Rela­cio­nes Cuba-EEUU y liber­tad de prensa

Duran­te la cere­mo­nia de iza­do de la ban­de­ra cele­bra­da en La Haba­na el 14 de agos­to de 2015, el secre­ta­rio de Esta­do de Esta­dos Uni­dos, John Kerry, expu­so: “esta­mos con­ven­ci­dos de que el pue­blo de Cuba sería ser­vi­do mejor con una demo­cra­cia genui­na.” Esta pro­mo­ción de la demo­cra­cia para Cuba por par­te de Esta­dos Uni­dos se refie­re, entre otros aspec­tos, explí­ci­ta e implí­ci­ta­men­te a la liber­tad de pren­sa. Con todo, el señor Kerry no cen­tró sus comen­ta­rios sobre el tema de la demo­cra­cia, sino que prin­ci­pal­men­te se expre­só en torno a la polí­ti­ca de su admi­nis­tra­ción res­pec­to de las rela­cio­nes EEUU-Cuba, en honor al gobierno de Cuba, al res­ta­ble­ci­mien­to de las rela­cio­nes diplo­má­ti­cas y a la reaper­tu­ra de las emba­ja­das, así como medio de avan­ce posi­ble para el acer­ca­mien­to de dos pue­blos que ya no son enemi­gos ni riva­les, sino vecinos.
Pero vea­mos cómo la pren­sa esta­dou­ni­den­se tra­tó las pala­bras del secre­ta­rio de Esta­do Kerry, así como su par­ti­ci­pa­ción en otras acti­vi­da­des ofi­cia­les que tuvie­ron lugar en La Haba­na el mis­mo día. Tome­mos el caso la cade­na noti­cio­sa esta­dou­ni­den­se CNN en inglés. Para cubrir este suce­so, la CNN envió a La Haba­na a uno de sus ani­ma­do­res vedet más impor­tan­tes, Jake Tap­per. ¿Y qué giro le dio él al dis­cur­so del secre­ta­rio de Esta­do Kerry? El céle­bre ani­ma­dor decla­ró: “Pero no es ins­tan­tá­neo, no se impro­vi­san de la noche a la maña­na la demo­cra­cia y la liber­tad de pren­sa.” El mis­mo día, pero en otro momen­to, lue­go repor­tó, “Este es un país que care­ce de liber­tad de pren­sa y de liber­tad de reu­nión y de una y otra cosa”, y aún más tar­de aña­dió en otro spot televisivo:

“Una sola ban­de­ra esta­dou­ni­den­se no pue­de resol­ver todos los pro­ble­mas ni sol­tar al pue­blo de aquí de la garra de los her­ma­nos Cas­tro… y como bien dije­ra el Pre­si­den­te Eisenho­wer– [al cual] cito – ‘Nues­tras con­do­len­cias van diri­gi­das al pue­blo de Cuba que hoy sufre bajo el yugo de un dic­ta­dor.’ [a lo cual Tap­per aña­de:] El dic­ta­dor y su yugo aho­raestán sien­do repre­sen­ta­dos [por] su her­mano Raúl.”

Por cuen­ta pro­pia, Tap­per se lan­zó a bus­car, entre otros, a disi­den­tes cuba­nos para entre­vis­tar­los. Apro­ve­chó toda pala­bra pro­nun­cia­da por estos res­pec­to de su opo­si­ción al res­ta­ble­ci­mien­to incon­di­cio­nal de las rela­cio­nes diplo­má­ti­cas entre los dos paí­ses y resu­mió el ale­ga­to según el cual “sus detrac­to­res expre­sa­ron que esto solo con­ce­de­rá legi­ti­mi­dad a un dic­ta­dor, hoy [14 de agos­to], que no tie­ne inte­rés alguno en un cam­bio ver­da­de­ro”. Tap­per fue más lejos al pasar el video­clip de un deba­te pre­si­den­cial de julio de 2007 en el cual, según Tap­per, el sena­dor Barack Oba­ma “jus­ti­fi­ca­ba los moti­vos por los cua­les inter­ve­nía res­pec­to de regí­me­nes delin­cuen­tes (rogue regi­mes) como el de Cuba”. No obs­tan­te, según las trans­crip­cio­nes de la CNN, de julio de 2007, la cues­tión gira­ba en torno a si se era par­ti­da­rio o no de que los can­di­da­tos pre­si­den­cia­les “par­ti­ci­pa­ran en encuen­tros sepa­ra­dos sin for­mu­lar con­di­cio­nes pre­vias, en Washing­ton o en cual­quier otro sitio, duran­te el pri­mer año de su admi­nis­tra­ción con los jefes de Esta­do de Irán, Siria, Vene­zue­la, Cuba y Corea del Nor­te con el pro­pó­si­to de col­ma­tar las bre­chas que divi­den a nues­tros paí­ses”. El tér­mino “regí­me­nes delin­cuen­tes” no se emplea ni en la pre­gun­ta ni en la res­pues­ta del señor Obama.
En suma, si bien la CNN trans­mi­tió inte­gral­men­te la cere­mo­nia de hono­res a la ban­de­ra y las pala­bras del señor Kerry, cuyo ras­go prin­ci­pal fue el de pro­mo­ver las rela­cio­nes diplo­má­ti­cas de dos paí­ses veci­nos, la CNN edi­tó su pro­pia ver­sión. La red de difu­sión de la infor­ma­ción por cable se pre­ci­pi­tó sobre las obser­va­cio­nes del secre­ta­rio de Esta­do Kerry acer­ca de sus con­cep­tos de demo­cra­cia para Cuba y una de sus corre­la­cio­nes, la liber­tad de pren­sa, y, a lo lar­go del día y prác­ti­ca­men­te en cada pro­gra­ma difun­di­do tar­de por la noche, bom­bar­deó a los espec­ta­do­res con los frag­men­tos sono­ros “liber­tad de pren­sa”, “dic­ta­du­ra” y “régi­men delincuente”.
Algo que tam­bién es sig­ni­fi­ca­ti­vo y que sir­ve de coro­la­rio al tra­ta­mien­to de las obser­va­cio­nes del señor Kerry es lo que la CNN supri­mió. Ade­más de la cere­mo­nia de honor a la ban­de­ra hubo otra acti­vi­dad impor­tan­te. El señor Kerry fue reci­bi­do por su homó­lo­go, Bruno Rodrí­guez Padi­lla, minis­tro de Rela­cio­nes Exte­rio­res de Cuba en la sede de la can­ci­lle­ría cuba­na. Esta reu­nión cele­bra­da a puer­ta cerra­da fue segui­da por una con­fe­ren­cia de pren­sa con­jun­ta en el Hotel Nacio­nal don­de, tras expre­sar sus impre­sio­nes los seño­res John Kerry y Bruno Rodrí­guez Parri­lla, tuvo lugar un perio­do de pre­gun­tas y res­pues­tas. Prác­ti­ca­men­te toda la acti­vi­dad fue cen­su­ra­da por la CNN. Es lamen­ta­ble, por­que el públi­co esta­dou­ni­den­se y el de habla ingle­sa a quien la CNN infor­ma en otras par­tes del glo­bo se per­dió la opor­tu­ni­dad de escu­char lo que el lado cubano expre­só res­pec­to de la “demo­cra­cia para Cuba”.
Duran­te el perio­do de pre­gun­tas y res­pues­tas, Andrea Rodrí­guez, perio­dis­ta de la Asso­cia­ted Press, se diri­gió al can­ci­ller Bruno Rodrí­guez Parri­lla: “El secre­ta­rio Kerry hoy men­cio­nó el tema de que espe­ra­ba para Cuba una demo­cra­cia genui­na. Qui­sie­ra que me comen­ta­ra usted qué opi­na al res­pec­to”. La res­pues­ta del minis­tro de Rela­cio­nes Exte­rio­res nun­ca lle­gó a los oídos del públi­co de Esta­dos Uni­dos por el inter­me­dia­rio de la CNN. He aquí su respuesta:

“Yo sien­to que debe­mos tra­ba­jar acti­va­men­te para cons­truir con­fian­za mutua, para desa­rro­llar con­tac­tos en las áreas don­de tene­mos visio­nes cer­ca­nas o que pue­den ser apro­xi­ma­das, y al mis­mo tiem­po con­ver­sar, dis­cu­tir de mane­ra res­pe­tuo­sa, sobre nues­tras dife­ren­cias res­pec­ti­vas. En algu­nas áreas es cier­to que las dife­ren­cias son pro­fun­das; sin embar­go, pue­do decir que algu­nos de estos temas son de inten­so deba­te inter­na­cio­nal. Por ejem­plo, algu­nos mode­los polí­ti­cos elec­to­ra­les de paí­ses indus­tria­li­za­dos que pare­cía que podían ser un mode­lo úni­co, han entra­do en una gra­ví­si­ma cri­sis, inclu­so en Europa.
Los Esta­dos tie­nen la nece­si­dad de desa­rro­llar sus víncu­los en ape­go al dere­cho inter­na­cio­nal con pue­blos que han deci­di­do, en ejer­ci­cio de su auto­de­ter­mi­na­ción, su des­tino nacio­nal, de acuer­do con su pro­pia cul­tu­ra, con su nivel de desarrollo.
Yo me sien­to muy cómo­do con la demo­cra­cia cuba­na que a su vez tie­ne cosas per­fec­ti­bles, tal como tra­ba­ja­mos hoy acti­va­men­te a par­tir de los pro­ce­sos rela­cio­na­dos con la actua­li­za­ción de nues­tro mode­lo eco­nó­mi­co y social socialista.
Pue­do decir que es un tema en el que esta­mos dis­pues­tos a con­ver­sar sobre bases abso­lu­ta­men­te recí­pro­cas y de igual­dad so­berana, en el que noso­tros tam­bién tene­mos mucho que decir, preo­cu­pa­cio­nes que com­par­tir; inten­tos de incre­men­tar la coope­ra­ción inter­na­cio­nal para resol­ver pro­ble­mas rela­cio­na­dos con el ámbi­to de los dere­chos polí­ti­cos y las liber­ta­des civi­les que, en nues­tra opi­nión, tie­nen que ser ase­gu­ra­das de la mis­ma mane­ra que el dere­cho a la ali­men­ta­ción, el dere­cho a la igual­dad de géne­ro, el dere­cho a la vida, el dere­cho a la edu­ca­ción y la salud.”

Los lec­to­res saca­rán sus pro­pias con­clu­sio­nes de los moti­vos por los cua­les la CNN supri­mió tales obser­va­cio­nes. Una de las mane­ras de ver­lo es que el minis­tro de Rela­cio­nes Exte­rio­res de Cuba, tal como era de espe­rar­se, expre­só algu­nos pun­tos de vis­ta que ponen en entre­di­cho las pala­bras hue­cas la CNN. En lo con­cer­nien­te a la cues­tión de la demo­cra­cia, el can­ci­ller cubano seña­ló una inquie­tud que muchas per­so­nas com­par­ten en Esta­dos Uni­dos y en otras par­tes de Occi­den­te. Este males­tar tie­ne que ver con la cali­dad de la demo­cra­cia y del pro­ce­so elec­to­ral en estos paí­ses ade­lan­ta­dos sobre el plan indus­trial. Esta pun­tua­li­za­ción inquie­ta a la CNN pues le arran­ca pala­bras a su narra­ti­va res­pec­to de la demo­cra­cia. Si bien esta inter­pre­ta­ción es des­me­re­ce­do­ra para Cuba y sir­ve para dejar indem­ne a Esta­dos Uni­dos o mis­mo para enal­te­cer­le como mode­lo, a su vez deno­ta cómo este últi­mo se posi­cio­na res­pec­to de su pen­sa­mien­to úni­co sobre la democracia.
Las obser­va­cio­nes del can­ci­ller cubano en defen­sa de la demo­cra­cia cuba­na fue­ron cali­fi­ca­das con una sal­ve­dad impor­tan­te: esta debe ser mejo­ra­da. Esta lógi­ca de com­bi­nar deci­sio­nes sobe­ra­nas con el reco­no­ci­mien­to de mejo­ras den­tro de las tra­di­cio­nes y valo­res cuba­nos tam­bién desa­fía el cré­di­to de las pala­bras de los gran­des medios de difu­sión de la infor­ma­ción esta­dou­ni­den­ses, tales como la CNN. Final­men­te, el can­ci­ller cubano lan­zó la bola de regre­so a la can­cha esta­dou­ni­den­se en for­ma muy diplo­má­ti­ca al indi­car que Cuba otor­ga una gran impor­tan­cia a los dere­chos polí­ti­cos y las liber­ta­des civi­les, de todos los paí­ses, tales como el dere­cho a la ali­men­ta­ción, el dere­cho a la igual­dad de géne­ro, el dere­cho a la vida, el dere­cho a la edu­ca­ción y la salud. Los logros de Cuba en estos ámbi­tos son bien cono­ci­dos y reco­no­ci­dos inter­na­cio­nal­men­te, mien­tras que la caren­cia de estos en Esta­dos Uni­dos es cada vez más pal­pa­ble den­tro y fue­ra del país.
¿Cómo tra­tó la pren­sa cuba­na el acon­te­ci­mien­to del 14 de agos­to? ¿Prac­ti­có cen­su­ras, cor­tes y publi­có infor­ma­cio­nes fal­sas? No. Todo lo con­tra­rio, el día com­ple­to fue difun­di­do en direc­to en la tele­vi­sión y la radio cuba­nas. Esto arran­có con la lle­ga­da al aero­puer­to de La Haba­na del señor Kerry y con una bio­gra­fía infor­ma­ti­va del secre­ta­rio de Esta­do libre de toda decla­ra­ción des­pec­ti­va o sal­ve­da­des. Igual­men­te, la cere­mo­nia lle­va­da a cabo en la emba­ja­da de Esta­dos Uni­dos se trans­mi­tió por com­ple­to, así como todas las obser­va­cio­nes del secre­ta­rio Kerry. Todo el con­te­ni­do dis­po­ni­ble a la pren­sa antes men­cio­na­do tam­bién fue tele­vi­sa­do en Cuba. Al día siguien­te, la pren­sa ofi­cial cuba­na publi­ca­ba com­ple­tas las trans­crip­cio­nes en espa­ñol de la cere­mo­nia en honor a la ban­de­ra y las ver­sio­nes taqui­grá­fi­cas dis­po­ni­bles de la con­fe­ren­cia de pren­sa.
Esta aver­sión a la cen­su­ra es par­te de la tra­di­ción cuba­na cuan­do se tra­ta de nor­ma­li­zar las rela­cio­nes con Esta­dos Uni­dos. Por ejem­plo, en 2002, el ex pre­si­den­te Jimmy Car­ter fue a Cuba para visi­tar al pre­si­den­te Fidel Cas­tro. En dicha oca­sión, se difun­dió en la radio y tele­vi­sión cuba­nas el dis­cur­so inte­gral del señor Car­ter, aun cuan­do con­te­nía con­cep­cio­nes res­pec­to de la demo­cra­cia desea­da para Cuba simi­la­res a las que pro­nun­ció el señor Kerry en agos­to de 2015. En su infor­me de la visi­ta, el ex pre­si­den­te Car­ter escribió:

“Esa noche pro­nun­cié un dis­cur­so en la Uni­ver­si­dad de La Haba­na y lue­go res­pon­dí a las pre­gun­tas que, tal como había sido pre­vis­to, pasa­rían en direc­to sobre las ondas de la radio y tele­vi­sión loca­les. Más tar­de se retrans­mi­tie­ron y la trans­crip­ción inte­gral del dis­cur­so fue publi­ca­da en los dia­rios cuba­nos. Pos­te­rior­men­te, no se podía encon­trar en las calles o en los mer­ca­dos a nadie que no lo hubie­se escu­cha­do”.

Los enfo­ques de la pren­sa cuba­na y los de la CNN que cubrían el suce­so del 14 de agos­to, par­ti­cu­lar­men­te opues­tos indi­can que la CNN no dis­po­ne de ele­men­tos que per­mi­tan cri­ti­car a Cuba en rela­ción con la liber­tad de pren­sa. De hecho, fue Cuba la que dio una lec­ción a la CNN al no pres­tar­se a cen­su­ras, cor­tes e infor­ma­cio­nes fal­sas. Es intere­san­te cons­ta­tar cómo se invier­ten los pape­les que desem­pe­ñan Cuba y Esta­dos Unidos.
En Esta­dos Uni­dos, “liber­tad de pren­sa” y “demo­cra­cia” se pre­sen­tan como razo­na­mien­tos abs­trac­tos. For­man par­te de los tér­mi­nos de moda que inci­tan a la gen­te en Esta­dos Uni­dos y el extran­je­ro a arro­di­llar­se y ren­dir home­na­je al país como mode­lo. La Pri­me­ra Enmien­da a la Cons­ti­tu­ción de los Esta­dos Uni­dos, adop­ta­da en 1791, pre­vé que “El Con­gre­so no hará ley algu­na por la que adop­te una reli­gión como ofi­cial del Esta­do o se prohí­ba prac­ti­car­la libre­men­te, o que coar­te la liber­tad de pala­bra o de impren­ta, o el dere­cho del pue­blo para reu­nir­se pací­fi­ca­men­te y para pedir al gobierno la repa­ra­ción de agra­vios”. La enmien­da da la impre­sión de que no hay res­tric­cio­nes al abs­traer la pren­sa del con­tex­to socio­eco­nó­mi­co en el cual se des­en­vuel­ve. De mane­ra que, supues­ta­men­te, cual­quier per­so­na pue­de decir y escri­bir lo que desee.
En Cuba, por otra par­te, según la lógi­ca esta­dou­ni­den­se hay res­tric­cio­nes. El Artícu­lo 53o de la Cons­ti­tu­ción de Cuba esta­ble­ce que “Se reco­no­ce a los ciu­da­da­nos liber­tad de pala­bra y pren­sa con­for­me a los fines de la socie­dad socia­lis­ta.” El mar­co del pen­sa­mien­to úni­co de Esta­dos Uni­dos, según el cual en Cuba no hay ver­da­de­ra liber­tad de pren­sa, debi­do a algu­nas res­tric­cio­nes, impli­ca que en Esta­dos Uni­dos supues­ta­men­te no hay condiciones.
¿Exis­te una for­ma pura de liber­tad de pren­sa en Esta­dos Uni­dos? Tome­mos el caso del repor­ta­je de la CNN del 14 de agos­to de 2015 como ejem­plo per­ti­nen­te. ¿Qué giro le die­ron a su cró­ni­ca y repor­ta­je el ani­ma­dor Jake Tap­per y los otros pre­sen­ta­do­res de la CNN? Posi­ble­men­te nadie les ins­tru­yó sobre la orien­ta­ción que debían seguir; sin embar­go, no era nece­sa­rio ya que saben que para poder pro­gre­sar en sus carre­ras, ellos deben pro­mo­ver algu­nos con­cep­tos al tiem­po que obviar o dis­tor­sio­nar otros. Todas estas con­tor­sio­nes se retrans­mi­ten para hacer que sus repor­ta­jes coin­ci­dan con las nocio­nes pre­con­ce­bi­das y los intere­ses de los círcu­los domi­nan­tes. Noam Chomsky escla­re­ció el papel que desem­pe­ñan los medios de comu­ni­ca­ción esta­dou­ni­den­ses como par­te del esta­ble­ci­mien­to polí­ti­co en su obra clá­si­ca Los guar­dia­nes de la liber­tad: pro­pa­gan­da, des­in­for­ma­ción y con­sen­so en los medios de comu­ni­ca­ción de masas (Manu­fac­tu­ring Con­sent). Él y su coau­tor pos­tu­lan que “la prin­ci­pal fun­ción de los medios de comu­ni­ca­ción es la de estar al ser­vi­cio de una deter­mi­na­da éli­te eco­nó­mi­ca, apli­car su pro­pa­gan­da y sumi­nis­trar la infor­ma­ción fil­tra­da por par­te de la éli­te la cual los con­tro­la y finan­cia”. Asi­mis­mo Chomsky puso al des­cu­bier­to la com­ple­ji­dad de los meca­nis­mos de este fenó­meno al indi­car que la res­tric­ción que el orden esta­ble­ci­do ejer­ce sobre los medios de comu­ni­ca­ción “nor­mal­men­te no se logra a tra­vés de una inje­ren­cia bár­ba­ra, sino que recae en la selec­ción de un per­so­nal con men­te mol­dea­ble, así como en la cola­bo­ra­ción de edi­to­res y perio­dis­tas pro­fe­sio­na­les que inte­rio­ri­zan las prio­ri­da­des y defi­ni­cio­nes del inte­rés perio­dís­ti­co al coin­ci­dir con las polí­ti­cas de la ins­ti­tu­ción”.1 Aun­que es sabi­do que la inje­ren­cia bru­tal tam­bién se prac­ti­ca.
Si toma­mos en cuen­ta la per­cep­ción de Chomsky sobre los medios de comu­ni­ca­ción esta­dou­ni­den­ses en rela­ción con la CNN y con Jake Tap­per, pode­mos otor­gar el bene­fi­cio de la duda a la cade­na de difu­sión de la infor­ma­ción con­tro­la­da por cable de que no hubo “inje­ren­cia bár­ba­ra” en el ses­go que se le dio a la cober­tu­ra del res­ta­ble­ci­mien­to de las rela­cio­nes entre Esta­dos Uni­dos y Cuba. No obs­tan­te, según el pos­tu­la­do de Chomsky, Tap­per fue selec­cio­na­do por la CNN en fun­ción de su carre­ra como per­so­na dota­da de “men­te mol­dea­ble”. El 14 de agos­to de 2015, él “inte­rio­ri­zó” o repro­du­jo el ángu­lo desea­do por la CNN. En otras pala­bras, al encar­nar la añe­ja opi­nión esta­dou­ni­den­se sobre Cuba sos­te­ni­da por deter­mi­na­das éli­tes, Tap­per sabía per­fec­ta­men­te bien lo que esta­ba hacien­do. Esto es algo que for­ma par­te del desa­rro­llo de una carre­ra con las recom­pen­sas pecu­nia­rias que natu­ral­men­te acom­pa­ñan el ascen­so al éxito.
Tap­per es un ele­men­to pro­me­te­dor para la CNN, por con­si­guien­te se le eli­gió para ir a mode­rar el deba­te pre­si­den­cial del par­ti­do Repu­bli­cano el 16 de sep­tiem­bre de 2015. Las cade­nas riva­les Fox News y CNN están lle­van­do una lucha impor­tan­te para cap­tar más anun­cios publi­ci­ta­rios con mayo­res pre­cios e incre­men­tar su cla­si­fi­ca­ción de popu­la­ri­dad en los lími­tes de los esce­na­rios del deba­te pre­si­den­cial repu­bli­cano. La CNN está con­tan­do con la con­tri­bu­ción de Tap­per para lograr sus metas. El pano­ra­ma de la “liber­tad de pren­sa” con­tro­la­da por el poder de socie­da­des pri­va­das en Esta­dos Uni­dos es mucho más con­tras­ta­do cuan­do se le com­pa­ra al enfo­que de Cuba. El Artícu­lo 53º de la Cons­ti­tu­ción esti­pu­la que “los medios de difu­sión masi­va son de pro­pie­dad esta­tal o social y no pue­den ser obje­to, en nin­gún caso, de pro­pie­dad pri­va­da”. Esta no es una res­tric­ción sino más bien un fac­tor libe­ra­dor, espe­cial­men­te si uno com­pa­ra al enfo­que cubano, el enfo­que de la pren­sa esta­dou­ni­den­se con­tro­la­da por el poder de las empresas.
No empe­ro, según lo antes expues­to, Cuba, por su par­te, posee una res­tric­ción explí­ci­ta sobre la liber­tad de pren­sa: la pren­sa debe coin­ci­dir con los obje­ti­vos de la socie­dad socia­lis­ta. Nin­gún inten­to hipó­cri­ta tra­ta de ocul­tar­lo. Los obje­ti­vos de la socie­dad socia­lis­ta cuba­na y sus prin­ci­pios res­pec­to de las rela­cio­nes Cuba-EEUU requie­ren que se haga todo lo posi­ble para que la diplo­ma­cia apor­te una con­tri­bu­ción esen­cial a los cam­bios que se sus­ci­ten en el mode­lo socia­lis­ta cubano. Este esfuer­zo diplo­má­ti­co cubano com­pren­de la cober­tu­ra inte­gral de la visi­ta del secre­ta­rio de Esta­do Kerry, inde­pen­dien­te­men­te de sus decla­ra­cio­nes. Para Cuba, tra­tar a sus invi­ta­dos con tal defe­ren­cia, al igual que Fidel Cas­tro lo hicie­ra con el pre­si­den­te Car­ter, es una cues­tión de principios.
Es de pre­gun­tar­se si el repor­ta­je rea­li­za­do por la CNN de las acti­vi­da­des que tuvie­ron lugar en La Haba­na el 14 de agos­to con­tra­di­ce la polí­ti­ca ofi­cial de Esta­dos Uni­dos hacia Cuba. ¿Repre­sen­ta esta cober­tu­ra una sec­ción de la éli­te diri­gen­te que no está a favor del des­hie­lo de las rela­cio­nes entre los dos veci­nos y que se opo­ne a otra fac­ción del sta­tu quo esta­dou­ni­den­se incli­na­da esta por la opción nor­ma­li­za­do­ra? La situa­ción es com­ple­ja. Debe­mos guar­dar en men­te cuan­do salió simul­tá­nea­men­te el asom­bro­so anun­cio de los pre­si­den­tes Oba­ma y Cas­tro sobre la nue­va polí­ti­ca esta­dou­ni­den­se el 17 de diciem­bre de 2014. En ese momen­to tan­to la Casa Blan­ca como el Depar­ta­men­to de Esta­do acla­ra­ron un pun­to muy impor­tan­te y siguen hacién­do­lo. Si bien el nue­vo enfo­que de Esta­dos Uni­dos repre­sen­ta una modi­fi­ca­ción en la tác­ti­ca, su obje­ti­vo pri­me­ro no ha cam­bia­do. Los fun­cio­na­rios esta­dou­ni­den­ses con­ti­núan pro­mo­vien­do la ver­sión de la demo­cra­cia de Esta­dos Uni­dos des­ti­na­da a Cuba. Para lograr el obje­ti­vo final, redac­ta­do en un len­gua­je más diplo­má­ti­co y por con­si­guien­te menos bur­do que el de la CNN, es menes­ter con­ti­nuar la pro­pa­gan­da de que Cuba no es demo­crá­ti­ca, de que en Cuba no hay liber­tad de pren­sa, etcé­te­ra. Pero toda­vía no sabe­mos por qué la CNN no con­tri­bu­yó a la evo­lu­ción de los esfuer­zos diplo­má­ti­cos des­ple­ga­dos por ambos paí­ses, algo que la pren­sa cuba­na hizo para su pue­blo, y obvió infor­mar pro­fe­sio­nal­men­te al públi­co esta­dou­ni­den­se. El repor­ta­je incul­to de la CNN sir­ve como un recor­da­to­rio más de esta nue­va situa­ción dota­da de pers­pec­ti­vas muy posi­ti­vas para cuba­nos y esta­dou­ni­den­ses por igual, al igual que del peli­gro que corre Cuba. Los cuba­nos están muy cons­cien­tes de esto. Su pren­sa y blogs perio­dís­ti­cos sir­ven de foro a un deba­te madu­ro y ani­ma­do sobre el sig­ni­fi­ca­do del nue­vo encua­dre de Esta­dos Uni­dos. Este deba­te resul­ta de los inten­tos de los diri­gen­tes y perio­dis­tas cuba­nos para mejo­rar la pren­sa cuba­na como par­te de los cam­bios de gran enver­ga­du­ra que están acon­te­cien­do en Cuba.
 Arnold August
Glo­bal Research, 13 de Sep­tiem­bre de 2015
Arnold August, perio­dis­ta y con­fe­ren­cis­ta cana­dien­se es el autor de Demo­cracy in Cuba and the 1997 – 98 Elec­tions y, más recien­te­men­te, Cuba y sus veci­nos: Demo­cra­cia en movi­mien­to, dis­po­ni­ble en Cuba. Los veci­nos de Cuba son los Esta­dos Uni­dos, Vene­zue­la, Boli­via y Ecua­dor. Siga a Arnold en Twit­ter@Arnold_August.
 
Notas bibliográficas
1. Edward S. Her­man y Noam Chomsky, Manu­fac­tu­ring Con­sent: The Poli­ti­cal Eco­nomy of the Mass Media (New York: Pantheon Books, 2002), XI.

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