[Vídeo] “The Lum­pen”, el funk revo­lu­cio­na­rio de los Pan­te­ras Negras

Los Pan­te­ras Negras tenían su pro­pio gru­po de funk, lla­ma­dos The Lum­pen, una cla­ra alu­sión al con­cep­to mar­xis­ta del “lum­pen­pro­le­te­riat”. A lo lar­go de la his­to­ria, las comu­ni­da­des y pue­blos opri­mi­dos han uti­li­za­do la músi­ca como un medio no sólo para docu­men­tar su lucha, sino tam­bién para edu­car, moti­var e ins­pi­rar a la gen­te a la resis­ten­cia. El gru­po Lum­pen sur­gió de esa tra­di­ción. La misión de Lum­pen fue “edu­car a la gen­te” uti­li­zan­do for­mas popu­la­res de músi­ca con las que la comu­ni­dad pudie­ra iden­ti­fi­car­se y tam­bién poli­ti­zar­se. El obje­ti­vo de Lum­pen era ser­vir como un arma más en la lucha por la libe­ra­ción de los afroamericanos.

La exis­ten­cia de The Lum­pen fue bre­ve, solo estu­vie­ron en acti­vo un año entre 1970 y 1971, pero a buen segu­ro que fue intensa.
Los miem­bros ori­gi­na­les eran Bill Calhoun, Clark (San­ta Rita) Bai­ley, James Mott y Michael Torran­ce. Al prin­ci­pio sólo eran un gru­po de cole­gas a los que les gus­ta­ba can­tar mien­tras tra­ba­ja­ban por las noches para una empre­sa de dis­tri­bu­ción en San Fran­cis­co, sim­ple­men­te para hacer el tra­ba­jo más agra­da­ble (lo que no deja de ser otra tradición).
Todos habían can­ta­do en gru­pos antes, Calhoun había sido músi­co pro­fe­sio­nal en Las Vegas y aca­ba­ba de lle­gar a San Fran­cis­co. Un día, Emory Dou­glas, Minis­tro de Cul­tu­ra de los Pan­te­ras Negras, sugi­rió que podrían for­mar un gru­po musi­cal. Elai­ne Brown ya había gra­ba­do un álbum de can­cio­nes revo­lu­cio­na­rias (Apro­ve­cha el tiempo/​Seize the Time) en un esti­lo de músi­ca popu­lar, y la for­ma­ción de este cuar­te­to podría dar con­ti­nui­dad a la uti­li­za­ción de la músi­ca como pro­pa­gan­da de los Pan­te­ras Negras. De este modo un gru­po de Soul y R & B podría ser una herra­mien­ta polí­ti­ca útil, pen­san­do que si bien algu­nas per­so­nas nun­ca leen, todo el mun­do escu­cha música.
Para comen­zar Calhoun escri­bió “No More” en un esti­lo gos­pel, y lue­go “Free Bobby Now”, una can­ción de R & B más opti­mis­ta, inci­dien­do en la cam­pa­ña por la libe­ra­ción de Bobby Sea­le, uno de los fun­da­do­res del Black Panther Party, en pri­sión por “cons­pi­ra­ción” por su supues­ta res­pon­sa­bi­li­dad en las revuel­tas de Chica­go de 1968. Gra­ba­ron estas dos can­cio­nes con el sello del Par­ti­do lla­ma­do Sei­ze the Time y pron­to esta­ban can­tan­do en cen­tros comu­ni­ta­rios y mítines.
The Lum­pen fue una expre­sión más de la cul­tu­ra revo­lu­cio­na­ria afro­ame­ri­ca­na bajo el tute­la­je del Minis­te­rio de Cul­tu­ra de los Pan­te­ras Negras. Se deter­mi­nó que como repre­sen­tan­tes del Par­ti­do de las Pan­te­ras Negras y para cap­tu­rar mejor la ima­gi­na­ción de la gen­te, The Lum­pen ten­dría que ren­dir a un alto nivel, el “pro­duc­to” tenía que ser bueno. Gra­cias a la expe­rien­cia de Calhoun, fue­ron capa­ces de armar un gran espec­tácu­lo a la hora de actuar, con sus pro­pios uni­for­mes y tam­bién con una ensa­ya­da coreografía.

The Lum­pen pro­mo­vió los pun­tos bási­cos del idea­rio de los Pan­te­ras tra­ba­jan­do ver­sio­nes sobre cono­ci­das can­cio­nes popu­la­res a las que daban el con­te­ni­do polí­ti­co ade­cua­do, el reper­to­rio incluía The Impres­sions (Peo­ple Get Ready – Revolution’s Come), The Tem­pta­tions (There’s Bullets in the air for Free­dom, Old Pig Nixon) y tam­bién escri­bie­ron temas ori­gi­na­les como Revo­lu­tion is the Only Solu­tion, We Can’t Wait Another Day, Set Sis­ter Eri­ka Free, and Killin’ (If U Gon Be Free).
Los dife­ren­tes inten­tos por gra­bar un LP en direc­to se vie­ron frus­tra­dos por la nega­ti­va de las casas dis­co­grá­fi­cas a pro­du­cir una músi­ca cuyas letras con­si­de­ra­ban exce­si­va­men­te con­tro­ver­ti­das y la ban­da se disol­vió, tam­bién apre­mia­dos por otras prio­ri­da­des políticas.
Según cuen­ta uno de sus miem­bros, Michael Torran­ce: “Es impor­tan­te sub­ra­yar que The Lum­pen eran Pan­te­ras antes que nada. Antes, duran­te y des­pués del gru­po, hici­mos todo el tra­ba­jo polí­ti­co y coti­diano que se reque­ría de todo cama­ra­da. La músi­ca era sim­ple­men­te otra face­ta de ser­vi­cio al Par­ti­do y la Revo­lu­ción. Por otra par­te, y dado que era­mos una ban­da “edu­ca­ti­va”, era nece­sa­rio el estu­dio rigu­ro­so para ser capa­ces de lle­var la ideo­lo­gía de los Pan­te­ras Negras a las canciones.
En todo momen­to, éra­mos repre­sen­tan­tes del Par­ti­do de los Pan­te­ras Negras”. 

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