En res­pues­ta al con­se­je­ro Abur­to- Elkartzen

Recien­te­men­te hemos podi­do leer en la pren­sa las lamen­ta­bles decla­ra­cio­nes del Con­se­je­ro Abur­to sobre el dere­cho a la vivienda.

Nos dice que antes de reco­no­cer nue­vos dere­chos hay que pre­ver de qué dine­ro se dis­po­ne para materializarlos.

Ante­po­ne el dine­ro a los dere­chos sin son­ro­jar­se. Dine­ro está cla­ro que hay, el pro­ble­ma es cómo y para que se uti­li­za. Le recor­da­mos que el uso y dis­fru­te de una vivien­da dig­na es un dere­cho (art. 25 de La Decla­ra­ción Uni­ver­sal de Dere­chos Socia­les). Pero a pesar de ello des­de las Admi­nis­tra­cio­nes hacen caso omi­so y no toman las medi­das que hay que tomar para garan­ti­zar tal dere­cho. ¿No hay dine­ro para garan­ti­zar un techo a miles de per­so­nas que lo nece­si­tan y si hay dine­ro para cons­truir el TAV de dudo­sa utilidad?

En cuan­to a la vivien­da vacía se mues­tra par­ti­da­rio de no pena­li­zar la vivien­da vacía, sino de dar incen­ti­vos para que los pro­pie­ta­rios pon­gan esas vivien­das en el mer­ca­do. ¿Pero se cree que somos ton­tas? Eso es lo que han hecho duran­te muchos años (Bizi­gu­ne, Alo­ka­bi­de, ..) y no han con­se­gui­do garan­ti­zar el dere­cho a la vivien­da. Lo úni­co que han con­se­gui­do es tras­va­sar dine­ro públi­co a manos privadas.

Dice el Con­se­je­ro Abur­to que hay que defi­nir que es un piso des­ocu­pa­do, pues ya es hora, en sus manos está. Des­de los colec­ti­vos socia­les esta­mos har­tos de exi­gir la defi­ni­ción de la vivien­da vacía.
Pero a la Admi­nis­tra­ción está cla­ro que no le intere­sa, sin una defi­ni­ción tie­nen la excu­sa per­fec­ta para no hacer nada. Si tan­to pro­ble­ma les da defi­nir la vivien­da vacía les ins­ta­mos a que hagan suya la defi­ni­ción de vivien­da vacía que hace Elkar­tzen. Sin más, otra vez se ha pen­sa­do que somos tontas.

El úni­co modo de garan­ti­zar el dere­cho a la vivien­da es crean­do un Par­que Públi­co de Alqui­ler Social prio­ri­zan­do el uso de la vivien­da vacía exis­ten­te, desa­rro­llar el alqui­ler publi­co fren­te a la com­pra, limi­tar el pre­cio de los alqui­le­res, defi­nir la vivien­da vacía y pena­li­zar el incum­pli­mien­to de su fun­ción social, y por supues­to garan­ti­zar la par­ti­ci­pa­ción social en la ges­tión de la vivien­da pública.

La crea­ción del Par­que Publi­co de Vivien­da en Alqui­ler Social es finan­cia­ble, aun­que nos quie­ran hacer ver lo con­tra­rio. Para ello toda pro­mo­ción de vivien­da públi­ca debe ir des­ti­na­da al alqui­ler social, hay que prio­ri­zar el uso de la vivien­da vacía, empe­zan­do por las que per­te­nez­can a cual­quier Ins­ti­tu­ción Públi­ca y empre­sas de carác­ter publi­co, de los ban­cos y cajas, cons­truc­to­ras, pro­mo­to­ras, igle­sia, ejer­ci­to, … vivien­das intes­ta­das. Ade­más de la inclu­sión de esas vivien­das en el Par­que Publi­co de Alqui­ler Social, para su finan­cia­ción la Admi­nis­tra­ción publi­ca debe­ría des­ti­nar el pre­su­pues­to actual de vivien­da, las enti­da­des finan­cie­ras y de pre­vi­sión deben par­ti­ci­par vía obra social, se aña­di­ría canon espe­cial a la vivien­da vacía, incre­men­to del IBI a las segun­das vivien­das, el 15% de los ingre­sos de las per­so­nas inqui­li­nas en con­cep­to de alqui­ler, … Si con todas estas fuen­tes no fue­ra sufi­cien­te, las Ins­ti­tu­cio­nes Públi­cas deben ser el garan­te de dotar el impor­te nece­sa­rio como apor­ta­ción de emer­gen­cia social para el cum­pli­mien­to de un dere­cho, una nece­si­dad, como lo es el dis­fru­te de una vivienda.

Fuen­tes para su finan­cia­ción hay, lo que no hay es voluntad.

Están jugan­do con la san­gre y el sudor del Pue­blo Tra­ba­ja­dor Vasco.

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