Gre­cia como lección

35 dete­ni­dos

Al menos 35 mani­fes­tan­tes de izquier­da han sido dete­ni­dos por la poli­cía de un gobierno que se dice de izquier­das, cuan­do pro­tes­ta­ban con­tra la clau­di­ca­ción de ese gobierno fren­te a las muy duras exi­gen­cias del capi­tal finan­cie­ro inter­na­cio­nal lide­ra­do en la Unión Euro­pea por lo que se deno­mi­na «euro­ale­ma­nia». Esa y otras res­pues­tas popu­la­res se rea­li­za­ron al poco de cono­cer­se que Syri­za había acep­ta­do un plan de aus­te­ri­dad y recor­tes socia­les que empeo­ra­ba el que poco tiem­po antes esta­ba en deba­te en Bruselas.

Las pro­tes­tas, las car­gas poli­cia­les y el males­tar social que se esta­ban dan­do fue­ra en las calles y pla­zas cir­cun­dan­tes al Par­la­men­to heleno, en don­de se ini­cia­ba la sesión ofi­cial defi­ni­ti­va para acep­tar o recha­zar las exi­gen­cias fero­ces del capi­tal finan­cie­ro. Den­tro del edi­fi­cio, en el hemi­ci­clo, un par­ti­do que se dice de izquier­das como Syri­za, pro­fun­da­men­te cuar­tea­do, sabía que en la calle las fuer­zas repre­si­vas diri­gi­das por el gobierno que pre­si­de Syri­za esta­ban car­gan­do con­tra sec­to­res revo­lu­cio­na­rios y popu­la­res que le recri­mi­na­ban su total incum­pli­mien­to de la aplas­tan­te volun­tad popu­lar. La poli­cía grie­ga, en la que hay un fuer­te com­po­nen­te dere­chis­ta, se enfren­ta­ba a jóve­nes obre­ros y popu­la­res, empo­bre­ci­dos y sin futu­ro, obe­de­cien­do las órde­nes de un par­ti­do y gobierno que se dice de izquierdas.

En deter­mi­na­dos momen­tos de la his­to­ria, un solo enfren­ta­mien­to entre el pue­blo y la repre­sión en un lugar peque­ño del mun­do, como la pla­za Sin­tag­ma y sus alre­de­do­res, refle­ja, expre­sa y sin­te­ti­za la gue­rra de cla­ses, de libe­ra­ción nacio­nal y anti­pa­triar­cal que se está libran­do en el res­to del mun­do, en el mun­do ente­ro a dife­ren­tes esca­las e inten­si­da­des. Así es, por­que al mar­gen de las dife­ren­cias muy secun­da­rias que exis­ten entre los pla­nes de euro­ale­ma­nia y los del FMI, la actual Admi­nis­tra­ción Oba­ma, las bur­gue­sías fran­ce­sa e ita­lia­na, sin mayo­res pre­ci­sio­nes aho­ra, al mar­gen de esas dife­ren­cias, lo que se mos­tra­ba en Ate­nas la tar­de-noche del pasa­do 15 de julio era el anta­go­nis­mo entre la estra­te­gia mun­dial del capi­ta­lis­mo y la resis­ten­cia de las pue­blos y nacio­nes tra­ba­ja­do­ras de la tierra.

Muchas de las per­so­nas que pro­tes­ta­ban sabían que solo está comen­zan­do la lar­ga fase de lucha con­tra una de las agre­sio­nes socia­les más duras sufri­das has­ta aho­ra bajo ungo­bierno de cen­tro y de dere­cha; saben que a la repre­sión poli­cial que esta­ban sufrien­do se le suma­rán repre­sio­nes sala­ria­les, en pen­sio­nes y jubi­la­cio­nes, en más años de tra­ba­jo, en menos ser­vi­cios públi­cos, en más impues­tos… en más sacri­fi­cios dia­rios que tam­bién son for­mas de vio­len­cia y represión.

¿Cómo se ha lle­ga­do a esto?

Diez días antes de estas movi­li­za­cio­nes, el domin­go 5 de julio, el pue­blo tra­ba­ja­dor grie­go había vota­do libre, cons­cien­te y demo­crá­ti­ca­men­te con­tra los pla­nes de aus­te­ri­dad que enton­ces se sufrían y con­tra los que que­ría impo­ner­les la Unión Euro­pea, más duros aún. Fue un voto con­tra­rio masi­vo, casi el 62% de la pobla­ción dijo «No». ¿Quié­nes vota­ron «No»? La juven­tud y las muje­res, la cla­se asa­la­ria­da casi en su tota­li­dad, fue­ran pro­le­ta­rios, cam­pe­si­nos, pes­ca­do­res, fun­cio­na­rios, autó­no­mos, «cla­se media» que había des­cu­bier­to que sigue sien­do sim­ple cla­se asa­la­ria­da, y peque­ña bur­gue­sía empo­bre­ci­da. ¿Quié­nes vota­ron «Sí»? Res­tos alie­na­dos del pue­blo tra­ba­ja­dor, capa­ta­ces, téc­ni­cos de las gran­des empre­sas y ban­cos, media­na y alta bur­gue­sía, altos fun­cio­na­rios, mili­ta­res, fuer­zas repre­si­vas, y popes. La Gre­cia tra­ba­ja­do­ra con­tra la Gre­cia bur­gue­sa: uni­dad y lucha de con­tra­rios, dos nacio­nes en una. La Gre­cia popu­lar que defien­de la inde­pen­den­cia y la Gre­cia rica que se escon­de tras la OTAN y el euro para defen­der sus propiedades.

Casi el 62% de noes, ale­gría, fuer­za, ilu­sión por haber vota­do y deci­di­do libre­men­te ¿aca­so no es este el axio­ma incues­tio­na­ble de la demo­cra­cia abs­trac­ta, míti­ca, la que dicen que exis­te? Pocas veces la demo­cra­cia míti­ca, abs­trac­ta, impo­lu­ta del rojo de la san­gre popu­lar, había sido tan aplas­tan­te­men­te prac­ti­ca­da por las cla­ses explo­ta­das: ¿Allen­de y Chi­le? ¿Chá­vez y Vene­zue­la? ¿La izquier­da vas­ca y los refe­rén­dums-tram­pa espa­ño­les? Más veces los pue­blos rebel­des y mili­tan­tes en la Comu­na de 1871, el Octu­bre de 1917, las comu­nas cam­pe­si­nas y tra­ba­ja­do­ras arma­das anti­im­pe­ria­lis­tas, la insur­gen­te Cuba… y una lis­ta mucho más lar­ga de lo que se cree, habían prac­ti­ca­do la otra demo­cra­cia, la con­cre­ta y pal­pa­ble, la ver­da­de­ra demo­cra­cia socia­lis­ta basa­da en la fuer­za del pue­blo, pero sabe­mos que la civi­li­za­ción del capi­tal les ata­ca con su terri­ble poder des­truc­tor has­ta exterminarlas.

Las diva­ga­cio­nes eté­reas e inte­lec­tua­lis­tas sobre las for­mas de hege­mo­nía se esfu­man en la nada cuan­do pisa­mos estas reali­da­des: ¿Qué mayor demos­tra­ción de hege­mo­nía popu­lar masi­va y fuer­te­men­te crí­ti­ca que la que ha ido cons­tru­yen­do la Gre­cia tra­ba­ja­do­ra en los últi­mos años, huel­ga a huel­ga, mili­tan­cia a mili­tan­cia, y que triun­fa legal­men­te el 5 de julio de 2015? Y de repen­te, en pocos días está a pun­to de disol­ver­se por la capi­tu­la­ción incon­di­cio­nal de una par­te de Syri­za. ¿Qué ha suce­di­do? Antes de res­pon­der hemos de adver­tir que esta pre­gun­ta es, des­gra­cia­da­men­te, muy fre­cuen­te en la his­to­ria del refor­mis­mo en cual­quie­ra de sus dis­fra­ces, aun­que sola­men­te ha sabi­do res­pon­der­la la izquier­da. Pare­cie­ra que cada que vez las cla­ses tra­ba­ja­do­ras empie­zan a crear sus pro­pios órga­nos de poder, en esos momen­tos y antes de los gol­pes de Esta­do y/​o gue­rras e inva­sio­nes con­tra­rre­vo­lu­cio­na­rias, antes de esto, el refor­mis­mo gira aún más al cen­tro o clau­di­ca debi­li­tan­do la hege­mo­nía popu­lar y abrien­do las puer­tas a la vic­to­ria derechista.

Syri­za no es el clá­si­co par­ti­do refor­mis­ta al esti­lo de la social­de­mo­cra­cia, del labo­ris­mo, del euro­co­mu­nis­mo, etc., y menos de la «ter­ce­ra vía», y menos toda­vía del social-libe­ra­lis­mo. La lar­ga lucha grie­ga y la exis­ten­cia de una izquier­da radi­cal han hecho que Syri­za a la fuer­za y por con­vic­ción haya absor­bi­do com­po­nen­tes revo­lu­cio­na­rios inser­tos en muchas luchas popu­la­res y obre­ras, pero tam­bién com­po­nen­tes de un refor­mis­mo duro e intran­si­gen­te en situa­cio­nes rela­ti­va­men­te «nor­ma­les» pero dado al pac­to cuan­do la reali­dad se encres­pa y radi­ca­li­za. Este com­po­nen­te refor­mis­ta duro ha dado muchas mues­tras de recu­le en impor­tan­tes luchas obre­ras y popu­la­res del pasa­do reciente.

Ha sido este sec­tor el que intro­du­jo en el gobierno a un repre­sen­tan­te del cen­tro-dere­cha defen­sor del ejér­ci­to ota­nis­ta y de la per­ma­nen­cia en la Unión Euro­pea. Syri­za podía haber opta­do por un repre­sen­tan­te de la izquier­da revo­lu­cio­na­ria para ampliar su arrai­go en el pue­blo, pero pre­fi­rió acer­car­se a la dere­cha mili­ta­ris­ta. De este modo se creó un blo­que cen­tris­ta que, refor­za­do por eco­no­mis­tas y aca­dé­mi­cos euro­peís­tas, por la cas­ta inte­lec­tual pro­gre, con­tro­la­ba el grue­so de las deci­sio­nes del gobierno.

¿Se encres­pó la situación?

Se endu­re­ció per­cep­ti­ble­men­te inclu­so antes de que Syri­za lle­ga­ra al gobierno en enero de 2015, y des­de enton­ces las adver­ten­cias, chan­ta­jes, ame­na­zas y ata­ques cla­ros u ocul­tos no han hecho sino aumen­tar mes a mes y a veces sema­na a sema­na, sobre todo al con­vo­car­se en refe­rén­dum, al cono­cer­se su resul­ta­do y al rea­li­zar­se las reunio­nes pos­te­rio­res has­ta la ren­di­ción. Lo más escla­re­ce­dor de toda esta gue­rra de cuar­ta gene­ra­ción prac­ti­ca­da en el cora­zón mis­mo de la Unión Euro­pea es que casi inme­dia­ta­men­te a su con­clu­sión, el ven­ce­dor, los tibu­ro­nes e hie­nas de la polí­ti­ca de la deu­da, han anun­cia­do con com­pa­si­va bene­vo­len­cia una supues­ta ayu­da de urgen­cia para tapar algu­nas de las más insu­fri­bles heri­das des­vian­do o abor­tan­do la posi­ble radi­ca­li­za­ción popu­lar masi­va: gol­pea pri­me­ro y lue­go aca­ri­cia, que alguno te lame­rá la mano.

No exa­ge­ra­mos al hablar de gue­rra de cuar­ta gene­ra­ción apli­ca­da en las con­di­cio­nes grie­gas de 2014 – 2015 con obje­ti­vos pre­ci­sos y urgen­tes, por­que inclu­so se ha lle­ga­do a hablar de ese «rui­do de sables» que cau­sa páni­co en el refor­mis­mo. Aun­que el con­tex­to de Gre­cia es muy dife­ren­te al de Vene­zue­la, Para­guay, Hon­du­ras, etc., la doc­tri­na de gue­rra de cuar­ta gene­ra­ción tie­ne unos pun­tos bási­cos que, en el ata­que a la Gre­cia tra­ba­ja­do­ra, bus­can antes que nada derro­tar su fuer­za polí­ti­ca y echar del gobierno a Syri­za, o si no fue­ra posi­ble amaes­trar­la y rom­per­la para que nun­ca más sea un peli­gro sino un mal menor fun­cio­nal al imperialismo.

El capi­tal movi­li­zó la peda­go­gía del mie­do al asfi­xiar la eco­no­mía popu­lar, al pro­vo­car el corra­li­to, al inten­tar blo­quear los bie­nes bási­cos, al for­zar la hui­da de capi­ta­les, al hablar de futu­ros des­ga­rra­do­res. Y la direc­ción de Syri­za fue retro­ce­dien­do, sin atre­ver­se a tomar medi­das radi­ca­les en defen­sa de su pue­blo, des­oyen­do las pro­pues­tas de la izquier­da inter­na y de la izquier­da exter­na. La vana y sui­ci­da ilu­sión de que, al final, la Unión Euro­pea se aven­dría a una «nego­cia­ción demo­crá­ti­ca» por­que la Unión Euro­pea es un «pro­yec­to demo­crá­ti­co» que hay que recu­pe­rar librán­do­lo de sus «ten­den­cias auto­ri­ta­rias», esta igno­ran­cia de la his­to­ria y de la esen­cia del capi­ta­lis­mo, tal acto de fe jus­ti­fi­ca­ba esas con­ti­nuas cesio­nes y sobre todo el no movi­li­zar masi­va­men­te a la Gre­cia tra­ba­ja­do­ra hacia un obje­ti­vo vital con su corres­pon­dien­te estra­te­gia y tác­ti­cas ade­cua­das: la inde­pen­den­cia socialista.

Pero la reali­dad es tozu­da y la direc­ción de Syri­za fue vien­do muy a pesar suyo que la Unión Euro­pea es la Unión Euro­pea, que don­de hay capi­tán no man­da mari­ne­ro. El tiem­po pasa­ba, se acor­ta­ban los pla­zos y la infle­xi­bi­li­dad impe­ria­lis­ta lami­na­ba toda espe­ran­za. ¿Sali­da? El refor­mis­mo sue­le des­co­no­cer los sen­ti­mien­tos inter­nos del pue­blo, igno­ra su radi­ca­li­dad por­que el refor­mis­mo, ade­más de ser teó­ri­ca­men­te igno­ran­te, se cree supe­rior al pue­blo, a la mili­tan­cia de base de su par­ti­do, y cree que la «masa» segui­rá sus órde­nes. Segu­ra de su supe­rio­ri­dad infa­li­ble, la direc­ción de Syri­za recu­rrió al refe­rén­dum popu­lar no sin fuer­tes dis­cu­sio­nes inter­nas por dos razo­nes: el amo euro­peo se enfa­da­ría aún más, y la izquier­da revo­lu­cio­na­ria inter­na y exter­na podría for­ta­le­cer­se. Pero se impu­so la mayo­ría de la direc­ción que espe­ra­ba ganar­lo solo con una lige­ra ven­ta­ja sobre el «Sí». De este modo gana­ría la legi­ti­mi­dad sufi­cien­te para pre­sio­nar a la Unión Euro­pea, y tam­bién den­tro y fue­ra del partido.

La cam­pa­ña ofi­cial a favor del «No» inten­tó dejar bien esta­ble­ci­do que el «No» no era un no a la Unión Euro­pea sino un no a la bru­tal aus­te­ri­dad que esta­ba empo­bre­cien­do al pue­blo grie­go; que en reali­dad era un «Sí a la Unión Euro­pea demo­crá­ti­ca» expre­sa­do median­te un «No» a su for­ma actual, anti­de­mo­crá­ti­ca. Se ha comen­ta­do mucho la for­ma con­fu­sa de la pre­gun­ta ofi­cial, con­fu­sión que refle­ja el des­con­cier­to de la direc­ción de Syri­za ante unos acon­te­ci­mien­tos velo­ces que le supe­ra­ban por todas par­tes. Como es típi­co en el refor­mis­mo, la direc­ción de Syri­za bus­có salir del labe­rin­to median­te un doble o tri­ple hilo de Ariad­na: man­dar men­sa­jes apa­ci­gua­do­res inter­nos a la Unión Euro­pea y de rebo­te a la bur­gue­sía grie­ga, con­tro­lar a la cre­ci­da izquier­da inter­na y exter­na del par­ti­do, e inten­tar com­pren­der de dón­de había sur­gi­do ese casi 62% de Noes que le des­qui­cia­ba todo el plan anterior.

Con­for­me se acer­ca­ba el final, una peque­ña par­te de Syri­za inten­tó crear a todo correr un pro­gra­ma alter­na­ti­vo que, sin rom­per con la Unión Euro­pea, sí logra­se obte­ner tiem­po para median­te la sua­vi­za­ción del dolor popu­lar con póci­mas y ungüen­tos super­fi­cia­les, redu­je­ra los cos­tos huma­nos del pago de una deu­da ile­gí­ti­ma e inmo­ral con­traí­da por la cla­se bur­gue­sa grie­ga y cuya devo­lu­ción enri­que­cía al capi­tal finan­cie­ro mien­tras empo­bre­cía a la Gre­cia tra­ba­ja­do­ra. Pero, de nue­vo, este últi­mo inten­to fra­ca­só por la nega­ti­va de la Unión Euro­pea y el recha­zo de la direc­ción de Syri­za, que ya había asu­mi­do men­tal­men­te la derrota.

Enzar­za­da en esas marru­lle­rías buro­crá­ti­cas al mar­gen de su pue­blo, la direc­ción se topó con el fin del tiem­po, con el jui­cio final no ante los dio­ses grie­gos, que tal vez hubie­ran sido bene­vo­len­tes, sino ante el extran­je­ro dios del euro. Cro­nos, el cruel e iras­ci­ble dios del tiem­po, se comía a sus hijos, pero el ama­ble, frio y cal­cu­la­dor euro, dios del capi­tal, explo­ta al tiem­po, a Cro­nos, y le obli­ga a tra­ba­jar para él has­ta la exte­nua­ción. Y la direc­ción de Syri­za se arro­di­lló en el altar euroalemán.

¿Qué pue­de suceder?

La mili­tan­cia de base de Syri­za es mayo­ri­ta­ria­men­te pro Unión Euro­pea como lo es todo el refor­mis­mo euro­peo. Con ten­sio­nes inter­nas ha ido acep­tan­do una a una todas las clau­di­ca­cio­nes de su direc­ción. Lo ha hecho por­que no las ha vis­to como una trai­ción, por­que para trai­cio­nar hay que haber ocul­ta­do tram­po­sa y pre­me­di­ta­da­men­te una opción con­tra­ria radi­cal­men­te a la opción públi­ca, aban­do­nán­do­la de repen­te e impo­nien­do la nue­va estra­te­gia de for­ma sor­pre­si­va por­que se había man­te­ni­do ocul­ta has­ta enton­ces. No ha sido así. Syri­za nun­ca se ha enfren­ta­do a la actual cuar­ta reor­de­na­ción del capi­ta­lis­mo en Euro­pa. Peor aún, cuan­do el ejér­ci­to grie­go ofi­cial­men­te a las órde­nes de Syri­za hace manio­bras con el ejér­ci­to israe­lí, por ejem­plo, mucha mili­tan­cia lo acep­ta o se calla por­que su con­cien­cia anti­im­pe­ria­lis­ta es débil.

Por esto, según aumen­ta­ban las difi­cul­ta­des y se veía venir la fuer­za masi­va del «No» y la posi­bi­li­dad de radi­ca­li­za­ción de las bases, algu­nos de la direc­ción empe­za­ron a pedir la depu­ra­ción del sec­tor de izquier­das. Refor­mis­mo e izquier­da se repe­len mutua­men­te, pero en con­tex­tos de cri­sis pro­fun­da, de peli­gro mayor, de inde­ci­sión del refor­mis­mo, etc., en esos con­tex­tos, refor­mis­mo e izquier­da pue­den coin­ci­dir tác­ti­ca­men­te den­tro de una mis­ma orga­ni­za­ción. Es muy fre­cuen­te que la izquier­da ceda más para man­te­ner esa uni­dad tác­ti­ca, lo que le resul­ta muy peli­gro­so por­que el sen­ti­do común bur­gués, la lógi­ca for­mal, el demo­cra­ti­cis­mo abs­trac­to, la debi­li­dad teó­ri­co-polí­ti­ca y el des­pre­cio de la ver­bo­rrea refor­mis­ta hacia el rigor metó­di­co en el pen­sa­mien­to orga­ni­za­ti­vo, todo esto, y más, ter­mi­nan debi­li­tan­do a la izquier­da: la direc­ción refor­mis­ta mue­ve la maqui­na­ria buro­crá­ti­ca y la doci­li­dad psi­co­po­lí­ti­ca de sus bases para depu­rar len­ta o rápi­da­men­te a la izquierda.

La Gre­cia tra­ba­ja­do­ra está vien­do cómo le anu­lan des­de den­tro su inde­pen­den­cia nacio­nal de cla­se cum­plien­do las órde­nes del capi­tal extran­je­ro que tie­ne en la Gre­cia bur­gue­sa su fiel e intere­sa­do peón. Para la Gre­cia tra­ba­ja­do­ra recu­pe­rar su inde­pen­den­cia nacio­nal es la úni­ca garan­tía de mejo­ra sus­tan­cial de sus con­di­cio­nes de vida y tra­ba­jo, pero no pue­de lograr­lo si no se libra del cepo de la Unión Euro­pea, y si no redo­bla su lucha por una nación tra­ba­ja­do­ra inde­pen­dien­te e inser­ta en un movi­mien­to inter­na­cio­na­lis­ta mun­dial. De lo con­tra­rio, el vacío des­ilu­sio­na­do y des­afec­to ori­gi­na­do por la clau­di­ca­ción de Syri­za pue­de abrir las puer­tas a la fie­ra fas­cis­ta con su mode­lo inhu­mano de nación con­tra revo­lu­cio­na­ria. De hecho, esta pug­na reco­rre con mayor o menor inten­si­dad la his­to­ria recien­te de los pue­blos des­de 1917.

La mayo­ría euro­peís­ta de Syri­za sigue cre­yen­do con­tra toda evi­den­cia racio­nal que pue­de demo­cra­ti­zar­se la Unión Euro­pea, que el euro pue­de ser un ins­tru­men­to de dere­cho si está con­tro­la­do por la «demo­cra­cia», si el Par­la­men­to es un «ver­da­de­ro par­la­men­to». Ima­gi­na que recu­pe­ra­rá una inde­pen­den­cia per­di­da si aca­ta los dic­tá­me­nes del TTiP y del TiSA. Las varias izquier­das grie­gas son débi­les toda­vía aun­que la con­tun­den­cia del «No» pue­da refor­zar­les y, sobre todo, ense­ñar­les la nece­si­dad del acer­ca­mien­to mutuo pre­pa­rán­do­se para una lar­ga y muy enco­na­da lucha de cla­ses que a la fuer­za será tam­bién de libe­ra­ción nacio­nal aun­que, for­mal­men­te, Gre­cia sea inde­pen­dien­te en apariencia.

Las fuer­zas revo­lu­cio­na­rias de los Esta­dos euro­peos for­mal­men­te inde­pen­dien­tes pero engu­lli­dos ya en la Unión Euro­pea, deben com­pren­der que la con­cen­tra­ción y cen­tra­li­za­ción de capi­ta­les en la Unión Euro­pea, la for­tí­si­ma com­pe­ten­cia mun­dial, el poder incon­tes­ta­ble del capi­tal finan­cie­ro de altas tec­no­lo­gías, el agu­je­ro negro de la espe­cu­la­ción incon­tro­la­ble, y, sobre todo, como cau­sa bási­ca la ten­den­cia a la baja de la tasa media de bene­fi­cios, estas con­tra­dic­cio­nes bási­cas del capi­ta­lis­mo, han des­bor­da­do ya a los Esta­do-nación bur­gue­ses agu­di­zan­do al extre­mo la urgen­cia de avan­zar hacia los Esta­do-nación obre­ros anta­gó­ni­cos en todo con los anteriores.

Los pue­blos tra­ba­ja­do­res de Euro­pa no esta­mos solos, y los pue­blos nacio­nal­men­te opri­mi­dos, a los que se nos prohí­be crear nues­tro pro­pio Esta­do inde­pen­dien­te, sabe­mos que en Nues­tra Amé­ri­ca se inten­ta avan­zar por sen­de­ros de libe­ra­ción que nos brin­dan refle­xio­nes prác­ti­cas vita­les. Allí y aquí el enemi­go es el mis­mo, y aquí y allí lucha­mos por el mis­mo obje­ti­vo his­tó­ri­co. Hace pocos años una pan­car­ta col­ga­da en el Par­te­nón ate­nien­se decía: ¡Pue­blos de Euro­pa, Uníos!; aho­ra debe decir: ¡Pue­blos del mun­do, Uníos!

Iña­ki Gil de San Vicente

Eus­kal Herria, 17 de julio de 2015

Nota: Tex­to escri­to para Resu­men Latinoamericano

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