Indig­na­ción

En el 2010 un emba­ja­dor fran­cés en la ONU publi­ca Indig­nez-vous! (¡Indig­naos!). Un libri­llo de ape­nas cua­tro mil pala­bras que se con­vir­tió en bes­tse­ller en fran­cia. El tex­to sir­vió de ins­pi­ra­ción para que sur­gie­ran diver­sos movi­mien­tos de pro­tes­ta en dife­ren­tes par­tes del mun­do de carác­ter más o menos espon­tá­neo. En el Esta­do espa­ñol fue cono­ci­do como movi­mien­to del 15M del que ayer se cum­plían 5 años.

Como todo movi­mien­to espon­tá­neo, es decir, cru­za­do de con­tra­dic­cio­nes pero sobre todo con ten­den­cia a ser moda ideo­ló­gi­ca, no trans­cien­de nun­ca para ope­rar cam­bios pro­fun­dos debi­do a la inexis­ten­cia de con­duc­ción revo­lu­cio­na­ria y metó­di­ca que le dote de pers­pec­ti­va estra­té­gi­ca. Sin embar­go, en todos los pro­ce­sos polí­ti­cos se pro­du­cen momen­tos, eta­pas o inclu­so líneas de acción semi-estruc­tu­ra­das de carác­ter espon­tá­neo ya que lo espon­tá­neo es la fase ante­rior a lo cons­cien­te y metó­di­co en el caso de trascender.

Cla­ro que para que algo espon­tá­neo deje de ser­lo o se con­vier­ta en un fac­tor subal­terno de una metó­di­ca con­cre­ta que pue­da ope­rar cam­bios pro­fun­dos y efec­ti­va­men­te se dote de meca­nis­mos de com­ba­te, jun­to a pla­nes y obje­ti­vos estra­té­gi­cos que superen el tac­ti­cis­mo cor­to­pla­cis­ta es nece­sa­ria la orga­ni­za­ción y el plan metódico.

En el Esta­do espa­ñol medio siglo de dic­ta­du­ra y la muer­te de una gene­ra­ción de nobles lucha­do­res no gene­ró la indig­na­ción sufi­cien­te ante los tra­pi­cheos de eso que lla­ma­ron tran­si­ción, no al menos para des­atar ese nudo del que dejó todo ata­do y bien ata­do. Y es posi­ble­men­te que el care­cer de estra­te­gia para des­atar ese nudo en tér­mi­nos polí­ti­cos sea la mayor defi­cien­cia que haya teni­do el 15M.

Se pro­tes­ta­ba ante las con­se­cuen­cias de una situa­ción, se pro­po­nían alter­na­ti­vas par­cia­les par­tien­do de la situa­ción, hacien­do en cier­ta mane­ra un reset del reco­rri­do his­tó­ri­co de como se ha lle­ga­do a ella. Sin embar­go no se pue­de des­atar un nudo sin saber como está hecho. Ese nudo que no se dis­cer­nía del todo bien es la raíz de la cons­truc­ción polí­ti­ca bajo la cual vivi­mos y res­pon­sa­ble de todas las con­se­cuen­cias que gene­ran indignación.

Y el pro­ble­ma es que pese a que se exi­gía una demo­cra­cia real pos­te­rior­men­te no se pusie­ron en acti­vo los pasos nece­sa­rios para la cons­truc­ción de tal demo­cra­cia sino que que­dó todo redu­ci­do a un acti­vis­mo en fun­ción de las con­se­cuen­cias de la fal­ta de ella. De las con­se­cuen­cias del capi­ta­lis­mo, de las con­se­cuen­cias de lar­gas déca­das de pen­sa­mien­to úni­co bipartidista.

Por lo tan­to sin un pro­ce­so de des­le­gi­ti­mi­za­ción que ten­ga en cuen­ta los pila­res de la cons­truc­ción de este sis­te­ma se que­dó en las con­se­cuen­cias y no fue a la raíz. El sis­te­ma demo­crá­ti­co espa­ñol está cons­trui­do pri­mor­dial­men­te en la opre­sión nacio­nal, el cen­tra­lis­mo polí­ti­co sub­ya­cen­te, el lega­do teó­ri­co del fran­quis­mo con su nacio­na­lis­mo espa­ñol a la cabe­za y en la sumi­sión de amplias capas de la izquier­da espa­ño­la al capi­tal y por lo tan­to a la social­de­mo­cra­cia de reba­ja y todos sus valores.

Esa situa­ción de acti­vis­mo sin hori­zon­te, que es lo que ocu­rre pre­ci­sa­men­te cuan­do lo espon­tá­neo no tras­cien­de, es muy difi­cil de supe­rar, y la izquier­da revo­lu­cio­na­ria de las últi­mas déca­das no ha esta­do a la altu­ra para leer estas notas socia­les. Y cuan­do no se hace una cosa, alguién la hará por tí.

En el Esta­do espa­ñol la efer­ves­cen­cia social no ter­mi­nó de cua­jar en un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te de cara a un cam­bio de régi­men y las ener­gías gene­ra­das en vez de vehi­cu­li­zar­se hacia un sal­to polí­ti­co que inci­die­ra en la des­es­ta­bi­li­za­ción del régi­men fue­ron cana­li­za­das (apro­ve­cha­das) hacia el ins­ti­tu­cio­na­lis­mo social­de­mó­cra­ta que asien­ta el régi­men. Vol­ver al mar­co ins­ti­tu­cio­na­lis­ta tra­jo la renor­ma­li­za­ción ins­ti­tu­cio­nal. Y esa vuel­ta al jue­go fue la derro­ta de todo el movi­mien­to que se había gene­ra­do per­dién­do­se toda la movi­li­za­ción y los nue­vos para­dig­mas por el camino que serían simu­la­dos por par­tes de la nue­va cla­se política.

El Esta­do espa­ñol y sus indig­na­dos tuvie­ron pen­dien­te la crea­ción de su pro­pio movi­mien­to de libe­ra­ción. Y de esta mane­ra median­te la siner­gia polí­ti­ca con otros movi­mien­tos polí­ti­cos, sin­di­ca­les y socia­les tan­to del Esta­do espa­ñol como de otros mar­cos autó­no­mos de la lucha de cla­ses como por ejem­plo Eus­kal Herria, avan­zar hacia el fin del pro­yec­to fran­quis­ta aún vigen­te que en esen­cia no es más que capi­ta­lis­mo y opre­sión nacio­nal. Des­atar en defi­ni­ti­va el nudo que hicie­ron la pseu­do-izquier­da y la dere­cha espa­ño­la bajo la som­bra omni­pre­sen­te del franquismo.

En cual­quier caso, la his­to­ria avan­za y nos va dejan­do ense­ñan­zas, nos cla­ri­fi­ca los cami­nos a seguir. Para freir un hue­vo pri­me­ro hay que rom­per la cás­ca­ra y para apren­der a andar en bici­cle­ta, antes te has teni­do que dar unos gol­pes. Par­chear el sis­te­ma y hacer­lo más efi­caz y mejor, no es la alter­na­ti­va para los y las que que­re­mos otra cosa ya que los pro­ble­mas estruc­tu­ra­les que ha crea­do un régi­men no pue­den ser resuel­tos des­de el mis­mo nivel de pen­sa­mien­to del régi­men que par­tie­ron a no ser que se ten­gan menos luces que un bar­co de con­tra­ban­do o que al fin y al cabo, al final, lo que se pre­ten­día fue­ra otra cosa.

En Eus­kal Herria está pen­dien­te de hacer una gran con­fluen­cia social con nue­vos para­dig­mas que poco tie­nen que ver con la renor­ma­li­za­ción ins­ti­tu­cio­nal sino con la rup­tu­ra y la vola­du­ra de los puen­tes por los que nos quie­re hacer pasar el sis­te­ma Algo que los Esta­dos y el impe­ria­lis­mo han inten­ta­do duran­te mucho tiem­po que no suce­da y no van a poner los micró­fo­nos para que lo haga. Un pro­ce­so popu­lar que segu­ra­men­te tam­bién ten­drá ele­men­tos espon­tá­neos que ya se pue­den intuir e inclu­so de revuel­ta pero que nece­si­ta tener a una izquier­da revo­lu­cio­na­ria lo sufi­cien­te­men­te inte­li­gen­te para saber leer tan­to lo que ha ocu­rri­do estos años como anti­ci­par­se a lo que está por lle­gar, que no va a ser poco, ya que el mun­do en el que vivi­mos no es pos­mo­derno sino muy real con sus ele­men­tos irre­con­ci­lia­bles a todo tren. En ese camino, segu­ro que tan­to en el Esta­do espa­ñol como en nacio­nes bajo su domi­nio se encon­tra­rán siner­gias hoy en día en gran par­te inu­ti­li­za­das pues siguen exis­tien­do millo­nes de razo­nes para la indig­na­ción y solo nos espe­ran nue­vas has­ta que le demos la vuel­ta a todo.

Borro­ka gara­ria da!

16 de mayo de 2016

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