri­zan en eco­no­mías socia­les y lim­pias. Tam­po­co se habla de los pro­ble­mas de salud que pro­vo­ca la con­ta­mi­na­ción que pade­ce­mos: el cán­cer, las enfer­me­da­des res­pi­ra­to­rias y las enfer­me­da­des car­dio­vas­cu­la­res. Que exis­tien­do solu­cio­nes téc­ni­cas, se con­ti­núa con más de lo mis­mo, favo­re­cer a las indus­trias con­ta­mi­nan­tes: las petro­quí­mi­cas, la mine­ría, la peli­gro­sa ener­gía nuclear, el frac­king o el alma­ce­na­mien­to de gas12. Indus­trias todas que pue­den sus­ti­tuir­se por ener­gías reno­va­bles, agri­cul­tu­ra y gana­de­ría eco­ló­gi­ca que apro­ve­che los ciclos de la eco­no­mía local y los eco­sis­te­mas y de la vida en gene­ral. Por­que estas solu­cio­nes téc­ni­cas cho­can, son incom­pa­ti­bles, con los intere­ses de las gran­des empre­sas capitalistas.

El cam­bio cli­má­ti­co supo­ne la sín­te­sis de mayor gra­ve­dad de los pro­ble­mas de con­ta­mi­na­ción ambien­tal en el mun­do. Igual­men­te, se saben las cau­sas, pero no se ponen las solu­cio­nes, por­que entran en con­tra­dic­ción fron­tal con la esen­cia de su sis­te­ma, sin tasas de ganan­cias el sis­te­ma capi­ta­lis­ta no podría seguir man­te­nién­do­se. El tema es tan suma­men­te impor­tan­te que es reco­no­ci­do en foros inter­na­cio­na­les que pro­po­nen la reduc­ción urgen­te de CO2, uno de los res­pon­sa­bles prin­ci­pa­les del calen­ta­mien­to del pla­ne­ta. La ava­ri­cia mer­can­ti­lis­ta lle­ga has­ta tal extre­mo que las emi­sio­nes de CO2 ha sido obje­to de com­pra-ven­ta. Si mi país sobre­pa­sa la cuo­ta de emi­sión pago a otro país que emi­te menos y segui­mos con esas empre­sas con­ta­mi­nan­tes. Las gran­des explo­ta­cio­nes agro­pe­cua­rias y las indus­trias del sec­tor ener­gé­ti­co ya comen­ta­das, son las prin­ci­pa­les cau­san­tes del cam­bio cli­má­ti­co por la inten­si­dad de las emi­sio­nes de gases de efec­to inver­na­de­ro, prin­ci­pal­men­te el metano en el pri­mer caso y el CO2 en el segundo.

Las polí­ti­cas salu­da­bles que miren más allá del cor­to pla­zo, que abo­guen por la salud de las gene­ra­cio­nes veni­de­ras no tie­nen cabi­da en unos intere­ses que solo les impor­ta las ganan­cias eco­nó­mi­cas rápi­das y fáci­les. Son los intere­ses de la pro­pie­dad pri­va­da, de las empre­sas trans­na­cio­na­les que con­ti­nua­men­te nos demues­tran que su prio­ri­dad son los bene­fi­cios mone­ta­rios y no la vida y segu­ri­dad de las per­so­nas. Ter­mi­na­mos este apar­ta­do recal­can­do que hay alter­na­ti­vas. Que se pue­de tra­ba­jar y poten­ciar ener­gías reno­va­bles e inves­ti­gar en cien­cia o tec­no­lo­gía al ser­vi­cio de todas las per­so­nas, que es una prio­ri­dad para nues­tro pla­ne­ta y el futu­ro de las pobla­cio­nes. Una eco­no­mía pla­ni­fi­ca­da des­de aba­jo que tien­da al míni­mo con­su­mo y des­pil­fa­rro y al máxi­mo reci­cla­je; una eco­no­mía basa­da en el dere­cho socia­lis­ta de dis­tri­buir a toda la pobla­ción los recur­sos natu­ra­les de for­ma res­pe­tuo­sa con nues­tro medio ambiente.

En el siguien­te apar­ta­do, se plan­tean algu­nos deta­lles y con­tra­dic­cio­nes en rela­ción con los ser­vi­cios sani­ta­rios y socia­les. De como pese a tener deter­mi­na­dos ser­vi­cios públi­cos, como sani­dad o edu­ca­ción, al estar inser­tos en un sis­te­ma polí­ti­co pri­va­do como el nues­tro, están con­ti­nua­men­te sufrien­do pri­va­ti­za­cio­nes en mayor o menor inten­si­dad. La nece­si­dad de apo­yar y defen­der los ser­vi­cios públi­cos y recla­mar los que aún no son públi­cos, como la vivien­da, el cui­da­do de las per­so­nas depen­dien­tes, el agua o la ener­gía. Con­quis­tar estas nece­si­da­des bási­cas es acer­car­nos a un sis­te­ma que en su con­jun­to pri­me unas con­di­cio­nes de vida fun­da­men­ta­les para la salud y la segu­ri­dad de la gen­te fren­te al bene­fi­cio, pri­va­do, de unos pocos. Sien­do cons­cien­tes que lle­gar a alcan­zar estos ser­vi­cios requie­re eli­mi­nar la pro­pie­dad pri­va­da, esto es, la pro­pie­dad de las gran­des empre­sas de la ali­men­ta­ción, del ladri­llo o del sec­tor energético.

Los sis­te­mas sani­ta­rios en el Esta­do espa­ñol y en Anda­lu­cía, pese al logro, las con­quis­tas, de sus mejo­ras pre­ci­sa­men­te por su carác­ter públi­co, uni­ver­sal y equi­ta­ti­vo, han esta­do con­ti­nua­men­te sal­pi­ca­dos de mor­di­das pri­va­ti­za­do­ras. Una que resul­ta más invi­si­ble pero igual­men­te dañi­na es la pri­va­ti­za­ción de la ges­tión: el ser­vi­cio sani­ta­rio es de titu­la­ri­dad públi­ca y paga­do por todas (de for­ma no sufi­cien­te­men­te pro­gre­si­va), pero la ges­tión, si es pri­va­da, supo­ne qui­tar una par­te del dine­ro públi­co para dár­se­la a la empre­sa con­ce­sio­na­ria, lo que mer­ma en la cali­dad del ser­vi­cio y aumen­ta la pre­ca­rie­dad de sus tra­ba­ja­do­res. Empre­sas pri­va­das que, ade­más, han obte­ni­do la con­ce­sión envuel­ta en muchos oca­sio­nes por la corrup­ción y las famo­sas puer­tas gira­to­rias entre polí­ti­cos y empre­sa­rios. La Comu­ni­dad de Madrid, Cas­ti­lla-La Man­cha, o en Ali­can­te y Valen­cia, los casos han sido amplia­men­te cono­ci­dos y denun­cia­dos. Lla­ma­ti­vo ha sido tam­bién el escán­da­lo de hos­pi­ta­les públi­cos bri­tá­ni­cos ges­tio­na­dos por empre­sas pri­va­das, don­de la des­aten­ción a las per­so­nas ingre­sa­das ha lle­ga­do a pro­du­cir has­ta 20.000 muer­tes de pacien­tes de edad en cator­ce hos­pi­ta­les. Hos­pi­ta­les públi­cos que comen­zó a pri­va­ti­zar su ges­tión el gobierno de Mar­ga­ret That­cher y que ha con­ti­nua­do has­ta la actualidad.

Habla­mos de la lucha uná­ni­me y tenaz, espe­cial­men­te del pue­blo de Madrid, que ha impe­di­do muchos de los inten­tos pri­va­ti­za­do­res del gobierno del PP. Tam­bién del Real Decre­to ley, apro­ba­do por vía de urgen­cia en abril de 2012, por el gobierno de Mariano Rajoy, que ha supues­to para muchas una ver­da­de­ra con­tra­rre­for­ma sani­ta­ria. Dos ele­men­tos muy impor­tan­tes se tocan en este Real Decre­to ley: En pri­mer lugar la uni­ver­sa­li­dad, la aten­ción sani­ta­ria, excep­to las urgen­cias, mater­ni­dad y cui­da­dos a meno­res, no será para todas las per­so­nas. Deja fue­ra a la pobla­ción migran­te que no ten­ga su situa­ción admi­nis­tra­ti­va regu­la­ri­za­da y a la pobla­ción autóc­to­na que no esté ins­cri­ta en el paro, éstas últi­mas debe­rán antes demos­trar que son pobres para ser con­si­de­ra­dos asegurados.

La uni­ver­sa­li­dad, jun­to a la equi­dad –dar más a los que menos tie­nen – , son, o debe­rían ser, las seña­les de iden­ti­dad de un Sis­te­ma Nacio­nal de Salud, por­que supo­nen la base fun­da­men­tal para una ade­cua­da pres­ta­ción sani­ta­ria y pro­mo­ción de la salud para toda la pobla­ción. No es casua­li­dad que el pri­mer Sis­te­ma Nacio­nal de Salud se crea­ra en la URSS, tras la revo­lu­ción bol­che­vi­que. Henry Sige­rist, pres­ti­gio­so his­to­ria­dor de la medi­ci­na de la épo­ca estu­vo tres vera­nos cono­cien­do las apor­ta­cio­nes de la revo­lu­ción sovié­ti­ca en la medi­ci­na mun­dial y fue el que apo­yó con fuer­za la cons­ti­tu­ción del pri­mer Sis­te­ma Nacio­nal de Salud en un país capi­ta­lis­ta como fue Gran Bre­ta­ña. Sis­te­ma sani­ta­rio que pos­te­rior­men­te fue imi­ta­do por otros paí­ses capi­ta­lis­tas y socia­lis­tas. Des­ta­ca el pres­ti­gio del Sis­te­ma sani­ta­rio y edu­ca­ti­vo, y sus avan­ces cien­tí­fi­cos, de Cuba, que pese a ser un peque­ño país sin gran­des rique­zas y some­ti­do a un blo­queo injus­to y cruel, son de una cali­dad inter­na­cio­nal­men­te reconocida.

Pero como decía­mos los sis­te­mas sani­ta­rios públi­cos sus­ten­ta­dos en sis­te­mas pri­va­dos, de pro­pie­dad pri­va­da, tie­ne muchos pro­ble­mas. Uno de ellos que hemos expli­ca­do en el tex­to es el de los medi­ca­men­tos y sus paten­tes. El pro­ble­ma de los desor­bi­ta­dos pre­cios de los medi­ca­men­tos que está supo­nien­do deman­das de dimen­sio­nes escan­da­lo­sas por sus impli­ca­cio­nes para la vida de muchas per­so­nas, como ocu­rre con los anti­rre­tro­vi­ra­les fren­te al Sida o los medi­ca­men­tos con­tra la hepa­ti­tis C. Por­que todo el entra­ma­do pri­va­do del sec­tor sani­ta­rio, de los medi­ca­men­tos, las tec­no­lo­gías sani­ta­rias y otros pro­duc­tos sani­ta­rios, supo­ne unos cos­tes insos­te­ni­bles para el man­te­ni­mien­to del sis­te­ma públi­co. Pese a que la con­tri­bu­ción de los fon­dos públi­cos para la inves­ti­ga­ción e inno­va­ción en este como en otros sec­to­res sigue sien­do muchí­si­mo más alta que la apor­ta­ción de los fon­dos pri­va­dos. Bajo este tipo de socie­dad que tene­mos, la cri­sis será con­ti­nua y cada vez más pro­fun­da don­de se recor­tan los apo­yos socia­les de la pobla­ción más des­fa­vo­re­ci­da, siguien­do con la bur­da y bár­ba­ra teo­ría mal­thu­sia­na, que pro­po­nía dejar morir de ham­bre a esa pobla­ción exce­den­te. O que huyan de sus paí­ses empo­bre­ci­dos y mue­ran en el mar. La teo­ría de Mal­thus con­ti­nua en la actua­li­dad pero de for­ma hipó­cri­ta, él decía que los pobres eran ele­men­tos super­fluos de la socie­dad que no debían ser pro­te­gi­dos. Aho­ra no se dice, o se dice lo con­tra­rio, pero se sigue prac­ti­can­do la tesis reac­cio­na­ria del clé­ri­go inglés.

En rela­ción con las con­di­cio­nes labo­ra­les y salud, hemos tra­ta­do de ir más allá de los pro­ble­mas de salud que pro­vo­can el des­em­pleo y las con­di­cio­nes de explo­ta­ción, pre­ca­rie­dad e inse­gu­ri­dad labo­ral, amplia­men­te reco­no­ci­do por la comu­ni­dad cien­tí­fi­ca. Al modo de pro­duc­ción capi­ta­lis­ta le intere­sa, nece­si­ta, un exce­den­te de pobla­ción sin empleo para que, como decía Marx, el empre­sa­rio pue­da dis­po­ner de fuer­zas pro­duc­ti­vas en varia­das y pre­ca­rias for­mas. El hecho es que tan­to el des­em­pleo como la pre­ca­ri­za­ción labo­ral o la nece­si­dad de emi­grar para encon­trar tra­ba­jo remu­ne­ra­do, no diga­mos del tra­ba­jo de cui­da­dos femi­ni­za­do y no remu­ne­ra­do, son pro­fun­da­men­te dañi­nos para la salud de las per­so­nas. El endu­re­ci­mien­to de las leyes labo­ra­les, el recor­te de sala­rios ante bajas labo­ra­les, el alar­ga­mien­to de la edad de jubi­la­ción, entre otras, están pro­vo­can­do una gra­ve pér­di­da de salud y un aumen­to de las enfer­me­da­des pro­fe­sio­na­les y acci­den­tes de trabajo.

La labor de un sin­di­ca­to com­ba­ti­vo que defien­da real­men­te a la cla­se tra­ba­ja­do­ra y evi­te las pér­di­das de vidas y de pues­tos de tra­ba­jo, es esen­cial, mejo­rar las con­di­cio­nes labo­ra­les es un paso más en el obje­ti­vo de con­se­guir un tra­ba­jo libre y crea­ti­vo. Esa fue, y sigue sien­do cons­cien­te e incons­cien­te­men­te, la ten­den­cia natu­ral huma­na, por­que tuvo un papel fun­da­men­tal en la femo-homi­ni­za­ción. En una socie­dad don­de los dere­chos y la cul­tu­ra sea colec­ti­va, uni­ver­sal, que se acom­pa­ñe del apo­yo mutuo don­de se alcan­cen los deseos mate­ria­les y emo­cio­na­les, sub­je­ti­vos, esta­rá apo­yan­do y será apo­ya­da por ese tra­ba­jo rico y crea­ti­vo, libi­di­no­so en pala­bras de Freud.

Hemos deja­do para casi el final del tex­to la situa­ción de opre­sión patriar­cal que sufren las muje­res, la rela­ción con su salud y la nece­si­dad de nues­tra libe­ra­ción. Y es que la bata­lla con­tra el terror patriar­cal es impres­cin­di­ble para alcan­zar la eman­ci­pa­ción huma­na. La opre­sión con­tra las muje­res ha sido la más dura­de­ra y la más exten­di­da y por ello hemos ana­li­za­do la obra fun­da­men­tal de Ger­da Ler­ner, La crea­ción del patriar­ca­do, que da mucha luz y cono­ci­mien­tos sobre sus orí­ge­nes. Igual­men­te nos hemos dete­ni­do en el rigu­ro­so tex­to de Sil­via Fede­ri­ci, El Cali­bán y la bru­ja, don­de ana­li­za el recru­de­ci­mien­to de la repre­sión patriar­cal en los orí­ge­nes del capitalismo.

Estu­diar el pro­ce­so his­tó­ri­co es ana­li­zar las cau­sas de esta domi­na­ción y los sufri­mien­tos de las muje­res, pero tam­bién sus luchas y resis­ten­cias. En el ámbi­to occi­den­tal los movi­mien­tos femi­nis­tas más radi­ca­les logran avan­ces que tuvie­ron su máxi­ma expre­sión en la revo­lu­ción bol­che­vi­que de 1917. Hablar de la opre­sión de la mujer es hablar de la opre­sión sobre su cuer­po, sobre su vida y sus deci­sio­nes. Y es hablar de una sexua­li­dad libre y crea­ti­va que nue­va­men­te las muje­res han aban­de­ra­do y deben seguir aban­de­ran­do. Ínti­ma­men­te uni­do a la sexua­li­dad es impres­cin­di­ble luchar por una vida afec­ti­va ple­na y gra­ti­fi­can­te que mejo­re la salud físi­ca y psí­qui­ca a nivel indi­vi­dual pero sobre todo social. La lucha por la libe­ra­ción de las muje­res empie­za por noso­tras, en todos los ámbi­tos, labo­ra­les, fami­lia­res y psi­co­ló­gi­cos por­que el sis­te­ma capi­ta­lis­ta patriar­cal sigue pro­mo­vien­do una ideo­lo­gía que per­pe­túa los roles y los este­reo­ti­pos feme­ni­nos rela­cio­na­dos con la sumi­sión, emo­ti­vi­dad, pasi­vi­dad e infe­rio­ri­dad en las tareas socia­les de cui­da­dos, que siguen sien­do pre­do­mi­nan­te­men­te femeninos.

Es por ello que tam­bién ana­li­za­mos bre­ve­men­te, en el pri­me­ro de los libros cita­dos en el títu­lo, el apa­sio­nan­te tex­to El papel de la mujer en la evo­lu­ción huma­na de Caro­li­na Mar­tí­nez Puli­do, des­mon­tan­do el mito del hom­bre caza­dor y des­ta­can­do las con­tri­bu­cio­nes ines­ti­ma­bles de inves­ti­ga­do­ras que des­de diver­sas dis­ci­pli­nas mues­tran todo lo con­tra­rio, la impor­tan­cia que tuvo la mujer en la ali­men­ta­ción vege­tal y de peque­ños ani­ma­les, el carro­ñeo y la nece­si­dad de una lar­ga crian­za para el desa­rro­llo del cere­bro, por lo que tuvie­ron que ser deci­si­vas en la ali­men­ta­ción, mejo­ra de la comu­ni­ca­ción oral y en la crea­ción de uten­si­lios para el trans­por­te de los peque­ños. Igual­men­te se des­mon­ta otro mito, el de la mono­an­dria fren­te a la polian­dria, con prue­bas con­tun­den­tes sobre una mujer reco­lec­to­ra y acti­va en la elec­ción de su pare­ja o pare­jas y la fle­xi­bi­li­dad de los roles sexuales.

Se insis­te que son las muje­res las que con mayor valen­tía y ahín­co luchan con­tra el machis­mo en todos los aspec­tos de sus vidas. Y de la impor­tan­cia de la peda­go­gía teó­ri­ca y prác­ti­ca para trans­for­mar­nos, que son las muje­res las que dan el pri­mer paso en los momen­tos más duros y deci­si­vos. Como es la cla­se tra­ba­ja­do­ra, tam­bién en momen­tos his­tó­ri­cos muy deter­mi­nan­tes, la que debe luchar con­tra la opre­sión empre­sa­rial. La his­to­ria y los hechos así lo mues­tran: son las muje­res, al igual que las cla­ses popu­la­res, las que toman la ini­cia­ti­va y actúan con valor y arro­jo en las rei­vin­di­ca­cio­nes per­so­na­les y polí­ti­cas. Des­de sepa­rar­se de su pare­ja a enca­be­zar huel­gas y luchas de libe­ra­ción nacio­nal, pese a que ese pro­ta­go­nis­mo sigue sien­do invisible.

Pero la opre­sión sobre la mujer tie­ne su coro­la­rio en la vio­len­cia machis­ta, des­de la más sutil y psi­co­ló­gi­ca has­ta la más bru­tal que mata a la mujer. Y como en ese espec­tro de agre­sio­nes machis­tas, debe­mos des­me­nu­zar cau­sas e inter­ven­cio­nes. La vio­len­cia con­tra la mujer es un con­ti­nuo don­de es difí­cil poner fron­te­ras tan­to per­so­na­les, socia­les o polí­ti­cas. Con­di­cio­nan­tes que actúan, a dife­ren­tes nive­les rela­cio­na­dos, sobre la pér­di­da de su salud. Des­de el sufri­mien­to incom­pren­di­do has­ta la cruel­dad de la pér­di­da de su vida o la de sus hijos o hijas. Son moti­vos más que sufi­cien­tes para que las muje­res siga­mos enca­be­zan­do la lucha de nues­tra pro­pia libe­ra­ción; solas, o acom­pa­ña­das, en gru­pos más o menos orga­ni­za­dos, pero que anti­ci­pen su libe­ra­ción en esa nue­va socie­dad que está por llegar.

Ter­mi­na­mos ambos libros con el tema de la repre­sión por­que repre­sen­ta la sín­te­sis, la cara más visi­ble de la ausen­cia real de ver­da­de­ros dere­chos huma­nos. El pro­ble­ma de la repre­sión es que se inten­ta vol­ver del revés. El impe­ria­lis­mo, sus ser­vi­cios secre­tos, y los gran­des medios de comu­ni­ca­ción a su ser­vi­cio, pla­ni­fi­can cam­pa­ñas de into­xi­ca­ción y mani­pu­la­ción mediá­ti­ca para liqui­dar gobier­nos, y paí­ses, impor­tán­do­les bien poco la des­es­truc­tu­ra­ción social y las muer­tes que pro­vo­can. A los ejem­plos del pasa­do: Viet­nam, Indo­chi­na, Cen­troa­mé­ri­ca se aña­den otros más recien­tes como Afga­nis­tán, Irak o Libia. Inva­sio­nes direc­tas o sola­pa­das, gue­rras cubier­tas o encu­bier­tas, apo­yo a gol­pes de esta­dos. Tene­mos recien­te el caso de Ucra­nia con el nue­vo gobierno neo­na­zi que está tenien­do una resis­ten­cia tenaz en el este del país. Lo que en muchos medios de comu­ni­ca­ción occi­den­ta­les lla­man de for­ma pre­ten­di­da­men­te peyo­ra­ti­va pro-rusos. Y el mons­truo des­ata­do en el pró­xi­mo orien­te, espe­cial­men­te en Siria, que está pro­vo­can­do una gue­rra cruel ante la resis­ten­cia de con­ver­tir­se en otro saté­li­te de Ara­bia Sau­dí, Qatar e Israel que tam­bién actúa en la som­bra, ami­gos todos de las poten­cias occi­den­ta­les que quie­ren par­te del pas­tel de sus enor­mes recur­sos natu­ra­les, sin olvi­dar­nos del nego­cio en sí de la gue­rra, y el con­trol sobre esa zona geo­es­tra­té­gi­ca13.

El bom­bar­deo mediá­ti­co es impre­sio­nan­te y se acom­pa­ña, como sue­le ser habi­tual, de fal­ta de rigor y pro­fun­di­dad en los aná­li­sis de las noti­cias con una fina­li­dad muy cla­ra y cons­cien­te, que las per­so­nas no sepan toda la ver­dad que les rodea. Fina­li­dad que, por suer­te, no siem­pre lo con­si­guen. El pre­ten­di­do secre­tis­mo de la alta polí­ti­ca de los Tra­ta­dos de Libre Comer­cio como el Acuer­do Tras­atlán­ti­co para el Comer­cio y la Inver­sión (TTIP) nego­cia­do entre Esta­dos Uni­dos y el euro­im­pe­ria­lis­mo que no solo des­trui­rá con­quis­tas socia­les bási­cas como las ya comen­ta­das en salud, tra­ba­jo, pro­tec­ción medioam­bien­tal o la infor­ma­ción, sino que amplia­rá los sis­te­mas de con­trol, vigi­lan­cia y repre­sión de las Esta­dos de la Unión Euro­pea bajo los intere­ses de Esta­dos Uni­dos. Y tam­bién se ha des­ta­pa­do el TISA, Acuer­do Glo­bal para la Libe­ra­ción de los Ser­vi­cios, un acuer­do toda­vía más anti­de­mo­crá­ti­co de inter­cam­bio de ser­vi­cios entre medio cen­te­nar de paí­ses, inclui­do el Esta­do espa­ñol y en el mayor de los secre­tis­mos, con­di­cio­nan­do el 68,2% del comer­cio mun­dial de ser­vi­cios. Que cubren todos los cam­pos, des­de tele­co­mu­ni­ca­cio­nes y comer­cio elec­tró­ni­co has­ta ser­vi­cios finan­cie­ros, segu­ros y trans­por­tes. Ni que decir tie­ne que a los blin­da­jes de las gran­des trans­na­cio­na­les sus obje­ti­vos son de con­trol polí­ti­co, ideo­ló­gi­co y represivo.

Y es que la repre­sión pue­de apli­car­se de muchas for­mas, tam­bién la repre­sión que sufre la pobla­ción por sus pro­pios Esta­dos. Las muer­tes de pobla­ción pobre negra por la poli­cía de Esta­dos Uni­dos han podi­do cons­ta­tar­se gra­cias a los vídeos case­ros. El uso de con­cer­ti­nas para la pobla­ción migran­te en Meli­lla. Las porras y pelo­tas de gomas, las pali­zas y tor­tu­ras. La repre­sión eco­nó­mi­ca, las deten­cio­nes y mul­tas por movi­li­za­cio­nes a mili­tan­tes de orga­ni­za­cio­nes que defien­den a los más nece­si­ta­dos. Y, cuan­do es nece­sa­rio, el uso de la vio­len­cia pura y dura. En el Esta­do espa­ñol no es casua­li­dad que el gobierno del PP haya apro­ba­do el pro­yec­to de ley orgá­ni­ca para la Pro­tec­ción de la Segu­ri­dad Ciu­da­da­na, la lla­ma­da por muchos ley mor­da­za. Y el obje­ti­vo es cla­ro impe­dir a toda cos­ta las movi­li­za­cio­nes y las luchas de per­so­nas y colec­ti­vos más o menos orga­ni­za­dos para mejo­rar sus con­di­cio­nes de vida, que es mejo­rar su salud en su acep­ción más glo­bal y pro­fun­da de la palabra.

Las medi­das repre­si­vas per­si­guen el mie­do, inclu­so antes de lle­var­las a cabo, y la sumi­sión y la pasi­vi­dad. A los que nos debe­mos enfren­tar en todos los aspec­tos de la vida, por­que no solo es polí­ti­ca sino tam­bién es muy per­so­nal. Ven­cer el mie­do nos da sobe­ra­nía, pri­me­ro en lo per­so­nal, nos hace libres y cohe­ren­tes con lo que pen­sa­mos y sen­ti­mos, y tam­bién polí­ti­ca que incor­po­ra otras impres­cin­di­bles sobe­ra­nías. Ser muje­res y hom­bres libres que deci­den y viven sus vidas con cohe­ren­cia y dig­ni­dad, aun­que ello supon­ga sacri­fi­cios y algu­nas penu­rias. Pero com­pen­sa, poder vivir una vida ver­da­de­ra y libre. Aun­que sea­mos pocos, ya ire­mos cre­cien­do más y más. Mien­tras luche­mos y siga­mos inten­tan­do cons­truir los cimien­tos de una vida colec­ti­va nue­va y mejor. Acor­de a los tiem­pos que vivi­mos, que sea defi­ni­da y per­fi­la­da por las pro­pias per­so­nas y colec­ti­vos socia­les, por y para el pue­blo, que es el ver­da­de­ro pro­ta­go­nis­ta de su historia.

Con­cep­ción Cruz Rojo, mili­tan­te del Sin­di­ca­to Anda­luz de Trabajadoras/​es. Sec­ción: Uni­ver­si­dad de Sevilla

Anda­lu­cía, Cádiz, 22 de mayo de 2016

  1. Petras J.: 50 años de gue­rras impe­ria­les: resul­ta­dos y pers­pec­ti­vas, 22 de enero de 2016 (http://​www​.rebe​lion​.org/​n​o​t​i​c​i​a​.​p​h​p​?​i​d​=​1​9​6​229).

  2. Borón, A.: ¿Estan­ca­mien­to, retro­ce­so, invo­lu­ción?, 3 de mar­zo de 2016 (http://​www​.rebe​lion​.org/​n​o​t​i​c​i​a​.​p​h​p​?​i​d​=​2​0​9​555).

  3. Cruz C.: Acci­den­te ferro­via­rio ¿se seña­lan todas las cau­sas, 1 de agos­to de 2013 (https://www.boltxe.eus/2013/08/01/accidente-ferroviario-%C2%Bfse-senalan-todas-las-causas-concepcion-cruz-rojo/).

  4. Las célu­las de los dife­ren­tes teji­dos son reno­va­das y repa­ra­das a tra­vés de la célu­las madre pro­pias de cada teji­do, las célu­las madre adul­ta está pro­gra­ma­da para dicha repli­ca­ción duran­te toda la vida. Rege­ne­ran célu­las para hacer la fun­ción pro­pia del teji­do corres­pon­dien­te y para su auto­re­ge­ne­ra­ción. De las dos célu­las hijas una man­tie­ne su iden­ti­dad de célu­la madre y la otra se especializa.

  5. Si un gen supre­sor se redu­ce al tener dos copias de cro­mo­so­mas, la otra copia nor­mal­men­te sigue rea­li­zan­do su labor. Nues­tro orga­nis­mo tie­ne múl­ti­ples barre­ras, inclui­das la doble héli­ce del ADN (o copias igua­les de los cro­mo­so­mas), para que cual­quier muta­ción en los genes de la célu­la no ter­mi­ne hacién­do­la can­ce­rí­ge­na. Otra barre­ra al cán­cer es el sui­ci­dio de la célu­la, la apop­to­sis, cuan­do la muta­ción se per­pe­tua. Y la apop­to­sis se pro­du­ce por­que nues­tro orga­nis­mo tie­ne un sis­te­ma que equi­li­bra la divi­sión celu­lar con su muer­te y nos que­de­mos con el máxi­mo de célu­las nece­sa­rias para fun­cio­nar. Esa capa­ci­dad de rege­ne­ra­ción celu­lar pro­duc­to de la divi­sión y muer­te de las célu­las tie­ne tam­bién su reloj bio­ló­gi­co que se mues­tra en la lon­gi­tud de los teló­me­ros, extre­mos de los cro­mo­so­mas que des­cu­brió la cien­tí­fi­ca Bar­ba­ra McClin­tock, lon­gi­tud que se van acor­tan­do con el tiem­po y la mayor o menor nece­si­dad de repli­ca­ción celular.

  6. Los onco­ge­nes son genes anor­ma­les, muta­dos, que en el caso de infec­ción por virus se pue­den pro­du­cir y acti­van a los pro­to­on­co­ge­nes (genes que pro­mue­ven la divi­sión celu­lar) en la célu­la huma­na afec­ta­da por el virus. A los onco­ge­nes pro­du­ci­dos por virus se les lla­ma oncovirus.

  7. Las par­tí­cu­las del humo del taba­co ade­más de infil­trar­se en los pul­mo­nes, se pue­den dis­tri­buir por todas las célu­las del cuer­po y unir­se al ADN, alterándolo.

  8. Una lon­gi­tud crí­ti­ca pue­de sig­ni­fi­car una para­da con­ti­nua del ciclo celu­lar, enve­je­ci­mien­to, senes­cen­cia, que jun­to con la apop­to­sis for­man una de las barre­ras anti­tu­mo­ra­les de nues­tras células.

  9. Nues­tros cro­mo­so­mas se ven a menu­do ame­na­za­dos por influen­cias exter­nas o inter­nas, no solo las agre­sio­nes exter­nas sino tam­bién la pro­pia repli­ca­ción de las célu­las madre dan lugar a alte­ra­cio­nes gené­ti­cas que des­en­ca­de­nan el cáncer.

  10. Vía cam­pe­si­na y otros movi­mien­tos en la decla­ra­ción final del foro mun­dial sobre sobe­ra­nía ali­men­ta­ria cele­bra­do en La Haba­na en 2001 expre­san que: La sobe­ra­nía ali­men­ta­ria es el dere­cho de cada pue­blo a defi­nir sus pro­pias polí­ti­cas agro­pe­cua­rias y en mate­ria de ali­men­ta­ción, a pro­te­ger y regla­men­tar la pro­duc­ción agro­pe­cua­ria nacio­nal y el mer­ca­do domés­ti­co a fin de alcan­zar metas de desa­rro­llo sus­ten­ta­ble, a deci­dir en qué medi­da quie­ren ser auto-sufi­cien­tes, a impe­dir que sus mer­ca­dos se vean inun­da­dos por pro­duc­tos exce­den­ta­rios de otros paí­ses que los vuel­can al mer­ca­do inter­na­cio­nal median­te la prác­ti­ca del dum­ping… La sobe­ra­nía ali­men­ta­ria no nie­ga el comer­cio inter­na­cio­nal, más bien defien­de la opción de for­mu­lar aque­llas polí­ti­cas y prác­ti­cas comer­cia­les que mejor sir­van a los dere­chos de la pobla­ción a dis­po­ner de méto­dos y pro­duc­tos ali­men­ta­rios ino­cuos, nutri­ti­vos y eco­ló­gi­ca­men­te sus­ten­ta­bles. Cruz C.: La sobe­ra­nía ali­men­ta­ria: base para un poder real de los pue­blos, 9 de sep­tiem­bre de 2014 (htpp://www.rebelion.org/docs/187075.pdf).

  11. El 17 de abril de 2012, la aso­cia­ción inter­na­cio­nal Vía Cam­pe­si­na que pro­cla­mó este día como Día glo­bal de la lucha cam­pe­si­na, 15.000 cam­pe­si­nos hon­du­re­ños ocu­pa­ron unas 12.000 hec­tá­reas de tie­rras públi­ca usur­pa­das por pro­pie­ta­rios pri­va­dos. Recor­da­mos que Hon­du­ras sufrió un gol­pe mili­tar con­tra el diri­gen­te demo­crá­ti­co, Zela­ya, con la deci­si­va par­ti­ci­pa­ción de Esta­dos Uni­dos. Gobierno mili­tar cuyos crí­me­nes son con­ti­nuos. En Fon­ta­na, J.: El futu­ro es un país extra­ño. Una refle­xión sobre la cri­sis social de comien­zos del siglo XXI, 2013.

  12. Jura­do Rota, J. y Morros Pini­lla, J.: Alma­ce­na­mien­to de gas en cavi­da­des sali­nas. El pro­yec­to Bages, pri­ma­ve­ra 2016, Eco­lo­gis­ta, nº 88.

  13. Pérez Gue­rra, O.: En Siria no hay una gue­rra civil, sino una gue­rra de rapi­ña de la OTAN, 3 de noviem­bre de 2015 (http://​www​.lahai​ne​.org/​m​u​n​d​o​.​p​h​p​/​e​n​-​s​i​r​i​a​-​n​o​-​h​a​y​-​una).

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