Manifiesto en recuerdo de nuestro compañero Quim Sánchez, en el 30 aniversario de su muerte, homenaje que hacemos extensible a todos los luchadores y luchadoras de nuestro pueblo que han muerto defendiendo los derechos nacionales y sociales de los Països Catalans y que no pueden disfrutar de este el aliento de libertad que se vislumbra en la construcción de la República Catalana.
Los abajo firmantes, represaliados en diferentes etapas de la lucha independentista, queremos manifestar:
La reivindicación independentista viene de lejos. El momento actual es fruto de muchos años de esfuerzos, de la maduración de la conciencia y voluntad nacionales, y de una situación de crisis social, política e institucional del Estado español. Pero también sabemos que la actual mayoría social por la independencia no sería posible sin la participación de todos aquellos que, desde hace años, o en los últimos tiempos, han entendido que la independencia no sólo es posible sino que es necesaria. Estamos ante una amplia transversalidad, donde hay sensibilidades muy diversas.
Podemos observar que el proceso en marcha ha levantado voces importantes en contra: la gran patronal, las empresas del IBEX 35, con mención especial a la gran banca, los grandes grupos de medios de comunicación… además de las fuerzas vivas del Estado. Y esto es así porque una rotura de España sería el fracaso histórico de la oligarquía española. A diferencia de los grandes pactos de la Transición, la expoliación económica actual hace el consenso «por arriba» mucho más difícil, y por tanto, la ruptura se hace más inevitable.
Paralelamente, ante esto parecemos instalados en el Mito de las Trompetas de Jericó, dando vueltas y vueltas, esperando el derribo de las murallas. Después de los resultados del 27 de septiembre y de la declaración del 9 de noviembre, ahora estamos en una situación de casi bloqueo. Y no aceptamos que las constantes y persistentes movilizaciones de masas del pueblo catalán, verdaderamente históricas en todos los sentidos, se puedan ver frustradas en el punto más álgido del proceso político hacia la independencia.
No se pueden dar facilidades a partidos de orden y de gobierno sin una voluntad clara de traspasar el punto de no retorno institucional, para que no se entretengan en el inmovilismo, porque ahora mismo la dilación cuestiona la credibilidad del camino hacia la República Catalana Independiente.
Desde la evidencia constatamos…
La mala gestión de estos últimos meses, las dudas e incomprensiones que se han generado, más la práctica desaparición del rol que durante los últimos años se ha venido ejerciendo desde la movilización popular, están causando preocupación y cansancio cada vez más sectores. Ciertamente, es hora de la política y de la construcción y la defensa de un Estado, y no de actitudes de poca monta propias de una mentalidad de tenderos.
Unas elecciones anticipadas en marzo, con resultado incierto, más allá de visiones electoralistas cortas de vista suponen volverse a situar en la lógica autonomista, dar por terminada la dinámica plebiscitaria y guardar en el cajón cualquier intento de debate sobre la constitución catalana que queremos. Y esto se daría en un contexto de inicio de mandato en España con una composición parlamentaria y gubernamental que difícilmente se puede prever progresista. Como se puede pensar que unas elecciones en marzo pueden suponer un giro a la izquierda? Esta falsa salida sería ofrecer en bandeja la excusa a aquellos que no tienen ningún interés en un proceso hacia la independencia, sin voluntad negociadora y que sencillamente están esperando siquiera poder continuar como hasta ahora, administrar las autonomías y empezar un enésimo viaje hacia a las terceras vías muertas o referendos de poco recorrido (una especie de «hámster» de ciclo largo, dejándonos nuevamente en los años ochenta).
Desde el convencimiento de que nos encontramos ante un momento histórico que no podemos dejar pasar de largo; Y conscientes de la situación de emergencia social en que se encuentran sectores importantes de nuestro pueblo, situación que reclama instrumentos políticos eficientes y recursos que no pueden esperar…
Pedimos que se hagan todos los esfuerzos posibles a fin de que se pueda cerrar un acuerdo entre Junts pel Sí y la CUP, dejando de lado intereses partidistas o visiones patrimonialistas del proceso hacia la República Catalana Independiente. Entendemos que la diversidad y la pluralidad que existe tanto en la CUP como sobre todo dentro Junts pel Sí, se expresarán abiertamente para superar posiciones excesivamente sectarias, y deben convertirse en la garantía y el compromiso para el logro de acuerdos y su desempeño, escuchando así el mandato excepcional que nos dio el pueblo catalán en las elecciones del 27 de septiembre. Emplazamos a encontrar una unidad de acción hacia la independencia respetando la representación electoral, pero también respetando las legítimas diferencias de los proyectos sociales que cada uno representa, buscando un equilibrio que no reste, y más cuando la adhesión entusiasta de las clases populares es imprescindible y ha de crecer.
FIRMANTES:
- Carlos Sastre
- Montserrat Tarragó
- Àlvar Valls
- Aleix Renyé
- José María Renyé
- Carlos Benítez
- Pep Musté
- Jordi Puig
- Lluís Millà
- Sebastián Datzira
- Macià Modo
- Marcel Dalmau
- Jerónimo Salvador
- Xavier Tolosana
http://www.mon.cat/cat/notices/2015/12/car_155333.php
