Pode­mos- Borro­ka Garaia

Últi­ma­men­te estoy siguien­do con inte­rés esa bata­lla epis­to­lar entre dife­ren­tes refe­ren­tes de la izquier­da espa­ño­la en rela­ción a Pode­mos. De entre todo, qui­zás lo que más me ha sor­pren­di­do ha sido la, a fal­ta de un hippy naza­reno, cru­ci­fi­xión de Willy Tole­do a raíz de un sim­ple tweet. Lo cual ha dado pie a una de las crí­ti­cas más serias rea­li­za­das has­ta aho­ra hacia Pode­mos hecha por el pro­pio Willy Toledo.

Lo cier­to es que algu­nas cosas apun­tan a una reedi­ción del Gon­zá­lez – Ramon­cín de los 80 en for­ma­to moderno de Igle­sias – Chi­cos del Maíz.
Sin embar­go, no es sufi­cien­te que pue­da haber cosas que apun­ten a ello sino que mate­rial­men­te se tie­nen que dar.

En prin­ci­pio, no ten­go la cos­tum­bre de hablar en pro­fun­di­dad de movi­mien­tos de otros paí­ses, pero en este caso coin­ci­de que la agru­pa­ción espa­ño­la de Pode­mos se ha pre­sen­ta­do en Eus­kal Herria e inten­ta estruc­tu­rar­se y con­ver­tir­se en un suje­to polí­ti­co de nues­tro país. Por lo tan­to de entra­da ya ten­dría­mos una reali­dad material.

Es una pena que en el 2014 toda­vía esa izquier­da espa­ño­la des­car­te el inter­na­cio­na­lis­mo de cla­se y las rela­cio­nes bila­te­ra­les de nación a nación hacien­do que en su prác­ti­ca no haya res­pe­ta­do el dere­cho de auto­de­ter­mi­na­ción ni el mar­co autó­no­mo para la lucha de clases.
Siguien­do por tan­to la anti­gua y vie­ja tra­di­ción de la izquier­da espa­ño­la y fran­ce­sa del sucur­sa­lis­mo en Eus­kal Herria. Y es que el papel o las cáma­ras lo pue­den aguan­tar todo pero no así la prác­ti­ca política.
Y abso­lu­ta­men­te toda la izquier­da espa­ño­la que ha inten­ta­do abrir­se paso en Eus­kal Herria siem­pre en el papel tenía pues­to auto­de­ter­mi­na­ción. Y siem­pre en todos los casos, por una cosa u otra, ha aca­ba­do sien­do papel mojado.

Pode­mos tenía la opor­tu­ni­dad de un vira­je en ese sen­ti­do y no ha sabi­do o que­ri­do apro­ve­char­lo. A par­tir de ahí se entien­de el opor­tu­nis­mo de Pode­mos de apo­yar la movi­li­za­ción por el dere­cho a deci­dir con­vo­ca­da por “gure esku dago” solo en la CAV y no en la CFN.
Son con­se­cuen­cias direc­tas del sucur­sa­lis­mo y de la acep­ta­ción prác­ti­ca de la par­ti­ción terri­to­rial rea­li­za­da por el régi­men y la cas­ta. A lo que se dice com­ba­tir, pero en este caso se refuer­za, negan­do en la prác­ti­ca a Eus­kal Herria su con­di­ción de nación y por lo tan­to sien­do una rémo­ra para la lucha de cla­ses en el con­tex­to de Eus­kal Herria y de cara a la uni­dad de la cla­se tra­ba­ja­do­ra vas­ca. Ni que decir tie­ne que la expor­ta­ción del con­tex­to espa­ñol a Eus­kal Herria, algo intrín­se­co al sucur­sa­lis­mo, pue­de lle­gar a bar­ba­ri­da­des tales como la exis­ten­cia de círcu­los de las fuer­zas de ocu­pa­ción espa­ño­las en el seno de un par­ti­do que pre­ten­de situar­se en la izquier­da en Eus­kal Herria.

Duran­te los últi­mos años en el esta­do espa­ñol se ha incre­men­ta­do la pro­tes­ta social para­le­la­men­te a la irrup­ción de la cri­sis. Era obvio que ese movi­mien­to popu­lar nece­si­ta­ba de algu­na mane­ra estruc­tu­rar­se polí­ti­ca­men­te en espa­ña. Des­de sec­to­res inte­lec­tua­les y con el impul­so de cier­tos medios de comu­ni­ca­ción del sis­te­ma, que­rien­do cam­biar el régi­men des­de el régi­men, hacien­do de las ins­ti­tu­cio­nes eje cen­tral para el cam­bio, nació Pode­mos. La con­se­cuen­cia direc­ta de ello la esta­mos vien­do. La pro­tes­ta social en el esta­do ha empe­za­do a decre­cer y la cen­tra­li­dad del deba­te ya no es la lucha con­tra el régi­men sino Pode­mos, don­de se colo­can las espe­ran­zas y todo lo demás son aspec­tos secun­da­rios. Pare­ce de manual, pero es pura vehi­cu­li­za­ción del sis­te­ma ya que entien­de muy bien las difi­cul­ta­des que supo­ne la bue­na com­ple­men­ta­ri­za­ción de la lucha con­tra el sis­te­ma y la lucha ins­ti­tu­cio­nal. La fuer­za cen­trí­fu­ga que rea­li­za es bru­tal. De esta mane­ra, se van revir­tien­do los valo­res que habían impul­sa­do esa pro­tes­ta en el esta­do espa­ñol. Y la gen­te empie­za a sus­ti­tuir­se por votos y por lógi­ca elec­to­ral. Pre­ci­sa­men­te ese es el camino que lle­va a la asi­mi­la­ción. Si se podrá rever­tir esta ten­den­cia está por ver.

En cual­quier caso, la izquier­da espa­ño­la si de ver­dad aspi­ra a un cam­bio lo tie­ne muy fácil en Eus­kal Herria. Sim­ple­men­te con aban­do­nar la lógi­ca del régi­men espa­ñol y el nacio­na­lis­mo de esta­do que sub­ya­ce de ello. Las con­di­cio­nes sin­di­ca­les, polí­ti­cas y socia­les son bue­nas para ello. Poten­ciar la uni­dad de la cla­se tra­ba­ja­do­ra vas­ca para ejer­cer una auto­de­ter­mi­na­ción inte­gral que nos dote de las herra­mien­tas sobe­ra­nas para ejer­cer ese cam­bio. Sería sim­ple­men­te poner en prác­ti­ca el dere­cho de auto­de­ter­mi­na­ción que se dice defen­der. Con ese dere­cho de auto­de­ter­mi­na­ción Eus­kal Herria jamás hubie­ra per­te­ne­ci­do a la OTAN, no hubie­ra exis­ti­do con­flic­to polí­ti­co con todas sus deri­va­cio­nes, no se hubie­ran sufri­do nun­ca las con­se­cuen­cias de las diná­mi­cas ama­ri­llas de UGT y CCOO y la izquier­da ten­dría una fuer­za hoy secues­tra­da por los estados.

La elec­ción sigue sien­do la mis­ma que la de siem­pre. No pre­fe­rir una espa­ña de dere­chas antes que rota lo cual daría paso direc­ta­men­te a una posi­ble Eus­kal Herria roja. Pode­mos, IUs, Izquier­da-Ezke­rra etc tie­nen que deci­dir si pre­fie­ren optar por lo iden­ti­ta­rio-esta­ta­lis­ta o por una apues­ta de cla­se, tan diver­si­fi­ca­da como se quie­ra y plu­ral en amplios sen­ti­dos, para una Eus­kal Herria libre y socia­lis­ta que pasa por el ejer­ci­cio del dere­cho de auto­de­ter­mi­na­ción para cam­biar­lo todo y se rela­cio­na median­te el inter­na­cio­na­lis­mo con el mundo.

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