Tole­ran­cia cero ante la dis­per­sión- Etxerat

http://aitzina.eu/lib/irudiak/etxerat.125721.jpgLa rule­ta rusa de la dis­per­sión ha pro­vo­ca­do un nue­vo acci­den­te de trá­fi­co este fin de sema­na; muy gra­ve en esta oca­sión, en el que tres fami­lia­res de pre­sos polí­ti­cos han resul­ta­do heri­dos e inclu­so una per­so­na que via­ja­ba en otro vehícu­lo impli­ca­do en el hecho ha fallecido.

Los fami­lia­res impli­ca­dos son los de Ugaitz Perez, pre­so en la pri­sión de Cas­te­llón II a 590 km de Eus­kal Herria. Y son caras cono­ci­das, como la de Jone Arto­la quien tuvo duran­te 27 años a su her­mano en pri­sión. Se han pasa­do la vida via­jan­do y jugán­do­se la vida en las carre­te­ras a cuen­ta de esta medi­da excepcional.

Estos acci­den­tes no son una casua­li­dad; son una cau­sa­li­dad. Y que­re­mos acla­rar tér­mi­nos: nues­tra deci­sión es visi­tar a nues­tros fami­lia­res estén don­de estén. Por­que les que­re­mos y por­que es nues­tro dere­cho y el suyo. La deci­sión por tan­to es nues­tra, la res­pon­sa­bi­li­dad no. La res­pon­sa­bi­li­dad de tener que reco­rrer cien­tos de kiló­me­tros todas las sema­nas para ejer­cer este dere­cho y la res­pon­sa­bi­li­dad de las con­di­cio­nes en las que tene­mos que hacer­lo no son nuestras.

Via­ja­mos sin garan­tías en ten­sión y bajo pre­sión. Y que­re­mos dejar cla­ro que no via­ja­mos ni por ocio ni por capri­cho ni por tra­ba­jo. Via­ja­mos por obligación.

Las con­di­cio­nes en las que nos vemos obli­ga­dos a via­jar son las pro­pi­cias para que estos acci­den­tes ocu­rran, para que nos jugue­mos la vida en el lar­go tra­sie­go has­ta las cár­ce­les más leja­nas. Quie­nes via­ja­mos has­ta Puer­to, Alge­ci­ras o Clair­vaux tene­mos unas 12 horas de via­je de ida, y otras 12 horas de vuel­ta. Lle­va­mos más de 25 años reco­rrien­do todas las carre­te­ras del esta­do y esta polí­ti­ca cri­mi­nal lla­ma­da dis­per­sión se ha cobra­do 16 víc­ti­mas. 16 fami­lia­res que han muer­to y cen­te­na­res de heri­dos como con­se­cuen­cia de una polí­ti­ca de ven­gan­za; cruel y vul­ne­ra­do­ra de los dere­chos huma­nos más ele­men­ta­les.. La media de acci­den­tes en el 2014 es esca­lo­frian­te: 9 acci­den­tes en 9 meses.

Los dere­chos huma­nos no se com­pran; ni se ven­den. No pue­den entrar en nego­cia­cio­nes pere­gri­nas. No pue­den estar suje­tos a con­tra­par­ti­das ni a requi­si­tos. Por ello exi­gi­mos que no se nos con­de­ne, y que se trai­ga a nues­tros fami­lia­res a casa de una vez por todas!!

Ya bas­ta! Defien­dan los dere­chos huma­nos. Para todas las personas.

Tole­ran­cia cero ante la dispersión.

Etxean nahi ditugu

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *