Entre­vis­ta de ANNCOL a Joa­quín Gómez, coman­dan­te del Blo­que Sur de las FARC-EP, recién lle­ga­do a La Habana


Cam­bian­do la her­mo­sa sel­va del sur de Colom­bia a la tran­qui­la y pací­fi­ca Haba­na, reci­bi­do por los coman­dan­tes Car­los Anto­nio Loza­da e Iván Márquez.

Joa­quín Gómez, el coman­dan­te del Blo­que Sur de las FARC-EP, es un hom­bre sen­ci­llo y afa­ble, naci­do en Barran­cas, Gua­ji­ra, en el año de 1947, en el hogar humil­de de Minos y María Magdalena.

La pri­me­ra vez que lo entre­vis­té fue en enero de 1998 en su cam­pa­men­to en el depar­ta­men­to de Putu­ma­yo, sur de Colom­bia. Quin­ce meses antes, la gue­rri­lla había dado un gol­pe durí­si­mo al Ejér­ci­to Nacio­nal, ocu­pan­do la base mili­tar Las Deli­cias, cap­tu­ran­do a 67 militares.

Tres sema­nas antes de nues­tra entre­vis­ta, el 21 de diciem­bre de 1997, uni­da­des gue­rri­lle­ros del Blo­que Sur subie­ron a 4200 metros y ocu­pa­ron la base mili­tar en el Cerro Patas­coy, lle­ván­do­se unos 20 mili­ta­res que sobre­vi­vie­ron el ata­que que des­tru­yó toda la ins­ta­la­ción de la inte­li­gen­cia mili­tar y de la comu­ni­ca­ción de las FF​.MM. en el sur de Colombia.

De Gua­ji­ra a la URSS

Y ahí, entre cen­te­na­res de gue­rri­lle­ros que cons­ti­tu­yen su ani­llo de segu­ri­dad, me habla­ba sobre los pla­nes de a insur­gen­cia, el anhe­lo de paz que esta­ba por expre­sar­se pos­te­rior­men­te en San Vicen­te de Caguán. Pero tam­bién habló de su infan­cia y sus estu­dios de pri­ma­ria que trans­cu­rrie­ron tute­la­dos por la majes­tuo­si­dad de la Sie­rra de Neva­da, entre las bri­sas del desier­to y las notas valle­na­tas del maes­tro Car­los Huer­tas, autor del Can­tor de Fonseca.

Par­te de su ado­les­cen­cia la vivió en Mai­cao, de don­de con su tem­ple de car­dón y sol ardien­te, par­tió hacia Mon­te­ría, ciu­dad a ori­llas del Sinú. Allí en el Cole­gio públi­co, José María Cór­do­ba, hizo sus estu­dios secun­da­rios, beca­do por la enton­ces Inten­den­cia de la Guajira.

En su tem­pra­na juven­tud ejer­ció como ins­pec­tor de Maja­yu­ra, para lue­go vin­cu­lar­se a la Uni­ver­si­dad de Antio­quia, don­de cur­só un semes­tre de vete­ri­na­ria, que le sir­vió de base para pro­se­guir en la Aca­de­mia Timi­ria­zev de Mos­cú, la pro­fe­sión de zootecnista.

De regre­so de la Unión Sovié­ti­ca se desem­pe­ñó como pro­fe­sor de zoo­tec­nia en la Uni­ver­si­dad Sur­co­lom­bia­na de Flo­ren­cia, Caque­tá, en los años 70, don­de dic­tó cáte­dra de gené­ti­ca ani­mal y fisio­lo­gía de los ani­ma­les domés­ti­cos. Poco des­pués regre­só a Mos­cú a rea­li­zar estu­dios de post­gra­do sobre inse­mi­na­ción arti­fi­cial y gana­do de carne.

Entre la aca­de­mia, las inquie­tu­des polí­ti­cas y su preo­cu­pa­ción por los pro­ble­mas socia­les que pade­cían su tie­rra natal y el país, sur­gió la deter­mi­na­ción de vin­cu­lar­se a las FARC en el año de1985.

Ingre­san­do a la insurgencia

Su ingre­so tuvo lugar en el 14 Fren­te, en el Medio Caguán, al sur del país. Duran­te sus 29 años como gue­rri­lle­ro, dic­tó cur­sos de eco­no­mía polí­ti­ca y de filo­so­fía; duran­te el gobierno de Betan­cur repre­sen­tó a la insur­gen­cia en el Comi­té de Inves­ti­ga­ción y Trans­fe­ren­cia de Tec­no­lo­gía, en el que tenían par­ti­ci­pa­ción los direc­to­res de los ins­ti­tu­tos des­cen­tra­li­za­dos del país; con­for­mó equi­pos de orga­ni­za­ción y pro­pa­gan­da; desem­pe­ñó car­gos mili­ta­res con resul­ta­dos exi­to­sos; fue voce­ro de las FARC en los Diá­lo­gos del Caguán duran­te el gobierno de Andrés Pas­tra­na. Es inte­gran­te del Secre­ta­ria­do del Esta­do Mayor Cen­tral, y coman­dan­te del Blo­que Sur de las FARC.

Aho­ra lo encon­tra­mos en La Haba­na como par­te de la Sub­co­mi­sión téc­ni­ca que abor­da­rá con el Gobierno, aspec­tos noda­les del ter­cer pun­to de la Agen­da FIN DEL CONFLICTO, como son el cese de fue­gos bila­te­ral y defi­ni­ti­vo y la Deja­ción de armas, que debe­rá com­pro­me­ter a ambas par­tes en la Mesa de conversaciones.

De ante­mano ANNCOL le agra­de­ce la defe­ren­cia que ha teni­do de aten­der, en exclu­si­vo, a varias de nues­tras inquietudes.

Joa­quín Gómez habla en exclu­si­va para ANNCOL

¿Cómo ha sen­ti­do el cam­bio repen­tino de pasar de las sel­vas de Colom­bia, don­de per­sis­te la con­fron­ta­ción arma­da, a este esce­na­rio de La Haba­na, en el que los esfuer­zos que se rea­li­zan están enca­mi­na­dos a alcan­zar la paz?

– Efec­ti­va­men­te se tra­ta de dos esce­na­rios dife­ren­tes, si se toma en cuen­ta, que allá las ten­sio­nes pro­pias de la gue­rra, impo­nen un tipo de com­por­ta­mien­to ape­ga­do a una dis­ci­pli­na rigu­ro­sa, que impli­ca cier­tas pri­va­cio­nes, que en un esce­na­rio apa­ci­ble y soli­da­rio, como el que se res­pi­ra en La Haba­na, des­apa­re­cen. En uno y otro lugar, sin embar­go, nues­tros esfuer­zos siem­pre están enfo­ca­dos en tra­zar ini­cia­ti­vas y bus­car alter­na­ti­vas que per­mi­tan resol­ver las cau­sas de mise­ria y des­igual­dad que están en el fon­do de este con­flic­to, para así alcan­zar la paz. Tam­bién debo decir que inde­pen­dien­te­men­te del espí­ri­tu fra­terno con que el pue­blo cubano aco­ge a las dele­ga­cio­nes, tan­to del Gobierno como de la gue­rri­lla, nues­tros cora­zo­nes tie­nen sus raí­ces sem­bra­das allá en el tea­tro de ope­ra­cio­nes mili­ta­res, don­de están los nues­tros y el pue­blo que nos apoya.

¿Cómo esta­ba el áni­mo de las tro­pas del Blo­que Sur antes de su par­ti­da hacia La Habana?


La gue­rri­lle­ra Mar­le­ne del Blo­que Sur

– Mag­ní­fi­co; con ple­na dis­po­si­ción com­ba­ti­va, pero tam­bién con una con­fian­za y una espe­ran­za inmen­sas en todo lo que la Dele­ga­ción de Paz de las FARC ha veni­do rea­li­zan­do para lograr la recon­ci­lia­ción de los colom­bia­nos, y en esto se debe con­tar la recien­te ini­cia­ti­va de cese uni­la­te­ral de fue­gos, veri­fi­ca­ble e indefinido.

El Min­De­fen­sa ha insi­nua­do, y ha sido cita­do por todos los medios, que el Blo­que Sur no esta­ba de acuer­do con las nego­cia­cio­nes en La Haba­na. ¿Cómo fue­ron los comen­ta­rios y las reac­cio­nes entre las estruc­tu­ras gue­rri­lle­ras del Blo­que Sur cuan­do vie­ron y escu­cha­ron al MinDefensa?

– Por la for­ma como todos los días dis­pa­ra con­tra el pro­ce­so de paz, los com­ba­tien­tes dicen que pare­ce más minis­tro de defen­sa de Uri­be que de San­tos. Mi pre­sen­cia y la de otros jefes de Blo­ques en La Haba­na es una mues­tra más de la cohe­sión inque­bran­ta­ble de las FARC.

Des­de el pun­to de vis­ta polí­ti­co-mili­tar, ¿cómo está la situa­ción en las áreas de ope­ra­cio­nes del Blo­que Sur? ¿Cómo y qué comen­ta la pobla­ción civil en éstas áreas sobre una even­tual fir­ma de paz, cua­les son las esperanzas?

– Como ya lo dije, la dis­po­si­ción com­ba­ti­va de nues­tras uni­da­des es ple­na; has­ta el día en que decla­ra­mos uni­la­te­ral­men­te el cese al fue­go, se pro­du­cían cho­ques arma­dos con cier­ta fre­cuen­cia e inten­si­dad, pero al mis­mo tiem­po, tenía­mos muchas uni­da­des des­ple­ga­das en el tra­ba­jo orga­ni­za­ti­vo, inter­cam­bian­do con la pobla­ción, rea­li­zan­do peda­go­gía para la paz. En este tra­ba­jo se per­ci­bía el anhe­lo de la gen­te de que la tre­gua fra­güe y el pro­ce­so avan­ce por buen camino. Pero de todas mane­ras no deja de exis­tir entre la gen­te del cam­po, des­con­fian­za fren­te al Gobierno. Se teme que incum­pla los com­pro­mi­sos y nue­va­men­te se des­ate la gue­rra sucia, las masa­cres y los desplazamientos.

¿Hay fuer­zas para­mi­li­ta­res ope­ran­do en las regiones?

– En reali­dad es el Ejér­ci­to el que actúa en la región con las arbi­tra­rie­da­des de siem­pre, y en no pocas oca­sio­nes ame­na­za a la pobla­ción con que en cual­quier momen­to van a lle­gar nue­va­men­te los para­mi­li­ta­res, lo cual les gene­ra una situa­ción de zozo­bra permanente.

Los medios y los lla­ma­dos “poli­tó­lo­gos” con­si­de­ran que el Blo­que Sur es el Blo­que del nar­co­trá­fi­co. ¿Qué comen­ta­rio mere­ce tal acusación?

– Esos medios y poli­tó­lo­gos que usted men­cio­na, gene­ral­men­te plu­mas esti­pen­dia­das, son alta­vo­ces de una estra­te­gia per­ver­sa de mani­pu­la­ción y men­ti­ra, que tie­ne el pro­pó­si­to de encu­brir a los ver­da­de­ros nar­co­tra­fi­can­tes y moto­res de este nego­cio que están enquis­ta­dos en el sec­tor finan­cie­ro y se lucran del lava­do de activos.

¿Que nos pue­de decir sobre la reten­ción del repor­te­ro fran­cés por par­te de gue­rri­lle­ros del Fren­te 15?

– El exce­len­te docu­men­tal rea­li­za­do por el pro­pio Romeo Lan­glo­ise, habla de mane­ra cla­ra sobre la reali­dad que vivió y la far­sa que entra­ña ese tipo de ope­ra­cio­nes que se lan­zan con­tra cam­pe­si­nos pobres, para lue­go decir, que se está des­man­te­lan­do labo­ra­to­rios de las FARC.

El 21 de diciem­bre de 1997, el Blo­que Sur tomó la base de la inte­li­gen­cia mili­tar del Ejér­ci­to en el cerro Patas­coy. UnasEl Sentry 707-300, uno de los 17 aviones Boeing del grupo E-3A reacondicionados  con radares de control y vigilancia aérea en territorio de la OTAN. | Foto Archivo Datos & Análisis sema­nas des­pués cayó un avión espía de EE.UU., cer­ca el cerro Patas­coy y murie­ron cin­co mili­ta­res esta­dou­ni­den­ses. Raúl Reyes, en entre­vis­ta a este repor­te­ro que estu­vo en esos días en su cam­pa­men­to, lo carac­te­ri­zó como “Las pri­me­ras víc­ti­mas del Plan Colom­bia”. Pos­te­rior­men­te se sabe que los mili­ta­res nor­te­ame­ri­ca­nos esta­ban impli­ca­dos en el bom­bar­deo del cam­pa­men­to de Raúl Reyes, qui­zás des­de la base La Man­ta, en terri­to­rio ecua­to­riano. Uri­be entre­gó varias bases mili­ta­res en el área de ope­ra­cio­nes del Blo­que Sur al Pen­tá­gono. ¿Qué posi­ción tie­nen las FARC sobre el futu­ro de esas bases si se logra a fir­mar la paz?

– Esta­dos Uni­dos, que his­tó­ri­ca­men­te ha juga­do un papel pro­ta­gó­ni­co en la gue­rra, debe empe­zar a jugar un papel deter­mi­nan­te a favor de la paz. Lo esen­cial en el rela­cio­na­mien­to con los Esta­dos Uni­dos debe ser el del reco­no­ci­mien­to mutuo, la libre auto­de­ter­mi­na­ción y el res­pe­to a la sobe­ra­nía patria.

¿Cómo fue reci­bi­da la muer­te de la gue­rri­lle­ra y com­pa­ñe­ra de Simón Tri­ni­dad, Luce­ro Pal­me­ra, en sep­tiem­bre de 2010 cuan­do fue bom­bar­dea­do el cam­pa­men­to don­de se encon­tra­ba ella?

– Con tris­te­za y pro­fun­do dolor por los com­pa­ñe­ros caí­dos. En el mis­mo bom­bar­deo murió su hija, y qui­zá este hecho, mez­cla­do con los pade­ci­mien­tos que Simón Tri­ni­dad vive en la pri­sión de máxi­ma segu­ri­dad en Flo­ren­ce, Colo­ra­do, con­fi­gu­ra un caso que es par­ti­cu­lar­men­te sen­si­ble para noso­tros, pero que al mis­mo tiem­po, nos com­pro­me­te más en la lucha por los obje­ti­vos que nos hemos tra­za­do en pro de la Colom­bia del futu­ro y a no cejar en el esfuer­zo por tener a Simón en libertad.

Duran­te este año ha habi­do muchos enfren­ta­mien­tos entre la fuer­za públi­ca y la pobla­ción civil, prin­ci­pal­men­te indí­ge­nas y cam­pe­si­nos, en el depar­ta­men­to del Putu­ma­yo, ¿a qué se deben los conflictos?

– Las cau­sas de los enfren­ta­mien­tos entre la Fuer­za Públi­ca y la pobla­ción en el depar­ta­men­to del Putu­ma­yo son las mis­mas que en el Cata­tum­bo, en el Cau­ca o cual­quier otra región mar­gi­na­da de Colom­bia, tie­nen que ver con la situa­ción de aban­dono y mise­ria a que han sido some­ti­das duran­te déca­das, estas y otras regio­nes como el Cho­có y la Gua­ji­ra, don­de en medio de la rique­za, la pobla­ción mue­re de ham­bre. A la incon­for­mi­dad y legí­ti­ma pro­tes­ta social, el Esta­do ha dado res­pues­tas mili­ta­ris­tas endu­re­cien­do sus leyes de segu­ri­dad ciu­da­da­na y dan­do un tra­ta­mien­to repre­si­vo, sobre todo con ese apa­ra­to cri­mi­nal que es el ESMAD. Esto debe cam­biar y el pri­mer paso debe ser el de eli­mi­nar la Doc­tri­na de la Segu­ri­dad Nacio­nal y del enemi­go interno.

¿Qué futu­ro se pue­de cons­truir en los vas­tos terri­to­rios que cons­ti­tu­yen los depar­ta­men­tos de Caque­tá, Putu­ma­yo, Hui­la y Nari­ño, para una Colom­bia en paz? ¿Qué pro­po­ne el Blo­que Sur?

– Las pro­pues­tas del Blo­que Sur son las mis­mas que han plan­tea­do las FARC en la Mesa de con­ver­sa­cio­nes. Me refie­ro a las pro­pues­tas míni­mas que se han hecho para cada uno de los pun­tos de la Agen­da del Acuer­do Gene­ral, las cua­les ya han sido bas­tan­te difun­di­das por nues­tra Dele­ga­ción de Paz.

Usted va a entrar en la sub­co­mi­sión téc­ni­ca. ¿Qué espe­ra apor­tar en ella?

– El tra­ba­jo para esta sub­co­mi­sión lo esta­mos hacien­do en equi­po, y ya hemos esta­ble­ci­do unos mar­cos con­cep­tua­les expli­can­do lo que para noso­tros sig­ni­fi­can cate­go­rías como deja­ción de armas, armis­ti­cio y tra­ta­mien­to a la rebe­lión fren­te a la paz, que es un dere­cho sín­te­sis. Par­ti­cu­lar­men­te podría­mos apor­tar nues­tra expe­rien­cia de lo que podría ser una lar­ga tre­gua que per­mi­ta la imple­men­ta­ción de los acuer­dos, lue­go de la fir­ma del Tra­ta­do de paz.

¿Un men­sa­je al pue­blo colom­biano y la opi­nión públi­ca inter­na­cio­nal en estos últi­mos días del año?

– Cree­mos en la paz y esta­mos empe­ña­dos en con­quis­tar­la, pero está cla­ro que eso se logra­rá en la medi­da en que el pue­blo se apro­pie del pro­ce­so, como lo ha hecho res­pal­dan­do el cese al fue­go bila­te­ral, res­pal­dan­do un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te abier­to, o más bien pro­ta­go­ni­zán­do­lo como sobe­rano y fuer­za fun­da­men­tal de cual­quier cam­bio que se pre­ten­da, reco­gien­do las ini­cia­ti­vas de las orga­ni­za­cio­nes socia­les y polí­ti­cas plas­ma­das en los linea­mien­tos gene­ra­les para la tran­si­ción hacia una Nue­va Colom­bia. Esto impli­ca la movi­li­za­ción mul­ti­tu­di­na­ria, la cohe­sión de todos, que per­mi­ta la crea­ción de una alter­na­ti­va polí­ti­ca al neoliberalismo.


Joa­quín Gómez con sus com­pa­ñe­ros de las FARC y los dele­ga­dos de los paí­ses acom­pa­ñan­tes de Norue­ga y Cuba en La Habana.

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