Petró­leo y socia­lis­mo- Adán Chávez

Con la baja en los pre­cios del barril de petró­leo, la ultra­de­re­cha vene­zo­la­na ha des­ata­do una ofen­si­va pro­pa­gan­dís­ti­ca para tra­tar de ame­dren­tar al pue­blo. Cier­to es que la gran mayo­ría de la pobla­ción aún no mane­ja com­ple­ta­men­te algu­nos tér­mi­nos y con­cep­tos como frac­king, reduc­ción de cuo­tas, vola­ti­li­dad de los mer­ca­dos; y por este moti­vo, algu­nos podrían toda­vía ser pre­sa fácil de supues­tos “ana­lis­tas”, acto­res polí­ti­cos de sec­to­res gol­pis­tas, que augu­ran una suer­te de “apo­ca­lip­sis” en los pró­xi­mos meses. Nada más ale­ja­do de la reali­dad, pero para com­ba­tir esas men­ti­ras, es nece­sa­rio que estu­die­mos más y que cada uno de noso­tros se con­vier­ta defi­ni­ti­va­men­te en un exper­to petrolero.

Es pri­mor­dial recor­dar que cuan­do en 1998, el Coman­dan­te Eterno Hugo Chá­vez lle­gó a la Pre­si­den­cia, la ces­ta petro­le­ra vene­zo­la­na esta­ba en apro­xi­ma­da­men­te 8 dóla­res por barril. Nues­tro petró­leo prác­ti­ca­men­te no valía nada como par­te de la polí­ti­ca impe­ria­lis­ta que había con­ver­ti­do a la Orga­ni­za­ción de Paí­ses Expor­ta­do­res de Petró­leo (OPEP), en un para­pe­to al ser­vi­cio de las gran­des poten­cias. Y con ese pre­cio del barril, se ini­ció la Revo­lu­ción Boli­va­ria­na. Ese no fue nin­gún impe­di­men­to para que el pre­si­den­te Chá­vez cum­plie­ra la pro­me­sa que le hizo al pue­blo y lla­ma­ra a una Asam­blea Constituyente.

Pero lo más pro­ble­má­ti­co no era el bajo pre­cio, sino la polí­ti­ca imple­men­ta­da por la IV Repú­bli­ca, con la nefas­ta Aper­tu­ra Petro­le­ra. En ese momen­to, la eco­no­mía nacio­nal per­día con cual­quier pre­cio por­que las ganan­cias se las lle­va­ban las tras­na­cio­na­les. Las empre­sas paga­ban sólo el 1% de la rega­lía al Esta­do y se que­da­ban con el res­to; dicho de otra mane­ra, por cada cien barri­les que saca­ban, sólo paga­ban 1 y se que­da­ban con la ganan­cia que die­ran los res­tan­tes 99.Tampoco paga­ban impues­tos y PDVSA tenía una par­ti­ci­pa­ción mino­ri­ta­ria pese a que el petró­leo esta­ba en sue­lo vene­zo­lano. Eso sin con­tar el mal­tra­to a la cla­se tra­ba­ja­do­ra, el daño eco­ló­gi­co y las prác­ti­cas de explo­ta­ción irracional.

En la Vene­zue­la de AD y COPEI, las empre­sas tras­na­cio­na­les se que­da­ban con la mayo­ría de los recur­sos de la empre­sa petro­le­ra. El poco dine­ro que ingre­sa­ba a las arcas de la nación enri­que­cía más y más a la bur­gue­sía crio­lla y lle­nó los bol­si­llos de fun­cio­na­rios corrup­tos, por lo que en las últi­mas déca­das de la IV Repú­bli­ca aumen­tó el ham­bre y la pobre­za en el país a nive­les nun­ca antes vis­tos. Esa fue una de las cau­sas del Cara­ca­zo, en 1989, y de las rebe­lio­nes cívi­co mili­ta­res del 4 de febre­ro y 27 de noviem­bre de 1992.

El Coman­dan­te Chá­vez des­mon­tó la Aper­tu­ra Petro­le­ra. Para ello, era impres­cin­di­ble que el pue­blo toma­ra el con­trol de la indus­tria. Cuan­do Chá­vez ini­ció la recu­pe­ra­ción de PDVSA, reci­bió un gol­pe de Esta­do en 2002. Y des­de ese momen­to, la dere­cha y los sec­to­res con­ser­va­do­res y fas­cis­tas, no han cesa­do en su empe­ño de hacer una gue­rra eco­nó­mi­ca para vol­ver a poner­le la mano a la ren­ta petrolera.

Con Chá­vez se pro­mul­gó la Ley Orgá­ni­ca de Hidro­car­bu­ros, que esta­ble­ció una tasa de rega­lía de 30%; se derro­tó el sabo­ta­je petro­le­ro, se des­mon­ta­ron con­ve­nios ope­ra­ti­vos que aten­ta­ban con­tra los intere­ses de la Patria; se refor­mó la Ley de Impues­to Sobre la Ren­ta, al tiem­po que se nacio­na­li­zó la Faja Petro­lí­fe­ra del Ori­no­co (FPO).

En la IV Repú­bli­ca decían que nues­tras reser­vas petro­le­ras eran de 78 mil millo­nes de barri­les de petró­leo, y no incluían la Faja, que ya se la habían repar­ti­do entre las tras­na­cio­na­les, para explo­tar­la a 4 dóla­res por barril por­que según ellos, eso no era petró­leo sino bitu­men. El Coman­dan­te Chá­vez, con el Plan Siem­bra Petro­le­ra, ins­tru­yó la cer­ti­fi­ca­ción de nues­tras reser­vas, que se incre­men­ta­ron en 282%, para lle­gar a 297.770 millo­nes de barri­les de petró­leo. Eso nos con­vir­tió en la reser­va de petró­leo más gran­de del planeta.

El lega­do de Chá­vez es una indus­tria petro­le­ra del pue­blo y para el pue­blo. La Revo­lu­ción Boli­va­ria­na tie­ne el con­trol estric­to del nego­cio petro­le­ro, y el ingre­so bru­to por barril, 94%, que­da para el Esta­do. Gra­cias a Chá­vez, tene­mos Ple­na Sobe­ra­nía Petro­le­ra y hemos usa­do esos ingre­sos para ini­ciar la cons­truc­ción de un mode­lo eco­nó­mi­co pro­duc­ti­vo de orien­ta­ción socia­lis­ta que nos per­mi­ta supe­rar el capi­ta­lis­mo rentista.

Hemos uti­li­za­do y vamos a uti­li­zar toda esa rique­za petro­le­ra no sólo para dar­le ali­men­ta­ción, salud, edu­ca­ción, cali­dad de vida al pue­blo sino tam­bién para expan­dir todas nues­tras capa­ci­da­des indus­tria­les y todas nues­tras fuer­zas productivas.

Los actua­les cam­bios en el mer­ca­do petro­le­ro inter­na­cio­nal, pro­du­ci­dos por la anar­quía capi­ta­lis­ta, no van a hacer­nos retro­ce­der. Esta no es la pri­me­ra vez que vivi­mos una situa­ción simi­lar. En 2008, debi­do a la catás­tro­fe finan­cie­ra mun­dial, el petró­leo cayó de 140 dóla­res a 35 dóla­res el barril. Y aquí está la Revo­lu­ción Boli­va­ria­na invicta.

El mer­ca­do más tem­prano que tar­de se esta­bi­li­za­rá. Un pre­cio a la baja es insos­te­ni­ble duran­te mucho tiem­po para la indus­tria petro­le­ra mun­dial, por­que el pre­cio jus­to del barril es el que ha seña­la­do el Gobierno Boli­va­riano, unos 100 dóla­res. Ade­más, con­ti­nua­re­mos rea­li­zan­do las ges­tio­nes inter­na­cio­na­les nece­sa­rias para lograr esa esta­bi­li­za­ción en el tiem­po prudencial.

Es cier­to que esta coyun­tu­ra nos afec­ta­rá, pero como ha dicho el cama­ra­da pre­si­den­te Nico­lás Madu­ro, los recur­sos para cubrir las nece­si­da­des bási­cas y el buen vivir de nues­tra pobla­ción están garantizados.

Para quie­nes se fro­tan las manos augu­ran­do la caí­da de la Revo­lu­ción jun­to con los pre­cios del barril de petró­leo, les deci­mos que no se apre­su­ren. El cole­ta­zo de este des­ajus­te en los pre­cios, solo evi­den­cia la velo­ci­dad con la que dis­mi­nu­ye el gas­to del con­su­mi­dor mun­dial debi­do a la cri­sis sis­té­mi­ca del capitalismo.

Es decir, que aumen­ta­rá el ham­bre, la pobre­za, el des­em­pleo, la pér­di­da de pres­ta­cio­nes y jubi­la­cio­nes, la fal­ta de com­bus­ti­ble, en el mun­do capi­ta­lis­ta. Pero en la Vene­zue­la Boli­va­ria­na y Cha­vis­ta, no hay ham­bre actual­men­te y tene­mos un gran camino anda­do para supe­rar la pobre­za. Es posi­ble que vea­mos con tris­te­za cómo aumen­ta la mise­ria en los paí­ses del nor­te, mien­tras noso­tros per­ma­ne­ce­re­mos con difi­cul­ta­des pero esta­bles; y vere­mos la for­ta­le­za que hemos con­so­li­da­do en la Patria que Chá­vez nos legó y que nos per­mi­ti­rá lle­gar a la irre­ver­si­bi­li­dad de nues­tra cons­truc­ción Socialista.

Obvia­men­te, ten­dre­mos que apren­der a supe­rar la cul­tu­ra del des­pil­fa­rro, ten­dre­mos que ser más efi­cien­tes y acos­tum­brar­nos a aho­rrar; debe­mos ter­mi­nar de supe­rar la men­ta­li­dad de la “Vene­zue­la Sau­di­ta” y del “Ta´Barato”, para con­ver­tir­nos en un pue­blo crea­ti­vo, inven­ti­vo, entu­sias­ta y empren­de­dor, que segui­rá trans­for­man­do el mode­lo here­da­do de la IV repú­bli­ca y verá la “cri­sis” como lo que es: una opor­tu­ni­dad para ini­ciar la supera­ción de una vez por todas del ren­tis­mo petrolero.

Como dijo una vez nues­tro Coman­dan­te Eterno, el 25 de octu­bre de 2010, regre­san­do de una his­tó­ri­ca gira que lo lle­vó a Euro­pa, Asia, Áfri­ca, en una cru­za­da por for­ta­le­cer la OPEP: “infor­ma­re­mos con deta­lle acer­ca de los 69 acuer­dos que hemos hecho con estos her­ma­nos paí­ses, de vivien­das, vivien­das para el pue­blo, comer­cio para nues­tros pro­duc­tos para rom­per el mode­lo per­ver­so que nos impu­sie­ron, el mode­lo de la mono­pro­duc­ción petro­le­ra. La depen­den­cia petro­le­ra tene­mos que rom­per­la”. Y lo logra­re­mos, Coman­dan­te Eterno; que nadie lo dude¡¡.. Segui­re­mos venciendo¡¡.

¡Viva Chá­vez!

¡Viva la Sobe­ra­nía Petrolera!

¡Viva la Patria Productiva!

¡Viva el Socia­lis­mo Bolivariano!

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