Petró­leo: ¿apues­ta geo­es­tra­té­gi­ca o tác­ti­ca de mer­ca­do?- José Fortique

El mapa de con­flic­tos del año 2014 no cesó de reor­ga­ni­zar­se sobre la base de nue­vas alian­zas o el recru­de­ci­mien­to de vie­jas ten­sio­nes. Uno de los even­tos impor­tan­tes fue el vira­je de Oba­ma hacia Cuba, al tra­tar­se de unacome­di­da nego­cia­ción que evi­den­cia la polí­ti­ca prag­má­ti­ca don­de los lob­bies eco­nó­mi­cos empu­ja­ron a los anti-cas­tris­tas en Washing­ton. Las nue­vas áreas de inver­sión pro­mo­vi­das des­de las refor­mas en Cuba, lucen como el fon­do del inte­rés de Oba­ma para supri­mir el blo­queo cri­mi­nal impues­to por su país en for­ma uni­la­te­ral hace 54 años, pero tam­bién que­da abier­to el camino para nue­vas herra­mien­tas en la inje­ren­cia impe­rial; un pro­to­ti­po en desa­rro­llo es el Zun­Zu­neo.

El Ébo­la en Áfri­ca, el Esta­do Islá­mi­co en Siria e Irak o la des­apa­ri­ción for­za­da de los nor­ma­lis­tas en Méxi­co, se suman a una lar­ga cade­na de even­tos que demues­tran des­de lo polí­ti­co o lo huma­ni­ta­rio la inca­pa­ci­dad del actual orden inter­na­cio­nal, don­de los dere­chos fun­da­men­ta­les como la sobe­ra­nía son rela­ti­vi­za­dos. Cul­mi­na el año, no obs­tan­te es una expre­sión de Chro­nos, del tiem­po pre­ci­sa­do con las agu­jas del reloj, el otro tiem­po no es Kai­rós sino tiem­po acu­mu­la­do o tiem­po- espa­cio reque­ri­do den­tro del estu­dio de la glo­ba­li­za­ción con uni­da­des de aná­li­sis espa­cial más amplias que el Esta­do nacional.

Más allá de los acon­te­ci­mien­tos, ¿cómo inter­pre­tar el papel del petró­leo?. No es extra­ño encon­trar cien­tos de artícu­los que inten­tan expli­car en estos meses los movi­mien­tos del table­ro ener­gé­ti­co. Las tesis van des­de teo­rías cons­pi­ra­ti­vas has­ta una gue­rra decla­ra­da con­tra el Esqui­to. El des­ca­la­bro de los pre­cios del petró­leo dejó atrás varios años de rela­ti­va esta­bi­li­dad, el des­plo­me a par­tir de la sobre­pro­duc­ción evi­den­cia la entra­da de nue­vas tác­ti­cas en la com­pe­ten­cia entre los pro­duc­to­res tra­di­cio­na­les y los emer­gen­tes (no con­ven­cio­nal). ¿Es una gue­rra de Ara­bia Sau­di­ta con­tra los pozos de esqui­to en EE.UU.? ¿Es un acuer­do secre­to entre EE.UU. y los pro­duc­to­res del Gol­fo con­tra Rusia y Venezuela?.

La vora­ci­dad ener­gé­ti­ca del capi­ta­lis­mo ha ace­le­ra­do la trans­for­ma­ción del pai­sa­je, con el desa­rro­llo de nue­vas téc­ni­cas de explo­ta­ción de algu­nas mate­rias pri­mas que por sus cos­tos resul­ta­ron infruc­tuo­sos en el pasa­do. La huma­ni­dad sigue sien­do depen­dien­te de la ener­gía de ori­gen fósil, el modo de vida impues­to des­de la eco­no­mía de mer­ca­do se for­ta­le­cen con pun­to urba­nos-metro­po­li­za­dos don­de el auto­mó­vil se ins­ti­tu­ye como la metá­fo­ra de la civi­li­za­ción. Cen­te­na­res de ciu­da­des eri­gi­das sobre tone­la­das de hor­mi­gón se ali­men­ta de petró­leo o gas con­te­ni­do bajo el sub­sue­lo; recur­sos con­ta­mi­nan­tes en su pro­ce­so de extracción.

El Frac­king es la últi­ma res­pues­ta téc­ni­ca para explo­tar hidro­car­bu­ros del tipo sha­le oilsha­le gas con­fi­na­do den­tro de las rocas, esta frac­tu­ra es polé­mi­ca por los efec­tos secun­da­rios: movi­mien­tos telú­ri­cos, enve­ne­na­mien­to de aguas sub­te­rrá­neas o el des­pla­za­mien­to de comu­ni­da­des. El Sha­le Boom sedu­jo a poten­cias como EE.UU. que aspi­ra con­ver­tir­se en el prin­ci­pal pro­duc­tor a nivel glo­bal, tam­bién Argen­ti­na abrió sus yaci­mien­tos de Vaca Muer­ta a trans­na­cio­na­les como Che­vron, has­ta la vene­zo­la­na PDVSA había anun­cia­do en mayo de este año la explo­ra­ción de yaci­mien­tos de gas de esqui­to, jun­to a sus socios de la empre­sa mix­taPetro­wa­yu hacia el abas­te­ci­mien­to del mer­ca­do interno.

La caí­da del petró­leo deja evi­den­cia la noci­va depen­den­cia de petro-divi­sas en paí­ses pro­duc­to­res como Irán, Vene­zue­la o Arge­lia. Es evi­den­te el papel con­cer­ta­do de las poten­cias del Gol­fo dis­pues­tas a una gue­rra abier­ta con­tra el Sha­le Boom. Con el cru­do ron­dan­do los 50 dlrs pue­de des­in­flar­se la bur­bu­ja del esqui­to sos­te­ni­da con un barril sobre los 60 dlrs, por eso los recor­tes de la OPEP no con­ven­ce a los sau­di­tas con un col­chón de reser­vas mone­ta­rias sig­ni­fi­ca­ti­vo; se nie­gan a per­der mer­ca­dos por sal­var los pre­cios. En esta gue­rra de los hidro­car­bu­ros los efec­tos cola­te­ra­les han favo­re­ci­do de momen­to los intere­ses hege­mó­ni­cos de EE.UU. y la UE con­tra Rusia, boi­co­tea­da con san­cio­nes eco­nó­mi­cas para impe­dir su repo­si­cio­na­mien­to en el espa­cio post-sovié­ti­co. La caí­da del petró­leo tam­bién ali­via la balan­za de las impor­ta­cio­nes en Asia, en espe­cial Chi­na que ape­te­ce la esta­bi­li­dad de su mer­ca­do interno.

@jfortique

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