Pode­mos, nue­vo títe­re del gran capi­tal y de la dere­cha espa­ño­la más ran­cia- Marat

1.-Del obje­ti­vo com­par­ti­do entre el San­tan­der y Pode­mos al direc­ti­vo de “la chis­pa de la vida” res­pal­dan­do al par­ti­do de la ale­gría, pasan­do por la pare­ja del año 2014 Lomana-Monedero: 

Hace algún tiem­po ven­go seña­lan­do en varios artícu­los que Pode­mos es la res­pues­ta que el capi­ta­lis­mo espa­ñol nece­si­ta ante el ago­ta­mien­to del cré­di­to polí­ti­co de los par­ti­dos de la alter­nan­cia (PSOE, PP), enten­dien­do que el PP vie­ne a ser here­de­ro no sólo de AP, su matriz polí­ti­ca, sino de la UCD, la dere­cha que pro­ta­go­ni­zó los dos pri­me­ros gobier­nos de la tran­si­ción política.

La pri­me­ra pis­ta de que el capi­tal apos­ta­ría por Pode­mos como una de las patas de recam­bio gat­to­par­diano del sis­te­ma de par­ti­dos espa­ñol la dio la nue­va Pre­si­den­ta del Ban­co San­tan­der, Ana Patri­cia Botín, dan­do paso a un con­ti­nuum de para­bie­nes empre­sa­ria­les que no se ha dete­ni­do has­ta el día de hoy. No quie­ro ser repe­ti­ti­vo res­pec­to al enun­cia­do de bue­nas inten­cio­nes capi­ta­lis­tas hacia la for­ma­ción del Círcu­lo pero, si usted lec­tor desea cono­cer quié­nes han sido los pri­me­ros en pro­nun­ciar un posi­cio­na­mien­to favo­ra­ble a la mis­ma, tie­ne a su dis­po­si­ción un artícu­lo mío del mes de Noviem­bre de 2014 titu­la­do “Pode­mos, la rue­da de repues­to del capi­ta­lis­mo, votó a su macho alfa”.
Reco­mien­do su lec­tu­ra por­que el núme­ro y las cre­den­cia­les capi­ta­lis­tas de los ami­gos empre­sa­ria­les de Pode­mos es muy significativo.

“Tem­pus fugit”.
La velo­ci­dad con la que se desa­rro­llan los acon­te­ci­mien­tos en perío­dos his­tó­ri­cos con­vul­sos ha hecho que ese lis­ta­do de padri­nos de los pode­mi­tas haya que­da­do ya inevi­ta­ble­men­te des­fa­sa­do, habién­do­se de aña­dir otros muchos.

El Pre­si­den­te de Rep­sol, uno de los pode­res empre­sa­ria­les más impor­tan­tes del país, Anto­nio Bru­fau, se mani­fes­ta­ba en los pri­me­ros días del pasa­do mes de Diciem­bre a favor de “des­dra­ma­ti­zar la posi­ble lle­ga­da al poder de Pode­mos”. Y a tal obje­to apun­ta­ba que “se han vis­to dos pro­gra­mas de Pode­mos dife­ren­tes, uno de cor­te boli­va­riano y otro de cor­te nór­di­co, más mode­ra­do”. Y aca­ba­ba seña­lan­do: “si al final gana Pode­mos, habrá que con­ven­cer o expli­car a los diri­gen­tes del par­ti­do cuá­les son las rece­tas que fun­cio­nan en todo el mun­do”. En Pode­mos lo saben, señor Bru­fau. Por eso encar­ga­ron ese refri­to mini­key­ne­siano de bue­nas inten­cio­nes a los teno­res de la social­de­mo­cra­cia ver­gon­zan­te Juan Torres y Vice­nç Navarro.

Más recien­te­men­te algu­nos de los gran­des empre­sa­rios del Ibex 35, entre los que se encues­tran Fer­nan­do Fer­nán­dez Tapias, Flo­ren­tino Pérez, José Manuel Entre­ca­na­les o Juan Miguel Villar Mir, mos­tra­ban su inte­rés en man­te­ner un encuen­tro con Pablo Igle­sias y la direc­ción de Pode­mos. El líder de esta for­ma­ción ya les había envia­do un men­sa­je a tra­vés de Jor­di Évo­le y su pro­gra­ma “Sal­va­dos”, en el que hace unos meses fue entre­vis­ta­do al afir­mar que no se había pro­du­ci­do nin­gu­na lla­ma­da por par­te de repre­sen­tan­tes empre­sa­ria­les o finan­cie­ros del gran capi­tal: “No ha ocu­rri­do toda­vía, ni para inten­tar com­prar­me siquie­ra. Ni para hablar”.
La últi­ma vez que los empre­sa­rios del Ibex 25 se reu­nie­ron con Zapa­te­ro en Mon­cloa éste impul­só los mayo­res recor­tes de dere­chos socia­les de su gobierno y meses más tar­de plan­teó la refor­ma del artícu­lo 135 de la Cons­ti­tu­ción que con­sa­gra­ba la prio­ri­dad de hon­rar la deu­da públi­ca espa­ño­la por enci­ma de cual­quier con­si­de­ra­ción social del gas­to del Esta­do y sus administraciones.

No quie­ro olvi­dar­me de Mar­cos de Quin­to, el empre­sa­rio Coca-Cole­ro que se ha con­ver­ti­do en el núme­ro 3 de la mar­ca del jara­be USA a nivel mun­dial hacien­do méri­tos a base de des­pi­dos de los tra­ba­ja­do­res de la mar­ca en Espa­ña, de la que ha sido Pre­si­den­te, y de agre­sio­nes ver­ba­les en las redes socia­les a los sin­di­ca­lis­tas que tra­ba­jan en la mar­ca, el cual ha mos­tra­do una nota­ble sim­pa­tía por los pode­mi­tas y ha sali­do reite­ra­da­men­te en su defen­sa, agra­de­cien­do al par­ti­do del señor Igle­sias sus des­ve­los rege­ne­ra­do­res de la polí­ti­ca espa­ño­la. El señor de Quin­to decla­ra­ba no hace mucho que “Hay un inte­rés muy gran­de en tra­tar de encon­trar algo sucio, lo que sea, con­tra la gen­te de Pode­mos.”.
El señor de Quin­to recuer­da al fiel pode­mi­ta que, con un com­por­ta­mien­to pro­pio de sec­ta, se nie­ga a admi­tir que exis­ta ese algo sucio en Pode­mos. Lo cier­to es que Inter­net es una gran heme­ro­te­ca y demues­tra cada día que lo sucio en ese par­ti­do no es “algo” sino muchos algos. Y eso sin tener aún un solo con­ce­jal. El señor de Quin­to sabe muy bien lo que cabe espe­rar de Pode­mos: “Yo creo que si gana Pode­mos la gen­te va a seguir bebien­do Coca-Cola”.
Cons­cien­te de que qui­zá no se le había enten­di­do bien, acla­ró lo que que­ría decir con esa fra­se con dos afir­ma­cio­nes que des­pe­jan la duda inclu­so a los más ingenuos:

“Vamos a seguir aquí en Espa­ña y no hay nin­gún tipo de plan B por si gana Podemos” 

“Yo el otro día col­gué un tuit con la famo­sa foto de la tor­ti­lla de Yáñez, Feli­pe Gon­zá­lez, Cha­ves y Alfon­so Gue­rra. Sal­vo por los pan­ta­lo­nes, que eran de pata de ele­fan­te, veo muchas simi­li­tu­des entre aque­llos jóve­nes socia­lis­tas y Pode­mos. Con el tiem­po, el PSOE tuvo una gran capa­ci­dad de adap­ta­ción y si eso le ocu­rre a Pode­mos, en caso de tocar poder, la gen­te les per­de­ría el mie­do”

Y si los gran­des empre­sa­rios mani­fies­tan sus incli­na­cio­nes hacia Pode­mos, éste no es des­agra­de­ci­do hacia sus padri­nos y mues­tra sig­nos de apro­xi­ma­ción hacia le jet set del papel couché, como en su día hizo Miguel Boyer, casan­do con dama fili­pi­na de ali­ca­ta­dos baños. El señor Mone­de­ro ha hecho su peque­ño sacri­fi­cio inti­man­do con la cele­brity Car­men Loma­na, hija de ban­que­ro y viu­da de millo­na­rio, que se le ofre­ce a plan­char­le media doce­na de cami­sas para que vaya a las tele­vi­sio­nes “nique­lao”.
Más recien­te­men­te el señor Mone­de­ro comió ros­cón de Reyes con la seño­ra Loma­na y un selec­to gru­po repre­sen­ta­ti­vo de la dere­cha pijo-capi­ta­lis­ta. Igno­ro si al señor Mone­de­ro le tocó el haba. Sos­pe­cho que la recien­te afi­ción del pro­fe­sor hacia la egip­to­lo­gía y la arqueo­lo­gía se debe a su deseo de pisar las nobles alfom­bras pala­ti­nas del capi­tal, abrién­do­se paso hacia la cas­ta de los pode­ro­sos y demos­tran­do que, aun­que “par­ve­nus”, no deben ser temi­dos por el capi­tal, si dama de tan alta alcur­nia mues­tra sus debi­li­da­des por quien con­si­de­ra “inte­li­gen­te, cáli­do y agra­da­ble”, un Mimo­sín, vamos.
De hecho, esta ten­den­cia hacia las anti­güe­da­des de señor Mone­de­ro pare­ce ser algo más que una mera ini­cia­ti­va de la cúpu­la oli­gár­qui­ca pode­mi­ta para con­ver­tir­se en polí­ti­ca asu­mi­da por la orga­ni­za­ción que rea­li­za ya mer­ca­di­llos soli­da­rios en algu­nos de sus Círcu­los; mer­ca­di­llos, eso sí, más modes­tos que los que mon­ta la seño­ra Loma­na. Ésta los orga­ni­za con men­sa­je navi­de­ño y balan­ce anual inclui­dos, como rei­na de vani­da­des que com­pi­te con Feli­pe VI. La cari­dad que ella lla­ma soli­da­ri­dad la lle­va a sacri­fi­car algu­nas pie­za de su colec­ción de moda para y recau­dar así algu­nos euri­llos para que las madres pobres, que no pue­den cal­zar­se unos cal­cos de Mano­lo Blah­nik como dios man­da, ali­men­ten a su prole.

El pro­ce­so de ele­va­ción de Pode­mos a alter­na­ti­va de gobierno ha sido muy poco sutil.
No nece­si­ta­ba ser­lo ni hacía fal­ta mayor disi­mu­lo, dado el bají­si­mo nivel de memo­ria his­tó­ri­ca sobre la tran­si­ción, el des­co­no­ci­mien­to casi abso­lu­ta­men­te gene­ral de cómo se mon­tó a media­dos de la déca­da de los 70 del pasa­do siglo, en tan sólo unos pocos meses, un PSOE prác­ti­ca­men­te inexis­ten­te, la ausen­cia de cul­tu­ra polí­ti­ca del ciu­da­dano medio espa­ñol, el bom­bar­deo mediá­ti­co para ele­var a este par­ti­do a cate­go­ría de “Gobierno de Sal­va­ción Nacio­nal” y el pan­cis­mo casi abso­lu­to de unas cla­ses socia­les medias y subal­ter­nas cuyas aspi­ra­cio­nes polí­ti­cas se limi­tan a la revan­cha fren­te a la mayo­ría de los polí­ti­cos y la vuel­ta a los bue­nos años del con­su­mo des­preo­cu­pa­do de masas.

Si a esto le uni­mos el fana­tis­mo men­tal de quie­nes han sido abdu­ci­dos por el men­sa­je de los sal­va­pa­trias y la creen­cia en que para rever­tir los cam­bios que impo­ne el capi­ta­lis­mo bas­ta con la mudan­za de gobierno y algo de movi­li­za­ción en su apo­yo (no mucho, no sea que la cosa se des­ma­dre hacia don­de no se quie­re ir. Lo jus­to para lograr el obje­ti­vo espe­ra­do) el camino está rodado.
2.-¿Para qué sir­ven los flau­tis­tas de Hame­lín en una cri­sis de las éli­tes políticas?:

Vivi­mos momen­tos de expec­ta­ción den­tro del lar­go bucle de la cri­sis capitalista.
Apa­re­cen sig­nos con­tra­dic­to­rios que mez­clan indi­cios de un perío­do de tími­da recu­pe­ra­ción den­tro del ciclo lar­go depre­si­vo, com­bi­na­dos con otros de signo opues­to, que insis­ten en inmi­nen­tes recaí­das en la sima más pro­fun­da, deri­va­da de nue­vas bur­bu­jas que pron­to esta­lla­rán y de la ralen­ti­za­ción de la eco­no­mía mundial.

Nin­gún gobierno que acep­te el jue­go de la “lega­li­dad demo­crá­ti­ca” bur­gue­sa ‑jue­go ins­ti­tu­cio­nal, jue­go legal y, fun­da­men­tal­men­te, jue­go de los mer­ca­dos nacio­na­les e internacionales‑, por “pro­gre­sis­ta” que pre­ten­da ser, está en situa­ción de rever­tir la cri­sis capi­ta­lis­ta como tam­po­co los dere­chos eco­nó­mi­cos y socia­les per­di­dos por las cla­ses tra­ba­ja­do­ras de los paí­ses cen­tra­les del capi­ta­lis­mo que la cura de caba­llo anti­cri­sis les ha supues­to. La pro­pia lega­li­dad bur­gue­sa, que es el de la dic­ta­du­ra del mer­ca­do, con­sa­gra­da por las cons­ti­tu­cio­nes nacio­na­les de los paí­ses capi­ta­lis­tas y por sus apa­ra­tos jurí­di­cos lo impi­de. Si den­tro del res­pe­to a las for­mas de esa lega­li­dad bur­gue­sa, algún par­ti­do en el gobierno inten­ta­se for­zar la situa­ción, lle­gan­do a rea­li­zar polí­ti­cas popu­la­res que pro­te­gie­sen a la cla­se tra­ba­ja­do­ra y a otros sec­to­res socia­les gol­pea­dos por la cri­sis y revir­tie­sen algu­nas de las medi­das más anti­so­cia­les en mate­ria labo­ral y de pro­tec­ción social y de dere­chos, las fuer­zas del capi­tal, los pode­res fác­ti­cos a su ser­vi­cio, las cloa­cas de Esta­do, las ins­ti­tu­cio­nes inter­na­cio­na­les, los mer­ca­dos inter­na­cio­na­les y otros sis­te­mas de “inte­li­gen­cia” pro­vo­ca­rían tal des­es­ta­bi­li­za­ción que harían caer a dicho gobierno como medi­da menos trau­má­ti­ca o pro­vo­ca­rían un gol­pe de fuer­za con apa­rien­cia más o menos legal. El derro­ca­mien­to del Gobierno de la Uni­dad Popu­lar de Allen­de en 1973 mar­ca los lími­tes de la acción polí­ti­ca res­pe­tuo­sa con el orden esta­ble­ci­do. Quien crea que esos tiem­pos ya pasa­ron es, como poco, un des­in­for­ma­do. Los aten­ta­dos de fal­sa ban­de­ra y las gue­rras de cuar­ta gene­ra­ción se han dado has­ta aho­ra en la peri­fe­ria del sis­te­ma, mien­tras los recor­tes lega­les a las liber­ta­des, el aumen­to de los pre­su­pues­tos para dota­cio­nes poli­cia­les y la vio­len­cia repre­so­ra del Esta­do con­tra gru­pos polí­ti­cos y socia­les disi­den­tes va en aumen­to en Euro­pa, a la par que se pro­du­ce el cre­ci­mien­to expo­nen­cial de los par­ti­dos fas­cis­tas. La maqui­na­ria está pre­pa­ra­da para lle­gar has­ta dón­de sea necesario.

Quie­nes deseen lle­var a cabo un pro­gra­ma real­men­te revo­lu­cio­na­rio, lo que nada tie­ne que ver con otro ins­pi­ra­do en un tími­do key­ne­sia­nis­mo, deben saber que sólo podrán hacer­lo vio­len­tan­do las reglas del jue­go de la demo­cra­cia bur­gue­sa y eso sig­ni­fi­ca un deter­mi­na­do gra­do de uso de la fuer­za, el nece­sa­rio para impe­dir que la volun­tad de trans­for­ma­ción social sea que­bra­da por los enemi­gos de la mis­ma. Cada uno es muy due­ño de posi­cio­nar­se como desee res­pec­to al uso de cier­to nivel de vio­len­cia revo­lu­cio­na­ria pero tam­bién cabe exi­gir­le la cohe­ren­cia de no pre­ten­der hacer­nos creer que quie­nes asu­men la lega­li­dad capi­ta­lis­ta final­men­te no aca­ban sien­do laca­yos del capi­tal. Sé en qué país vivo, has­ta dón­de lle­ga la famo­sa indig­na­ción de la deno­mi­na­da “gen­te” y a cam­bio de qué miga­jas se les pasa­ría aque­lla. Pero sé tam­bién que el camino de la “des­ilu­sión” está alfom­bra­do de las renun­cias de quie­nes creen en el poder mági­co del voto, en que bas­ta con tener volun­tad polí­ti­ca y de las posi­cio­nes que empie­zan con la dema­go­gia sesen­ta­yo­chis­ta del “sea­mos rea­lis­tas, pida­mos lo impo­si­ble” para pasar rápi­da­men­te al pro­gra­ma de lo rea­lis­ta y de la con­cre­ción, como les gus­ta decir a los diri­gen­tes de Pode­mos y final­men­te, aca­bar hacien­do la polí­ti­ca que exi­ge el capi­tal, como ya demos­tró el señor Zapa­te­ro, cuya sen­da siguen aho­ra con inau­di­to entu­sias­mo y pas­mo­sa rapi­dez estos seño­res del Círculo.

No conoz­co a nadie con sufi­cien­tes cua­li­da­des de cla­ri­vi­den­cia que pue­da vati­ci­nar de modo segu­ro cuál será el futu­ro de la eco­no­mía espa­ño­la y mun­dial en los pró­xi­mos 3 – 4 años. Casi todos los que pre­ten­den dar a enten­der que entien­den algo de ren­tas y rique­zas de las nacio­nes pre­fie­ren situar­se en esce­na­rios más o menos posi­bles, más o menos pre­vi­si­bles. Hablan de ten­den­cias pero no pare­cen trans­mi­tir dema­sia­das cer­ti­dum­bres, sal­vo Rajoy, sus minis­tros del área eco­nó­mi­ca y algu­nos eco­no­mis­tas libe­ra­les que, a fal­ta de rea­li­za­cio­nes, ven­den opti­mis­mo como el que ven­de aire puro del Hima­la­ya embotellado.

En cual­quier caso, haya o no un cier­to perío­do de recu­pe­ra­ción en Espa­ña, la UE y USA, que casi todos los exper­tos tien­den a cali­fi­car como débil, insu­fi­cien­te o, en el mejor de los casos, mode­ra­da, lo que así pare­cen evi­den­ciar las cri­sis ante­rio­res que han pre­ce­di­do a ésta des­de 1973 y la com­ple­ji­dad de la actual (altos nive­les de des­em­pleo y bajos de con­su­mo com­pa­ti­bles con altos bene­fi­cios cor­po­ra­ti­vos en los 2 – 3 últi­mos años, pro­ce­sos de for­ma­ción de nue­vas bur­bu­jas, altos nive­les de endeu­da­mien­to públi­co, perío­dos rece­si­vos den­tro de la cri­sis en paí­ses cen­tra­les de la UE, ries­gos de defla­ción, cri­sis ali­men­ta­ria mun­dial, cri­sis eco­ló­gi­ca, cri­sis ener­gé­ti­ca, etc), lo cier­to es que se obser­va que la teo­ría de los ciclos lar­gos de Kon­dra­tieff de 50 – 60 años, con un perío­do alcis­ta de simi­lar dura­ción al con­trac­ti­vo, ya no funciona.

Los perío­dos de recu­pe­ra­ción y cre­ci­mien­to sos­te­ni­do de la eco­no­mía se han vuel­to más cor­tos y se mues­tran más débi­les en los paí­ses cen­tra­les del capi­ta­lis­mo, en tan­to que los perío­dos res­tric­ti­vos se alar­gan y tien­den a mos­trar cau­sas estruc­tu­ra­les y sis­té­mi­cas cada vez más profundas.
Ello evi­den­cia­ría, como seña­la Jor­ge Beins­tein, que el capi­ta­lis­mo pare­ce haber entra­do en una eta­pa senil. Con esta afir­ma­ción no me estoy apun­tan­do a nin­gu­na ver­sión de la tan nega­ti­va y des­mo­vi­li­za­do­ra teo­ría del derrum­be. Nin­gún sis­te­ma eco­nó­mi­co ha caí­do sin unas cri­sis socia­les y con­flic­tos que lo empu­jen, sal­vo sabo­ta­je pre­me­di­ta­do de las éli­tes diri­gen­tes. Y eso en estos momen­tos no suce­de por ausen­cia de pro­yec­to polí­ti­co revo­lu­cio­na­rio, acep­ta­ción del sis­te­ma de domi­na­ción por sus víc­ti­mas y des­vío de la crí­ti­ca de la des­igual­dad eco­nó­mi­ca a la ins­tan­cia polí­ti­ca de representación.

Sea como fue­re, y más allá de las ala­ra­cas pro­pa­gan­dís­ti­cas de gobier­nos con­ser­va­do­res, libe­ra­les y social-libe­ra­les, lo cier­to es que hay indi­cios con­fu­sos y con­tra­dic­to­rios de una débil recu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca, segu­ra­men­te bre­ve en el tiem­po, que en Espa­ña podría con­cre­tar­se en cues­tio­nes como un cier­to repun­te del empleo pre­ca­rio y de baja cali­dad, una mode­ra­da reac­ti­va­ción del con­su­mo que el gobierno del PP incen­ti­va­rá con un irres­pon­sa­ble des­cen­so del IRPF que podría incre­men­tar la deu­da públi­ca, con el con­si­guien­te incre­men­to en el des­man­te­la­mien­to de este sec­tor y de los ser­vi­cios socia­les, un modes­to aumen­to del cré­di­to y un lige­rí­si­mo alza de los sala­rios, lo que se hace impres­cin­di­ble si se pre­ten­de la cita­da recu­pe­ra­ción de con­su­mo y de la acti­vi­dad económica.

Pero esa recu­pe­ra­ción ten­drá unas bases nada sóli­das, muy liga­das a sec­to­res espe­cu­la­ti­vos ‑ya se vuel­ven a ver las grúas en el pai­sa­je de las gran­des ciudades‑, no se tra­du­ci­rá en empleo de cali­dad sino en uno aún más pre­ca­rio del ya pre­ca­rio que abun­da­ba antes de la cri­sis y de rápi­da des­truc­ción ante una con­trac­ción eco­nó­mi­ca, y con ries­gos de for­ma­ción de nue­vas bur­bu­jas no sólo finan­cie­ras, lo que se tra­du­ci­rá muy pro­ba­ble­men­te en un rebro­te pos­te­rior de la cri­sis que pro­du­ci­rá caí­da a plo­mo pos­te­rior de la economía.

Mien­tras tan­to, los sec­to­res de las cla­ses medias que vivie­ron el dora­do sue­ño del con­su­mo y que aho­ra se ilu­sio­nan con pro­yec­tos ciu­da­da­nis­tas que les hablan de la públi­ca inver­sión key­ne­sia­na, que per­mi­ta la recu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca y la vuel­ta a la modo­rra de su anta­ño cómo­do esti­lo de vida, vivi­rán por un bre­ve tiem­po la espe­ran­za de retorno a los feli­ces tiem­pos de la tar­je­ta visa echan­do humo. Pero la cla­se tra­ba­ja­do­ra que en el pasa­do fue mileu­ris­ta y hoy es seis­cien­to­seu­ris­ta segui­rá aje­na a los pro­gra­mas de sali­da de la cri­sis, ya ven­gan de la dere­cha ultra­con­ser­va­do­ra, la social-libe­ral o la neo­fa­lan­gis­ta empo­de­ra­da por­que ape­nas han exis­ti­do fuer­zas polí­ti­cas y sin­di­ca­les que hayan com­ba­ti­do por ella ni están en la men­te de los par­ti­dos del sistema.

El encum­bra­mien­to mediá­ti­co de la sec­ta pode­mi­ta y los apo­yos empre­sa­ria­les que reci­be tie­nen su razón de ser.

Más allá de que poten­ciar a Pode­mos sea un modo de divi­dir el voto antiPP, lo que es cier­to pero no deja de ser un asun­to anec­dó­ti­co menor ante la evi­den­cia de que todo par­ti­do que acep­te las regla­se del jue­go legal, acep­ta­rá final­men­te las órde­nes del capi­tal, por­que lo legal com­pri­me lo que es posi­ble hacer y evi­ta opo­ner la fuer­za fren­te a la vio­len­cia del chan­ta­je capi­ta­lis­ta, lo cier­to es que Pode­mos es una bue­na opción para el sis­te­ma eco­nó­mi­co des­de dife­ren­tes esce­na­rios de futu­ro posibles.

En un posi­ble mar­co de recu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca, ni siquie­ra un des­cen­so de la agi­ta­ción polí­ti­ca y social per­mi­ti­rían al PP o al PSOE gobier­nos sóli­dos y sufi­cien­te­men­te esta­bles. Son opcio­nes “que­ma­das”que, aun­que pudie­ran lle­gar a gober­nar lo harían con mayo­rías exiguas e insu­fi­cien­tes. Por este moti­vo, la exis­ten­cia de par­ti­dos como­dín que sir­van para dar jue­go a un sis­te­ma polí­ti­co un tan­to ave­jen­ta­do, pero mucho menos cadu­co de lo que algu­nos afir­man, “rege­ne­rar” el espí­ri­tu de pac­tos y con­sen­sos (por mucho que hoy lo nie­guen quie­nes van de alter­na­ti­vos y anti­pac­tos), una vez dese­cha­das como nega­ti­vas las mayo­rías abso­lu­tas y el bipar­ti­dis­mo, sería de gran uti­li­dad sistémica.
Por mucho que se afir­me que abrir el aba­ni­co par­la­men­ta­rio es des­es­ta­bi­li­za­dor para la for­ma­ción de mayo­rías sufi­cien­tes, más des­es­ta­bi­li­za­dor es que éstas se con­for­men sobre gobier­nos de coa­li­ción a par­tir de par­ti­dos muy des­gas­ta­dos Ciu­da­da­nos y, prin­ci­pal­men­te, Pode­mos cum­pli­rían ese papel de flan­cos “com­ple­men­ta­rios” de los dos par­ti­dos his­tó­ri­cos, PP y PSOE, por mucho que el par­ti­do del Círcu­lo lo nie­gue. Se ha cerra­do de tal modo el camino de posi­bles alian­zas que, si no gana las elec­cio­nes con mayo­ría sufi­cien­te, y no las gana­rá, pasa­rá, más tem­prano que tar­de, a ser mule­ta de otros, siem­pre que la situa­ción polí­ti­ca no se des­es­ta­bi­li­ce y haya un perío­do de cier­ta recu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca que le obli­gue aún más a jugar al posi­bi­lis­mo y el prag­ma­tis­mo, ya hiper­mo­de­ra­do, más allá de su far­sa gri­to­na, y a con­ver­tir­se en par­ti­do útil y nece­sa­rio, si no quie­re que­dar­se mar­gi­na­do del jue­go político.

En ese esce­na­rio de rees­ta­bi­li­za­ción polí­ti­ca y eco­nó­mi­ca, Pode­mos par­ti­ci­pa­ría de las mie­les del poder polí­ti­co a cam­bio de actuar como cor­ta­fue­gos de dife­ren­tes fac­to­res poten­cia­les de conflicto.

En su pri­mer año de vida ya ha juga­do su papel res­pec­to a la movi­li­za­ción. El estú­pi­do feti­chis­mo de la ilu­sión de “cam­bio” median­te el voto (tér­mino que en 1982 empleó el PSOE y que aho­ra usa ya Pode­mos sin reca­to alguno) ha sus­ti­tui­do a la pro­tes­ta social. 2014 ha expe­ri­men­ta­do un des­cen­so de las mani­fes­ta­cio­nes de un 70%. Por supues­to, hay más fac­to­res que expli­can esta quie­bra pero la encan­ta­mien­to de amplios sec­to­res de la socie­dad por la vía de la pode­mi­tis agu­da ha juga­do su papel.

Fren­te a la Refor­ma del Códi­go Penal y de la Ley Orgá­ni­ca de Pro­tec­ción de la Segu­ri­dad Ciu­da­da­na poco, muy poco hemos vis­to pro­tes­tar a Pode­mos, sal­vo algún tuit per­di­do por ahí. Ase­gu­ra la cal­ma que tam­bién le vie­ne para su estra­te­gia de sus­ti­tu­ción de la lucha en la calle por la ido­la­tría del voto. Estoy con­ven­ci­do que los silen­cios pode­mi­tas son tan elo­cuen­tes o más que sus palabras.

¿Qué decir de la acti­tud de Pode­mos ante la for­ma de Jefa­tu­ra de Esta­do? Empe­za­ron dicien­do aque­llo de que Pode­mos no deci­di­ría su posi­ción ante la dua­li­dad Monarquía/​República sino que se pon­dría detrás del “pue­blo”, fór­mu­la inde­cen­te­men­te cíni­ca de no adop­tar pos­tu­ra. Boi­co­tea­ron las movi­li­za­cio­nes repu­bli­ca­nas tras la abdi­ca­ción de Juan Car­los I y se nega­ron a sumar­se a fren­te repu­bli­cano alguno. Qui­zá apor­te algu­na pis­ta que Henar Ortíz, tía de la rei­na Leti­zia, o su ex mari­do Alon­so Gue­rre­ro, ambos hoy en Pode­mos y, cómo no, el inte­rés que pone Pablo igle­sias al con­tar­le en entre­vis­ta al señor Évo­le que “la rei­na Leti­zia tie­ne inte­rés en cono­cer­me”.
Vere­mos cómo al pasar los meses el pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te del que habla el par­ti­do del Círcu­lo se trans­for­ma, de diná­mi­ca polí­ti­co-social, en uso expli­ca­ti­vo del pro­ce­so interno de cons­truc­ción pode­mi­ta para, final­men­te, per­der­se “como lágri­mas en la llu­via”.

Para el caso de que la recu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca fue­ra un espe­jis­mo, tipo el de los bro­tes ver­des de Zapa­te­ro, sin ape­nas otra cose­cha que diver­sos pelo­ta­zos empre­sa­ria­les en obra públi­ca, una cier­ta recu­pe­ra­ción de la cons­truc­ción y muy tem­po­ral de la acti­vi­dad ban­ca­ria a tra­vés de la reac­ti­va­ción del pro­duc­to hipo­te­ca­rio, y que, final­men­te, la eco­no­mía ter­mi­na­se de caer a plo­mo, Pode­mos podría cum­plir un papel dis­tin­to pero mucho más lesi­vo para la cla­se tra­ba­ja­do­ra. El de con­ver­tir­se en un ele­men­to no ya de des­mo­vi­li­za­ción por pasi­vi­dad y por sus­ti­tu­ción de la pro­tes­ta en la calle por el feti­chis­mo del voto sino de obs­tácu­lo a unas luchas que ven­drían, de nue­vo, como ha suce­di­do en los últi­mos años, del mun­do labo­ral, ya sea de los sec­to­res públi­cos o de las empre­sas pri­va­das. Esto se lle­va­ría a cabo median­te tác­ti­cas de disua­sión y freno de las luchas; eso en el mejor de los casos. Para tal efec­to nace un “sin­di­ca­to” al que los pode­mi­tas lla­man “Somos sin­di­ca­lis­tas”, apa­ren­te­men­te ajeno a Pode­mos pero crea­do por miem­bros de dicho par­ti­do, por lo que actua­rá como su correa de trans­mi­sión; un sin­di­ca­to ver­ti­ca­lis­ta, que inte­gra a tra­ba­ja­do­res y empre­sa­rios, más pac­tis­ta en su mode­lo sin­di­cal que los pac­tis­tas refor­mis­tas de CCOO y UGT, par­ti­da­rio del mode­lo ale­mán de corres­pon­sa­bi­li­dad sin­di­cal y recha­za­do no sólo por el sin­di­ca­lis­mo pac­tis­ta sino por el alter­na­ti­vo; un sin­di­ca­lis­mo en defi­ni­ti­va que tam­bién deja­rá des­aten­di­dos a los tra­ba­ja­do­res pre­ca­rios y de las PyMEs, dado que sus obje­ti­vos se sitúan en los gran­des cen­tros de la admi­nis­tra­ción y de los ser­vi­cios (ense­ñan­za, sani­dad,…) don­de su poder sin­di­cal pudie­ra lograr intere­san­tes bene­fi­cios per­so­na­les para la neo­cas­ta sin­di­cal que sus­ti­tu­ye­ra a la vie­ja éli­te de libe­ra­dos. No serán pre­ci­sa­men­te un decha­do de vir­tu­des de lo que debe ser un sin­di­ca­lis­ta al ser­vi­cio de la cla­se tra­ba­ja­do­ra pero, por no ser­lo, serán bien recom­pen­sa­dos si las ten­sio­nes socia­les se agu­di­zan y el neo­sin­di­ca­lis­mo coope­ra­ti­vo y res­pon­sa­ble pode­mi­ta se emplea a fon­do en bus­car solu­cio­nes alter­na­ti­vas “al con­flic­to” y a la huel­ga. De cómo es ya hoy el esti­lo sin­di­cal pode­mi­ta dan bue­na cuen­ta Ser­gio Pas­cual, secre­ta­rio de Orga­ni­za­ción de dicho par­ti­do y Auxi­lia­do­ra Hono­ra­to, secre­ta­ria de Acción Ins­ti­tu­cio­nal de la mis­ma for­ma­ción. Como repre­sen­tan­tes sin­di­ca­les del SAT lle­van dos años sin acu­dir a las reunio­nes de la jun­ta de per­so­nal de los ser­vi­cios cen­tra­les de la Jun­ta de Anda­lu­cía por dicho sin­di­ca­to, por­que según ellos no sir­ve para nada, ello a pesar de que para la rea­li­za­ción de sus tareas de repre­sen­ta­ción de los tra­ba­ja­do­res dis­po­nen de 40 horas men­sua­les remu­ne­ra­das, a las que no renun­cian. Vamos, que trai­cio­nan la repre­sen­ta­ción de los tra­ba­ja­do­res que les eli­gie­ron y dejan sin repre­sen­ta­ción al SAT en dicha jun­ta, que sólo dis­po­ne de dos repre­sen­tan­tes, ellos. No pare­ce su com­por­ta­mien­to mucho más edi­fi­can­te que el de otros sin­di­ca­tos que ellos cri­ti­can. Al con­tra­rio, pare­ce que han apren­di­do bien la lec­ción, de cómo no debe ser el sindicalismo.

En el peor de los casos, den­tro de ese posi­ble esce­na­rio de agu­di­za­ción de la cri­sis capi­ta­lis­ta, y tras la qui­me­ra de una débil y bre­ve recu­pe­ra­ción eco­nó­mi­ca, y si Pode­mos fue­se lla­ma­do a gober­nar (tras el hun­di­mien­to del cré­di­to y el con­sen­ti­mien­to polí­ti­co-social del PP y el PSOE), no por los votan­tes sino por los que dicen a estos lo que tie­nen que votar ‑los medios del capi­tal y otros crea­do­res de opi­nión ya digerida‑, esta orga­ni­za­ción podría actuar de efi­caz para­pe­to con­tra la recu­pe­ra­ción de la movi­li­za­ción y una posi­ble radi­ca­li­za­ción de la cla­se tra­ba­ja­do­ra, según fue­se pro­fun­di­zán­do­se la crisis.

Cues­tio­nes como el casi silen­cio de Pode­mos ante la Ley Mor­da­za, su pasi­vi­dad ante la TTIP (autén­ti­ca vio­la­ción del dere­cho de los Esta­dos al con­trol de la eco­no­mía y de los dere­chos y con­quis­tas de la cla­se tra­ba­ja­do­ra), para la que ya ha pre­vis­to una tasa, lo que es un modo táci­to de admi­tir aque­lla, o su acer­ca­mien­to a la poli­cía, con Círcu­los espe­cí­fi­cos y con inclu­sión de estos pro­fe­sio­na­les en car­gos en otras asam­bleas de tipo terri­to­rial, o a las Fuer­zas Ama­das, que tam­bién tie­nen Círcu­lo en la orga­ni­za­ción orien­tan el posi­ble papel de Pode­mos en un esce­na­rio no desea­do por la cla­se capi­ta­lis­ta, el de la agu­di­za­ción de su cri­sis y de sus contradicciones.

La repre­sión con­tra la cla­se tra­ba­ja­do­ra por par­te de una fuer­za polí­ti­ca que haya sido aupa­da des­de la irra­cio­na­li­dad de la “ilu­sión”, que nada tie­ne que ver con la con­vic­ción racio­nal­men­te asen­ta­da, que lle­ga como poder sin car­gas del pasa­do y con ener­gías “fres­cas” podría ser una bue­na opción para un capi­tal que pue­da ver­se enfren­ta­do a una ele­va­ción del ciclo de la lucha de clases.
3.-El giro a la dere­cha pre­sen­ta­do como lo nue­vo den­tro de los “sig­ni­fi­can­tes vacíos” a relle­nar según convenga: 

El con­cep­to de los “sig­ni­fi­can­tes vacíos”, expre­sión que el pero­nis­ta Ernes­to Laclau copia de la jer­ga laca­nia­na, como fór­mu­la que per­mi­te aglu­ti­nar a diver­sas corrien­tes de opi­nión sin iden­ti­fi­car­se con nin­gu­na de ellas, es la gran coar­ta­da ideo­ló­gi­ca para la lla­ma­da cen­tra­li­dad polí­ti­ca de Pode­mos, que no es otra cosa que la gran mar­cha de la orga­ni­za­ción hacia la dere­cha. Erre­jón, admi­ra­dor de popu­lis­mos y pero­nis­mos, dirá de dichos sig­ni­fi­can­tes que son “sus­cep­ti­bles de ser lle­na­dos por uno u otro con­te­ni­do par­ti­cu­lar, en cuyo caso pasan así a desig­nar la nue­va tota­li­dad cons­trui­da”. Y aña­de, divul­gan­do a Laclau: “Jus­ti­cia”, “liber­tad” o “patria” son ejem­plos de sig­ni­fi­can­tes ten­den­cial­men­te vacíos. En ela­bo­ra­cio­nes más recien­tes Laclau (200&) entien­de que el sig­ni­fi­can­te vacío por anto­no­ma­sia es el nom­bre pro­pio del líder que, en los pro­ce­sos más amplios, encar­na y cris­ta­li­za la iden­ti­dad popu­lar”.
El líder, en nues­tra ter­mi­no­lo­gía con­ti­nen­tal euro­pea, podría ser, por­qué no, para Erre­jón, el cau­di­llo, jefe, con­du­ca­tor, füh­rer o duce.
En el caso de Pode­mos, los líde­res “relle­na­do­res” de los sig­ni­fi­can­tes vacíos, que entre­gan los mis­mos como Pro­me­teo al “pue­blo”, son los inte­lec­tua­les que ellos mis­mos creen ser. Unos pien­san, otros obe­de­cen. Nue­va divi­sión del trabajo.

Pero la reali­dad es que esos sig­ni­fi­can­tes no han esta­do his­tó­ri­ca­men­te vacíos, como pre­ten­día el fal­sa­rio Laclau, y con él su pupi­lo Erre­jón y la tuna pode­mi­ta del Círcu­lo Com­plu­ten­se. Lo cier­to es que cate­go­rías como pue­blo, nación, jus­ti­cia, liber­tad o patria han esta­do some­ti­dos a pro­ce­sos y sig­ni­fi­ca­dos polí­ti­cos muy dis­tin­tos según ven­gan de los jaco­bi­nos y los cor­de­liers de la Revo­lu­ción Fran­ce­sa o de la reac­ción pos­te­rior naci­da del Ther­mi­dor fran­cés. Pue­blo, per­ver­sión del con­cep­to que muchos izquier­dis­tas con­fun­den con cla­se tra­ba­ja­do­ra, no es lo mis­mo para estos que para un nacio­nal­so­cia­lis­ta o un fas­cis­ta, como suce­de con tan­tos tér­mi­nos, cuya cate­go­ri­za­ción está suje­ta a varia­bles ideo­ló­gi­cas, polí­ti­cas y, en muchos casos eco­nó­mi­cas, así como tam­bién a una ten­sión dia­léc­ti­ca que hace que las cate­go­rías no sean nun­ca está­ti­cas. Tóme­se el tér­mino liber­tad. Para un libe­ral será ante todo un valor indi­vi­dual que aca­ba con­cre­tán­do­se, aun­que no sólo, en la liber­tad de empre­sa. Para un mar­xis­ta es, ante todo, la supera­ción del rei­no de la nece­si­dad des­de la eman­ci­pa­ción de la cla­se explo­ta­da como colectivo.

Cuan­do se sos­la­yan las dimen­sio­nes his­tó­ri­ca, dia­léc­ti­ca e ideo­ló­gi­ca des­de las que se sus­ten­tan las dife­ren­tes inter­pre­ta­cio­nes de las cate­go­rías que con­for­man lo polí­ti­co, lo que se está hacien­do es tram­pear los sig­ni­fi­ca­dos de esos “sig­ni­fi­can­tes” que, al con­tra­rio de como afir­man Laclau, Erre­jón y otros “teó­ri­cos” pode­mi­tas nun­ca han esta­do “vacíos”.
Otra cosa muy dis­tin­to es que ellos pre­ten­dan vaciar­los de con­te­ni­do en una espe­cie de pirue­ta transideo­ló­gi­ca para relle­nar­los de lo que en cada momen­to les con­ven­ga, a fin de lle­var el agua a su opor­tu­nis­ta río.

La cues­tión se agra­va cuan­do se rehu­yen, des­de una simu­la­da matriz popu­lar, cate­go­rías que ope­ran en el plano de la reali­dad bajo el pre­ten­di­do prag­ma­tis­mo de hacer más ase­qui­ble el len­gua­je al “pue­blo” y de evi­tar divi­dir su mayo­ría, olvi­dan­do que éste se con­for­ma de intere­ses diver­sos y has­ta diver­gen­tes y opues­tos. Así con­cep­tos como cla­se social, cla­se tra­ba­ja­do­ra o capi­tal des­apa­re­cen en bene­fi­cio de fal­sas opo­si­cio­nes “gente”/”casta” que ocul­tan la razón fun­da­men­tal de la des­igual­dad: que la pro­duc­ción mate­rial de bie­nes y ser­vi­cios es un hecho colec­ti­vo pero que el bene­fi­cio que dicha pro­duc­ción gene­ra es fun­da­men­tal­men­te indi­vi­dual por­que el autén­ti­co poder que sus­ten­ta esa des­igual­dad se encuen­tra en la dua­li­dad pro­pie­dad de los medios de pro­duc­ción vs. tra­ba­jo asa­la­ria­do o en su ausen­cia, des­em­pleo, que es otro modo de sufrir las con­se­cuen­cias de un régi­men eco­nó­mi­co capitalista.

El obje­ti­vo de esa fal­sa opo­si­ción “gente”/”casta” es el de dis­traer o escon­der la reali­dad de que no es en la polí­ti­ca don­de se pro­du­cen la injus­ti­cia, la des­igual­dad o la pobre­za sino en la estruc­tu­ra eco­nó­mi­ca que sus­ten­ta al sis­te­ma polí­ti­co, ya que es el pri­me­ro el que deter­mi­na los lími­tes cons­ti­tu­cio­na­les de aquél y no una pre­ten­di­da sobe­ra­nía popu­lar, la cuál actúa de mera “legi­ti­ma­ción” de aquél pero nun­ca cam­bia por medio del sufra­gio un orden social y eco­nó­mi­co que aca­be con la des­igual­dad y la explo­ta­ción. Las cons­ti­tu­cio­nes de eco­no­mía social de mer­ca­do o Esta­dos del Bien­es­tar no han sido más que mati­za­cio­nes sua­vi­za­das de los sis­te­mas polí­ti­cos libe­ra­les, sopor­ta­dos sobre eco­no­mías capi­ta­lis­tas, bre­ves parén­te­sis his­tó­ri­cos con ten­den­cia a des­apa­re­cer en un pro­ce­so de con­cen­tra­ción capi­ta­lis­ta de la rique­za, tam­bién en los decre­cien­tes Esta­dos del Bien­es­tar nór­di­cos, supues­tos mode­los de refe­ren­cia para el mun­do pode­mi­ta, que ya se ha apre­su­ra­do a decir lo que algu­nos sabía­mos hace tiem­po: que Vene­zue­la no es su mode­lo. Has­ta los paí­ses lla­ma­dos del socia­lis­mo del siglo XXI, entre otras cau­sas por su acep­ta­ción de las reglas del jue­go del sis­te­ma polí­ti­co libe­ral, no dejan de ser paí­ses capi­ta­lis­tas, con un mayor inter­ven­ción del Esta­do en la eco­no­mía y con una mejor redis­tri­bu­ción e igual­dad eco­nó­mi­cas pero regi­dos por los prin­ci­pios de la eufe­mís­ti­ca­men­te lla­ma­da eco­no­mía de mercado.

Todo esto no debie­ra ser un secre­to si enten­de­mos que el capi­ta­lis­mo es pre­exis­ten­te a las “revo­lu­cio­nes demo­crá­ti­cas” de fina­les del siglo XVIII y media­dos del XIX y que ha sido com­pa­ti­ble con cons­ti­tu­cio­nes libe­ra­les puras, con sufra­gios cen­si­ta­rios y uni­ver­sa­les, con sis­te­mas de Esta­do del Bien­es­tar y con dic­ta­du­ras mili­ta­res y políticas.

Tene­mos pues que la dico­to­mía “gente”/”casta” es un fal­so anta­go­nis­mo que ocul­ta que la lla­ma­da “gen­te” está com­pues­ta por cla­ses socia­les, con muy des­igua­les con­di­cio­nes de exis­ten­cia y de posi­cio­nes en la estruc­tu­ra del poder eco­nó­mi­co y de la pro­pie­dad. Como tal, “gen­te” es un agre­ga­do socio­ló­gi­co de muy pobre sig­ni­fi­ca­do, ape­nas dife­ren­cia­ble del tér­mino masa o mul­ti­tud, las cuá­les, por cier­to, son mediá­ti­ca y psi­co­ló­gi­ca­men­te muy mani­pu­la­bles des­de el gre­ga­ris­mo bási­co al que apelan.

Ni siquie­ra es posi­ble negar que la lla­ma­da “cas­ta” no sea par­te de la “gen­te”, en la medi­da en que ésta es una ape­la­ción al carác­ter plu­ral de lo humano.

En el fon­do, “gen­te” no es sino un modo más light, más des­ideo­lo­gi­za­do aún que las cate­go­rías de “nación”, “pue­blo” o “ciu­da­dano”, las cuá­les son muy úti­les para esca­mo­tear las dife­ren­cias socia­les. Eso sin recu­rrir a cier­tas acep­cio­nes de cas­ta como

Núcleo social cerra­do: des­de la cons­ti­tu­ción ori­gi­nal de Pode­mos en la Uni­ver­si­dad, y no sólo en la Com­plu­ten­se, sino tam­bién en otras (más del 80% de su Con­se­jo Ciu­da­dano está for­ma­do por uni­ver­si­ta­rios) has­ta sus ante­ce­den­tes en el CEPS o Con­tra­po­der, pasan­do por los com­por­ta­mien­tos endo­gá­mi­cos de beca­rio “sólo-me-fal­tó-un-papel”, al que favo­re­ció su men­tor en la direc­ción del tra­ba­jo no aca­ba­do ni final­men­te entregado.Estamento social al que se acce­de por heren­cia, lo que conec­ta con la teo­ría de la repro­duc­ción de las éli­tes. Ejem­plos hay muchos de cómo una neo­cas­ta en cons­truc­ción nace de los hue­vos que pone la cas­ta pre­ce­den­te. Me limi­ta­ré a citar sólo algu­nos de ellos en Pode­mos y que van des­de el señor Íñi­go Erre­jón, hijo de José Anto­nio Erre­jón, altí­si­mo car­go de la Admi­nis­tra­ción Públi­ca des­de hace 30 años, que ha pasa­do por varios gobier­nos de dis­tin­to signo y tam­bién alto fun­cio­na­rio al ser­vi­cio de la Jun­ta de Anda­lu­cía con el señor Cha­ves, has­ta Pablo Bus­tun­duy, coor­di­na­dor de Pode­mos en Bru­se­las e hijo de la ex Minis­tra del PSOE Ánge­les Ama­dor, pasan­do por Gem­ma Gal­dón, hija de la ex dipu­tada auto­nó­mi­ca, abo­ga­da y mujer de nego­cios María Dolors Cla­vell o Marc Ber­to­meu, coor­di­na­dor de Pode­mos Bar­ce­lo­na e hijo de Jor­di Ber­to­meu, Pre­si­den­te de la Euro­li­ga de baloncesto.

Y es que, al final, esa neo­cas­ta for­ma­da por fun­cio­na­rios de gra­do medio y alto ‑en Pode­mos muchos‑, uni­ver­si­ta­rios con aspi­ra­cio­nes a cate­drá­ti­co o, en su defec­to, a éli­te polí­ti­ca o a ambas cosas, opi­na­do­res a suel­do (Públi­co, El Dia­rio, Info­li­bre y Cuar­to Poder, tie­nen un buen puña­do de ellos, ade­más de los ter­tu­lia­nos de las tvs), exper­tos en tec­no­lo­gías de la comu­ni­ca­ción y la infor­ma­ción, legu­le­yos y otros espe­cí­me­nes de la fau­na ciu­da­da­na y pode­mi­ta tie­ne el refle­jo de tra­tar de sal­var­se de la que­ma de esa “cla­se media” en peli­gro de extin­ción por la vía del aven­tu­re­ris­mo polí­ti­co. El 15M fue el ejem­plo de cómo el males­tar de esa “cla­se media” que, en pos del “¿qué hay de lo mío?”, fue apro­ve­cha­do por algu­nos de sus nega­dos pero real­men­te exis­ten­tes líde­res polí­ti­cos para medrar pro­fe­sio­nal­men­te a tra­vés del bri­llo per­so­nal que les brin­da­ron los medios de comu­ni­ca­ción del capi­tal, como aho­ra se lo pres­tan a los líde­res pode­mi­tas. Las teo­ri­za­cio­nes de algu­nos de aque­llos indig­na­dos acer­ca de la com­pa­ra­ción entre vie­jas y nue­vas cla­ses medias expre­sa­ban el anhe­lo de sal­var de la que­ma al menos las apa­rien­cias de las que dis­fru­ta­ron sus mayores.

El fic­ti­cio enfren­ta­mien­to “gente”/”casta” supo­ne el some­ti­mien­to al impe­rio del capi­ta­lis­mo como sis­te­ma, por lo que elu­de (las dife­ren­cias anta­gó­ni­cas de cla­se), por lo que escon­de (la lucha de cla­ses, que exis­te inclu­so cuan­do se pro­du­ce sin la con­cien­cia de ejer­cer­la) y por lo que nie­ga, que la con­fron­ta­ción prin­ci­pal nace de lo eco­nó­mi­co y no de lo político.

Des­de la fuer­te con­no­ta­ción polí­ti­ca que los “sig­ni­fi­can­tes vacíos”, relle­na­dos opor­tu­nis­ta­men­te por estos líde­res de la “gen­te”, dan al tér­mino “cas­ta” es fácil­men­te visi­ble que lejos de ir con su “pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te” a aca­bar con el “régi­men del 78”, como ellos lo lla­man, median­te una rup­tu­ra polí­ti­ca, que no eco­nó­mi­ca, Pode­mos se enca­mi­na a “abrir el can­da­do de la Cons­ti­tu­ción” deli­ca­da y cui­da­do­sa­men­te, sin rom­per nada. Y pre­ten­de que lo haga­mos “todos jun­tos”, lo que indi­ca que es cons­cien­te de que, aun­que el poder eco­nó­mi­co, fác­ti­co e inclu­so de las alcan­ta­ri­llas del Esta­do sople sus velas, pue­de que el sou­flé (mediá­ti­co y de encues­tas ama­ña­das) se ven­ga aba­jo más rápi­da­men­te de lo que desea­rían (la ima­gen de Pablo Igle­sias se des­di­bu­ja por momen­tos) y deban com­par­tir espa­cios de repre­sen­ta­ción polí­ti­ca entre lo supues­ta­men­te nue­vo (ellos y Ciu­da­da­nos) y lo vie­jo (PP y PSOE), lo que ten­dría como resul­ta­do una segun­da tran­si­ción pac­ta­da. Y lo dice alto y cla­ro Pablo Igle­sias, al sal­var “cosas muy bue­nas de la tran­si­ción”.

En este con­tex­to, en el que nada será radi­cal, empe­zan­do por lo polí­ti­co, y en el que en rela­ción a lo eco­nó­mi­co ya ha afir­ma­do Perry Ander­son que “las pro­pues­tas de Pode­mos las podría fir­mar cual­quier ban­que­ro”, expre­sio­nes toma­das de la pro­tes­ta social como el obá­mi­co “si se pue­de” o “el mie­do va a cam­biar de ban­do” adquie­ren un carác­ter sai­ne­te­ro e inclu­so sar­cás­ti­co que per­mi­te pre­gun­tar­se qué nari­ces pre­ten­den decir de ver­dad con el “sí se pue­de” y si eso de “el mie­do va a cam­biar de ban­do” no será otra cosa que un sim­ple paso a la con­di­ción de para­dos, por bre­ve tiem­po, eso sí, de unos cen­te­na­res de polí­ti­cos del PP y del PSOE prin­ci­pal­men­te. Es el tiem­po de las apa­rien­cias, la pre­ce­sión de los simu­la­cros, que decía el post­mo­derno Baudrillard.

Lo cier­to es que “la nue­va polí­ti­ca” de Pode­mos tie­ne un esto­mo­gan­te hedor a cañe­rías atas­ca­das. Oli­gar­quía inter­na de Pode­mos, cen­tra­li­za­ción del poder, acce­so al sane­drín cir­cu­lar o a los vice­rrei­na­tos loca­les en fun­ción a la fide­li­dad inque­bran­ta­ble al líder espi­ri­tual y polí­ti­co, lis­tas plan­cha, ciber­ac­ti­vis­tas que sólo cuen­tan para pagar crowd­fun­dings y otras dona­cio­nes, aplau­dir las ocu­rren­cias de los líde­res y hacer los bises en las redes socia­les, denun­cias y luchas inter­nas de poder en los vice­rrei­na­tos que, en oca­sio­nes, son más bien rei­nos de tai­fas, pas­te­leos inter­nos para ocu­par pues­tos, pala­bre­ría hue­ca de con­te­ni­dos, bús­que­da per­ma­nen­te del titu­lar que lle­va a impro­vi­sar dicien­do la pri­me­ra ton­te­ría que aflo­ra a la men­te, diri­gen­tes medio­cres, puche­ra­zos en elec­cio­nes a car­gos en los círcu­los locales,…

Para ocul­tar aún más la reali­dad de la lucha de cla­ses, Pode­mos emplea un deri­va­do de la raíz de su pro­pio nom­bre – “poder”, cuál es el de “empo­de­ra­mien­to”, una moder­nez con­cep­tual uti­li­za­da por los loros de repe­ti­ción que igno­ran el carác­ter de refor­mis­mo pro­sis­te­ma del término.

El lla­ma­do “empo­de­ra­mien­to” es una expre­sión que remi­te al pro­ce­so de for­ta­le­ci­mien­to espi­ri­tual, polí­ti­co y social de indi­vi­duos y comu­ni­da­des pero que no cues­tio­na la estruc­tu­ra del sis­te­ma polí­ti­co y eco­nó­mi­co sino que se limi­ta a tra­tar de paliar sus peo­res lacras, bus­can­do la inte­gra­ción de aque­llos en el mis­mo median­te la par­ti­ci­pa­ción en él.

Es lla­ma­ti­vo que sean la Open Society Foun­da­tion del mega­es­pe­cu­la­dor Geor­ge Soros, la USAID (agen­cia inje­ren­cis­ta vin­cu­la­da con la CIA y otros ser­vi­cios secre­tos USA), el Ban­co Mun­dial la ONU o la ges­tión empre­sa­rial gran­des pro­mo­to­res del mis­mo. El obje­ti­vo, pues, del empo­de­ra­mien­to es la mejo­ra de las con­di­cio­nes de vida de los colec­ti­vos afec­ta­dos por pobre­za o mar­gi­na­ción pero nun­ca aca­bar con el sis­te­ma que los pro­du­ce sino incre­men­tar el con­sen­so hacia el mismo.

En tér­mi­nos ideo­ló­gi­cos, el empo­de­ra­mien­to bus­ca sali­das que evi­ten el con­flic­to social y es, por tan­to, par­te de la pro­pa­gan­da ideo­ló­gi­ca del sis­te­ma capi­ta­lis­ta. Un nar­có­ti­co que “empo­rra”

Como cie­rre de este apar­ta­do quie­ro seña­lar que es iró­ni­co que dos anun­cios de sen­dos ban­cos, que actual­men­te están sien­do emi­ti­dos en las tele­vi­sio­nes, repre­sen­ten de un modo tan fiel la ideo­lo­gía domi­nan­te a la que Pode­mos sir­ve con sus dis­cur­sos involutivos.

El pri­me­ro de esos anun­cios es el de la Cuen­ta Nómi­na de ING Direct. El segun­do se lla­ma “Gene­ra­ción Encon­tra­da”.
Es del Ban­co San­tan­der. Les reco­mien­do enca­re­ci­da­men­te que los vean (pue­den encon­trar­los en you­tu­be, si no ven uste­des mucha tele­vi­sión), sobre todo el pri­me­ro de ellos, que le dará que pen­sar, si es que a usted le gus­ta hacer este ejer­ci­cio y no limi­tar­se a engu­llir la comi­da que le dan ya digerida.
4.-De las bocas de los diri­gen­tes de Pode­mos sale un olor a ran­cio pota­je cuar­te­le­ro y beato:

Pode­mos está actuan­do como arie­te del espa­ño­lis­mo más cañí, patrio­te­ro, ram­plón y de pan­de­re­ta que cabía imaginar.

Al ini­cial dis­cur­so patrio­ta de Pablo Igle­sias al ini­cio de la fun­da­ción de su par­ti­do, le suce­dió aque­llo de “Yo soy espa­ñol y no me gus­ta­ría que Cata­lu­ña se fue­ra pero quién soy yo…”.
Vino lue­go una anda­na­da de posi­cio­na­mien­tos polí­ti­cos que han sido un no parar: Ander Gutié­rrez, de Pode­mos en Eus­ka­di ape­lan­do a la teo­ría del entorno del todo es ETA del juez Cam­pea­dor Bal­ta­sar Gar­zón, acu­san­do a Jarrai y a Segui de “ate­rro­ri­zar a todo aquél que no opi­na­ba como ellos”.
Tras él, el enton­ces miem­bro de Pode­mos Este­po­na, Manuel Valle­jo, admi­ra­dor de José Anto­nio Pri­mo de Rive­ra, se des­pa­cha­ba en redes socia­les con dis­cur­sos encen­di­dos de un nacio­na­lis­mo espa­ñol que bien podría haber sali­do de la boca de Sáenz de Ynes­tri­llas. ¿Qué decir de la corrien­te Pode­mos Uni­dos en Cata­lu­ña y del por­ta­voz anti­so­be­ra­nis­ta de esta can­di­da­tu­ra a las elec­cio­nes inter­nas pode­mi­tas, Enric Mar­tí­nez, que acu­sa­ba a Guan­yem de filo­so­na­cio­na­lis­ta y lla­ma­ba, en plan Ciu­ta­dans, a bus­car los votos de Pode­mos entre los votan­tes y ex votan­tes del PSC, exi­gien­do que Podem se des­vin­cu­la­se de dichas ten­ta­cio­nes? Lue­go ven­dría aque­lla anda­na­da acu­sa­to­ria de Pablo Igle­sias con­tra el diri­gen­te de las CUP, David Fer­nán­dez con aque­lla fra­se de “No me veréis dán­do­me un abra­zo con Rajoy ni con Mas”.
O vin­cu­lar el sobe­ra­nis­mo cata­lán sólo a CiU, sos­la­yan­do que hay otro de izquier­das, que no es sólo el de las CUP, sino que atra­vie­sa en mayor o menor gra­do a gran par­te de la izquier­da cata­la­na. ¿Qué decir del ex fis­cal Car­los Jimé­nez Villa­re­jo, que til­dó de anti­de­mo­crá­ti­ca e ile­gal la con­sul­ta del 9‑N?

No me voy a olvi­dar de la calla­da por res­pues­ta a la car­ta abier­ta de un mili­tan­te de la izquier­da aber­tza­le vas­ca a Pablo Igle­sias y Juan Car­los Mone­de­ro ante la con­vo­ca­to­ria de la mani­fes­ta­ción en defen­sa de los dere­chos huma­nos de los pre­sos polí­ti­cos de Eus­ka­di, pidien­do el apo­yo de Pode­mos a la mis­ma. Res­pues­ta final de Pode­mos: no asis­ten­cia a dicha mani­fes­ta­ción dejan­do, hipó­cri­ta­men­te, que fue­ran sus bases las que lo deci­die­ran a títu­lo indi­vi­dual. Para enton­ces Mone­de­ro ya hacía tiem­po que en una entre­vis­ta en Radio Eus­ka­di inten­tó salir­se por la tan­gen­te a todas las pre­gun­tas que se le hicie­ron sobre el dere­cho de Eus­ka­di a la sobe­ra­nía, cerran­do la cues­tión, tras acu­sar de “cas­ta” a los perio­dis­tas que le entre­vis­ta­ron, con aque­llo de que “Pode­mos no se entre­tie­ne en minu­cias nacio­na­lis­tas de quie­nes viven ensi­mis­ma­dos”.

Cier­to que en cues­tio­nes de “ver­te­bra­ción terri­to­rial” el señor Erre­jón tie­ne más cua­jo que el señor Mone­de­ro y que es capaz de apa­ren­tar defen­der el dere­cho de cata­la­nes o vas­cos a deci­dir pero, ¡ay ami­go!, cuan­do con­cre­ta se le notan las hechu­ras por­que plan­tear que el ejer­ci­cio del dere­cho de sobe­ra­nía debe ejer­cer­se en el mar­co de un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te no es tan dis­tin­to de lo que dice Rajoy cuan­do afir­ma que sobre ese dere­cho deben deci­dir­lo el con­jun­to de los españoles.

Como mar­xis­ta creo que la cla­se tra­ba­ja­do­ra no se libe­ra­rá divi­di­da por intere­ses nacio­na­les pero soy muy cons­cien­te de que lo mis­mo que bas­ta con que el miem­bro de un matri­mo­nio quie­ra divor­ciar­se sin nece­si­dad de mutuo acuer­do, un pue­blo, del que una par­te sig­ni­fi­ca­ti­va del mis­mo sien­te que vive bajo las con­di­cio­nes de matri­mo­nio for­za­do, tie­ne el dere­cho de exi­gir su voz y el ejer­ci­cio del dere­cho a deci­dir sobre su auto­de­ter­mi­na­ción sin nece­si­dad de que el res­to de los terri­to­rios que con­for­man el Esta­do se pro­nun­cien sobre dicho dere­cho o de pos­ter­gar sus deseos a que otros avan­cen en pro­ce­sos que sien­te ajenos.

Bajo este tipo de dis­cur­sos que van des­de el patrio­te­ris­mo y la afi­lia­ción de fuer­zas coer­ci­ti­vas ‑ejer­ci­to y poli­cía- a su orga­ni­za­ción has­ta el cinis­mo y la ambi­güe­dad cal­cu­la­da tan del esti­lo PSOE de los pri­me­ros años de la tran­si­ción, los silen­cios, omi­sio­nes, medias pala­bras, la alter­nan­cia de varios dis­cur­sos, según se hagan des­de los terri­to­rios que plan­tean el dere­cho a la inde­pen­den­cia o des­de Madrid, la pro­yec­ción de un per­fil bajo, que evi­te pro­nun­cia­mien­tos cla­ros y rotun­dos, o la per­vi­ven­cia de ape­la­cio­nes al patrio­tis­mo, por mucho que se bus­que enmas­ca­rar­lo des­de la resig­ni­fi­ca­ción de los “sig­ni­fi­can­tes vacíos”, lo cier­to es que Pode­mos se va a apro­xi­man­do a mar­chas for­za­das a posi­cio­nes sobre la uni­dad de Espa­ña que no dis­tan dema­sia­do de las que pue­den man­te­ner UPyD o Ciu­da­da­nos, con los que com­par­te más cues­tio­nes de las que admi­te, lo que favo­re­ce su posi­ción como opción en la que los pode­res fác­ti­cos ven un ele­men­to ver­te­bra­dor de Espa­ña. Bas­te leer el rego­ci­jo con el que deter­mi­na­dos medios pro­cli­ves a la “inte­gri­dad” de Espa­ña aco­gen los pro­nun­cia­mien­tos que enfren­tan a Pode­mos con las dis­tin­tas ten­den­cias nacio­na­lis­tas cata­la­na o vas­ca, ya sean éstas de dere­cha o de izquierda.

Pero tam­bién la Espa­ña de sacris­tía y devo­ta de María está pre­sen­te en Pode­mos y lo va hacien­do de mane­ra acelerada.

La cosa empe­zó con aque­llo del Círcu­lo Pode­mos Espi­ri­tua­li­dad Pro­gre­sis­ta, diri­gi­do por el mon­je José Anto­nio Váz­quez. Con­ti­núo con Juan Car­los Mone­de­ro que pasó de escri­bir un artícu­lo en abril de 2012 titu­la­do “Con­cor­da­to con la San­ta Sede” en el que defen­día el lai­cis­mo de la II Repú­bli­ca, su prohi­bi­ción de las órde­nes reli­gio­sas y de la dedi­ca­ción de la igle­sia a la ense­ñan­za, así como el hecho de que ésta estu­vie­se obli­ga­da a pagar impues­tos, a ser pro­fe­sor de la Uni­ver­si­dad Poti­fi­cia, defen­der el Con­cor­da­to con el Vati­cano bajo el pere­grino argu­men­to de que, como el Vati­cano es un Esta­do, los acuer­dos con los Esta­dos no se denun­cian. Al señor Mone­de­ro le gus­ta tra­tar a todo el mun­do como si fue­se imbé­cil. El Vati­cano no es un Esta­do más. El Vati­cano es un Esta­do teo­ló­gi­co y con nin­gún otro Esta­do teo­ló­gi­co ‑des­de lue­go no con Irán, por poner un ejem­plo- se esta­ble­cen unos acuer­dos que van mucho más allá de la repre­sen­ta­ción y que impli­can exen­cio­nes fis­ca­les a la Igle­sia Cató­li­ca, ense­ñan­za en las escue­las, finan­cia­ción a car­go del IRF y tan­tos y tan­tos pri­vi­le­gios que nin­gu­na otra reli­gión tie­ne en un Esta­do que es acon­fe­sio­nal sólo nominalmente.

Men­ción apar­te mere­ce la devo­ta y bochor­no­sa caí­da en la papo­la­tría por par­te de Pablo Igle­sias. El entu­sias­mo con el que se desolló las manos en el Par­la­men­tó Euro­peo y los víto­res eutu­sias­tas que ento­nó hacia Ber­go­glio de pala­bra y tuits resul­ta­ban doble­men­te ridícu­los, vinien­do de quién en un pasa­do que no es tan lejano, pero pare­ce ya remo­to, se había con­fe­sa­do comu­nis­ta y ateo. París bien vale una misa y el voto cató­li­co una con­ver­sión más fir­me que la de Pablo de Tar­so en su via­je a Damas­co. Sin duda, la luz cega­do­ra se lla­mó cálcu­lo elec­to­ral del cau­dal de voto católico.

¿Debe sor­pren­der­nos, enton­ces, que Info­va­ti­ca­na, uno de los órga­nos ofi­cio­sos de la igle­sia cató­li­ca espa­ño­la en par­ti­cu­lar y de la jerar­quía ecle­siás­ti­ca vati­ca­na en gene­ral tra­te con tan­ta ama­bi­li­dad y a Pode­mos y a sus líde­res, debe sor­pren­der­nos que reco­no­ci­dos cató­li­cos de dere­chas, tales como Luis María Ansón o Juan Manuel de Pra­da se mues­tren tan res­pe­tuo­sos con Pode­mos?. Este últ­mo apre­cia la fun­cio­na­li­dad del voto a esta for­ma­ción como des­aho­go con­tra los polí­ti­cos y seña­la, acer­ta­da­men­te a mi jui­cio, que “es una mar­ca blan­ca del sis­te­ma”.

En defi­ni­ti­va y como con­clu­sión gene­ral en rela­ción con todo lo ante­rior­men­te expues­to, Pode­mos será una opción ser­vil y útil al capi­tal, que se emplea­rá a fon­do, como antes lo hicie­ron el PSOE y el PP, en res­pon­der a las exi­gen­cias anti­so­cia­les que éste pue­da dic­tar­le, si lle­ga a gober­nar, en fun­ción de los intere­ses de aquél. Su pro­gra­ma polí­ti­co, lejos de repre­sen­tar una rup­tu­ra con el orden esta­ble­ci­do en la tran­si­ción del 78, se limi­ta­rá, en el caso de un cam­bio del esce­na­rio polí­ti­co más gene­ral a una sus­ti­tu­ción de siglas: PSOE por Pode­mos y PP por Ciu­da­da­nos. En el caso de un cam­bio par­cial de esce­na­rio, esta­re­mos ante un reaco­mo­do de los dos nue­vos par­ti­dos al alza den­tro de las éli­tes polí­ti­cas sier­vas del sis­te­ma capi­ta­lis­ta. Una nue­va gene­ra­ción de polí­ti­cos ambi­cio­sos, cíni­cos y sin remil­gos ni pro­ble­mas de con­cien­cia res­pec­to al papel real que van a jugar. La monar­quía y la sacro­san­ta uni­dad de Espa­ña pue­den dor­mir a pier­na suel­ta por lo que a los nue­vos par­ti­dos al alza se refiere.

El ata­que ideo­ló­gi­co a los fun­da­men­tos polí­ti­cos de la izquier­da con­ti­nua­rá, con la coope­ra­ción nece­sa­ria de los res­tos de la izquier­da refor­mis­ta que sobre­vi­van (no hablo del PSOE, hablo de izquier­da refor­mis­ta) que des­de un Pode­mos que segui­rá via­jan­do al “extre­mo-cen­tro”. Pode­mos hubie­ra encon­tra­do un esce­na­rio mucho más difí­cil para ser un torpe­do efi­caz con­tra los valo­res de la izquier­da si, cuan­do lle­gó la cri­sis, esa izquier­da refor­mis­ta hubie­ra dado un giro hacia posi­cio­nes de izquier­da revo­lu­cio­na­ria, hacia una orga­ni­za­ción de cla­se, aban­do­nan­do su clau­di­can­te y des­cla­sa­do ciu­da­da­nis­mo, y hacia la rup­tu­ra de sus com­pro­mi­sos con las reglas del jue­go polí­ti­co que impo­ne el capi­tal y hubie­ra com­ba­ti­do fron­tal­men­te el dis­cur­so pode­mi­ta cuan­do apa­re­ció, en lugar de llo­rar por las esqui­nas por­que hay inten­ción de aca­bar con ella y por­que el par­ti­do del círcu­lo se nie­ga a con­ver­ger con él. Tam­po­co ha apro­ve­cha­do la fase de des­pla­za­mien­to que está sufrien­do a manos de Pode­mos para haber rea­li­za­do, aun­que tar­día­men­te, ese giro ahora.

Pro­ba­ble­men­te, ami­go lec­tor, esta crí­ti­ca últi­ma a la izquier­da refor­mis­ta le lle­ve a pre­gun­tar­se por­qué no he habla­do de Syriza.

Lo cier­to es que conoz­co mucho menos a esta coa­li­ción, a la que le gus­ta que tra­duz­can su nom­bre grie­go de “coa­li­ción de la izquier­da radi­cal”, que a Pode­mos. La infor­ma­ción sobre la polí­ti­ca inter­na­cio­nal nun­ca es tan exhaus­ti­va como la nacio­nal. Pero sí pue­do ade­lan­tar­le algu­nas de las cosas que conoz­co de la misma.

Cuan­do en junio de 2012 se pro­du­jo el gran avan­ce de esta coa­li­ción, tras la repe­ti­ción de las elec­cio­nes gene­ra­les del mis­mo año, por impo­si­bi­li­dad de que se for­ma­se un gobierno grie­go, Syri­za ya hizo sus pri­me­ras apro­xi­ma­cio­nes a las emba­ja­das de algu­nos paí­ses de la UE en Ate­nas, así como de los miem­bros del G20, que inclu­ye a USA, con el fin de trans­mi­tir­les un per­fil de for­ma­ción polí­ti­ca razo­na­ble y madu­ra, capaz de man­te­ner los com­pro­mi­sos inter­na­cio­na­les de un posi­ble gobierno de la misma.

En Enero de 2013, Ale­xis Tsi­pras via­jó a Esta­dos Uni­dos para esta­ble­cer con­tac­tos de alto nivel y dar una con­fe­ren­cia ante repre­sen­tan­tes de foros eco­nó­mi­cos del capi­ta­lis­mo, invi­ta­do por The Ins­ti­tu­te For New Eco­no­mic Thin­king, una de tan­tas agen­cias inje­ren­cis­tas pan­ta­lla del mega­es­pe­cu­la­dor inter­na­cio­nal Geor­ge Soros, que pas­to­rea a los movi­mien­tos refor­mis­tas “pro­gre­sis­tas” en gran par­te del mun­do. Esta orga­ni­za­ción se encar­gó de pagar­le el via­je y la estan­cia al líder grie­go. En dicha con­fe­ren­cia inter­vino tam­bién el máxi­mo ase­sor eco­nó­mi­co de Syri­za, Yian­nis Milios.
Copa­tro­ci­na­do­res de aque­lla con­fe­ren­cia fue­ron tam­bién el Levy Eco­no­mics Ins­ti­tu­te of Bard Colle­ge, el Cen­ter for Glo­bal Legal Trans­for­ma­tion, el Rich­man Cen­ter for Busi­ness, Law and Public Policy y la Colum­bia Helle­nic Assocation.

Las bue­nas rela­cio­nes entre Geor­ge Soros y Tsi­pras tie­nen que ver, entre otras razo­nes, con la apues­ta de Syri­za, igual que de Pode­mos, por la emi­sión de euro­bo­nos, una herra­mien­ta finan­cie­ra a las que se opo­nen Mer­kel y el gobierno de Aus­tria, por­que haría depen­der dema­sia­do la refi­nan­cia­ción de la deu­da de los paí­ses miem­bros de la UE de la eco­no­mía ale­ma­na, por lo que per­ju­di­ca­ría esta últi­ma. Soros ve en la emi­sión de euro­bo­nos una opor­tu­ni­dad de nego­cio ante la posi­bi­li­dad de adqui­rir impor­tan­tes paque­tes de los mis­mos. El hom­bre cuyas juga­das espe­cu­la­ti­vas fue­ron en el pasa­do la cau­sa del colap­so finan­cie­ro del Sur­es­te asiá­ti­co y de los ata­ques a la libra ester­li­na no des­apro­ve­cha una opor­tu­ni­dad de negocio.

En los últi­mos meses, al con­fir­mar­se el ade­lan­to de las elec­cio­nes gene­ra­les Syri­za ha redo­bla­do sus esfuer­zos para trans­mi­tir una ima­gen de alter­na­ti­va de gobierno res­pon­sa­ble, ofre­cien­do pac­tar sus polí­ti­cas con la UE, limi­tan­do sus pro­pues­tas sobre la deu­da sobe­ra­na que en el pasa­do eran de sus­pen­sión de la mis­ma has­ta la recu­pe­ra­ción de la eco­no­mía y el empleo en Gre­cia a su rene­go­cia­ción y rees­truc­tu­ra­ción y ase­gu­ran­do que los inver­so­res ale­ma­nes nada tie­nen que temer de sus medi­das de gobierno. Por supues­to, ante las pre­sio­nes ale­ma­nas en con­tra de la for­ma­ción de un gobierno de esta coa­li­ción, Tsi­pras ha redo­bla­do su com­pro­mi­so con el euro, lo mis­mo que ha hecho Igle­sias, del mis­mo modo que con la gober­nan­za mun­dial. Ha pasa­do de pro­po­ner la sali­da de su país de la OTAN a suge­rir que ésta ¡¡se disuel­va por su pro­pia voluntad!!

Fran­ca­men­te, no veo gran­des dife­ren­cias entre Pode­mos y Syri­za, sal­vo que el segun­do es un par­ti­do “ni de izquier­das ni de dere­chas” y el pri­me­ro una coa­li­ción de par­ti­dos trots­kis­tas, maoís­tas, euro­co­mu­nis­tas, ex comu­nis­tas y socia­lis­tas. En defi­ni­ti­va, una izquier­da que tran­si­tan­do des­de un anti­co­mu­nis­mo no con­fe­so, ni tie­ne por hori­zon­te abor­dar una tran­si­ción al socia­lis­mo ni se plan­tea un gobierno radi­cal de izquier­das, por mucho que se rei­vin­di­que tal, aca­ba­rá sien­do, caso de lle­gar a gober­nar, que está por ver, por­que ganar unas elec­cio­nes no sig­ni­fi­ca tener mayo­ría para gober­nar, una de tan­tas opcio­nes posi­bi­lis­tas que no saca­rá los pies del tiesto.

Así pues ese cacarea­do dis­cur­so de IU que enfa­ti­za su sí a Syri­za y su no a Pode­mos, en mi opi­nión obe­de­ce a un opor­tu­nis­mo de cor­tos vue­los, que no es capaz de dis­tan­ciar­se de su pro­pio dis­cur­so refor­mis­ta y que se aga­rra a Syri­za como nece­si­dad de super­vi­ven­cia, vía homo­lo­ga­ción polí­ti­ca, en el con­tex­to inter­na­cio­nal; a una Syri­za que ya la sitúa como su segun­da opción de refe­ren­cia espa­ño­la fren­te a los pode­mi­tas. El ori­gen dife­ren­te de Syri­za res­pec­to a Pode­mos no es garan­tía de nada que sea bene­fi­cio­so para la cla­se tra­ba­ja­do­ra y no hay aval en abso­lu­to de que un gobierno de Syri­za en Gre­cia no fue­ra tan ser­vil al capi­tal como uno de Pode­mos en Espa­ña. En ambos casos hay indi­cios que así lo sugieren.

En cual­quier caso, un aná­li­sis más pro­fun­do del sig­ni­fi­ca­do de Syri­za en rela­ción con la cri­sis eco­nó­mi­ca, la evo­lu­ción polí­ti­ca inter­na­cio­nal y la sus­ti­tu­ción de los vie­jos peo­nes polí­ti­cos del capi­ta­lis­mo por otros nue­vos sería ya obje­to de otro artículo.

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