FARC, cons­truc­ción de la paz obli­ga escla­re­cer la ver­dad en Colombia

La dele­ga­ción de las Fuer­zas Arma­das Revo­lu­cio­na­rias de Colom­bia-Ejér­ci­to del Pue­blo (FARC-EP) afir­mó hoy que la cons­truc­ción de la paz en ese país sud­ame­ri­cano obli­ga a escla­re­cer la ver­dad sobre los hechos ocu­rri­dos duran­te la con­fron­ta­ción arma­da con sus consecuencias.

Esto impli­ca pre­ci­sar el papel juga­do por los dis­tin­tos acto­res, en el caso de las FARC-EP en el ejer­ci­cio del dere­cho a la rebe­lión, y exi­ge al ofre­ci­mien­to de sóli­das garan­tías de no repe­ti­ción, sub­ra­ya un tex­to divul­ga­do en esta capi­tal por el gru­po insurgente.

Veni­mos tra­ba­jan­do para que las víc­ti­mas del con­flic­to par­ti­ci­pen libre­men­te y con las debi­das garan­tías y se tra­ba­je efi­caz­men­te en con­se­guir el cum­pli­mien­to de un obje­ti­vo altruis­ta, que si bien debe ser pro­duc­to de un acuer­do polí­ti­co en la Mesa de Diá­lo­go, toda la socie­dad pue­da tener posi­bi­li­dad de recla­mar su ejecución.

Los diá­lo­gos de paz brin­dan hoy, una oca­sión úni­ca con vis­tas a alcan­zar la jus­ti­cia social, la recon­ci­lia­ción y la recu­pe­ra­ción de nues­tra memo­ria colec­ti­va, dán­do­nos la opor­tu­ni­dad de cono­cer los erro­res de nues­tra his­to­ria, para nun­ca más vol­ver a repetirlos.

De este modo ‑seña­la el tex­to- lograr tran­si­tar un camino de con­cor­dia en el que no exis­tan más las exclu­sio­nes polí­ti­cas, la caren­cia de demo­cra­cia, la impo­si­ción de la mise­ria y la des­igual­dad que gene­ra­ron incon­for­mi­dad y guerra.

La Comi­sión de Escla­re­ci­mien­to de la Ver­dad y la No Repe­ti­ción no debe ser equi­pa­ra­da a un órgano judi­cial, de hecho se tra­ta de un meca­nis­mo extra­ju­di­cial de inves­ti­ga­ción, escla­re­ci­mien­to y san­ción, pun­tua­li­za el comu­ni­ca­do de las FARC-EP.

Será impres­cin­di­ble ‑aña­de el tex­to- que cada par­te reco­noz­ca la res­pon­sa­bi­li­dad que le con­cier­ne, sien­do esto en espe­cial una obli­ga­ción inde­cli­na­ble del Esta­do infractor.

Tam­bién será fun­da­men­tal, dotar a la comi­sión de facul­ta­des para garan­ti­zar la com­pa­re­cen­cia de per­so­nas, o para acce­der a los luga­res don­de repo­san las evi­den­cias de lo ocurrido.

Es una obli­ga­ción éti­ca pre­ser­var todas estas fuen­tes y garan­ti­zar su uti­li­za­ción sin lími­te alguno, duran­te y des­pués de con­cluir el tra­ba­jo de la comi­sión, enfa­ti­za la guerrilla.

Si bien un capí­tu­lo espe­cial de la Comi­sión de Escla­re­ci­mien­to de la Ver­dad debe­rá ser el que tra­te el tema del para­mi­li­ta­ris­mo, el des­mon­te de tal fenó­meno tie­ne que ini­ciar­se des­de ya.

De ahí que en fun­ción del resar­ci­mien­to de las víc­ti­mas y la pre­ven­ción de nue­vas vic­ti­mi­za­cio­nes, per­sis­ta­mos en nues­tra exi­gen­cia de estruc­tu­rar de inme­dia­to, a ins­tan­cias de la Mesa de Con­ver­sa­cio­nes, una Comi­sión Para el Escla­re­ci­mien­to y Des­mon­te del Para­mi­li­ta­ris­mo, pro­pu­so la FARC-EP.

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